Shizuoka Shizuoka

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Clínica
[Akari; Kirara; Shinko; Kojiro]

Kojiro, un joven que estaba a un lado de Kirara observó a Togashi, no sintió repudio por ser ignorado debido a su alto autoestima, aun así no los dejó solos, observó a Togashi sin desviar su mirada, y así se mantuvo hasta escuchar sus palabras hacia Kirara —Sasaki Kojiro —dijo hacia Togashi —Un gusto.

Kirara miró a Togashi primero para después desviar la vista hacia Kojiro —El es Togashi, está con el clan Minamoto—mencionó ante Kojiro para después mirar a Togashi —Kojiro es el maestro de Riku, y nos ha ayudado a calmar a Shinko —miró a su hermano dormir —Algo en sus recuerdos lo atormentan, justamente Kojiro ha llegado a decirme lo que ha sucedido en mi ausencia por ir a la audiencia.

Kojiro le indicó que se sentara, para después extenderle una tasa de té sin mirarlo, enfocando su vista en Kirara.

Contenido oculto

Bruno TDF te juro que Kojiro ya existía desde antes xD y que ahora estén frente a frente me causa gracia y preocupación al mismo tiempo

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Akari se acercó a Yuzuki al ver que se encontraba en la clínica, traía consigo algo, lo cubría con sus brazos mientras se acercaba a ella con cuidado —No estás lastimada, ¿Cierto?—dijo mirando su rostro buscando alguna herida, a pesar de ser consciente de que Yuzuki podía atenderse sola. Después extendió lo que cubría entre sus brazos, era un haori finamente doblado —Tenía que hacerle un par de ajustes, has crecido un poco —sonrió.

Contenido oculto

Yáahl

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Dojo
[Hinata; Ginko; Hayato; Shiori; Tsuna; Sansada]

Hinata sonrió y lo detuvo del hombro —No Ginko, no me basta con que me digas que has aprendido —lo giró para después alejarse viendo que había guardado su espada— Ataca con lo que tienes —comenzó a correr hacia él.

Mientras tanto Tsuna miró a su alrededor, después miró a Sanada y después a Shiori —No veo a los Minamoto por aquí, me gustaría avisarle a Takano antes que gritarlo entre los soldados de Shizuoka, no quiero causar caos —dijo pensando en la situación.

• Hinata
• Ginko

• 
  Nivel 5
  PV= 84
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  
• 
  Nivel 1
  PV= 37
  -2 defensa (Cobardía)
  +4 ataque (Voluntad)
  

Contenido oculto: Escuela

Hagane no ken (puños de acero)

Cuando estás desarmado; podrás:

1. Esperar el ataque de tu enemigo utilizando su fuerza contra él:
⦁ 1 vez por combate
⦁ utilizar el ataque de tu oponente contra él, se sumará su dado de ataque al tuyo. Para usar esta habilidad debes decirlo en tu post antes de que se tiren los dados del oponente.
2. Atacarlo a puño limpio sacrificando tu defensa
⦁ Puede ser utilizado las veces que sean necesarias por combate
⦁ Utilizas tu dado de defensa sumándolo a tu dado de ataque. Al usarlo en ese turno no tendrás defensa en dado (sólo en atributos si es que se tienen)

Slam puedes:

1. usar el ataque de Hinata en su contra, por lo que tiras tus dados normales (15 de ataque, 10 de defensa, 5 suerte y esquive) o
2. sacrificar tu defena, por lo que tiras (25 de ataque, 5 suerte y esquive) y no tendías defensa

Contenido oculto

madarauchiha

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Ocultos en el bosque
[Misato; Matsuda Kyoko]

El rostro de Matsuda no se veía en calma, estaba lejos de estarlo. Aun así su cuerpo se mantenía oculto sin la intensión de salir y arruinar el escondite de los tres —Debemos observar las acciones de Takeda, y con ello movernos adecuadamente. Un error y podemos comprometer la vida de alguno —miró a Misato para reasegurarla —Mi odio se mantiene reprimido, no actuaré impulsivamente, Obata nos enseñó eso.

Kyoko afirmó ante esas palabras —La escuela de Hattori se especializaba en información, la escuela de Momochi se especializa en infiltración— dijo con seguridad —Puedo acercarme y noquear a alguien inmediatamente; aunque dudo poder hacerlo con Shino, pero podría intentarlo con cualquiera de las otras dos.

Mientras escuchaban a Kyoko, miraban lo que sucedía cerca de la carpa.

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Carpa junto al bosque
[Kenzaburo; Takeda, Hideyoshi]

Shino observó a Kenzaburo —¿Una traición mía? —negó —Nadie intentaba asesinar a mi hermana, no es culpa mía que fueras estúpido. Tú problema es el mismo que el de tu viejo maestro, no saben pensar —dijo inticándole a Aki que se acercara a ella, esta lo hizo con su arco hacia abajo, su otra mano alejada del carcaj.

—Y ahora estás absorbiendo nuevamente lo peor de otro guerrero, Kato. Ambos parecen tener la idea erronea de que si llevan a cabo una hazaña valerosa eso basta por sí solo para convertirse en un gran guerrero, y eso es mentira. Dejan que ese único acto de lealtad hacia su señor los convenzca de su rectitud, y cuanto más convencidos están, más daño se causan a si mismos y a todos los demás— chasqueó y provocó que Aki levantantara el arco y sacara una flecha apuntando a velocidad hacia los rehenes, alertando a los presentes.

—¿Y dónde te encuentras ahora? —miró después hacia Takeda —Ustedes no están aquí para negociar, están aquí para aceptar lo que les ofrezco o afrontar las consecuencias.

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Ocultos en el bosque
[Misato; Matsuda Kyoko]

Kyoko reaccionó ante la mujer (Aki) apuntando con el arco a los rehenes, pero cuando iba a bajar del árbol dónde se escondía sintió la mirada de la otra mujer (Oshin) apuntando hacia su dirección, así que se mantuvo quieta.

—Maldición—mencionó Kyoko —Esa mujer es también una shinobi, su oído es muy atento —dijo en voz baja para después ver como esa mujer (Oshin) volvía a desviar la mirada hacia los rehenes mientras la otra mujer soltaba la flecha. Alertándolos abruptamente pero ninguno perdió su posición. Por desgracia, ninguno era arquero.

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Carpa junto al bosque
[Kenzaburo; Takeda, Hideyoshi]



Shino miró hacia Kenzaburo —Amenazaste a Oshin, pero no es ella quien ordena la mano de Aki —volvió a chasquear y la flecha salió despedida del arco de Aki.

Takeda reaccionó al instante, interponiéndose con velocidad. Una velocidad que Kenzaburo había experimentado a carne propia, pero este era otro movimiento, no era el Futatsunomichi. Logró cortar la flecha a pleno vuelo, para después mirarlas de frente, detrás de él estaban los rehenes.

Shino lo miró perdida, se mantuvo ausente por unos instantes hasta que logró hablar —Escuela Furaingukatto— mencionó Shino para después mirar la katana a manos de Takeda —Kaishi... entonces es cierto; Hiro fue tu maestro —dijo tras soltar un suspiro.

—Kaishi, hace tiempo no escuchaba su viejo nombre —mencionó Takeda para volver a enfundar a Genji, preparándose de nuevo para el ataque— Así es Shino; soy discípulo de Hiroyuki Sugita; tomé su escuela y la usaré para defender a los míos —miró a Shino a los ojos —Destruiré cada flecha que venga hacia mi, recordando como los Taira han atacado a los míos sin que yo esté allí para defenderlos. Esa es la escuela que mi maestro Hiro me inculcó.

Shino comenzó a reír —¿Cuántos padres has perdido, Takeda?

Takeda no reaccionó, se mantuvo atento —Liberen a los rehenes —mencionó ante Kenzaburo y Hideyoshi.

—Conozco esa técnica, sé lo que hace en tu cuerpo; veremos cuanto resistes entonces —mencionó Shino señalando a Takeda mientras Aki apuntaba.

—¿Y crees que me quedaré viendo como lo hacen? —mencionó Oshin acercándose a Kenzaburo mientras Akia apuntaba nuevamente. Shino se quedó allí, observando.

Contenido oculto

rapuma ataca a Oshin!!!
John Whitelocke si puedes ve por uno de los rehenes (dado de 20 por rescate, 15 o superior)

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Ocultos en el bosque
[Misato; Matsuda Kyoko]


—Es ahora; Misato, Kyoko—mencionó Matsuda —Saquemos a los rehenes de allí.

Contenido oculto: Acción Misato, Matsuda y Kyoko

Kuno Vizard dado de 20 por rescate! (10 o superior)

 

Kenzaburo

Su porte no se modificó por las palabras de la emperatriz; su voz sonaba hueca a oídos de Kenzaburo, era una mujer erigida en una tiranía de mentiras, sometiendo a un Japón cada vez más endeble. Simplemente le devolvió la mirada tenaz, fuerte, atento a los movimientos de la pequeña que sostenía el arco. Esperó con paciencia el desenlace de esa puesta de escena, sabía muy dentro de sí mismo que no había otro camino más que el de defenderse. Observó a Takeda, a Hideyoshi y a los rehenes. Estaban estancados, en un punto muerto sin salida. Solo quedaba ahora hablar con el filo de las katanas.

—¡Cuidado! —gritó Kenzaburo al ser alertado por la flecha que trazaba una mortal línea en el aire, dirigida hacia alguno de los tres pobres desgraciados que se encontraban maniatados. Luego sintió el golpe del viento en su rostro y la faz de Takeda interponiéndose. El samurái lo miró con devoción. Sus compañeros de armas, pese a todo, parecían contraponer a la insuficiencia de sus armas contra el arco un mayor coraje y entrega. Kenzaburo desenfundó y el chasquido metálico voló por la noche. Guerrero desde niño, desde siempre. No se iba a dejar amedrantar por la emperatriz del Imperio Taira y un puñado de sus secuaces.

 

Misato Aoyama

Desde las sombras del bosque los tres ninjas observamos cada movimiento de los presentes en la carpa, Kyoko estuvo dispuesta a noquear a quien estuviese a su alcance. Pero no contábamos que una de las mujeres estaba dotada con un agudo oído...un oído de una shinobi; todo estaba complicandose.

El enfrentamiento estaba por inciar, fui sorprendida con la velocidad de nuestro líder al cortar la flecha como si de un rayo se tratara. Junto a él pude ver el rostro de Kenzaburo, estaba a nada de desenfundar su arma. Algo muy verídico con el ex ronin...no podía negar que estaba preocupada pero a la vez aliviada éramos más de uno pero Takeda podría correr peligro sin nos desviamos.

Era la señal...Matsuda nos indico descender e ir por los rehenes, siguiendo sus pasos tome aire y me enfoque en ir y liberar a Fuji lo más rápido que mi destreza me permitía...Dioses...

>>Por favor...resistan vamos por ustedes...no mueran...

 

Shiori
Pobre Tsuna... La verdad es que había sido para él un día lleno de contratiempos y en gran parte, de desdichas y no podía culparle por estar ahora tan alicaído, solo le miré con una cálida sonrisa.
— Todo irá bien Tsuna, hoy ha sido un día complicado más sé que mañana al menos podremos luchar para intentar que sea un día mejor de lo que está siendo hoy—. Paradójicamente sonaba convincente aunque era algo que no me creía ni yo, aunque parte de la amistad realmente implicaba mentir con el fin de hacer sentir mejor a los demás pues los demás de todos modos, en algún momento van a ser ellos lo que hagan lo mismo por tí, o al menos intentarlo.
"Hagamos lo que sugiere la señorita Shiori, creo que es prudente movilizarnos, Takeda puede necesitar nuestra ayuda"
— Concuerdo, cuanto antes lo hagamos, más posibilidades tendremos de cambiar parte del resultado de ésta situación—. Contesté reflexiva mientras empezábamos a movilizarnos hacia el dojo tal como había sugerido Sanada— Y le quedo agradecida Sanada-San, es un placer para mí arrimar el hombro en ésta situación.
Y así fue, como con paso firme y decidido nos íbamos acercando, hasta que finalmente vimos a dos personas entrenándose, más bien parecían haber finalizado el mismo entrenamiento ya.
Aunque sin duda era un pensamiento que se esfumó de mi cabeza a la misma velocidad con el que vino, al fin y al cabo, tras un breve respiro, la otra persona le pidió a Ginko que le atacara.
Sin embargo mi atención ráudamente se dirigió de nuevo a Tsunayoshi, quien parecía volver a tener ganas de hablar.

Parecía reflexivo y tenía razón, dar una voz de alarma precipitada podría empeorar aún más la situación y eso tampoco nos conviene.
— Deberíamos preguntar quizás a los dos que se están entrenando, podrían saber dónde se hallan los Minamoto—. Propuse, de igual modo reflexiva— Más, ciertamente no conviene lanzarse, debemos tratar de ir preparándonos poco a poco, no sabemos si dando la voz de alarma podría empeorar más la situación que ahora está pasando en Shizuoka—. Aunque, antes de nada me giré hacia Sanada— Sanada-san, al haber estado con Takeda-san ¿Sabe donde podrían hallarse los Minamoto?—. Pregunté con calma para reverenciar y esbozar una sonrisa.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Carpa junto al bosque

Las acciones se precipitaron, ¿había juzgado mal a Shino? Él creyó por un momento que ella tendría algún plan más interesante, pero parece que la mujer era bastante torpe. Su negativa a encarar cualquier tipo de negociación y sus insultos dirigidos a Takeda solo habían agrietado la brecha existente entre ellos.

"La grieta que divide al Japón es la misma que divide en el odio a unos con los otros", pensó.

Cuando Kenzaburo se lanzó contra Oshin vio la oportunidad que necesitaba para moverse hacia los rehenes. Intentaría liberarlos y sacar a Takeda de allí con vida. Se llevó ambos puños a sus kodachis, listo para desenfundar si hiciera falta, y lanzó unos veloces pero silenciosos movimientos aprovechando que las miradas se habían dirigido en otra dirección.

 

Ginko Harutomo

Pensó que el entrenamiento había terminado, pero Hinata quería ver como ejecutaba la técnica recién adquirida. En un santiamén ya estaba arremetiendo de nuevo sobre él con un nuevo ataque —¡Espera!— exclamó abriendo el ojo de par en par, pero la Asakura no esperaría.

Entonces trató de pensar y actuar rápido, había visto la técnica y le había parecido muy útil esto de usar la fuerza del rival sobre sí mismo. "Me pregunto que pasará con un rival tan fuerte como ella...", meditó. Acto seguido, lanzó el movimiento.

Contenido oculto

Usaré el ataque de Hinata en su contra

 

Togashi
Clínica

Reparó en la otra persona que se encontraba junto a la Fujiwara, un joven al que no había notado debido a la impresión causada por la escena de Shinko durmiendo junto a la preocupación de su hermana, pues distaba mucho del tono algo alegre que la Clínica había tenido esa mañana, con Shinko y Taiyo juntos y Kirara de buen humor. Encontrarse con un contexto tal, en esa noche oscura y peligrosa, fue inesperado. Togashi sostuvo la mirada del otro, que se había presentado como Sasaki Kojiro. Asintió con solemnidad. Kirara los presentó, revelando que se trataba del maestro de Riku.

Aceptó el té en silencio y se sentó con ellos, aunque ese no fuera en principio su plan.

—Lamento haberte ignorado de esa forma, no te había visto. —se disculpó hacia Kojiro con solemnidad—El placer es mío.

Miró el té que humeaba entres sus manos. Kojiro se comportaba con amabilidad pese a aquel pequeño incidente, al parecer no lo había ofendido que lo pasara por alto. No obstante, mientras le hablaba, el joven no le miraba. Mantenía sus ojos fijos en Kirara. Concluyó que quizá eso equilibraba un poco las cosas.

Sopesó lo que la Fujiwara dijo sobre su hermano... Recuerdos tormentosos, que al parecer nadie sabía qué eran.

—Se lo veía tan bien junto a Taiyo cuando vine esta mañana —dijo, mirando a Shinko—. Todos tenemos algo que nos atormenta de una u otra manera; pueden ser recuerdos nefastos, o memorias más alegres que nos lastiman si somos débiles —pensó con un deje de tristeza en cómo el recuerdo de Kanade le había causado dolor por tanto tiempo, cuando desde un principio debería haber sido al revés. Por suerte, eso ya era cosa del pasado—. Pero Shinko los tiene a ustedes… —la miró—. Cualquier tormento es más pesado si se lo sufre en soledad, pero él es afortunado pese a todo, contar con una familia que lo contiene…

Acercó el té a sus labios y lo sopló ligeramente. Volutas de vapor flotaron fantasmalmente en el triste aire de la Clínica. Aproximó un poco más el recipiente para dar un primer trago, pero lo dejó suspendido en el aire.

—Ah, quiero mencionar esto antes de que se me olvide —dijo, alejando la infusión de su rostro, sin beber una gota. Miró hacia Kirara nuevamente—. Me quedé pensando en lo que hablamos esta mañana mientras atendías mis heridas, respecto a que la Clínica sólo poseía medicinas. Lo pensé mejor y decidí que quiero comprar algunas por si alguien las necesitara en medio de la guerra.

 

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Clínica
[Akari; Kirara; Shinko; Kojiro]

Kirara afirmó ante Togashi —Le diré a unos de los médicos que hable contigo al respecto, se que aun tienen en el inventario— mencionó sobre los medicamentos para después enfocar su mirada en su hermano, regresando al tema que trató Togashi antes —Shinko siempre nos tendrá a nosotros; pero a veces siento que no es suficiente, el creció huyendo constantemente; jamás ha tenido un sitio al que pueda llamar hogar.

Kojiro tomó té, y se mantuvo en silencio hasta que Kirara desvió la mirada hacia él —¿Y bien? ¿Qué fue lo que sucedió con Shinko mientras acudía a la audiencia?

Kojiro guardaba silencio, no por desconfianza hacia Togashi, si Kirara confiaba en él, el no debía dudar de Togashi. Suspiró —Tu hermano habló—dijo mientras colocaba su taza a un lado como si hubiera predicho el que Kirara lo sujetaría del cuello de su kimono con fuerza.

—¿Me estás mintiendo?—preguntó Kirara molesta, pues ocultar información podría ser una posible causa de su silencio anterior.

Kojiro negó sujetándola de la mano para que esta soltara su ropa —Ahora entiendo por qué se sobresaltó cuando nombré a tu padre —dijo deteniéndose en sus palabras para después mirar hacia Shinko, quien aun dormía —Soportó demasiado, fue víctima de un interrogatorio cruento de parte de los Taira —negó —Tener que conocer a su padre en esa situación seguramente fue demasiado para su mente.

Kirara lo observaba confusa.

—Sólo un Fujiwara puede salir entero de esta situación—mencionó —Estoy repitiendo lo que dijo tu hermano esta tarde —aclaró para seguir hablando — Uno debe morir...

Kojiro colocó sus manos en las rodillas y suspiró, era un tema difícil, sobre algo que no le correspondía decir, aún así, estaba obligado a hacerlo —Escuchen, pues esta historia no es agradable...

Contenido oculto

Las celdas eran pequeñas, sólo una persona cabía en su interior estando sentada, un sitio angosto y lleno de humedad. Nada de luz natural traspasaba aquel sitio debajo de la tierra; sólo la luz danzante de las antarchas adosadas a la pared. Allí se encontraba ahora Shinko, mientras frente a él tres hombres lo observaban. Kozaemon, Murai y Tadashi

—Es un niño testarudo; igual a su padre, primero morirá antes de darnos información—mencionó Kozaemon.

—Y si no da información no nos sirve. No hay manera de hacerlo olvidar, la única solución es matarlo —dijo Murai hacia Kozaemon sin despegar la vista de Shinko.

Tadashi negó —Puede llevarnos hacia los Fujiwara restantes, matarlo ahora sería un desperdicio.

—Pueden cortarle la lengua, y romperle cada dedo, es una solución sencilla a su silencio —Kozaemon era directo y frío.

—Encontrará la manera de decir lo que ha visto, lo conozco lo suficiente; fui yo quien lo vio crecer — mencionó Tadashi mientras llevaba su mano a la barbilla —Ahora que lo tenemos a él, no sirve tener a Moromichi.

Shinko levantó la mirada, y con fuerza se aferró a los barrotes —¿Has dicho Moromichi? ¿Mi padre? ¿Está con vida?— preguntó con fuerza, Shinko en ese momento sólo con doce años de edad.

—Esto es tu problema por ser descuidado Tadashi; eres un desperdicio en los rangos Taira —mencionó Kozaemon antes de alejarse de aquel sitio.

—Entonces... —Murai sonrió —...llevaré a Moromichi a la plaza

—Lo estás disfrutando demasiado, Murai —mencionó Tadashi mientras Murai se alejaba a otra celda más alejada en el pasillo.

—¿Por qué, tío? ¿Por qué nos has traicionado de esta manera? —inquirió Shinko aferrado a los barrotes, con una expresión de enojo en su rostro.

Tadashi no contestó, sólo liberó a Shinko para después amarrarlo y arrastrarlo hacia el exterior de las celdas. A una plaza que estaba abarrotada, parecía una especie de celda en el exterior, el sol cegó por un momento a Shinko, quien había permanecido en la penumbra por varios días. Murai no tardó en aparecer arrastrando a alguien al interior de aquel sitio, lo pateó obligándolo a entrar cerrando las rejas detrás de él. Murai observaba desde el exterior con una sonrisa.

—Sólo un Fujiwara puede salir entero de esta situación, ¡uno debe morir!— gritó Murai mientras Tadashi liberaba a Shinko en el interior de la celda.

—¡Tadashi!— gritó el hombre al otro extremo de la gran jaula en la que se encontraban los tres —¡HERMANO!

Esto hizo que Shinko enfocara su vista sobre la figura al otro lado, un hombre alto, de cabello parecido al de su hermana Kirara, lo observó —¿Moromichi?— preguntó en voz baja mientras se acercaba lentamente hacia él. Mientras que el hombre lo observaba con confusión.

—Hermano— dijo Tadashi deteniendo a Shinko del hombro y adelantándosele sin mucho esfuerzo, pues Shinko estaba debilitado de su encarcelamiento —Este es Shinko— dijo para después abandonarlos en la celda ante la mirada incrédula de Moromichi.



Tadashi lanzó a los pies de cada uno una katana —Sólo uno puede salir con vida, alguno debe matar al otro, esa es la condición— mencionó Tadashi mientras observaba como Moromicho abría por completo los ojos, entendiendo la traición de su propia sangre, después se giró ante Shinko, su hijo al que sólo había visto como un bebé antes de la traición cometida hacia los Minamoto en Kioto, dónde él y varios de los Fujiwara arremetieron contra los traidores Taira, siendo descubiertos antes de que pudieran tomar una sola vida. Moromichi volvió la vista hacia Tadashi, entendiéndolo todo.

—Tú... fuiste tú quien nos delató; por culpa tuya los Fujiwara...

—Si sigues hablando tendremos que asesinarlos a ambos—mencionó Tadashi señalando hacia Murai quien ya apuntaba con un arco y flecha hacia Shinko. Inmediatamente Moromichi se interpuso entre Shinko y la visión de Murai.

—La celda se abrirá cuando uno de ustedes mate al otro, nada de suicidios heróicos o mato a ambos— mencionó Murai —Así que tomen la katana y empiecen a rebanarse.



—No lo haré, padre; toma mi vida, Kirara lo entenderá; vuelve con ella —la voz de Shinko era sincera y sin miedo —Hoy dejaré de huir, me liberarás —sus palabras eran para que su padre tuviera la fuerza necesaria para hacerlo y no cargara con culpas.

Moromichi miró hacia Shinko —Tómala, sujétala con fuerza. Ningún Fujiwara debe morir sin un arma en sus manos—mencionó para después alejarse y levantar la katana proporcionada y levantar su guardia.



Shinko tomó la katana y la colocó frente a él, inhalando con fuerza, aceptando su destino —Me hubiera gustado conocerte, padre. Pero quiero que sepas que te quiero, a pesar de no conocerte. Te quiero.

Moromochi corrió hacia él en posición de ataque, sus pasos eran firmes, el viento se sentía fresco en ambos rostros, aire de libertad que a ambos les había sido negado. Moromichi avanzó para terminar clavando su estómago en la katana que Shinko sostenía, ante la sorpresa del muchacho quien sostenía la katana ahora con manos temblorosas y una mirada de impacto ante el rostro de su padre.

—Esas eran mis palabras, Shinko...—dijo Moromichi con una sonrisa para después soltar la katana y colocar su mano sobre la cabeza de Shinko y susurrarle algo que sólo él pudo escuchar. Moromichi acarició la mejilla de Shinko —Cierra los ojos —dijo para después safarse del filo de la katana de un tajo, desgarrándose las entrañas para después caer de espaldas al suelo.

Shinko no pudo cerrar los ojos.



Sus ojos no se cerraron, en cambio su garganta lo hizo en ese momento.

La reja de aquella prisión se abrió.

—Corre—murmuró Murai —Corre pequeño Fujiwara.

Shinko soltó la katana.

—¡Corre, Shinko!—gritó Tadashi —¡Pero recuerda! Algún día volveré a encontrarte, y ese día será en el que todo tu clan sea erradicado.

Shinko corrió al bosque, huyendo de su realidad.

Kirara se quedó allí, petrificada por lo que acababa de escuchar.

Contenido oculto

Bruno TDF

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Akari sonrió al verla con el haori —Ahora siempre cargarás contigo mi abrazo —dijo para después frotar sus hombros, como lo hacía cuando Yuzuki era una niña, como cuando lo hizo en Minami antes de la lluvia; era el calor de una madre.

—Te veo preocupada—mencionó soltándola —¿Necesitas de mi ayuda?

Contenido oculto

Yáahl

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Dojo
[Hinata; Ginko; Hayato; Shiori; Tsuna; Sansada]

Hinata corrió hacia él con una sonrisa en el rostro mientras que Ginko esperó su ataque; ella se abalanzó pero Ginko sostuvo la muñeca de Hinata y se deslizó por debajo de ella, obligándola a caer de espaldas con el impulso de su propia fuerza, los presentes no pudieron evitar mirarlos debido al estruendo que causó Hinata en el suelo.

Hinata soltó una fuerte risa para después alzar los brazos aun con la espalda en el suelo —!Así se hace Ginko! —mencionó emocionada.

Mientras tanto, Shiori hablaba con Sanada —Si no están en el dojo puede que estén en la casa feudal; pero no sé realmente —mencionó haciendo una reverencia apenado.

—Podemos ir con ellos dos como sugeriste, Shiori —mencionó Tsuna indicándoles que lo siguieran hacia dónde se encontraba Hinata y Ginko entrenando.

Tsuna miró a Hinata y sonrió —Perdonen que interrumpa su entrenamiento; pero quisiera saber si saben dónde encontrar a algún miembro de los Minamoto, es un asunto urgente.

Hinata se levantó de un brinco —No los hemos visto, pero podemos buscarlos juntos—dijo con seguridad —Mi nombre es Hinata y este es Ginko —Dijo señalando a su compañero —somos del clan Asakura, hemos venido a ayudarlos.

Tsuna sonrió para después hacer una reverencia —Es un honor tener a miembros del clan Asakura en Shizuoka —e irguió —Mi nombre es Tsunayoshi Arima, hijo del señor feudal de Shizuoka.

—Disculpen...—dijo un pequeño niño interrumpiendo su presentación, era pequeño, como de unos doce años, y tenía un ojo completamente vendado —...yo sé dónde hay miembros del clan Minamoto—dijo con formalidad ante los presentes.

Hinata lo miró intrigada, luego se dirigió a Ginko —¿Vienes, Ginko? ¿o prefieres ir a algún otro sitio?

Tsuna también estaba intrigado por el pequeño —¿Eres miembro del clan Minamoto?— preguntó hacia el pequeño —¿Cuál es tu nombre?

—Soy Hayato, y no pertenezco al clan Minamoto; pero Takeda y Yuzuki han jurado protegerme— mencionó calmo.

—¿Yuzuki?—dijo Tsuna para después mirar a Shiori —Yo conozco a Yuzuki

• Hinata
• Ginko

• 
  Nivel 5
  PV= 53
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  
• 
  Nivel 1
  PV= 37
  -2 defensa (Cobardía)
  +4 ataque (Voluntad)
  

Contenido oculto

Slam tremendo golpe a Hinata!
madarauchiha

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Carpa junto al bosque
[Kenzaburo; Takeda, Hideyoshi]

Kenzaburo se interpuso ante Oshin quien sólo lo miró con aburrimiento mientras bloqueaba su ataque; pero al sentir la fuerza que aquel hombre poseía borró el aburrimiento de su rostro —Ahora veo por qué Takeda te trajo con él —dijo para después arreter en contra de Kenzaburo haciendo un corte diagonal en su pecho con su kodachi, un arma como las que usaba Hideyoshi.

Hideyoshi trató de liberar a uno de los rehenes pero falló en su intento, pues Oshin lanzó una kunai cerca de él evitando que este se moviera. Mientras tanto Takeda bloqueaba exitosamente otra de las flechas de Aki quien comenzaba a denotar su frustración.
Shino se mantenía allí de pie, mirando lo que sucedía ante sus ojos sin ninguna clase de preocupación.

Después apareció Misato a sorpresa de los presentes, tan silenciosa como siempre, liberando a Fuji de sus ataduras; esperaba que ella se moviera por cuenta propia pero no fue así, revisó su pulso; era débil; pero no tenía heridas visibles. La sujetó con fuerza llevándosela al hombro.

Matsuda también se hizo presente, desatando a Hashimoto de sus agarres, aquel anciano con las flechas clavadas al pecho, llevándolo en el hombro con cuidado. Takeda estaba impresionado del actuar de los ninjas, a los cuales no esperaba en ese sitio, pero Matsuda había visto la nota, sabía el sitio de encuentro.

Kyoko también trató de liberar a Masamune, pero le resultó imposible al igual que a Hideyoshi, ya que Oshin no quería dejar ir a ese hombre.

—No podrás irte con todos Takeda —mencionó Shino tomando un arco y apuntando hacia Masamune, soltó la flecha y fue detenida por Takeda, quien también trató de liberarlo pero fue inútil, Oshin lo impedía completamente.

—¡Debemos irnos Takeda!—Gritó Matsuda jalándolo.

Debían irse, a pesar de que eso significara dejar a alguien atrás.

—Kenzaburo— mencionó Takeda para indicarle que era momento de irse. Quedarse allí comprometía a todos.

• Oshin
• Kenzaburo
• Takeda

• 
  Nivel 4
  PV=90
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  kodachi= +9
  
• 
  Nivel 2
  PV= 60
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  +2 defensa (Agilidad)
  -2 suerte (Avaricia)
  katana= +18 ataque
  
• 
  PV= 95
  

Contenido oculto

Gracias a la habilidad de Takeda pueden escapar
Kuno Vizard John Whitelocke rapuma tiren un dado de 50 caras
1-10 escapan con una herida severa -40 pv
11-31 escapan con una herida leve -10 pv
32-49 escapan sin heridas
50 escapan logrando dañar a severamente a un enemigo

 

Misato Aoyama

Corrí amparada por el sigilo y las sombras de la noche, logré burlar los agudos ojos de la shinobi; seguramente era de Koga; sonreí de tan solo pensarlo, era una pequeña batalla ganada contra los Koga frente a los remanentes de Iga, con destreza casi sobrenatural libere a Fuji de sus ataduras...pero algo no iba bien...

—Vamos señora Fuji es hora de...¿Fuji?—ataje a Fuji cuando estuvo a punto de caer, no podía andar por su cuenta—Fuji resiste por favor... no puedes dejar a Matsuda—Un escalofríos recorrió mi espalda, debíamos atenderle cuanto antes, el pulso de la herrera a penas existía. Debíamos huir o todo escalaria a peor.

Matsuda logró liberar al segundo, pero Kyoko no pudo liberar al tercero...el enemigo logro salir de su estupor, nada podíamos hacer para salir con todos los rehenes...debíamos escapar, ni Takeda ni Hideyoshi podían seguro arriesgándose.

—¡Señor Kenzo!—llame al samurái aunque seguramente obedecería el llamado de Takeda, debía dejar a un lado esta batalla aún si su feroz espíritu le dictará luchar hasta el final.

Sin más gire sujetando a Fuji, corrí buscando fundirme con la oscuridad, el final de aquel encuentro se tornaba agridulce pues una vida estaba por quedar en manos imperiales para enfrentar un destino incierto.

 

Kenzaburo

El choque de la katana con la kodachi levantó chispas hacia el cielo, como un relámpago cortando la noche que los envolvía. Los ojos oscuros estaban posados sobre Oshin con auténtica pasión; él no temía a ningún hombre, pero nunca le había tocado enfrentar a una mujer. La echó hacia atrás con toda la fuerza de sus brazos pero quedó con la guardia baja, momento exacto en que la mujer le propinó el corte, abriendo su pecho en diagonal. La explosión de sangre llenó su kimono de sangre, kimono que aún tenía sangre seca de Masaki. Kenzaburo blandió la katana una vez más, esperando el siguiente ataque pero la voz de Takeda lo retrajo un poco, solo un poco. ¿Era necesario retirarse? No podía girar la cabeza para observar el estado del resto, no podía darle esa ventaja a su enemigo. Dio un paso hacia atrás titubeante, no quería escapar. Él no escapaba. Los lobos nunca se retiraban. Apretó el mango de la katana con fuerza y entonces, entre las voces embotadas que surgían de su alrededor pudo reconocer una en especial, un grito que lo trajo nuevamente a la realidad.

—¿Señorita Misato? —murmuró entre dientes, parpadeando varias veces. La oscuridad de sus ojos dejó de ser tan densa y pudo regresar de su adrenalina que se disparó como el fuego entre ramas secas. Imparable, quemante. Miró hacia los lados y entonces sintió el dolor de su herida. La adrenalina que fluía sobre su cuerpo había sido capaz de ser un analgésico para evitar el dolor pero ahora, ya nuevamente en la realidad del momento, sintió el ardor y la quemazón punzante. Se palpó la herida y observó su sangre. Dio tres pasos muy controlados hacia atrás, evitando de ese modo algún ataque a traición de la mujer frente a él y miró hacia Takeda. —¡Vamos, Hideyoshi! —le gritó al diplomático, caminando hacia atrás muy lentamente, con la katana desenfundada y preparada para asestar un mortal tajo a quien se acerque demasiado.

Antes de retirarse con el resto intentó probar suerte en rescatar al último rehén.

 

Ginko Harutomo

Al realizar la técnica cerró el ojo, estaba un poco inseguro acerca de si le saldría, pero Hinata venía arremetiendo con toda su fuerza esta vez y no había lugar para las dudas. Utilizó toda esa fuerza que Hinata cargaba consigo para tomarla de la muñeca y hacerla girar en el aire. Ginko no hubiera resistido un golpe así y menos estaría celebrando después de eso como lo hacía su compañera al felicitarlo desde el suelo.

Luego de esto, uno de quienes habían ingresado anteriormente al dojo se les acercó, buscaba a algún Minamoto. Ginko saludó con una reverencia mientras Hinata lo presentaba. Inmediatamente llegó un niño que decía saber donde se encontraban y la Asakura sugirió acompañarlos —Me parece bien, pero luego vayamos a curarnos, me sorprende que todavía tengas energía después de la paliza que te di— bromeó dándole unos leves codazos en señal de complicidad a su compañera. Sabía que se había contenido y en una pelea real no tenía ninguna chance contra ella.

Contenido oculto

Seguiré a esta gente por si les podemos ser de ayuda, pero en algún momento quisiera pasar por la clínica (no sé si antes o después) porque quedamos medios hechos polvo con Hinata jaja

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Calles de Shizuoka: campamento Taira

Las cosas se complicaron, ya que no pudo hacer nada para rescatar a nadie. Para colmo, pudo ver como una de ellas empleaba una kodachi para la ofensiva.

En el intento de escape, Hideyoshi soltó unas palabras:

—La próxima vez veremos quien es el verdadero maestro en el arte de las kodachis—le dijo a la mujer señalando sus kodachis gemelas durante el escape.

"Ésto no quedará así", se juró.

 

​

 

Dojo
[Hinata; Ginko; Hayato; Shiori; Tsuna; Sansada]

Hinata rio con fuerza frente a Tsuna, Shiori, Sanada y el pequeño Hayato —Para ser un pacifista ya llevas a dos Asakura; ni Rei ni yo pudimos salir ilesos de tu habilidad Ginko; lo estarás diciendo con burla como sueles hacer; pero...—sujetó con fuerza el hombro de Ginko —... eres más fuerte de lo que crees.

Avanzaron siguiendo a Hayato, Tsuna le indicó a Shiori que siguieran al pequeño, pues no tenían muchas opciones. Sanada fue el último en salir del dojo.

• Hinata
• Ginko

• 
  Nivel 5
  PV= 53
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  
• 
  Nivel 1
  PV= 37
  -2 defensa (Cobardía)
  +4 ataque (Voluntad)
  

Contenido oculto

Slam madarauchiha sigan leyendo en "Clínica"

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Clínica
[Akari;Yuzuki; Togashi; Kirara; Shinko; Kojiro, Tsuna; Shiori; Sanada; Hinata; Ginko]

Hayato llevó al grupo de Tsuna; Shiori; Sanada; Hinata y Ginko hacia la clínica, el pequeño sonrió al ver algunos rostros conocidos allí. Del clan Minamoto se encontraba Yuzuki y Togashi. Estaban también dos Fujiwara presentes.

—He cumplido—mecnionó Hayato para voltear a mirar a los que había llevado hasta la clínica —Ahora me deben un favor, ¿Quién va a entrenar conmigo?

Contenido oculto

Slam madarauchiha Bruno TDF Yáahl

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Carpa junto al bosque
[Kenzaburo; Takeda, Hideyoshi; Matsuda; Kyoko; Misato]

Kenzaburo logró escapar pero no sin recibir un severo corte de despedida de parte de Oshin quien después miró hacia Hideyoshi quien compartía su arma predilecta pero en duplicado, Oshin sonrió y levantó su kodachi mostrando la sangre escurriendo de su compañero que logró escapar de la muerte a sus manos. Aceptando el desafío con ilusión.

—¿Shino?—preguntó Oshin mientras Takeda bloqueaba la siguiente flecha de Aki frustrando a la joven de sobremanera, ya que Takeda no parecía hacer esfuerzo alguno por detener sus ataques.

—Déjenlos, tengo lo que necesito...—mencionó Shino mientras volvía a adentrarse a la carpa, sin siquiera mirar como escapaba el resto.

Oshin miró como Matsuda cargaba a Inugami, y aprovechó para lanzarle una kunai que lo hirió levemente antes de que pudiera escapar. Misato escapó como si fuera parte de la noche misma y Hideyoshi se desempeño a la perfección. Kyoko logró escapar pero estaba frustrada por no haber logrado liberar a Masamune. Algo que ni Hideyoshi, ella, Kenzaburo o Takeda lograron, el destino lo quería así.

Huyeron exitosamente, con dos de los tres rehenes.

El destino de Masamune sería incierto.

• Oshin
• Kenzaburo
• Takeda
• Matsuda

• 
  Nivel 4
  PV=90
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  kodachi= +9
  
• 
  Nivel 2
  PV= 20
  Fuerza= 9
  Protección= 6
  +2 defensa (Agilidad)
  -2 suerte (Avaricia)
  katana= +18 ataque
  
• 
  PV= 95
  
• 
  PV= 75
  

Contenido oculto

Kuno Vizard John Whitelocke rapuma
Obtienen 150 de la misión; no fue completamente exitosa.
Continuen leyendo en "Entrada a Shizuoka"

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Entrada a Shizuoka
[Kenzaburo; Takeda, Hideyoshi; Matsuda; Kyoko; Misato; Takano]

Takano estaba allí esperando su regreso; los observó y contó a los involucrados, faltaba uno.

Matsuda avanzó a un lado de Misato para observar a Fuji, le quitó la venda de los ojos y trató de reanimarla sin éxito. Misato conocía esos efectos, incluso Matsuda. Había sido paralizada con bufotoxina, al igual que Hashimoto, conocido como Inugami; al cual Takano cargó para que Matsuda se concentrara en Fuji.

—Muchas gracias Misato —mencionó Matsuda con lágrimas mientras sujetaba a Fuji para quitarle el peso a Misato —Muchas gracias— dijo mientras besaba la frente de Fuji.

Takeda se acercó a Kenzaburo quien era el más herido —Vamos a la clínica, es urgente que atiendan tus heridas

 

Togashi
Clínica

Asintió en silencio ante las palabras de Kirara, tanto las referidas al tema de las medicinas como a aquellas como a aquellas que respondían a su punto de vista sobre la situación de Shinko. Mencionó que el joven había crecido en interminable huida y que no parecía tener un hogar pese al cobijo de los Fujiwara. Siempre sintió curiosidad por el chico, al que había visto por vez primera en la reunión en la entrada a los bosques de Kamakura, debido a su silencio y personalidad tan particular, que había presenciado de lejos. Que Kirara mencionara que siempre había estado huyendo acrecentaba su interés, pues él también había huido por mucho tiempo.

Kojiro, por su parte, guardaba solemne silencio. Togashi lo atribuyó a un rasgo de su forma de ser, pero cuando Kirara se volteó a mirarlo se dio cuenta de que aquello se debía a que algo intrigante pasaba por su mente. Para sorpresa de los allí presentes, Kojiro contó que Shinko había hablado. Togashi miró fijamente a Kojiro mientras la chica lo tomaba del cuello del kimono. Cuanto más se desarrollaba el intercambio entre ambos, peor se ponía la historia que tenía para contar.

Escuchó la historia de cómo Shinko conoció a su padre en manos de los Taira. No sabía qué era peor de todo aquello: que Murai estuviera involucrado y recordar que Mao lo había liberado, el método de interrogación o la traición de Tadashi, sangre de la sangre de Shinko y Kirara. Se quedó mirando su taza de té, que se enfriaba con lentitud. En su interior sentía una furia que, por el contrario, lo quemaba.

“Es igual en todos lados” pensaba, frustrado, mientras pensaba en Yukimura y los Arai. “Allá donde veo personas, todas han sufrido por culpa de ese clan maldito. Y a saber qué cosas no sabemos aún…”

—Esos malditos Taira —musitó con los dientes apretados—. Que todos los infiernos se los lleven…

Dejó el té a un lado. De pronto, no sentía ningún deseo de beber algo. Él era así, últimamente se involucraba mucho en historias donde hubiera injusticias tan crueles. Miró a Kirara, aguardando a que dijera algo primero. Pero la chica estaba demasiado impactada como para responder, por lo que fue él quien habló.

—Ese Tadashi… —dijo— Si está tras Shinko y los Fujiwara, debe estar mezclado con el ejército que acecha Shizuoka —se llevó una mano entre las cejas, masajeando la zona, pensativo—. ¿Por qué? ¿Por qué los traicionaría de esa forma?

 

Shiori
Comprobé como la chica corría para avanzar hacia Ginko sonriendo para abrazarle, y por mi parte igual, esbocé una sonrisa, aunque en parte también me sentía algo apenada, dirigiéndole una mirada a Sanada, diciendome que de no estar en el dojo mismo podrían estar en la casa Feudal, a lo que negué con la cabeza.
— La verdad dudo mucho que se hallen allí, pues de allí venimos Tsunayoshi y yo misma. Fuimos encarcelados por el mismo señor feudal por contradecirle en el menester de que Takeda se hallaba en Shizuoka, pues el mismo señor feudal, Nagato-san pensó que era una falsedad.
Por contraparte, es cierto que debemos hacer algo ya, pues no creo que los Taira se demoren en realizar ya los primeros ataques de la guerra...—. Comenté reflexiva mientras el mismo Tsuna me propuso acercarnos a las dos figuras que se entrenaban en el tatami, a lo que accedí siendo así que nos acercamos a ambas figuras, detectando a otra de ellas como "Hinata", curioso nombre, digo, a la primera Hinata que conocí era tímida y taciturna y ésta era el polo opuesto de la que conocí. Claro que tampoco era yo de las que las juzgara por una primera impresión, así que, al acercarse, fue el mismo Tsuna quien tomó la iniciativa al respecto, preguntando sobre si habían visto a algún miembro de los Minamoto, claro que la respuesta fue un no, pero si que se unirían directamente a nuestra búsqueda y se presentó como Hinata, a lo que reverencié.
— Hinata-san, Ginko-san, les quedo agradecida por la cooperación, además permítanme introducirme. Me llamo Shiori, es un placer conocerlos—. Les dediqué a ambos una cálida sonrisa de agradecimiento y finalmente una reverencia, aunque la verdad es que su orígen del clan no me sonaba en absoluto ¿Asakura?— ¿De donde provienen ustedes? ¿De que prefectura son ustedes?— Añadí con suavidad cuando un pequeño niño se acercó a nosotros con un un ojo vendado.

Sonreí ámpliamente, ¡Que chico más educado! Me caía bien— ¿¡De vedad?! ¿Donde? Admito que necesitamos urgentemente encontrarnos con ellos, gracias
Claro que tras ello, Tsuna preguntó que si el era del clan Minamoto a lo que el niño negó con la cabeza, explicando que su nombre era Hayato y que Takeda y Yuzuki juraron protegerle, y a juzgar por la mirada que luego me lanzó Tsuna, me imaginaba que ya lo conocía, algo que de hecho me corroboró apenas un instante después.
Así fue como empezamos a desplazarnos con calma hacia la clínica, donde dos personas estaban presentes, siendo una de ellas que quería enrenar con alguien.
— Me ofrezco a ello, me llamo Shiori—. Dije con calma, reverenciando—Más antes...¿Podría aguardar? antes necesitamos platicar algunas cosas