Capítulo II

Jasper

Recibí el cráneo por parte de Roronoa y me quedé mirando sus cuencas vacías. No sentí impresión alguna por el rostro de hueso, no era la primera vez que me encontraba con cosas así de lúgubres en mis viajes. Yo mismo había experimentado la muerte dos veces… Horribles traumas, y ahora que veía a ese rano me preguntaba si no hubiera sido mejor quedarme vagando por el mundo como un fantasma…

Moví un poco los bigotes mientras repasaba la respuesta que el espectro dio a mi pregunta. No sólo había otra presencia desconocida además de este grupo… Un nigromante complicaría nuestro viaje, por lo que debíamos prepararnos para sorpresas venidas del más allá. No lo dije en voz alta porque asumí que estos animales, sobre todo los gruñones, también lo entendían.

Observé el breve intercambio entre Lanre y Roronoa. Cedí el cráneo al primero cuando vi que quiso tomarlo, sin rechistar. El pato conocía la ubicación de la estatua donde debía ir eso.

—No sabremos si es de utilidad a menos que vayamos a esa sala y coloquemos el cráneo en la estatua que has mencionado —comenté con el ceño fruncido—. Si decides ser práctico, iré contigo a ver qué pasa… Pero antes también miraré si hay cosas útiles entre las cosas de allá.

Imité a Zer y rebusqué entre los objetos de la habitación.

 

Roronoa

-Ah, no fue doloroso, recuerdo que la herida que me mató dolió un poco hasta que me desmayé. Luego desperté y ya era un espíritu vinculado a una espada- le comentó al pato -¡Claro! Será muy divertido, podrás aprender a ser un gran guerrero y yo recorreré el mundo. Las bromas fueron un gran pasatiempo mientras estuve aquí, pero ahora creo que estaré entretenido con otras cosas. De todos modos puedes pedirme que desarme a alguien, le vende los ojos o lo haga tropezar, te será muy útil en batalla ¡No me verán venir! ¡Ya verás! O no, no verás porque me haré invisible hahaha!- continuó la conversación hasta que el pato le mencionó a sus antiguos amigos -No te preocupes, si la magia oscura está perturbando la paz de su descanso eterno, lo que más quisiera es ayudar a ponerle un alto- expresó con decisión, pero también con algo de pesar.

Mientras se daba esta charla, el explorador se dirigió al mismo lugar que el mago a revolver entre los objetos, pero no encontró nada de valor -¡HEY! ¡CHH! ¡Dejen mi basura tranquila!- les gritó Roronoa -Nahh, es broma, es broma- les dijo cuando lo miraron y mientras reía se volvió hacia Lanre -No lo puedo evitar, creo que soy un poltergeist- confesó sonriendo el fantasmita adicto a las bromas.

 

Roronoa

-Pues... supongo que simplemente me moría del aburrimiento- le respondió al mago -En vida no tuve la oportunidad de siquiera conocer este sitio, pero cuando me trajeron a depositarme en esta sala pasé por la entrada. Lamentablemente eso fue hace cinco mil años... quizás si paso por ahí de nuevo puedo recordar-

 

Dellen
Curiosamente no decidí, al menos en un primer momento, dirigirme a la pila de objetos destartalados en la habitación y, sin embargo sí que ví a Zer acercarse mientras que me dedicaba a escuchar la historia del fantasma y su muerte. No dió detalles y tampoco fue nada tan sumamente interesante como me lo esperaba la verdad. Aunque ya resultaba evidente que Lanre y él iban a acabar formando una amistad debido a lo similares que eran, aunque admito que hubo una frase que me pilló desprevenido.

Éstas palabras me sorprendieron hasta a mi, imagino que a juzgar por su aspecto y su alocado comportamiento inicial pero...Tenía razón, alguien que ha muerto, se ha ido a menos que se vincule un alma a éste mundo como ha pasado con él mismo pero resucitado con magia oscura suponía solo poseer un cuerpo para tenerlo como una marioneta para ayudar al invocador de la Nigromancia, por lo tanto debe ser eliminado sin tener ni una pizca de remordimiento pues, un Nigromante carecía de raciocinio
Luego escuché los pequeños traqueteos del metal y los objetos para desviar mi mirada a Zer, quien parecía estar hurgando en la basura haciendo que aparentemente el fantasma se enfadara.

Me sobresalté ligeramente, vaya con el dichoso fantasmiko, parecía tan serio y de un segundo a otro había vuelto a esa personalidad alocada, claro que luego aclaró que era una broma, lo que hizo que me relajara por un instante.
Finalmente noté como Jasper se había también puesto a revolver la montaña de cosas, así que me dispuse a, igualmente unirme a ellos norando como Zer le empezaba a dirigir una mirada a Jasper para así empezar a hablarle.

El tono de Zer había cambiado, ¿Había llegado a aceptar a Jasper ya como un miembro del equipo? Al menos parecía que lentamente empezaba a hacerlo, o como mínimo ya no se mostraba tan hostil con él, lo cual me aliviaba de sobremanera, no es que me fiara de Jasper, ni mucho menos, así que agudicé el oído con la suficiente sutileza como para pasar desapercibido y no denotar que quería escuchar a Zer para saber de que pie cojeaba el nuevo miembro.
Claro que finalmente escuché como Zer le hablaba también a Ronoroa

Cierto... La verdad es que era una buena pregunta, claro que siendo un espíritu atrapado no le quedaba más remedio, supongo que ese rango era lo máximo que se le permitiría moverse en esa situación, aunque fue hecho por un mago... ¿Podría llegar a expandirse el rango de movimiento de un alma sellada más allá que unos pocos metros? En fin, supongo que es una de las preguntas que se quedarán sin respuesta por el momento...

¡¿1000 años?! Vaya, de lejos si que era un tiempo muy considerable para solo poder moverse por esta pequeña zona durante tanto tiempo. Siendo así no pude evitar cuestionarme ¿Por qué no poseía su propia arma? Al fin y al cabo el dueño de la misma tienda lo hacía, aunque aparentemente se le notaba mucho más entero de lo que se esperaba de alguien que llevaba tanto tiempo confinado y no perdía nada por preguntar.
— Bueno, admito que es loable que hayas resistido tanto tiempo en estas circunstancias, claro que por otro lado, ¿Poseer tu propia arma no podría funcionarte para mejorar tu rango de mobilización? Quiero decir, usarla como un medio de transporte por así decirlo—. Contesté con calma al fantasma.

 

Roronoa

-No puedo levantarme a mí mismo, ¿has intentado hacerte upa a tí mismo? es imposible..- les respondió tentado de la risa.

 

Dellen
Escuché a Ronoroa hablar sobre el tema de la movilidad ¿Que no podía hacese uno a una a sí mismo era cierto pero entonces ¿Como lo hacía el de la herrería? Era obvio que era una espada flotante y, aunque me imaginaba que la conversación acabaría resultando totalmente irrelevante, mientras seguía hurgando en el resto de objetos que estaban acumulados, donde también habían hurgado Zer y Jasper a ver si encontraba algo, decidí volver a preguntarle al respcto.
— Curioso porque recuerdo que cierto herrero tenía la capacidad de moverse e incluso hablar desde el interior de su arma, al verte me recordaste a él en cierto modo—. Dije reflexivo— Al fin y al cabo él también es un alma atrapada en una espada

 

Roronoa

-¡Ah! Yo también puedo hablar desde el interior de la espada- dijo sumergiéndose en el arma -Hola, hola, probando..-

Contenido oculto

La espada de la tienda no se movía xP

 

Dellen
No pude sinó reír por la broma de Ronoroa, desde luego ya dejó más que demostrado que no era un mal tipo.
— Desde luego... Eres un rano divertido, no te lo voy a negar—. No pude evitar usar un tono divertido al respecto— ¿Como es estar dentro de un objeto? Debe sentirse cuanto menos...Peculiar—. Contesté animadamente, mientras seguía urgando en la basura en busca de algo más de valor

 

Jasper

Mientras a mi espalda los demás seguían con su pequeña charla, me dediqué a rebuscar un poco entre las viejas pertenencias del rano. Esto era lo que había formado gran parte de las siete vidas que me quedaban y de las dos que había perdido: apropiarme de objetos que embargaban mi curiosidad, ya sea por su rareza o por las monedas que podrían rendirme. En ese sentido no había tanta diferencia entre ser pícaro o explorador, sólo el hecho de que en mi vida de pícaro me quedaba con cosas ajenas en los hocicos de sus propios dueños. Pero en fin, no sólo no encontré cosas de valor, sino que tuve que soportar una broma del rano, la cual no me tomé del todo bien, eso se notó en la cara hosca que puse cuando me aparté de la montaña de cosas.

Miré al gato Zer con un dejo de desconfianza. De pronto había cambiado su actitud hacia mi presencia, pero aún así le respondí con tono neutro.

—Yo estaba en esa taberna de Everfall y presencié la propuesta del elfo del Rey —dije—. Pero no tomé la decisión de unirme a la expedición al instante, se podría decir que llegué con demora. Sólo tengo curiosidad de ver un dragón de frente.

Me crucé de patas y volví a colocarme cerca del pato, aguardando a que tomara una decisión respecto a aquel cráneo.

 

Roronoa

-Creo que es algo que si no lo experimentaste es muy difícil que lo entiendas si te lo explican.. y también es difícil explicarlo hehe- rió encogiéndose de hombros, mientras el mago se dirigía a su pila de objetos y hurgando un rato encontraba.. ¡un carcaj con 25 flechas!

 

Lanre

Miró a Jasper pues había sido muy descortés al no agradecerle por el cráneo —Señor Jasper, yo quería el cráneo; pero no sé si sea buena idea ponerlo donde yo creo que va; usted no me conoce pero yo soy muy torpe para esto de los misterios, ya me caí en un hoyo y me estrellé en un muro por iniciativa propia; y vaya, la pelea es mi fuerte y ni allí logré ser útil —dijo sonriendo mientras sostenía el cráneo en una mano —Ser o no ser, ese es el dilema.

Después se dirigió a Roronoa —Tú y yo nos llevaremos muy bien, disfruto del buen humor y de las largas conversaciones —después Roronoa y Dellen se entretuvieron conversando, Zer hizo unas preguntas y después salió de la sala.

—Creo que debemos volver—dijo avanzando a la sala dónde estaban los geckos muertos —Zer ¿Crees que deba colocar este cráneo en la estatua de la entrada?

 

Sala 2
( Gigavehl Amelie )​

Zer se dirigió a la sala contigua para saquear cadáveres y al rato pasó Lanre que se detuvo a interrogarlo.

-Vaya..- exclamó Roronoa saliendo otra vez de la espada y recorriendo la sala -Recuerdo un poco este sitio ahora que lo veo, era mucho más bonito y esas columnas no eran ruinas- comentó algo decepcionado por el paso del tiempo y luego escuchó a Zer hablar sobre los elfos de otra sala -Pues si tenía una espada aquí hay una, probemos también llevarla- dijo flotando sobre el pilar amarillo que tenía una espada.

 

Lanre

—¡Si! Vamos —mencionó emocionado mientras avanzaba a la primera sala junto a Zer y Roronoa —Puedo ser yo quien coloque los objetos, así si se abre un nuevo hoyo en el suelo o salen dardos o flechas envenenadas, al menos será uno el que sufra las consecuencias — sonrió hacia Zer —Además puedo volar, como Roronoa flota.

—Hay algo que no me termina de encajar —mencionó dubitativo —Cómo avanzó ese conejo que viste Roronoa, si no dejó el cráneo... —llevó sus alas a su frente —... esto no es mi fuerte.

 

Dellen
Mientras acababa de hablar con el fantasma, observé con el rabillo del ojo a Jasper mirar a Zer con desconfianza para que luego empezara a hablar con ese tono neutral característico.

Ya, y no has tenido mejor idea que no unirte al grupo, ir por tu cuenta, robar objetos y aún así tienes el descaro de decir que solo era que llegaste con demora a la "expedición" y encima diciendo que no nos vistes en ningún momento hasta que te fuimos Otto, Rash y yo a tu encuentro, no me hagas reír, sea como sea, de lejos no eres inteligente en absoluto, de ser verdad, fue una maniobra que no te ayuda, está bien ser desconfiado pero piensa en que es lo mejor para tí, porque si lo que quieres es encajar, lo estás haciendo fatal.

Mientras hurgaba, acabé sacando un carcaj con un buen puñado de flechas, algo que incluso puede venirle bien a Otto, hizo un muy buen trabajo con ellas con los Geckos.

Volví a reír ligeramente ante su comentario, asintiendo.
— Cierto, solo hablo por hablar, no me hagas mucho caso, es solo que me pareció particular hallarme algo tan peculiar como lo tuyo—. Dije amablemente al fantasma.

Conociendo a Zer, seguramente las formas de Jasper no le habrían hecho ninguna gracia, mientras Lanre y Jasper empezaban a hablar sobre el asunto del cráneo, mientras yo me mantenía entretenido viendo si encontraba algo más de valor, hasta que me dí cuenta de que la sala se había quedado en extraño silencio, así que cuando alcé la mirada me percaté de que Lanre también se había marchado, así que me dispuse a agarrar una de las antorchas solo para salir a buscarlos.

 

Sala 1
( Gigavehl Amelie madarauchiha )
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-El conejo avanzó por el pasadizo sellado con magia, si yo supiera algo de magia ya habríamos pasado por ahí, pero sólo soy un simple guerrero..- le respondió Roronoa al pato mientras avanzaban hacia la sala de las estatuas. Al llegar, el fantasmita volvió a recorrer el lugar -Sí... algunas imágenes vienen a mi mente, este lugar no ha cambiado mucho, se mantuvo bien a pesar del paso del tiempo. Estoy seguro de que ese elfo debe llevar una espada y un cráneo como los otros...- miró la estatua del centro con los brazos en jarra. Las estatuas eran bastante altas, salvo por los que volaban, el resto debería intentar escalar para colocarle los objetos -Aunque no sean del mismo color los tenemos.. ¡Intentemos!- exclamó tomando sin previo aviso el cráneo que reposaba bajo el ala de Lanre y llevándolo hasta arriba. Lo colocó en una de las manos del elfo que cedió levemente y pareció activar parte de un mecanismo. En eso llegó Dellen, iluminando con su antorcha y pudieron notar como el cráneo azul comenzaba a tornarse verde como la estatua -¡Ahora la espada!- gritó Roronoa.