Calle Principal

Angus Delaney

El nerviosismo lo delata, debe pensar que Will fue corriendo a traer a la policía o algo y lo que sea que haya en el cofre no debe ser lindo para ser visto por las autoridades.

—No soy policía, Duzz, si es lo que te preocupa —añadí con tono plano, como era usual. No reaccioné a sus pintas porque bueno, no eran de mi incumbencia—. ¿Vas a dejarnos pasar?

Apoyé la pata en la puerta entonces.

—Aunque supongo que siempre podrías quedarte con la pesadilla que tiene tu cofre.

Ambos estaban en shock, se les notaba, a sus diferentes maneras.

 

William Baxter

—Escucha Drey, este es Angus. Le llamé porque me puede ayudar en esto... ¿Si? Solo es esto y nos vamos. No hará nada malo, te lo aseguro.—le expliqué con calma, mientras veía a Angus.

—Cuando termines, te mostraré una libreta que el mismo de aquí halló en el Subterráneo, como verás. El cofre vino del mismo sitio—. Dije a Angus, tratando de suspirar unas cuantas veces para empezar a calmarme, si no me calmaba pronto me podría dar algo.

 

Angus Delaney

Bueno, eso no fue difícil.

La comadreja finalmente nos dejó pasar, abriendo la puerta, y señaló el famoso cofre con un bate.
El cofre ornamentado, abierto en una esquina del apartamento, pero más que eso lo que vi fue lo que ahora yacía fuera de él. Una osamenta completa.

Joder.

Me acerqué a pesar de que no quería y observé los huesos desde arriba, ordenados, muy seguramente por Will porque Drey no parecía capaz de siquiera mirarlos.
Eran los huesos de un felino, era evidente.

No presté demasiada atención a lo que dijo después ni revisé el interior del cofre. Me ajusté las gafas.

—Hay una niña desaparecida en el pueblo, ¿cierto, Will? —Desaparecida no era la palabras. Habían encontrado un desastre de sangre, la niña estaba muerta. No sabía qué especie era la chica, creo que realmente nunca pregunté, pero esos huesos no eran suyos, obviamente—. ¿Alguien más antes que ella? Incluso si fuese no sé, un vago... siempre se llevan a los vagos.

 

William Baxter

Me quedé reflexivo ante el comentario de Angus, no estaba seguro si alguien más antes de Kira desapareciera, al menos no en tiempos muy recientes.
—Un día, William Hartley me dijo que un brazo cercenado apareció frente al Click Clack. Y bueno, a esa cosa le faltan los huesos de un brazo. Así que, esta claro que es la misma persona. Nunca identificaron quién era, pero de hecho, tratando de hacer memoria, creo que tanto Borowski, osease, Mae. E intuyo que ustedes, lo hallaron junto con ella. Gente desapareció, un chico del que nunca supieron de quién se trató, y luego un grupo de adultos desaparecieron también. Al menos hablando con Hartley nunca me dijo quienes fueron, pero igual que yo sepa nunca lo dijeron—. Expliqué mientras miraba ese nombre de nuevo.

—¿Es que acaso esto es un culto Angus? Que alguien sea servidor de una Cabra Negra, suena a culto, y si no lo es no sé que diablos sea—. Dije mientras miraba ese breve inscripción.

—Y la desaparecida es Kira Hackett, de 16. Una labradora, desapareció hace más de un mes. Desapareció entre el Miller's y el Snack Falcon, otro día hubo neblina, las señales de radio fallaban, y cuando me puse a escuchar noticias, una transmisión se atravesó, y alguien le daba un sermón duro a alguien más, algo como "¡¿Pero cómo lo has venido a cagar así?!" y la señal se fue de nuevo. Poco después hallaron una mancha de sangre camino al bosque, el día de aquella interferencia, días mas tarde apareció otra mancha de sangre, pero ahora con trozos de ropa, camino a Chestnut Street y las vías del tren. Confirmaron que pertenecían a Kira, pero no dieron con nadamas. Es, lo que a conocimiento público, hay del caso.

 

Angus Delaney

Lo había pasado por alto, de hecho, que faltaba todo un brazo en los huesos. ¿No habían podido recuperarlo o qué demonios?

—Sí, lo hallamos el día que Mae volvió al pueblo después de dejar la universidad —dije recordando el incidente. Gregg había tenido la idea de picarlo con un palo y Mae le había seguido el juego, como era usual. Un brazo de pelaje castaño, con tatuajes.

Pero ese brazo no era el único perdido.

Eso estaba mal.

—Oye, Duzz, ¿tienes algo en tu cocina? Algo para preparar comida —pregunté. Estaba poniéndome nervioso y Will también parecía al borde del colapso. Había demasiadas cosas que hablar.

Me llevé la mano a la cabeza, masajeando mis sienes.

>>¿Algo más de importancia en el cofre además de los huesos?

 

William Baxter

Asentí ante su última petición, otorgandole la libreta que Drey halló.
—Ahí encontré el nombre de Eide, como el que esta plasmado en el cofre—. Dije, mientras me quedaba un poco confuso por la petición de Angus a Drey.
>>Honestamente creo que es... Ah, el hermano de William. Pero dejandome el shock de lado bien puede ser otro. La verdad es que... La libreta delata poco, pero es interesante echarle un ojo.

 

Angus Delaney

—Me refería a comida que preparar, Duzz, más que a los cuencos para ello. —A pesar de todo, tomé la cacerola que me extendió—. Denme un momento, chicos.

Saqué el móvil y le marqué a Gregg.

—Hey, bug —dije en cuanto contestó—. ¿Sigues en el Snack? Vale, ¿puedes comprarme algunas cosas y las recojo frente al Miller's? Sí... a ver, huevos, mantequilla...

Así enlisté las cosas que necesitaba y finalmente dejé la cacerola sobre alguna superficie; salí y minutos después volví con una bolsa. Gregg no era de hacer preguntas, al menos no cuándo me veía con cosas para cocinar.
Le había pedido también un molde prestado a Billy de la cocina del Miller's.

Antes de cualquier cosa, dejé la bolsa junto a la puerta y volví a meter los huesos al cofre, mientras leía las palabras en el interior de la tapa.

Hijo de puta.

Coloqué las cosas en la misma superficie que la cacerola, tomé una barra de mantequilla, la coloqué en la cacerola y luego me dirigí a la cocina, para derretirla en el fuego. Continué con eso antes de empezar a responder todo lo que necesitaba ser respondido para Will.

—No es Casey —aclaré por fin mientras retiraba la mantequilla del fuego y vertía en la cacerola un paquete de mezcla para brownies—. Los huesos de Casey no pueden ser recuperados.

Añadí el huevo y seguí mezclando. Luego vertí eso en el molde y repetí el proceso poder llenar bien el molde.

—El brazo nunca se supo de quién era, por eso asumo que era de algún vago o alguien ajeno al pueblo. Sin embargo, no solo esa persona desconocida perdió un brazo. Supongo que debes saberlo ya, que nos metimos en la boca del lobo y... apenas salimos. Billy o alguien más debe habértelo dicho. —Metí el molde al horno y me apoyé en la pared—. A juzgar por el grabado y el brazo faltante, en ese cofre tienen nada más y nada menos al propio Eide.

 

William Baxter

Me quedé en shock ante lo que dijo Angus, si es que omitíamos lo que estaba cocinando.
—¿E-Eide? ¿El mismo Eide? ¿Pero cómo? ¿C-Como sabes eso?—. Pregunté en indudable impresión.
>>Y sí, todo lo que te digo fue entre conocimiento público, pero en cuanto a ustedes, Casey, el loco del casco de minero. Todo eso es lo que yo mismo he estado buscando, lo que Billy me ha dicho, de hecho es el que más detalles me ha dado de todo eso, aunque el "loco del casco" me lo dijo Germ. Espera... ¿Es que acaso ustedes se toparon con ese sujeto? Porque de otra manera, no sabría como lo dices con esa seguridad Angus—. Proseguí aún atónito. ¿Que ese esqueleto fuese Eide? Pero es que siendo ese el caso, si fuese uno de los que provocaron la muerte de Casey, o donde sea que ande. Vivo, muerto. ¿Entonces quién es el que orquestra todo esto actualmente?

—Creo que deberíamos deshacernos de este cofre...

 

Angus Delaney

Para dárselas de investigador unía piezas bastante pobremente o le daban muy mal las pistas, ya no estaba muy seguro.

—Quizás debiste hablar un poco más con Germ, Will —dije entonces. Sabía, además, lo raro que debía verse que estuviera cocinando, pero cocinar me calmaba los nervios y la comida le calmaba los nervios a otros—. ¿Qué parte de que entramos a la boca del lobo no ha quedado clara todavía?

Revisé mi reloj para estar pendiente de los minutos que tenían que estar los brownies en el horno.

>>Eide es el loco del casco, Will, y evidentemente no estaba solo.

 

William Baxter

Suspiré asintiendo, recargándome en una pared, en cierta medida me sentía como un idiota.
—De acuerdo... Lo decía porque, si ustedes se toparon con él en la boca del lobo, y, bueno. Lo que sea, me habría descrito cómo era Eide, y Germ, gracias a ustedes, me habría dicho que era un felino y unos rasgos de más, por eso reaccioné como reaccioné.—me sujeté el rostro con cierta molestia y shock todavía.

—Y bueno, lo del loco del casco ya era obvio. Hay precisamente un casco de minero, roto, en el Subterráneo. Con una "E"—. Dije mientras veía a la ventana y a la lluvia.

 

Angus Delaney

El problema era que Germ nunca lo había visto directamente, dijo que lo seguía, pero nunca lo atacó ni nada parecido y tampoco se enfrascó con él porque, aunque Germ era amigo de Gregg y a veces estaba con nosotros, no entró allí y no supo nada más. Podía haberle dicho que era el mismo tipo que nos había atacado y si acaso que no era sólo uno, pero sí el principal.

—Entramos a la mina. A lo más profundo de la mina luego de que nos persiguieron una noche, cuando los encontramos mientras mataban al que la había cagado dejando el brazo de alguien frente al Diner. —Empecé—. Casi le aciertan una bala a Mae.

Tragué grueso.

>>Hay un lugar tan oscuro en esa mina y tan... Extraño. Nos separaba de ellos una grieta en el suelo, una grieta sin fin. Allí fue donde confesaron haber tomado a Casey, al chico en Harfest y a no recuerdo cuántos más antes. Cerca de unos veinte años atrás. Yo... No creo en nada de eso Will, por mis propios motivos, en dioses, demonios o entidades, pero esta gente...

Volví a revisar la hora, casi como un reflejo nervioso.
Noté que Drey se retiraba de nuevo, a la habitación.

—Decían sacrificar a las escorias del pueblo a algo llamado la Cabra Negra.

 

William Baxter

Me volví a quedar en shock, para lo que me estaba relatando, algo que sin dudas nadie mas me había dicho. Así como secuestran, sin dudas atacan, por lo que se ve.

Decía no creer en cosas paranormales por cuestiones suyas, así que era obvio que no sería bueno preguntar el porqué.
—¿Cabra Negra?—. Pregunté atónito, luego saqué mi móvil y me puse a buscar dicha entidad, a ver si había algo. O en su caso, es algo tan local u oculto que simplemente no encontraría nada relacionado con eso.

—Por lo que me cuentas, suena a que es un grupo grande, y son gente muy peligrosa—. Dije mientras seguía buscando, aún estando pálido. Me costaba un poco seguir el hilo a todo esto.
>>Dime, Angus. ¿Qué tanto confías en la gente aquí del pueblo? Honestamente, desde el día que desapareció Kira y fui a ver a Luna para preguntar. No puedo dejar de sentir que alguien empieza a acosarme, igual y es paranoia mía. Pero no quiero ni hablar con la policía porque temo que algunos estén de cómplices. Aunque lo que me cuentas de ese al que le quitaron el brazo, son extremistas. Si sumamos que el Harfest ya viene, también, y desaparecieron a otra persona—. Dije, mientras le miraba en ese último comentario.

 

Angus Delaney

—No vas a encontrar nada importante sobre esa cosa buscando en línea, ni siquiera sabemos de dónde se la sacaron —respondí al verlo sacar el móvil—. ¿No encontraste la información o no te lo dijo Bill? Desaparecieron, si no me falla la memoria, quince personas hace siete años. Aplastamos a Eide con uno de los viejos ascensores porque El Culto nos dejó irnos pero él nos siguió e intentó tomar a Mae, la caída del ascensor fue lo que colapsó la mina, su brazo quedó arriba, con nosotros.

¿Confiar en la gente del pueblo? Confiaba en mis amigos, en Gregg, Bea, Mae e incluso Germ, que nos había sacado por uno de los respiraderos. Confiaba en Billy, que había perdido a su hermano a manos de esos locos.
En ellos y en nadie más.

—Hablas del mismo pueblo que sacrificó a sus "escorias" porque creyó que una entidad, que una bestia del color del vacío del espacio, los iba a recompensar por alimentarla —dije como respuesta—. El mismo pueblo que tomó a Casey, que tomó a la gente sin hogar, que tomó a los chicos "sin futuro", a los que creían unos cabrones y los arrojaron al centro de la tierra o qué se yo. Del mismo pueblo que pudo matarnos también, pero querían transformarnos en anfitriones de su fiesta de sangre.

El tiempo pasaba rápido, más de lo que quisiera. Me asomé al horno, para echarle un ojo a los brownies. Debían estar listos en cualquier momento y más les valía, porque iba a darme algo.

—Agujero en el Centro de Todo. Así es como lo llaman... allí arrojaron a Casey. —Suspiré—. Si Eide, bueno, sus huesos, están aquí y si tú tienes la ballesta de Gregg, que se vio obligado a dejar allí abajo, es porque alguno logró salir de ese lugar con ambas cosas, los restos y el arma. Y si tomaron a Kira Hackett, es porque el o los miembros que sobrevivieron han roto sus propias reglas sagradas.

 

William Baxter

Dejé el móvil al efectivamente no hallar nada, por lo que volví a escuchar a Angus con atención. Vaya, así que el brazo quedo con ellos, eso explicaba entonces porque estaba, tal vez. Seguro de que era Eide... Nadie me dijo nada de eso. Y realmente nada me daba algo en el que pudiese armar algo así.

—Si no mal recuerdo ni él se acordaba bien de cuantos fueron, ni siquiera Germ cuando le pregunté.—le respondí reflexivo.

Luego le miré en cuanto mi comentario del pueblo, mirando a un lado mientras me iba calmando, aunque de una manera torpe y muy lenta.
—¿Y porqué volvieron, Angus? Se nota a leguas que no quieren estar más aquí, se nota que repudian este pueblo por ese Culto. Se nota que... sufrieron aquí, por indagar en esto, y lo peor es que seguramente sin indagar te pueden matar esas personas—. Dije con tono comprensivo o como mínimo lo más calmado que pude, pues notaba como pese a su gran serenidad, estaba alterado.
>>Prefiero yo seguirme arriesgando y que me digan todo a distancia, a que ustedes se sigan exponiendo, Angus.

Luego me quedé atónito ante su último comentario.
—¿Entonces me estas diciendo que en el Subterráneo puede existir otro camino? Pero... Si fuese eso, ya hubiese visto algo, he ido varias veces con Salvi allá abajo. O será que esta muy bien oculto—. Dije reflexivo, mientras trataba de recordar las palabras de Hartley.
>>Hartley me dijo que de la mina solo quedaban los respiraderos, que inclusive era probable que hubiesen ya pasos inundados por el paso del tiempo. ¿Qué tan lejos cavaron allá abajo? Porque sitios como el Cementerio son preocupantes porque precisamente, los sumideros podrían tragarse las tumbas, no digo que estén conectados pero... Si ellos siguen actuando, es porque aún hay un camino por donde entrar. O tal vez y sea por un lado del que no estemos esperando realmente, osease, que las cosas como el cofre y la ballesta terminasen en el Inframundo como llamarían los chicos, no quiere decir que sea ahí el acceso nuevo—. Dije tratando de entender lo que me decía.

 

Angus Delaney

Miré el reloj de nuevo y reaccioné, despegando la espalda de la pared, para dirigirme al horno.
Tomé un tenedor de alguna parte en la cocina de Drey y piqué cuidadosamente el centro de los brownies. El tenedor salió limpio, así que estaban listos.

Los saqué, para colocarlos sobre el mueble de la cocina para que se enfriaran y seguí hablando.
El solo aroma a chocolate hizo retroceder una parte de la tensión.

—Decir que sufrimos por una secta es darles demasiado crédito —murmuré—. Habíamos sufrido antes de saber que existían, antes de que Gregg perdiera a Casey, antes de encontrar un brazo en la calle y antes de casi morir en el fondo de una mina. Motivos para no querer este pueblo sobran.

Había sufrido yo, con las palizas de mi padre y la negligencia de mi madre. Había sufrido Gregg, por la paliza que recibió de su tío cuando las ovejas escaparon y cuando sus padres lo enviaron a esa granja para no lidiar con él.
Había sufrido Bea al perder a su madre en el año de graduación; y había sufrido Mae desde que apaleó a Andy Cullen, bajo el control de su mente descarrilada y adolorida.

—Nunca dije que en el subterráneo per se, Will, pero incluso si fuese así no tendrías por qué haberla visto. —Me quité la fedora de la cabeza, dejándola en el mismo mueble que los brownies—. Salvi siempre navega río abajo, porque allí están las islas, las cosas fueron arrastradas... La posible salida podría estar contracorriente o pueden estar usando uno de los últimos respiraderos, suponiendo que lograran salir de los escombros por sí mismos.

Suspiré con cierta pesadez.

>>La última y más descabellada opción es que un nuevo grupo de personas de alguna manera se enterara del Culto y se uniera para reiniciar esta locura. Habrían encontrado los restos de Eide y bueno, el resto se cuenta solo.