Veo desde adentro el tiempo que pasa los caminantes que van atiborrando la ciudad hay solo indiferencia en sus miradas están buscando un sueño, antes que la realidad Veo la multitud, la brisa matutina o el polvo el pavimento que está tibio y el reverberante metal a veces se sienten amparados, a veces solos como hormigas vagando entre concreto y cristal Veo las horas perdidas frente a esas manecillas son como momentos teñidos de banalidad a veces van en silencio o entonando comidillas ellos resguardan sus secretos, pero no su libertad Veo cómo despiertan para darse a sus rutinas sea que pasen cerca de mí o bien a lo lejos aquellas pasiones que en sus mentes se suscitan se han vuelto el lúcido reflejo de un espejo Veo la fría lluvia o el febo, bien en lo alto el clima que reposa su cuerpo sobre los habitantes de fresca humedad o calor se compone su manto me toca ser un observador ante almas distantes
Que bello poema de un espectador, no sé so he comprendido correctamente, me parece que es el Sol. El amanecer llega para todos igual, pero cada quien lo toma diferente. Buenas observaciones las que te llevaron a escribir el poema.
Muchas gracias por tu comentario. Tenía que responderte sobre si era el Sol; y no, no lo era, jeje. En el último verso se hace una mención al astro dorado ("veo la fría lluvia o el febo"), por lo que el espectador es otra persona o ente. ¿Quién o qué? Pues no queda definido, creo que prefiero que sea un anónimo y que quede a libre interpretación. Así sería más interesante y misterioso, ¿no? Lo dicho, gracias por pasarte. Y ten un muy buen día. C:
están buscando un sueño, antes que la realidad.... Cuanta verdad tiene esa frase. Me gustó el poema, porque las formas hacen que un tema que parezca denso de solo pensarlo (para el que lo suele vivir y se puede llegar a sentir identificado) termine siendo....hasta agradable (bueno, me termino pasando eso xD)
Esa sensación que me dejo fue bastante interesante, incluso tuve una visión de lo que ocurrió cuando iba caminando del metro a las afueras de este...parte de una realidad que ha sido plasmada y observada por mis propios ojos. Muchas gracias por compartir, me encantó, y más todavía porque me llevó a un momento de mi pasado. Suerte y que tengas una excelente semana.
Precisamente, esa verdad es lo que intenté plasmar en el poema. Cuando uno viaja o le toca quedarse quieto unos instantes sobre una vereda perdida y ve pasar a la gente... se pregunta: ¿A dónde van? ¿Qué buscan? ¿Qué piensan? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Viven soñando, o sueñan vivir? Uno no puede evitar reflexionar un poco sobre lo que le toca ver. Saludos, compañero. Y se agradece tu comentario. :DD! Tal vez a nosotros nos toca cambiar de rol; de caminante a observador y viceversa. O puede que se pueda ser ambos a la vez. Quién sabe, quizás alguna vez fuiste una preginta sin respuesta para alguien que te vio viajando... o, mejor, cuántos habrán estado dentro de tu cabeza siendo un enigma que se fue perdiendo en tu memoria. Tantas caras. Tantas historias. Hermoso, ¿no? Puede que saber que uno no puede estar solo es bello, dependiendo de cómo uno lo mire. Saludos, señorita. Y que tenga un muy buen día tambièn. ;)!!
A mí me parece que el espectador es una persona muy perceptiva y sensitiva. El que mencione que aquellas pasiones que albergan los demás se han vuelto un lúcido espejo, me da a pensar que esa persona pasa por las mismas situaciones que los demás, alegrías, penas y otras cosas, pues se reflejan en ella misma. Saludos.
Efectivamente, señorita Marina. El espectador soy yo... O puede ser usted. O cualquiera. Eso es lo bueno de todo esto. Poder sentir lo mismo (o no tanto) al ver un evento o un objeto, un paisaje, tener una sensación. Vaya que esto me ha puesto reflexivo, al igual que a todos ustedes (o eso espero). Un saludo cordial. C:!