Mimi Honda Suspiré aliviada al oírle hablar de Kuman. Era un rebelde, pero al menos lo estaban cuidando bien. Parte de la culpa que había sentido al transferirlo se disolvió como un azucarillo en una taza de té. Seguí escuchando las indicaciones y consejos de mi patrocinadora, asintiendo cada tanto. Era una chica un poco rara. Inexpresiva, calma, casi robótica. Pero al mismo tiempo inspiraba cierta dulzura, incluso me atrevería a decir que era bastante mona. Entonces, algo de todo lo que dijo llamó mi atención. —¿Perdón? ¿Farfetch'd tipo lucha?—repetí sin poder evitarlo, contrariada—. Ah, debe ser una forma regional. Qué tonta. Solté una risa baja, avergonzada de mi propia estupidez. Bueno, seguía siendo extranjera al fin y al cabo. Hablé más para mí misma que para Roxy. Tal vez me hiciese con uno o con un Machop. Timburr estaba descartado porque estaba tan cachas y se le marcaban tanto las venas que me causaba repelús. No, gracias. >>De acuerdo, te mantendré informada entonces. Hasta pronto Roxy. Y con esas colgué. Recuperé a Goro y a Yorube de los cuidados de la enfermera y les ofrecí a cada uno un caramelo que había comprado antes en la tienda del centro. Eso les ayudaría a ganar algo de experiencia en lo que escaseaban los encuentros con Pokémon salvajes y entrenadores. Funcionaba igual que un caramelo raro... solo que con otro nombre. Derechos de autor, suponía. —Vamos a buscar a un tercer compañero, chicos—Goro soltó un gritito emocinado— A ver qué encontramos. Siento que necesitaremos toda la fuerza posible contra Arlene. Y así, regresamos sobre nuestros pasos. De regreso a la ruta trece.
Liza White —¡Ese es el espíritu! —felicité a mi rival—. Tú y tu equipo sois fuertes, y sé que con esa determinación no podré descuidarme o nos ganarás en cuanto nos despistemos... >>¡Pero ese día no será hoy! ¡Acaba con golpe roca! FARFETCH'D: Lucha Lvl. 8 (170) Salud: 58/110 AP: 100/100 Ataque: 103 Defensa: 60 Ataque especial: 58 Defensa especial: 62 Velocidad: 60 (<45) Equipo: - Puerro (solo para Farfetch'd. Con cada golpe, el rival lanza un dado de 5 caras, y si sale 1, recibe un 50% más de daño) Habilidades activas: -Picotazo (20 Potencia, Volador, físico, -5 AP) -Malicioso (-50% Defensa rival por dos turnos, -30 AP) -Golpe Roca (30 Potencia, Lucha, físico, -8 AP)
Y así, Liza terminó resultando vencedora de aquel combate. Había sido duro, sin duda, ¡pero lo había conseguido! Su equipo se esforzó mucho y, al final, ganaron. El tal Robin apretó el puño, algo molesto, pero supo encajar bien la derrota. —... bueno, enhorabuena. Supongo que esto hace que te conviertas en mi próximo rival a vencer. Hmpf... tendré que recuperar el favoritismo de Lion derrotándote en el futuro. Y, así, se marchó, caminando hasta perderse en el horizonte de la playa. ¡Sobble sube de nivel! +2 PS +1 Ataque especial +1 Velocidad ¡Shinx sube de nivel! +1 Ataque +1 Velocidad ¡Farfetch'd sube de nivel! +2 PS +1 Ataque +100 arlines
¡Grookey sube de nivel! +2 PS +1 Ataque +1 Defensa +1 Defensa especial +1 Velocidad ¡Rookidee sube de nivel! +1 Ataque
Lucas Diamond Conseguimos capturar al fin a Ekans. No tenía previsto incorporar a ese Pokémon a mi equipo, pero su insistencia era algo que me gustaba... ¡Tenía determinación, y eso era admirable! Así que, tras capturarlo, fuimos corriendo a la Aldea Risco, para dejar a todos los Pokémon en el centro Pokémon y que se recuperasen un poco. Cuando terminaron de curar a los Pokémon las enfermeras, pensamos adónde ir o qué hacer... Tal vez podíamos ver que estaba ocurriendo por el parque pistacho, ¿no? V-vale que estuviese todo bajo control, pero... N-no molestaría una ayuda, quizás... ¿No?
Mimi Honda De esa forma regresamos a Aldea Risco. La aldea estaba extrañamente tranquila. Me acerqué al auditorio ahora reformado como gimnasio pero seguía cerrado. ¿Aún no había regresado Arlene? ¿No que era súper fuerte y que eran los maleantes los que deberían estar asustados? Miré la hora en la pokédex. Tampoco había rastro de Lucas o Liza por los alrededores. Quizás... ¿debería acercarme al Parque Pistacho?
Liza White La noche se había alzado sobre Aldea Risco cuando todos los entrenadores regresamos al centro pokémon, ansiosos por dar comienzo finalmente a la competición tan esperada. Toda la aldea parecía ser consciente de la inauguración que estaba a punto de celebrarse, notando un revuelo considerable de camino hacia el lugar donde nos habían citado. Un hormigueo recorrió mi estómago mientras observaba la multitud de entrenadores que se dirigían hacia el mismo lugar. Las voces y conversaciones fluían y se mezclaban creando un clima apacible y emocionante. De vez en cuando intentaba localizar a Des entre la multitud, pero esa chica parecía ir con prisas allá a donde fuera y siempre acababa quedándome atrás. Pero ese era parte de su encanto. Entrelacé mis manos, alzando el rostro hacia el cielo estrellado. El manto de estrellas se hacía mucho más visible que en las urbes de Galeia gracias a la austeridad con la que vivían los lugareños. En algún momento Amber hizo que desviase mi vista hacia ella, curiosa. Me señalaba entre la multitud la figura de Archie quien, desgarbado y de brazos cruzados, cada vez se alejaba más y más entre la multitud. Confusa, intenté alzar la voz. —¡Archie, hey! ¡Estamos aquí! —Alcé la mano mientras hablaba, pero el pokémon me miró de reojo y, fingiendo que no venía con nosotros, siguió su camino entre la multitud, junto a un grupo de pokémon que se dirigía al mismo lugar—. Pero bueno, ¿y a este ahora qué le pasa? >>Percival, ¿puedes asegurarte de que no se pierde, por favor? El Farfetch'd, siempre leal, asintió y se marchó en cuestión de segundos, perdiéndose de vista entre la gente poco después. Dejé que Amber se colocase en mi hombro para poder ver entre la gente, pero no pude dejar buscar a esos dos con la mirada el resto del tiempo. Sí que le sentaban mal la evolución a algunos.
Mimi Honda El encuentro contra el Team Howl terminó con nuestra victoria y todo gracias no solo a la colaboración de los Pokémon de Arnie y los míos, ya que solo hicimos una pequeña parte. Fue Liza quien enfrentó al tal Balor, el líder de aquellos hooligans frikis y gracias a eso él y su banda se marcharon del Parque Pistacho dejando a Darren y a Arlene en paz. La chica rubia que estaba con Liza... ¿la conocía de algo? Su cara me sonaba sorprendentemente familiar pero no terminaba de ubicarla. Estaba segura de que la había visto antes en Galeia. Probablemente a comienzos de mi viaje por la región. En cualquier caso, la inauguración del Campeonato de Gimnasios estaba a punto de empezar en el auditorio de Aldea Risco. Colin se marchó con la misma cara de amargado de siempre y Arnie le siguió. Pronto quedamos solos. La noche había caído y el cielo, bajo las escasas luces de Risco, brillaba plagado de brillantes estrellas. Era muy diferente de Udan, pero al mismo tiempo sorprendentemente similar. La Aldea se veía particularmente animada, suponía por la inaguración del Campeonato. Pronto podríamos enfrentar a Arlene. Ansiaba tanto mi primera medalla en Gérie... ¡y estaba más que segura de poder conseguirla! —Liza—llamé a la entrenadora y con jovialidad pero una sonrisa confiada, le puse la mano en el hombro. Apenas me percaté que parecía estar buscando a alguien con la mirada—. Le diste lo suyo a ese imbécil. Archie parece haber superado sus inseguridades ¿no? >>Oye...—jugueteé con un mechón de cabello, como solía hacer cada vez que estaba nerviosa o que hacía el esfuerzo por abrirme un poco más a alguien nuevo. Desvié la mirada un segundo, buscando las palabras exactas, y regresé mi mirada a sus ojos azules—. Sabía que eras buena entrenadora pero nunca me había parado demasiado a comprobarlo. Buen trabajo.
Liza White Dispersa como estaba, sin rastro de mis pokémon por ningún lado (¿no se estaban tardando demasiado?), la llegada de Mimi me tomó por sorpresa. Me volví hacia ella, algo inquieta, pero verla dirigirme una sonrisa como pocas veces podía apreciar parece que tuvo cierto efecto en mí. Le devolví el gesto en su lugar, mientras Amber alzaba feliz su patita hacia ella. —Buenas noches~. Espero que hayas podido descansar un poco —la saludé, y a pesar de que mi gesto se relajó con su llegada, aún esperaba algo impaciente que apareciese Archie por algún lado—. Lo cierto es que casi no lo cuento, ese tipo me puso extrañamente nerviosa... Como si su sola presencia hiciese notar lo fuerte que es. Me alegra que todo saliese bien. Que mencionase las inseguridades de Archie me arrancó cierto suspiro de los labios. No sabía definir si Archie había superado sus inseguridades o había ganado muchas otras, y no saber cómo abordarlo me preocupaba. Pero esperaba que pudiésemos comprendernos con el tiempo. Siempre fue así, ¿cierto? Sin embargo, sus siguientes palabras me sorprendieron de manera genuina. La miré juguetear con uno de sus mechones, curiosa, y apenas pude ocultar el rubor que se reflejó en mis mejillas ante tan inesperado halago. Podía haberlo recibido de otras personas... pero que viniese de ella por primera vez se sentía lindo. Mi sonrisa se extendió, iluminada por los focos de la aldea. —Gracias, Mimi. Es muy amable de tu parte. Y tú tampoco te quedas atrás —le guiñé un ojo, risueña—. Estoy segura de que le diste su merecido a ese cretino del Teddiursa en cuanto tuviste la oportunidad.
Finalmente, Lucas, Liza y Mimi entraron junto a todos los demás entrenadores en el Estadio. Ellos pudieron sentarse en las gradas inferiores, como participantes de la competición que eran. Darren, seguido de todo su grupo, estaba en mitad del escenario, sentado sobre una pequeña mesa (parecía que era costumbre suya eso de sentarse sobre mesas) y acompañados sus compañeros de grupo de batería, flautas, instrumentos de cuerda. Arlene también estaba allí, pero no era la única: ¡Eileen estaba también allí! ¿Cuándo habría llegado? —¡Buenas, ciudadanos de Gérie y visitantes de Galar y otras regiones! —el público, abarrotado, era escandaloso y estaba emocionado. ¿Eran así todos los combates de gimnasio de Galar? ¿Todos los eventos...? La emoción se palpaba incluso estando entre el público, ¿cómo sería estar ahí de pie? Eileen, micrófono en mano, parecía encantada, desde luego, de hablar en público—. Lamentamos los inconvenientes acontecidos y la demora de este acto, ¡pero, finalmente, como miembro del Comité Organizador, tengo el honor de inaugurar el Campeonato de Gimnasios de Gérie, el primero de su historia! ... sé que muchos de vosotros esperaríais ver aquí al gran Finn, el mejor entrenador de la región, pero por... creencias personales, ha decidido desvincularse del proyecto. ¡Sin embargo, no os preocupéis, porque tenemos a invitados de primera clase hoy! ¡Un fuerte aplauso! Y entonces, varios hombres y mujeres comenzaron a entrar en el estadio, con aspectos pintorescos y diversos. Muchos de los del público comenzaron a vitorearles, presumiblemente aquellos naturales de Gérie que ya les conocían. Los holders no sabían quiénes eran, pero Eileen no tardó en revelarlo. —¡Aquí están nuestros nuevos y flamantes líderes de gimnasio! ¡Tenemos a la líder anfitriona, Arlene, y además, a nuestros invitados! >> ¡Shai! El chico no era más que un muchachillo, bajito y enclenque... y parecía algo avergonzado ante la atenta mirada de todos los demás. Contenido oculto >> ¡Arthur! Por el contrario, aquel líder se veía serio, hosco y duro, y miraba al público con decisión. Contenido oculto >> ¡Cian! Un hombre alto, vestido de forma futurista y que disfrutaba al ser aplaudido, no había más que verle. Contenido oculto >> ¡Shea! Callada y mística, aquella mujer se veía seria, con la mirada centrada en un punto fijo. Contenido oculto >> ¡Cory! Ese era un joven de más o menos su edad, con un aspecto veraniego y una radiante sonrisa. Contenido oculto >> ¡Maeve! Era la que más disfrutaba, sin duda: daba saltitos y saludaba a un lado y a otro, más entusiasmada que los espectadores. Contenido oculto >> ¡Y por último... Cait! Otra muchacha de apariencia muy, muy joven, sonriente y sonrojada, como si aquello la tomase por sorpresa y estuviese muy nerviosa, pero entusiasmada, por el papel que se le había asignado. Contenido oculto Tras presentar a todos los invitados, Eileen siguió hablando. —¡Con estos siete invitados, completamos nuestra selección de los ocho líderes seleccionados para este Campeonato de Gimnasios! El evento comenzará efectivamente mañana, cuando Arlene abrirá sus puertas para recibir a los contendientes más adelantados, aquí presentes, que han logrado llegar a Risco en tiempo récord. ¡Mañana será una maratón de combates! Espero que estés preparada, Arlene. La policía, sonriendo con determinación, se puso firme. Y Eileen sonrió y siguó su charla. —¡Esperemos que disfrutéis del evento que hemos preparado! ¡Gérie se convertirá en una región puntera en cuanto a los combates de Gimnasio, como nuestra hermana Galar! Ante todo, disfrutadlo, disfrutadlo mucho. ¡Seais competidores o espectadores! ¡Mañana, en el fragor del estadio, conoceréis a las chicas y chicos que podréis seguir durante el recorrido! Muchos de los que hoy comienzan como desconocidos en Gérie serán en unos días potenciales estrellas, ¡estoy convencida! Los aplausos se sucedieron entonces, y Eileen miró hacia atrás, asintiendo a Darren, que comenzó a prepararse para tocar. —¡Y para conmemorar esta inauguración y cerrarla de la mejor forma posible, tenemos con nosotros a los Ecos de Gérie! ¡Disfrutad de su música, y nos vemos mañana! Contenido oculto La música comenzó a sonar, mientras los líderes saludaban al público, entusiasmados. Entre la multitud era difícil encontrar a Destiny, Arnie o Colin, pero lo que estaba claro era que... aquello no era como las ligas de otras regiones. Aquello era un verdadero deporte, se tomaban muy en serio todo eso. Y los líderes, recién nombrados como tal, eran puras... celebridades. Verlos allí imponía mucho, daba una sensación muy extraña, mucho más intensa que en cualquier otro lugar. Daba la sensación de que aquello era una verdadera competición. *** Al día siguiente, por la mañana, los holders amanecieron en el hotelito que la Organización les pagó. Al despertar, se toparon con la sorpresa de ver a Sonia, quien, sonriente, tomaba un té en una mesa de recepción. —¡Hola! ¿Qué tal estáis? ¿Nerviosos ante el inminente combate? ¡Os estaré viendo en las gradas! Ya han participado un par de contendientes, han sido los primeros, y... uno de ellos ha ganado. Fue el primero en llegar, estaba en la puerta del estadio esperando a que abriese. Colin, creo que se llamaba, ¡combatió como si le fuese la vida en ello y logró vencer! A Arlene le espera una jornada dura, siendo la primera líder... Sonrió, y entonces rebuscó en su bolso (ese que no tenía fondo) y extrajo tres brazales, que les entregó a Mimi, Liza y Lucas. —Tomad esto, lo vais a necesitar. Todos los competidores en la Liga tienen que tener una, ¡es una Muñequera Dinamax! Cuando estéis combatiendo en el estadio, veréis que se llena de energía, ¡eso es porque hay un nodo en el gimnasio, y la energía Dinamax fluirá por ella! Podréis usarla para Dinamaxizar a uno de vuestros pokémon, ¡Arlene lo hará, sin duda, y más os vale combatir fuego con fuego! Bueno, lo correcto sería decir agua con fuego, ¿no? ¡Fuego contra fuego no es muy eficaz! Pero bueno, me disperso. ¡Os deseo la mejor de las suertes! Vaya... energía dinamax, ¿eh? El uso de esta en un combate era inofensivo, desde luego, pero... ya sabían Lucas, Mimi y Liza lo que otros podían hacer con ella. Pero aún no la entendían del todo bien, no sabían cómo funcionaba. Solo pudo ver Mimi aquella transformación del pokémon de Chance, pero Lucas y Liza ni siquiera habían visto su funcionamiento. Aquella pulsera... podía ser una herramienta para poder aprender a usar esa energía de la forma correcta. Para poder entenderla mejor. Era hora... de combatir, ¡a por todas! Contenido oculto Podréis dinamaxizar en el combate contra Arlene. Las especificaciones se darán sobre la marcha, ¡no os preocupéis, será sencillo! En todo caso, el Estadio ya está abierto, ¡solo postead que queréis combatir y empezará el desafío del gimnasio! Tendréis que superar una pequeña prueba para acceder. Sabed que, si bien las pruebas se pueden hacer con varios a la vez, la batalla contra el líder en sí debe ser, por obvias razones, de uno en uno. ¡Ánimo!
Mimi Honda Solté el mechón de cabello con el que jugueteaba cuando ella me respondió y mi sonrisa se extendió, aunque a diferencia de ella, que lucía dulce y agradecida, la mía derrochaba seguridad. —Por supuesto—le respondí cerrando los ojos, orgullosa—. No podía dejarlo estar como si nada, ese tipo ridículo me humilló. Igual que los estúpidos esos del Team Howl llamándome rubia de bote. Malditos hooligans sin gracia. Chasqueé la lengua, irritada. ¿Rubia de bote? ¿Qué pasaba con ellos y su pelo a cinco colores? ¿Querían hacerle competencia al Muk de Alola? En cualquier caso cuando volví a mirar a Liza me di cuenta de que algo no parecía estar bien. Su sonrisa era genuina, pero en su gesto había cierta preocupación, cierta tensión que no me pasó desapercibida. Tal vez era perceptiva de por sí o quizás solo estaba demasiado cerca de ella para notarlo. Mi expresión se contrajo en un ligero gesto de preocupación. —... ¿Todo bien? Contenido oculto Termino la conversación con Liz y comento mis impresiones sobre el post, David asdgh
Liza White Tuve que contener la risa cuando me habló de cómo los escandalosos del Team Howl le buscaron un mote personal también, quizás por la forma en que lo dijo o su gesto enfurruñado, similar al de un pequeño Litten. En mitad de nuestra conversación los guardas de seguridad de la entrada nos condujeron hacia las gradas inferiores, reservadas para los contendientes del desafío. —Parece que tienen cierta aficción por ponerle motes a todo aquel que pillen —respondí, alzando la voz entre la multitud congregada, mientras tomábamos asiento. Fruncí la nariz, molesta, jugando con las orejas de Amber en mi regazo—. ¡Me llamaron pelo escoba! ¡Ellos, con sus pintas de punky! ¿Te lo puedes creer? La celebración dio comienzo, sorpresivamente, de manos de Eileen. Desenvolviéndose con esa energía y desparpajo tan suyos fue presentando uno a uno a los líderes de gimnasio del campeonato, y noté a la Shinx inclinarse con emoción desde su asiento, sus ojillos dorados brillando bajo los focos. Parecían poseer personalidades muy dispares, algunos incluso rozando edades sorprendentes, pero todos y cada uno de ellos reflejaban el porte de aquel que arrastra una numerosa experiencia a sus espaldas. No obstante, era incapaz de concentrarme del todo. De vez en cuando buscaba entre las gradas, nerviosa e impaciente, alguna señal de mis pokémon. El aforo de aquel lugar era enorme y ellos aún eran muy pequeños, me preocupaba que a pesar de tener a Percival allí se hubiesen perdido. Apreté la tela de mis shorts, cerrando las manos sobre la misma, y quizás fue aquello lo que hizo que Mimi se volviese hacia mí, observándome con cierta preocupación en la mirada. Me mordí el labio, insegura. Quizás... Quizás no era para tanto, ¿no? —Archie se alejó viniendo hacia aquí, no mucho antes de que me encontrases. Le pedí a mi Farfetch'd que le siguiese para que nada le pasase... —desvié la mirada al frente, algo apagada. La música pronto empezó a sonar, pero más que animarme solo lograba alterarme más—. Pero no sé dónde están. Me tienen preocupada. Contenido oculto Como avanzar en la trama y en la conversación a partes iguales Andy respuestas \:D/ (?)
Mimi Honda La gran inagururación no tardó en dar comienzo. El campo de césped artificial, los focos, el fragor del público. Todo removió con fuerza el corazón en mi pecho y no pude evitar asistir a la presentación de los líderes con emoción en los ojos. Realmente los combates eran todo un deporte en Galar y Gérie y los campeones verdaderas celebridades. La fama siempre me había llamado con una fuerza portentosa. Ganar era una cosa. ¿Pero ser una estrella? ¿Podía haber algo mejor? Liza, Lucas y yo tomamos asiento en las primeras gradas. Todo aquello era nuevo para mí. Pero lograba fascinarme, remover algo dentro de mí. Era tan increíble, tan maravilloso. El aire de desafío que se respiraba, la seriedad y profesionalidad con la que se tomaban las batallas. Pero en determinado momento Liza volvió a llamar mi atención, respondiendo mi pregunta y me volteé hacia ella para mirarla. ¿Archie se había ido? —¿Estará pasando una fase de la adolescencia?—pregunté mientras acariciaba a Shinx bajo la barbilla, susurrándole ñoñerías como "Que mona eres", "¿Quién es el Pokémon más lindo del mundo? Tú, sí tú~" solté una risita—. No te preocupes demasiado. A algunos Pokémon les pasa a medida que crecen. Toboe, mi Rockruff, me mordió al evolucionar a Lycanroc. Dale tiempo. Seguro que eso es todo lo que necesita. >>Aún así...—busqué mi bolso y pulsando el botón de una pokéball, liberé a mi Rookidee—. Yorube, busca a Archie y a Percival por el aire. Si los encuentras, traelos aquí. La música empezó entonces. Una melodía de antaño, que recordaba tiempos pasados con aire épico, medieval. Darren era todo un virtuoso y su grupo solo lograba añadir aún más emoción al evento. Rookidee asintió y emprendió el vuelo por encima de las gradas. Le sonreí a Liza, guiñándole un ojo con complicidad. —Todo estará bien, no te preocupes por eso. *** La noche transcurrió sin mayores inconvenientes. Yorube logró encontrar a Archie y a Percival y los acompañó, severo como era, de regreso con su entrenadora. Terminada la inauguración marchamos al hotel que nos pagaba el mismo comité del campeonato. ¡Un hotel de cinco estrellas! Rural sí, pero me sentía como toda una celebridad. ¡Ah, servicio de habitaciones personalizado! Me dejé caer en la cama y emocionada, abracé un cojín, rodando sobre el colchón mientras encogía las piernas. ¿Cuántas veces había soñado alcanzar la fama? ¿En cuántas ocasiones me había visto como un icono para las masas? Prácticamente aquella oportunidad era un sueño hecho realidad. Suspiré profundamente una vez hube calmado parte de esa intensa emoción y adrenalina que recorría mis venas. Me sentía tan feliz. ¡Como pocas veces en mi vida! Alcé la mano al techo y cerré los dedos en un puño prieto, como si pretendiesen atrapar la lámpara que pendía de este. Ese sueño ahora... Lo tenía al alcance de mis dedos... y no pensaba dejar que se me escapase. Contenido oculto Hablo de las muñequeras en el siguiente post :'D (?)
Liza White La noche, por suerte, terminó sin mayores contratiempos. El ambiente festivo perduró hasta altas horas de la noche entre los aldeanos, pero el cúmulo de todas las emociones y vivencias de aquel día le mandaban órdenes directas a mi cuerpo para que encontrase pronto una cama donde descansar. Por suerte Lucas y Mimi parecieron tener la misma idea y pronto marchamos en busca del hotel que el comité nos había asegurado durante nuestra estancia en Gérie. Sin duda, aquella celebración era vivida y tomada en cuenta con mucha profesionalidad. Supongo que todo el dinero recaudado daría para algo así, pero no podía evitar sentirme algo fuera de lugar entre tanto lujo. U-Una habitación en el centro pokémon también estaba bien, ¿no? Tras despedir a los chicos y agredecer a Mimi su ayuda aquella noche, nos encaminamos hacia nuestra habitación con... cierta tensión añadida. Archie no me dirigió la palabra en ningún momento, molesto quizás por haber sido apartado del grupo de pokémon con el que se había reunido durante la inauguración, según el pobre Percival me intentó describir. Por más que intentó sacarle de allí el pokémon no hacía más que dejarle atrás con su enorme velocidad, y no podía reprochar lo enfurruñado que se veía mientras nos adentrábamos en la habitación. Solo Amber parecía disfrutar de la amplitud de la habitación, y no tardó en comprobar lo mullida que era la cama, dando saltos sobre ella mientras intentaba que me uniese a ella. Negué con la cabeza, resuelta. Había tomado todo lo necesario para darme una ducha antes de dormir. —Ya mañana, cielo, ¿vale? Estoy agotada —El cachorro pareció algo triste con mi respuesta, e intentó buscar algo de compañía en el amargado de Archie o el severo Percival. Les eché un último vistazo antes de apoyarme tras la puerta, agotada. Esperaba que Mimi tuviese razón. De verdad que sí. *** Al día siguiente descubrí a los chicos junto a Sonia, frente a una mesita de recepción. Les saludé, algo más animada que el día anterior. Había sido buena idea dormirme temprano, necesitaba estar todo lo concentrada posible para el desafío de hoy. ¡Y no era para menos! Tan solo el tal Colin pareció superar el desafío de momento. Arlene parecía fuerte, pero eso no nos echaría atrás, estaba segura de ello. Tras darnos unas extrañas muñequeras y hablarnos vagamente del... ¿fenómeno Dinamax? Sonia nos despidió, deseándonos suerte para el próximo desafío. Le agradecí, sin comprender del todo la fuerza que aquello encerraba. Pero si Arlene también lo usaría solo lo haría todo más emocionante, ¿no es así? —Yo iré a ultimar detalles, chicos —me dirigí ahora hacia Lucas y Mimi a mi lado—. Podéis ir adelantándoos, prometo que estaré a tiempo para animaros, ¿sí? >>¡Mucha suerte! Y con todo dicho, abandoné el hotel dando inicio a un nuevo día, emocionada. ¿Qué clase de equipo tendría Arlene? ¡Me moría de ganas de saberlo! Contenido oculto Yo mañana tengo examen y no podré postear demasiado, y Pablo tampoco so puedes adelantarte tú si te ves con tiempo Jen ♡
Lucas Diamond Al fin la oleada de pokémon cesó. Colin y yo quedamos algo más libres, pero no pudimos hacer nada más por ayudar. Liza se encontraba peleando contra un tipo estirado, que decía ser el capitán del Team Howl. También, por otra parte, Mimi y un muchacho combatían contra más y más pokémon. Solo podíamos quedarnos de brazos cruzados y esperar que Liza ganase su batalla, y con ella, conseguir que disolviesen todo el caos. Por fortuna, así fue. Balor perdió. Pero no por ello cesaron los problemas: un grupo enorme de Zigzagoon nos asaltaron, obligándonos a defendernos, momento que aprovecharon los rufianes para escapar... Tras unos minutos, todo volvió a la calma. Darren regresó junto a las autoridades policiales, tranquilo, sin haberse inmutado siquiera por todo lo que acababa de ocurrir. Fue recibido con gran cariño, aunque no mucha preocupación: él mismo era consciente de que, si lo hubiese querido, podría haber acabado con todos aquellos reclutas de una. ¿Tanta confianza tenía en sí mismo? ¿Por qué motivo, entonces, no había actuado...? Darren parecía un tipo muy extravagante, así que no me lo cuestión. Únicamente podía pensar entonces en el Campeonato de Gimnasios, que ya podía dar comienzo. Arlene nos invitó a regresar a Aldea Risco, al acto de inauguración, y así lo hicimos. Una vez allí, reunido junto a Mimi y a Liza, esperamos expectantes a que iniciara el acto. Allí se encontraban también Darren, para animar la celebración con algo de música, y Eileen, que hacía de... ¿presentadora? Vaya, nunca esperé que tuviera un papel tan relevante en todo esto. Asimismo, se esperaba que allí estuviese Finn, pero la chica explicó que se había desvinculado de todo el evento por creencias personales. Supuse que sería de aquello de lo que hablaba el primer día... Me resultaba algo inquietante, pero mis preocupaciones se disiparon al ver llegar a todos los líderes de gimnasios que tendríamos que enfrentar, desfilando uno detrás de otro y siendo presentados por Eileen. Como siempre, eran ocho. Y muy imponentes, para ser sinceros. Esperaba que pudiéramos estar a la altura de ellos, ¡y pronto lo sabríamos, retando a Arlene! El acto finalmente cerró con un pequeño concierto del músico. A la mañana siguiente, la profesora Sonia nos recibió a los tres, cuando nos despertamos, para darnos su apoyo. Dijo que nos estaría observando desde las gradas de los estadios, deseándonos suerte. Y tras el apoyo, nos otorgó una pulsera, que según ella serviría para poder realizar el fenómeno dinamax en batalla. No tenía ni idea de qué iba eso, pero era una de las razones por las que estábamos aquí, sin duda. La tomé, curioso, y me la coloqué en la muñeca derecha. Esperaba poder aprender a usarla, y ver qué efectos podría producir. Con su despedida, me despedí yo también de Liza y Mimi, tras una breve charla. Aún no me creía preparado para enfrentar a la primera líder. Colin, según había dicho Sonia, ya había ganado (¿cuándo? No había tenido tiempo físico...), así que no podía quedarme atrás. Tocaba entrenar un poco más. Pero antes... —¿Profesor? —llamé una vez más por el teléfono. Esperaba que no se molestase por tantas llamadas... >>¡Hola! En primer lugar, quería informarle de que ya he recabado la información que me pidió en la pokédex. ¡Espero que le sea muy útil! Y bueno, me gustaría saber cómo evolucionan Ekans y Trapinch... ¿Sabe usted algo al respecto? Contenido oculto No sé si ya me pusiste la recompensa del encargo, pero no lo vi por ningún lado (aunque veo que ya está marcada como completada) No sé si tenía que reportarlo o no but, here I am (?
Paul apareció en pantalla, tan sonriente como de costumbre. —¡Hola, Lucas! Sí, me llegaron los datos de la pokédex, ¡tú y tus amigos estáis haciendo un gran trabajo! >> Uhm, sobre los pokémon que me preguntas, bueno, no es muy complicado. Creo que el método de evolución de ambos es el mismo que el de sus variantes en otras regiones: ¡ambos evolucionan ganando mucha experiencia! Contenido oculto Ekans: alcanza el nivel 22. Trapinch: alcanza el nivel 35. >> Y eso es todo cuanto te puedo contar por ahora. Si tienes alguna otra duda, ¡aprovecha! Oh, y... avisarte de que Colin ya tiene una medalla, ¡menuda fiera está hecho! Ha ido como una moto a por Arlene, ha ganado, ¡y hala, al siguiente! Es el primer candidato que derrota a un líder de gimnasio. Paul parecía... como un padre orgulloso hablando de su hijo. Qué mono.
Mimi Honda Amaneció pronto. Podría decir que caí rendida por todo lo que había pasado durante el día, pero ese no fue el caso. Me quedé despiertas hasta altas horas de la madrugada, nerviosa y emocionada. Traté de dormir varias veces, pero al no poder me senté sobre el colchón y tomé mi holomisor. Le envié un mensaje a Emily, hablando de Gérie y comentándole todo lo que había pasado hasta entonces. También le comenté, al menos de pasada, lo ocurrido con Alpha. Sabía cómo era Emily. Era un alma inquieta, hiperactiva, un Spoink que nunca paraba de saltar. Estaba segura de que no se había quedado parada. De hecho, me resultaba extraño que no hubiese venido a Gérie con nosotros o que al menos hubiese aparecido después, cuando la voz se hizo eco. Sabía que no estaba en la región porque hubiese tenido noticias de ella enseguida. Jamás pasaba desapercibida, en cualquier caso. Miré mis tres pokéballs sobre la mesita de noche una me recosté para dormir con la mano sobre la almohada. Goro, Yorube y Katsuo. El desafío que se avecinaba estaba a otro nivel... necesitaba estar preparada. Tal vez conseguir algún que otro miembro para el equipo estaría bien. Tenía tanto en la cabeza, tanto en lo que pensar. La fama me obsesionaba porque... ser conocida me hacía sentirme menos sola. Era un pensamiento un tanto infantil y egoísta... pero había sido mi sueño desde niña, ¿así que a quién demonios le importaba? *** Aquella mañana nos reunimos los tres en recepción, donde la profesora Sonia se hallaba desayunando. Me sorprendió escuchar que Colin ya había ganado. ¿Qué pasaba con ese chico? Ni siquiera se le veía especialmente fuerte. Era un enclenque amargado. Solo estaba obsesionado con las batallas. La profesora nos habló de la energía Dinamax y del fenómeno que hacía honor a su nombre mientras desayunábamos—Té phu ehr, también lo tenían allí. De hecho tenían todo tipo de té— y nos hizo entrega de unas muñequeras con las que podríamos canalizar esa energía. Era eso... lo que usaba Chance para controlar a los Pokémon a su antojo. La energía Dinamax. Podía ser tan útil como destructiva, una fuerza desconocida para nosotros, pero que tendríamos que aprender a dominar. Observé la muñequera en mi brazo. Eso había usado Chance en el combate contra Ian, con aquel Pokémon tan extraño. Si Arlene iba a usarlo también en batalla, convenía estar preparados. Aún así, no me inspiraba demasiada confianza. Saber qué podía canalizar el poder que usaba el bastardo de Chance para controlar a los Pokémon me ponía los pelos de punta. Nuestras intenciones eran completamente opuestas y su uso en batalla no debía presentar peligro para los Pokémon si se empleaba de forma profesional en la región. Pero no podía evitar mirar aquella muñequera con cierto resquemor. Recordando a mis Pokémon volviéndose en mi contra en aquel laboratorio secreto. No habría de otra. *** Descolgué el teléfono. —Roxy, estoy por enfrentar a Arlene pero antes necesito hacerte unas preguntas—le comenté—. ¿Qué sabes sobre los Growlithe de la zona? ¿Cuando evolucionan a Arcanine obtienen alguna forma regional? Y oh, sobre el Parque Pistacho... ¿hay algún Pokémon que me recomiendes capturar? >>Absolutamente Trapinch no—declaré con un tono tajante, horrorizada.—A ser posible nada que sea de tipo bicho.
Roxy, callada y seria como de costumbre, apareció en pantalla y escuchó las palabras de Mimi con atención. Luego quedó reflexiva, colocando una mano en su mejilla y mirando hacia una esquina superior de la pantalla. —Hmmm. No soy una experta en esas movidas, pero yo nunca he visto un Arcanine que no sea de tipo fuego, te diría. Así que dudo que Growlithe cambie de tipo o algo así. >> Sobre el Parque Pistacho, pues... ¡Nuzleaf y Shiftry son tipo Planta y Siniestro, así que molan! Podrías atrapar un Seedot. Claro que... eso te lo digo porque tengo un claro favoritismo. Uhm, déjame que piense, ay. Los combates en Gérie son algo diferentes, y un pokémon que sirva como apoyo por sus habilidades siempre viene bien, supongo. Arlene usará uno, eso seguro. Así que, no sé, Gossifleur podría valer. Tampoco es que vayas a sacar nada especial para tu duelo contra Arlene de allí, la verdad; te diría que Wurmple de Gérie es una buena opción (y una que evoluciona pronto, además) porque es tipo fantasma, pero también es un bicho, y no creo que te mole mucho. Si quieres dar caña de verdad, un Clefairy podría venir bien. No solo es un pokémon de apoyo principalmente, ¡sino que el tío puede convertirse en un pokémon Gigamax, transformarse al Gigamaxizar! Y allí hay Cleffas, creo. Es curioso, porque normalmente los pokémon solo tienen formas Gigamax en su máxima evolución, pero bueh, hay algunas excepciones, supongo. Y qué sé yo, allí hay, sobre todo, pokémon de tipo bicho, así que no es un sitio para ti, eh. Se aclaró la voz, carraspeando ligeramente. >> ... ehm... ¿algo más, Mimi?
Mimi Honda —Yo tengo un Arcanine de tipo agua, así que imagínate lo que hay por ahí. Comenté con un suspiro. Si Arcanine no tenía ninguna forma regional, no creía que me interesara realmente incluirlo en el equipo. Había intercambiado a mi Arcanine, Renjiro, por un Houndoom hacía poco... y tener otro solo me lo recordaría. No era buena idea ni de coña. Apunté mentalmente todas y cada una de las cosas que Roxy me mencionó. Era calmada y su voz suave jamás parecía alterarse, pero no era precisamente callada. Nuzleaf y Shiftry... ¿Wurmple de Gérie? No gracias. Negué con la cabeza. >>Nada más de momento, esa información ha sido bastante útil—respondí—. Lo tendré en cuenta, aunque suelo tener preferencias muy marcadas a la hora de escoger Pokémon. Tal vez me haga con un Minccino, solo por capricho. Y luego ya veré qué hago. Me quedé unos instantes con la mano en el mentón pensativa. Ah, ¿qué hacer? Lo primero, sin dudas, sería hacerme con ese Mincinno. Tenía toda una región por explorar aún, tenía tiempo de sobra para decidirme. >>Gracias, te mantendré informada. See ya! Y de esa forma me marché. ¿Un Nuzleaf? ¿Un Clefairy? Podía ser bastante interesante.
Liza White Tras despedir al agradable entrenador decidimos regresar a Aldea Risco. Lo que el chico decía era cierto, ya no quedaba mucho para nosotras en las rutas, debíamos seguir adelante. Y por lo que podía notar en Amber, algo más tranquila después del exceso de adrenalina de manos de su evolución, también se encontraba motivada en dirigirse al gimnasio. Decidí, dejando en libertad a Percival y a Archie junto a ella, ir a preguntarle una última cosa a Lion antes de dirigirme al estadio. Detuve mis pasos, recelosa, y apunté al Farfetch'd con la mirada. —Te los dejo en tus man... pat... alas, ¿de acuerdo? Procura que no se pierdan —le pedí, sabiendo que era el más responsable de los tres, dirigiéndole cierta mirada de reojo a Archie, quien se cruzó de brazos bufando en el proceso. Sí, quizás era buena dejarle a solas para que aclarasen las ideas entre ellos. Así, me dirigí al centro pokémon y descolgué el teléfono, saludando a Lion poco después—. Buenos días, Lion. Estoy a punto de enfrentarme a Arlene, espero que todo marche bien. >>Por cierto, quería preguntarle si sabía algo acerca de la evolución de los Farfetch'd de Galar... *** El silencio se extendió por segundos que se hicieron eternos. Casi parecía sonar cierta música del oeste de fondo, mientras los tres se sostenían las miradas unos a otros. Un wooloo apareció rodando de fondo, haciendo las veces de planta rodadora, y cuando alguien intentó hacer un movimiento, Archie y Amber se miraron, decididos. Haciendo gala de su enorme agilidad distrajeron a Percival entre los recovecos de la aldea en una persecución incasable, y poco después, cuando lo hubieron dejado atrás, cansado y malhumorado, los dos juguetones pokémon se encontraron en las orillas de la playa, listos para otra sesión de pesca en equipo. Archie alzó el pulgar, divertido, y pronto se zambulló en el agua. Parecía que la evolución de Amber la hacía ver como a una igual, al menos. Y ella no podía más que animarle, alegre de ver que seguía siendo su amigo. Ah, sí: F por Percival.