Parque Hanazawa

Oreki Tojo

El chico ladeó un poco su cabeza al ver la reacción de Watanabe y la de del chico llamado Usui, ni si quiera la chica le dijo su nombre completo pero que que va...el solo sonrió ligeramente y no quería presionarla, aunque quería saber qué tanto miraba al lado contrario.

—Igual tampoco conozco la ciudad...solo sé que hay un puesto de ramen super guay cerca de aquí ¡No sé arrepentirán!—Sugirio el rubio pero su curiosidad ahora iba por conocer la ciudad, sentía que ya había pasado mucho tiempo vagando por el hermoso parque pero la ciudad debe aguardar mil maravillas...al menos eso imaginaba.

—Eh aunque dar una vuelta por la ciudad suena mejor ahora...escuché sobre herrerías,. Zonas de juegos y demás cosas, deberíamos dar una vuelta alguna vez.

Esperaba encontrar más compañeros de su clase en aquellas zonas, Oreki tampoco quería aburrir a nadie con su extravagante amor por la comida...a su parecer Watanabe parecía algo incómoda...y comer en ese estado no era sano, sin duda un paseo en la ciudad le aliviaría.

 

Nagi Watanabe

La chica volteó cuando escuchar a Tojo mencionar una zona de videojuegos, los ojitos parecían brillarles... ¿Pero a ellos les gustaría esas cosas? ¿Qué pasa si no? Ahhh, ya andaba titubeando otra vez, hasta que recordó que no sabía como diablos volver a su casa. Tal vez si llegaba al centro del pueblo se ubicaría mejor, podría tal vez encontrar algún mapa del pueblo en esas típicas vidrieras gigantes y enmarcadas.

—N-no suena mal. — Fue lo único que salió de su boca para después mirar por el rabillo del ojo a Shiori , como si esperara su respuesta, como si esperara que decidiera el lugar cual sería su próximo objetivo, cómo deseando que hablara antes que se formara un silencio incomodo con el chico.

Watanabe volvió a suspirar, tal vez por ser en parte un tigre ventisco no se había muerto ahogada de tanto aire que salía de su boca cada dos por tres.

 

Oreki Tojo

—No se manejarme muy bien pero...ayudare todo lo que pueda hasta llegar a la zona de juegos..—Oreki se ofrexia como alguna suete de guia, claro si deseaba llegar buen termino con una nueva amiga, el no dudaria en prestar su mano y guiarla por terreno desconocido.

—Cuando quieras Watanabe-chan...

Oreki no tenía reparos a la hora de tener confianza por ello no dudo en llamar a Watanabe con aquel sufijo honorifico...aunque eso le amerita a la actitud timida que ella le mostro.

Por otro lado noto como Shiori parecia renuente a acompañarles en su paseo bueno al menos eso presintió, total, si no lo deseaba el jamás le presionaría.

 

Nagi Watanabe

Cuando Oreki le agregó el chan no pudo evitar empezar a jugar con sus dedos, mirando el piso, no sabe cuanto tiempo más aguantaría ahí sin que se le fuera toda la sangre a la cabeza, si el tipo era un delincuente su arma debería ser la ternura.

—¿Va-vamos a ir al salón de juegos? —preguntó Watanabe titubeante. — ¿No hay otras cosas más... primordiales? — No le apetecía que alguien viera su lado más friki, menos aún un chico que acababa de conocer, resaltando la parte de chico. —No lo sé, cómo algún buen lugar para almorzar... — Pensó en como debería prepararse el bento al llegar a la casa, la verdad es que no le apetecía intoxicarse ese día. — No se cocinar —finalizó con un murmullo que si no fuera por la tranquilidad del parque difícilmente se habría escuchado.

—¡Ah! Pero nada muy caluroso, de por sí ya hace bastante calor. —agregó de improvisto alzando la mirada en dirección al chico, con un voz más fuerte de lo usual. —S-si-si no es mucha molestia, claro.

 

Oreki Tojo
El rubio rio un poco ante la reaccion de la chica tal parecia que poco le importaba los juegos o lo disimulaba, a medida que le veia actuar supo que era una chica agradable.
—Sabes...si un dia quieres probar tu habilidad, puedo encargarme persornalmente de juzgar tus platillos—Ofrecio Oreki su habilidad como catador, despues de todo no solia fallar.

—Podre decirte que sabor es el ideal.

Luego Shirai habia propuesto ir a un lugar a ciertos lugares el santuario sonaba bien a su parcer.

—Que dices Watanabe ¿te apuntas?—le pregunto a la espera de una respuesta clara— o tal vez si decides otra opción dejare que la tomes y te seguire.

Oreki podia ser muy complaciente a veces, todo con tal de ganar la confianza de otros claro esta.

 

Nagi Watanabe.

A Nagi le brillaban los ojitos apenas escuchar que Kurosawa les acompañaría ¡Definitivamente esa chica era su salvadora! Pues de seguro tropezaría de los nervios si tan solo iban ella y Oreki, y brillaron aún más cuando escuchó de ambos insinuar de ir al santuario, le encantaban los santuarios, eran místicos, hermosos y la mayoría de las veces muy bien cuidados, aparte de que desde pequeña tenía arraigada las costumbres de todo lo relacionado a este.

—¡El santuario suena maravilloso! —exclamó bastante fuerte sin pensarlo, mientras juntaba las palmas de sus manos en un aplauso. — M-me encantaría ir, si no molesta... — Había bajado nuevamente su tono de voz al darse cuenta del grito, desviando la mirada nuevamente, algo abochornada, seguramente a ese paso le daría tortícolis. — Ah, y si se puede ¿Podríamos pasar al supermercado después?

 

Akiko Brooks

Jadeante, llegué al parque prácticamente corriendo, sin aliento. M-Me había dado toda la prisa que pude... y parecía que dio sus frutos. Allí, en el Parque, no encontré a ninguno de los otros. ¿H-Había sido la primera en llegar? Alice tampoco estaba allí, aunque, conociéndola, podría aparecer en cualquier momento de la nada. Ugh... ¿qué demonios sucedía? Los nervios me comían por dentro. Y el fuerte presentimiento que me taladraba no permitía a mi corazón descansar, haciéndolo latir con mucha fuerza.

... claro que lo del corazón también puede tener que ver con que he venido corriendo. ¡P-Pero todo influye!

En cualquier caso, podría descansar, aunque fuese unos minutos... había que esperar a los demás. S-Solo espero que Sayuri aguante. P-Por favor, ¡que pudiésemos ayudarla!

 

Diane Yamaguchi

No pude obtener nada de información en el santuario. Aquella chica no estaba allí hoy... Era una auténtica pena, pues estaba convencido de que ella sabría mucho de todo esto, pues le habrían contado todo tipo de cosas allí en el santuario. Salí algo decepcionada y continué deambulando por el distrito comercial, sin conseguir ninguna pista de ningún tipo. Acabé por la zona del río, donde no encontré mucha gente. El día de hoy estaba resultando realmente improductivo...

Al cabo de un tiempo, deduje que no podría conseguir nada más por hoy. Aquella chica no estaba en el santuario y Kaji tampoco estaba en el hospital. Tendría que esperar hasta mañana, a ver si había más suerte. Me disponía a marcharme cuando, contra todo pronóstico, un mensaje llegó a mi móvil. Era ella de nuevo, Alice. Decía que ya teníamos las pistas necesarias. ¿Uh, era eso cierto? La verdad es que no sabía bien que habían obtenido los demás "Tricksters".

La cita fue en el parque Hanazawa, cerca de donde yo me encontraba. Al parecer aún debía esperar para regresar a casa... Fui directa hacia allí, con curiosidad por saber en qué había acabado toda la investigación.

No pude ni percatarme de que Akiko estaba allí mismo, pues en ese instante solo tenía ojos para buscar a Alice. Miraba a mí alrededor, intentando buscarla, pero no lo conseguí... ¿Cuándo se presentaría?

 

Nagi Watanabe

Cuando llegó la alerta de que se había logrado recolectar toda la información posible Nagi no pudo evitar sentirse un poco decepcionada de si misma, pero peor fue aún leer que tenían que reunirse todos en el parque de Hanazawa... Todos ¿Eso incluía a Shiori y Hiroki, no? Sintió sus piernas temblar y el corazón latir casi saliendo de su pecho, no se creía listo para verlos a la cara, no se creía capaz de ver un rostro enojado de Kurosawa y mucho menos el de Usui, pero tenían que ir, tenía que ir, era una obligación y no tenía idea de que podría pasar si no acudía a ello, por lo que tomó aire profundamente, tratando de calmarse un poco.

Esta bien tener miedo ¿No? Miró al dueño de esas palabras qué acababa de recordar... Cosas peores se avecinarían, eso era seguro, pues Igor lo repetía cada dos por tres como el papagayo que era y si no empezaba a enfrentar pequeños conflictos como una discusión poco lograría después con monstruos que seguramente ni dialogarían.

Así que se aferró fuertemente a su bolso y se dirigió al parque de Hanazawa, dejando atrás a los dos chicos incosncientemente, pues si se distraía de su objetivo lo más probable es que saldría huyendo... Diablos ¿Justo tenía que ser ese lugar?

Al llegar distinguió a Akiko, Kurosawa y la compañera de Kurosawa... Espera ¿Kurosawa? Instintivamente Watanabe terminó detrás de un árbol, en serio sentía que era incapaz de verle a la cara tras lo ocurrido ayer, juraría que sentía miedo, así que se sentó en el suelo escudándose con el tronco y agudizando su oído por si llegaba escuchar la llegada de Alice para recién ahí juntarse con el resto.

 

Sanji Allende

Ya estaba un poco harto de todo este temita, la verdad. Lo único que había conseguido era...nada. Absolutamente nada. Una completa pérdida de tiempo. Ah, sí, casi consigo que me partan en dos la nuez de Adán, ahora que recordaba. Tan solo eso. Miedo, dolor (tanto físico como mental) y cansancio. Mucho cansancio. Me sentía verdaderamente fatigado. Cuando había llegado al gimnasio, me había frenado a pensar que mierda iba a hacer. Suponía que todo el papel de "Trickster" y demás se me había subido a la cabeza, pero...¿correr como un desbocado para estar pálido, enfermo y con ganas de vomitar? Digo, no me iba a hacer falta fingir mucho, la verdad. Pero todo para tener una excusa para volver a la enfermería y ver si podía sonsacar más información. Teniendo en cuenta experiencias previas, seguramente hubiera terminado con una punta clavada en el estómago.

Resoplé enojado cuando vi el mensaje de Alice. Solté un gruñido de hartazgo, rascándome la nuca, y comencé a caminar hacia el parque. La verdad que tan solo tenía ganas de tirarme en mi cama y olvidarme de mi mundo. La verdad que el año escolar no estaba yendo...relativamente bien. Cuando llegué, pude notar que ya varias personas habían concurrido. Akiko, Anna, aquella niña que lloraba, y una de las que me habían retado en el tren. Sinceramente, no estaba con energías para interactuar con nadie. Además, tan solo Anna sería una opción en todo el grupo, y parecía bastante feliz conversando con la alta. La menor me llamaba Yokai (¿Demonio? ¿Enserio? Lo había averiguado), la de la trenza azul había dicho sin muchos tapujos que no tendría drama que Hiroki me hiciera cirugía facial con sus puños mientras el resto no estuviera, y la que tenía hielo en vez de sangre parecía estar buscando a alguien más.

Simplemente me senté en el pasto, con mi ukulele entre las piernas, y los brazos hacia atrás, suspirando. Estaba más que seguro que si me acercaba a saludar a alguien, Huitaca me ametrallaría los sesos. Suponía que no quedaba más que esperar.

 

Akiko Brooks

La gente empezó a llegar poco a poco; de hecho, una vez llegó una persona, la siguieron más y más. Pronto, seis nos habíamos reunido allí: las cinco chicas y Sanji. Faltaban... Hiroki, Monjiro, Yule y aquel otro chico de segundo, Oreki, creo que se llamaba. Suspiré. H-Habría que seguir esperando, ¿eh?

Saludé débilmente con una mano a Nagi, Anna y Shiori cuando las vi acercarse; Diane parecía demasiado ensimismada en su mundo como para percatarse de mi presencia, y, cuando llegó Sanji, solo pude verle de reojo, pues Anna se había acercado rápidamente a mí, con su alegría de siempre. Me dijo que no había conseguido gran cosa en su investigación.

... y-yo sí...

—... yo he averiguado que... la hermanita pequeña de Daisuke Kaji, el compañero de clase con el que hablé el otro día, está bastante enferma por la enfermedad esa tan extraña. Y parece ser que la chica, S-Sayuri, era amiga de una tal Yuki —respondí en voz alta, cabizbaja. Luego, mi mano se dirigió a mi bolso, y extraje ligeramente mi reloj—. Cuando hablaba con Daisuke-kun, oí cómo el reloj sonaba, c-como aquella o-otra vez. N-No sé qué conclusión habrá extraído Alice, p-pero... solo espero poder ayudar a la pobre Sayuri. D-De la forma que sea.

 

Hiroki Usui

No pudo hablar con ella porque Shiori simplemente salió corriendo y cruzó el puente. Hiro separó los labios para decir algo... pero realmente nada logró salir. Las palabras se le escapaban y no tenía ni fuerzas para gritar.

¿Qué pasaba si trataba de disculparse frente a frente y pasaba lo mismo? ¿Y si no quería saber nada de él nunca más? ¿Y por qué le molestaba tanto, joder? ¿Es que no tenía huevos? Normalmente no le daba tantas vueltas cuando la gente se cansaba de sus mierdas. Estaba acostumbrado a que le dejasen de lado. ¿Por qué con Kurosawa era tan diferente?

No lo entendía. No la entendía a ella. Y para ser totalmente honesto, no entendía una mierda de nada. Soltó un gruñido entre dientes, hosco, irritado.

—¿Qué estoy haciendo?—se reprochó a sí mismo y se apartó el cabello de la frente.

¿Cuando había intentado él disculparse? ¿Cuando se había preocupado tanto, hasta el punto de no dormir, cuando alguien se enojaba con él? Nunca. Esa clase de cosas le resbalaban. No entendía por qué era distinto con Shiori y no saberlo... realmente crispaba sus nervios.

Encaminó sus pasos en dirección al parque. No tenía prisa realmente por llegar... sinceramente, le era indiferente lo que esa tía rara quisiera contarles.

 

Nagi Watanabe

Yuki... ¿Una amiga de Yuki? ¿La Yuki Takagawa que ella conocía? Se le apretó el pecho y a pesar de estar sentada sentía sus piernas tiritar inestables, claro, por eso su compañera había estado entristecida por tanto tiempo ¿Quien no lo estaría? Más aún si es por esa extraña enfermedad, de nuevo sentía sus ojos aguarse, pero no se podía permitir llorando delante de todos de nuevo, sería un fastidio, para ella y el resto, por lo que simplemente acudió a su amigo el antebrazo.

Después escuchó la voz de Kurosawa, suave, calmada, hablando de haberse encontrado con Takagawa y que esta parecía muy afectada, se aferro del cabello tironeándolo un poco con frustración, suspiró con pesadez. No había podido hacer nada por su amiga, así que más le valía pararse del pasto y dejar de escabullirse, lo poco y nada de información tenía que utilizarlo.

—Bu-buenas tardes, senpais —dijo asomándose donde las chicas, cerca de Kurosawa, aunque no le dirigió la mirada —. Lo... lo siento de antemano, pero no conseguí casi nada —. Mirando el piso pateó la tierra, aunque sin llegar a pasar a llevar a nadie del lugar. Su corazón latía nervioso por estas al lado de la de mechón azul. — Pe-pero la única información relevante que tengo es que... Todos... todos los que murieron fallecieron en la misma noche, en horas cercanas. — Tomó mucho aire, dando un gran suspiro, sentía sus manos tiritar, no por pensar en la muerte de aquellas personas, si no por recordar a Shiori y Yuki —. Se les detuvo el corazón... así, sin más... Eso es todo.

Y se marchó nuevamente, a esconderse tras el árbol.

 

Yule Shirai

Vaya... Así que Izagawa-san estaba ocupado, y no podía atenderles el día de hoy. Yule intentó disimular su decepción como bien pudo, no por la respuesta en sí si no por el lugar equivocado al que había encaminado a los chicos. Agradeció al hombre y le despidió, abandonando la herrería junto a Oreki. Cuando quisieron darse cuenta, Watanabe se había marchado a toda prisa, y Yule no pudo evitar observarla con una mezcla de desconcierto y pena en el rostro. Se llevó una mano a la nuca.

¿Acaso había dicho algo malo?

Pronto comprendieron que habían sido citados en el parque junto al resto, pues la investigación parecía haber acabado. Oreki y Yule decidieron poner rumbo al lugar cuanto antes; aunque no hubiesen obtenido mucha información, cualquier detalle podía valer. No debían subestimarse. Cientos de cuestiones rondaban su cabeza, y las ansias por conocer las respuestan generaban un hormigueo en su cuerpo. Una mezcla de temor y de emoción, quizás. Todo alrededor de "The Tricksters" le hacía sentir así.

Una gran parte de los chicos ya se encontraban allí, charlando animadamente. Suspiró al ver que no había sido el último esa vez, y reparó en que una de las personas se encontraba algo apartada del resto, sentada sobre el césped con ese curioso ukelele sobre las piernas. Su mirada se paseó, indecisa, entre él y el resto de personas. Y algo dentro de sí pareció verse reflejado, en cierta medida, en la estampa que observaba.

Sanji pudo notar entonces cómo alguien se sentaba a su lado. Yule, el chico tímido del tren, le dirigió una pequeña sonrisa, antes de volver su mirada hacia el resto. Casi parecía preguntarle con su silencio el motivo por el que se excluía a sí mismo del grupo, aunque recordando eventos pasados podía hacerse una idea.

—¿Qué... canción era esa? —luego de un breve silencio pareció animarse a hablar, sin volverse hacia él de momento. Parecía estar haciendo un verdadero esfuerzo por dar el paso esa vez—. La que tocaste en el tren, quiero decir. Sonaba... Sonaba bastante bien.

 

Oreki Tojo

La visita al herrero fue efimera, el sujeto parecia un tipo rudo a los ojos de Oreki pero fue poco el tiempo el que pudo recabar información el sujeto parecia ocupado decidieron entonces ir hasta el parque, información interesante aguardaba.

—Cielos tanto caminar abre el apetito—Oreki se sentia algo frustrado por el resultado actual, ahora el y el resto del equipo ya se encontraban polulando por el parque, el joven Tojo tocaba su estomago que rugia como león feroz, cabizbajo se quejaba y no fue hasta que lo escucho.

"Pan comido"

Los ojos del chico se abrieron como platos y fue hasta la responsable de aquella palabra.

—¡Anna-senpai!— El chico corrio como un rayo hasta la aludida, tal vez muy pocos vieron cruzar al joven catador.

—¿T-Traes pan cierto? Don...oh lo siento ehmmm disculpa es que ha sido un dia largo— Se disculpo Oreki más calmado con una sonrisa.

—No habia comido desde ayer pues esto de la enfermedad...— Oreki bajo un poco la mirada, con cierta preocupación— no quisiera vivir nada con eso nuevamente ¿uh?¿pero algo nuevo en tu investigación?

Oreki cambio como pudo a su semblante tal parece que un viejo capitulo de su vida...pero ahora una mision mas peligrosa caeria sobre el y sus ccompañeros...eso esperaba.