Puesto de Pesca

—Hey, hey —intervino Umi repentinamente—. Que si tienen una discusión de pareja, tenganla afuera... no causen disturbios aquí dentro, ¿vale?

>> Y en cuanto a tu pregunta... no estoy triste. ¿Por qué debería? Así que sí, estás en lo cierto... me importa una mierda ese tipo. ¿Vas a decirme que es triste que cualquier persona muera? ¿Y si esa persona era un imbécil? Y la verdad, probablemente mucha gente piensa igual... sólo lo lamentan porque perder a ese tipo es malo para los negocios.

>> Eres... más honesto de lo que pensé.

>> ¿Sabes de los otros casos?

>> Gracias por todo, adiós.

 

Hiroki Usui

Hiroki alzó el mentón al escuchar la palabras seguras de la joven. Parecía asustada... pero lo disimulaba muy bien. Una criatura tan bajita estaba tratando de intimidarle. Era como si un pequeño gatito tratase de enfrentar un lobo fiero y enorme.

Era... tierno, incluso. Si no fuera un huraño de mierda probablemente le hubiese palmeado la cabeza.

Como la versión asertiva de Watanabe. O algo así. En cualquier caso, no le sentó especialmente bien escuchar su respuesta.

"No sabes controlarte a ti mismo"

No, no sabía. Por eso la había jodido con Kurosawa. Porque era un enorme imbécil. Porque era idiota y violento y tenía un lobo descomunal como voz de la razón en la cabeza. Y porque había matado a su padre con sus propias manos.

El silencio se extendió, tenso. Dónde Hiroki solo la miró sin cortar en momento alguno el contacto visual, como si hacerlo lo declarase como perdedor en aquella afrenta.

Y entonces... se echó la mano al rostro sobre los ojos y una risa tosca le estremeció la garganta. Burlona y áspera como su voz. Pero burlona. Parecía genuinamente divertido.

—Tienes agallas, enana—bufó—. Para tener la estatura de un tanuki.

Cuando dejó de reír decidió que era una pérdida de tiempo seguir tirando de la cuerda. Al enderezar la cabeza le crujió el cuello y exhaló, divertido aún, volviendo a apoyarse en el mostrador.

No merecía la pena su tiempo.

***

Su expresión se tornó nuevamente seria cuando el encargado del puesto volvió a hablar.

Incluso... se ensombreció.

—Hay mucha gente que está mejor muerta—respondió con seriedad y apretó los puños dentro de los bolsillos del gakuran—. ¿Qué sabes de los otros casos? ¿También era gente de mierda?

 

—Hay mucha gente que está mejor muerta

—¿Ves? A eso mismo me refería —asintió Umi con una breve sonrisa de lado; al parecer, le ponía un poco contento saber que compartía la misma opinión que él—. Hay personas a las que este mundo no extrañará, eso creo yo...

>> Ah, de los otros casos... pues la verdad no estoy seguro de quienes eran. Era gente del pueblo... pero no era gente que conociera. Pero lo que sí... ha llegado un rumor hace poco. No sabía si decirlo, porque no es exactamente una fuente confiable; lo escuché de dos ancianas amantes de los chismes hoy por la mañana. Pero ustedes parecen ser honestos, así que les diré...

>> Básicamente... se dice que los casos de enfermos en realidad eran ocho. Queda un paciente... que aún lucha por su vida. Después dijeron que el Hospital incluso consultó con la enfermera de la Secundaria Hanazawa sobre ese caso, así que probablemente se trate de alguien en edad escolar... y que el paciente sigue en el Hospital.

>> Eso es útil, gracias.

>> ¿Y cómo hago para entrar al Hospital?

>> ¿Se sabe el nombre del paciente?

 

—Hmm... pues ingresar al hospital puede ser complicado... sólo el personal médico puede entrar a esa parte —comentó Umi—. Ah, pero si los rumores son ciertos... la enfermera de la secundaria está involucrada, ¿no? Quizás tenga alguna tarjeta de acceso por ahí... si fuese yo, me colaría a la enfermería e intentaría ver si puedo conseguir el acceso por allí. Es lo único que se me ocurre...

Umi no parecía saber mucho más... aparentemente, le habían sacado toda la información que podían. Quizás sería mejor investigar en otro lado ahora...

 

Hiroki Usui

Pareció ser información valiosa... que probablemente los demás ya tenían. En cualquier caso no había nada más que hacer allí. El encargado no iba a decir más y la Tanuki había hablado, pero él no le había prestado atención alguna.

"Tanuki". Era un apodo que le quedaba bien. Pttf.

Ya había decidido que no merecía su tiempo. Se estaba haciendo tarde y tenía que pasear a Ike. ¿Pasear a Ike...?

Si Kurosawa lo viese... ¿tal vez...? Agitó la cabeza como si tratara de quitar aquellas ideas de su mente. Mierda, claro que no. Ike no le iba a servir de nada ahora. Kurosawa estaba molesta con él. Muy enojada.

No dijo nada. Simplemente se alejó del puesto en dirección a la orilla del río. Pasaría el puente y regresaría a casa.

 

Akiko Brooks

Aquel día amanecí con una única cosa en mi cabeza, algo que me tuvo distraída (para variar últimamente) toda la mañana: lo que hablé con Igor e Isander. Podía obtener fuerza para mí y para mi Persona si establecía vínculos con otra gente, ¿no? Y necesitaba esa fuerza. Porque lo único que buscaba en aquellos momentos era salvar a Sayuri y ayudar a Daisuke: ese era mi objetivo. Y para eso necesitaba ser fuerte, y para eso... bueno, estaba claro que debía conocer nuevas personas que me ayudasen a fortalecer a ese "otro yo" mío.

... ahí estaba la parte difícil, sin embargo. En interactuar con nuevas personas.

Al terminar el instituto, me encontré caminando por el Río Hanazawa, distraída. Pensando en toda esta situación, que seguía siendo surrealista aunque ya la estuviese empezando a interiorizar en mi cotidianiedad. De hecho, era curioso, pues todo lo de "Arcadia", las Personas, Igor, los Tricksters y demás estaba sirviéndome como distracción, como manera de expulsar estrés y de distraerme. Si bien la tensión social seguía siendo parte de mi día a día, tener la certeza de que existe un mundo paralelo en el que hay monstruos y que yo era una de las pocas que podía luchar contra ellos, y que haciendo eso podía salvar a gente... era atrayante, en cierto sentido. Me hacía sentir bien. Me hacía pensar en otras cosas. Me hacía... sentirme viva, en cierto modo.

Y así, sin comerlo ni beberlo, pam. Me había plantado sin darme ni cuenta en el puesto de pesca. Me sonrojé al ver que estaba en la puerta, y recordé a aquel muchacho encargado del mismo. ¡M-Mierda, si me veía, sería una situación muy rara! ¿Qué demonios hacía ahí? ¿Por qué era tan distraída...?

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Kaito quiero hablar con el mushasho :0 Pero la niña es así hijo (?) Espero que esto valga para iniciar la conversación