One-shot de Pokémon - ¡Yo voy a capturarte!

Contenido oculto: Nota de la autora + Link a un video

Hola JAJAJAJAJA lo siento, por adelantado.
No se qué hago sintiéndome inspirada por mi adorado juego de Pokemon Y para hacer esto (?)
Me inspiré más o menos en la canción titulada "Plan Perfecto" de Los Claxons.
Así que dejo ahí el link a la canción por si la quieren escuchar (?)
Me hubiera gustado que este valentín fuera un poco más largo (?)

—Tengo el plan perfecto para esta Master Ball— dijo la vivaz entrenadora Carrie.

Había leído y escuchado las historias sobre cómo hubo entrenadores que aprovecharon la oportunidad que la vida les dio cuando obtuvieron una rara y valiosa Master Ball, dándole un uso digno e importante consiguiendo atrapar un pokemon místico o incluso legendario; pero Carrie era una joven prometedora de 15 años de edad que, después de cumplir el sueño improbable de convertirse en campeona de Kalos, tenía otra clase de prioridades.

—¡Apuesto a que puedo adivinar!— exclamó Xana, emocionada, desentonando entre las vibras confundidas que emanaban de los otros miembros del grupo que se había reunido en un café a charlar. —Irás a por Absol, ¿no?

—¿Absol?— Trovato estaba un tanto perplejo. —¿El pokemon catástrofe?

—Más bien el pokemon incomprendido— suspiró Carrie con cierta tristeza.

—Kalm, ¿que no tienes tú un Absol?— preguntó Benigno volteando a ver a Kalm.

—Claro— contestó Kalm, mirando escéptico a Carrie. —Lo capturé sin problema en la Ruta 8 de Kalos Costa. Con una Poke Ball. ¿Por qué querrías usar la Master Ball en Absol?

—P-pues…— Carrie se sonrojó un poco. —Porque adoro a Absol— dijo simplemente, encogiéndose de hombros. —Y he intentado literalmente con cualquier otro tipo de bola, durmiéndolo, paralizándolo, congelándolo. Decidí que tenía que parar cuando me di cuenta de todos a los que había debilitado tratando desesperadamente de capturar uno.

—Aww, Carrie…— conmovida, Xana la rodeó con un brazo.

—Pero ahora, tengo una Master Ball, a la cual no podría darle mejor uso— sonrió Carrie.

—Pero, ¿qué hay de la posibilidad de encontrar un legendario?— preguntó Trovato.

—Creo que mi suerte se agotó con la exitosa captura de Yveltal y al ganar la liga.

—Yo lo entiendo— intervino Benigno. —Los Absol son majestuosos y ágiles.

—¡¡Lo son!!— Carrie volvió a sonreír emocionada. —Siempre me lo han parecido…

—¿Y no has pensado en la posibilidad de que tal vez no exista la química entre pokemon y entrenador?— preguntó Kalm.

Carrie se quedó muda y bajó la mirada. La verdad era que sí lo había pensado, pero no quería aceptar la posibilidad. No quería acabar como una pequeña niña animada aferrada a tener una mascota que no quería estar ni siquiera en la misma habitación que ella.

Vio de reojo como Xana le daba un codazo a Kalm y se sintió aún más avergonzada.

Pero luego respiró hondo y se puso de pie, volviendo a sonreír con confianza y esperanza.

—Retiro lo dicho— empezó a decir. —Creo que si Yveltal me consideró digna para ser su entrenadora, y que si a pesar de mi personalidad aniñada e inexperiencia pude llegar a ser campeona en menos de un año, puedo hacer lo que sea. Hacer lo que quiera. Lo que me proponga. Y eso incluye capturar un pokemon en específico, por los medios necesarios.

Y así como así, decidida, Carrie salió a paso tranquilo del café, caminando hacia el norte de Ciudad Luminalia en busca de un lugar despejado para sacar a Yveltal de su Poke Ball y alzarse al vuelo. “Debería pasarme por Ciudad Relieve antes de ir a la Ruta 8” pensó y fue exactamente lo que hizo. Pensó que no perdía nada con comprar más Poke Balls, de todo tipo, y volverlo a intentar; pero luego recordó tantos intentos fallidos y desistió de la idea. En su lugar, compraría pociones, repelentes y cuerdas, sólo porque no tenía nada de eso en su mochila en el momento, porque no ocupaba nada de eso realmente para su misión.

Llegó a Ciudad Relieve, entró al Centro Pokemon, hizo sus compras y se dirigió a la Ruta 8.

Le tomó más de una hora entre Spoinks, Sevipers, Mienfoos y Driffloons, pero lo logró.

Un Absol le bloqueó el paso.

“Capturará a cualquier pokemon sin importar el nivel, los PS o problemas de estado que posea” recordó Carrie, dudando por apenas cinco segundos, que parecieron eternos hasta que finalmente lanzó la Master Ball en dirección hacia Absol, sin siquiera atacarlo una vez.

La Master Ball se tambaleó una vez.

Se tambaleó dos veces.

Tres veces.

Hasta que dejó de tambalearse y sonaron trompetas victoriosas en la mente de Carrie.