¡Bienvenidos a FanficsDead! El lugar de los muertos. Este juego es bastante sencillo y constará de lo siguiente: Antes que nada quiero decir que será un rol al mejor estilo mariposa: esto quiero decir que al final de cada interacción que pondré les dejaré una serie de opciones personales que deberán escojer y marcar el camino de sus personajes. También quiero decir que no hace ficha ni nada parecido, ya que cada inscrito jugará su propio papel (y pellejo) en la historia. El foro Fanficslandia está en pleno festival por Halloween, y muchos niños (y adultos) están disfrazados y con la misión de tener más dulces que ninguno. Pero la fuerza policial no descansa, tampoco los bomberos y ni decir los civiles que prefieren tomarse una cerveza en un bar a perder tiempo en tonterías. Es por eso que los usuarios podrán optar por los siguientes puestos para la historia: Policias (solo habrá 3 vacantes) Bomberos (solo habrá 2 vacantes) Civiles (solo habrá 3 vacantes) Soldados (solo habrá 3 vacantes) Espero que se inscriban (con su puesto) y empezamos esta historia que los llevará a una muerte segura :)
Suena interesante... 1 - El Calabazo, Bombero. Dejare mi puesto a la Gran Calabaza y su suerte uwu/ PD: Yáahl Liza White Gigavehl ¿Sale rol de nosotros mismos? NO ME DEJEN SOLO :C
Ow, un bad ending asegurado... ¡Me encanta! Me anoto 1 - El Calabazo, Bombero. 2 - Lucario Gigavehl - Bombero. P.D: si es lo que creo no dudes que ambas lo acepten sin pensarlo dos veces e.e
Tengo que responder en un chingo de roles, pero bueno (?) 1. Calabazo. Bombero. 2. Gigavehl. Bombero. 3. almiok. Soldado. 4. Yáahl. Policía (seems logic). Hasta ahora veo que debí tirar dado sin contar a los bomberos but ok (?)
Welp, si el Talco's Crew está dentro no puedo decir que no. 1. Calabazo. Bombero. 2. Gigavehl. Bombero. 3. almiok. Soldado. 4. Yáahl. Policía. 5. Liza White. Civil.
Voy a etiquetar más gente. Luix Mori Morde InunoTaisho Meowffin cualquier interesado estamos esperando! :)
Diablos me han descubierto espiando el tema D: (?) Bueno bueno, voy a intentar. Yo no se hacer esa lista al azar, pero voy a jugar tateti y seré... 1. Calabazo. Bombero. 2. Gigavehl. Bombero. 3. almiok. Soldado. 4. Yáahl. Policía. 5. Liza White. Civil. 6. Kurone. Policía. 7. Luix. Soldado. Uhm... ¿Un soldado? Bueno ya veremos que hace este soldado uwu
1. Calabazo. Bombero. 2. Gigavehl. Bombero. 3. almiok. Soldado. 4. Yáahl. Policía. 5. Liza White. Civil. 6. Kurone. Policía. 7. Luix. Soldado. 8. Gigi Blanche. Civil.
almiok Luix (LOS SOLDADOS DE FANFICSDEAD) —¡En formación! ¡Formación, maldita sea! Los gritos del general eran sonoros e increíbles. Realmente increíble que su vozarrón aún resonara en los tímpanos de los soldados que huían o eran devorados por la masa de caníbales que avanzaban desde la papelera hasta la comunidad. El ejército había sido superado, diezmado por esas cosas, que nadie tenía muy en claro de dónde habían salido. —¡Muévete, hombre! —Luix salvó la vida de Almiok al empujarlo hacia atrás justo cuando uno de esos feos bastardos casi le mordía la pantorrilla. Almiok volvió a la realidad tras eso, disparando a cuerpos que seguían avanzando no importara qué cosas les tiraran. Luix se arrodillo y preparó un misil guiado por mira láser. Disparó a un grupo de caníbales y éstos explotaron en fuegos artificiales. —Si nos quedamos morimos. ¡Si nos quedamos morimos! —gritó alguien antes de ser devorado. La valla de hombres fue superada en número por un enemigo que no se rendía ante nada. —Tenemos que salir de aquí. —Luix tomó del hombro a Almiok y ambos esprintaron lejos de las calles, oyendo los últimos disparos de sus compatriotas que murieron en vano, sin saber contra qué se enfrentaban en realidad y sin saber como superarlo. Ambos tomaron un callejón y se detuvieron a recuperar el aliento. Almiok tomó la radio de su hombro izquierdo. —Aquí equipo Fanfic. Repito, aquí equipo Fanfic. ¿Me copian? Cambio. La radio captó una transmisión. —¡Te tomo, Fanfic! Estamos rodeados... son... son MONSTRUOS... pudimos escapar con Nekita, estamos intentando llegar a los vehículos pero creo que hay perros también, son rápidos... ¡MIERDA AUDITORE, A LA DERECH-! —Creo que los perdimos... —sentenció Luix y miró en ambas direcciones. —No podemos quedarnos aquí, nos pueden rodear. Tenemos que subir a un coche y avisar a la comunidad antes de que sea demasiado tarde. Antes de que estas cosas... lleguen ahí a devorar todo. —Tengo las llaves del jeep de la unidad. Podemos intentar ir hasta ahí... Los soldados pensaron unos segundos antes de moverse... Opciones 1) Ir hasta el jeep de la unidad Fanfic (Puede ir uno o ambos) 2) Intentar buscar más compañeros (Puede ir uno o ambos) 3) Dar una transmisión a las radios locales de la comunidad, tanto para policías como para bomberos. (Uno solo) 4) Investigar los edificios cercanos (Puede ir uno o ambos) Gigavehl El Calabazo (LOS BOMBEROS DE FANFICSDEAD) —Arriba niñatos, que salimos de emergencia. —anunció el jefe de operativos, calzando su enorme bigote debajo de su nariz y su traje amarillo ya colocado. La estación comenzó a ponerse loca, la sirena sonaba e inundaba todo del color característico rojo; muchos hombres y mujeres, veteranos, salían vestidos y se posicionaban en los camiones. Calabazo y Gigavehl fueron los últimos en asumir posiciones en el primer camión que salió echando leches con la sirena reventando tímpanos. —¿Qué es esta vez? —preguntó Gigavehl colocándose los guantes. —¿Un gato u otro usuario VIP encerrado en un ascensor con una usuaria newbie? —Espero que sea el gato, chaval. Ya estoy harto de ver los genitales de los vips. Como curran con ese puto nick. —comentó Calabazo. —La alarma viene del foro Cine: al parecer un perro mordió a una señora. —contestó el jefe de operativos. —El portero dió alarma y nos llamó. Por suerte el edificio está vacío de críos, demosle gracias a Halloween por eso. El camión pasó por toda velocidad por la avenida de bares: dejando atrás los restaurantes y bares de copas. Muchos monstruos se detenían a observar el camión bombero y particularmente una momia saludó a los efectivos del interior. Calabazo les respondió desde dentro, mirando por la ventanilla. —Pero que monada, ¿no? No recuerdo en qué momento dejé de pedir dulces para servir a la sociedad. —Me preocupan más las pirañas, Calabazo. Además de niño querías ser bombero, ¿no? —En realidad quería ser gigolo, pero bueno. —A callar y a poner orden. Calabazo, Gigavehl. Somos los primeros, andando. El camión se detuvo frente la acera del edificio y todos los bomberos saltaron al exterior. El jefe comenzó a ladrar órdenes, señalando un punto y otro. El portero, y muchos inquilinos del edificio, se acercaron rápidamente a dar explicaciones de los hechos. —El perro casi se come a la señora. Pude encerrarlo en el cuarto de mantenimiento pero no nos atrevimos a estar más tiempo. Parecía... con rabia. —¿Y la señora? ¿Dónde se encuentra? —En el sótano: estaba abriendo el locker de su piso para sacar algún disfraz para sus nietos. Están todos muy alterados, señor. —Tranquilo. ¡Gigavehl! El aludido llegó corriendo a su encuentro. —Quiero que vayas con Calabazo y traigan a esa señora aquí mismo en cuestión de minutos. Si ven el perro no lo duden, denle mierda para apartarlo. Si esta rabioso no hay mucho que hacerle. Nosotros abriremos un perímetro aquí. —Sí, señor. Gigavehl esprintó hasta la posición de su camarada y ambos se pusieron en marcha. El primero con un hacha en sus dos manos y el segundo con la linterna. Ingresaron al edificio Cine y bajaron las escaleras hacia el sótano. La luz parpadeaba y amenazaba con apagarse, por lo que Calabazo prendió la luz y ambos bajaron tranquilamente. El silencio era sepulcral, interrumpido por sus respiraciones tras las máscaras. —¿Entonces el perro está encerrado, no? —Eso dijo el portero, Giga. Pero si lo ves no dudes en usar eso que tienes ahí. El sótano era amplio, lleno de cajas usadas y contenedores vacíos. El olor a humedad era notorio pero con sus máscaras no se percatan de ello. Caminan lentamente y ven la puerta de mantenimiento cerrada y un pequeño rastro de sangre. El haz de luz de Calabazo encuentra la figura de la señora, tumbada contra la pared, con la cabeza lánguida colgando sobre su pecho. Una fea mordida de perro le había arrancado casi la rodilla de su pierna derecha. —No entiendo. Hay sangre ahí... ¿eso significa que la señora se movió de posición? —Lo normal. Seguro perdió mucha sangre. Anda, acerquémonos. Opciones para ambos 1) Comprobar signos vitales de la señora (tienen que decidir quién lo hace y el otro mirará) 2) Comprobar signos vitales de la señora y busca de botiquín. (tienen que decidir quién busca el botiquín y quién cotntrola las pulsaciones) 3) Alzar a la señora entre ambos y llevarla escalera arriba. 4) Comprobar puerta de mantenimiento (Tienen que decidir quién lo hace) Liza White Gigi Blanche (LAS CIVILES DE FANFICSDEAD) Gigi Blanche nunca le habían gustado mucho los bares concurridos y esta estación del año, esta época de calabazas y dulces, le venía como anillo al dedo. Por que podía escuchar la música tranquilamente, bebiendo una cerveza con un bocadillo mientras dejaba atrás sus problemas al menos por unos minutos. El bar estaba casi desolado a excepción del hombre tras la barra, la camarera y otra chica que conocía del foro por nombre más nunca había cruzado palabra alguna. Liza White bebía un café mientras leía el periódico de ayer. "Qué bonita", fueron sus pensamientos automáticos; con sus gafas, su pelo recogido y su simpleza de café y un periódico viejo. Gigi no era nueva en el foro pero tampoco es que tuviera mucha relación con la gente, no se encontraba mucho en la sociedad y prefería la soledad. Liza White apenas reparó en Gigi Blanche. Solo levantó la vista del periódico cuando escuchó las sirenas de los camiones de bomberos y vio pasar el haz de luz roja por la calle que daba a su ventana. "Qué prisa, vaya". Y entonces sus miradas se cruzaron; los ojos sobre el periódico y los ojos sobre la cerveza. Fueron tres segundos, quizá cuatro... pero parecieron eternos. Liza sonrió y asintió en su dirección, Gigi se sonrojó y desvió la vista. —Pon la televisión, Morde. Quiero ver si las noticias dicen algo de los bomberos. Pobres chicos, ir a estas horas... Morde obedeció y prendió la televisión pero el canal de noticias solo afirmaba que Halloween era un total éxito en la comunidad de Fanficslandia. Muchos niños, vestidos de fantasmas, vampiros y lunáticos depredadores sexuales, corrían contentos con sus cestos de dulces. "Y en otras noticias, los soldados de la comunidad abrieron un comunicado de cuarentena máxima. Estamos investigando si es alguna broma sobre la festividad de esta noche o si es en serio, pero el cuartel no atiende a nuestras llamadas por lo que creemos que los soldados, que nos protegen día y noche, se prestaron a la broma de los muertos..." —¿Broma de muertos? —Liza arqueó una ceja. —¿Qué era esa noticia, Reual? —Yo que sé. Ya sabes, televisión basura que consumimos desde siempre y para siempre. ¿Otro trago, Gigi? —No, gracias. Con este estoy bien. ¿Me traes la cuenta, porfa? Morde se acercó a la mesa de Gigi con el recibo y se lo entregó justo cuando un hombre ingresaba al bar abruptamente. Liza dió un respingo por la fuerza con la que abrió la puerta y el hedor que tenía encima. Arrugó la nariz despectivamente. —Que disfraz, amigo. ¿Algo para beber? Acá no hay caramelos y esas cosillas, pero sí cerveza fría. —Reual sonrió y se apoyó en la barra, admirando el traje del hombre. Y vaya traje que era: la mandíbula semi desgarrada, ojos blancos como si fuera un alma en pena, y unos gemidos escalofriantes si no fuera porque era Halloween. —¿Cerveza o vino? El hombre movió la cabeza de derecha a izquierda y miró a Liza, luego a Morde y a Gigi. Finalmente volvió a mirar a Reual. Gimió y se acercó lentamente hasta la barra y cuando la madera le hizo tope en el estómago, estiro los brazos como queriendo sujetar a Reual de los hombros. Éste río. —Eres gracioso, chaval. Pero aquí no estamos de coña, venga: ¿cerveza o vino? Que no tengo todo el puto dí-AAAAGGHHH —Reual comenzó a gritar cuando el hombre le sujetó del rostro y de un mordisco le arrancó la nariz y los labios. Morde reaccionó a tiempo y golpeó al hombre con una jarra de agua de vidrio; el golpe hizo que el cristal se haga añicos pero el golpe funcionó, logró liberar a su jefe del ataque. —¡Oh dios mio! ¡Oh dios mio! No te muevas, no te toques, oh dios. ¡Voy a llamar a la policía! —NnnnnNNnnNnn.... —Reual se sujetaba la cara con un trapo blanco que no tardó en volverse carmesí. Se sentó detrás de la barra y quedó en shock por el dolor y la sorpresa del momento. Gigi Blanche se había puesto de pie en el primer momento en que el chaval loco había atacado al jefe de la barra del bar. Sus pulsaciones se aceleraron pero no se podía mover, estaba congelada, atornillada en el lugar. También estaba en shock. Dio un respingo cuando unas manos le tocaron los hombros y casi le da un puñetazo a Liza White que estaba su lado, intentando tranquilizarla. —¿Estás bien? Tranquila... Morde llamó a la policía y no tardarán en venir, ya verás. —tragó saliva con fuerza, mirando al hombre que aún no se levantaba; había caído al suelo como un muñeco descoyuntado. —Ven, toma agua que yo también la necesito. A las mujeres les temblaban las manos, las piernas y las emociones: Morde volvió del despacho de Reual. —Ya llamé a la policía pero los idiotas pensaban que era una broma. Dios mio, dios mio... Reual había dejado de moverse y había quedado en silencio, probablemente inconsciente. Opciones 1) Salir del bar (cruzar la puerta de salida, donde se encuentra el chaval tumbado. Decir quién lo hará, pueden salir las dos) 2) Esperar a la policía (decir quién lo hace, pueden esperar las dos) 3) Comprobar signos vitales de Reual (decir quién lo hace, solo una) Kurone Yáahl (LOS POLICÍAS DE FANFICSDEAD) La comisaría era un caos, literalmente. Llamadas sobre desapariciones, perros rabiosos, gente caníbal; todo un puto filme de Tarantino. Y cuando la llamada de "Charla de Cafés" provino de una angustiada Morde, Yaáhl pensó que era el colmo. —Señorita que esto es la policía y no estamos para atender bromas. Le digo que la llamada está siendo grabada y tendrá grandes consecuencias por hacernos perder el tiempo. —y colgó de mala gana antes de tallarse el rostro con ambas manos. —¡Que no, señora! ¡Que deben ser unos críos buscando unos dulces, nada más! —Kurone le gritó al teléfono sobre su oreja. —Estamos en Halloween; es normal que den miedo, ahí está el chiste. Sí... sí... vale. Solo abra la puerta, dele unos dulces y estos caníbales se irán contentos y llenos de azúcar. Sí, claro. Un placer, adiós. —colgó el teléfono. —Dios mío... ¿cuantas llamadas van? —Unas 27. Realmente un horror, nos han estado liando toda la noche. Creo que será mejor poner el contestador automático y listo, a tomar por culo. —dijo Yaáhl mientras se levantaba a prepararse un café. —Hazme uno a mí, porfa. Uno cargado. Solo Kurone, Yaáhl y rapuma estaban de servicio esa noche, como todas las otras noches en esa época del año. Una noche sumamente tranquila donde había alguna que otra llamada esporádico de niños pidiendo dulces y nada más. Esa noche había sido casi un desquicio. —¿Y dónde está rapuma a todo esto? —preguntó Kurone, masticando un lápiz. —Que acá estoy, che. ¿Caníbales o vampiros? ¿cuál es el tema de esta noche? —Caníbales y perros rabiosos. Esta gente no pierde la imaginación. —dijo Yaáhl llevando el café al escritorio de Kurone y bebiendo el suyo propio. —¿Sales de guardia, rapu? rapuma tomó las llaves del coche y las guardó en el bolsillo trasero. —Sep. Me toca. Una patrulla pequeña y listo, nada para estresarse. Ver si puedo ligar un dulce o algo. ¿Big Mac como siempre, chicas? —Sin mayonesa para mí. —Kurone alzó la mano. —Como siempre. —Adiós. —rapuma abrió la puerta de la comisaria y en ése momento un perro le saltó en el pecho derribándolo y mordiéndole la yugular. Fue todo tan explosivo que las dos mujeres tardaron en reaccionar; desenfundaron sus pistolas y acertaron al animal que cayó abatido con prontitud. Kurone saltó un escritorio y se arrodilló al lado de rapuma, que tosía y apretaba sus puños; la sangre le salía a chorros. —Es la arteria, joder. Es la arteria, joder. —Calma, no te vengas abajo, Kurone. Cierra la puta puerta con llave y llevemos a rapu abajo, a la enfermería. Kurone afirmó y caminó con torpeza a la puerta, buscando la llave; sus dedos temblaban y no lograba acertar en el cerrojo... hasta que pudo cerrarla, dándole dos vueltas de llave. Luego volvió corriendo al lugar, viendo como Yaáhl sujetaba por la nuca a rapuma. —Lo perdemos, Kuro. Lo perdemos, mierda. Rapu. ¿Rapu? ¡Rapu! rapuma murió en ese instante, con los ojos bien abiertos y la sangre brotando de la arteria del cuello, manchando de sangre los uniformes de las féminas, como también sus manos. —Oh dios... ¿qué rayos es esa cosa? —no habían prestado atención al perro que había matado a su compañero. Fueron a comprobarlo con la pistola en alto: era un doberman adulto, y aparte de los disparos en su cuerpo, poseía otras heridas, sangre brotaba de sus ojos y el lateral izquierdo tenía la piel desprendida y se le veían los músculos de las patas traseras. —Ni puta idea... —¿Todas las llamadas eran reales? Cielos santo... la última llamada, de Charlas de Café... Ambas mujeres se miraron y luego miraron el cuerpo de rapuma. Opciones 1) Llevar el cuerpo de rapuma a la enfermería (Puede hacerlo una o entre ambas) 2) Sacar las llaves del vehículo e ir a Charlas de Café por la llamada de auxilio de Morde (Puede ir una o ambas) 3) Fortificar la comisaria con tablones (Tienen que hacerlo entre las dos si o si) 4) Llamar al ejercito y avisar la situación (Puede hacerlo una)
Contenido oculto No se porque, pero me da gusto verme así de buen soldado (?) almiok ¿Cual piensas que es mejor opción? ¿Juntos? ¿Separados? ¿O sólo uno de nosotros?
Yáahl. Mi mirada pasaba del perro al cuerpo de mi compañero y del cuerpo a mis manos llenas de sangre ajena. Sentí como mi estómago se volvía al revés y tuve que levantarme a tropezones, para vomitar en la cesta de la basura el diminuto trago de café que me había echado antes de que todo pasara. ¿Cuántas veces había tenido las manos manchadas de sangre ajena? Varias, pero esta vez era diferente, porque era nuestro compañero, porque era rapuma quien siempre se ofrecía a traer comida para nosotras cuando terminaba su guardia y ahora... ahora un maldito perro infernal le había arrancado la yugular. ¿Y ahora qué? El cuerpo... No tenía caso moverlo, ¿cierto? Estaba muerto, rapu estaba muerto. El mundo daba vueltas a mi alrededor y tuve que sujetarme de uno de los escritorios para ponerme de pie. ¿Llamar al ejército? Suponiendo que no lo supieran de antemano. ¿Encerrarnos aquí? No. Nuestro deber es proteger las calles, ¿no? ¿No? Tragué grueso. —Kuro. —La llamé, con un hilo de voz, clavando mi vista en ella—. La llamada, los civiles, rapu... Escucho sugerencias. Contenido oculto Me hace toda la gracia poner mi nick de título y aunque sé que no es necesario, lo hago porque cuando leo los post de roles a veces ni leo quién posteó y me confundo sin el título (???)
Contenido oculto: discusión mientras cargo el arma Interesante cuestion Luix Si estamos cerca de la horda el inspeccionar edificios en mala idea, y el aviso de radio puede no ser tomado seriamente. En este caso seria buna idea encontrar más carne de cañón (cof cof compañeros) o ir hasta el jeep.
Gigavehl —Espera...—. Le dije a Calabazo antes de que avanzara más. —Esto no me gusta. Haber, sólo piénsalo un momento. ¿Como se pudo mover si estaba grave? De acuerdo estaba agonizando. Pero si el perro ya está contenido no le veo la gracia que se arrastrará sin mas hacia una pared en lugar del botiquín que esta ahí —señale hacia la otra pared —Ademas, veo que la puerta esta abierta. ¿Que si el perro sigue por aquí? Lo mejor será verificar el perímetro. Tan sólo mirala, esta hecha mierda y dudo en serio que esté con vida. Tan sólo imagina que mientras la cargamos el perro se nos viene encima. Yo que tu verificaría la puerta primero. Sé que esta mal, pero el punto es estar lo mejor posibles. ¿Que opinas? Mi tensión era palpable, hace no mucho que llego a esta metrópoli y ahora ocurre algo como esto... ¿Que está pasando?
Luix. Tomé la libertad de observar el panorama con tranquilidad, tras un análisis diminutivo de nuestras pocas posiblemente opciones, volteé nuevamente a Almiok. Cruzamos miradas seguros de que ambos éramos comprensivos a las alternativas. Hice un leve vaivén de cabeza, si ambos seguíamos indecisos y tiesos, seguramente no íbamos a vivir lo suficiente. Me cuestionaba todo movimiento, anhelaba encontrar a otro compañero para incrementar el número, pero siendo dos soldados no sería muy bueno si algo nos sucedía en este preciso instante. — ¿Vamos?— expuse con una sonrisa cálida, señalando aquellas llaves que sostenía en sus manos, aguardando por su respuesta. Contenido oculto: Prosigue la discusión almiok ¿Tu decides pues? Confirma o declina (?) Y creo que la idea de Yáahl es buena, así yo se que digo (?)
No habíamos terminado de bajar cuando Gigah de repente me paró en seco antes de terminar de avanzar hacia la señora lastimada para comentarme sus inquietudes. El chico era nuevo en este pandemonio, pero estaba seguro que unos meses mas y se acostumbraría a las locuras de la ciudad y con suerte, no acabaría tan loco como el resto, eso esperaba al menos. — A ver Gigah, que ya te he dicho que somos bomberos, nuestra misión es estafar usuarios VIP en situaciones muy vergonzosas, vernos genial... y también apagar incendios y quizás hacer de paramedicos en emergencias, creo que leí algo de eso durante el entrenamiento en la academia. — Y hablando del bicho rabioso... ¿No se te hace complicado matar a un perro?... digo, tú eres uno... o algo así. Metele con el hacha de rescate en toda la cabeza si nos salta encima el caniche, confió en ti, cualquier cosa te demando si el perro me ataca, pero confió en ti. Volteaba de un lado a otro para señalar a la señora y a la puerta de mantenimiento, decidiendo en voz baja gracias al "De tin marín, dedo pingüé" cuando luego de alterar los resultados de forma muy profesional... decidí ir a comprobar la puerta de mantenimiento en lugar de acercarme a la mujer herida. — Gigah... cubreme la espalda. Y por favor, por favor no vayas a fallar si ves al perro.
Gigavehl - Bombero —Huh... Cierto. Lo siento, ya ves que de momentos me desbordo—. Dije mirando a un lado por un momento. —Jujuju como cuando a Insane la hicimos ver mal en aquél juego de lotería al darle un panel "súper explosivo" —me río un momento, aunque después me aclaro la garganta— pero bueno. Es una lástima que no pueda hacer ciertas cosas... . . . como sea. Te cubro la espalda—levante una ceja al escuchar que me demandaría... Bueno, igual me ha prometido muchas cosas y no me ha cumplido, aunque yo como buen compa lo dejo pasar. Supongo que solo es una loca noche más en este de por sí extraño sitio.
Gigi Blanche, civil Qué... carajo. Mi cerebro no podía realmente procesar lo que acababa de presenciar. Antes de notarlo, mis piernas habían reaccionado solas y me encontraba atónita, presenciado una escena de pesadilla, sin lograr mantener un hilo coherente de pensamientos. Lo único definitivo y tangible era la creciente sensación de peligro creciendo dentro de mi cuerpo, como un volcán a punto de erupcionar. Una mano en mi hombro logró estallar la bomba. El aire entró y salió de mis pulmones casi a presión y todo mi cuerpo dio un gran respingo, recuperando algo de calma al reconocer junto a mí el rostro de la chica que me había sonreído antes. Con cuidado, con miedo, mis ojos recorrieron la estancia más al detalle. La música seguía sonando pese a todo, aún se oían risas y coches a lo lejos. Los tubos de neón aún alumbraban las botellas de alcohol, las mesas aún llevaban las bebidas encima. Pero ese hombre... ese hombre había entrado y él... había... a Nathan... Tragué saliva, corrió densa por mi garganta áspera, y me barrí el flequillo del rostro; noté entonces cuán sudado estaba. Era frío y me incomodó en demasía. Aún no lograba regular mi respiración, pero busqué conservar la compostura para articular un par de palabras comprensibles. —Deberíamos... esperar, ¿supongo? —sopesé, insegura. No se lo decía a nadie en particular, pero miré entonces a Liza White—. ¿Estás bien? ¿Qué pensás? Contenido oculto Soy sho, así que voy a hablar en argentino bc reasons oh zi
Liza White [Civil] Aparté mi mano del hombro de la chica cuando me hube asegurado de que podía hablar a pesar del shock. Caminé sin pensarlo hacia la barra, y mis dedos temblorosos sostuvieron con esfuerzo dos vasos de agua. No supe en qué momento me acerqué hasta ella de vuelta para tenderle la bebida, mi cabeza parpadeaba de forma intermitente y mi cuerpo reaccionaba sin darle ninguna orden. Apenas era consciente de lo que hacía. Las piernas me temblaban y sentía que en cualquier momento dejarían de sostener mi cuerpo. —Estoy... Estoy bien, solo un poco mareada —intenté tranquilizarla, apoyando las manos sobre la mesa para sentir que tenía un sostén fiable. Bebí un poco de agua con cierta dificultad, buscando calmar los latidos desbocados de mi corazón. Tenía que evitar por todos los medios un ataque de ansiedad, necesitaba pensar con claridad—. Creo que esperar será lo más razonable, no quiero imaginarlo pero puede que haya más gente como... como él, allá afuera. Posé la mirada entonces en el hombre tumbado en el suelo gracias a la intervención de Morde. El hedor que emanaba y la sangre ajena que manchaba su cuerpo putrefacto me revolvió el estómago, provocándome arcadas. No fui capaz de mirar a Reual, al otro lado de la barra. El hecho de que no se moviese ni un ápice me hacía pensar lo peor, y tuve que contener las lágrimas de impotencia que se acumulaban en mis cuencas. ¿Qué se suponía que debíamos hacer? Para cuando viniese la ambulancia, Reual ya... —Confiemos en que la policía se crea nuestra llamada y esperemos —resolví entonces, en un intento por sonar segura de mis palabras. Intenté dirigirle una pequeña sonrisa, dándole un leve toque en el brazo—. Vamos a salir de esta.