Era el primer viernes de otoño del año. Llevaba escasos segundos jugueteando con un mechón de mi cabello rubio cuando tuve que regañarme a mí misma por estar haciendo nada. Mientras Miku y Luka se habían ido a casa temprano, y Meiko y Kaito se fueron justo a su hora de salida, Len y yo llevábamos una hora extra en el estudio de grabación. Le pedí que se quedara a ayudarme; es más útil un segundo par de oídos para juzgar el arduo trabajo de tu voz. —Rin, ¿podemos ir a casa?— se quejó Len, quitándome de las manos mis partituras. —¡No! No pienso irme hasta haber perfeccionado las notas— dije tomándolas de vuelta. —El productor te acaba de entregar esas partituras esta mañana. —Y si lo ha hecho es porque me cree capaz de darle vida a esta canción. —Estoy exhausto—dijo, alejándose hacia la salida. —Llámame cuando vayas de regreso. Y me dejó sola. ¿Qué se suponía que yo hiciera? ¿Admitir que por nada del mundo haría trabajo en casa durante el fin de semana, y que por lo tanto sabía que el productor estaría enfadado conmigo el lunes? No, porque Len simplemente me diría que estaba dispuesto a ayudarme el fin de semana siempre y cuando lo dejara descansar esa noche. Me rehusé. No podía irme de ese estudio de grabación hasta que no pudiera más porque no quería volver hasta el lunes “temprano”. Once de la noche y nadie en el estudio además de mí. Lo que me parecía genial, porque al menos eso me permitiría concentrarme al cien por ciento. Y sin embargo, después de una hora no me sentía en lo absoluto satisfecha con el resultado de mi práctica. Si Len hubiera estado conmigo me habría dicho que mi voz estaba simplemente agotada; pero me estaba tomando mis pequeños descansos cada que terminaba de ensayar la canción completa una vez, y también bebiendo agua en esos mismos descansos. —Espera, ¿ya pasó una hora?— me pregunté a mí misma, volteando a ver mi reloj. Entré en razón cuando me di cuenta de que era medianoche; lo que significaba que ya era sábado, lo que significaba que ya era fin de semana. Pero principalmente, ya era bastante tarde y debía regresar a casa. Me pareció muy extraño no tener ninguna llamada o algún mensaje de Len en mi celular. ¿Se habría quedado dormido? ¿No le preocupaba la hora a la que volviera? Clásico Len. —¿Huh? No tengo señal aunque ya salí del cuarto de grabación— me di cuenta después. Supuse que no era un detalle muy importante hasta que me dirigí a la puerta principal. —¿Está cerrada por fuera? Pero si yo me quedé con las llaves— exclamé, frustrada. Solía hablar en voz alta cuando me sentía estresada. Y cómo no estarlo: incluso si yo tenía las llaves del estudio, eran para abrir y cerrar por fuera, inútiles para abrir o cerrar por dentro. Y encima, sin señal telefónica no podía comunicarme con nadie para pedir ayuda. Supuse que no había más remedio que quedarme a dormir en el estudio: si Len ya estaba dormido y no me extrañaba aún, tendría que darse cuenta de mi ausencia al despertar e ir a buscarme. Afortunadamente teníamos un cuarto de enfermería con una cama de hospital. Jamás entendí por qué insistía tanto en una broma tan absurda, pero el productor nos dijo desde el primer día en el que llegamos a trabajar en el estudio que nunca debía de quedarse nadie solo en aquel cuarto de enfermería: aseguraba que el cuarto estaba “maldito”. Siempre que alguien se sentía mal y necesitaba medicina o descanso, se nos ordenaba entrar siempre acompañados; ya fuera por otro cantante o por el productor. Pero, de nuevo, ¿qué se suponía que hiciera? ¿Dormir en el suelo de la cabina de audio, habiendo una cama perfectamente disponible? Eso sonaba completamente estúpido. Entré al cuarto y me di cuenta de que se sentía un poco más frío que el resto del estudio; supuse que eso era lo normal, así como los hospitales también por alguna razón solían ser muy fríos. Era una habitación de tonos blancos, grises y celestes que olía a desinfectante. Las luces eran muy blancas también, pero parecía que los focos estaban a punto de fundirse. Encima de un pequeño lavabo había un espejo botiquín curiosamente sucio, como empañado, a pesar de que no había cambios de temperatura que pudieran provocar eso. Me senté en la cama con un suspiro que se convirtió en un bostezo. Me quité mis zapatos de interiores y me recosté, cubriéndome con la sábana y acurrucándome contra la dura almohada que prácticamente nunca se usaba. A pesar de ello, inmediatamente sentí los párpados pesados y quedé dormida. Tuve una pesadilla muy extraña: pude verme a mí misma recostada en aquella cama, como si fuera otra persona y estuviera flotando desde el techo de la habitación. Pero era de esas veces en las que no se siente como si fuera un sueño, por más ficticio que parezca. Entonces, mi cuerpo se levantó de la cama y caminó hacia el espejo, manteniendo los ojos cerrados como si fuera sonámbula. “¿Qué estás haciendo?” me oí a mí misma pensar, aunque mi intención era preguntárselo (preguntármelo) en voz alta, lo que no es muy extraño en sueños, pero no por eso deja de ser desesperante. A pesar de ello, no tuve que esperar mucho para recibir una respuesta; sin abrir en ningún momento los ojos, mi “yo despierta” desempañó el vidrio del espejo para luego abrirlo y echar una mirada al botiquín. Entonces, me di cuenta de que tal vez podía acercarme a ver también, y efectivamente lo hice. Flotando detrás de mi “yo despierta”, pude apreciar con toda claridad que dentro de aquel pequeño cajón había muchas cosas: medicamento para la tos, para la alergia, para el dolor de cabeza, para el dolor de estómago, gotas para los ojos, gotas para los oídos, curitas, vendas, veneno para ratas, alcohol etílico… … “¿…Veneno para ratas?” Y tan pronto ese pensamiento atravesó mi cabeza, mi “yo despierta” tomó esa botella en su mano y cerró de golpe el botiquín, por lo que pude ver su cara reflejada en el espejo y descubrir que finalmente había abierto los ojos. Pero éstos estaban completamente blancos. Esa imagen me hizo retroceder de golpe, hasta el punto en el que me estrellé contra la pared opuesta; lo que me dejó una sensación de dolor que se sintió exageradamente real. Tan real como de pronto empecé a imitar los movimientos de mi “yo despierta” una vez que me volteó a ver directamente a los ojos, casi como hipnotizándome; haciéndome alzar mi mano frente a mí al mismo tiempo que “ella” alzaba la botella de veneno para ratas frente a ella. Me sentía aterrada; pero era una pesadilla ¿o no? En cualquier momento despertaría. Y sin embargo, entré en mayor y mayor pánico conforme, lentamente, mi “yo despierta” fue acercando la botella hasta su boca. “¡No!” quise gritar, pero solo escuché la palabra retumbar dentro de mi cabeza. “¡No no no no no!” continué intentando pero no podía abrir mi boca, no podía mover mis brazos, no podía moverme en lo más mínimo. Solo pude separar mis labios al mismo tiempo que mi “yo despierta” los abría para beber el veneno, que en verdad pude sentir rozando mis labios, humedeciendo mi lengua, bajando por mi garganta, inmediatamente haciéndome sentir como si se me dificultara respirar y mi corazón se acelerara a mil por hora. Después, “ella” dejó caer el bote vacío al suelo, y yo volví a quedar paralizada, mientras “ella” empezaba a toser y tratar de hacer lo más parecido a gritar, cayendo de rodillas al suelo, con las manos como si trataran de agarrar del aire de la nada para poder respirar. Yo estaba sintiéndolo absolutamente todo; y entre todo aquello, sentí también ardientes y espesas lágrimas brotando de mis ojos y bajando por mis mejillas. Lágrimas que, cuando “ella” levantó la cara para mirarme por última vez, me di cuenta que eran de sangre. En milisegundos me di cuenta de que aquella no era una pesadilla, ya nunca más iba a despertar, y no volvería jamás a escucharse mi voz en aquel estudio de grabación.
Aunque en una parte me perdí, me ha dejado tremendo impacto visual tu escrito. Entonces ¿Rin no va a despertar? D: Le has tomado el papel muy bien, y ha sido una trama muy interesante, con un final que no me lo esperaba, y yo creía que iba a despertar e irse. Lo que refiere a gramática, sin duda esta bastante bien, lo único que puedo acotar al respecto, es lo que mencioné antes, que en un momento entre la Rin dormida y la despierta me llegué a confundir. Sin embargo se entiende bastante bien. Me ha gustado mucho tu trabajo. Saludos :D
Rin se murió (?) He de dejar en claro que definitivamente el horror no es mi fuerte -a pesar de que amo participar en las actividades de Halloween casi cada año- y supuse que la manera más efectiva de transmitir terror es matar a la protagonista (???) Entiendo que lo de la "yo despierta" fuera confuso: yo misma estaba perdida al escribir, pero pues, ahí quedó jaja. Muchas gracias por leerme <3
Si Rin no hubiera sido tan cabezota... Pero bueno, es una de las características con la que más la identifico, y eso me gusta. Me gusta como Rin se enfoca en lo importante, y no en historias sin más, yo hubiera estado muerta de miedo sin siquiera ir a la enfermería... Lástima que al final sí era verdad. Y respecto a la narracion, me a gustado y en mi caso fue agradable de leer, siento que lo entendí todo, hasta la parte de que al final Rin murió, así que se da a entender bien esa parte. Los escritos de horror son difíciles, las mayoria de las veces que me han dado miedo son cuando tienen un final abierto y no indagan mucho en los detalles, eso por parte personal mía. Eso no quita que no haya sido espeluznante, hasta trágico, la situacion tuvo que haber sido desesperadora para Rin. También me agrada como de a poco se fueron dando los acontecimientos, como el hecho de no tener señal para el teléfono justifica que Rin no haya obtenido respuesta de Len, tal vez este si la llamo, pero como las llamadas nunca llegaron... Lo peor será cuando encuentren a Rin al día siguiente y que la situacion parezca más obra suya que de un fantasma :( ¡Eso! A sido divertido de leer (mejor si no quedo paranoica) nos leemos~
Me sentí tentada a finalizar el escrito describiendo esa escena, pero no estaba segura de si debía hacerlo porque cambiaría de narrador a Len para un par de párrafos tal vez. O tendría que haberlo escrito en tercera persona, pero pensé que tendría “más impacto de horror” si lo hacía en primera persona. Gracias por leer ;w; <3