?татυајε lυиая?

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Mew Kaori, 18 Junio 2007.

  1.  
    Mew Kaori

    Mew Kaori Guest

    Título:
    ?татυајε lυиая?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2960
    •татυајε lυиая•

    Esta es una historia que hice en el verano y que realmente no sé como quedó más que nada por ello lo publico para que se diviertan un rato juju. Pues verán si ando viendo mucho El Rey León, aún cuando tengo quince creo que seguir manteniendo a tu niño interno no es malo, de hecho por eso me quieren tanto en el cole jujuju. Si soy algo rarita XD. Bueno se los dejó. Espero que les guste.

    X________________________________X

    Capitulo I: Adia de la Noche

    Medianoche en la sabana africana, en el fondo de una cueva en medio de un oasis perdido las leonas se preparaban para la casería nocturna, lentamente, y con el cuidado de no despertar a los cachorros, caminaron hacía la salida lideradas por una leona de aspecto sabio y audaz.

    -Madre...-escucharon tras ellas la voz de una adormilada criatura. La líder volteó con cuidado y con una sonrisa en su cara felina se fijó en una niña humana de mas o menos 11 años que, envuelta en un vestido rojo y un tatuaje en forma de luna en el hombro derecho y frotando sus manos contra sí, se acercó al grupo de leonas.

    -¿Kagome, hija, te despertamos?- preguntó sutilmente la leona líder.

    -no, me desperté solita hace un rato-respondió con una sonrisa-¿ya se van a cazar?-

    -si, pequeña-le respondió la leona.

    -¿puedo ir?-

    -no, aún eres muy joven para cazar-le respondió-tú tarea, por ahora, es cuidar a los cachorros-

    -si madre-

    -kagome, tranquila...ya verás que pronto podrás cazar con nosotras-acotó otra de las leonas con dulzura.

    -eso espero-respondió la chica- gracias Zanja-le respondió a la leona antes de despedirlas en la entrada de la cueva.

    -ve adentró-ordenó un león-te congelarás acá afuera-

    -si, papá-respondió la niña- ¿que no deberías estar cazando?-preguntó mientras se sentaba junto a él.

    -esta noche, no-le respondió mientras frotaba su cabeza con la de ella en forma de aprecio-hoy me quedaré a cuidarlos...ya, ve a descansar, es muy tarde-

    -jejeje, si papá-y con un cariñoso abrazo se despidió.

    Ya temprano sentía que alguien la molestaba.

    -¡levántate!-exclamó una cachorrita mientras tiraba del cabello de la niña-¡despiértate, kagome!-exclamó dándole un cabezazo.

    -¡auch!-exclamó la niña de repente. Se sobó entonces la cabeza y se incorporó en el suelo-no hagas eso Kiara- le reprochó.

    -¡prometiste que iríamos a la laguna!- exclamó la pequeña.

    -ya va...ya va...-le respondió mientras se desperezaba.

    Salieron de la cueva corriendo ante la mirada de las demás leonas y cachorros de la manada y, con una sonrisa, se lanzaron a una pequeña piscina de agua pura para lavarse.

    -delicioso- comento la cachorrita mientras se sacudía.

    -está mas helada de lo común-acotó la niña mientras estrujaba su cabello.

    -¿a donde van?-preguntó la líder a ambas.

    -vamos a la laguna mamá-respondió la cachorrita-¡Kagome me lo prometió!-

    -la laguna queda algo lejos-dijo con preocupación.

    -¡OH, vamos mamá!-

    -déjalas Raksha, tienen derecho a salir un rato-acotó el león

    -pero Ekiba...-

    -tranquila querida, estarán bien-

    -esta bien...ustedes ganan-

    -bien...-dijeron por lo bajo y dando media vuelta ambas salieron corriendo entre risas.

    -carrera- sugirió Kiara

    -de acuerdo...a la cuenta de tres...la ultima que llegué será un huevo podrido-

    -uno...-

    -...dos...-

    -¡tres!-exclamaron al unísono.

    Kagome tomó la delantera en una curva y, acelerando, llegó a la laguna y solo cuando sus pies tocaron el agua se detuvo.

    -¡gane!-exclamó-¡en tu cara!-grito hacia atrás esperando ver, al darse vuelta, a su hermana con la respiración entrecortada, pero...-¿Kiara?-pregunta acercándose a la orilla-¿Kiara, donde estas?-la llamó nuevamente y luego otra vez...ya se estaba asustando-¡Kiara, si esto es una broma...no es chistosa!-

    -¡hermana!-escuchó a lo lejos. Kagome hecho a correr hacia la voz.

    -Kiara...-susurró al ver a la pequeña sobre un extraño animal que hacía un estruendoso ruido.

    -¡hermana!-grito de nuevo, al ver lo cerca que se encontraba de alcanzarla.

    -un poco más...-se dijo esperando alcanzarla, pero...-

    -¡Kagome!-exclamó la pequeña al ver a la niña humana caer al suelo-¡Kagome!-grito de nuevo y el animal se alejó por completo con ella enzima.

    Sus pies estaban cansados y adoloridos cuando encontró el lugar donde se había llevado a su hermana. Los había estado siguiendo, o mejor dicho, había estado siguiendo las huellas de aquel animal hasta encontrar una gran cantidad de troncos acoplados con una abertura por donde se podía ver una enorme cantidad de "cuevas" extrañas.

    Salió del camión con el rifle en la mano.

    -¿tuvieron un buena caza?-preguntó un hombre de aspecto fiero.

    -pudimos atrapar un cachorro de león-respondió otro hombre de cabello color plata y ojos dorados-es perfecto para el nuevo circo-

    -pero ud. ya tenía un cachorro de león-

    -si, pero mi hijo menor lo adoptó, por así decirlo-

    -ya veo...-respondió-¿podría ver su nueva "adquisición"?-

    -OH, claro, como Ud. guste-respondió-está en la parte trasera de la camioneta-

    -gracias-

    -¿papá, haz visto a Akela?-preguntó un niño de 13 años de cejas pobladas, cabello plateado y tez morena, con los mismos ojos de aquel hombre.

    -no, hijo-respondió-pensé que estaba contigo, Inuyasha-

    -lo estaba...-respondió.

    -debe estar...-un grito desvió la atención de padre e hijo.

    -¿que sucede?-preguntó al acercarse al hombre con el que había estado conversando, tenía una expresión de autentico pánico.

    -ese...cachorro-dijo-Kiara...la hija de Ekiba, la manada norte-

    -¿que pasa con eso?-

    -es la manada en la que esta el "Adia de la noche"-tembló-una humana con instintos animales.

    -vaya...eres un exagerado Keshua-

    -Inu-Taisho- aunque no lo creas, esa niña es capaz de todo por su manada...especialmente por los cachorros-

    -no digas tonterías amigo-

    -una niña... ¿que podría hacer una niña?-preguntó Inuyasha.

    El pequeño león subió con dificultad a la parte trasera de la camioneta donde se encontraba la jaula que mantenía aprisionada a Kiara.

    -te atraparon...¿tu manada te dejó sola?-preguntó con desdén.

    -¡ellos no me abandonaron!-

    -¿entonces por que no están aquí?-

    -¡mi hermana, ni mi familia, me han dejado sola!-exclamó la cachorrita- vendrán por mi-

    -ya creo que no-

    -¡Akela, así que aquí estabas!-exclamó el niño peli-plateado.

    -sueña pequeña-dijo el león de mal humor antes de saltar a los brazos de su amigo.

    Un fuerte rugido alertó a los habitantes de la aldea, lo hombres tomaron sus armas, las mujeres y niños entraron a las cabañas y los cazadores se prepararon para atacar.

    -entra a la casa, Inuyasha-ordenó el padre.

    -me llevaré adentro al cachorro-dijo y rápidamente tomó la jaula y entro a la casa junto a Akela.

    El sol empezó ponerse y la tensión se hizo aun mayor. Un nuevo rugido alertó aun mas a los habitantes.

    -¡es mi hermana!-exclamó de un salto, la cachorrita.

    -¿que?-musitó el león.

    -te dije que vendría-respondió victoriosa.

    La silueta de la niña apareció en la aldea, estaba enojada.

    -¿una niña?-se preguntó el hombre de cabello plateado mientras bajaba el arma.

    Kagome se detuvo a olfatear el aire detectando rápidamente el aroma de su pequeña hermana, sin mas se acercó a los hombres armados con suma tranquilidad, caminó entre ellos siendo seguida por la mirada dorada de Inu-Taisho hasta llegar a una cabaña. Con una patada abrió la puerta y entro en ella mientras la seguía el hombre de cabello plateado. El aroma se acumuló en una habitación, ella sonrió y entró en ella.

    -Kiara...-susurró mientras entraba a la habitación.

    -¡hermana, sabía que vendrías!-

    La niña se arrodillo enfrente de la jaula y paso su mano entre los barrotes para acariciar la cabeza de la leona.

    -ábrela-dijo la niña a Inuyasha.

    -¿sabes hablar?-preguntó el niño.

    -ábrela-repitió.

    -ábrela Inuyasha-dijo repentinamente el padre mientras le arrojaba la llave a su hijo, lentamente este abrió la jaula y al retirar su mano...el pequeño roce entre el y ella hizo sacudir a ambos.

    Cuando la jaula se abrió la leona se abalanzó sobre su hermana y se frotó contra ella con dulzura, kagome le acarició y luego fijo su mirada en el hombre parada en el umbral de la puerta.

    -no quiero que se lleven de nuevo a uno de mi manada-ordenó-si lo hacen...se van a arrepentir-dijo y con tranquilidad avanzó hacia la salida.

    -Adia de la noche-dijo el hombre, la chica se detuvo

    -Kagome-respondió esta y siguió caminando.

    Ya era de noche, la manada debía estar preocupada, pensaba la niña mientras salía de la aldea.

    -¡espera!-exclamó el niño al alcanzarla, la niña volteó-¿por que estas con ellos?-

    -lo mismo...podría preguntarle al cachorro que llevas en tus brazos-respondió-él esta contigo por una razón, yo estoy con ellos por otra-respondió.

    -soy Inuyasha-

    -gracias por liberar a mi hermana, Inuyasha-dijo y se alejó con una sonrisa en los labios.

    Él sintió como sus mejillas ardían mientras observaba como ella se iba. Ojala pudiera verla de nuevo.

    -¡Kiara, Kagome!-exclamó Raksha al ver a sus "hijas" llegar a la guarida-¿donde estaban?...nos tenían preocupados-dijo antes de tomar al cachorro de los brazos de la niña.

    -¿Kagome te encuentras bien?-preguntó Ekiba, el león dominante, al ver a la humana algo delicada y decaída.

    -algo cansada-y cayó al suelo rendida.

    -¡sus pies!-exclamaron las leonas. Pequeñas ampollas y raspones, más de las habituales, habían en la planta de sus pies.

    -¿que sucedió?-

    -mi hermana se pasó persiguiendo a un animal extraño...-decía-...para rescatarme-

    Desde hace ya tiempo había vuelto a Londres, su ciudad natal, desde hace ya seis años y después del encuentro con esa niña que había vuelto y desde entonces los escasos momentos con ella no lo habían dejado dormir tranquilo.

    -no sé que le vez a ese lugar-comentó una mujer de tez pálida y ojos castaño oscuro algo frívolos de por sí; y su cabello era negro, lacio y largo, ella colmaba la habitación vivaz, pero algo desordenada, de un sentimiento alejado y frío de hielo.

    -ya te dije Kikyou...-contestó un hombre de cabello color plata y ojos dorados mientras se tomaba su larga cabellera en una cola alta-...me gusta África-

    -desde que volviste del viaje hace unos años ni siquiera te ha importado nuestro compromiso-

    -¿cuantas veces te he dicho que te quiero, pero como amiga?-le preguntó mientras buscaba una maleta-esa fue idea de nuestros padres, lo sabes...-

    -si, bueno...-replicó ella, su mano pasó sobre un cuaderno de dibujo, lo tomó entre sus manos y lo abrió-¿quien es ella?-preguntó molesta. Inuyasha, quien hasta entonces había estado guardando ropa, volteó a verla-¿quien es?-volvió a preguntar mostrando el retrato de una niña de cabello azabache como la noche y ojos chocolate tan expresivos como el mar de mas claras aguas y tan profundos como la noche. Abajo estaba la fecha 06 de Mayo de 2001.

    -pues ella es el Adia de la noche-respondió con tranquilidad.

    -está en todas las paginas-dijo enojada-¿donde la conociste?-

    -en África...cuando llegó a la aldea buscando a su hermana-contestó-los habitantes de allí la llaman el Adia de la noche aunque no sé por qué.

    -ah...ya veo por que llegaste tan distinto-dijo-te encandiló la niña ¿cierto?-

    -¿tendría eso algo de malo?-

    -¡claro que si, tu estas comprometido conmigo!-gritó furiosa-¡soy una muchacha de alta sociedad, pero tú te interesas por una salvaje!-

    -¡que vivan en un continente al que llamamos "Tercer Mundo", no significa que su gente sea salvaje!-gritó y luego salió con paso fuerte, sin antes haber tomado el cuaderno de las manos de Kikyou, teniendo la maleta en unos de sus brazos.

    Bajó las escaleras refunfuñando, escuchaba su nombre ser gritado por la muchacha, sin embargo, le restó importancia.

    -ya me voy-anunció a su familia, quienes desayunaban.

    -Inuyasha estas muy encima de...-acotó el padre antes de ser interrumpido.

    -¡no me interesa!-exclamó el susodicho-nunca me interesó casarme con alguien como ella...y lo sabes, ya no la soporto-dijo-voy a viajar por que necesito sacarme el peso que tú me impusiste, padre-dicho esto salió de la casona en donde vivían-vamos Akela, arriba-ordenó a un león de melena pardo rojiza.

    El león se estiró y con tranquilidad siguió a su dueño. Hacia años que esperaba este viaje y no iba a desperdiciarlo.

    Los pasajeros bajaron a empujones por la trampilla del barco acorazado, llevaban los rostros blancos y volteaban a ver si la criatura bajaba, preguntándose: ¿a quien demonios se le ocurrió dejar un león suelto en el barco? .

    -los asustaste un poco, Akela-mencionó al león quien le seguía mientras bajaban.

    Entre la multitud de caras extrañas, Inuyasha divisó una familiar, un joven de cabello ojos oscuros apoyado en la puerta de un yip lo esperaba, su mano se movía de un lado a otro, saludándolo, era inconfundible...era Miroku, su gran amigo.

    -¡Inuyasha, viejo amigo!-exclamó cuando el oji-dorado estuvo frente a él.

    -¿que tal Miroku?-contestó. Akela gruñó despechado.

    -¡OH, valla!-exclamó-¡Akela como haz crecido!-acarició la melena del león.

    -es todo un adulto-le dijo mientras se subía junto a su compañero de viaje en el yip.

    -¿y a que haz regresado exactamente?-preguntó Miroku con curiosidad.

    -busco a alguien...-su mano vagó dentro una mochila hasta encontrar el cuaderno de dibujo-busco a esta niña...-dijo mostrándole uno de sus tantos dibujos.

    El yip se detuvo en seco en medio de la sabana, un silencio incomodo azotó a ambos hombres. Miroku miraba el dibujo de una niña de cabello azabache y ojos chocolate rodeada de cachorros de león.

    -el Adia de la Noche-susurró-¿por qué buscas a Kagome?-preguntó reanudando la marcha del vehiculo.

    -necesito encontrarla-contestó cortante.

    -¡ay, amigo, contigo ya son mil!-sonrió.

    -¿que cosa?-

    -muchos turistas han llegado a la aldea, sabes-comentó-la mayoría de los hombres jóvenes que la han visto han quedado embobados con ella-su mano apretó mucho más el volante-Kagome se ha convertido en una mujer muy atractiva para cualquier hombre...a pesar de tener el instinto de una leona se a acercado a la aldea millones de veces para ayudarnos en época de sequía o cosas así-le explicó.

    -así que es muy popular entre los hombres-dijo algo molesto. Akela se levantó de repente y miró hacia el este.

    -detengámonos aquí-Miroku apagó el motor. El león bajo del yip al instante hasta llegar al borde de una roca.

    -¿por que?-

    -bájate y verás-Inuyasha obedeció, no cuestionó a su amigo, cosa no muy común, y se acercó a su compañero deslizándose sobre la roca.

    Allí, al lado de una laguna, se encontraba ella junto a una leona adulta. Kagome salió del agua y estrujó su cabello con delicadeza. El agua corría por su cuerpo formado, Miroku no bromeaba, Kagome ya era toda una mujer. Su cabello negro azabache seguía tan largo como cuando la conoció, sus ojos daban la impresión de ser un mar de dulce chocolate, sus labios eran una invitación grata, su cuerpo parecía haber sido moldeado perfectamente, su piel era una sábana tersa y suave, blanca a pesar de estar expuesta al sol de África. Realmente era un manjar tentador, pensó inmediatamente, de niña a mujer…toda una revelación.

    Entonces, y sin darse cuenta, ambos se miraron, ella los había detectado y los miraba con suma curiosidad,la leona se levantó y fue junto a ella, el viento sopló entonces con fuerza mientras ambos compañeros se ponían de pie, no tenía caso seguir recostados para que no los vieran. No sabía cuanto tiempo había pasado mirándola, se había detenido todo a su alrededor, pero el viento seguía ondeando sus cabellos, un momento mágico hasta que la chica se alejó junto a su acompañante.

    -¿Cómo sabías que ella estaría aquí?-preguntó mientras se sentaba.

    -ella siempre viene a esta hora- le contestó-Kagome es como una hermana para todos, aunque no la conocemos bien-

    -tienes razón…-

    -¿Qué cosa?-

    -es toda una mujer-

    Miroku sonrió ante aquel comentario. Su amigo miró a un costado y, con una sonrisa y los ojos perdidos en el horizonte, deseó volverla a ver. Akela miró el sol con añoranza antes de ver la aldea rodeada de grandes murallas de troncos.

    Continuará...
     
  2.  
    Bella-chan

    Bella-chan Fanático

    Capricornio
    Miembro desde:
    29 Enero 2007
    Mensajes:
    1,107
    Pluma de
    Escritora
    Re: •татυајε lυиая•

    hola!!! me ha gustado mucho, estoy clavada, ya quiero saber que sucedera, me gusto mucho la idea, es muy original!! una pregunta, ¿ellos hablan con los leones? es que no me quedo claro... bueno te cuidas besos bye!!
     
  3.  
    Mew Kaori

    Mew Kaori Guest

    Título:
    ?татυајε lυиая?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    76
    Re: •татυајε lυиая•

    Holas!!! gracias por el apoyo jejeje, bueno si ella habla con los leones, despues de todo a vivido practicamente toda su vida con ellos así que tiene que entenderlos de alguna manera y para dejarlos mas clarito dejé que los dialogos entre ellos pudieran leerse sin tener que especular cosas jajaja. Bueno seh esa idea de hablar con animales se puede ver en Tarzan y Los thomberrys...creo que así se escribia XD.
     
  4.  
    sukatinhas

    sukatinhas Guest

    Título:
    ?татυајε lυиая?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    31
    Re: •татυајε lυиая•

    holla
    estoy embobada por tu ff
    esta muy hermoso
    que hara inu en relacion a kag
    sera que se encuetraran de nuevo
    quiro mas
    conti pronto please
    besos
     
  5.  
    setsuna_san

    setsuna_san Guest

    Título:
    ?татυајε lυиая?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    15
    Re: •татυајε lυиая•

    jaja
    esta bien bueno el fics
    espero q lo continues mucho animo
     
  6.  
    Angela...

    Angela... Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    11 Octubre 2005
    Mensajes:
    136
    Pluma de
    Escritora
    Re: •татυајε lυиая•

    Kaori!!!!!!!!!!!!!!!!! me comentaste del fic, y aqui estoy!! me dejo con la boca abierta!!!!!!!!!!!!!!!!! no puedes no continuarlo eh! tienes que seguirlo, hasta el final, que ahora me dejaste con la curiosidad, y quiero saber como sigue... mira que si no voy hasta tu casa y te lo hago poner eh? (un poco dificil, pero bueno, todo por leerlo)
    Angela...
     
  7.  
    aNgelux

    aNgelux Usuario popular

    Aries
    Miembro desde:
    28 Enero 2007
    Mensajes:
    751
    Pluma de
    Escritora
    Re: •татυајε lυиая•

    esta muy bueno el ff espero la siguiente conty !! xd bye!!
     
  8.  
    Mew Kaori

    Mew Kaori Guest

    Título:
    ?татυајε lυиая?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1639
    Re: •татυајε lυиая•

    Capitulo II: ¿Acercamiento?

    -¡Inuyasha!-exclamó una joven de cabellos castaños mientras movía su mano derecha de un lado a otro en ademán de saludo-¡los estabamos esperando!-decía-preparé una cena deliciosa-

    -tanto tiempo sin verte, Sango-Inuyasha sonrió-¿donde está Kohaku?-

    -si...debe de estar con mi primo, jugando con los niños de la aldea-contestó-¡vamos ya empieza a oscurecer, entren!-simplemente asintieron.

    Cuando él había llamado había tomado por sorpresa a sus amigos, Sango y Miroku eran sus "grandes amigos de la infancia", siempre estuvieron con él.
    Hace mas o menos cuatro años y medio que vivían en África, ni si quiera entendía como habían logrado costearse el viaje, pero eso ya era otra historia.

    -¡ya regresaron, Raksha!-la leona gritó desde lo alto d euna roca.

    -¡Kiara, Kagome, se tardaron demasiado!-Raksha, la "hembra dominante", se acercó a ambas-¡me tenían preocupada!-exclamó mientras les hacía una caricia afectiva.

    -nos tardamos más de lo esperado-comentó la chica, su voz era leve y distante. A ellas les extrañó.

    -¿sucede algo, hija?-

    -no, madre...necesito descanzar-entró a la cueva lentamente dejando al clan con preguntas e intrigas.

    -¿sucedió algo en el lago?-Raksha miró a Kiara, dubitativa.

    -vimos a un humano y a un león-respondió con sencillez-a mi hermana le dió la impresión de conocerlo-

    -un humano...en el lago-dijo suavemente y giró la cabeza hacía el camino que había tomado El Adia de la Noche.

    La mañana siguiente la manada se reunió en las praderas con la clara intensión de cazar y enseñar a los jóvenes con una clase práctica de casería.

    -no hagan ruído...recuerden la señal-susurraba Raksha-nosotras acorralamos, ustedes terminarán con el trabajo-decía a las hermanas.

    Las leonas se pusieron en posición, la casería dió inicio.

    Una a una, las leonas, separaron a una cebra de su clan y la guiaron hasta la trampa impuesta, llegado el momento Kagome hizo tropezas a la "presa" y su hermana terminó de incarle los dientes en la garganta, mientras la cebra se retorcía en la tierra.

    -¿ya piensas salir?-Kohaku, el hermanito de Sango, aún adormilado, preguntó a Inuyasha, a quien había encontrado en la puerta de la cocina.

    -si, volveré para el almuerzo-contestó mientras se acercaba a un dormitante león en la sala-arriba, amigo, ya tenemos que salir-con algo de presión sobre la cabeza del animal, hizo que se despertara.

    Akela bostezó y volvió a cerrar los ojos con la clara intensión de dormir, Inuyasha lo miró un instante y luego se maldijo por dejar que se acostumbrara a dormir hasta tarde-

    -como quieras-bufó-ve a dormir Kohaku, áun es muy temprano-ordenó al niño y despidiendose con la mano salió cerrando la puerta tras él.

    ¿Apetito?, no tenía. Desde anoche todas las ganas de correr y comer se habían extinguido, ¿por qué?, no lo entendía, desde que vió a ese sujeto en el lago una sensación extraña la consumió. Suspiró.

    -no comiste nada-Kiara miró a su hermana con preocupación

    -no tengo hambre...-

    -Kagome, tienes que comer-dijo con suma preocupación-desde ayer que estás así, después de ver al humano...-

    -Kiara...-

    -...no entiendo nada, pero no puedes reaccionar como lo estás haciendo...-

    -Kiara...-

    -...haz visto muchos hombres, pero jamás te pusiste así...-

    -¡Kiara, ya basta!-gritó deteniendo la cascada de palabras que salían del hocico de su hermana-solo estoy algo mareada, no como por eso-explicó.

    -pero...-

    -iré a pasear-anunció sin tomar en cuenta que la leona seguía tratando de decir algo.

    -...haz cambiado-terminó de decir, su mirada seguía fija en la joven humana que se alejaba a paso lento.

    -¿que sucedió?-

    -mamá...Kagome está cambiando, está demasiado extraña...-contestó con dificultad-...ella no es así, ¿que sucede?-

    Raksha la miró y luego volteó a ver hacía la dirección por la cual se había ido la humana. Sus sospechas eran tómadas de la realidad, sabía que de un momento a otro todo lo que estaba ocurriendo iba a pasar...tarde o temprano.

    La laguna reflejaba el leve brillo del sol, era aún muy temprano para que los demás animales se acercaran a beber. Kagome aprovechó para adentrarse en la laguna y ordenar los locos pensamientos que rondaban en su cabeza.

    -no entiendo, ni tampoco se el motivo...-pensaba mientras dejaba caer el agua almacenada entre sus manos sobre su cabeza-...de está sensación-susurró mientras cerraba sus ojos-es algo tan distinto, no logro comprenderlo-

    Era tan impredecible la vida, fue como si el destino uniera sus caminos a cada paso, había avanzado tan poco desde que salió de la aldea y ya la había encontrado.

    Movió un poco la maleza para acercarse más, deseaba tanto tomar su mano y decirle quien era.

    Un ruido la alertó, sabía de los peligros de la sabana, se había criado en ella y sabía que no era favorable estar sola y lejos de la manada que pudiera auxiliarla.

    Ella se volvió a la orilla con la clara intensión de decirle al extraño que no tenía miedo de enfrentarlo, estrujó su cabello cuando llegó a la tierra y esperó, sentada en la tierra...esperó.

    Inuyasha se acercó aún más para verla, se sentía como su compañero de viaje cuando acechaba a los ratones que entraban a la casa. Siendo él el cazador y ella la presa. La tenía tan cerca, tanto que ya escuchaba su respiración, quizás exageraba. Una gran tensión lo embargó y sin darse cuenta cometió el error de pisar una rama y romperla.

    Kagome se levantó de súbito, había reconocido los pasos de un humano y eso no le gustaba.

    -¡espera!-gritó saliendo de su escondite. Kagome lo miró fijo y con un pequeño destello de temor en sus ojos-no voy a hacerte daño-le dijo-¿no...me reconoces?-

    -quien...-Kagome se perdió en los ojos ámbar de aquel hombre, solo los había visto una vez...-Inuyasha...-dijo más para sí que para él. Con una sonrisa de suficiencia asintió con la cabeza.

    -el mismo-respondió-haz cambiado, solo te vi una vez...eras una niña y ahora...-

    -hablas con demasiada confianza-dijo tajante.

    -Keh-contestó-¿tiene eso algo de malo?-contestó altanero.

    -no nos conocemos-prosiguió y dando media vuelta se dispuso a marchar.

    -¿que quieres decir con eso?-preguntó extrañado-nos conocemos desde hace bastante tiempo...-

    -hablarnos una vez no es suficiente para decir que nos conocemos-contestó-además...no le tengo mucha confianza a los humanos-

    -pero tú, eres una humana-contestó seriamente.

    -soy una leona-replicó y dió media vuelta para verlo a la cara.

    -no lo eres-

    -podría cortarte el cuello y no te darías cuenta-dijo amenzante.

    -quiero ver que lo intentes-la retó.

    -aunque no tengo por qué gastar energía en gente como tú-

    -aunque sigas negandolo eres humana-le dijo.

    -no soy humana, soy una leona-reiteró-fui criada entre ellos-

    -¡pero tienes la apariencia de una...!-

    -¡que no lo soy!-repetía una y otra vez-soy leona, siempre he sido una-retrocedió. Sentía miedo ¿por qué?, nunca había sentido miedo...jamás. Retrocedía a paso torpe mientras veía como él se acercaba diciendole cosas que no escuchaba. Cayó al suelo.

    -Kagome...-la llamó. Ella lo miró-...dame tu mano-extendió la suya para que ella se levántara.

    Ella pronunció algo.

    -¿que?-

    Ella volvió a pronunciar lo que había dicho, pero él seguía sin entender.

    -¡DEJAME SOLA!-gritó desesperada, quería alejarse.

    Un rúgido, un golpe seco fue lo único que logró entender ante tanta confusión. Su respiración se volvió entrecortada, el peso que ejercia el animal era descomunal, le iba a romper las costillas, sus fauces estaban a centimetros de su rostro, mostraba sus grandes colmillos mientras grunía y sentía que las filosas garras del león se iban enterrando poco a poco en su piel.

    -padre...-susurró ella. él no la entendió, ni quería entenderla, se estaba quedando sin aire-padre...vamonos-le rogó al animal.

    -si lo vuelvo a ver...-gruñó y se alejó de el humano- vamonos-ordenó y, empujando a la chica con la cabeza, se alejó.

    Él se levantó despacio cuando estuvo solo. ¡Maldita sea!, había sido demasiado precipitado, no midió sus palabras y la hizo sentir confundida y temerosa. Se sentía tan mal al recordar el rostro desesperado de ella.

    -¿¡QUÉ HACÍAS!?-preguntó el león, furioso.

    La manada veía la reprimenda que el "macho dominante" le daba a su hija humana, iba de un lado a otro gruñendo. La miraba, gruñía, la miraba, gruñía y luego la miraba nuevamente.

    -¡¿EN QUE PENSABAS!?-

    -nunca pensé que pasaría esto, padre-

    -¡suficiente haces por ellos en las aldeas!-gritó-¡te permití ayudarles, pero no permití que te relacionaras con ellos!-

    -lo siento, padre-

    -no sabes cuanto miedo tuve cuando te ví ahí tirada-

    -no quize que esto pásara, lo juro-

    -lo sé, Kagome-dijo en un tono más suave.

    -no lo volveré a hacer, lo prometo-

    Continuará...

    X_____________________________X

    El segundo capi, ojala les haya gustado jajaja. Wenu no tengo mas comentarios, excepto que me disculpen por la tardanza.

    El tercer capi se llama: ¿Y si me conocieras?
     
  9.  
    Bella-chan

    Bella-chan Fanático

    Capricornio
    Miembro desde:
    29 Enero 2007
    Mensajes:
    1,107
    Pluma de
    Escritora
    Re: •татυајε lυиая•

    hola!!!

    que interesante este capitulo... woow de hecho que chiva el "papá" de Kagome, me encanto, el padre sobreprotector jiji...

    siguela pronto!!! besos bye!
     
  10.  
    Vanii

    Vanii Guest

    Título:
    ?татυајε lυиая?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    22
    Re: •татυајε lυиая•

    holasssssssss:P
    esta buenisima la conti
    preciosa
    estuvo genial
    mis felicitaciones
    ojala lo continues
    tienes mi apoyo
    byeeeeeeee:P
     
  11.  
    laloba225

    laloba225 Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    28 Enero 2007
    Mensajes:
    110
    Pluma de
    Escritora
    Re: •татυајε lυиая•

    A mi me encanta kaori me recuerda a mi peli favorita el Rey leon
    mi kerer conti

    besos

    tu amiga


    laloba225
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso