**TU RECUERDO AUN SIGUE AQUI...EN MI CORAZON** (inu&Kag)

**TU RECUERDO AUN SIGUE AQUI...EN MI CORAZON** (inu&Kag)

bueno hice otra historia ojala la lean y les guste, ya que en base a eso vere si la seguire....

:corazon: :rosa: TU RECUERDO AUN SIGUES AQUÍ…EN MI CORAZON:rosa: :corazon: ​

CAPITULO 1°: “Una muerte, una desdicha y una Mirada”


Su muerte significó para mi una gran tragedia, sentía como perdía una gran parte de mi, como si algo me faltase, ya observaba como mi mundo se iba abajo, ya no tenia a nadie ya que estaría por siempre solo, otra ves solo…aquella soledad que desde que era pequeño me acompaño, tuve solo un buen amigo que me acompaño siempre, de eso no podría decir que no estaba completamente en la soledad, pero esto que me encontraba viviendo ahora es diferente, tal como conté al principio es como me comienzo a sentir, y ver como ahora mismo la sepultan me desgarra aun mas el corazón, su ataúd esta siendo bajado por los tres metros de profundidad de tierra, ese día se hallaba totalmente nublado y las nubes lucían lo bastante negras lo que indicaba que llovería esa tarde. Observe a mi alrededor y ahí estábamos todos, ¿todos quienes?, nuestras familias y amigos reunidos en su sepulcro, el cual será tormentoso y triste para mi, veo a la madre de mi esposa, quien lloraba sin parar y estaba siendo consolada por su marido, por otra parte vi. a mis mejores amigos que también no estaban para nada animados con la situación, bueno es obvio no?, se ah de suponer que todos estamos muy tristes con una importante perdida, esa perdida se llamaba Kikyou, su alma siempre era alegre pero a veces no entendía porque llegaba a la casa muy triste
, intentaba preguntarle que era lo que le sucedía pero ella no quería contestarme, solo llegaba y se encerraba en la habitación de huéspedes y no salía de ahí en toda la noche.

Su muerte era extraña, ya que cuando una tarde estaba en casa me encontré su cuerpo al desnudo y con moretones en la pieza de la empleada, al verla encontrado así me afecto tanto que llegue hasta odiarme a mi mismo por su estado, pero muchas interrogantes llegaron a mi mente ese día, preguntas que desde ese entonces no han sido respondidas.

Llego la hora, el cura detuvo su sermón, y en ese momento me abalance al ataúd, lo abrace derramando muchas lagrimas sobre el. Grite a todo pulmón que no me dejara que por favor, que no se valla, pero no pude hacer nada para detener su eterno entierro. Mi amigo Miroku fue a levantarme y a dar ánimos de dejarla descansar en paz, así que mejor decidí hacerle caso unas ves por todas. Comenzó a llover, las gotas eran gruesas y sonoras cuando chocaban con el suelo, mi rostro estaba empapado de agua además de mis lágrimas que aun no cesaban, todos estábamos vestidos de negro, las mujeres con faldas y tacos, y los hombres bueno con su típico traje de corbata.

La sepultura ya había acabado y eran las cuatro de la tarde, me encontraba en mi casa con mis amigos Miroku y su novia Sango, el primero era un joven de tez blanca, de estatura alta, de ojos azules, cabello café oscuro y traía atado a el una pequeña coleta, mi amiga Sango era un poco mas baja que el pero tenia unos lindos ojos color café claro, su cabello del mismo color de su novio, y también de tez blanca. Estábamos en la sala tomándonos una taza de te y platicando un poco de lo sucedido.

- La extrañe mucho muchachos…- comento el joven de ojos dorados, corta cabellera negra, era de estatura alta, el observaba a través del ventanal del living, este era grande, con sillones de color crema, había una mesa de centro en ella estaban puestos unos adornos, al frente de los sillones había una chimenea la que ahora se encontraba encendida, en las paredes que eran de un estilo en madera con unos diseños en relieves habían colgados unos cuadros de pintura y unas fotos del dueño de casa con su amada esposa.
- Te entendemos perfectamente Inuyasha…- articulo Sango que estaba sentada en uno de los sillones tomo un sorbo de te
- Sabes que siempre te estaremos apoyando Inuyasha…- dijo el oji azul que se acerco a Inuyasha y puso su mano en el hombro de este como señal de apoyo
- Gracias amigos – los miro con una sonrisa
- Lo siento Inuyasha pero se nos hace tarde…- dice Sango
- Esta bien
- Nos veremos otro día…- manifestó Miroku

Los amigos de Inuyasha se retiraron dejando solo sumido en sus pensamientos, este se dirigió a un pequeño bar que tenia ahí, donde saco un licor y comenzó a beber hasta saciar su sentimiento de soledad, esto era lo que el había sentido mucho antes de conocer a Kikyo, todos siempre se burlaban de el, lo ridiculizaban y humillaban, esto lo hirió mucho haciéndolo caer en una depresión, sin madre ni padre logro salir a delante con la ayuda de su medio hermano Sesshumaru, quien a pesar de odiarlo en su interior escondía un sentimiento por los que en verdad quería.

Paso un año desde la muerte de la esposa de Inuyasha, este seguía con su vida normal solo que ahora sin su antigua compañera, su vida de todos los días era despertarse todas las mañanas, bañarse, vestirse, tomar desayuno que le era servido por su empleada, luego se iba a su compañía, donde trabajaba el resto del día, luego en la noche llegaba a su casa solo a comer y nuevamente a su cama, donde se la pasaba pensando en su esposa que lo había echo muy feliz, ella logro llenar ese espacio en su corazón, el cual siempre estuvo vació por la soledad, sino hubiese conocido a aquella mujer el no habría salido de ese estado. De alguna manera el sabia que no le iba a ser fácil olvidarla, por mas que tratase se sentía como lentamente volvía a caer en esa soledad que antes tenía.

Amaneció esa mañana y el hizo las mismas acciones del día, ahora estaba en el trabajo donde recibió una visita de su querido amigo Miroku.

- como estas Inuyasha?
- Como siempre Miroku, aun no siento que me la saque completamente de la cabeza – dijo triste el azabache
- Bueno no creo que debas de olvidarla tan fácil ya que ella formo una parte muy importante de ti, cuando te sentías solo ella apareció y te enamoraste, además también fue tu primer amor siempre este es el que se recuerda, quizás lo podrías tener como un buen recuerdo que tu querías mucho y era una parte de ti…
- Es verdad – sus ojos lucían tristes
- Inuyasha pero aun de ah pasado un año tus ojos no han cambiado lucen cada ves mas tristes – Miroku lo miro sorprendido – ( como es posible a pesar de que yo y Sango lo hemos tratado de animar el aun sigue muy desanimado y ahora esta peor)
- Lo siento Miroku pero…- Inuyasha que estaba sentado con la cabeza baja tratando de ocultar su rostro para que no se percatara de su estado le fue imposible hacerlo ya que su amigo de había percatado, sus ojos los presionaba con fuerza, el comenzó a sollozar, aun intentaba de hacer esfuerzos para que no salieran lagrimas pero tampoco pudo evitarlo –…pero…no puedo hacerlo…
- Inuyasha…- Miroku se acerco a su amigo y puso su mano en la espalda para consolarlo – creo Inuyasha que será mejor que te tomes un tiempo para poder descansar tu mente y yo te acompañare
- Por que Miroku? – lo miro con sus ojos brillantes por las lagrimas
- ( porque sino ya veo que te suicidas tonto) – Miroku lo miro con esperanza – porque soy tu mejor amigo y estaré ahí para ayudarte
- Inuyasha solo se limito a sonreír – y a donde vamos?
- Eso lo elijes tú, yo solo te seguiré…
- Esta bien Miroku, pero que va a suceder con tu hija y Sango?
- Jaja Inuyasha no te preocupes ellas estarán bien
- Entonces que tal si vamos a Miami? O Cancún o las playas de Francia, leí un articulo en una revista de ese lugar y había una foto del balneario, creo que te va a llamar la atención…- Inuyasha se levanto y fue en busca de la revista la que al rato encontró y mostró
- Miroku vio la el articulo y le pareció que era muy buena idea – no sé me da igual, elije tu…
- Entonces iremos a Francia…- articulo contento


Nuestros personajes se bajaron del avión privado, llegando a un Balneario muy famoso, (no sé que nombre poner así que imagínense que es un balneario muy famoso y caro), este tenia su propio aeropuerto privado, ahí los hombres encargados los ayudaron con las maletas y a guardar el avión de Inuyasha. Fueron guiados a las puertas del gran hotel, era de noche, este se hallaba iluminado por luces, el camino por el cual ellos caminaban era de tierra y a sus costados habían palmeras, al final del camino había una escalera por la cual subieron y entraron a la sala principal donde fueron recibidos por el encargado de recibir a las visitas del hotel quien a su ves les entrego las llaves y los guió al ascensor, los hombres que estaban con sus maletas las dejaron en el suelo, el piso era de mármol, el techo había una cúpula transparente que mostraba las estrellas de esa noche, colgando del techo había un estilo de candelabro grande que iluminaba la sala, al centro de la sala había una mesa de mármol redonda arriba de ella había un florero grande con flores tropicales muy hermosas.
Inuyasha con Miroku entraron al ascensor que los llevo al sexto piso.

Ellos ya estaban en la habitación y Miroku estaba en el baño, inuyasha decidió bajar para cáncer uno poco el hotel.

Al día siguiente Inuyasha y Miroku fueron a la playa donde habían unas reposeerás, ellos quedaron atónitos al ver lo hermoso que era el lugar, la arena eran blanca, las aguas eran verde agua y a medida que iba a alejándose de la orilla esta iba oscureciendo a un azul, habían palmeras por todo el balneario del hotel, las piscinas estaban separadas de la playa. Inuyasha se instalo con Miroku en una de las reposeerás y algo le llamo la atención al momentos de sentarse, una chica que salía del agua iba corriendo a buscar su toalla que estaba tirada con el resto de sus cosas en la arena, ella usaba un biquini verde con diseños florales, tenia un muy buen formado cuerpo, era de cabello azabache, ojos café oscuro, y de bonito rostro. Inuyasha quedo perplejo al verla ya que algo le llamo la atención, esta chica al momento que había tomado la toalla percibió que la estaban mirando, ella miro a su alrededor y vio a Inuyasha que no la dejaba de mirar, ambos quedaron como hipnotizados al mirarse.

- Kikyou?

continuara...:D