A Dangerous Mind Prólogo Ese día en mi tejado vi luces en el cielo, por un momento pensé qué era el fin del mundo, pero luego una pequeña felicidad invadió mi estómago, de solo saber qué los ovnis existían me entusiasmaba demasiado, pero había una cosa que hacía de esa felicidad incompleta. Saber qué lo que había buscado en el estudio de mi padre, tenía un montón de posibilidades qué fueran verdad. De repente alguien tomó mi brazo bruscamente y me llevó a su espalda, no tuve tiempo de ver, quién era hasta que su aroma me cautivó y lo reconocí al instante, lo único qué oí para esa rápida hazaña fue: ― Estás en peligro, te buscan
Re: A Dangerous Mind I. Encuentro Para mi primer día de clases del 10º grado me había quedado dormida, lo cuál no era extraño, tenía tanto sueño que era incapaz de abrir los ojos. De repente siento que alguien entra en mi habitación: ― ¡Orielly!, despierta si no quieres llegar tarde al instituto –gritó mi adorada prima Brittany a la que quiero como a una hermana-. Bueno… yo me adelanto, no quiero llegar tarde, te veo en el instituto. Entre abrí los ojos y visualicé a su pálido rostro medio ocultado por un flequillo de su hermosa cabellera negra y lisa, me miraba firmemente con sus penetrantes ojos marrones verdosos, solo veía como sus rojos y carnosos labios se despedían de mí. ― ¡Brittany! Por favor dile a Marianne que se quede para acompañarme, no quiero ir sola al instituto- traté de gritar lo más fuerte que pude pero mi voz temblaba del sueño. Marianne es mi hermana menor, la mayoría del tiempo estaba junto a Brittany. Era muy callada, le gustaba leer libros de misterio, sangre y temas muy profundos que ni yo entendía. Era una chica muy hermosa, su cabello era castaño y largo el cual siempre recogía con una media cola amarrada con un lazo. Era blanca como el marfil, sus ojos eran grandes color miel, y sus labios carmesí. ― No creo que quiera irse contigo –dijo Brittany mientras Marianne a la que no había notado hasta ese momento disentía con un gesto. Se retiraron dejándome completamente sola en mi habitación. Espabilé mis ojos y vi el despertador, que marcaba las 7:27 a.m.; al ver que era demasiado tarde me levante apresurada dirigiéndome a mi baño, entrando en la ducha lo más rápido posible, al terminar corrí a mi closet sacando mis pantalones cargo militares, una franela negra con una estrella al lado izquierdo y mis converse. Sequé mi corto cabello castaño, que llegaba hasta dos dedos bajo mi oreja, tomé mi Ipod y mi mochila; bajé apresurada al comedor para despedirme de mamá, papá y de mi tía Minna, ahí también se encontraba mi hermano Patrick desayunando muy calmado. ― ¡Patrick! Que haces sentado ahí, vamos a llegar tarde –grité señalando al microondas que marcaba las 8:20 a.m. ― Tranquila… recuerda que ya estoy en clases –dijo en un tono despreocupado mostrando en sus ojos grises la picardía. ― Ah… se me olvidó que te puedes multiplicar –susurre. ― Sin embargo tú no lo puedes hacer, ¡llegaras tarde! –me grito mi padre Jean un hombre muy temperamental. ― Si, ya entendí, cero estrés –dije mientras salía rápidamente camino al instituto. Al llegar vi que ya estaban cerrando las puertas corrí lo mas rápido que pude para alcanzarlas, llegué y pude detener la puerta. ― Otra vez llegando tarde, Orielly –dijo el portero. ― Problemas técnicos –dije con una risita pícara. ― ¡Tú nunca cambias! –dijo con el ceño fruncido. Seguí caminando para dirigirme a mi casillero, lo abrí, coloque mi mochila dentro y saqué mi libreta de apuntes, ya que como todos los años a la primera hora del primer día nos darían nuestros horarios y lugares fijos en el aula. Me dirigí ya con mucha calma a mi sección, 10ºB, cuando encontré a Brittany parada entre la puerta de su sección 10ºA y de la mía ― Sabía que ya habías llegado, tus ondas son fáciles de percibir ― Si…, ya lo se, soy extraña… ― Digamos que si –hizo una pausa corta –. Chao el coordinador se aproxima, no me gusta meterme en problemas ― ¿Como sa…?- intenté preguntar pero me acordé de que ella lo sabe todo- bueno gracias Tany nos vemos en el almuerzo Me di la vuelta para entrar en mi sección, cuando de repente sentí que una que una leve brisa agitaba mi cabello, era mi hermana Monique, melliza de Patrick, que se aproximaba hacia mi, con un chico poco apuesto. ― ¡Hola hermanita!, llegando tarde de nuevo, bueno… mira traje un chico lindo para que por fin salgas con uno ― No gracias, no lo necesito- dije entre dientes ― Hola linda me llamo Jhon, eres mas bonita de lo que había pensado ― ¿Que tal te parece esta tarde Ori?, le diré a papá que estas en casa de una amiga haciendo un trabajo, ¿Qué te parece? ― Definitivamente ¡NO!- dije con voz seria y me retire ― ¡Orielly! ¿Como me vas a dejar así? deberías agradecer que tienes una hermana solidaria – me gritaba mientras la misma brisa pero más fuerte abatía mi cabello corto y castaño- ¡ya veras no vemos en la casa! Mi hermana Monique, disfrutaba mucho saliendo con chicos o mejor dicho ese era su pasatiempo casi nunca estaba en casa, bueno era la melliza de Patrick así que en eso se parecían mucho, era igual de hermosa que Patrick su cabello negro hacia caída hasta sus hombros, sus ojos verdes, su piel pálida y sus labios rojos. Realmente parecía un ángel. Me dirigía hacia un puesto que mi amiga Stephanie me guardaba, junto al de ella me senté, y vi al coordinador entrando al salón, con una carpeta repleta de hojas, puso de pié a uno de mis compañeros y le dio un paquete de hojas que sacó de su alocada carpeta. Al llegar a mí, pude observar que se trataba del horario, al terminar de repartir las hojas, el coordinador dijo… ― Ese será su puesto hasta fin del año escolar-. Dicho esto se retiro. Estaba muy animada por que Stephanie me guardo el mejor puesto, ¡de ultima! ― ¡Ori! Cool nos toco de ¡ultimas! ― ¡Si! Me parece fantástico… ― ¿Ahorita que nos toca? ― Matemáticas ― Mmm… aburrido ― Si Vimos Matemáticas, francés, historia, hasta que llegó la hora del almuerzo, Stephanie y yo nos dirigimos a la cafetería, donde Brittany, Marianne y otras dos chicas más: Daniella y Ami, amigas de Brittany. Nos acercamos a su mesa. ― ¡Hola chicas!- saludo Stephanie, mientras se sentaba en la mesa y de igual manera yo salude y me senté ― Chicas voy a comprar algo para comer, ¡estoy muerta del hambre! -dijo Stephanie mientras se paraba de su asiento- ¿y tu Orielly no vas a comer? ― E-es que no tengo hambre ― ¿Qué sucede Elly?- me preguntó Brittany ― P-pues v-veras se me volvió a perder el dinero, seguro fue cuando me dirigía para acá ― Lo sabia…- dijo mientras sacaba un billete de su monedero- toma cómprate algo ― ¡Gracias!, ¡te quiero Tany! -de verdad me emocione cuando vi su solidario gesto. ― Salí corriendo para alcanzar a Stephanie, ella compro una hamburguesa y yo mi comida preferida: ¡la pizza!, me había comprado la king, nos volvimos a dirigir a la mesa cuando me senté todas las chicas me miraron aterrorizadas ― ¡No creo que te comas todo eso!- me dijo Daniella señalando mi plato ― ¡Obvio! Que me lo como, no es mucho- me lleve un pedazo de pizza a la boca y comencé a comerla. Pasaron unos 20 minutos y ya me había comido mi pizza. seguíamos hablando cuando sonó la campana las clases extra, que estaban por empezar, a la cual yo no asistía. ― Bueno me voy, llegare tarde a clase de Arte- dijo Brittany mientras se ponía de pie- Marianne después de tus clases de esgrima nos vemos en la biblioteca – era donde Brittany y yo trabajábamos ― Marianne asintió con la cabeza y luego esta se retiro ― ¡Chao Elly me voy a clase de volleyball, también llegare tarde!- me grito Stephanie mientras corría hacia la puerta. ― Me despedí con la mano ― Bueno chicas hoy empiezo temprano en la biblioteca chao- me despedí de Daniella y de Ami que también se retiraban para clase de Danza. Me dirigí a mi casillero retire mi mochila, lo cerré, me di la vuelta y me dirigí a la salida del instituto, iba con mucha tranquilidad, pensando en la fastidiosa rutina a la que estaba presa, llegue a la esquina cuando me acorde había traído mi Ipod lo saque de la mochila y vi que los audífonos estaban completamente enredados, suspire, y empecé a desenredarlos mientras cruzaba la calle, ya estaba por la mitad cuando de repente escucho unas llantas de carro acercándose a mi a toda velocidad, mientras el conductor desesperado tocaba aquella ruidosa y horrible corneta. Me quede completamente paralizada, solo veía el carro acercándose a mi lentamente mas y mas, cuando sentí que algo o alguien me empujo hacia la acera a la que yo me dirigía, una fuerte herida se había creado en mis rodillas, volteé a ver si el coche había parado, para mi sorpresa un pálido rostro como la nieve con cabello marrón y de ojos azules como el cielo, en los que me perdí por un momento, me miraba fijamente, me entrego mi Ipod, el cual había quedado todo rayado, me pregunto con voz seria ― ¿Te encuentras bien? ― S-si s-solo mis rodillas. ― ¿Te duelen? ― Un poco -dije, mientras el miraba atentamente a mis rodillas me estremecí al ver la cara que ponía mientras las veía, agache la mirada para ver que tanto le asustaba y para mi sorpresa mis heridas se curaban lentamente, no pude evitar salir corriendo dejando mi Ipod y mi mochila en el suelo, al instante me acorde las palabra se mi padre cuando me caí montando bicicleta <<Nunca dejes que nadie vea tus heridas, recuerda: somos diferentes>>. Vi su rostro alejarse lentamente mientras corría, tomaba mis cosas y se daba la vuelta, ¡se estaba robando mis cosas!, pero no era capaz de devolverme para impedir que se llevara mis cosas, estaba muy asustada. Esa fue la primera vez que lo vi. No podía creerlo al fin un ser que alcanzara la belleza de mi familia -excepto yo-, lo que más me intrigaba eraesa profunda mirada y esa voz tan seria, nunca llegue a ver a alguien con esa seriedad, era total y completamente diferente a mi. Seguí corriendo hasta llegar a la esquina, me sentí completamente segura de que ya no me alcanzaría, decidí detenerme unos cinco minutos para recobrar las fuerzas, ¡estaba agotada!. Cuando por fin me sentí un poco menos agitada decidí seguir caminando hacia la biblioteca , sabia que el gerente me esperaba en su oficina por lo que me acerque a ella, suspire, levante mi mano y toque la puerta tres veces. ― Adelante ― Gracias, gusto en verle de nuevo, Brittany llega mas tarde esta en clases extras- trate de sonreír lo mas que pude pero no estaba de ánimos- si no le importa me retiro ― No, un momento, hoy llegara nuevos libros por lo que cerraremos temprano, puedes tomarte la tarde libre, y no te preocupes por Brittany ya le informe. ― ¡F-Fantástico! Gracias nos vemos mañana –perfecto algo que me animaría el día, aunque no del todo aun me sentía igual y llena de culpa. Me retiré de su oficina y de la biblioteca, no tenía para nada ganas de ir a casa ya que si mi madre me veía de esta manera inmediatamente sabría que oculto algo y lo leería en mi mente, por lo que decidí dar un paseo para tratar de organizar mis pensamientos- cosa que nunca hacía ya que siempre hacia y decía las cosas sin pensar- tenia miedo de que ese chico hablara sobre mi anormalidad por lo que decidí que fuera lo que fuera ese chico a quien se lo dijera obviamente no le creerían, así que me di media vuelta y me dirigí a casa ahora pensando en mi Ipod realmente me dolía que se hubiera rayado y también que ese chico tan guapo se lo hubiera robado. Llegue a casa, y mi mama me sorprendió ― ¡Elly! ¡Querida! Al fin llegaste ― Hola mamá, estoy cansada me voy a mi habitación – dije mientras subía las escaleras, cuando de repente sin querer pensé en el chico que me había salvado ― ¡Elly! ¿Quien es el chico? ― ¡Mamá! Prometiste no meterte en mis pensamientos ― Es inevitable, pero aun no me respondes ¿quien es? ― P-pues un carro me iba atropellando hoy, y el me salvó- dije entre dientes ― ¡¿Cómo que te salvo?! ― Si mamá, tu sabes la mala suerte siempre me esta rodeando ― ¿Pero no te hiciste daño verdad? Tu sabes que, si alg… -dijo cuando la interrumpí para terminar su típica frase ― Alguien ve nuestras heridas tendríamos que hacerle daño o incluso huir de nuevo, si mama ya lo se nadie vio mis heridas porque no me hice daño- siempre se me dio bueno decir mentiras, claro si siempre tenia a alguien leyendo mi mente. ― ¿Segura? ― Si, mamá, pero si no te importa voy a mi habitación -subí corriendo las escaleras sin importar lo que me dijera, llegue a mi habitación y me tire en mi cama. Nunca pensé que mi primer día de clases seria el peor de mi vida. Decidí prender el ordenador para distraerme un poco, abrí mi MSN y enseguida alguien empezó a hablarme, era Stephanie. Stephanie: Ori adivina conocí a un chico nuevo que ingreso al equipo de volleyball masculino, se llama Peter, es Ingles, y esta un año mas avanzado que nosotras. Definitivamente es mi alma gemela, mañana me voy a poner mi mejor ropa, ya que me dijo que como era nuevo quería que almorzara con el y que le muestre las instalaciones del instituto. ¡Estoy tan feliz! Orielly: En serio me alegro por ti, ya veo que tú conseguiste novio primero que yo. Stephanie: Todavía no es novio, pero tu no lo tienes por que quieres porque ahí un montón de pretendientes que están detrás de ti… Orielly: Si pero eso dura hasta que ven a mi hermana Monique, la verdad no se si algún día experimente el amor sin que mi hermana Monique interfiera, me siento mal cada vez que aparece con un chico diciendo que lo consiguió para mi como si fueran un juguete que compró en una venta de garage Stephanie: Si creo que te debes sentir bien mal. Bueno Elly mi mama me llama para cenar, nos vemos Mañana en el instituto tal vez tengamos suerte y toquemos como pareja en Biología, reza para que suceda. Chao Cerré el MSN ya que no había más nada interesante y había logrado despejarme de la nube negra que tenia mi mente, escuché a mi tía Minna gritarme para que bajara a cenar, por fin estaba preparada para verle la cara a mi larga y extraña familia, puse una canción rápido en mi ordenador para que quedara grabada en mi mente, y así no pensar en mas nada que no fuera en música. Suspire, y baje muy lentamente las escaleras me dirigí al comedor donde a Minna no se le había ocurrido cocinar si no que comprar otra vez sushi, a mi no me importó ya que me encanta, pero ya llevaba una semana cenando sushi estaba que explotaba. ― Tía, por cuanto tiempo vamos a cenar sushi tan seguido –dije mientras me sentaba en la mesa. ― Cuando termine de reparar un ordenador, que se le daño al hijo del dueño de una empresa muy famosa ― ¿Pero para esa gente no es mas fácil comprar una nueva y ya? –pregunté ― Si pero ahí tiene información importante que no quiere perder ― ¡Orielly! ¡Deja de hablar y come! –me gritó mi padre Terminé de comerme aquella comida que se estaba volviendo rutina y subí a mi habitación, no tenía nada de sueño, ya extrañaba mi Ipod, coloqué mi almohada en mi cabeza para ver si me quedaba dormida, cuando ya el sueño se apoderaba de mí alguien tocó a mi puerta ― ¿Elly soy yo puedo pasar?- era Brittany ― Si, adelante ― Mira traje revistas nuevas, vamos a leerlas ― Gracias, pero tengo sueño ― Anda vamos, levántate, tu no eres así ¿que te pasa? ― Nada solo tengo sueño ― Elly, tu a mi no me mientes ― Nada, en serio tengo sueño por favor déjame sola ― Esta bien nos vemos en el instituto, buenas noches ― Buenas noches Me apagó la luz y se retiró un poco enojada. Esto de las mentiras era mi mejor cualidad.