Lilith Una mujer mayo con un semblante de preocupasión y fastidio recorria una y otra vez cada rincon de la enorme casa buscando minuciosamente y repitiendo a gritos una y otra vez el nombre de la pequeña niña, ya había revisado todo el lugar pero no lograba dar con ella, hasta que descidio subir al sotano, tal vez había vuelto a subir para sumirse en su mundo como recientemente le había surgido hacer. Subió pesadamente las escaleras curbas y recorrio tranquilamente el pasillo. Llego hasta una puerta abierta, algo vieja y destruida por el tiempo, se adentro en la oscura habitación y encontro a una pequeña, tirada en el piso son las manos apoyadas frente a las rodillas, sollosando. Al momento de verle ahí reflejada en un espejo se quedo ahí parada obserbando como su escualida espalda, curbada a la fuerza como un signo de vulnerabilidad, temblaba junto con los brazos estirados que sostenian su peso y las delgadas piernas dobladas sobre el suelo de madera. La mujer no se inmuto, se quedo quieta observando la escena durante unos instantes que parecieron durar una eternidad y entonces se atrevio a decirle, indiferente a su dolor, seria como siempre, dura e inflexible. -Te he buscado por toda la casa desde hace bastante rato. ¿qué haces ahí sentada he? No me digas que de nuevo... ¡eres una mimada! ¡siempre estas haicendo lo que quieres! Observa que la niña esta sobre un charco lleno de un liquido color rojo carmín brillante, pareciera no notar lo que se le ha dicho pues no deja de llorar un solo instante, se hace oidos sordos ante las acusaciones de su nana. -Mira nada más como tienes hacho este lugar ¡una verdadera porqueria! y... ¡mirate a ti! tu vestido, tus manos, tus piernas, ¡te volviste a ensuciar toda por andar con tus "jueguitos"! nunca vas a crecer y madurar ¿verdad? ahora dejate de estas niñerias, levantate del piso y ve a laverte que ¡estas hecha un asco! deja tu vestido afuera que lo voy a lavar, de algún modo voy a limpiarlo pero ya sabes que va a quedar con una leve marca roja y no volvera a ser blanco, ¡con lo lindo que era! pero bueno, ahora te lo vas a poner cada vez que hagas esto o si no vas a arruinar más de tu ropa inutilmente. Comenzó a incorporarse, con un movimiento bastante lento e inhumano se puso de pie, aún dandole la espalda al espejo, con la cabeza gacha, solo podian verse la parte superior de sus bellos cabellos rubios, que le caían sobre la espalda y por delante de los hombros y que dejaban ver su desnudo y palido cuello, tan delicado, parecia poder rompersele con la menor caricia. De las orillas de su vestido aquel liquido empezó a escurrirle por las piernas hasta llegarle a sus blancas y pulcras calsetas blancas. Seguia sollosando, pero cada vez más bajo. Tal vez fue la escena lo que le conmovio o el simple cansancio de haber estado buscando a esa niña durante tanto rato, fuese lo fuese solto un profundo suspiro y cambio su régio y duro tono de voz por otro más dulce y calmado. -Pero bueno... ve a arreglarte y baja a cenar, el sol se puso hace como 3 horas hací que despues de comer podras salir al patio a jugar en los columpios o a saltar la cuerda. Si tienes suerte algún niño extraviado en la noche llegara y podras divertirte con él todo lo que quieras, pero tendras que ponerte de nuevo este vestido ¿eh? pero por favor ten cuidado con el árbol que es viejo y sus ramas estan secas, podria caerte una encima... no me quiero encontrar ningun cadaber en sus ramas como la ultima vez en que amarraste al niño con la cadena de los columpios mientras le pegabas, rasguñabas y azotabas. Lo terminaste desangrando pero lo desperdiciaste todo... me sorprende que siendo aún tan joven ya hallas vuelto a la muerte de un simple juego a tu unica amante. En ese momento la niña volteo la cabeza hacía el espejo mostrando su diabolico e infantil rostro con una mueca de infinita maldad, su rostro estaba manchado de lagrimas de sangre y en su boca se mostraba una sonrisa burlona, apoyando en su delgado y rosado labio inferior sus colmillos en una expresión horrible e infinitamente melefica. sus ojos inyectados de sangre eran terriblemente inhumanos, su simple mirada resultava desgarradora y despiadada, junto con su sed, su crueldad resultaba casi palpable. El mal en su estado más puro encarnado en el cuerpo de una inocente niña de escasos 6 años... con una sola palabra en la mente, por la cual había hecho todo y que le causaba el mayor placer y facinacion posibles... muerte. Ella era la que segaba vidas en su jardín de juego o en la asotea, lenta y dolorosamente, tanto como inocentes como ascesinos, sin distinción de edad, género, raza, ni ninguna otra. Ella, la que todas las mañanas su nana peinaba con un delicado moño y vestia con cuidado y delicadeza. Ella, la que ansiaba ver el preciado liquido rojo, surgír a montones de sus victimas. Ella, que tocaba el violín en un frenecí salbaje en los cementerios, dando brincos y piruetas sobre las tumbas, dansando entre las lapidas con sus notas demoniacas que parecia arrancar del intrumento mientras se disolvia en una terrible ceremonia con la música que parecia salir por simple mágia, o un hechiso exquisito que parecía provenir del mismo infierno aquellos sonidos demoniacos. Ella, que le causaba una gran exitación escuchar los lamentos y suplicas de todo aquel que caia en sus manos. Ella era... Lilith. ------------------ Gracias por tomarse la molestia de leerlo, espero y les haya gustado.
Re: Lilith tu cuando has visto "subir al sotano" pues digo el sotano es el ultimo piso . genial eso esta genial con eso podriamos hacer un juego como el de residente evil es muy bueno se parese a la historia de el aro pero es muy buena pero no es raro de ti eres muy bueno escribiendo. niña te quiero.