¡Enséñeme más, Sensei! [Sessho&Rin]

¡Enséñeme más, Sensei! (Sesshoumaru y Rin)

Otro fic dedicado a mi pareja favorita, Sesshoumaru y Rin y por supuesto con muchos toques de la pareja de Inuyasha y Kagome (son tan lindos). Este fic va a tener todo lo que me gusta, muchísimo romance, drama, humor y toques lemons (perdón no lo puedo evitar) y va a tratar de la relación profesor-alumna, pero va a tener giros muy interesantes...

Aclaraciones: daigaku (universidad), Todai (así se le abrevia a Tokyo Daigaku), youkai (supuestamente demonio), hanyou (supuestamente mitad demonio), sensei (profesor, maestro) y gomennasai (perdón)

Bueno, espero que disfruten este fic hecho con mucho amor


¡Enséñeme más, sensei!

Capítulo 1: un ángel peculiar.

Luego de pasar una elegante puerta de rejas y atravesar un hermoso jardín con el pasto perfectamente cuidado, ella se encontró con aquel imponente edificio, él cual hacía meses veía tan sólo en sueños. Por fin era parte de Tokyo Daigaku.

- Llegó el día… ¡Llegó este día tan esperado! ¡Mi primer día en Todai! – pensaba Rin emocionada mientras elevaba una mano y la cerraba fuertemente con un aire de victoria.

Al adentrarse en el establecimiento, sus ojos chocolate recorrieron los lugares con alegría y observaron a los otros estudiantes de esa prestigiosa universidad. Por un lado estaban los que eran nuevos al igual que ella, los delataba su rostro de asombro y nerviosismo, y por el otro se encontraban los que ya llevaban más de un año, ellos daban pasos seguros y en sus rostro se veía confianza.

- Veamos, mi primera clase es de literatura japonesa y es en el aula 35, ¿dónde estará? – se preguntaba Rin mientras miraba un papel donde tenía anotadas sus materias y aulas. Dejó de un lado la hoja y comenzó a leer los números que aparecían en las puertas – 31, 33, 35, es…- la joven se chocó con alguien - ¡Gomennasai! – exclamó a la persona que se había llevado por delante. Cuando Rin observó mejor a ese alguien con quien se chocó se quedó petrificada, era un youkai.

Este youkai era alto, de largo cabello plateado que parecía ser tan suave como la seda. Sus ojos, algo rasgados y dorados portaban una mirada penetrante. Sus labios eran finos y elegantes. Tenía orejas puntiagudas, en su frente una luna creciente color púrpura y en cada mejilla dos franjas magentas. Era bellísimo, no parecía un youkai, más bien se asemejaba a un ángel.

- ¿Vas a entrar? – preguntó el hermoso ser con una voz grave y fría.

- Sí – balbuceó Rin algo sonrojada al darse cuenta que se había quedado contemplando al youkai.

La muchacha al abrir la puerta vio que había bastante gente en el aula y se fijó que los asientos del medio ya estaban tomados. Si iba al fondo de todo no escucharía nada, por lo que decidió sentarse adelante, en la primera fila.

Rin no se percató que ese youkai también entró a la misma sala, lo notó recién cuando éste se presentó frente a todos los estudiantes.

- Soy Taisho Sesshoumaru y seré su profesor de literatura japonesa – habló mientras dejaba en el escritorio su maletín –. Me pueden llamar Sesshoumaru.

Rin se volvió a sonrojar al ver que él sería su profesor. Era tan hermoso. Y había algo en su voz, en esa voz que no sostenía emoción. A pesar de ser fría, cuando se adentraba en los oídos de Rin una sensación extraña recorría todo su cuerpo.

- No Rin, no Rin. ¡Él va a ser tu profesor! ¡No te puede atraer! Bueno, por ahí atraer sí, ¡pero gustar no! – le alertaba la conciencia de Rin y es por eso que no se enteró que el profesor había empezado con la clase.

Sesshoumaru comenzó a hacer una breve introducción acerca de la literatura japonesa y casi todos los alumnos comenzaron a tomar notas exceptuando por uno que se encontraba en la primera fila. Ese alumno, mejor dicho, alumna, se veía que estaba en otro mundo muy lejano al universitario. El youkai se acercó lentamente hasta el pupitre de ella y dio un pequeño golpe con la mano mientras seguía explicando muy superficialmente las características de la literatura de su país.

Rin parpadeó dos veces cuando escuchó un pequeño golpe y al levantar un poco la vista vio que su profesor se encontraba al lado de ella, pero no la estaba mirando. Él miraba para adelante y hablaba mientras su mano seguía apoyada en el pupitre donde estaba Rin. En ese momento, la muchacha captó inmediatamente que tenía que comenzar a tomar apuntes y abrió rápidamente su cuaderno. Luego, la mano que tenía unas uñas filosas muy bien cuidadas se corrió de allí. En eso, Rin alzó la mirada y se encontró con una dorada. Se volvió a sonrojar.

- ¡Ay, qué miedo! ¡Me miró de una manera tan escalofriante! – pensó Rin con nerviosismo mientras escribía la fecha de ese día -. Pero… era tan intensa la mirada, tan linda… ¡No te puede gustar tu profesor! ¡Todo esto va a terminar mal, Rin! ¡No te vas a poder concentrar en sus clases!– le reprochaba su conciencia.

Finalmente, las dos horas de clase habían finalizado. Rin guardó el cuaderno en su mochila y decidió ir a comprarse algo de beber antes de que la próxima clase empezara. Al irse del aula, pasó por delante del escritorio de Sesshoumaru y lo observó de reojo. Él estaba revisando unos papeles, se veía tan hermoso. Su mirada volvió para el frente y dio un suspiro.

- ¿Por qué me tiene que gustar un profesor? En toda la secundaria no me gustó ninguno, pero claro, en la universidad sí. Genial – pensaba con ironía. Sus ojos estaban clavados al piso y es por eso que no se percató que había una pared delante de ella y entonces, sucedió lo que tenía que suceder - ¿Por qué a mí? – se dijo en voz baja con dolor mientras pasaba una mano por su frente.

Por alguna extraña razón miró para atrás y se encontró con que el profesor Sesshoumaru la estaba observando con esa mirada que no decía absolutamente nada. Por cuarta vez Rin se sonrojó y salió lo más rápido que pudo de esa enorme aula.

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Un joven de cabellera plateada trataba de hacerse paso entre la gente para poder llegar al bar que había dentro de la universidad. Tenía el ceño fruncido y refunfuñaba en voz muy baja, pero se podía llegar a imaginar que estaba insultando a alguien. De repente, sus dos peculiares orejas de perro se movieron simpáticamente al escuchar la voz de una mujer.

- ¡Inuyasha, te dije que me esperaras! – exclamó Kagome alcanzando al muchacho que claramente se podía ver que no era humano - ¿Por qué te fuiste así de repente?

- Lo que pasó es que no pude soportar el olor repugnante que venía de una de las aulas, así que decidí esperarte acá – explicó Inuyasha aún con su ceño fruncido.

- ¿Olor repugnante? ¿De quién? – preguntó la joven de cabello negro azulino intrigada.

- Del estúpido de Sesshoumaru – contestó secamente, luego apretó los dientes con ira al igual que sus puños - ¿Por qué tiene que dar clases acá?

- Tranquilo, tranquilo. Estoy segura que él también va a querer evitarte, así que lo más probable es que no lo veas – hablaba Kagome con una sonrisa dibujada en sus labios y apoyando una de sus manos en el hombro de su amigo.

Inuyasha sonrió fugazmente y luego suspiró. Taisho Sesshoumaru, su medio hermano mayor, un ser repugnante, horrible, cruel y un sin fin de adjetivos negativos podían describir a ese ser desde el punto de vista del joven. Desde que él nació, Sesshoumaru sintió un gran odio hacia Inuyasha por ser un hanyou. ¿Pero que culpa tenía él de ser fruto de una relación entre un youkai y una humana? ¡Ninguna! Pero para su maldito medio hermano era como si la culpa la tuviera él, un hanyou, un ser inferior.

- Inuyasha… dejá de pensar en Sesshoumaru – pidió Kagome dulcemente apoyando sus manos en el rostro del hanyou y lo giró para que la viera a ella.

A Inuyasha lo tomó por sorpresa la acción que acababa de realizar su amiga y cuando sus ojos se encontraron, él tragó saliva al notar a la corta distancia que se encontraban sus labios. El hanyou no podía dejar de contemplar aquellos labios tan atractivos.

- ¿Qué mirás? – preguntó Kagome subiendo su tono de voz. Se había enojado.

- ¿Yo? ¡Nada! – contestó sacándose las manos de la joven de su rostro y girando su cabeza -. Vos fuiste la que me provocó a que mirara – explicó agresivamente y cruzándose de brazos.

- ¡¿Qué yo que?! – gritó Kagome de una manera histérica mientras cerraba sus puños y los elevaba a la altura de sus pechos –. Inuyasha no baka.

Kagome tenía pensado irse, pero cuando se volteó se llevó a alguien por delante.

- ¡Gomennasai! – dijo la muchacha mirando a la otra chica tirada en el suelo.

- ¿Por qué siempre a mí? – se preguntó Rin en voz alta mientras miraba el alto techo de la universidad. Parecía que era imposible llegar a tocarlo. De repente, un rostro le impidió seguir observando el techo.

- ¿Estás bien? – preguntó Kagome con una expresión de preocupación.

Rin se puso de pie y con las manos se refregó sus muslos tapados por un apretado pantalón de jean.

- Sí, estoy bien – contestó Rin algo avergonzada. Miró para un costado y se encontró con un joven de mirada dorada. Para su suerte no era él – Con permiso – dijo inclinándose, luego les sonrió todavía apenada y se fue.

- Parecía agradable – comentó Kagome mientras se acomodaba un mechón de pelo atrás de una oreja.

- Qué se yo – soltó Inuyasha mirando para un costado -. Cuando me miró a mí es como si hubiera visto un fantasma.

- Inuyasha, por ahí le hacías acordar a alguien. No creo que le caigas mal – opinó Kagome sinceramente.

- Lo decís porque me conocés desde la secundaria. Estoy seguro que cuando nos conocimos pensabas mal de mí.

- No digas idioteces. Cuando te vi por primera vez pensé: “Que orejas más tiernas tiene ese chico” – río Kagome agarrando con una mano una de las orejas de su amigo y la apretujó - ¡Son tan lindas!

- ¡Me duele! ¡Soy muy sensible ahí! - se quejó Inuyasha como si fuera un niño de cinco años.

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Sesshoumaru estaba saliendo de la universidad con una café expreso en la mano. Que horrible que era ese café, pero no había tomado ni comido nada en todo el día. De repente, se sintió observado por varios ojos. Al mirar de reojo a las personas que lo miraban no se sorprendió. Eran ex alumnas que había tenido años anteriores y sin duda ellas se habían quedado con las ganas de que él les enseñara más cosas aparte de literatura japonesa.

- Qué idiotas. Se creen que yo, Sesshoumaru, les voy a prestar atención – pensó tomando un pequeño sorbo de café. Su rostro no expresaba absolutamente ninguna emoción.

El bello youkai se encontraba ya fuera de la universidad e iba en busca de su auto cuando vio que en la cuadra de enfrente una muchacha corría desesperada para tomar un colectivo al cual no llegó. A esa chica la identificó como a una de las tantas alumnas que tuvo ese día.

Sesshoumaru sabía que el colectivo que pasaba por Tokio Daigaku sólo lo hacía cada cuarenta y cinco minutos, así que aquella joven humana iba a tener que esperar. Él decidió ignorarla y seguir de largo hasta llegar a su auto y regresar cómodamente a su hogar. Eso es lo que tenía pensado hacer hasta que sintió una mirada sobre él.

- Qué mal. Nuevamente mi profesor me vio pasar vergüenza – pensaba Rin admirando el hermoso perfil del youkai - ¡Rin, dejá de mirarlo! ¡A ver si te pesca! - le exclamó su conciencia y justo Sesshoumaru giró su rostro para el lado de ella y sus miradas se encontraron.

Rin, parada en medio de la vereda con la mochila colgada a un hombro, se quedó observándolo. No podía sacar sus ojos de aquel ser, aquel ser que parecía un ángel, no un youkai. Cuando ella vio que Sesshoumaru frunció los ojos como mostrándose molesto por la mirada, ella se sonrojó y miró para el suelo. Tímidamente, volvió a subir sus ojos chocolates y vio que el youkai le estaba haciendo una seña con un dedo.

- ¿Me esta diciendo que vaya con él? – se preguntó Rin con la boca abierta y sus ojos sumamente sorprendidos - ¡No puede ser!

Al ver que Sesshoumaru paró de caminar y se la quedó observando con esa expresión que no decía nada, ella por alguna extraña razón entendió que la estaba esperando. Es así que cruzó la calle siempre con sus ojos clavados en los de él. Cada paso que daba Rin era muy liviano, ella se sentía liviana como si estuviese en un sueño donde se encontraría con su príncipe azul. Pero era aún mejor lo que ocurría en la realidad, ya que iba a estar con un ángel.

Cuando la muchacha piso la vereda, Sesshoumaru comenzó a caminar hasta el auto que era una clásica ferrari roja. Él abrió su puerta y ella vio que no se molestaría en abrirle la suya. Rin entró, se puso el cinturón e inmediatamente él encendió el motor y se alejó de la universidad.

Rin se encontraba algo nerviosa. Es decir, en su primer día de universidad su profesor la estaba llevando a su casa. Un momento… ella no había dicho donde es que quedaba.

- Eeto, Sesshoumaru-sensei, le tengo que decir mi dirección – habló la chica con una voz suave y algo tímida.

- Ya me estaba preguntando cuando me la ibas a decir – contestó él secamente mirando para la calle.

Rin le dijo donde quedaba su casa y no se habló más en todo el viaje. Sin duda ella tenía otra perspectiva de ese bello ser que se encontraba a su lado. Cuando le hizo aquella seña con el dedo diciéndole que la llevaría en su auto, Rin pensó que era un youkai sumamente gentil, a pesar de que su rostro mostrara otra imagen.

Llegaron a su casa, ella se bajo del auto y se inclinó para agradecerle. Cuando se estaba por retirar a su casa él habló.

- Trata de prestar más atención en clase. Y el jueves que es el día que vuelvo a tener tu clase, anda más temprano así te doy lo que te perdiste al principio de la clase – habló fríamente sin mirarla ni una sola vez a la cara.

Rin se quedó impactada y emocionada por lo que le acaba de decir. Se lo había dicho de una manera tan indiferente, pero a la vez lo que le dijo fue tan amable. La muchacha no entendía para nada a ese youkai que se alejó en la ferrari.

- ¡Kya! ¡El jueves voy a estar a solas con él! – pensó emocionada, juntando sus manos y en sus ojos apareció un brillo de gran felicidad.

Continuará…

¿Qué tal estuvo? ¡Espero que les haya gustado mi nuevo fic! ¡Díganme que opinan, porfis!

Besos, Haru-hime

 

Re: ¡Enséñeme más, Sensei! (Sesshoumaru y Rin)

Si alguien lee mi nuevo fic...
me lo pude postear y decirme que opina?
así me pongo a hacer la conti
por fis ToT

Besos, Haru-hime

 

Re: ¡Enséñeme más, Sensei! (Sesshoumaru y Rin)

muchas gracias a steffany578, a CAROLAIN.1 y a Jessy por decimre que les pareció este fic!!
Y no, no es una cita lo que tienen... sesshy nada más le pidió que fuera antes a la clase para exlicarle lo que se perdió... jejeje, a rin se la voy a hacer muy díficil en este fic xD

Bueno, empecé a escribir el cap dos, pero no lo terminé todavía... voy a tratar de ponerlo lo más rápido que pueda!

Besos, Haru-hime

 

Re: ¡Enséñeme más, Sensei! (Sesshoumaru y Rin)

hola
me encanta este fic
me pregunto para q sessh le dijo eso es q van a estudiar
aunque no creo q rin preste atencion va a estar enbobada con sesshomaru
espero q pongas la conti pronto bye
besosssssssssssssssssssssss