Izumi Curtis, vivió con un constante tormento interior durante un largo tiempo. Después de intentar revivir al pequeño que perdió y fallar miserablemente. Sus noches se veían interrumpidas por pesadillas y recuerdos de aquel día, cuando rodeada por un charco de sangre y sin algunos de sus órganos internos intentó alcanzar aquella pequeña mano que tanto deseó poder acariciar alguna vez, sin embargo cuando estaba a punto de hacerlo se despertaba de golpe, sudando y respirando agitada; y después, viéndose afligida e impotente, ocultaba su rostro con las manos para dejar salir gruesas lágrimas de dolor. Mientras sollozaba en los brazos de su esposo y recordaba esos tortuosos momentos luego de intentar la transmutación humana. Un intenso dolor comenzaba a crecer en su interior, un obscuro dolor que la mordía acompañado por la culpa, que día a día la consumían cada vez más. Ella fue la responsable de matarlo una vez al enfermar y que su cuerpo no pudiera soportar al niño y también lo mató una segunda vez al intentar traerlo de vuelta, era su culpa...Ella no merecía nada, era un monstruo. Sin embargo su mayor salvación y alivio llegó cuando recibió aquella llamada, la noticia que le dio Edward a través del teléfono fue como un rayo de luz que iluminó toda su obscuridad interior. "Lo que transmutó ese día no era su hijo" Luego de cortar la llamada y respirar hondo se dejó caer en la silla junto a ella, mientras cubría su rostro con una de sus manos y gruesas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, lágrimas de alivio, lágrimas de tranquilidad; la sensación de culpa fue aligerándose poco a poco y una calma interior comenzó a expandirse con suavidad. —Izumi... —Ellos dos...me han salvado—retiró la mano de su rostro y miró a su esposo—No lo hice, no lo maté un segunda vez—su marido se acercó a ella. Mientras la mujer sonreía de manera pacífica y las lágrimas salían de sus ojos sin control. "No lo maté una segunda vez" Fueron esa palabras las que hicieron que su tormento interno se detuviera, el saberlo la salvó. Cerró los ojos mientras sentía como ese rayo de luz se expandía cada vez más dentro de si. Estaba salvada, estaba salvada, no mató a su pequeño... —Gracias—murmuró, deseando que el viento llevara consigo ese agradecimiento hasta los oídos del pequeño rubio que salvó su alma. "Gracias"
Por un momento creí que se trataría de Trisha en cuanto leí el título, pero claro, ella no es la única madre que puede verse en la serie e Izumi lo demuestra. Triste y desgraciado pérdida la que la aconteció... Porque sí, ella es una mujer fuerte (mucho) y feliz como lo demuestra su matrimonio, pero siempre la envolvió aquella sombra tras perder a su hijo. Reflejaste muy bien sus sentimientos: ella siempre se siente culpable y más aún por incapacitarse a sí misma después de la transmutación fallida. Por suerte Ed pudo confirmarle que ya no era su hijo y librarla de esa carga al menos un poco.
Realmente fue un drama todo lo que vivió Izumi,y lo has sabido expresar. Incluso, después de toda la cara emocional que he recibido en los primeros párrafos siento un alivio por el final que le diste. Y para terminar con broche de oro, ese gracias que sale de lo más profundo de Izumi. Un drama con un final feliz, sin errores ortográficos a simple vista. Sólo que se debió publicar como capítulo y no como comentario. Tenga un bonito día. c:
