"LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL" kag/sess

"LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL" kag/sess

hola !!!!!!!!
soy nueva por aqui este es mi primer fanfic y me gustaria que lo leyeran, y que postearan mucho, espero sus criticas constructivas y si el fic no les parece y creen que esta muy aburrido por favor diganmelo para que yo ya no lo siga, pero no sin antes darme una oportunidad. tambien espero hacer muchas amigas y amigos.
bueno me despido y les dejo la mitad de el primer capitulo de fic para que lo rebisen de antemano muchas gracias.

NICATHY

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LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL.​

CAPITULO I. “La profecía y mi mejor amiga la soledad”.​

Era una tarde muy triste había estado lloviendo demasiado, el cielo se encontraba completamente escuro , el sol ni siquiera parecía existir. Por una ventana de un castillo se podía observar una hermosa joven de largos cabellos ondulados y azabaches que caían en su regazo como cubriéndola del frio. Su fino vestido de seda color rosa con listones del mismo color un poco mas encendido dejaba ver la bien proporcionada figura de la joven, su piel blanca como la nieve, su nariz aguileña en combinación con aquellos labios rojos y gruesos, sus ojos de un color chocolate reflejaban una tristeza tan profunda. Cualquiera que viera visto a aquella joven habría pensado que se trataba de un ángel, mas que de un una simple princesa, poco a poco con el paso de las horas, la bella chica se durmió con la canción que el viento parecía ofrecerle en honor a su belleza.
De pronto la puerta de la habitación de la jovencita se abrió, era una mujer muy hermosa con parecido físico a la joven que dormía plácidamente recostada junto a su ventana.
La observo como quien observa a su pero enemigo, con una mirada llena de ira, pronto exclamo unas palabras llenas de frialdad y demasiado ásperas - ¡¡¡ kagome!!! Kagome despierta!!!!!.
- Su majestad- contesto aquella muchacha despertándose del susto que su madre le acaba de provocar.
- No debes estar cerca de la ventana te lo he dicho mil ves, alguien podría verte – exclamo midoriko hacia su hija en un tono represivo hacia su hija.
La chica asintió moviendo la cabeza, mientras se levantaba de aquel bello asiento en el que se encontraba, miro por ultima vez el paisaje que la ventana le ofrecía. El cual ya no era el mismo que hacia unas horas había esto observando, la lluvia había cesado y se podía apreciar un bello jardín lleno de flores de todos los colores y formas, mientras que los pétalos de estas aun guardaban rastros de la tormenta en forma de pequeñas gotas de agua que mas que eso parecían diamantes que adornaban las flores dando un espectáculo con el sol digno de admirarse, y aquel hermoso arcoíris que se dejaba ver complementaba la perfección de aquel paisaje. A si cualquiera que estuviese en aquel lugar en ese preciso momento habría pensado que se encontraba en el paraíso. Los pájaros , las flores, los arboles todo era perfecto…. Pero ahí había un pequeño problema, kagome solo podía contemplarlo desde aquella ventana y ahora hasta eso le estaba siendo arrebatado, dio un suspiro, una pequeña lagrima recorrió aquellas mejillas sonrosadas mientras le daba la espalda aquel magnífico cuadro. Se dirigió hacia donde se encontraba su madre, se paro justo enfrente de ella, la miro directamente a los ojos, mientras dos lagrimas acariciaban suavemente sus mejillas, bajo la mirada en el mismo instante en el que se aventaba para incorporarse en el pecho de aquella mujer, que la miraba con desdén. La abrazo fuertemente mientras que la otra solo permanecía quieta sin mover un solo dedo.
- ¿ por que madre?¿ por que me odian tanto?- exclamo kagome entre sollozos y balbuceos.
- Midoriko la tomo de los brazos sujetándola fuertemente mientras la separaba de ella, dándole un aventón. Que hizo caer a kagome en el piso, esta rompió en llanto, pero aun así este no impedía que siguiera expresando aquellos sentimientos que oprimían su corazón.
- ¿Por qué me tratas así, dímelo por favor? ¿Por qué me odian tanto tu y mi padre? ¿Qué hecho mal? ¡¡¡¡¡ DIMELOOO!!!!- grito la chica que estaba en el suelo, esto ultimo retumbo por todos los pasillos del castillo y en las habitaciones contiguas, logrando llegar asi a yue; su padre.
Kagome bajo la mirada otra vez mientras su llanto incrementaba, no podía creer que aquella mujer parada frente a ella fuera su madre y más aun no podía creer la falta de valor que esta tenia al no decirle la verdad.
Por su parte midoriko la observaba, esta comenzó a mostrar una tristeza y confusión en sus ojos; en su interior de ella una batalla campal se llevaba a cabo, su corazón de madre suplicaba por aventarse hacia su hija, abrazarla y pedirle perdón por todo aquel sufrimiento que la había hecho pasar, pero su razón le dictaba otra cosa, ella le decía que debía odiarla y velar por su muerte por que cuando esta llegara, el mundo estaría a salvo otra vez.
De pronto su amor de madre pareció ganar dio un pequeño paso hacia su hija, quien sin darse cuenta de aquella acción aumentaba su llanto. Su mirada de midoriko se convirtió en una mirada dulce, tierna y llena de amor b hacia aquella niña que yacía en el suelo llorando amargamente y sin poder parar. Al momento que esta pensó en agacharse para poder consolar a su hija de aquel sufrimiento se abrió nuevamente la puerta, pero esta vez de una forma violenta, que produjo un fuerte estruendo, esto causo que midoriko retrocediera y volviera a su postura anterior que hacia un momento tenia, kagome por su parte alzo la mirada dirigiéndola hacia la puerta. Ahí se encontró con esos hermosos ojos azul/grisáceos que la contemplaban con el mayor de los odios, tal vez una daga viera herido menos a la chica que aquellos ojos. Yue camino hacia ellas, se paro justo al lado de midoriko sin quitarle la vista de encima a kagome quien no aguanto mas aquella temible mirada tan odiosa y soberbia que tubo que bajar la suya.
Kagome se paro corrió hacia aquel hombre que vestía de blanco con algunas aplicaciones en azul, sus ojos azul/grisáceos, esa piel blanca que la chica había heredado y esos hermosos cabellos largos y plateados, todo en conjunto daban a ese hombre un toque angelical que lo único que lo echaba a perder era esa mirada que le profesaba a su pobre hija.
Kagome lo abrazo con mucha ternura, escondió su cara en el pecho de aquel hombre, sus lagrimas cesaron, estar junto a el y en sus brazos la hacían sentirse bien, pero el al igual que midoriko parecía no inmutarse ante aquella demostración de amor que la chica expresaba.
Yue dirigió su mirada a midoriko, la mirada de estos 2 amantes se cruzo, sus ojos profesaban el mismo sentimiento en ambos, estos estaban llenos de culpabilidad, de dolor, ambos se comprendían. En este instante el tiempo parecía eterno para ellos, ver a si a su hija a la que aunque quisieran negarlo amaban, a pesar de aquella cruel verdad que vieran evitar saber.
Kagome por su parte se dio cuenta que su abrazo no era correspondido una vez mas, mucho menos sus sentimientos, sus ojos aunque cerrados volvieron a inundarse de lagrimas que empezaron a brotar sin poder detenerlas, estas comenzaron a empapar el pecho de yue quien se debatía entre 2 sentimientos muy diferentes.
El brutal silencio que en embargaba aquella habitación se vio terminada cuando kagome comenzó a hablar -¿Por qué no me hablan con la verdad del por que me odian?- decía kagome mientras poco a poco se desvanecía en los brazos de su padre. Esta caía lentamente mientras perdía la conciencia era como si aquella pequeña discusión hubiera acabado poco a poco con sus energías, yue ágilmente logro salvar a kagome del seguro golpe que se daría, la tomo entre sus brazos dándose cuenta de que esta estaba completamente inconsciente………………………
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hasta aqui se los dejo si les gusta diganme para que yo le siga escribiendo porfis espero sus post gracias

 

Re: "LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL" kag/sess

hoooolaaaaaaaaa!!!!!!
bueno como lo prometido es deuda aqui les dejo todo el capitulo 1 de mi fic se que no es muy bueno pero prometo que con el tiempo se pondra mas interesante y tratare de escribir mejor ya que se que no lo hago bien.
les agradesco todo su apoyo y para hotaru_01 y para todos mi nombre es cinthya. enserio muchas gracias por leer y nos los entretengo mas y les pongo la conti..

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LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL.​

CAPITULO I. “La profecía y mi mejor amiga la soledad”.​

Era una tarde muy triste había estado lloviendo demasiado, el cielo se encontraba completamente oscuro, el sol ni siquiera parecía existir. Por una ventana de un castillo se podía observar una hermosa joven de largos cabellos ondulados y azabaches que caían en su regazo como cubriéndola del frio. Su fino vestido de seda color rosa con listones del mismo color un poco mas encendido dejaba ver la bien proporcionada figura de la joven, su piel blanca como la nieve, su nariz aguileña en combinación con aquellos labios rojos y gruesos, sus ojos de un color chocolate reflejaban una tristeza tan profunda. Cualquiera que viera visto a aquella joven habría pensado que se trataba de un ángel, mas que de un una simple princesa, poco a poco con el paso de las horas, la bella chica se durmió con la canción que el viento parecía ofrecerle en honor a su belleza.
De pronto la puerta de la habitación de la jovencita se abrió, era una mujer muy hermosa con parecido físico a la joven que dormía plácidamente recostada junto a su ventana.
La observo como quien observa a su peor enemigo, con una mirada llena de ira, pronto exclamo unas palabras llenas de frialdad y demasiado ásperas - ¡¡¡ kagome!!! Kagome despierta!!!!!.
- Su majestad- contesto aquella muchacha despertándose del susto que su madre le acaba de provocar.
- No debes estar cerca de la ventana te lo he dicho mil ves, alguien podría verte – exclamo midoriko hacia su hija en un tono represivo.
La chica asintió moviendo la cabeza, mientras se levantaba de aquel bello asiento en el que se encontraba, miro por ultima vez el paisaje que la ventana le ofrecía. El cual ya no era el mismo que hacia unas horas había esto observando, la lluvia había cesado y se podía apreciar un bello jardín lleno de flores de todos los colores y formas, mientras que los pétalos de estas aun guardaban rastros de la tormenta en forma de pequeñas gotas de agua que mas que eso parecían diamantes que adornaban las flores dando un espectáculo con el sol digno de admirarse, y aquel hermoso arcoíris que se dejaba ver, complementaba la perfección del paisaje. A si cualquiera que estuviese en aquel lugar en ese preciso momento habría pensado que se encontraba en el paraíso. Los pájaros, las flores, los arboles todo era perfecto…. Pero ahí había un pequeño problema, kagome solo podía contemplarlo desde aquella ventana y ahora hasta eso le estaba siendo arrebatado, dio un suspiro, una pequeña lágrima recorrió aquellas mejillas sonrosadas mientras le daba la espalda aquel magnífico cuadro. Se dirigió hacia donde se encontraba su madre, se paro justo enfrente de ella, la miro directamente a los ojos, mientras dos lágrimas acariciaban suavemente sus mejillas, bajo la mirada en el mismo instante en el que se aventaba para incorporarse en el pecho de aquella mujer que la miraba con desdén. La abrazo fuertemente mientras que la otra solo permanecía quieta sin mover un solo dedo.
- ¿por que madre? ¿por que me odian tanto?- exclamo kagome entre sollozos y balbuceos.
- Midoriko la tomo de los brazos sujetándola fuertemente mientras la separaba de ella, dándole un aventón. Que hizo caer a kagome en el piso, esta rompió en llanto, pero aun así este no impedía que siguiera expresando aquellos sentimientos que oprimían su corazón.
- ¿Por qué me tratas así, dímelo por favor? ¿Por qué me odian tanto tu y mi padre? ¿Qué hecho mal? ¡¡¡¡¡ DIMELOOO!!!!- grito la chica que estaba en el suelo, esto ultimo retumbo por todos los pasillos del castillo y en las habitaciones contiguas, logrando llegar a si a yue; su padre.
Kagome bajo la mirada otra vez mientras su llanto incrementaba, no podía creer que aquella mujer parada frente a ella fuera su madre y más aun no podía creer la falta de valor que esta tenia al no decirle la verdad.
Por su parte midoriko la observaba, esta comenzó a mostrar una tristeza y confusión en sus ojos; en su interior de ella una batalla campal se llevaba a cabo, su corazón de madre suplicaba por aventarse hacia su hija, abrazarla y pedirle perdón por todo aquel sufrimiento que la había hecho pasar, pero su razón le dictaba otra cosa, ella le decía que debía odiarla y velar por su muerte por que cuando esta llegara, el mundo estaría a salvo otra vez.
De pronto su amor de madre pareció ganar dio un pequeño paso hacia su hija, quien sin darse cuenta de aquella acción aumentaba su llanto. Su mirada de midoriko se convirtió en una dulce, tierna y llena de amor hacia aquella niña que yacía en el suelo llorando amargamente y sin poder parar. Al momento que esta pensó en agacharse para poder consolar a su hija de aquel sufrimiento se abrió nuevamente la puerta, pero esta vez de una forma violenta, que produjo un fuerte estruendo, esto causo que midoriko retrocediera y volviera a su postura anterior que hacia un momento tenia, kagome por su parte alzo la mirada dirigiéndola hacia la puerta. Ahí se encontró con esos hermosos ojos azul/grisáceos que la contemplaban con el mayor de los odios, tal vez una daga viera herido menos a la chica que aquellos ojos. Yue camino hacia ellas, se paro justo al lado de midoriko sin quitarle la vista de encima a kagome quien no aguanto aquella temible mirada tan odiosa y soberbia que tubo que bajar la suya.
Kagome se paro corrió hacia aquel hombre que vestía de blanco con algunas aplicaciones en azul, sus ojos azul/grisáceos, esa piel blanca que la chica había heredado y esos hermosos cabellos largos y plateados, todo en conjunto daban a ese hombre un toque angelical que lo único que lo echaba a perder era esa mirada que le profesaba a su pobre hija.
Kagome lo abrazo con mucha ternura, escondió su cara en el pecho de aquel hombre, sus lagrimas cesaron, estar junto a el y en sus brazos la hacían sentirse bien, pero el, al igual que midoriko parecía no inmutarse ante aquella demostración de amor que la chica expresaba.
Yue dirigió su mirada a midoriko, la mirada de estos 2 amantes se cruzo, sus ojos profesaban el mismo sentimiento en ambos, estos estaban llenos de culpabilidad, de dolor, ambos se comprendían. En este instante el tiempo parecía eterno para ellos, ver a si a su hija a la que aunque quisieran negarlo amaban, a pesar de aquella cruel verdad que vieran querido evitar saber.
Kagome por su parte se dio cuenta que su abrazo no era correspondido una vez mas, mucho menos sus sentimientos, sus ojos aunque cerrados volvieron a inundarse de lagrimas que empezaron a brotar sin poder detenerlas, estas comenzaron a empapar el pecho de yue quien se debatía entre 2 sentimientos muy diferentes.
El brutal silencio que en embargaba aquella habitación se vio terminada cuando kagome comenzó a hablar -¿Por qué no me hablan con la verdad del por que me odian?- decía kagome mientras poco a poco se desvanecía en los brazos de su padre. Esta caía lentamente mientras perdía la conciencia era como si aquella pequeña discusión hubiera acabado poco a poco con sus energías, yue ágilmente logro salvar a kagome del seguro golpe que se daría, la tomo entre sus brazos dándose cuenta de que esta estaba completamente inconsciente, se dirigió al lecho de la joven colocándola con mucho cuidado y ternura que nunca habría mostrado a esta si estuviera consiente.
Se quedo inmóvil, viendo a aquella jovencita que hacia poco mostraba cuerpo de niña, no comprendía en que momento ella había cambiado tanto pero aparto este pensamiento de su mente mientras otro venia a el – ¿acaso ella sabia algo? ¿como podía ser posible que lo supiera? Estas preguntas le venían a el, mientras se sumergía junto con midoriko en aquel recuerdo tan doloroso para ellos.
………………………………………………… FLASS BACK…………………………………………………………………..
Aquella mujer de largos cabellos lacios y azabaches, piel trigueña, nariz respingada, ojos grandes y chocolates yacía en su lecho. Las cortinas de aquella habitación en la que se encontraba estaban abiertas las cuales permitían que los rayos del sol iluminaran cada rincón de esta.
Estaba dormitando, el cansancio en ella era demasiado notorio pero aun a si la felicidad de su rostro no era opacada, de pronto vio acercarse a una mujer acompañada de un pequeño llanto de un bebe, se incorporo rápidamente y como pudo, ya que sus fuerzas parecían agotadas.
- Mira es una niña y esta hermosa aunque no se que hacer por que no deja de llorar –exclamo una anciana de cabellos blancos mientras alargaba los brazos para entregar al bebe, ya que la joven madre había extendido sus brazos para recibir a aquella criatura que al sentirse en los brazos de esta , repentinamente dejo de llorar.
La mirada de midoriko estaba llena de ternura y amor, mientras que sus facciones daban a entender que esta se encontraba rebosante de alegría.
De pronto la puerta de la habitación se abrió un joven de cabellos largos y plateados entro, este a pesar de la blancura de su piel mostraba un sonrojamiento producido por el sentimiento que lo embargaba en ese momento y unos ojos azul/grisáceos que chispeaban tanta felicidad y amor, se paro a observar aquella escena, estaba tan feliz que sentía que no habían palabras para describir el momento que estaba viviendo; ya que la mujer que tanto amaba acababa de dar luz a su primogénita.
- Yue acércate- dijo midoriko mientras le extendía una mano a su amante, que estaba frente a ella, pasmado sin decir nada.
Tomo la mano de su amada mientras se incorporo a un lado de ella, deposito un beso en la frente de esta para luego dirigir una mirada llena de amor y ternura a aquella linda bebe que sonreía mientras tomaba el dedo de su madre.
- Es una niña amor mío, ¿Cómo la llamaremos?- exclamo midoriko mientras se acomodaba en el pecho de su joven y muy apuesto esposo.
- Kagome- contesto este con toda la seguridad del mundo.
Dos días después de aquella escena llena de amor, la joven muchacha se encontraba arrullando a su niña con una hermosa melodía, su esposo por su parte leía un libro quien después de leer unas cuantas líneas le daba una mirada a sus dos amores que se encontraban frente a el. De pronto alguien interrumpió aquel ambiente.
- Adelante dijo yue dirigiendo la vista hacia la puerta.
Al instante la misma anciana de cabellos blancos que había ayudado a atraer al mundo a kagome entro a la habitación.
- Hoy es luna llena y buena hora para hacerle un regalo a mi pequeña princesa - exclamo la anciana mientras se acercaba a midoriko.
- ¿Qué tipo de regalo? –pregunto yue mientras dejaba aun lado aquel libro y se paraba, para acercarse a su esposa.
La anciana volteo a ver a yue –su oráculo contesto con una gran sonrisa en su rostro.
-No kaede, quiero que el futuro de mi hija se revele con el pasar de los años –respondió midoriko mientras abrazaba fuertemente a kagome.
Yue tomo de la mano a midoriko y la miro fijamente dándole a entender que su decisión seria respetada, luego dirigió una mirada a kaede estoy de acuerdo con midoriko dijo este con un tomo muy calmado.
-pero debemos hacerlo, a si sabremos como proteger a nuestra querida princesa – protesto muy convincentemente kaede.
Por su parte midoriko y yue se miraron con mucha incertidumbre. Después de un rato y de dar mil y un razones a sus reyes del bien que traería la lectura del oráculo a la niña, los dos amantes asintieron. Se dirigieron a otra habitación que parecía haber sido preparada con anticipación para aquella ceremonia espiritual que se llevaría acabo. La niña fue colocada en medio de un circulo que estaba formado por muchas velas, kaede tomo un báculo, mientras yue y midoriko observaban. La anciana comenzó a decir conjuros, después de un rato se acerco a la niña y con una daga hirió levemente un dedo de aquella criatura que al sentir el corte en su dedo dio un pequeño grito seguido de un llanto, mientras que su sangre era derramada en una pequeña copa que contenía otros ingredientes - kaede tomo esta infusión, en ese instante sus ojos se nublaron, se quedo paralizada, muchas imágenes venían a sus ojos y pronto despertó de aquella posesión, dando gritos aterradores.
- DEBE MORIR AHORA MISMO!!!!!!!!!!! – gritaba kaede mientras recogía la daga que había caído en el suelo para luego tratar de acecinar a kagome que no paraba de llorar.
- NOOOO!!!!!!!!!! Gritaba la desesperada madre mientras observaba que kaede atacaba a su hija.
- Yue ágilmente pudo detener a la anciana que por poco y clavaba la daga en el corazón de la niña. - ¿que ha pasado? ¿que has visto? Preguntaba este con mucha desesperación e incertidumbre al ver que su hija por poco y era acesinada por aquella mujer que yacía en el suelo llorando amargamente sin dejar de exclamar- debe morir!!.
- ¿por que? – pregunto midoriko mientras tomaba entre sus brazos a su hija.
Kaede se paro, parecía mas calmada, dio un suspiro mientras se giraba para darle la espalda a sus señores que la miraban con odio por lo que acababa de hacer; verán ella crecerá, pero tendrá poderes muy grandes y malignos con los cuales traerá de vuelta el resurgimiento al maldito demonio de naraku y no solo eso también se unirá a otro demonio, el mundo esta en peligro una vez mas por la existencia de ese ser maligno que tienes en los brazos midoriko. Pero no entiendo, ¿Por qué?, como puede ser que dos seres tan puros engendren a un ser tan maligno que a simple vista parece un ángel, tu – dijo dirigiéndose hacia yue; eres un ángel que renuncio a sus alas por amor a la mujer que protegía y de la que se enamoro y tu midoriko una sacerdotisa cuyos poderes espirituales son tan grandes que hacen que purifiques hasta el lugar donde te encuentras parada.
- ¿pero no hay posibilidad que te hayas equivocado?- pregunto midoriko con cierta timidez y la voz cortada, mientras dos lagrimas recorrían sus mejillas y aprisionaba a su hija fuertemente contra su pecho.
- No – contesto kaede lívida de rabia mientras proseguía aquellos reclamos que parecían ir dirigidos al cruel destino -¿por que ustedes?, si ustedes son los que acabaron con el dominio de ese terrible naraku, al acabar con casi todo su ejercito de demonios y tubo que huir a esconderse para que no lo mataran -¿Por qué? Grito la anciana mientras se dejaba caer al suelo.
yue sabia que kaede no podía equivocarse ni mucho menos estar mintiendo –dirigió una mirada su esposa y con voz ronca y fría como el hielo – exclamo hay que matarla – acto seguido salió de aquella habitación sin siquiera voltear a ver a su amada ni ala niña que hacia unos momentos era la alegría de su ser.
– Esta en tus manos – replico kaede mientras seguía a yue.
Midoriko estaba absorta de todo aquello que había escuchado. Se dejo caer arrodillada al piso con kagome entre sus brazos, un mar de lagrimas inundo sus bellos ojos chocolates, se quedo así un instante, luego alzo la vista y miro a su niña. – Que ingenua de lo que pasaba le ofrecía a esta una melodiosa sonrisa. – midoriko se paro y salió de aquella lúgubre habitación, se dirigió a donde se encontraba kaede y su amado yue, entro tranquilamente pero algunas lagrimas a un rodaban por aquel rostro pálido, estiro sus brazos para entregar a kaede la niña.
-es lo mejor – dijo kaede mientras recibia a la niña.
Yue aquel ser que se veía tan lleno de amor y pacifico ahora solo trasmitía frialdad, inerte ante aquella escena, solo se dedicaba a mirar.
- pero no quiero que la maten fríamente por favor – dijo casi murmurando la joven que agachaba la cara para ocultar la vergüenza que sentía al exclamar tales palabras; por favor kaede encárgate tu, dale algún veneno, no quiero nada doloroso pero si algo rápido y seguro.
- esta bien- contesto la anciana derramando algunas lágrimas que corrían por aquel rostro lleno de arrugas.
Midoriko no aguanto mas y salió despavorida corriendo de esa habitación, al ver esto su amado la siguió, corrió hasta alcanzarla, cuando lo hizo la abrazo para poder consolarla y poder consolarse el mismo, en ese momento ambos desahogaron su dolor.
Horas mas tarde una letal pócima era vertida en la mamila de la princesa, la cual le fue dado por su madre, algunos momentos mas tarde en la pequeña niña todo parecía normal, mientras todos observaban pasmados aquella reacción. Los días, semanas pasaron y nada de lo que kaede le daba surtía efecto.

Kaede explico a la miko y al ángel que kagome purificaba todo veneno que entraba en su organismo, pero que llegaría el momento que ya no tendría mas energía para hacerlo y que en ese preciso momento el te envenenado podría hacer su trabajo. Pero mientras ese momento llegaba kagome debería de permanecer oculta a todos los ojos para que nunca fuera vista por naruku ni por ningún otro demonio que quisiera aprovechar los poderes de la niña.

……………………………………….FINDEFLASHBACK……………………………………………………………
Los amantes despertaron de aquel terrible recuerdo sus ojos estaban conectados, pero midoriko no aguanto mas el punzante dolor de su pecho que le producía la culpabilidad de toda la amargura que vivía kagome, salió corriendo de la habitación, yue no pudo mas tampoco y la siguió, no sin antes cerrar las cortinas de la habitación de kagome quien aun dormía.
Ambos se fueron con la misma pregunta retumbando en sus cabezas ¿a caso kagome sabia algo?.....
Cuando kagome despertó se encontraba sola, como siempre, observo detenidamente la mesita de noche y miro que estaba ya dispuesto su te.
Sonrió levemente, tomo aquella taza y bebió todo su contenido hasta el final, sabiendo que este sin duda algún día la conduciría a su muerte.
Así es, ella lo sabia, sabia aquel secreto que sus padres tanto habían tratado de ocultarle, pero que en el descuido de yuka una de sus damas había podido averiguar.
Se volvió a recostar en su cama, una sonrisa se mostro en su rostro mientras recordaba el sueño que había tenido, aquella cascada que caía en un hermoso lago que parecía un espejo, era de noche, la luna estaba llena y se podía apreciar todo aquel hermoso paisaje, en medio del lago resaltaba una piedra en la que se encontraba un hombre de figura bien proporcionada el viento mecía aquellos largos cabellos que a la luz de la luna dejaban ver que eran plateados. Pero había un problema no podía apreciar el rostro de aquel hombre. ¿Quién era ese hombre?.. ¿Acaso era su padre?.. se preguntaba la jovencita con mucha insistencia, mientras agradecía por que cada mañana que se despertaba lo recordaba. ya que el aun en la oscuridad la tranquilizaba y la hacia sentir protegida.
Continuara….
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ARIGATO GOZAIMASU a todas y todos..
nicathy

 

Re: "LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL" kag/sess

hola!!!!
te quedo cura la conty ;) jeje bueno porfis pon conty no seas malita y ponla pronto ya quiero saber que pasa y verdad que kagome no es tan mala.. verdad?
bueno bye te cuidas

 

Re: "LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL" kag/sess

holaaaaaaaa
antes que nada muchas gracias y disculpen por la tardanza pero bueno despues de mucho aqui les dejo el segundo capitulo espero les guste...

muchas gracias por su apoyo

nicathy
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CAPITULO II.​

“un pequeño rayo de luz”.​

Los días transcurrían como de costumbre para kagome quien no podía apartarse de su ventana, ya que la primavera había llegado y todo aquel jardín desde el paso del aquella gran tormenta era un paraíso.
Se levanto en cuanto los primeros rayos de sol tocaron aquella blanca piel, se puso de pie muy animada escogió su mejor vestido y mientras se lo ponía cantaba una dulce melodía, se acerco a su ventana precavidamente para que nadie la fuera a ver observando aquel hermoso paisaje. Estaba muy emocionada, mientras seguía entonando su dulce melodía. Kagome no entendía por que se encontraba tan feliz, pero algo en su interior le decía que algo grandioso pasaría, algo que cambiaria su vida para mejor.
Todos los sirvientes estaban muy emocionados escuchando por primera vez la canción que su princesa entonaba con tanto sentimiento y dulzura, que si no supieran de quien se trataba vieran jurado que era un Ángel el que se encontraba cantando. Toda esta algarabía llego a sus padres, quienes escuchaban atentamente la canción de su hija.
midoriko se dirigió al cuarto de la joven, cuando entro pudo observar a esta escondida detrás de la cortina, observando el jardín.
- Veo que nunca harás caso de apartarte de la ventana – exclamo midoriko con un tono de voz frio.
Kagome salto del susto, se aparto de la ventana y se dirigió hacia su madre parándose frente a ella mientras hacia una leve reverencia y le regalaba una tierna sonrisa- lo siento pero es que me gustan tanto las flores que no me puedo resistir a admirarlas aunque sea de lejos- dijo esta mientras se acerco al jarrón de rosas rojas que habían dispuesto en una de sus mesas un día antes.
La miko quedo extrañada ante esta actitud que la bella jovencita mostraba, noto su alegría inexplicable, midoriko observaba fijamente los ojos de kagome y sin poder evitarlo una leve sonrisa se le escapo –esta bien- musito esta casi mas para ella que para la princesa, se retiro de la habitación sin decir nada mas ya que no comprendía como kagome podía estar tan feliz solo observando desde lejos aquel jardín, ¿o que era lo que la ponía tan feliz?, llego con yue quien observaba con gran estupor una carta que sostenía en sus manos.
-¿Qué pasa? –pregunto midoriko al ver el ceño fruncido de su esposo.
-nada –contesto este mientras aventaba el papel con mucha ira – ¿Qué ha pasado? ¿Por qué la haz callado?, ¿has descubierto la razón de su alegría?- pregunto con mucha curiosidad.
-de eso tenemos que hablar – dijo ella con cierta timidez aunada ala dulzura que la caracterizaba cuando hablaba con su esposo.
-¿de que?- pregunto yue, mientras se servía una copa de vino.
-ella…ella…ella…
-aja!!!!!!!! –replico yue con cierta exaltación al ver que esta no proseguía.
- es que ella esta sufriendo mucho, no entiende nada y el te ya esta haciendo efecto, pronto ella…- no pudo seguir ya que sus ojos se inundaron de lagrimas, trato de contenerlas pero no pudo estas empezaron a escapar una tras otra sin poder evitarlo. Se balanceo al cuerpo de su esposo donde sumergió su rostro –ella morirá pronto y por lo menos quiero que tenga una alegría. ¡Por favor yue! – prosiguió mientras su llanto se hacia mas espeso.
Yue le levanto la cara, la miro a los ojos mientras le sonreía suavemente, paso su mano entre aquellos sedosos cabellos y poco a poco se acerco a esta para darle un tierno beso –se hará como tu quieras –musito con una dulce voz.
-gracias – murmuro midoriko, mientras se aferraba al cuerpo de su amado -¿Qué tal si paseamos hoy los 3 juntos por el jardín? –pregunto con gran nerviosismo.
- esta bien pero ahora mismo tengo que atender un negocio –dijo este mientras apartaba suavemente a su esposa de su lado para poder dirigirse hacia la puerta de la habitación. –hoyo!! –grito con vos fuerte y muy varonil, regreso al lado de su esposa mientras esta solo lo observaba. De pronto un joven de piel trigueña, ojos chocolates, cabello castaño y cuerpo bien proporcionado se asomaba por la puerta.
-dígame su majestad –dijo este con cierta suavidad.
-¿cuando trajeron la carta? –pregunto yue con mucho enfado.
Al verse ignorada midoriko decidió salir de la habitación para que su esposo atendiera sus deberes, claro esta, no sin antes recordarle el compromiso que habían hecho para la tarde.
Hoyo por su parte parecía nervioso ante la pregunta que yue le había hecho, lo que hiso que este simplemente se quedara callado.
-cuando hoyo??- volvió a repetir yue con cólera.
-hace cuatro días su majestad –contesto el joven cabizbajo.
-bien quiero que se prepare una tropa, mañana partiremos al amanecer, al reino de banktzu.
-si señor –respondió el joven mientras se marchaba.
Yue se quedo pensando, estaba muy nervioso mientras revisaba documentos tras documentos. Cuando vino a ver la hora que había acordado con su esposa había llegado, se levanto lentamente y se dirigió a buscarla.
Ambos padres entraron a la habitación de kagome, quien se peinaba sus cabellos azabaches con un cepillo de plata.
-kagome – dijo midoriko con un tono suave, que a la chica le pareció extraño ya que esta nunca le había hablado de esa forma. –si madre –contesto la chica con mucha dulzura.
-¿Qué tal si das un paseo con nosotros por el jardín?- pregunto midoriko mientras tomaba la mano de yue que solo escuchaba mientras miraba a kagome.
Kagome se quedo pasmada, no podía creerlo ni en sus sueños se imagino a su madre hablándole de esa forma y mucho menos proponiéndole un paseo. Kagome se levanto de su tocador, aventó el cepillo y se tiro a los brazos de su madre mientras un mar de lagrimas amenazaba con inundar sus ojos, -gracias mama –dijo esta sollozando entre los brazos de midoriko.
-vamos entonces-dijo midoriko con tranquilidad mientras separaba a kagome de su lado.
-¿padre vendrás?-pregunto kagome a yue con mucha alegría en su rostro.
-si –dijo este mientras caminaba a la puerta de la habitación, cuando de pronto sintió que kagome tomaba su mano.
A si salieron los 3 de la habitación de la jovencita con rumbo al jardín que tanto le gustaba a esta.
Kagome estaba maravillada, nunca antes había salido de su habitación y observaba cada detalle con gran detenimiento tratando de grabarlos en su mente.
Cuando llegaron a aquel jardín una sonrisa mas grande de la que ya había en su rostro se hiso presente, soltó la mano de su padre para poder correr a la entrada del jardín que le daba la bienvenida con diversas flores llenas de aromas que embriagaban todo el lugar. Un rato después la familia paseaba por el estrecho y sinuoso sendero del jardín, a su paso de estos los capullos de rosas y todas aquellas flores de todos los colores abrían sus pétalos hacia el sol con una delicadeza inigualable, mientras que el perfume de estas embriagaba todo el lugar y llegaba hasta la copa de los grandes arboles de cerezos que floreaban.
De pronto algo llamo la atención de kagome, en un claro del jardín una bella flor se encontraba sola, kagome la observo con tristeza mientras se acercaba a ella.
-que hermosa es, pero esta tan solo al igual que yo –dijo mientras un suspiro en ella se hacia presente.
Sus padres solo la observaron, midoriko camino hacia ella, mientras que kagome ya se encontraba de rodillas al lado de aquella flor.
-es un narciso –exclamo midoriko sabiamente mientras ponía una mano en el hombro de kagome.
-un narciso?, baya es muy hermosa pero me pregunto por que no hay mas flores a su lado – pregunto kagome con mucha ingenuidad.
- no lo se, pero si quieres para que ya no este tan sola y te haga compañía la mando a poner en un macetero y lo mando a tu habitación, ¿Qué te parece?- pregunto midoriko mientras esbozaba una leve sonrisa.
- en serio, seria perfecto- dijo sonriendo aun mas – ya vez dijo refiriéndose al narciso, ya no estarás solo ahora tu y yo estaremos juntos y seremos amigos.
De pronto aquella plática se vio interrumpida por unos gritos que se venían acercando.
-que no puede pasar le he dicho, el rey esta muy ocupado.
-calla estúpido antes de que corte tu cabeza.
-no me importa lo que diga, le ordeno que se detenga.
-hazte aun lado si aprecias tu vida jovencito idiota, acaso no sabes quien soy –expreso aquel hombre con mucha rabia mientras desenvainaba su alabarda y golpeaba al joven que se encontraba frente a el interfiriendo su paso. –estúpido –dijo este mientras veía caer noqueado al joven por el golpe que le acaba de proporcionar.
Se dirigió hacia donde se encontraba la familia, de pronto se detuvo a 2 metros quizás de yue que ya lo esperaba llegar por todo el alboroto que había armado.
-yue –grito con un tono frio y amenazador aquel hombre.
-¿como haz logrado pasar hasta acá? –pregunto yue sin inmutarse ante el.
-eso es lo de menos contesto el hombre con furia mientras recordaba lo que había pasado para llegar hasta el lugar en el que se encontraba.
……………………………………………FLASS back…………………………………………………
aquel hombre de imponente figura llego al enorme palacio de la familia real higurashi, iba acompañado de una escolta muy bien armada, bajo de su grandioso alazán negro y se dirigió a la entrada del palacio donde fue recibido con todo el respeto que se merecía.
-necesito hablar con yue –exclamo aquel hombre.
-su majestad, si me permite un momento lo he de anunciar con el rey –dijo un simple soldado.
-pero que sea rápido entiendes.
-si su majestad contesto aquel muchacho con miedo.
En eso hoyo venia bajando las escaleras y vio al joven que ya se dirigía a anunciarlo –detente yo lo atenderé-dijo hoyo con mucha seguridad.
-el hombre desde la esquina que se encontraba le lanzo una mirada fulminante a hoyo, por su osadía- ¿Quién te crees?, quiero hablar con el rey no con un simple mozo –dijo este en un tono burlesco.
-soy la mano derecha de mi rey y yo lo atenderé por que el se encuentra muy ocupado.
-no me importa donde este ni que este haciendo, ve y dile que lo estoy esperando.
-el rey esta ocupado con su familia en el jardín trasero y no creo que quiera venir a atenderlo (uuuppppsss creo que hablo mucho el lindo hoyo verdad).
-aya veo –dijo este mientras caminaba rumbo a donde le habían dicho que se encontraba yue, muchos guardias trataron de detenerlo pero todos fueron noqueados por la alabarda de este, el ultimo en caer fue el joven hoyo que se interpuso en el camino de aquel hombre de mirada fría.
…………………………………………FIN DE FLASS BACK………………………

-he venido por una respuesta a mi carta, ya que tu no te dignaste a mandarme una.
-apenas hoy la he leído pensaba partir mañana temprano a tu reino –contesto yue.
-maldito mentiroso si te la he mandado hace más de una semana –contesto aquel hombre muy enojado mientras intentaba desenvainar su espada, pero pronto fue interrumpido por midoriko.
-bankotzu!!! – grito con mucho enfado. -¿Qué esta pasando aquí?, díganme –pregunto midoriko.
Por su parte kagome se encontraba anonada observando al hombre tan apuesto que se encontraba amenazando a su padre ya que esta al momento de escuchar todos aquellos gritos se lleno de un miedo inexplicable que hiso que se parara rápidamente de donde se encontraba hincada para colocarse detrás de su madre y poder observar sin ser descubierta a bankotsu quien mostraba una proporcionada figura, piel trigueña, unos hermosos ojos azules y un cabellos largos y azabaches recogidos en una trensa, que si bien este tenia la edad de su padre era muy apuesto al igual que yue.
-buenas tardes –contesto bankotsu con un ademan hacia midoriko.
-contésteme alguno de los dos que he hecho una pregunta –respondió midoriko al ver que su pregunta era ignorada.
-nada solo he venido por la respuesta de mi carta –contesto bankotsu con mucha seriedad.
-¿y de que se trata la carta? -pregunto midoriko muy intrigada, mientras caminaba para acercarse a bankotsu olvidándose por completo que kagome se encontraba escondida detrás de ella.
-baya –dijo bankotsu observando a la joven que acaba de ser puesta en evidencia, -creo que ya se cual será mi pago- mientras una sonrisa en su rostro se iluminaba y veía a kagome de una forma muy pervertida.
Yue reacciono como era normal en un padre en tal situación, su rostro se encendió de ira mientras su enfado culmino cuando grito:
-maldito pervertido, ni siquiera lo pienses desgraciado prefiero que me declares la guerra antes de que suceda lo que estas pensando, maldito.
Kagome luchaba con todas sus fuerzas para no dejarse llevar por el impulso que la empujaba a salir corriendo de ese lugar para refugiarse en su cuarto y librarse de aquella mirada tan extraña. Midoriko por su parte se dio cuenta del error que había cometido y volvió hacia su hija, abrazándola mientras intentaba cubrirla de la mirada de bankotsu.
-jajajjaja –soltó una gran carcajada bankotsu al ver la cara de aquellos padres –pues creo que no les queda otra opción mas que aceptarlo por que si no una gran guerra se desatara y les advierto que a mi no me importa si muere gente inocente –replico bankotsu con un tono muy amenazador.
-maldito pervertido, que deuda tan grande puedo tener contigo para entregarte a mi hija –reclamo midoriko con mucho enfado.
-yue ¿acaso no le haz contado a tu amada midoriko? –pregunto este en un tono muy sarcástico.
-¿Qué esta pasando aquí yue? ¿A que se refiere?
Yue se quedo paralizado ante el cuestionamiento de midoriko, mientras recordaba que hacia 17 años cuando el demonio naraku había declarado la guerra a los humanos en especial a las sacerdotisas y a los monjes, este había recurrido a bankotsu para pedirle ayuda para destruir de una vez por todas el dominio de naraku, ya que a pesar de que su amada era una gran sacerdotisa sabia que esta sola no podía ganarle a aquel demonio y el no dejaría que ella luchara sola, lucharía a su lado pero solos los dos no podrían hacer mucho , de pronto un rumor empezó a correr, el rey bankotsu había acabado con todo el ejercito que naraku había enviado para derrocarlo, pero este con la habilidad que tenia con su alabarda había acabado con todos ellos en un abrir y cerrar de ojos y aun mas la hazaña se tornaba mejor ya que este ejercito era comandado por kouga y áyame los mejores aliados y guerreros de naraku. Por este motivo yue recurrió a bankotsu pidiendo que se uniera a el, pero este se negó rotundamente. Después de mucho rogar bankotsu acepto unirse a aquella rebelión contra los demonios pero con la condición de que yue le entregara su mayor tesoro cuando el a si lo quisiera y lo necesitara, yue pensó que se trataba de dinero y a si era en ese tiempo, pero en este momento bankotsu pensó que el mayor tesoro que yue y midoriko poseían era kagome.
yue miraba a su esposa a los ojos mientras explicaba todo lo suedido y el trato que había hecho con bankotsu.
-¿Cómo pudiste yue? –pregunto midoriko con muchas lagrimas recorriendo sus mejillas.
-perdóname tuve miedo de que algo te pasara, tenia miedo de perderte midoriko, no me quedo de otra además era dinero lo que acordamos –decía yue con mucho pesar.
-te equivocas amigo mío, nunca acordamos dinero dijimos el mayor de tus tesoros –interrumpió bankotsu en un tono sarcástico, mientras señalaba a kagome, quien lo observaba tímidamente entre los brazos de su madre.
- no puedes reclamar nada, ya que no hay nada que lo compruebe –dijo midoriko con un tono de triunfo.
-otro error mi bella midoriko, tu amado esposo hiso un juramente y firmo algunos papelitos.
-pensaste en todo por lo que veo, ¿pero como puedes desear a mi hija? Ella solo es una niña para ti, pervertido!!!!!! –gritaba esta sin detenimiento y furia.
-es cierto además tu estas casado con la bella izayoi ¿Qué te pasa? –exclamo yue desesperado por el lio en el que se encontraba.
-jajaja, por favor no me digan que creen que quiero a su hija para mi, ¿no creen que es una tontería?, además como tu mismo dices yue yo tengo a izayoi para que quiero a tu hija –contesto bankotsu muy divertidamente.
-entonces para que quieres a kagome –exclamo midoriko mas enojada.
-jajajajja- bankotsu se divertía mucho al ver el rostro de preocupación de aquellos padres.
-deja de reírte bankotsu –dijo yue desenvainando su espada.
-calmate yue no hay necesidad de derramar sangre cuando podemos arreglarlo civilizadamente.
-como quieres que me calme, si es mi hija lo que deceas –decia yue con mucha rabia.
-no la quiero para mi si eso los tranquiliza, es muy bella y creo que es muy buen partido para mi hijo inuyasha, además de que la unión nos beneficiara a ambos, ¿no creen? –pregunto bankotsu.
-NOO!!!!!!!!! Contestaron midoriko y yue en coro.
-pues entonces aunque no quieran a si será –decía bankotsu con mucha tranquilidad, mientras le guiñaba un ojo a kagome haciéndola sonrojarse aun más de lo que ya estaba.
Midoriko y yue estaban entre la espada y la pared, si se negaban bankotsu no dudaría ni un solo segundo en declararles la guerra, ya que si por algo era conocido era por esa crueldad y deseo de matar y si aceptaban corrían el riesgo de que la profecía que rondaba a kagome se cumpliera. Yue se acerco a midoriko mientras miraba a kagome que lo observaba con mucha incertidumbre y miedo por lo que estaba escuchando.
-llévala a su habitación y de ahí vas al despacho –le dijo dulcemente mientras esta rápidamente obedecía y se retiraba del lugar llevándose a kagome.
-bankotsu te daré lo que quieras, pero no me pidas a mi hija que no puedo dártela –exclamo yue con firmeza.
-¿acaso esta comprometida?, no lo creo he escuchado que desde muy pequeña la han escondido y nadie la conoce, yo pensé que era por que no era muy agraciada y se avergonzaban de ella, pero ahora veo que es todo lo contrario –dijo este divertidamente mientras seguía a yue que hiba en dirección a su despacho.
-no digas estupideces –contesto yue muy irritado.
-no tienes opción yue, ya sabes lo que pasara si no aceptas, mucha gente inocente de tu reino morirá y solo por no querer casar a tu hija con mi hijo, ¿acaso no te dará remordimiento de conciencia?.
-mira espera aquí en el vestíbulo primero tengo que platicar de esto con midoriko para tomar una decisión –dijo mientras indicaba a bankotsu un banco para que se sentara a esperar.
-bien solo no tarden mucho, recuerda que me suelo desesperar pronto. –dijo bankotsu mientras se sentaba en lugar que había sido indicado por yue.
Yue se dirigió rápidamente al despacho donde midoriko lo esperaba llorando amargamente.
-yue ¿Qué vamos a hacer? –pregunto esta con mucha melancolía.
-no tenemos otra opción, se la tendremos que dar si no habrá muertes innecesarias.
-¿pero y si la profecía se cumple? –pregunto ella con mucho miedo.
-no te preocupes tal vez para cuando la boda llegue ella ya haya mu… se quedo callado mientras una lagrima recorría su blanca piel.
Midoriko no pudo mas y lo abrazo, hundiéndose en su pecho mientras el la rodeaba con sus brazos.
-y si no nos ocuparemos de que ella siga tomando su te de alguna forma hasta que este haga efecto –prosiguió yue con mucho pesar.
-¿y si mejor no le contamos a bankotsu la verdad del por que no se la podemos dar?
-nooo!!! Si el se entera en el instante que le digamos la matara a manos frías, ya que el al igual que nosotros no quiere el regreso de naraku y por esa razón no dudara en matarla, bankotsu no tiene corazón y cuando se siente amenazado simplemente no tiene piedad.
-tienes razón ¿pero entonces no seria eso lo mejor? –pregunto midoriko con mucha amargura mientras que su llanto incrementaba.
-a si es eso seria lo mejor para ella y para todos que esta pesadilla terminara de una vez por todas, pero yo no quiero que ella muera en manos de un maldito como bankotsu.
Es cierto, ¿entonces tendremos que aceptar?
-a si es –asintió yue mientras le daba un beso a su amada.
Ambos salieron al vestíbulo donde se encontraba bankotsu que estaba ya muy inquieto dando vueltas por todo aquel salón.
-baya y que resolvieron –pregunto bankotsu al instante que vio entrar a la pareja y casi sabiendo la respuesta de estos.
-sabes que no tenemos otra opción y que tenemos que aceptar –respondió yue con mucha frialdad.
-muy bien, ustedes si saben y no se preocupen su princesa estará muy bien en las manos de mi hijo inuyasha, además de que como ya dije a ambos nos beneficiara el matrimonio –dijo con un tono de voz victorioso.
-como tú digas -contesto yue casi en murmullo.
-bien entonces me despido de ustedes mis grandes amigos –exclamo este sarcásticamente como era su costumbre.
-que te valla bien bankotsu –contesto midoriko casi rogando que ya se fuera de una vez por todas.
-bien entonces mañana vendré con izayoi para que junto con midoriko las dos comiencen con los preparativos y veamos cuando será el día de la boda que espero sea lo mas pronto posible, aahhh y también traeré al novio para que los dos futuros esposos se conozcan.
-bien –contestaron yue y midoriko desesperadamente por la emoción que bankotsu les demostraba.
Y a si bankotsu se marcho, mientras la pareja se quedo en aquel enorme salón abrazándose y pensando que si kagome no estuviera marcada por aquel cruel destino que ellos debían evitar quitándole la vida, para ellos esta seria una buena noticia, pero no era a si puesto que esta boda podía interferir con sus planes de acecinar a kagome y salvar al mundo…
Continuara…..

 

Re: "LA TIERNA MIRADA DE EL ANGEL DEL MAL" kag/sess

holaaaaa!!!!!

hayyyyyy que lindas son todas enserio muchas gracias, sinceramente pense que no les habia gustado pero veo que si prometo esforzarme mas para no defraudarlas y si ya pronto aparecera nuestro amado y lindo sesshomaru y lo que no se que responderles es que tan mala va a ser kagome, pero bueno con el tiempo se vera...
muchas gracias a todas nuevamente.
por cierto tal vez mañana ponga la siguiente conti.. jijiji
arigato.

nicathy