Mi Reflejo [NG Evangelion]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por siReNa-cHan, 11 Junio 2008.

  1.  
    siReNa-cHan

    siReNa-cHan Guest

    Título:
    Mi Reflejo [NG Evangelion]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    4039
    Mi Reflejo [NG Evangelion]

    ---

    No me enteré cuando me cerraron esto. A saber si fue tanto tiempo sin publicar o el spam que hicieron. Yo haré mi parte para que no me lo cierren por la primera, ustedes dediquense a postear con contenido sólo una vez ¬¬.

    ---
    Capítulo 1
    Capítulo 1

    Era una mañana fría como todas en Tokio-3, el sol apenas comenzaba a salir. Me levanté y me fijé en el reloj, eran las 7:05. Era demasiado temprano para ir a la escuela pero no me importó.

    Como siempre, después de levantarme, tomé una ducha rápida, me vestí con mi uniforme y me preparé una tostada con mermelada para desayunar. En realidad, no tenía hambre, pero para empezar un día eso era algo básico. Salí de la pequeña cocina para encontrarme con mi apartamento en un total desorden y sucio. No me importaba ¿Por qué había de importarme?, para vivir no necesitaba un lugar limpio u ordenado. Tomé mis cosas y salí del apartamento.

    Me dirigí a la escuela como normalmente lo hacía. Tomé la ruta por el parque y llegué sin problemas, solo me senté en la misma banca cerca de la ventana y esperé mirando hacia ella. Era demasiado temprano. Unos minutos más tarde los alumnos comenzaban a llegar, entre ellos la delegada: Horaki Hikari.

    - Hola Rei, ¿Cómo estás hoy? – Me dijo ella alegremente.

    No le presté atención, ¿Por qué habría de hacerlo? sólo era un saludo, una seña insignificante, una muestra de… ¿Amistad? Moví mi cabeza en señal de que la había escuchado y ella, al ver mi respuesta, fue a su asiento a trabajar.

    Ella me conocía, sabía que al saludarme corría el riesgo de que la ignorara y no le contestase, pues no es muy común de mí ser amigable con las personas. A pesar de eso, algunas personas toman cariño conmigo y no les molesta que sea tan seria y nada amigable, pues así es mi forma de ser. Así era yo…

    ---

    Lentamente, los demás alumnos llegaron y las clases empezaron. Llegó el cambio de hora y la profesora Takando entro al salón. Esta maestra, que era la encargada de impartirnos Geografía, solía hacer preguntas a los alumnos para ver su rendimiento.

    - … Bien, después de esta breve explicación, alguien podría decirme ¿Cuál fue la conclusión de esta lección? – Disimuladamente volteó a verme.

    Ella sabía que yo siempre conocía la respuesta a las preguntas pues a pesar de no ser la más inteligente siempre prestaba atención, pero también sabia que yo era muy tímida para hablar en frente del grupo y no solía participar muy seguido. Sólo me sonrió y busco a otra persona que se ofreciera a contestar, pues yo no lo haría. Así era yo…

    - Señor Suzuhara, como está poniendo tanta atención a la clase, ¿Podría responder a la pregunta? – Le dijo la profesora al ver al chico dormido.

    Al instante, él se levanto de un sobresalto y al ver que toda la clase lo miraba se puso nervioso. No comprendí por que lo estaba, así que fijé mi vista nuevamente a la ventana.

    - Ah, ¿Qué? Emmm pues… - Decía él rascándose la cabeza intentando encontrar respuesta, aun medio dormido después de despertar de un profundo sueño. – Si, yo… ¿Cuál era la pregunta?

    Esto causo una carcajada general en el grupo. No pude encontrarle gracia a lo sucedido, por eso no reí como lo habían hecho todos.

    - Señor Suzuhara, por favor retírese de mi clase.

    Los alumnos rieron nuevamente y al salir Suzuhara del salón, empezamos otra vez con las clases.

    ---

    Poco tiempo después llegó la hora del receso, Salí del salón y fui a la cafetería por un refresco. No tenía hambre aún, así que sólo llevé eso a una mesa apartada y me senté sola a tomar la bebida. De repente, una chica, nueva al parecer, se me acercó con varias invitaciones en las manos.

    - Hola muchacha, – Me dijo animadamente. – mi nombre es Meiko y voy a ofrecer una fiesta este fin de semana. No estarán mis padres así que tú sabes, habrá chicos, bebidas, comida y una piscina para los que quieran refrescarse. Estoy invitando a toda la escuela y me preguntaba si gustarías ir.
    - Yo no asisto a fiestas. – Le contesté sin levantar la mirada.
    - ¡Oh vamos! ¡No seas amargada! – Replicó con una voz algo caprichosa. – Será divertido, ésta podría ser tu primera fiesta y podrás pescarte a alguien si quieres. – Ante este comentario guiñó el ojo. – ¿Qué dices chica?
    - … Lo pensaré. – dije.

    La chica se veía ofendida, al parecer no le agradó mi manera de ser ¿Pero qué podía hacer yo? así es mi manera de hablar ante la gente y no la cambiaria sólo para agradarle. Así era yo…

    - Bueno… te dejaré una tarjeta por si cambias de parecer.

    Al dejar la tarjeta a mi alcance se alejó de mí. La verdad me agradó un poco pues se estaba volviendo molesta.

    - Esa mujer… mas fría y se congela.
    - No te preocupes, es que ella es muy tímida. – Dijo una voz que conocía muy bien. Era Ikari, Shinji Ikari.
    - ¿La conoces?
    - Sí, ella es una compañera de clases.
    - ¿¡Y ya te acostumbraste a tratar con una persona así!? – Le preguntó la niña molesta bastante sorprendida.
    - La verdad a veces me asusta un poco porque es muy seria. – Le contestó él con tranquilidad. - No le gusta abrirse ante la gente, suele portarse indiferente cuando no quiere que se le acerquen, pero es una buena persona.
    - ¿Pero no te hartas de que siempre te ignore y te trate como si fueras algo de aire? – Repuso ella, al parecer, inconforme.
    - …Sólo un poco – Dijo encogiendo los hombros, como habitualmente solía hacerlo al estar inseguro al responder.
    - Oh… ¿Y cuál es su nombre?
    - Ayanami, Rei Ayanami – Dice él, mientras los dos nuevamente posan su mirada sobre mi.

    Así soy yo, una persona fría y seria, con una voz cortante y un carácter impenetrable. No me importa si me miran o señalan, mucho menos que me hablen, ¿De que me sirve? sólo son estorbos más de la vida. Mi única misión aquí es pilotear el Eva 00 y deshacerme de los Ángeles que atacan el cuartel. De ahí, mi vida no tiene importancia. Me habían creado para esto y de esto moriría, sólo un instrumento más… y no me importa. No tengo gustos, no me importa el amor o la amistad, no conozco para que interesan los sentimientos, sólo soy yo. Es lo único que tengo y para lo único que vivo…

    Así soy, así es Rei Ayanami…

    ---

    ¿Así soy en realidad?


    Capítulo 2
    Capítulo 2

    Por la tarde, después de la escuela, me dirigí al cuartel de Nerv donde el comandante Ikari me esperaba para las pruebas. Intenté apresurarme pues tuve un pequeño percance con su hijo, Shinji Ikari. Fue una situación algo incomoda, pero algo en ello no entendía.

    ***

    Caminaba tranquilamente por los pasillos sin esperar toparme con nadie, cuando al doblar la esquina, Shinji Ikari tropezó conmigo pues traía varios libros de la biblioteca que no lo dejaban ver. Como siempre, torpemente se disculpó ante mí inclinándose de una manera exagerada y comenzó a recoger los libros.

    Lo miré atentamente, no supe porque. Lo que normalmente haría en una situación así sería levantarme, hacer caso omiso a las disculpas e irme como si nada hubiera pasado. Pero, no comprendí porque, le estaba ayudando. Me incliné, tomé unos libros cerca de mí y se los entregué.

    Él me observó atónito y confundido, luego miró los libros y volvió a verme. Tal vez le sorprendió mi amabilidad tanto como a mí. En el momento de recibirlos, me sonrió…

    ***

    Fue sólo un instante, pero aun siento ese cosquilleo desde que lo vi. Quisiera entenderlo, pero esa y otras emociones están fuera de mi alcance. Vi mi reloj, estaba un poco retrasada. Caminé un poco rápido porque al comandante no le gusta que lo dejen esperar y no pensaba en decepcionarlo.

    ---

    Llegué al punto de encuentro con el comandante Ikari. A juzgar de su expresión, se veía algo impaciente, pero no molesto.

    - Llegas tarde. – Anunció después de ver su reloj de muñeca.
    - Tuve un accidente sin importancia, pero no volverá a suceder. – Le dije después de dar mi reverencia en forma de disculpa.
    - Eso espero.

    Se dio la vuelta y comenzó a caminar, yo lo seguí y camine detrás de él, casi a su lado.

    - Y dime Rei, ¿Por qué te retrasaste? – Me preguntó un poco mas tranquilo.
    - Choqué con Ikari en la escuela.
    - Ese niño, – Masculló molesto, más para si mismo que para los dos. – nunca dejará de ser tan torpe.

    No quise meterme en problemas, así que no mencione nada al respecto.

    - ¿Y cómo te sientes hoy, Rei? ¿Sucedió algo bueno en la escuela? – Preguntó.

    Supe, a pesar de que caminaba delante de mí dándome la espalda, que me lo pregunto de una manera muy cariñosa y atenta.

    - Nada… supongo.

    Todo el mundo detestaba al comandante. Decían que era frío, insensible y cruel, pero yo no opino así. Él es muy amable y atento conmigo, siempre se preocupa por mí.

    En ese momento, se me ocurrió algo. Era una idea que podía costarme la vida, pero algo en mi interior quería correr el riesgo.

    - Aun que sí pasó algo.
    - ¿Mande? – Dijo el comandante desprevenido. No esperaba que hablase ya que nunca pasaba nada interesante en mis días de escuela… al menos no le informaba nada al comandante para que pareciera que me interesaba.
    - Una chica se pasó todo el receso invitando gente para una fiesta que ofrecería el fin de semana. Tenía una voz muy detestable.
    - … ¿Y?
    - Me dio una invitación a mí.

    El comandante Ikari se paró en seco y lo imité. No vi su cara después de decirle eso, pero cambio radicalmente de incredulidad a una furia intensa.

    - Y si ese día no tengo pruebas tal vez yo podría…

    Fue tan rápido que no supe como lo soporté. Tomó mi hombro para voltear hacia él y me dio una fuerte bofetada. De puro instinto posé mi mano en mi mejilla para calmar el dolor.

    - No quiero que vuelvas a pensar en eso, ¡¡Oíste bien!! – Me jaló de la muñeca para que lo viera a los ojos. – ¿¡¡Me oíste, Rei!!? – Me volvió a gritar.

    Sólo asentí la cabeza mostrando una cara sin expresión alguna y mis ojos ocultando el miedo. Me soltó y me disculpe con él.

    El comandante viendo que me inclinaba hacia él, se hincó para estar más o menos a mi altura y me tomó por los hombros.

    - Rei, lamento haberte golpeado, pero era necesario. Comprende que no estás diseñada para estas cosas. Es por tu bien, si volviera a suceder tendría que reemplazarte. – Me habló calmadamente y puso una de sus manos en mi mejilla herida de una manera paternal.
    - Lo comprendo, comandante. Le prometo que no volverá a suceder. – Le dije de la manera menos expresiva, perecía casi un saludo militar.
    - Así me gusta. – Dijo al darme una palmada en el hombro. – Ahora vamos, nos estamos retrasando demasiado. – Se puso de pie y comenzó a caminar nuevamente dándome la espalda.
    - Sí, comandante. – Le dije antes de que se volteara y caminé a su lado.

    Me veía seria y de lo más normal por fuera, pero por dentro estaba destrozada.

    ---

    Al llegar con la doctora Akagi se preocupó por la herida de mi mejilla. Le dije que fue sólo un incidente en el elevador, nada grave. La doctora no fue fácil de convencer, al parecer, no me tenía confianza. El comandante la separó de mí cuando se estaba volviendo mas pesada y me llevó a las pruebas.

    Al entrar al Eva me sentí aliviada. El estar adentro era como si lo único que importaba era yo y el mundo exterior se venía abajo. Toda esa soledad era aliviada por la compañía de la maquina, el único ser que tal vez me comprendía, aun que el estar dentro con todo ese olor a sangre se había vuelto hace unos días casi insoportable.

    Me dio curiosidad de ver donde el comandante Ikari supervisaba las órdenes de la mayor Katsuragi. Él, al verme mirarlo, me dedicó una sonrisa afectiva.

    Fue sólo unos instantes, pero al verla ya no me emocionaba como antes. Vagamente recuerdo la primera vez que vi esa sonrisa, me sentí completa y útil, me sentía valorada. Ahora al verla, me siento como si diera lastima.

    De lo que estoy segura es que no sentí lo mismo al ver la sonrisa de Shinji.


    Capítulo 3
    Capítulo 3

    - Rei, ya puedes salir de la cabina.

    La orden de la mayor Katsuragi me tomó desprevenida, pero supe reaccionar a tiempo para que nadie notara que me encontraba distraída en ese momento.

    No quería pasar por donde estaba la doctora por que seguiría entrometiéndose en mi herida de la tarde, así que tomé una ruta un poco más larga con el pretexto de que me encontraría con el comandante Ikari. De haber sabido lo que me diría hubiera preferido responder a todas las interrogantes de la doctora.

    - Te espero afuera.

    Me lo dijo al oído, sin que los demás notaran. Fui hacia las duchas intentando alejarme lo más rápido posible, pero siempre intentando que nadie notara mi prisa. Después de todo, yo jamás tenía prisa.

    Intenté tomar el baño más largo de mi vida, no sólo porque quería quitarme toda aquella suciedad, sino que tampoco quería encontrarme de nuevo con el comandante. Lamentablemente, el tiempo pasa, a veces rápido, a veces lento. Hasta que mi piel se puso un poco arrugada, salí.

    Estuve un buen rato sentada en una banca de los vestidores de las chicas, esperando. Lentamente comencé a cambiarme, pensando que tal vez no tendría tanta utilidad y sería una pérdida de tiempo. Cuando terminé, tomé mi maleta y en lugar de dirigirme a la entrada principal fui al estacionamiento.

    Ahí, recargado sobre su auto, me esperaba el comandante Ikari. Tímidamente agitó su mano en forma de saludo y abrió la puerta del copiloto para que entrara.

    En cuanto abrió la puerta, subí al auto y me puse el cinturón de seguridad. Él se tomó su tiempo para subir al auto y ponerlo en marcha. Mi mirada se mantuvo en la ventana, no tenia deseos de verlo.

    - Te fue bien en las pruebas Rei, – Empezó a hablarme el comandante Ikari a unos cuantos minutos de haber salido de Nerv. - mejor que la última vez.
    - Yo hago mi mejor esfuerzo para complacerlo, señor. – Le dije con la mirada aun en la ventana.
    - Y eso me gusta. – Añadió sonriendo cínicamente. – Deberías emplearlo con todo lo que te pido, ¿No crees?

    No respondí a su pregunta. Sabía bien a lo que se refería pero me daba nauseas de pensarlo. La primera vez que me ordenó el llevar acabo aquel trabajo tuve la vaga impresión de haberlo hecho antes, pero aun así, me desagradó y mi opinión aun no cambiaba. Aun no logro acostumbrarme a aquella sensación de dolor que el comodante disfruta.

    - Deberías tener más cuidado con Ritsuko, – Dijo después de la pausa. – es muy entrometida. La próxima vez se más convincente.
    - Como ordene, comandante.

    No dijo nada, pero estaba satisfecho con mi respuesta. Siempre lo estaba. En lugar de intentar conversar conmigo, quitó su mano de los cambios y la puso sobre mi muslo, que estaba cubierto por mi falda. Lentamente lo masajeaba hasta que logro introducirse bajo la prenda y tocar mi muslo desnudo. No hice nada para detenerlo, pero tampoco significaba que me gustaba.

    Pasamos por los edificios por donde se encontraba mi departamento, pero el vehículo no se detuvo ahí. Siguió derecho, más hacia el norte, y tiempo después nos detuvimos en unos apartamentos grandes y lujosos. Entre ellos, se encontraba el hogar del comandante Ikari.

    Conocía su casa, ya había pasado algunas veces ahí. Desde la primera vez que entre supe que no era nada bueno a pesar de no saber muchas cosas, pero no quise tomarle importancia ya que el comandante decía que era algo normal que a veces debía suceder. Aun así, me obligaba a mantenerlo en secreto.

    Metió las llaves en el cerrojo y al abrir la puerta me dejo entrar primero en forma de caballerosidad. No me molesté en agradecerle.

    - ¿Deseas algo de tomar? – Me preguntó cordialmente entrando a la cocina.
    - No, gracias.
    - Te traeré un jugo. – Y al entrar a la cocina soltó una risita, pero no entendí la gracia. Siempre me traía algo de tomar aun que se lo negara.

    Después de servirme el jugo, el comandante fue a preparar comida para dos. No comí mucho, no quería comer. El comandante intentaba entablar una conversación conmigo, pero siempre le contestaba de manera cortante y seca, cosa que le agradaba.

    - Rei, no has comido casi nada ¿La comida no te gusta? – Me peguntó después de otra conversación fallida.
    - No tengo hambre, comandante.

    Él solo sonrió, no con esa sonrisa falsa a la que todos mostraba, ni la sonrisa de satisfacción cuando alguno de sus planes salía bien, mucho menos una sonrisa amable que a veces solía brindarme… era una sonrisa de perversión.

    Lentamente se levantó de la mesa y fue hacia mi lugar, no se molestó en levantar platos ni nada por el estilo. Me tomó por la cintura forzándome a levantarme y me besó. No quise corresponder al beso, mucho menos a las caricias, en realidad no quería que esto sucediera… como muchas veces antes de ésta.

    Después del beso fue hacia la habitación, yo lo seguí tomando una pausa para respirar hondamente a su espalda. Cuando entré ya no traía puesta la camisa de la tarde. Vi sus ojos y supe que ese no era un día en el que se portaría amable conmigo.

    Me arrojó sobre la cama de un empujón y se colocó sobre mí. Me besó de nuevo y al comenzar con mi cuello giré mi cabeza hacia la derecha. Vi en el tocador un gran espejo, donde se podía observar casi toda la habitación.

    Mi cara se veía igual que siempre, vacía y sin emoción. Mis ojos eran la única diferencia, estaban más vacíos que antes.

    Desde que tengo memoria, siempre he hecho lo mismo. Las mismas rutas, las mismas comidas, las mismas acciones, las mismas tácticas… todo ha sido igual ¿Por qué de repente siento que ésta no soy yo?
    ---

    Siguiente post: capítulo 4.


    ---

    SinCera
    siReNa-cHan


    ---
     
  2.  
    siReNa-cHan

    siReNa-cHan Guest

    Título:
    Mi Reflejo [NG Evangelion]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2410
    Re: Mi Reflejo [NG Evangelion]

    ---
    Disclaimer:
    Neon Genesis Evangelion y sus personajes son propiedad de Gainax, no me pertenece. Hago esto sin fines de lucro, no me demanden.

    ---
    ..::Mi Reflejo::..
    ---

    Capítulo 4

    El reflejo de la luna alumbraba mi cara. A pesar de ello, seguía igual de pálida que hace varias horas, cuando todo empezó en ésta habitación. Me había despertado antes de que amaneciera o más bien, antes de que el Comandante despertara.

    No me molesté por tomarme un baño a pesar de sentirme sucia, sólo tome mi ropa del suelo y me vestí. Antes de salir, me fije en el Comandante que dormía tranquilamente, al parecer, satisfecho. Esa era una de las pocas veces que se le veía una expresión decente en el rostro.

    Salí de su casa silenciosamente y caminé hasta la estación más cercana ya que tenía entendido que funcionaba las 24 horas. Era un sábado, así que no me preocuparía por la escuela. Al comprar el boleto, fue cuestión de minutos a que el metro llegara. Al subir me senté en un asiento del final, pero no importaba en donde me sentara, el lugar estaba vació.

    Pasadas varias estaciones un grupo de tres chicos se subieron, entre 17 y 20 años. Al parecer, eran de esos tipos que sólo buscan sexo en una mujer, ya que me miraban y se reían lujuriosamente. Después de un rato, se acercaron y dos de ellos se sentaron a mis costados.

    - Hola nena, - Me saludó el chico a mi derecha mientras ponía su brazo sobre mis hombros. – ¿Por qué estás tan sola?
    - No es bueno que las chicas como tú se paseen solas por donde quieran. – Completó la frase el otro a mi izquierda echando una mirada por todo mi cuerpo.
    - ¿No deseas compañía?

    Al parecer, el chico esperó a que lo negara o que le gritara, pero simplemente no le contesté. Esto es algo que los llegó a irritar demasiado.

    - Vamos mujer, – Replicó el chico frente a mí. – que no te cohíba nuestra presencia, con nosotros estas en absoluta confianza. – Esto último lo dijo en un tono suave y ligeramente provocativo.
    - Y ya veras que pronto va a… - Comenzó el chico a mi derecha, acercando su boca a mi cuello, pero algo lo detuvo. – una niña ha jugado muy sucio esta noche. – Concluyó con una sonrisa.

    Comprendí que quería decir con ello, pero no importó que lo supiera. Sus compañeros se miraron maliciosamente y sonrieron de la misma manera perversa, con satisfacción, como el Comandante.

    - ¿Quién pensaría que detrás de esa carita inocente se esconde una chica sucia? – Me comentó el chico frente a mí.
    - ¿Fue rico?
    - ¿O no lo fue?
    - No pareces satisfecha ¿Querías mas?
    - Tres son mejor que uno, ¿Verdad?

    Los chicos seguían hablando. Sólo hablaban, provocaban, molestaban. Ninguna de sus palabras tenia sentido sobre mí, no trascendían ni importaban. ¿Qué ganan con intimidar a las chicas por la noche? Por su ropa, se veía que podían pagar a la mujer que fuera, y ellos también olían a sexo, ¿Qué se ganaban con fastidiarle la noche a alguien mas viéndose mas ridículos de lo que ya son?... más bien dicho, ¿Qué esconden tras su actitud?

    Se portaban arrogantes e intimidantes, pero no eran más que simple basura que tenia que embriagar a una mujer para poder al menos tener un contacto decente del cual presumir. Las mujeres odian a ese tipo de chicos, los padres detestan el comportamiento irresponsable y vago, ¿Escondían algo más? ¿El no recibir amor los hace comportarse así?... ¿Por qué siempre es el amor?

    - ¿Eres sorda o qué? – Dijo el chico que me rodeaba los hombros soltándose para poder verme de lejos, con una mirada de incertidumbre.
    - Oye, ¿Eres sorda? – Preguntó con interés el chico frente a mí.

    Por dar señales de vida, sólo negué mi cabeza. Era una pregunta, no tenia nada de malo responder… pero además, ¿A quién le interesa?

    - A lo mejor es muda. – Dijo el otro chico a mi lado, mirando hacia mi boca, como si de ahí se pudiera leer la respuesta.

    Les negué mi cabeza nuevamente, pero eso tampoco contestaba sus preguntas. Ellos se extrañaron al verme así.

    - ¿Será un robot?
    - Nah, a lo mejor es una retrasada. – Dijo el chico que anteriormente me rodeaba al brazo, causando que sus otros dos amigos se rieran sonoramente.
    - O es un alíen. – Les dijo el otro, haciendo que se rieran nuevamente.
    - No lo soy.

    Se callaron inmediatamente al oírme, no sé si por que era la primera vez que oían mi voz o si era por lo fría que esta sonaba.

    - … ¿Disculpa? – Se atrevió uno a preguntarme.
    - No soy lo que ustedes llaman, soy una chica normal.

    Ante esto, los chicos se rieron más fuerte que con sus propias bromas.

    - ¿Cómo que eres normal? Nunca he visto a una chica tan callada y robótica en mi vida.
    - Te hace falta vivir. – Al decir esto, me paré para irme. No me tambaleé ya que el movimiento no se sentía en el subterráneo.
    - ¡Hey, hey, hey! No te escames. – Me detuvo el chico frente a mí algo alterado.
    - No tengo escamas.
    - Es un decir, pequeña. – Me respondió poniendo los ojos en blanco. – Si no eres un robot ni un alíen, ¿Qué eres?

    ¿Qué era? ¿Qué soy?

    Es algo que siempre he sabido, la doctora Akagi me lo mostró, al parecer satisfecha de hacerme saber que no era humana y cada que comento errores el Comandante llega a mencionarlo, pero no es muy a menudo. Yo era una creación, un envase, un reemplazo, una mas de todas ellas…

    Yo soy un clon.

    Sólo una herramienta, algo con que jugar, algo que sirve por poco tiempo, que no es infinito, sólo es temporal. Soy una maquina, una creación para el bien común, para la finalidad que ellos elijan… como una muñeca.

    Eso soy para ellos… pero para mi, ¿Qué soy?

    Al notar mi reacción, los chicos se miraron entre ellos, intrigados.

    - ¿Entonces sí eres un alíen? – Preguntó el chico frente a mí con interés.
    - Insisto en el retraso. – Dijo el chico a mi derecha cruzando los brazos.
    - Soy…
    - Lo sabemos, lo sabemos. Eres sólo una “chica normal” – Repitió el muchacho “gracioso” para causar nuevas risas.
    - Yo soy una persona.
    - Eso lo sabemos, nena. Sólo falta que digas que eres un trasvertí.
    - ¡Soy una persona! – Comencé a hablar en un tono más fuerte.
    - Eres rara, eso es lo que eres. – Me dijo el chico a mi izquierda alejándose un poco, al parecer con algo de repugnancia.
    - ¡Soy alguien normal! – Al decir esto puse mi cabeza entre mis manos, intentando creer esa mentira.
    - Hey, deja de alterarte ¿Quieres? – Dijo un chico tomándome del hombro para calmarme.
    - ¡¡No me toques!!

    Rápidamente, tomé su mano y le torcí la muñeca al chico, me agaché y lo lancé lejos. Al impactarse su cabeza contra el suelo quedó inconsciente. El chico a mi lado, que ahora estaba a mi espalda, se abalanzó contra mí, pero de un giro sobre mi pie con el otro le di de lleno el pecho y lo estampé con la pared. El último, por miedo, sólo fue a ayudar a levantarse al chico del suelo, que ya estaba inconciente por el impacto del suelo a su cabeza.

    Una voz anunció que llegábamos a una estación. Inmediatamente fui hacia la puerta. No era mi parada, faltan unas cuatro estaciones más, pero no quería seguir en aquel lugar.

    Al subir los escalones llegue a una calle que se veía aun oscura, tardaría bastante en amanecer. Mis pasos fueron más hacia el sur, directo a mi departamento.

    Una persona normal… eso es lo que admití ser. Pero no era normal, ni siquiera llegaba a ser persona. Era una sombra, algo transparente. Yo no era nada.

    Pero yo no quiero ser así. No me gusta ser una sombra, la gente puede pisarme. No me gusta ser transparente, nadie puede verme así. Yo no quieo ser nada, quiero ser alguien.

    No quiero ocultarme más, no es correcto, no debo hacerlo. Quiero expresarme, tocar, sentir, conocer, apreciar… vivir.

    Llegué a mi departamento e inmediatamente tomé una ducha larga y prolongada. Al terminar tomé un ligero desayuno. Asomé mi cabeza al celular, tenía una llamada perdida del Comandante. Lo único que hice fue apagar el teléfono.

    Después de ponerme ropa limpia fui hacia mi buró al lado de la cama. Abrí el cajón y entre tantas cosas inservibles vi una pequeña tarjeta, una tarjeta de crédito.

    Me la entregaron junto con la credencial de Nerv. A esa cuenta depositaban todas mis pagas, pero sólo la usaba para sacar algo de efectivo y sobrevivir.

    La saqué y la metí a mi cartera, supongo que por viejas ó falta de uso no deben caducar. Salí del departamento y después de asegurarlo, me encaminé al centro comercial.

    Ser libre… imposible.

    Ser nada… nunca más.
    ---
    ¡Tanto tiempo sin leernos! Para todos aquellos que pensaron que abandonaría, (Tanto que me mandaron mensajes :D) ¡no chicos! Entiéndanlo, todos tenemos cosas que hacer, y aunque me tarde lo seguiré publicando.
    Sí, se que fue más que la anterior, pero estuve sin ganas de escribir nada (y admito que no me gusto mucho este capítulo) y con un horario muy apretado. No exagerare diciendo que ni tenia tiempo para comer, pero nunca había tenido tantas cosas que hacer antes y como soy alguien que vive en la pereza fue algo desconcertante.
    ¿Y saben qué? ¡Estoy de vacaciones! Eso implica limpiar mi casa y a veces estar encerrada con mis abuelos pero ya con tiempo y con ganas de escribir.
    Y… ¿Qué decir? Este capítulo esta un poco mas largo que el anterior, esta medio (Por no decir muy) extraño a mi parecer, y vemos a Rei pensar un poco más como humano (¡Qué discriminante se leyó!).
    Ahora creo que no tengo nada que decir. Respondo a sus dudas y demás comentarios, ¡y no se desesperen! Los próximos capítulos serán más largos (¡WII!).

    ---
    SinCera
    siReNa-cHan
    ---
     
  3.  
    ElSchumi DelaAcera

    ElSchumi DelaAcera Entusiasta

    Tauro
    Miembro desde:
    6 Abril 2006
    Mensajes:
    127
    Pluma de
    Escritor
    Re: Mi Reflejo [NG Evangelion]

    Gracias por el mail, pero ya leí el 4 ahorita. Aprovecha que estás de vacaciones para que le puedas seguir.
     
  4.  
    Karl Orphen Fei D´lyra

    Karl Orphen Fei D´lyra Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    18 Febrero 2007
    Mensajes:
    246
    Pluma de
    Escritor
    Re: Mi Reflejo [NG Evangelion]

    gracias x la conti , muy interesante , espero la proxima para postear mas , en fin al fin!!!!
     
  5.  
    Nana

    Nana Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    25 Diciembre 2007
    Mensajes:
    454
    Pluma de
    Escritor
    Re: Mi Reflejo [NG Evangelion]

    eeehhhh!!! al fin **** pues, me gusto el capitulo, no lo encontre largo... espero que continues asi... ya que estas de vacaciones aprovechalas :)
    adios
     
  6.  
    siReNa-cHan

    siReNa-cHan Guest

    Re: Mi Reflejo [NG Evangelion]

    Eso planeo hacer. Muchas gracias por pasarte.

    De nada, hago lo que puedo. No necesariamente postear más, si no, postear bien, ya vi la discusión anterior y muchos post de ustedes los habian borrado.

    No dije que estuviera largo, los próximos espero y esten más largos de como los he tenido ahora. Yo tambien espero apresurarme, sólo no espero tener tantos lugares a los que salir en vacaciones.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso