La Paloma, Mi Paloma.

Tema en 'Relatos' iniciado por HaDaChaos, 17 Agosto 2012.

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    HaDaChaos

    HaDaChaos Guest

    Título:
    La Paloma, Mi Paloma.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1001
    La Paloma, Mi Paloma
    Los microbuses paraban , los niños subían, la gente se amontonaba y el microbus se iba, esa era la rutina diaria para poder llegar a casa desde el colegio, al menos para los que tomabamos locomoción colectiva aunque tan solo vivía a 4 paradas del colegio, bajaba y me dirijía a mi casa con el cielo espiando mis anhelos, mis esperanzas y sueños. En mi hogar estaba solo, mis padres trabajaban y no tenían tiempo para su único hijo, el que siempre estaba oculto en las sombras de su habitación, observando por la ventana la gente que jugaba, reía y divertía. Esa era mi rutina diaria, veía la gente que me miraba con extrañez, con una mirada de desprecio, por eso era que jamás había salido en muchos años a la calle, me sentía solo, despreciado y abandonado, era la astilla en el dedo de la creación divina, vivía de monotonía y soledad. Hasta que una tarde de invierno, las tormentosas lluvias arrastraron a una pequeña paloma hasta el balcón de mi ventana, ella no se levantó de nuevo, se quedó ahí tirada, pensé que había muerto, salí a ver aquel ave que se estrelló en mi balcón, estaba viva, aunque herida gravemente, la tomé con ambas manos y la sequé con el primer chaleco que tenía a mano, noté que esta tenía un ala rota, asi que le puse unas tablillas que tenía en el jamás usado botiquín de mi habitación, la paloma era muy mansa, no se resistía ni protestaba, la dejé bien abrigada sobre un montón de ropa en una silla al lado del escritorio, me quedé la mitad de la noche esperando que se durmiera, y la otra mitad pensando en que iba a hacer con ella, mi madre no soportaría a una ave tan "sucia" como una paloma, asi que lo mas sensato era esconderla, en la mañana del día siguiente, el alba se levantaba triunfante sobre la ya caída noche, y yo tan somnoliento que se me era difícil mantenerme en pie, tomé la paloma que estaba mucho mas despierta que yo, y la dejé en una pajarera que pertenecía a mi madre cuando ella había tenido un perico, hace muchos años atrás. Dejé a la paloma ahí, con una manta sobre la pajarera, escondiendola pero dejando que le entre un rayo de luz, yo me fui al colegio , preocupado por los peligros que la paloma corría, estuve distraido todas la clases, hasta que llegó la hora de irse a casa, subí rapidamente al primer microbus, corrí tan raudaz como un roedor que corre por su vida, al llegar a mi casa me dirigí directamente a la pajarera, allí estaba la paloma, durmiendo, la tome y subí a mi habitación, ya que era viernes, no debía levantarme temprano al otro día, y mis padres no iban a estar, ambos trabajan hasta el domingo, tenía un día completo con la paloma, la mañana comenzaba a nacer, y yo estaba saliendo de la casa, desde hace muchos años que no salía, la paloma me hacia sentir comodo, estaba trotando en la calle con la paloma, la gente me miraba con aire amable, me saludaba, me sentí muy bien, era una vista que jamás había tenido de la gente, veia a la gente amable y bondadosa, la paloma me había mostrado otro lado de la gente. Pasando por una tienda compré una botella de agua, tome de la botella y por la tapa le di a la paloma, una compañera de curso me vió y comenzó a hablarme
    -¿es tu mascota?- preguntó.
    -si - timidamente respondí.
    -que linda es,¿cual es su nombre?- acercandose cada vez más.
    yo que no le tenía nombre, se me ocurrió una buena idea...
    -se llama Paloma, me refiero al nombre Paloma, no a su tipo de ave - ingeniosamente respondí.
    -que lindo nombre -se ríe, hasta que se da cuenta de las tablillas de su ala- ¿que le pasó?- ella pregunta.
    -se estrelló en mi ventana, asi que la he estado cuidando hasta que se recupere- respondí.
    caminamos y conversamos mucho tiempo, hasta que nos separamos, ya que ella debía irse a su casa y yo también, caminando de vuelta a casa, hablaba con Paloma y parecía que ella trataba de responderme
    -¿fue un buen día no?-le comenté
    ella asiente con la cabeza, yo sorprendido rapidamente trato de volver a hablarle.
    -¿te divertiste?-le pregunté
    ella asiente, yo mas sorprendido aún, entendí que facilmente podía entablar una conversación simple con ella.
    -¿te agrada el vecindario?- le pregunté
    ella niega con la cabeza y me hace un gesto de zarpazo, como un gato entonces le pregunté - ¿los gatos te intimidan?- ella asintió, me estaba diciendo que no se sentía segura en la jaula del patio, entonces comencé a pensar en una forma de mantenerla adentro. Al llegar comencé de inmediato a buscar una forma de hacer un lugar para esconder a Paloma dentro de la casa, busqué y busqué, pero no encontraba nada, hasta que me había puesto a pensar en traer la jaula adentro de mi habitación, ya rendido me acosté en mi cama y acostado mirando al techo, me di cuenta de una tabla que estaba suelta en el techo, la moví y vi que había un gran espacio entre el ático y el techo de mi habitación, puse unas calcetas para que no pasara frío y la dejé ahí, me acosté a dormir a gusto, cuando en la mañana me levanté y me encontré con mi madre, ella me dijo que habían plagas en la casa, por lo que me levanté asustado y me puse a buscar a Paloma, vi en la casa que le hice en el techo y ni siquiera estaban los calcetines, salí afuera y tampoco estaba en la jaula....
    -es lo primero que subo aquí, asi que por favor haganme saber en lo que fallo porfavor- y ni siquiera esta completo-
     
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