La nueva bestia de las diez colas

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por moloc, 16 Julio 2012.

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    moloc

    moloc Guest

    Título:
    La nueva bestia de las diez colas
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1462
    Prologo​
    La aldea de la hoja tras largo tiempo se había convertido en una de las aldeas shinobi más poderosas del mundo ninja, el propio daimyo del país del fuego reconocía que, aquella aldea que ya casi un siglo atrás, empezó como una unión de los clanes más poderosos de la historia, se había vuelto la cúspide de todo un nuevo mundo de las artes ninja. Aproximándose a una década de terminada la cuarta gran guerra mundial shinobi, Konoha gozaba de una estabilidad tanto económica como pacifica que no había visto en generaciones anteriores. Ya que una vez terminado el conflicto bélico, se pudieron resolver todas las viejas rencillas que había entre las aldeas shinobi que se unieron como una sola con el fin de traer paz y prosperidad al mundo ante la amenaza en aquel tiempo. Para esta época, Konohagakure había crecido, aún más, tanto en población como en territorio, debido a que muchos de los pequeños pueblos vecinos decidieron anexarse voluntariamente con la aldea del héroe que salvo al mundo, por lo cual las fronteras que protegían la aldea tuvieron que abarcarse más de lo que ya estaban concebidas.
    El gobierno tambien tuvo un cambio muy significativo, ya que se dio el cambio de liderazgo de la era de Lady Tsunade, el cual estuvo lleno de sus tragedias y victorias, como la casi destrucción de la aldea; para encontrarse con la nueva era que encabezaría el nuevo Hokage: Uzumaki Naruto, conocido ya mundialmente como el “El Hokage Naranja de Konoha”. Su nombramiento como lider de su aldea natal, fue como un símbolo de que el valor de la perseverancia, el esfuerzo y la fuerza del corazón siempre triunfarían ante toda adversidad, por lo que las generaciones futuras crecerían con las historias y cuentos sobre aquel niño de cabello rubio que de huérfano y falto de cariño y aprecio paso a ser una leyenda que superaría incluso a la de su propio padre.
    De muchas aldeas algunas cercanas y otras muy lejanas, llegaban cientos de agradecimientos y regalos hacia la persona que ahora portaba el titulo de Kage en la aldea oculta de la hoja. Y aunque el chico era en si el más joven de los líderes de su pueblo, la soberbia nunca tocó a su puerta, sino que su infancia y su corta juventud le habían dotado de un espíritu de humildad dado a todas las buenas y malas experiencias vividas por él. Ahora que había alcanzado el sueño de su vida, aun habían otros proyectos que él quería llevar a cabo, uno de ellos y el cual era otra de sus metas era la redención del que consideraba mejor amigo: Uchiha Sasuke, a quien su odio y sed de venganza le hicieron caer en lo más oscuro y profundo de su propio ser. La batalla que definió la balanza dentro del Uchiha, ocurrió durante los últimos estragos de la tormentosa guerra, ya que tanto Naruto como Sasuke deseaban una ultima gran batalla donde demostrarían todo ese poder acumulado por años de estar separados. Y el destino les respondió con un gran encuentro, hacia los confines del hoy destruido valle del Fin, donde Sasuke y Naruto se embistieron con todo lo que tenian y, como en la época de Hashirama Senju y Madara Uchiha, la pelea fue tan contundente y magnifica que los pueblos más lejanos pudieron escucharla y temblar ante el poder de semejantes titanes de carne y hueso.
    Uzumaki tenia de su lado un gran número de personas que contaban con él, que lo alentaban y lo querían como nunca antes lo habían querido. Su fiel y nuevo amigo Kurama, el zorro de las nueve colas, estaba con Naruto y en ningún momento permitió que su vida se extinguiera bajo las flamas negras de la ira de Sasuke. El Uchiha por otro lado, venia acompañado de todo un océano de odio puro y extremo, tenia que librarse de Konoha y eso lo lograría matando a su eterno rival, ya que muerto su afamado héroe, la aldea seria un blanco sumamente fácil de acabar y asi podría vengar la muerte de su difunto clan. La pelea fue enorme y el campo de batalla no pudo haber sufrido tanto como aquel día, donde la noche parecía nunca acabar y donde la muerte gritaba como fiera hambrienta, reclamando la vida del perdedor. Solo y únicamente hasta que los dos asestaron sus últimos y finales ataques, fue cuando el sol salió para revelar un par de cuerpos severamente heridos y maltratados. Naruto por fin sintió un descanso en su alma, había llegado al extremo de su propio ser y del mismo demonio que llevaba dentro, Sasuke por su parte ya se había drenado de tanto odio y su furia se acabo por completo después de tal encuentro mortal, ambos ya sin fuerza alguna en sus cuerpos sintieron que era momento de morir y descansar en paz, porque ante los ojos del mundo los dos ganaron y perdieron, pero el corazón de ambos ya no latía por el odio ni por el rencor. Sasuke se libro de sus demonios internos y pudo ver una vez más el rostro de su madre y de su padre, y como aquella noche en la que se quedo huérfano, lloró como si le hubiesen quitado algo muy importante de su vida. Pero esta vez, su llanto fue de arrepentimiento profundo consigo mismo, con sus padres y contra la aldea que lo vio nacer y que él tanto se esmeró en erradicar. Arrojado a escasos dos metros del pelinegro, un sangrante y ya moribundo Uzumaki, esbozaba una leve sonrisa porque al fin después de años de no verlo, había rescatado a su amigo de aquella oscuridad casi eterna en la que se había perdido en su niñez. Ambos jóvenes que las circunstancias de la vida los había hecho madurar por caminos distintos estaban a punto de ser recibido por los brazos de la muerte cuando apresuradas llegaron dos mujeres, quienes a pesar de sus heridas no dejarían que sus amados murieran en aquel desolado sitio y tanto Naruto como Sasuke fueron trasladados al lugar más seguro posible.
    Transcurrieron las horas y gracias a los esfuerzos de todo un ejército de ninjas médicos encabezados por la hokage de aquel entonces, además de algún milagro que el cielo les concedió a los valientes guerreros, sus vidas se salvaron y pudieron contarlo a sus descendientes en los años venideros. Había muchas heridas que sanar, algunas superficiales pero otras venían desde lo profundo del corazón, la guerra dejó muchas bajas y muchas fracturas tanto físicas como emocionales. Pero el primer gran paso se dio cuando frente a toda la multitud expectante, los cinco grandes líderes perdonaron la vida del último de los Uchiha y a la vez le pidieron perdón por haberlo orillado a aquella vida de soledad y maldad, todos los clanes de la aldea de la hoja reconocieron sus propios pecados contra Sasuke y le pidieron perdón por no haberlo tratado como se debía cuando fue un niño. Sasuke por su parte fue el que suplicó por su perdón, pues dejó que sus oscuros propósitos lo guiaran que se convirtió en un ser tan despreciable y peligroso para el mundo, e incluso estaba dispuesto a que su vida acabara con tal de resarcir todo el daño que había hecho cuando el odio lo dominaba. Pero fue Naruto mismo, quien le señalo que una muerte no curaba otra, sino el verdadero arrepentimiento del corazón podría hacer mucho más que eso y fue el primero que otorgo perdón al muchacho dándole un abrazo.
    La guerra cambio a muchas personas y Sasuke fue gran ejemplo de ello, aunque eso no lo libró de ciertas condiciones que le fueron impuestas para que su perdón fuera verdadero, ya que por decisión unánime de los cinco grandes lideres de las aldeas shinobi, Sasuke debería pasar al menos cinco años en el exilio, confinado en una pequeña isla fuera del continente que guardaba a los grandes países ninja, donde si lograba encontrarse a si mismo y hallar la paz y el perdón propio, podría ser admitido de nuevo en la aldea donde vivió su infancia y de no ser asi, le estaría prohibido de por vida el acceso a cualquier territorio que no fuese dicha isla. Sasuke asumiendo su responsabilidad antes las muertes que provoco y los daños que había logrado en su oscura faceta, acepto la condición y tras estar un mes bajo los cuidados de su prometida y futura esposa Haruno Sakura, partió junto con ella, hacia una isla ubicada al noroeste lejos de la civilización, donde solo el tiempo y la mujer que lo amaba sabrían si la bondad que había en Sasuke habría vuelto para quedarse para siempre en él...
     
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    Whatsername

    Whatsername Procrastinadora prodigio

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    Hola, Moloc. Vengo a comentar tú perfecto y largo prológo.

    Me impresionas, aunque tuviste uno que otro error de tilde pero no fueron nada graves. Me encantó el prologo de solo imaginarme que habrá sasusaku ¡me vuelves loca querido! y no solo es eso... narraste de una manera, bueno, al menos a mi me gusta de todas formas no viene al caso; es mi opinión.

    La frase "prometida y futura esposa" suena tan irónica y sublime pero en realidad puede cambiar tu vida... irónico. Me gusto, en pocas palabras... pero estuvo muy largo y me cansé de leer pero ¡valió la pena! ojala y el fic este bueno como se ve el prolo.

    Bueno, por mi parte es todo... espero con ansias la continuación y mantengas la narración bien.

    Bye~nos leemos.
     
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    moloc

    moloc Guest

    Título:
    La nueva bestia de las diez colas
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    3458
    Capitulo 1:​
    El resurgir de los clanes​
    La mañana de aquel 15 de junio no podía ser más brillante y hermosa, cabía dentro del cielo un enorme mar azul habitado de gigantes ballenas blancas, que se mezclaban y se disolvían entre si en un baile sin fin donde el viento era la música que las guiaba sutilmente, tal y como lo hacia desde la creación del mundo. Ir y venir de personas en la tierra, cada uno guiado en una ruta que nadie más que ellos mismos podían seguir. La aldea de la hoja es un lugar asi, hermoso y lleno de buenas personas que cada día trabajan por sus familias y a la vez constituyen una gran familia donde los viejos cuentan historias a los niños acerca de como era su vida en el pasado, historias sobre como el primer hokage creaba enormes bosques usando un poder casi mágico pero que solo el lograba dominar; leyendas sobre tres grandes ninjas quienes desafiaron a un hombre muy poderoso quien reconoció su valor y fuerza llamándolos Sanin y elevándolos al grado semejante a los de los semidioses donde cada uno fue temido y respetado por separado; asi los niños crecían y se imaginaban como el tercer hokage invocando al rey de lo monos para asi enfrentar a un ejercito de ninjas malvados o como el gran Kakashi Hatake copiaba cuanta técnica veía con su ojo Sharingan. Pero el más famoso de todos sus héroes es Naruto Uzumaki, el niño que según palabras de un sapo sabio, seria el salvador del mundo y traería la paz que tanto hacia falta.
    Ahora ese niño ya no era un niño, era todo un hombre y como tal, estaba acompañado de una bella doncella, cuya belleza de alma y cuerpo era tan especial que era la exacta representación mortal de un ángel en la tierra. Aquella hermosa mujer era descendiente del clan de los que tienen la luna en sus ojos y que lo pueden ver todo, incluso el alma. Hyuga Hinata, joven lideresa de su clan, se había convertido en la esposa del hombre más valiente del mundo y aunque a su actual cónyuge le tardo mucho tiempo en darse cuenta de sus verdaderos sentimientos, para ella no había mejor sueño que esa hermosa realidad que vivía en esta época. Su vida era perfecta, ya que tras años de esfuerzo su padre vió el enorme potencial de su primogénita y la aceptó como la candidata ideal para guiar a su gente e incluso dio su bendición para el matrimonio de su hija el día en que un muchacho rubio y revoltoso se presentó en su hogar a pedir la mano de aquella linda princesa. Y al igual que la aldea había cambiado, Hinata hizo cambiar a su clan tambien, empezando con la ruptura de la tradición de dividir al clan entre ramas superiores e inferiores, ya que según sus palabras ante el consejo de ancianos del clan: “si seguimos divididos caeremos en el riesgo de extinguirnos entre nosotros mismos, no solo somos un clan somos una gran familia”. Fue muy difícil para todos, en especial para los viejos Hyuga, aceptar el cambio después de generaciones llenas de rencores entre las ramas de la familia, pero entonces el lider del consejo de ancianos se levantó de su asiento, serio y muy callado salió caminando hacia un pequeño recinto dentro de la mansión Hyuga. Pasaron al menos diez minutos para que el hombre quien fuera abuelo de Hinata, Hanabi y de Neji saliera acompañado de un pergamino muy viejo y lleno de polvo...
    – Abuelo Hyuga... ¿qué ha pasado? ¿Por qué saliste asi de repente? y ¿qué es eso que llevas en tus manos? – le cuestionó Hinata aproximándose al hombre cuya imagen cansada y seria le provocaba cierta preocupación
    Y entonces aquel anciano se colocó enfrente de todos los miembros de su clan y levanto su voz para que todos le escuchasen.
    – Por años, nuestro clan se ha guiado bajo cierta filosofía, esta dicta que el mayor debe gobernar sobre el menor, dicha tradición viene desde antes de mi padre y del padre de mi padre, ambos fueron grandes lideres, sin ellos nuestro clan no seria lo que es hoy – Luego de unos cuantos segundos de descansar su voz, prosiguió – Hijos míos, este pergamino fue creado el día en que nos separamos de nuestro antiguo clan hermano, el clan Uchiha... – fue lo que agrego el padre de los gemelos Hiashi y Hizashi al momento en que entre los presentes se desataron las murmuraciones y las cuestiones
    – ¿Hermanos? ¿Nosotros y los Uchiha? – gritó un joven Hyuga que estaba junto a su padre y madre en el fondo
    – ¡Imposible, ellos eran belicosos y agresivos, se mataban entre ellos con tal de ganar poder! – refutaba un hombre de edad mayor sentado junto a los demás ancianos
    – ¡Callaos todos! Dejen que mi padre termine de hablar, yo se que lo que él dice es muy cierto, dejen que termine y que les explique su propósito – les ordenó Hiashi levantándose muy molesto de su lugar
    – Créanme cuando les digo que esto es muy cierto, hace muchas generaciones, antes de que esta aldea existiera, los clanes estaban dispersos por el mundo y constantemente estaban en guerra, todo a causa del odio de los hijos de quien fuera nuestro gran padre y dios: el Sabio de los Seis Caminos. Solo los viejos sabemos apreciar las leyendas y somos los que guardamos las historias de manera correcta, los Uchiha y nosotros descendemos de uno de los hijos de aquel místico hombre, mi abuelo siempre dijo que aun muerto, aquel dios de los shinobi supo bien dividir sus tremendos poderes entre sus descendientes y este pergamino es su herencia y legado hacia nosotros – y asi continuo el abuelo Hyuga mientras abría el pergamino frente a su gente
    Y aquel trozo de papel viejo, se abrió mostrando, ya, muchos rastros del paso del tiempo, estaba amarillento y algunas letras y símbolos parecían ilegibles, pero en su gran mayoría se conservaba lo que habían escrito dentro del papel hacia décadas o siglos atrás. Hiashi le pidió a su hija que se acercara a leer el pergamino frente a los demás miembros del clan y au abuelo le permitió sostener el pergamino que había permanecido mucho tiempo guardado en aquella mansión. Lo primero que le llamo la atención fueron una serie de cuatro símbolos que encontró grabados al principio del papel viejo, pero cuando los analizó bien se percato de que se trataba de los símbolos de cuatro clanes y reconoció el de los Hyuga dentro de aquel grupo...
    – Abuelo estos clanes... ¿por qué los mencionan nuestros ancestros? – preguntó la joven de cabello color berenjena y ojos blancos y brillantes
    – Esos clanes, niña, son los herederos del hombre que creo al mundo shinobi, dos descienden del hijo mayor y dos descienden del menor, dos nacieron con el fin de luchar entre si y los otros dos nacieron para apaciguar a sus hermanos, son los clanes: Uchiha y Hyuga, ambos heredaron grandes poderes y habilidades del sabio; los otros dos símbolos representan al clan Senju y al clan Uzumaki, a ellos el sabio los bendijo con el don de entender a la naturaleza y dotándolos de gran fortaleza física y largas vidas. Este pergamino surgió cuando nos separamos de los Uchiha, cuando por nuestras fallas y sed de poder propio nos olvidamos de que nuestro deber era el de velar porque la lucha entre los Senju y los Uchiha no se extendiera, por nuestra culpa el clan Uzumaki se perdió, por nuestra culpa los Uchiha cayeron en el odio profundo y por nuestra culpa tambien se perdió el linaje del clan Senju, los lideres anteriores a mi cometieron el error de acrecentar nuestro poder mediante la apatía ante el sufrimiento de nuestros clanes hermanos, y ahora lo hacemos con nuestra propia sangre, Hinata tienes toda la razón, todo este odio que se ha creado entre nosotros mismos nos esta destruyendo por dentro y sino queremos ser los próximos en desaparecer debemos romper las malditas barreras que nos creamos y que nos dividen, por lo tanto y como lider del consejo de ancianos, propongo la abolición del Hyūga Sōke no Juinjutsu... – concluyó el anciano mientras la discusión comenzó de nuevo dentro de aquel lugar
    – Pero ¿que estas diciendo? Kaito sama... sabes muy bien lo que eso significa... – respondió una mujer de cabellos emblanquecidos y cuyos ojos se cerraban con dureza
    – Lo se, Tetsuya, lo se, pero dime que nos ha dado de beneficio esa maldición, perdí a uno de mis hijos y deje sin su padre a mi nieto Neji, sin mencionar a los demás miembros de nuestro clan que de niños tuve que marcar de por vida con ese estigma de inferioridad, se que ya no puedo hacer nada por aliviar sus años de maltrato, pero antes de morir me quiero ir con la conciencia de que sus hijos y nietos ya no serán ni de la rama superior ni la de la inferior sino de un solo clan – arremetió con firmeza aquel hombre para luego tomar otro pequeño pergamino y arrojándolo al fuego
    – Padre... ese pergamino, guardaba el conocimiento del sello que... – comenzó a decir Hiashi mientras su hija lo interrumpió
    – Es lo mejor para nuestro clan padre, me alegra que el abuelo al fin lo haya entendido, los niños que nazcan de ahora en adelante no tendrán miedo de sus propios parientes, si queremos proteger el Byakugan de malas personas debemos proteger a nuestros niños y aquellos miembros que no puedan defenderse, yo apoyo a mi abuelo y desde ahora somos uno – comentó Hinata levantando su mano
    – Yo te apoyo – le secundó Neji
    – Y yo – agregaba Hanabi
    – ¡Hinata-sama tiene razón, yo tambien te sigo! – gritaba Tokuma Hyuga quien cargaba en sus hombros a su hijo de tres años
    Y asi uno a uno fueron dándole su confianza a Hinata, ya que en ese día tomaba su posición como lider del clan, y porque esa misma noche nació el futuro heredero del clan. Sucedió pues, que una vez que el consejo de ancianos aprobó la primera orden de la nueva lider del clan, Hinata quien tenía ya los meses de embarazo necesarios para dar a luz y que, pese a los regaños constantes de Tsunade y Shizune acerca de no esforzarse demasiado y no poner su salud y la del bebé, aun seguía con sus labores diarias preparándose para aquel día en que su padre cedería su mandato a la siguiente generación. Pero no contaba con que tantas horas de trabajo y de emociones fuertes, le acarrearían que su parto se adelantara una semana antes de lo que le habían pronosticado en el hospital de Konoha, por lo cual y ante lo adelantado de la situación, el nacimiento del niño tendría que darse dentro de la misma mansión donde ella nació años atrás.
    Todos corrían de un lado a otro, Hiashi mismo había salido a buscar al esposo de su hija, dispuesto a traerlo a rastras aun si este tenia asuntos importantes que hacer en la oficina del Hokage, porque como le había dicho a su hija meses atrás: “por mas Hokage que sea, no se perderá el nacimiento de su hijo, la aldea puede permanecer bien sin Naruto por algunos momentos, pero primero muerto antes de que ese rubio ladino que te embarazo te deje sola en el nacimiento de mi nieto”. Y Hinata y Hanabi sabían que su padre cumplía lo que decía y podían incluso imaginar a su progenitor cargando con un enjaulado rubio, todo con tal de que se hiciera responsable de su hija mayor y no la dejara en “desgracia” como él lo nombraba en ocasiones. Más no hizo falta traer cadenas ni jaulas para atrapar al recipiente del zorro de las nueve colas, porque fue el mismo Naruto quien al recibir la noticia de que su primer hijo estaba a punto de venir al mundo, salió intempestivamente de su oficina sin importar que estaba acompañado de un grupo de representantes del país del Té, quienes venían con el propósito de contratar un escuadrón de ninjas que resolvieran un asunto relacionado a la seguridad del daimyo de aquel país. Ambos representantes solo se quedaron con los ojos abiertos y algo asustados cuando vieron que el hokage Uzumaki saltaba por la ventana a toda velocidad, para luego ver una estela de luz naranja que se dirigía a gran velocidad hacia cierto punto de la aldea.
    Esquivando cientos de personas, animales y objetos, Naruto se movía velozmente rumbo a la residencia del clan de su esposa, lo malo fue que no falto quien lo confundiera con algún ladrón escapando, ya que al menos Sai y Shikamaru lo detuvieron un par de veces, el primero para detenerlo y felicitarlo por su primer hijo, asi como retrasarlo tres minutos hablándole sobre un libro que había leído en la gran biblioteca de la aldea, el cual hablaba sobre el cuidado que los padres primerizos debían tener con los recién nacidos. De no ser porque Sai era su amigo, Naruto lo hubiera mandado a volar por los cielos por interponerse en su camino, pero decidió dejar un clon de sombras al lado del pelinegro para asi poder continuar rumbo a su esposa. Lo malo fue que dos calles antes de llegar con Hinata, fue detenido por el enorme cuerpo de su amigo Chouji que venia acompañado de su inseparable Shikamaru...
    – ¡Auch! ¡Podrían fijarse por donde van! – gritaba enérgicamente el rubio sobándose el golpe que traía en la cabeza
    – Tu eres el que se debe fijar por donde va – respondió Shikamaru tirando su cigarrillo al suelo y apagándolo con la suela de su sandalia derecha
    – ¡¿Yo?! Si son ustedes los que pasan sin fijarse a quien golpean y tú Chouji, ¿podrías evitar ponerte esa armadura mientras estés en la aldea, quieres? – contesta Naruto doliéndose de la cabeza
    – Lo sentimos, pero es que Shikamaru y yo volvimos a penas hace unos minutos de nuestra misión en la isla Nanakusa, y como la comida de ese lugar no me gustaba mucho quisimos ir a comer a Ichiraku y a beber un par de cervezas, oye ¿nos acompañas? – le confesó el buen Chouji mientras de uno de los compartimentos de su equipaje sacaba una bolsa de patatas fritas
    – No, ahora no puedo, hey y creí que tu esposa te había puesto a dieta – dijo Naruto mientras se preparaba para correr de nuevo
    – Lo que Ino no vea no le hace daño – respondió muy tranquilo el enorme shinobi mientras Shikamaru extendía su mano para sujetar a Naruto quien ya ansiaba llegar con su esposa
    – Esposas que problemático, mmm, ahora que lo recuerdo la mia me matara si llego tarde, pero en fin ¿qué le hare? Temari amenaza con enviar a sus dos hermanos a matarme si sigo con mi actitud de “flojo”. Yo no soy un flojo solo analizo las cosas antes de hacerlas... Y bien Naruto emocionado con tener niños, hey Chouji te apuesto una cena a que este se desmaya cuando nazca su hijo – mencionaba Shikamaru sentándose en una banca cercana
    – Acepto, yo creo que Naruto aguantara – respondió Akimichi de inmediato
    – ¡¿Que?! ¿Hacen apuestas sobre el nacimiento de mi hijo? – les pregunto Naruto poniéndose rojo del coraje
    – ¿Y? Mi mujer y sus amigas se la pasan hablando sobre esas cosas, sabes una vez discutimos sobre como seria el hijo que Hinata y tú tendrán, Chouji dijo que seria más travieso que tú pero tan callado como tu mujer, yo dije que si heredaba la inteligencia de su madre tendría suerte – decia su buen amigo Nara relajándose en la banca
    – ¡Hey mi hijo será perfecto se parecerá a mi! – fue lo que contesto Naruto sobresaltado
    – Kakashi sensei dice que tiene miedo de que eso se cumpla – agregó Chouji acabando sus papas
    – ¡¿Eh?!... Bueno luego arreglo asuntos con ustedes, y se hacen llamar “buenos amigos míos”, los veo luego para que vean al niño más perfecto de todo el mundo – les dice el rubio volviendo a su ruta por Hinata
    – Ni yo me puse asi de lunático cuando nació mi pequeña Yushiko – menciona Chouji
    – ¡Nah! Déjalo, todos nos ponemos problemáticos cuando nacen nuestros hijos, Temari y mi madre me hicieron tratar a Shun como si fuera la joya más cara del mundo, debiste ver cuando por culpa de un simple bostezo mío, el niño se despertó a media noche y ella me hizo cantarle canciones de cuna hasta las seis de la mañana, ah, tenia razón Asuma sensei, “los niños son los reyes” porque al final al pobre padre lo tratan como vil peón pero es bueno saber que el niño salió con mi inteligencia y al de su madre combinadas, bien vamos a comer me muero de hambre – añadió Shikamaru siguiendo su camino al pequeño restaurante de ramen
    Dejando de lado al par de amigos, Naruto corría como loco, parecía que estaba a punto de estallar una bomba y el único herido iba ser él sino llegaba, ya que no solo Hiashi lo lastimaría, sino que temía que a Hinata le llegara a pasar algo como lo que le pasó a su madre cuando él mismo nació. Por lo cual aumento su velocidad utilizando el chakra de Kurama, quien a pesar de estar en buenos términos con Naruto, no le gustaba mucho que lo despertaran cuando dormía dentro de su contenedor humano. Pero al fin y después de preocupar a media aldea con su loca carrera, Naruto llegó a la mansión Hyuga, donde empujando a todos, incluido a su cuñada Hanabi quien lo regañaba por llegar tarde, el rubio se dirigió a la habitación donde Hinata estaba acompañada de un grupo de mujeres mayores del clan, quienes eran las encargadas de ayudar a las mujeres del clan a dar a luz a las nuevas generaciones y que solo permitieron al hokage estar unos cuantos instantes con su esposa ya que debían seguir con el parto para evitar más desgaste físico para la madre. Pasaron los minutos y se volvieron horas y fuera de aquella habitación, Naruto y su suegro Hiashi podían escuchar los gritos de dolor que emitía la joven lider del clan, Naruto solo se deshacía de desesperación en su sitio y como es obvio al ser hombre no comprendía de ese tipo de dolor, que solo las madres sufren a cambio del don que tienen de dar vida a un nuevo ser. A la mente del que ahora seria abuelo por primera vez venían a la mente recuerdos de su difunta esposa al momento de darle a sus dos hijas y era ese momento cuando más deseaba que ella estuviese viva para ver como su niña estaba por traer al mundo a quien en un futuro podría ser otro gran lider para el clan. Transcurría el tiempo y Hinata aun seguía en labor de parto, Naruto no aceptaba dormirse aun sabiendo que su mujer estaba esforzándose para que el niño naciera sano, asi que no descansaría hasta ver que su mujer e hijo estaban con bien. El tiempo se extendió hasta la mañana del dia siguiente cuando el sol ya se empezaba a posar sobre la aldea iluminándola lentamente, fue acercándose las nueve de la mañana cuando un llanto fuerte evitó que el hokage cayera en los brazos de Morfeo y se levantara apresurado a la habitación donde algunas de las mujeres ya salían con una enorme sonrisa y satisfacción, mientras le permitan la entrada al orgulloso padre de la nueva criatura que habitaba la mansión Hyuga. Ahi, recostada en una cómoda cama, cansada y fatigada por el largo esfuerzo estaba Hinata con su bebé en brazos, un niño cubierto por unas suaves mantas color celeste mientras una mujer limpiaba la frente de Hinata y le acercaba un sorbo de agua para que calmara su sed. El rubio lentamente se aproximo a ellos, su familia, dio un beso a la boca de su mujer y luego dedico sus ojos a ver al fruto del vientre de su esposa. Era un niño pequeño y hermoso su cara muy semejante a la del mismo, pero sin contar con esos bigotes de zorro que Naruto cargaba en su rostro, sus dorados cabellos parecían bañados por los rayos del sol mientras el infante descansaba tranquilamente y se chupaba el pequeño pulgar de su mano izquierda. Al ver a lo que representaba el renacimiento del clan de los longevos Uzumaki, Naruto se comprometió de por vida a nunca permitir que nada malo le pasara a tan inocente criatura y a velar por su seguridad como lo haría cualquier buen padre, cuidadosamente, y con el consentimiento de Hinata, tomo al niño en brazos y suavemente susurro el nombre Jiraiya...
     
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