CAPÍTULO 1: EL DESPERTAR Era una mañana fresca en una isla de dios sabe donde, la brisa era suave pero a la vez un poco fría, las olas rugían al colisionar con las rocas que se encontraban a los extremos norte de la isla. La arena resplandecía bajo los efectos lumínicos que generaba el sol del amanecer. En la orilla de la isla se encontraba un muchacho inconsciente. El muchacho se encontraba golpeado, su cuerpo estaba rasguñado pero no estaba tan malherido como parecía. El muchacho despertó. — Uff... como me duele todo, maldita sea... esto es rarísimo no se que ha pasado ni donde está el S. S. Cactus. El muchacho estaba de crucero en un nuevo barco construido por el Capitán Babor en Ciudad Portual pero no recordaba nada más. El muchacho se incorporó para dar unas vueltas alrededor del lugar para inspeccionarlo un poco, parecía buscar algo pero tan solo miraba el panorama en el que se encontraba perdido. — Mmmm... parece una isla. — Pero desde aquí no veo ninguna señal de vida. Ni Pokémon, ni personas... ni si quiera comida. — No puede ser... tiene que haber algo en esta maldita isla tan misteriosa. El muchacho se encamino para adentrarse en la isla, quería buscar algo de comer de lo contrario iba a desfallecer. El calor era insoportable pero eso era lo de menos en estos momentos, el muchacho no sabía que hacer ni si quiera si encontraría la forma de salir de aquella maldita isla pero aún se encontraba un poco en estado de shock por lo que no se preguntaba muchas cosas. Caminando el muchacho se encontró con lo que parecía ser un Pokémon. — OMG! Eso parece un Pokémon, iré a ver mas de cerca. El muchacho se acerco con cuidado a lo que parecía ser un Pokémon. — ¡Oh! ¡Si es un ! Está debiltado, pobrecillo... — ¡Oh! Estupendo, si aún tengo la PokéBall que me regalaron por mi cumpleaños. — Mmmm... No recuerdo como se usaba, creo que se tira al suelo... El muchacho tiro la PokéBall al suelo golpeando contra aquel Pokémon que como si nada fue atrapado sin problemas por el echo de estar tan debilitado. — ¡Genial, por fin tengo mi primer Pokémon! El muchacho miro hacia los lados observando el panorama en el que se encontraba perdido, para colmo el cielo empezaba a nublarse. — Uff... con todo esto me había olvidado que me encuentro perdido en esta puñetera isla... antes de nada tengo que ir a buscar un refugio que me sirva de hogar, esas nubes no me gustan ni un pelo.
