notas: primero hola XD soy nueva aqui y venia desesperada por opiniones , escribi esto pero quisiera criticas antes de lanzarme a terminarla asi que lean , comenten y desde ya gracias :3 mecha-san Sueño numero uno: Ahogándome 9 de junio de 2011 Hoy soñé algo muy extraño, pero se sintió demasiado real, como tocar una hoja seca, no puedes evitar sentirla, fue extraño porque se sintió real, como querer tocar algo en un sueño y luego despertar, pero la diferencia es que yo pude tocarlo, al otro día dude si decírselo a Gabriela o a Brenda estoy seguro que hubieran pensado que perdí la cabeza: -¡deberíamos correr!- fue lo que dijo el al momento que tomaba una de mis manos. Pero correr sobre el agua no me parecía seguro, pero ignorando mi gesto de completo pánico me arrastro frente a la orilla y cerrando sus ojos grises y opacos empezó a mover las piernas con rapidez y yo lo imite con algo de duda. - estás loco- le dije al tiempo que veía como círculos se formaban el agua al momento que habíamos empezado a correr y como los peces salían despavoridos de debajo de nuestros pies y me aferre a él con miedo el rio e incremento la rapidez, moví mis pies robóticamente imitándolo, sentía los pies mojados pero al mismo tiempo es como si caminara por sobre una tela. - tu soñaste esto ¿Quién está loco? Y entonces desperté No sé muy bien porque paso, tal vez porque era tonta o tal vez porque el destino lo quiso así pero ese 3 de marzo me sentía demasiado deprimida, no importaba cuanto el profesor hablara , ni que mi mejor amiga Brenda me hablara sobre su enamorado yo simplemente miraba a un punto vacio, ¿Por qué digo esto? ¿Jamás sentiste que las cosas te superaban? ¿Qué no sabías que decir o pensar? Así me siento , como si todo el peso del maldito mundo estuviera sobre mis brazos, como si me hubieran puesto una roca encima y yo no pudiera simplemente sacármela de encima, se había plantado una semilla amarga en mi , definitivamente era eso. - ¿Luna estas bien? – mire al lado y vi como Gabriela me miraba preocupada, la hora de informática acababa de terminar, y Gabriela mi otra mejor amiga me miraba con los ojos azules entristecidos al mismo tiempo que agarraba sus rulos castaños en una coleta alta. - Si claro que si – sonreí falsamente mis ganas de estar allí eran bastante nulas y me pare acomodando mi falda azul y mi camisa blanca que formaban parte del uniforme. Vi que Brenda estaba sonriente ya en la puerta de la sala y seguí a Gabriela para salir de allí. - Preste más atención- yo sonreí falsamente de nuevo y me aleje de la de computación a todo paso. Si bien el colegio no era enorme y hermoso, con aire acondicionado ni ese tipo de lujos tenía su encanto, a pesar de que la cuota sacaba un insulto de mi padre cada mes. Me sentía tan sola… y en ese momento desperté. Me hubiera gustado decir que fue suave Que me despertó y fin pero no fue así. Me hiso sentir incomoda como una molestia que invade la sangre y luego llega hasta la más recóndita parte de tu cuerpo. Pase todo el día sentada en el banco me reusé a salir a los descansos y me quede pensando con tristeza. Esa semilla dentro de mí había matado todo mi corazón con una sola bala, y era deprimente, duro y al mismo tiempo suave, como si mi corazón se hubiera roto. Las horas pasaron con rapidez y yo la pase en silencio aunque participe en clase, debía parecer al menos humana y no una estatua como. La hora de tutoría me relajo al ver a una mujer petisa y gordita entrar con los rulos castaños que al igual que los míos estaban sueltos y revueltos, Daniela así se llama, era simpática aunque con gran maestría pasaba de las risas a la seriedad en un segundo, ella me agrada nunca intento hablarme, ni mantener una amistad conmigo a diferencia de los otros profesores. - Buenos días – todos se sentaron y la miraron curiosos, de seguro esperando que viéramos teatro con ella, cosa que admito me hubiera encantado podría haber soltado todo de forma sigilosa- ¿de qué quieren hablar? Como siempre Eugenia a quien le gustaba dirigir como un equipo militar nuestro curso inicio hablando. - Hay que incluir a varios chicos para que se unan al grupo, para que se integren. <<ohhhh>> pensé<< esto será interesante>> me apoye de costado en el asiento estaba más que segura que yo y mateo estaríamos implicados en esto, tengo dos amigas reales en ese curso quienes me estaban dejando de lado con ligereza, las demás chicos y chicas son mis amigos pero no de esa forma, la forma de amistad. El era un chico petiso de contextura pequeño, con una actitud agresiva y solitario nadie le hablaba y cuando lo hacían el contestaba mal, era víctima de burlas rozando el bulling pero sin llegar a eso, estaba más que solo, yo jamás hable con él, solo en ocasiones que pocas veces sucedieron, siempre me sentí rara al estar cerca de él y estaba confirmados que todos se sentían así con él, como si solo estar cerca de el te obligara a alejarte. Pero deje de pesar en eso. - Ellos no quieren- dijo Anita quien al igual que Eugenia era rubia, solo que tenía unos ojos azules y brillantes y “euge” como le decían, tenía ojos marrones. - ¿cómo que no quieren? – tenía mucha tentación de decir algo luego de que Daniela dijo eso pero me calle y escuche con mucha atención todo lo que dijeron, todos coincidían que era un problema “de ellos” << será mi nuevo apodo>> pensé . pero Daniela quien se volvió mi heroína y represéntate finalizo la clase diciendo que “era un problema de todos y que cada uno pensaba diferente y actuaba diferente” aunque no usaron nombres ni gestos ni señales - sentí como una sensación de ser mirada constantemente, hablaban de mi y de ese chico, no de forma directa pero lo hacían y eso dolió bastante, creo que debieron habérmelo dicho en el rostro. Sin embargo además de haber descubierto como las chicas llenas de helio hablaban , me fui directo al colectivo , para llegar a mi casa tenía que hacer un viaje de vuelta de 45 – 50 minutos, siempre llevaba auriculares y escuchaba como varios cantantes aliviaban mi corazón con cuidado, necesitaba que alguien me sacara. << ¡Cualquiera! ¡Quien sea!>>irte mentalmente. << ¡Necesito escapar ¡>> pensé de nuevo , realmente lo necesitaba , vivir no era para mí, definitivamente no lo era . Estaba siendo presionada en todos los sentidos, ya no era una niña no podía correr a los brazos de mi madre y recibir un beso ella no me lo daría, ella había cambiado, no podía decirle a mi padre como me sentía ¿Qué ganaría?¿hacerle sentir culpable? , me encantaría que la vida fuera como un juego, que pudiera morir la cantidad que quisiera veces y apretar reset y que todo volviera a empezar de nuevo o usar un hack y que pudiera avanzar sin problemas en esta parte de mi vida que no puedo pasar. <<Realmente me gustaría>> pensé. O escapar, siempre desde niña leía libros, sobre todo de fantasía, donde lucy pasaba por un ropero e iba a narnia a encontrarse con el valiente aslan , o ser Alicia quien viajaba a un mundo de ensueño para buscar a un conejo. Ellos escapaban se iban bien lejos y Vivian aventuras, robín Hood ganaba dinero para los necesitados, Sandokan era un pirata. Yo…ni siquiera podía vivir en paz. ¿Qué había para mí? << I will survive>> pensé con ironía mientras empezaba a tararear la canción mientras le daba el lugar as la mujer que estaba en frente mío. - No deberías pensar esas cosas- me gire enfrentándome a un chico de cabello negro y ojos azules. - ¿Disculpe? – el sonrió poniéndose a mi lado. - No finjas ser normal ahora. - Soy normal- imite el tono de vos de susurro que el usaba. - Ya quisieras – el rio ajo y me miro. << Mierda ¡parece modelo!>> - ¿Qué quieres? – dije de forma tajante manteniendo la computara sin mirarlo. - Tengo tu libertad- yo lo mire impresionada, y raramente su rostro pareció más peligroso. << ¿Quien era este tipo?>> - Okey, chau – agradecí que ya estuviera llegando a casa, corriendo apreté el botón y en un segundo estaba en tierra de nuevo. Me gire a ver como el colectivo se iba pero el ya no estaba allí. Camine hacia el parque que estaba cerca de mi casa y tirando al mochila, y tomando el libro entre mi manos empecé voz alta. - “ no parare” – me gire hacia la izquierda como si el personaje masculino estará frente a mí y ciertamente sentía su presencia – “ he cruzado todo tu reino para romper el pacto…para recuperar lo que tú me has robado , pues mi voluntad es tan grande como al tuya” - ¿por qué no vuelves a jugar con tus disfraces y muñecas? No tienes oportunidad aquí- eso debía decir el otro personaje. Fruncí el seño al sentir el celular vibrar en el bolsillo de mi falda y cerré los ojos al ver el nombre de mi madre en la pantalla. - Llegaste- fue lo primero que dijo mi madre al verme – que suerte que no llevaste tu disfraz - Si – dije al tiempo que dejaba mi mochila sobre el sillón y fui directo a mi cama y me dormí profundamente. Desde que era niña tenía ese tipo de sueños en los que volaba sin restricciones, en donde las ventanas no tenían barrotes y luego todo tenía tanto sentido. En vez de soñar con princesas yo soñaba con bosques, con cielos tan azules como las aguas del Caribe que tenían dos soles que formaban un ocaso perfecto. Se sentía demasiado bien…el viento que chocaba contra su cara, el pasto que acariciaba su piel, los pétalos que caían del cielo, era demasiado perfecto, subió la mirada viendo las nubes que parecían más perfectas y mas blancas. Estrellan que surcaban el cielo como cometas, y los dos perfectos dos soles en el medio de todo, admirando el lugar. Cerré los ojos y respire el aire. Estaba en casa Abrí los ojos y me hogar ya se había ido, relaje los huesos mirando el reloj de mano. - 19:30- susurre- y fueron 2 segundos- cada vez soñaba menos cosas, me estaba empezando a preocupar me fui a la sala. - Deberías de dejar de dormir tanto- mire a mi padre quien tomaba el café mientras miraba el noticiero. - A penas imagine un lugar, mis neuronas se están durmiendo- me miro sin entender , tal vez había pronunciado mal y con rapidez las palabras pero no pensaba repetirlo así que me fui de allí saltando la reja que separaba al perro del resto de la casa y fui al baño, me moje la cara sintiendo como esa sensación volvía. << Desearía no haber nacido>> Luego de limpiarme la cara, me senté a estudiar con la lámpara al lado y empecé a hacer los ejercicios. Las horas pasaron lentamente, mi madre jugaba con el perro el cual recibía los cariños con felicidad y mi padre estaba en la computadora haciendo sus cosas, todo era atmosféricamente perfecto y yo sentía como me ahogaba lentamente. Solo me relaje a la noche cuando ya estaba en mi cama sola, sin embargo no podía dormir, me la pase mirando el patio de mi casa, a tal punto que no reaccione cuando el cielo empezó a teñirse de rojo y las estrellas empezaron a caerse. - Es muy hermoso- dije al tiempo que me paraba y me acercaba mas a la ventana mire mas para arriba hasta que vi a una sombra, que podía distinguir gracias al color rojo intenso. Me pare corriendo y sin cambiarme el camisón solo poniéndome una campera corriendo tome la llave de mi casa y abrí la puerta del patio y tomando implo corrí mas rápido hasta donde podía ver claro que “el” el chico que había visto en el colectivo estaba allí sonriéndome y arriba de la tapia. Sueño numero dos: El reino de los dos soles - ¡¿Qué haces acá?!-desesperada me acerque un poco mas y el ensancho su sonrisa. - ¿Qué darías por tu libertad?- sentí calosfríos por la pregunta << Todo>> lo pensé sin pensar, me sentía tan ahogada y él se puso serio y de un salto estaba al frente mío, nunca había visto unos ojos tan oscuros y tan claros. - Es un pacto- y tomando mi mano un círculo de estrellas nos rodeo. - ¡¿qué está pasando?! – un viento extraño nos rodeo y lo mire, el sonreía satisfecho y me aferre a él viendo como todo el patio de mi casa desaparecía l igual que todo. Cerró los ojos en un acto reflejo y sentí que me movía, los abrí de nuevo y ese extraño chico ya no estaba, todo era negro. Abrí los ojos con lentitud viendo todo verde. <<Arboles>> pensé al momento que mis ojos empezaban a reaccionar. Los arboles eran altos, moví mi cabeza un poco y vi que apenas podía ver hasta donde llegaban , trate de pararme , notando con pesadez que hacia frio y estaba descasa con el camisón y a penas una campera para cuidarme de la crueldad del frio , mis pies se sintieron extraño al momento que me movía , la tierra en vez de molestarme me parecía cómoda y acariciaba mi piel en vez de dañarla, admire el lugar un poco , era un bosque enorme según parecía y la luz del sol apenas podía traspasar las hojas . - ¡¿hay alguien?! – grite lo más fuerte que pude pero nadie contesto. Suspire rascando mi cabeza, en esos momentos deseaba haber comprado una brújula. Mire a los lados decidiendo por donde empezaría a caminar. - Norte, sur este y oeste – dije susurrando, recordando las clases de 4 grado sobre eso. Decidí ir hacia al frente, en esos momentos no podía recordar ni cuál era mi nombre, prendí mi campera y metiendo las manos en los bolsillos empecé a caminar , necesitaba conseguir ropa y ayuda, en lo más profundo de mi mente algo susurraba. << Esto es lo que tú querías>> y era muy cierto es mas lo estaba disfrutado en secreto. Al momento que mis pies se movieron empecé a esquivar los arboles debes en cuando apoyándome para poder seguir, no hacer gimnasia en meses me había afectado. Las cortezas de los arboles eran suaves a diferencia de todos los que había tocado y debes en cuando sentía como si me levantaran de nuevo impulsándome a seguir, no había animales por ningún lado a excepción de unos pájaros que no parecían normales, tenían plumas larguísimas, haciéndome pensar que eran como un fénix, plumas de todos colores desde moradas que salían desde el pecho aumentando su intensidad hasta rojas como el fuego y picos largos y pálidos , pero unos ojos tan brillantes que parecían leer mi mente, cosa que no me gustaba, era algo que no podía controlar. Pasaron varias horas en donde solo veía arboles y as arboles, y yo empecé a pensar que no había salida, entre suspiros y quejas vi que había una salida, pase al lado del último árbol y vi casas en medio dl pasto verde. Sonriendo empecé acorrer desesperada, sonriendo al dejar de sentir la tierra en mis pies que ya debían estar lastimados. Pero con fuerzas corrí lo más rápido que pude, agradecida de poder sentir el sol en mi cara pálida, y que mis ojos castaños pudieran sentir el brillo del hermoso lugar, al cruzar todo ese pasto que me separaban de las casas me tope con una valla. << Agricultores >> pensé al ver las cosechas que separaba la valla, camine un poco más dispuesta a ver una entrada pero al ver solo cerca suspire pesadamente y con cuidado la salte. El trigo superaba mi altura de 1. 73 m y empecé a meterme entre ellas, de nuevo me sentí rodeada y metí rapidez a mis pasos hasta que inevitablemente caí al suelo, enojada al sentir como mi cuerpo impactaba contra el suelo me pare lentamente. - ¿Quién eres?- mire para arriba haciendo que mis ojos grises chocaran contra una mujer regordeta con el pelo atado y tapado por un pañuelo azul con líneas blancas, ojos negros como la noche y de contextura pequeña. - Err me llamo luna. - ¿ luna? Que nombre más curioso ¡ven! ¿Qué harás si un mago te ve?- la mujer empezó a mirar a los lados y dándome su mano me ayudo a pararme, se saco el pañuelo e la cabeza revelando unos cabellos largos y rubios. -¡lo necesitas más que yo! – y en ese momento me di cuenta que tenía todos los cabellos rulados revueltos, acepte el pañuelo envolviendo mi cabello en él y seguí a la mujer quien vestida con un vestido largo y claro que tenia la parte de la punta negro me llevo a dentro de un extraña casa, en ese momento me di cuenta que no se aprecia en nada a mi tierra natal, era una casa enorme de piedra que en vez de tener puerta, no tenia anda como abierta al público. - ¡vamos entra forastera! ¡no te comeremos! No somos hombres lobo- sonreí ante el extraño comentario y pase más segura, había mesas de madera, alacenas, incluso había cartas y plumas manchadas, sentí curiosidad al ver plumas con tintas en vez de birome o corrector. << Es como volver en el tiempo>> pensé. - ¿Dónde estoy? – pregunte al tiempo que tocaba la punta de la pluma manchándome con tinta seca. - ¿Dónde estás? – sentí el tono sarcástico y la mire confundía por su cambio de actitud, me hiso señas con la mano y me senté obedientemente en la silla. Se acerco a mi haciendo que sus ojos oscuros parecieran vacios – estas en donde él quiere…l es el rey indiscutido. - ¿Dónde él quiere…? No entiendo – dije como susurro. - No tiene un nombre…pero le dicen rosa negra…otros le dicen el rey de plata- ella miro hacia otro lado- sus poder lo llevaron hacia donde está. - ¿no es bueno como rey?- dije curiosa mirándola con cuidado. - ¡supero a los anteriores!- dijo con rapidez, impresionándome un poco- pero ha cambiado últimamente, este lugar solía ser tan hermoso, las flores llenaban el bosque haciendo imposible ver la tierra, ene este lugar vivan muchas personas y un día quede sola- sentí la nostalgia en su vos. - ¿cómo se llamaba este lugar? - Su nombre era…su nombre era el reino de dos soles. Sentí calosfríos ante el comentario de la chica pero lo ignore y seguí preguntando. - ¿Dónde están las demás personas? - Se fueron lejos, en busca de más poder, como todos a servir al rey o simplemente para salir del pueblo, pero eso fue hace años, ahora dime ¿de dónde vienes forastera? - De un lugar muy lejos de aquí, del mundo real- lo dije sin saberlo muy bien. ¿Qué tan lejos estaría esto de Tucumán? ¿Sería esto la tierra? - No conozco ese lugar ¿cómo llegaste? - Un hombre me trajo – ella chillo y la mire confundida - ¿Qué pasa?- dije parándome, tenía la boca tapada por sus manos y yo no entendía bien que estaba pasando ya. - ¡el te trajo!- ella se paro y corriendo se metió por el pasillo de esa casa -¡debo cambiarte! Mire confundida por donde había ido y en un segundo venia con una muda de vestidos extraños entre sus brazos y yo empecé a asustarme. - ¡¿de qué hablas?! ¿quién me trajo? - Hay una sola persona que puede viajar entre los mundos- ella se acerco a mi dejando los vestidos sobre el sillón – el rey de plata. - ¿Por qué me traería? - Porque eres especial – yo la mire confundida - ¿Quién no querría conocerle? Tal vez quiera hacerte su esposa. - ¿y si no quiero- dije confusa mientras miraba por la ventana. << me pregunto cuantas cosas abra aquí>> - Pues entonces deberías evitarlo- medio un vestido morado con líneas blancas , debía admitir que era lindo y que me había cansado del camisón y mi campera. - Es lindo – dije en un susurro pero no pude evitar preguntar- ¿cómo hago para ir al reino? - No lo sé - admitió ella encogiéndose de hombros – nunca fui pero si vas te encontrará- esto lo dijo en un susurro pero mirando para el costado sonrió - conozco a alguien quien podrá ayudarte. - ¿Quién? – dije algo desesperada. - Era mi amigo , es un viejo mago le decían “el mago fénix” pero so fue hace tiempo , vive mas allá del lago , deberás cruzarlo , el sabe dónde está el reino tiene todo tipos de mapas, pero – empezó a agregar ella tomando mis manos – debes escapar son buenos tiempos para estar aquí luna, y si él te trajo deberías irte , es un buen rey pero no por su amabilidad. Yo no conteste y me deje llevar por ella a la habitación de huéspedes de su casa donde me permitió cambiarme y respirar soledad, el resto del día me pase mirando por la ventana, luego de haberme arreglándome el pelo que deje suelto. ¿Qué debería hacer? ¿Escapar de este lugar? Escapar de lo que más deseo. - Derivamos quemar esto- vi como tomaba mi camisón y mi campera y la tiraba al fuego de la chimenea – tu olor lo llamara, así de hábiles son las personas con esos tipos de poderes, esperan el momento para atacar. - Me iré en la mañana – dije al momento qué me tiraba en la cama que ella me había preparado hace rato. - Como desees – dijo ella mientras se iba por el pasillo. y me dormí viendo bailar al fuego en lo que alguna vez fue mi ropa. Los soles atacaron mi cara despertándome, vi a la mujer haciendo comida sobre el fuego. - Buen día- dijo ella mientras ponía unos panes y otras cosas en un pañuelo – tienes todo listo, solo tienes que partir. - -¿Por qué lo haces? No me conoces. - Se 5 cosas : una él te trajo por algo , dos, va a buscarte , tres no eres de por aquí apostaría que eres de otro mundo como dije , cuatro debes volver a tu mundo antes de que te atrape y cinco mi cultura no me permite dejar a forasteros andando por aquí como si nada. - Entiendo pero ¿Cómo te llamas? - Me llamo alba ahora vete de aquí antes de que lleguen. - ¿Quiénes? – dije al momento que dejaba que me pusiera una cama blanca sobre la ropa y me diera el pañuelo enorme donde puso la comida. - ¡la caballería! Pasan cada mañana. - Oh –dije al momento que me acomodaba la capa y empezaba a salir de allí. - ¡suerte! –dijo ella cuando empecé a correr. - ¡gracias por todo! – dije al ver que unos caballos empezaban a llegar del horizonte y corrí con más rapidez. Entonces varias cosas me quedaron claras. Una el chico que yo consideraba como loco era el rey de este lugar, el reino de los dos soles, el lugar con el que sueño desde niña. Dos, no quiero verle ¿Por qué? Porque no se quien es, no sé porque me trajo y es algo que no puedo controlar y la ideas de casarme como alba comento que podía ser una razón no me gradaba. Tres tenía que escapar, el y yo teníamos un pacto, donde yo le entregaba todo para estar aquí…pero no se lo dije a alba, cosa de la que me arrepiento. Cuatro no quería ir me de aquí…mi viaje por este reino a penas empezaba.