Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Vileganplume, 17 Diciembre 2007.

  1.  
    Vileganplume

    Vileganplume Guest

    Título:
    Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    6851
    Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

    Hola, je, bueno permitanme presentarme, mi nombre es Vileganplume, hace mucho tiempo yo solia escribir aquí en cemzoo en está sección pero por azares de destino y x cosas pues deje de hacerlo,sin embargo quiero retomar esto y por ello es que reposteo un fic que puse aquí hace unos años, esta corregido y pues espero que lo disfruten y me den su opinión. La primera parte son mis notas de autor, no es necesario que las lean pero sería mejor si quieren saber de que va el fic o cual es la tematicá, sin más los dejo con esto y espero que lo disfruten.



    Pokemon: Crossing the forbidden memories of light
    Lo que fue antes, lo que es ahora y lo que seremos, todo esta relacionado. Las causalidades y los encuentros están a nuestro alrededor, como piezas de un perfecto domino desencadenando sucesos. Crecer, pelear, madurar, amar, fuerzas cuyas luces iluminan el vivir y originan la chispa de las memorias que arderán en nosotros mientras sigamos aquí, y quizás, aún, cuando ya no estemos.”
    El viaje ha comenzado y muchas cosas ocurrirán
    ________________________________________________________________________
    Notas:Este escrito es una obra narrativa de varios capítulos. Incluirá (o al menos lo intentara) todo tipo de genero y algunas escenas de romance (incluido el de temática yaoi y/o yuri, si no conocen el genero o alguna otra palabra encontrarán la definición en un glosario al final del capitulo) no obstante no habrá ninguna escena descrita como fuerte ni tampoco ninguna escena que no sea apta para todo el publico (de escribirse alguna de esas escenas serán por petición en un apartado u anexo del fic).

    Los personajes que aparecerán son en su mayoría caracteres de distintas series de anime (incluyendo obviamente al mismo anime de pokemon), doy este aviso por si se suscita alguna confusión en cuanto a su procedencia. Para ayudar a la imagen mental del lector y mayor comprensión de la historia en cada capitulo se incluirá una lista con los nombres de los personajes, el carácter de anime al que se asemejan y la serie de procedencia de esté.

    Mimi - Milfuelle Sakuraba – Misha / Galaxy Angel - Pitaten
    Ginji - Ginji Amano / Get Backers
    Arashi - Arashi Kishuu / X the Clamp
    Link - Soujiro Zeta / Rurouni Kenshin
    Haruna - Haruna Kisaragi / Corrector Yui
    Takashi - Takashi Fuji / Corrector Yui

    CAMPAÑA: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante.

    Cursivadialogos de los personajes.
    Negrita – pensamientos o recuerdos
    Arial” – Voces pokemon
    _________________________________________________


    Tackle (parte A)
    Placaje
    De cómo una simple embestida puede causar un Big Bang de aventuras”


    Ciudad Camino Dorado8:30 a.m.

    Observo el cielo mañanero alegrar el ambiente del jardín desde su ventana

    …”Hoy es el día

    Sintió la fresca brisa envolverla mientras abría el ventanal

    …”Hoy es el día

    Abandono la ventana y caminando por la habitación llego a la pequeña mesa de noche, tomo el morral que yacía junto a la lámpara, casi por inercia se calzo los zapatos nuevos, ajustando los cordones con la pasmosa calma de un ritual y al terminar puso nuevamente la vista en el paisaje matutino

    - ¡¡Hoy es el día!!– Chillo como nunca, incapaz de seguir conteniendo la emoción que le alteraba cada fibra del cuerpo

    -- ¡Ay! ¡Ya no grites! ¡Tú no vives sola aquí sabes! – el seño fruncido de su hermana mayor apareció en la puerta de la habitación, justamente pasaba medio dormida rumbo al baño en el momento del grito y se llevo el susto de su vida.

    - ¡¡Oi Whitney!! ¡¡Es que estoy muy feliz!! ¡Es mi primer día de viaje pokemon! – La menor sonreía, linda e inmutable ante la cara de fastidio que tenía enfrente.

    ¡¿Y?! ¡Eso no es excusa para reventarme los tímpanos! ¡De seguro ya despertaste hasta a los vecinos!- rugió - ¡Primer día! ¡Bah! ¡Gran cosa! Como si eso no lo hicieran todos los que quieren ser entrenadores – Whitney cruzo sus brazos con desdén.

    - Pero es la primera vez para tú hermana menor, por eso está tan emocionada – Concilio una tercera voz femenina que venia llegando con algo de ropa prolijamente doblada entre las manos.

    - ¿Ves? Mamá si entiende – La menor saco la lengua, adornando con un sutil sonrojo sus mejillas que a sus 15 primaveras no habían perdido la sedosidad infantil. La mujer mayor la observo bondadosamente

    - ¿Lista Mimi?

    -¡Si! asintió, parándose como resorte de la cama y observando nuevamente su cuarto. En ese momento la emoción pareció borrársele de golpe, siendo reemplazada por la angustia que sienten los que ven algo por ultima vez “¿Qué me pasa?... ¿Acaso estaré poniéndome nerviosa?” pensó mientras su madre y hermana abandonaban la habitación.

    “¡Tonterías!” sacudió su cabeza “Yo no estoy arrepentida… ¡No! ¡A estas alturas no voy a arrepentirme!” Luchando internamente Mimi avanzo, abandonando apuradamente el lugar y cerrando la puerta tras de sí.

    Esto es lo que escogí ¿Cierto?, es “MI” camino…” se convenció al notar que era incapaz de soltar la perilla “…Y yo…bueno… yo lo intentaré” Su mano se desprendió al fin. La pelirosa respiro profundamente y camino rápido para alcanzar a su madre y hermana que ya casi desaparecían por la esquina del pasillo.

    -No vayas a olvidar como se usan los escalones a causa de la “Emoción” Mimi – Advirtió Whitney mientras bajaban

    - ¡Eso quisieras tú! - riño la menor.

    - ¡¡Por supuesto que no!!... Eso haría que te quedases más tiempo aquí.

    - ¡Mamá! ¡Whitney está molestando!

    - ¡Whitney! Deja en paz a tu hermana y ve a tomar el desayuno o llegarás tarde para abrir el gimnasio, luego pueden despedirse – asevero la mujer con disciplina maternal.

    - ¡De acuerdo! – asintió la lider con un puchero, adelantándose unos cuantos pasos, antes de detenerse en seco a medio camino…– Sabes Mimi… –Musito con un tono muy serio, aún de espaldas a su madre y hermana –… Durante tu viaje, mamá no estará contigo para protegerte. Piensa en ello – Y continúo su rumbo hacia la cocina. El rostro de la menor enrojeció de inmediato

    -¡Uich! ¡Siempre tiene que estarme molestando! –

    - Tranquila princesa. No es bueno que tu primer día de aventuras empiece con ese ceño fruncido – Un hombre de ojos mieles y cabello verdoso apareció, sonriendo al lado izquierdo del pie de la escalera.

    - ¡Papá! – La joven corrió hacia él, lanzándose a sus brazos antes de terminar de bajar las escaleras. El hombre mayor estuvo a punto de caer por el abrupto peso de su hija.

    Y… ¿Ya no estás molesto por que me voy?- pregunto en medio del abrazo con algo de temor, levantando sus ojos hacia los de su progenitor quien soltó un suspiro resignado.

    – La verdad aún no me hace feliz que hallas decidido irte… – Dijo resignado - …Pero no puedo hacer nada, ya eres mayor y es tú decisión.
    - ¡¡*Sugoi!! – Exclamo, estrechando fuertemente a su padre. Haruna cruzo una mirada de aprobación con su marido.

    Desde que Takashi se entero de que su consentida tenia el objetivo de volverse entrenadora pokemon y no lider de gimnasio y peor aún, que de aquí a un mes empezaría su viaje, paso por todas las bien conocidas (y exageradas) etapas de una perdida como la ira, la negación y el llanto. Estuvo todo el mes atormentando a la casa y a Mimi (quien se sentía bastante triste de que su amadísimo papi no la apoyara en su decisión) con música depresiva que daba el fondo perfecto para sus chantajes sentimentales, hasta que finalmente, harta de la situación, su esposa uso “tácticas” femeninas para poderlo convencer (“Tácticas: Sinónimo de Innumerables noches abstinentes en el sofá y mucho, mucho dolor”T.T) de tal manera que cedió y allí estaba, dándole visto bueno a la situación… para alivio de todos.

    - Bueno…Creo que ya es hora ¿no? – La pelirosa soltó a su padre.

    Haruna descendió los últimos escalones y la hizo ponerse de espalda para meter algunas cosas más a su mochila.- Lave tus dos piyamas, como decidiste no desayunar con nosotros te empaque una merienda, además tienes algo de comida precocida en el bolsillo de atrás, eso te bastara hasta que encuentres algún centro pokemon en el camino. Tus útiles de aseo están en el lado izquierdo, recuerda usar dos mantas porque en las noches hace mucho frió en el bosque y tu bolsa de dormir esta…esta sujeta a la parte izquierda de… bueno… no se te vaya a caer y…y… - Incapaz de reprimir más su tristeza la mujer giro a su hija y la sujeto fuerte, mirándola con ojos húmedos - ¡Cuídate mucho Mimi! Por favor, recuerda que halla afuera las cosas no son como en casa. Levántate temprano todos los días y descansa lo necesario en las noches...Haruna deshizo suavemente el nudo que se había formado en su garganta; era extraño, pero mientras más avanzaban los días más inquieta se sentía respecto al viaje de su pequeña, en un momento pensó que tal vez su esposo la estaba influenciando, pero ahora era distinto, sentía como si hubiera algo que no terminase de gustarle.

    - ¿Mamá? – El llamado la hizo volver a la realidad, cerrando la mochila sonrió, haciendo ver más brillante su mirada. – Solo ten cuidado - Rogó por ultima vez, haciendo sentir a la próxima entrenadora un fuerte tirón en el pecho; desde que se había propuesto marcharse de casa, hasta ese momento, no había entendido lo que su decisión significaba y ahora, a puertas de partir, era cuando notaba la falta que sus padres, su hogar y sus cosas le harían. Por un momento deseo regresar y desempacar todas sus cosas, de hecho así hubiera sido de no ser porque su padre hablo:

    - Sabes princesa, la verdad yo… bueno, no sé como decirlo… Quería disculparme por lo de este mes, se que debí haberte apoyado desde el principio y… el hecho es que tú madre se iba a encargar de esto pero decidí hacerlo yo mismo para compensarte y ahora ella se puso triste porque te vas y yo…bueno yo… ¡Vaya! Solo toma esto El hombre le estiro el paquete a su hija para luego limpiarse de un manotón las lágrimas, camino hacia su esposa y rodeo sus hombros con un brazo atrayéndola hacia si.

    La pelirosa entendió que no era la única que se sentía triste y temerosa, para sus padres desprenderse de ella y dejarla ir sola no era nada fácil, incluso podría jurar que hasta Whitney se sentía apenada (aunque lo ocultaba muy bien claro).

    Con eso en mente observo el paquete que le habían entregado: Un envoltorio de papel platinado que al ser retirado dejo un cofrecillo rosa con un moño celeste. Mimi lo saco y abrió la tapa encontrando una pokebola y un aparato rojo con molduras doradas que tenía su nombre tallado.

    - Esto es…- Observo anonadada a ambos adultos.

    - Tu primer pokemon y pokedex- respondió su padre un poco más animado, con una sonrisa.

    - ¡*Kya! ¡Muchas gracias! – Mimi se lanzo sobre ambos.

    - Ja, ja, ja sabia que te iba a gustar – sonrió Takashi entre la mata de pelo rosa de su hija.

    - ¿Qué esperas? velos ahora Mimi – susurro Haruna a su oído.

    - Si mamá – asintió y separándose de ambos, se dirigió al centro de la sala, respiro hondo y….

    - ¡Yo te elijo! – cuanto tiempo había ella querido decir esa frase…

    La pokebola salio despedida por el aire y (a pesar de chocar con una lámpara, una mesa y la alfombra) se abrió con un intenso brillo rojo en forma de flamas, que se esfumaron rápidamente dejando en su lugar a una pequeña gatita de cuello afelpado, grandes ojos rojos y tres colitas ondulantes que observaba el lugar con extrema curiosidad.

    - ¡¡¡Kawai*!!! Es hermoso papi, es… es... ¿Qué es?- Se extraño la pelirosa inclinándose hacia el pokemon, que le dedico una mirada furtiva y expectante.

    - ¿Por qué no lo ves en tu pokedex?... Tonta - Rezongo Whitney saliendo de la cocina con una taza de café y un Croissant en sus manos.

    - ¡Ya sé!- Gruño Mimi y tomo el aparato de molduras doradas, presionado un botón consiguió que la exclusa se abriera de lado y una cortés voz de dama joven sonó en el lugar.

    - Mucho gusto joven entrenador, yo soy la unidad pokedex código R567329, estoy aquí para precisar, archivar y dar información del mundo pokemon ¿Podrías por favor anotar tu número de ID? – el panel del objeto mostró 8 espacios que exigían ser llenados.

    - Este… yo… ¿Papá? ¿Mamá?¿Tengo numero de ID?

    - Whitney - Solicito su padre

    - Si voy, voy – Con pereza la líder abandono su puesto en la entrada de la cocina para dirigirse hacia su hermana menor. Mimi y kirara parpadearon confusas un par de veces.

    – ¡Ya! ¡No se hagan las que no saben! Se supone que como lider de ciudad camino dorado debo darle sus respectivos ID.’s a cada entrenador que sale de aquí y eso, por desgracia, también te incluye a ti.

    - ¿Y puedo escoger mi número hermana?- Pregunto la menor emocionada - Si es así yo quiero el 99999999. Ya sabes, es el de la suerte.- La líder rodó sus ojos ante el comentario.

    - Por favor ya madura ¿Quieres? el número de ID no es cualquier cosa. En primer lugar debe incluir tu código de ciudad, luego tu edad y finalmente tu código de entrenador.

    - Oh yo no sabía.

    - “Oh no me extraña” –Whitney imito con burla la voz de su hermana. – Más te vale aprendértelo bien, este código será el que te haga ser alguien allá afuera, si lo pierdes ni tus pokemons te obedecerán siquiera – Mimi asintió – Ahora déjame ver, como somos de ciudad camino dorado el código de ciudad es el 15, tu edad es 16 y tu código de entrenador es igual a tu código de habitante que está en los registros, si no me equivoco es…-La lider sustrajo su pokegear del bolsillo y reviso en uno de sus apartados el código de sus familiares – Oh si el 1263, así que tu ID. Es…

    - 15161263 – Mimi tecleo rápidamente los números y el pokedex mostró una pequeña pantalla de espera mientas se conectaba con la red y procesaba la información.

    - “Mucho gusto Mimi. Será un placer orientarte a través de tu viaje, puedes contar conmigo para cualquier data relacionada con pokemons salvajes y los que tú atrapes, así como también para procesos de batalla y objetos necesarios. ¿En qué te puedo servir ahora? – Las opciones de “Datos pokemon”, “Ataques” y “Status” aparecieron en la pantalla junto con un pequeño símbolo circular que tintineaba a un lado.

    - ¿Y esto? – pregunto confusa la pelirosa señalando el símbolo.

    - “Eso” aparece cada vez que hay un pokemon cerca del rango del sensor, presiónalo – insto Whitney con voz aburrida y su hermana así lo hizo, al instante la lente del aparato enfoco a la gatita.

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    Kirara “El pokemon flama mística”La primera forma en la cadena de evolución de Kirara – Flamera

    Kirara usa sus penetrantes ojos para ver en la oscuridad, su encanto aparente es engañoso puesto que cuando entran en sus dominios suele hipnotizar a sus presas con la mirada, se dice que sus grandes ojos pueden ver el fondo del corazón de los seres humanos. Sus suaves patas amortiguan el ruido de sus pisadas debido a esto y a su agilidad se pensó antiguamente que este pokemon podía aparecer de la nada como un fantasma. Las tres colas que posee, dice la leyenda, son capaces de controlar 3 de las muchas fuerzas de la naturaleza.

    *************************************************************************
    Una vez escuchada la información Mimi observo atentamente a su pokemon, estaba emocionada por que ese aire de misterio que tenia y se puso en cuclillas cerca de su nueva compañera.

    - Así que tú nombre es kirara. De ahora en adelante estaremos juntas ¿No te da gusto? – La entrenadora extendió su mano y sonrisa hacia el pokemon.

    Kirara retrocedió de un salto ante el acto, observando penetrante a la que seria su entrenadora ladeo la cabeza de lado y emitió un arrullo. Lentamente se acerco a la mano de la aún sonriente chica olfateando la palma con cautela, poco después levanto la cabeza y cerró los ojos, asintiendo alegre trepo rápidamente por su hombro.

    - Vaya, ese pobre Kirara debe tener sus sentidos atrofiados – susurro la líder consiguiendo una mirada lasciva de Mimi.

    - Ya te oí Whitney ¬¬*.

    - ¿Verdad que es preciosa? En cuanto la vi supe que seria para ti, era eso o un bulbasaur que se veía poco amistoso y un growlithe que parecía muy apegado al dueño de la tienda, ella era la única pokemon hembra así que sin dudarlo la compre. No es así cosita bonita… cuchi, cuchi – arrullo el padre de Mimi acariciando a la gatita en el morro, sin embargo ese cosquilleo hizo que Kirara escupiese, como todo felino, una bola de pelo, aunque en su caso fue una bola de llamas que chamusco todo el cabello y lleno de cenizas la cara de Takashi.

    Oh sí… – agrego con voz ahogada –…El tendero me dijo que una vez al día Kirara debe expulsar algo de su fuego interno. Así que cuidado... Auch – y se desplomo sobre el piso de la sala, ante otro alegre arrullo del pokemon.

    Minutos después toda la familia estaba en la puerta despidiendo a la menor que sostenía a su pokemon entre brazos.

    - ¿Sabes? Cuando tu papá trajo a kirara a casa investigue y supe que podía aprender un ataque bastante útil, así que de inmediato compre la TM y se lo enseñe. Espero no te moleste – Sonrió su madre y Mimi agito la cabeza negativamente.

    - Claro que no. Gracias por todo mamá y tú también papá, los voy a extrañar mucho.- Se conmovió ligeramente la joven.

    - Recuerda que solo estamos a una llamada de distancia preciosa – La beso en la frente su padre.

    - Llámanos cada que llegues a una nueva ciudad ¿Sí? Ve ya o no podrás aprovechar el día – sonrió Haruna.

    Mimi corrió hacia la salida de su casa con los sentimientos aún entremezclados y agito su mano en señal de despedida.

    - ¡Cuídense mucho, papá, mamá, Whitney! ¡Nos veremos! – y dicho esto emprendió camino.

    - ¡Adiós princesa! ¡Y recuerda, es tu primer viaje no tienes porque irte muy lejos si no quieres! ¡Entrenar aquí cerca de la ciudad es bueno también! – agito desesperadamente los brazos su padre. Whitney se coloco a su lado…

    - ¡Adiós Mimi! ¡Y recuerda: Mientras más lejos vayas en tu primer viaje mejor! – aseguro ganándose una mirada resentida de su progenitor.

    - Ustedes dos ya dejen de gritarle tonterías y regresen a la casa, tú tienes que ir a la oficina y tú al gimnasio, así que terminen de desayunar ¡Rápido! – Y Haruna arrastro a los dos tras la puerta de la casa.

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    Ciudad Azafrán, 6:30 a.m.

    La filosa espada se deslizo mansa fuera de la vaina. Sus ojos contemplaron la hoja un largo rato, notando que a la luz de la mañana brillaba, como si fuese una mágica reliquia de ilimitado y olvidado valor. Su muñeca giro y el arma libero movimientos rápidos que cortaron el aire. La espadachín sintió el vaivén de los cortes que daba, tan suaves, como una exótica mezcla entre la seda y la sangre.

    Sonriendo satisfecha, termino con la prueba y guardo el arma en su funda, anudándola a su cintura se colgó el desgarbado morral y abandono la habitación. Su piel pálida iluminaba ligeramente el aún oscuro pasillo que conducía a la salida de la casa. Al llegar, dispuesta a partir, abrió la puerta con cuidado, avanzo un paso y… el espectro de gas violáceo hizo saltar sus ojos frente a ella.

    - ¡¡Ah!! – De inmediato desenvaino la espada y amenazo al Haunter, que curioso observo el filo del arma y luego rompió a reír como ya era su costumbre.

    - ¡*Baka-yaro! ¡Me asustaste! – Regaño la joven de sedoso y lacio cabello negro, sus grandes ojos violeta miraron acusadores al fantasma frente a ella que solo se encogió de hombros.

    - ¡Pero que sucede! – Una voz y unos pasos apresurados vinieron desde la cocina, la mujer de coleta oscura y delantal amarillo observo la figura estoica de su menor hija, parada de perfil ante la puerta abierta apuntándole con su arma al risueño Haunter.

    - Acaso pensabas irte sin despedirte… Arashi – Se apeno su madre en un susurro.

    - Ah…Mierda… – Arashi resoplo, la habían descubierto – Lo siento…No era mi intención – guardo el arma, derrotada y volteo a ver el triste semblante de su madre - Mamá… bueno…yo…Es solo que hoy en la madrugada, sentí cuando papá entro a mi habitación y me dejo esa nota de despedida en el buró, también cuando me beso y se lamento del horario de su trabajo y por supuesto también sentí sus lagrimas caer en mi rostro. Por eso yo pensé que así sería más fácil para ti. - Dijo directa, explicando su motivo - Prefiero no pasar por el drama de la despedida y tampoco quiero ser la causa de que tengan que llorar. Ya sabes, no me gusta complicarme, yo no soy mujer de momentos… como casi toda la familia… – Arashi ablando ligeramente el semblante y suspiro de nuevo.

    - ¡Por supuesto que no! – La mujer protesto, avanzando hacia su hija - Nos da pena que te vayas, cierto. Pero aún así quiero poder despedirme de ti. ¡No te veré en mucho tiempo! Y tu padre… Bueno, tienes razón, para él tampoco es fácil, su horario es exigente y no quiso molestarte tan temprano… pero yo estoy aquí contigo en nombre de los dos. – Y beso su mejilla, desarmando la pose dura de la muchacha que se dejo rodear por el maternal abrazo.

    - Ya tienes todo hija ¿Cierto?- Pregunto un poco después, separándose deella.

    - Si madre, gracias por conseguirme el pokedex color negro que quería.

    - No fue fácil.

    - Ya veo… ¿Gasto mucho papá en las pinturas?

    - Si… ¡Eh!... bueno… nosotros… pero como supiste qué…

    - Vi las latas cerca de la cochera – Arashi se encogió de hombros – En fin, tratare de no manosearlo mucho para no despintarlo. Ahora sí ya es momento de irme – Sonriendo fugazmente la espadachín levanto la mano haciendo un ademán de despedida y nuevamente dio un paso fuera de casa.

    - Así que… ¿Ya te vas? – La voz inflexible, mística y profunda hizo detener en seco a la espadachin, sus ojos se abrierón con asombro un momento para luego afilarse con rudeza amenazadora.

    La madre y el Haunter observaron a la espigada mujer de cabello negriazul y congelante mirada carmín, que ataviada con su uniforme de lider se encontraba de pie en la escalera.

    - “Sabrina -” susurro imperceptiblemente la madre de ambas

    - Si ¿Por qué? ¿Vienes a retenerme o a darme “el beso de despedida”? Que yo sepa, Mi viaje es un asunto personal ¿Oh no? – contesto Arashi aún dando la espalda a su interlocutora.

    El silencio se hizo increíblemente pesado, una tensión asfixiante pareció cernirse sobre la casa y la blanca luz de la mañana se coló por las ventanas eclipsando el momento, acompañada de una corriente increíblemente fría que colándose por la puerta, agito el cabello, tan similar, de ambas estoicas mujeres.

    - Si, realmente así es – Contesto la líder desde la escalera, haciendo trizas el silencio.

    - Perfecto, adiós entonces – La espadachin camino un par de pasos más.

    - Sin embargo… – Arashi sintió el movimiento del aire tras ella, sin moverse ni un ápice levanto su brazo rápidamente atrapando el objeto esférico que su hermana había lanzado - …No cargare en mi conciencia lo que te pudiese pasar si no llevas un pokemon para defenderte, no solo las espadas son filosas. Disfruta tu viaje, hermana - Y Sabrina desapareció desvaneciéndose con ayuda de su, ya legendario, poder psíquico. La mujer mayor observo algo apenada la escena…

    - Adiós madre – Dando la vuelta solo alcanzo a ver parte de la sombra de su hija menor alejándose también, dejando escapar un suspiro agito la cabeza negativamente ante la mirada compasiva del fantasma “Arashi, si tan solo tú supieras lo que de verdad siente Sabrina” pensó, sumergiéndose en recuerdos…

    Al desarrollar sus poderes psíquicos Sabrina obtuvo inmediatamente toda la atención familiar, era necesario vigilarla para controlarla (aunque al final ni el extremo cuidado sirvió para contenerla), mientras Arashi crecía en el silencio y el poco tiempo que le dedicaban unos padres que no podían manejar los incipientes talentos de su hija mayor. Al final ambas terminaron por ser igual de serias e igual de frías a pesar de que habían sido criadas de forma distinta.

    Si los sucesos hubiesen sido diferentes la líder de ciudad Azafrán podría haber encontrado esa tan añorada compañía en su hermana menor, eso hubiese evitado que se desbocara y desarrollara la bipolaridad agresiva y triste que padeció, pero lamentablemente ellas apenas se sabían hermanas.

    Aún cuando Sabrina pudo superar su problema y controlar sus poderes (Gracias a aquel chico llamado Ash y a Haunter, que siempre trataba de alegrarla con su dosis de risa, precisa para desestresarla) esa relación de “no me toques, no me mires” que llevaban ambas siguió existiendo; ni Arashi creía en Sabrina, ni Sabrina sabía quien era realmente Arashi. Pero a pesar de la aparente distancia la madre de ambas había descubierto en repetidas ocasiones, que “extrañamente” la menor de ambas aparecía arropada en su cuarto cuando se había quedado dormida en el sofá o cada vez que tenía algún problema “mágicamente” sus sueños le ayudaban a salir del embrollo, amén de muchas otras “casualidades” que ocurrían en casa lo que le llevaba a estar casi segura de que Sabrina intentaba acercarse a ella, aunque no sabia como, porque a pesar de la autosuficiente apariencia que el ser “La lider psíquica de Azafrán” le daba; muy en el fondo era una chica tímida, que solo quería amar y hacer amigos como bien decía su padre.

    Arashi desconocía todo esto, sus vivencias de niña delataban a la mayor como una mala persona, alguien que quería robarle la atención de sus padres y a quien no le importaba ella en lo absoluto. A eso se debía el comportamiento de hace un rato, para cualquier ojo entrenado fue obvio que la espadachin había sido la que se comporto hostil con la lider: Está solo había preguntado si la otra ya se iba, Arashi corto sus intenciones de golpe y Sabrina reacciono fingiendo indiferencia. ¡Estaba tan claro! Y sin embargo nadie podía sacarlas de su terquedad.

    Era bien sabido para ella, como madre, que todo el teatro de frialdad e indiferencia de sus hijas era una especie de amor a golpes. Solo bastaba que Arashi entendiera un poco más lo que su hermana quería expresar, que viera los pequeños detalles, que aprendiese más acerca de los sentimientos para poder dejar de lado sus prejuicios y darle una oportunidad, en pocas palabras la menor tenia que madurar y la mujer esperaba que la travesía que acababa de empezar lograra ese cometido.

    -Ojaladescubras más cosas de las que crees en tu viaje Arashi, o al menos eso espero - Y con una pequeña plegaria llena de convicción, regreso a sus quehaceres bajo la confiada mirada de Haunter.


    Continuará...


    Glosario

    Yaoi: Genero de anime o manga que trata cerca de las relaciones románticas entre chico y chico
    Yuri: Genero de anime o manga que trata acerca de las relaciones románticas entre chica y chica
    Sugoi: Exclamación de admiración como ¡Guau!
    Kya: Exclamación de emoción como ¡Yupi!
    Baka_Yaro: Grandísimo tonto
     
  2.  
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    Re: Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

    ¡Aquí llega Heros!
    Hace bastante tiempo que no te veía por estos lares y creía que mi intento de volver a traerte había sido en vano. Debo decirte que esta vez no te encontrarás con aquella queja sobre los lectores ( sí, ya están acostumbrados a leer narrativa), y hallarás a la nueva cooperativa de críticos que te ayudarán en tu tarea. Por no olvidar que yo soy la única persona de tu "generación" (virtualmente hablando sobre el subforo) que se encuentra permanentemente aquí, vigilando la situación.

    Sí, bueno, hacía falta decir que ya no hace falta poner un glosario, al menos que no sean palabras japonesas, sobre los términos utilizado frecuentemente; ya existe dicho glosario en el subforo, y una copia en el "taller de desinculturización"... perdón, quería decir "taller de redacción".

    Lo segundo, no se permite ningún contenido fuerte en este subforo por nuevas reglas. Si deseas hacerlo, lo dejo a tu elección, puedes hacerlo en otros foros que lo permitan (Foros DZ lo deja hacer por el vacío y contradicciones que tienen sus reglas). En caso de existir dicho capítulo en CZ, nos ocuparemos de eliminarlo xD


    Esta vez tendrás el inmenso honor de ser tu primer crítico (no sé porqué, pero esta frase me ha recordado a un cuento navideño de Dickens, refiriéndose a los diferentes espíritus temporales). Así que... empecemos.

    La ortografía y redacción son geniales, pero he encontrado algunos fallos que afecta a la calidad de este primer capítulo:

    1.Podía empezar hablando de la ausencia de los puntos al final de cada oración. Es un detalle que algunos autores no toman en cuenta, y hace creer al lector que el párrafo esta inconcluso.

    2. Faltan tildes\acentos en los verbos en pasado. No sé si alguno le ha pasado lo mismo que a mí en las primeras líneas del texto, pero estuve confuso al creer que el narrador era el protagonista; eso o el punto de vista (POV) cambia radicalmente.

    3. En ocasiones, las frases resultan demasiado largas y sin ninguna coma o punto necesarios para que haya una pausa. No digo que la frase carezca de sentido con eso, pero resulta un tanto fustrante el leer una de ellas y quedarte sin aire antes del final.

    Está en negrita los cambios que he hecho en el texto ;)

    ¡Au revoir !

    PD: Creo que el personaje de Kirara resulta innecesario y podía ser sustituido perfectamente por Ninetales, sin cambiar absolutamente nada. Si no me creen, intenten buscar la información que ofrece la Pokedex sobre Ninetales y compárenla :rolleyes:
     
  3.  
    Robnick NyJ

    Robnick NyJ Guest

    Título:
    Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    166
    Re: Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

    Bien, me alegra ver otro nuevo fic(por lo menos para mí) por aquí y que sea algo nuevo y no tanto relacionado con los shipping.
    Por este primer capítulo debo felicitarte, tienes una narración muy buena al igual que tu redacción y la trama( a pesar que de que mucho no hable de ella siendo el primer capítulo) es más que interesante.
    Concuerdo con todo lo que Heros te ha remarcado. Si bien la ortografía es muy buena fallas en muchas palabras y para ser más especifico en los verbos en pasado, demasiado, en los "llegó", "observó","concilió", "cruzó" marcando algún que otro ejemplo y algún que otro tilde más.
    Como ves mucho no puedo acotar ya que Heros dijo todo y muy bien, así que solo te felicitaré por lo que al parecer será un muy bueno trabajo.
    Animo y suerte al autor.
    Adiós.
     
  4.  
    Acero

    Acero Usuario común

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    Re: Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

    ¡Prometedor!
    Este fic pinta ser muy bueno.
    Estaré pendiente para seguirlo.
    No tengo mucho para acotar, ya que los otros dos user lo dijeron todo, pero diré que al igual que Heráclito pensé que el relato era en primera persona. Y luego, lo de las tildes, algunos ejemplos son bastante evidentes.
    ¡¡¡Pero ánimos!!! Aquí tienes a una fiel lectora, jeje.
    Me gustaría leer las continuaciones, ¡así que las espero!
     
  5.  
    Vileganplume

    Vileganplume Guest

    Título:
    Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
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    Re: Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

    Muchas Gracias!

    Por las criticas de Heros, Robert y Acero de verdad me anima mucho a seguir, la sgte parte la posteare muy pronto, tiene razón con lo de las tildes no lo había notado y prometo poner más comas xD, lo de Kirara pues no lo puedo cambiar es que voy a meter algunos pokemon originales y la necesito a ella allí... ya más adelante se verá porque.

    Bueno prometo que a más tardar el sábado estará puesta ya la segunda parte de la historia.

    Gracias por los comentarios
     
  6.  
    Vileganplume

    Vileganplume Guest

    Título:
    Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    9440
    Re: Pokemon: Crossing the Forbidden Memories of Light

    Despues de un imperdonable retraso (causado por las fiestas navideñas) la penultima parte del primer episodio, me disculpo por los inconvenientes y espero fervientemente sus comentarios.



    Tackle (parte B)
    Placaje

    De cómo una simple embestida puede causar un Big Bang de aventuras”



    Ciudad Azulona 11 a.m.

    Dejó que el césped a las afueras del gimnasio recibiera su cuerpo cansado después del trabajo, era increíble como las plantas, dentro y fuera del recinto, tenían siempre esa suavidad y ese aroma tan especial (de seguro era el resultado que su hermana había obtenido al regarlas y hablarles todos los días). El cabello rubio levemente rizado, se fundió con los verdes brotes y sus ojos azules se cerraron calmos. Aspirando profundamente la paz que imperaba en el jardín, emboto sus sentidos y acompaso su corazón a las vibraciones de la tierra, quedando tendido, mientras disfrutaba las sensaciones naturales.

    Rato después, cuando por fin tuvo ganas de abrir los ojos, un florido diente de león llamo la atención de su mirada. Sonrió y girando hacia el dejo escapar un suave soplo, haciendo volar al instante las pequeñas volutas de algodón que, aprovechando una corriente de viento ascendente, se perdieron en el cielo teñido con ligeros rastros de nubes.

    El muchacho las observo marchar, libres y sin ataduras, pensando que dentro de poco él también se iría para conocer la inmensidad que ocultaba el mundo. El pensamiento le hizo sentirse pequeño y algo dudoso, sin embargo la incertidumbre se diluyo pronto, al mezclarse con la emoción.

    – Será interesante - Hablo para si mismo, sintiendo la brisa – Como dice mamá, lo único perdurable es el soplo de los “Vientos de Cambio”… – Recordó, mientras se desperezaba con un largo estirón. - ¡Vaya! ¡El día esta tan claro! – Noto tendido boca arriba - Ojala yo pudiera… ¡Anda! – Reparo de pronto, echando su morral a un lado y poniéndose de pie con un salto. Ensalivando uno de sus dedos midió la dirección del viento

    - ¡¡El clima es perfecto!! ¡¡Habrá que intentarlo!! ¡¡De seguro podemos hacerlo de nuevo!! - Exclamo emocionado, haciendo crecer una pokebola que extrajo del cinto de su abrigo, para luego lanzarla rápidamente a su espalda, en medio de dos arbustos.

    El ambiente quedo en silencio hasta que…

    - ¡¡Beautifly!! ¡¡”As Elevado”!! – La orden del chico se extendió por el tranquilo jardín. Al instante un ligero murmullo de aleteos se oyó y sin previo aviso unos blancos pies se colaron por entre los sobacos del entrenador, mientras unas breves manitas se aferraban a su rubia cabeza.

    Beautifly no tuvo ningún problema en izar rápidamente el leve peso de su dueño (Las innumerables y extenuantes veces que lo habían practicado, le daban un aguante perfecto) y llevarlo arriba, a través de los cielos, en un ascenso recto y veloz que les permitió ganar una considerable altura. Al detenerse, cambio el movimiento de sus alas a un planeo y un batir leve, solo lo necesario para mantenerse flotando en el elevado lugar…

    El pequeño gloom cargaba con algo de trabajo el balde de refrescante líquido, realmente el gran botón sobre su cabeza no ayuda mucho a sus delicados brazos con la labor. Unos pasos delante, su joven entrenadora de cabello azul llevaba 3 recipientes más.

    - Solo un poco más gloom, ya casi llegamos ^^ - Erika volteo, sonriendo a su pokemon favorito, que al instante recupero las fuerzas para continuar con su tarea, unos cuantos pasos mas allá se detuvieron y la joven extrajo de sus bolsillos una pequeña campanilla que agito al instante.

    - ¿Listos todos? ¡Es hora de comer! – Al instante una multitud de exeggcute, bellsprout, seedot, tangela y hopip salieron en tropel desde los frondosos jardines hacia la calzada del gimnasio, donde gloom y la lider distribuyeron el contenido de los baldes: Agua destilada mezclada con un tónico hidratante, especialmente enriquecido con vitaminas y otros aditamentos para la nutrición de pokemons planta.

    Todos parecieron disfrutar el refrescante alimento, en especial los recelosos seedots, que acababan de instalarse y no se habían acostumbrado aún del todo a los árboles y clima de Kanto. La lider sonrió con gusto, parecía que la nueva formula que su hermano, ella y su madre desarrollaron era excelente y sobre todo efectiva, solamente bastaba mirar la brillantez de las hojas, o el temple de los tallos y corteza de los pokemons para darse cuenta de ello y eso era justo lo que habían buscado lograr.

    Con esa certeza en mente Erika llamo a gloom para darle su merecida porción por la ayuda prestada. Feliz, la planta se paro en las puntas de sus pies y abrió grande y glotonamente su boca para facilitar la tarea a su dueña. A punto de vaciar el contenido del balde en la boca del hambriento pokemon, el conocido ruido de un coche detuvo a Erika, quien se levanto de golpe, haciendo que gloom perdiera el equilibrio y cayera dentro del balde, ante la mirada divertida de sus demás congeneres.

    La lider corrió emocionada hacia la puerta del gimnasio que se abrió a su paso, justo cuando el mayordomo tomaba la mano enguantada de una mujer, que descendía con delicadeza de la limusina. Pronto su largo vestido inglés y su elevadísimo peinado oriental adornado con zafiros y esmeraldas brillaron al sol.

    - ¡Bienvenida seas Madre! – Erika hizo una agraciada reverencia, antes de lanzarse a los brazos de la mujer. - ¡Me alegra tanto que hallas regresado de tus viajes! – Exclamo restregándose contra el regazo maternal, para luego mirar en los profundos ojos grises de la mujer mayor, que sonrió y acaricio su cabeza.

    - ¡Yo también me alegro mucho de verte! Aunque por ahora parezca más el monigote de un desfile que tu madre – respondió ella, visiblemente incomoda con su vestido y sobre todo, con el peinado - Créeme hija que estoy más o igual de feliz que tú por haber regresado, ese viaje fue realmente agotador… en más de una forma – Suspiro, desplegando un pequeño abanico de plumas y echando algo de aire a su rostro.

    ¿Ocurrió algo malo? Te ves cansada mamá – Observo la hija, preocupada.

    Y como no estarlo. ¡Todas las familias de clase alta y grupos de poder de cada región están histéricos por el problema con los pokemons fantasma! Han sido 3 agotadores días de escuchar, sin descanso, berrinches y reclamos contra el gobierno y la dizque “ineptitud” de la policía.

    ¡¿Pero tantas vidas se han perdido, como para que se sientan así de vulnerables?!- La lider pestaño asombrada, sabia que el problema había cobrado sus victimas, pero no a tanta escala como para que los más poderosos se sintieran indefensos.

    - ¡Qué va! ¡Ojala la cosa fuera por ese lado! Pero, a excepción de unos pocos que somos, a todos les importa más el déficit monetario que ocasiona la perdida de materiales, que la seguridad de la gente en las ciudades. Era como estar discutiendo con un montón de grimers que arrojaban fango por la boca. – Erika se erizo ante la mención del pokemon.

    - ¿Así que por eso regresaste tan pronto?

    - Sí, no soporte ni un día más tanta tontería ¡Si tu padre estuviera vivo hubiese reventado en cólera por oír tanta basura!

    - ¿Y como te escapaste?

    - Ah, pues, les dije que tenia urgentes asuntos familiares que atender y no podía perder más tiempo. (A menos claro que encontrarán la forma de detenerlo o reembolsármelo ¡Ja, ja!) Lo que si, les deje en claro que contaban con mi apoyo y recursos, solo sí se trataba implícitamente de proteger a las personas, pero que no iba a mover ni un solo dedo para proteger billetes y monedas – Dictamino con firmeza.

    - ¡Bien dicho! –Erika sonrió.

    - Gracias, pero saliendo ya de eso ¿Cómo han estado las cosas por aquí? ¿Ha ido bien la universidad, las tiendas y el gimnasio? ¿Tu hermano? ¿Se marcha hoy verdad? Espero haber llegado a tiempo. – Hablo de un tirón la mujer..

    - Ja, ja tranquila mamá, todo ha estado bien y si que llegaste a tiempo, Ginji está en el jardín de atrás descansando un poco. Hoy fue el día libre de la mayoría de mis asistentes por lo que le pedí una mano y me estuvo ayudando en los quehaceres.

    - Menos mal – suspiro aliviada - Vamos a verlo de inmediato ¡Me muero de ganas! ¡Wilson cierre el auto y síganos! – dictamino la mujer perdiéndose con su hija tras las puertas del lugar.

    - De inmediato Madame Eriben – El hombre de traje hecho a correr tras su señora, parecía que una vez fuera de la limusina, la madre de Erika olvidaba todo protocolo.

    …El joven entrenador inspiro profundamente el aire de las alturas, tenía una dimensión muy diferente al que se respiraba en tierra firme; era como una expresión mucho más cristalina, más autentica, algo así como la esencia verdadera de los vientos. Mirando bajo sus pies logro divisar las casas de madera al estilo francés, los altos edificios abarrocados y las plazas de mármol, dispersas entre pletóricos parques que se extendían, cubiertos de flores, por todo el lugar. Más allá el océano relucía como espejo, junto a todo lo hermoso que ciudad azulona podía ofrecer. El rubio se permitió un momento de ensimismamiento, como si fuera una meditabunda deidad que observaba las cosas desde un lugar privilegiado.

    - ¿Verdad que todo desde aquí es muy hermoso Beautifly? Sería increíble si, solo una vez, todos pudierán ver las cosas desde el cielo y no desde el suelo… ¡Je! Al menos sus problemas se harían más pequeños.

    - ¡Beaaauuuutiiii! – La mariposa asintió con entusiasmo al pensamiento de su dueño.

    - Bueno, es mejor que bajemos ya…Ya casi es momento de partir – Los brillantes ojos azules del muchacho observaron con pena, por última, vez la reconfortante visión aérea de la ciudad que curiosamente parecía acercarse más a él, junto con esa rara sensación de vértigo que empezaba a invadirlo. El entrenador miro hacia arriba, su pokemon no estaba y el caía cual misil hacia el suelo – Sabía que estábamos practicando… pero mínimo hubieras esperado mi orden beautifly – Dijo con tono neutro, cara escéptica y una gran gota de sudor, mientras “disfrutaba” la caída.


    Ambas mujeres entablaron una amena charla mientras recorrían la calzada del remodelado gimnasio de ciudad azulona. Después de un “pequeño incidente” con fuego, donde no hubo perdidas muy graves, decidieron remodelar todo el lugar: Cambiaron los vitrales, se agregaron mas áreas verdes, y se enriquecieron con plantas y flores de diversas regiones, implementaron muchas lagunas artificiales, modernizaron los laboratorios de perfume y finalmente colocaron un nuevo tocado en el techo, hecho de un material que permita perfectamente poder apreciar el claro cielo y daba paso a los rayos del sol. El nuevo ambiente del lugar era sin duda el mayor paraíso para plantas del mundo, con la propiedad agregada de alegrar y relajar a los que lo visitaban.

    - Pues acabo de terminar la semana de exámenes, el último fue de Geología ¡Estuvo muy difícil! La materia se me hace algo pesada, pero espero haber obtenido una calificación aceptable.

    - No te preocupes, que tú bien sabes que sí. Ese curso también me traía loca cuando estudiaba, me dormía en todaaaas las clases (y el profesor era un plomazo Ja!) pero bueno, supongo que estudiar el suelo está “un par de niveles”, más abajo en la escala de emoción que el ala delta – Las dos mujeres empezaron a reír, hasta que un sonido metálico las interrumpió.

    - ¿Qué es ese ruido? – Inquirió la mayor tratando de localizar la fuente y al instante un extraño balde viviente, con pies violetas, apareció causando miradas aterradas, mientras gemía y chocaba con todo en el gimnasio. Madre, hija y mayordomo recuperados del temor inicial observaron la escena con extrañeza. Un clamor ahogado, proveniente de la criatura, hizo reaccionar a Erika.

    - ¡Oh no! ¡Gloom! – La entrenadora corrió presurosa hacia su pokemon y, no sin dificultad, logro arrancarle el duro traste de la cabeza, la planta respiro profundamente agradecida.

    - Ja, ja, ja, gloom, no sabia que tenías oculta la ambición de ser tipo acero – Rió la madre de la lider, contagiando a los demás

    Minutos después las puertas traseras del gimnasio se abrían, revelando el tranquilo y vació jardín trasero.

    - Aquí no está – Inquirió la madre, observando a ambos lados.

    - Pero estaba aquí descansando hace un momento – La lider peliazul observaba confusa por todas partes.

    - ¡¡Ah!! ¡¡Por fin regresaste mamá!! ¡¡Hola!! – Una voz resonó desde algún punto inespecífico, llamando la atención de todos los presentes que seguían sin ver nada.

    - ¿Pero que…?- La madre de ambos miro hacia arriba. Fue entonces cuando casi bota el estomago (y los ojos) por la boca, al ver como desde el azul del cielo su hijo mayor caía a gran velocidad, sonriendo limpiamente, mientras su ligero abrigo añil azotaba contra la corriente. Justo cuando todos cubrieron sus ojos evitando presenciar la tragedia, una ventisca de viento plateado formo un redondo cojin de aire, que sostuvo al entrenador como si levitara, a escasos centímetros del suelo.

    Ginji amaba la sensación “Pachoncita” (como él la llamo apenas descubrirla) de quedar suspendido, con los ojos cerrados, en medio del viento plateado de Beautifly. Mientras las corrientes de plata alborotaban su cabello y matizaban su piel, el rubio bien parecía un brillante ángel descendiendo, frente a la visión impresionada de los demás. El efecto del ataque ceso poco después, haciéndolo tocar el piso suavemente.

    - ¡Tada! – El ojiazul levanto sus dos manos con la señal de victoria en ellas, feliz, como todo profesional que acaba de culminar su rutina. Tres miradas asesinas (4 si contamos al gloom) se le clavaron directamente.

    - Eh… ¿No les gusto? – Sonrió nervioso con una mano tras su nuca. Antes que pudiera hacer algo, sus mejillas fueron sanguinariamente atrapadas por las manos su madre.

    - Ginji… - Un aura oscura envolvió a la mujer, que mantenía la vista agachada - ¡¡¿Cómo te atreves?!! ¡¡¡Casi me matas del susto!!!¡Te eh dicho miles de veces que no hagas tonterías! – Regaño histéricamente, mientras hacia girar cruel y rápidamente los cachetes de su hijo mayor.

    - Eh, eh, eh, eh, gomeenn* - lloriqueo él en defensa, agitando los brazos.

    - ¡No es gracioso Ginji niisan*¡ -

    - ¡Gloom! – Su hermana menor y su pokemon lo retaron ceñudamente, Ginji comprendió el motivo de los regaños.

    - Lo siento, no fue mi intención; este es un truco que Beautifly y yo hemos estado preparando para futuros concursos, estaba solo aquí así que decidí ensayarlo por ultima vez, no sabía que vendrían justo en ese momento, de verdad. Perdónenme – El joven se inclino apenadamente, en su hombro una avergonzada mariposa pokemon de alas guindas, se poso imitando la reverencia de su dueño.

    - Ay Ginji, solo a ti se te ocurre una rutina tan arriesgada… – La mujer mayor agito la cabeza negativamente -… Pero parte de ser coordinador es emocionar al público también, supongo – concilio sonriendo y revolviendo los cabellos del rubio. El brillo alegre volvió a las dos orbes azul zafiro del coordinador.- Lo que si no me espere, es que Beautifly pudiera sostenerte con su viento plateado, han mejorado mucho ¿Cierto?- Se admiro ella examinando a la mariposa.

    - Así es, hemos ensayado duro y parejo por un buen tiempo, por eso creo que ya estoy lo suficientemente preparado para partir, al menos con Beautifly.

    - ¿Solo ustedes dos? – se extraño su madre

    - Así es.

    - Pero, ¿Y que paso con…- Un fuerte ruido, parecido a un puchero, se escucho de los arbustos cercanos, la vista de los presentes se dirigió a uno de los matorrales que se sacudía ligero, cuando, caminando con aire desdeñoso e indiferente, un oddish salio de pronto de entre sus ramas, pasando frente a los demás con el seño mortalmente fruncido. El pokemon hierba no se parecía mucho a otros de su especie, su color azul era mucho más brillante pero al mismo tiempo más intenso y sus hojas se veían increíblemente sedosas. Saltando con enojo frente al sensor de la puerta del gimnasio, la planta consiguió abrirla a pesar de su poco peso y entro en el recinto con una tensa aura que a todas luces decía “¡Déjenme en paz!”. El joven ojiazul suspiro con una mueca de pesadez.

    - Hubiera sido mejor que no mencionáramos el tema.

    - ¿Qué es lo que paso? – Su madre parecía no entender bien.

    - Es que, desde que supo que Ginji-niisan decidió partir sin llevarlo ha estado terriblemente enojado. No ha querido andar con nadie sobre todo con él.- Explico la lider

    - He tratado de hablarle, pero está bastante molesto conmigo ¡Je! No me quiere ni ver, aunque me ha estado espiando en secreto, como se darán cuenta. – Ginji trato de tomar las cosas con humor.

    - ¿Y Por qué tanto problema? Llevalo y asunto arreglado

    - Mamá…- El tono del rubio se hizo serio y su mirada reflexiva parecía teñida con algo de tristeza - …Tú sabes…bueno… lo “especial” que son las circunstancias de mi Oddish. No puedo aventurarlo en un viaje si es que aún no estoy lo suficientemente calificado como entrenador – La mujer mayor recordó de inmediato.

    - Cierto, ya lo había olvidado, es lo mejor entonces.

    - Sí, cuando este listo yo mismo vendré por él.

    - Quizás deberías explicárselo – sugirió Erika

    - Ya lo hice y dio lo mismo, ya sabes como es. Bueno, mejor que entremos, se hace tarde y ya debo partir…– asevero resignado, colgándose el morral - Al menos intentare despedirme. - Ambas mujeres y el mayordomo siguieron al joven, a través de las puertas.

    La luz de mediodía caía limpiamente sobre el gimnasio y los pokemons vegetales corrían por doquier, felices con los rayos de sol, todos menos uno, que ni bien vio entrar a cierto entrenador y su familia le dio la espalda de un salto. El rubio suspiro y se acerco con paso tranquilo.

    - ¿Vas a seguir molesto conmigo?- Oddish no se inmuto.

    - Anda oddish, solo quiero despedirme de ti – Un nuevo ataque de ira en forma de temblor por parte de la planta al oír “despedida”, sin embargo permaneció ajena, agitando disimuladamente la punta de su hoja.

    - ¿Ósea que a hora te vas a dedicar a ignorarme?- El pokemon giro casi inadvertidamente, captando la silueta del rubio con el límite de su mirada para luego volver a su posición inicial. El entrenador se rindió.

    - Entiendo. Yo solo quería arreglar las cosas antes de irme pero parece que a ti no te interesa ¿Cierto? – Haciendo honor a su tipo, oddish quedo plantado en su lugar

    Bueno… – Ginji pareció resignado -… será mejor que ya me vaya… Adiós oddish – El aludido continuo en su pose estoica, inmutable y frió, hasta que sintió la puerta delantera del lugar abrir y cerrarse… El pokemon semilla lanzo una cautelosa mirada de soslayo (a él no lo iban a engañar), que confirmo la ausencia del rubio tras él, sus ojos se agrandaron y al instante dio media vuelta tratando de encontrar desesperadamente a su entrenador, sin embargo solo Erika, su madre, gloom y el mayordomo, ocupaban su campo visual.

    “Se fue” Oddish no podía creerlo ¡Caramba! ¡Si no era para tanto! Lo único que quería era convencerlo de que lo llevará, hacerlo entrar en razón, desde que se conocieron nunca se habían separado y ahora…- La criatura se movió buscando con su mirada angustiada por todas partes -….el chico se había ido y todo por su terquedad, ni siquiera pudo despedirse de él. Una pequeña gota asomo por la comisura de su ojo izquierdo, a pesar del esfuerzo que hacía para contenerla, en ese momento unos brazos salieron del arbusto tras él, sujetándolo arrulladoramente.

    - Ya sabía, todo era puro teatro. – Escucho, aliviado, la voz del rubio en medio del abrazo - No quería engañarte, pero es que no soporto que te molestes conmigo por algo así - Recuperado del alivio inicial el pokemon azul balanceo sus hojas e inflo sus cachetes, lo habían atrapado y eso lo irritaba aún más que lo anterior. De un salto se soltó del abrazo de Ginji y lo observo rabeando, con el ceño fruncido, de haber tenido brazos seguramente los habría cruzado de forma amenazadora

    Oye ya fue suficiente ¿No crees? Hemos hablado de esto Oddish y sabes de sobra las razones… – El pokemon hizo un gesto de desdén - … ¡Entiende por favor! ¡Prometo venir por ti más adelante! - El pequeño lo observo dudoso - … ¿Acaso de verdad quieres que me vaya peleado contigo? – La mirada cargada de tristeza que le dirigió, termino de desarmar la férrea y terca oposición del pokemon planta. Al fin y al cabo debía reconocerlo, no podía estar mucho tiempo molesto con su maestro, él también era un sentimental, así que sin pensarlo se lanzo al regazo del rubio.

    El muchacho sonrió, notando que sus ojos también se encontraban algo aguados. Le daba mucha lastima dejar su hogar y sobre todo a Oddish después de la cantidad de tiempo y sucesos que habían pasado, lo bueno es que al menos se despediría como debía ser.

    Te lo prometo amigo, voy a regresar por ti – Dijo en un susurro sincero, extrayendo un objeto de su bolsillo, que deslizo por la hoja central en la cabeza de su compañero. Los dos ojos de Oddish se juntaron hacia arriba, para tratar de ver el anillo de plata que descansaba sobre su frente – Es mi regalo de despedida, más te vale que estés preparado porque pronto vendré por ti – Mirando seriamente a su entrenador el pokemon asintió complacido, y por primera vez en mucho tiempo, sonrió. Beautifly gorgojeo feliz, desde la cabeza de su maestro.

    - Hijo, ahora si ya es la hora, sino no, vas a perder el ferry – Dijo la mujer en un susurro, poniendo suavemente una mano sobre el hombro de su hijo, quien la apretó con la suya y en un arranque sorpresivo, se refugio en sus brazos como niño pequeño. - Voy a extrañarte mamá… – Musito despacio, y con su otro brazo atrajo suavemente a su hermana –…A ambas, mucho. No está siendo nada fácil esto de irme. – Afirmo,dándoles un último apretón, para por fin soltarlas, recibiendo una mirada tierna de su madre y algunos lagrimeos de su hermana.

    - No seas tonto, ni que nunca fueras a regresar. Nosotras vamos a estar aquí, esperándote-

    - Gracias mamá, por todo – El coordinador se levanto más tranquilo, ante las palabras de su madre. Se volteo y contemplo una vez más el gimnasio de azulona, despidiéndose del mayordomo con un apretón de manos.

    - Cuide a mi madre Wilson.

    - Por supuesto joven, usted cuídese también – Finalmente se arrodillo frente al gloom de su hermanita y deposito una caricia en el botón de su cabeza – Cuida mucho a Erika, ¡Je! Ya sabes que sin ti no podría salir de problemas – La forma evolucionada de Oddish asintió con un arrullo y dio un salto de felicidad, mientras todos avanzaban hacia la salida.

    Las puertas se abrieron ante la familia. Mirando una ultima vez sus rostros y el de su pokemon, el ojiazul se adelanto unos pasos para luego correr con fuerza hacia adelante, si no se iba ahora no se iría nunca y el tiempo apremiaba. Sujetando las correas de su mochila hacia delante, con Beautifly aún sostenido de sus cabellos, giro el rostro levantado la mano.

    - ¡Adiós! ¡Erika! ¡Mamá! ¡Cuídense mucho! – el pequeño Oddish se adelanto siguiéndolo unos pasos. - ¡Es una promesa! ¡Volveré! – contesto perdiéndose en la distancia.

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    Pueblo paleta 1 p.m.

    - ¡Hey! ¡Hey! ¡Uno por uno! ¡Uno por uno! – Tracey Sketchit apenas si pudo controlar la manada de nidoran, nidorino y nidorina que vinieron sobre él cuando lo vieron llegar con su carrito de comida. El empuje fue tan fuerte que el observador estuvo a punto de caer, por suerte el Bayleaf de su amigo Ash lo sostuvo de las espaldas con sus látigos antes de que azotara contra el suelo y se convirtiera también en parte del menú.

    Uff… Gracias Bayleaf ^^

    - Bay, Bay

    - ¡Y en cuanto a ustedes, Quietos! ¡Quietos! – Pokemon y dibujante observaron frustrados, con una tensa gota sobre sus cabezas, como los pokemons venenosos ya habían volcado la carretilla y arrasaban con todo sin remedio

    – Es el colmo…- suspiro en protesta el joven asistente – Se comportan como si nunca comieran y los alimento todos los días.

    - Tenles paciencia Tracey, los nidoran y sus formas evolucionadas son muy hambrientos de por sí, es normal que se comporten de esa manera. Tú no debiste mostrarles la comida hasta que la tuvieras distribuida, la proxima vez procura cubrir la carretilla con una manta, aunque puedan olfatear los alimentos, si no los ven no se pondrán tan ansiosos – Detrás del dibujante,la vozdeSamuel Oak hizo aquella sugerencia, con el mismo tono de un sabio maestro. Tracey, volteo visiblemente sonrojado por su falta, llevando una mano tras su nuca.

    - Lo siento mucho profesor –

    - No te preocupes, aún estás aprendiendo, ni siquiera yo con tantos años lo sé todo…- Le sonrió el investigador,regresando rápidamente su atención al quehacer de la manada de zigzagoon, regalo del profesor Birtch. Realmente había aprendido mucho de los zigzagueantes pokemons en el corto tiempo que estaban en su laboratorio, por ejemplo, descubrió que no eran nada territoriales y que permitían convivir a diferentes especies de pokemon en sus madrigueras, incluso compartían sus alimentos con ellos, pero por nada del mundo se acercaban a otra manada de su misma especie, lo cual los hacia mas sociables que las rattatas pero al mismo tiempo más huraños que los cubone.

    -¡Hum! - Con un breve chasquido de su espalda el hombre mayor se puso de pie estirándose pesadamente, definitivamente el tiempo empezaba a pasarle factura – Me regreso al laboratorio, tengo que avanzar hoy al menos en algo la investigación. Por favor continua con la zona del pantano ¿De acuerdo?

    - ¡Si señor! – El dibujante se puso en camino, seguido de cerca por el pokemon hoja, la mirada diligente del científico le vio desaparecer, y con apresurados pasos cortos se dirigió a su casa.

    Una vez dentro atravesó la sala hasta la puerta que daba a las escaleras de su laboratorio, descendió y encendió las luces, tomando asiento en frente del ordenador, al instante sus apuntes de ayer aparecieron frente a la pantalla.

    Se trataba de una investigación acerca del raro Porygon2, que al contrario de su pre-evolución era incapaz de ser detectado en el ciberespacio, esto se debía, quizás, a que los patrones de color vibrante que Porygon2 emitía eran deflectores naturales de infrarrojo, es decir ultravioletas, sin embargo no había una respuesta fija y Samuel Oak, como la gran eminencia que era, la hallaría sin duda. Y eso penaba hacer, cuando recordó que debía dejar pasar ese asunto ya que, por desgracia, no era tiempo para investigaciones tranquilas.

    Desde hace unos meses ningún científico, entrenador, autoridad o civil en el mundo tenia ya tranquilidad y todo por causa de ese fenómeno, que parecía contener la fuerza destructiva de centurias acumuladas (como si los dioses pretendiesen castigar al mundo pokemon, por todo ese tiempo de idílica paz que había vivido): El “Soul Berserk” (como llamaban al “fenómeno”) causaba el desboque violento de los pokemon fantasmas y se había echo presente en todas las regiones cobrando, aunque no pudiera creerse, cuantiosas vidas, sin haberse encontrado aún alguna razón aparente de su causa, o alguna manera de evitarlo.

    Samuel Oak de pueblo paleta había sido llamado, junto a todos los otros científicos del mundo, para encontrar alguna respuesta a esa situación casi apocalíptica. No era nada fácil…

    Los pokemon fantasmas desbocados eran violentos, imposibles de contener con los medios tradicionales y peor aún, solo se detenían cuando ya no quedaba nada que destruir; una vez consumado todo, desaparecían como por arte de magia y si acaso se podía identificar, tiempo después a alguno de ellos, se le encontraba completamente libre del problema, como si nunca hubiese padecido el síndrome. Samuel pensaba (Al igual que la mayoría de investigadores) que era inquietantemente raro que dicha condición no dejara secuelas, ni siquiera el pokerus, que era igual de evasivo, pasaba sin huella. Definitivamente algo se les estaba escapando, y si querían resolver el problema necesitarían encontrar nuevas pistas, el problema era ¿Como? y ¿Dónde? Y en eso estaba pensando, cuando el teléfono sonó, contrariado, suspiro al verse interrumpido y poniéndose de pie, descolgó con desgano el auricular.

    - ¿Si?... ¡Hola! – Dijo sin creer quien estaba al otro lado de la línea - Pero que raro escucharte por aquí yo Aja Entiendo, es muy importante ¿Cierto?... Ya veo, dame unos minutos y estaré contigo Si sé que no es nada malo, no te preocupes. Adiós - Oak colgó el teléfono con un nuevo suspiro. Ya sé temía algo así, desde hacia días que ese comportamiento inquieto y esa mirada reahuyente, le decían que finalmente pasaría…la decisión estaba tomada y nada podía hacer, tampoco, por evitar su propia crisis casera. Salvo lo poco que había avanzado antes de apagar el ordenador y caminar tranquilamente hacia la salida del laboratorio, mientras los recuerdos hacían presa de él.

    Subió las escaleras y paso junto a los paneles de seguridad, la imagen en uno de los tantos monitores atrajo su atención. El joven Tracey estaba siendo victima de uno de los “mortales” abrazos de los Muk del pantano, mientras Bayleaf corría (no sabía si divertido o preocupado), alrededor del gran cúmulo de pokemon lodosos, donde lo único que sobresalía era el brazo del dibujante pidiendo auxilio desesperadamente. Samuel dejo escapar una limpia carcajada, ese muchacho nunca aprendía, y se dispuso a seguir su camino, cuando otra pantalla lo volvió a distraer. La cámara, ubicada entre las ramas de un frondoso árbol, que crecía en la cima de la montaña, mostraba las espaldas de un sujeto. Lo poco que se apreciaba de sus ropas estaba roto y desgarbado, lleno de jirones que eran mecidos por el viento, junto a su corto y sedoso cabello castaño, tenía los brazos cruzados y sus codos desnudos, asomaban por los lados de su silueta cansada. El investigador supo que la mirada del chico, estaba puesta en la imagen de pueblo paleta que se extendía frente a él, absorbiendo todos sus pensamientos, tanto que ni le preocupaba la cercanía del abismo a sus pies. Oak hizo una mueca y apago intempestivamente todas las pantallas.

    Atravesó la sala hacia el viejo buró, con una vitrina de cristal sobre él, y se inclino para abrir uno de los cajones, extrayendo un bulto suave que desde hace tiempo tenía preparado y lo acomodo bajo su brazo, al levantarse, el reflejo de su rostro en la vitrina le mostró su expresión cansada.

    - Me estoy haciendo viejo – Murmuro para si mismo, repasando cada línea y su respectiva historia en su ya ajado rostro, hasta que, afilando la mirada, pudo observar detenidamente aquel objeto, alargado y envuelto en tela vieja, que yacía dentro del vitral. Sin pensarlo más corrió el panel de vidrio y lo extrajo rápidamente, sujetándolo unos minutos, como asegurándose que estaba allí, finalmente y después de tanto tiempo, entre sus manos. Apoyándolo contra uno de sus hombros, salio tarareando una canción.

    ¡La vista de pueblo Paleta! Siempre le hacia tanto bien verla, sencilla, calmada y amplia. Libre de congestionamiento y rebosante de verdor, tal como uno de esos pueblitos rústicos donde la gente añoraba disfrutar sus años otoñales. El paisaje transmitía una profunda y casi sagrada paz, que el castaño observador no creyó para nada merecer.

    Suspirando tristemente en medio de su querida contemplación, se dejo asaltar por la duda, preguntándose si era justo ser destinatario de la quietud que la vista, y el ambiente de la montaña en el laboratorio de Samuel Oak, le producían. ¿Acaso era justo después de tanto caos y lagrimas que causaron sus manos?... ¿Era justo aún cuando, en noches de tormenta, cerraba los ojos al dormir y solo veía sangre ajena en sus palmas, cuerpo y alma?...

    No, no lo era, pero tampoco solucionaba nada el seguir atormentándose por ello, y él lo sabía. Después de todo, poco en ese haber había sido en sus cabales y los muñecos no son culpables de las acciones que sus dueños les hacen realizar, ya sea por inercia o por miedo… miedo, lo que le llevo a cumplir toda orden…. miedo, aquello que termino opacando cualquier otra emoción y creando una pared de cristal, bajo la cual un temeroso niño se horrorizaba ante su propio reflejo de horror y descontrol… miedo…

    Un suave crujido, detrás de una rama lo saco de sus pensamientos, dio la vuelta raudamente hacia el árbol tras él, escudriñando el lugar con sus ojos negriazules como el cielo nocturno.

    - Lamento haberte asustado – La voz de Samuel Oak, que apareció detrás del árbol, le devolvió la calma, en forma de una sonrisa alegre y a la vez melancólica.

    - No se preocupe profesor, no fue nada. Gracias por venir cuando le llame – Agradeció, girando nuevamente la cabeza hacia el paisaje.

    - No tienes que agradecer – Dijo el hombre -¿Sabes? Me sorprendió mucho que usaras el teléfono de aquí cerca, generalmente a estás horas, en que Tracey no está, vienes directamente a casa cuando se te presenta algún problema. Aunque pensándolo bien, no sería mala idea que también vinieras a darme una mano u a hacerme compañía, a pesar de que tengo mucho trabajo yo…

    - Me voy – Samuel quedo mudo, ya sabía que le diría eso, pero nunca espero encontrar tal firmeza en su voz. Ahora estaba seguro de que está vez, a diferencia de las muchas anteriores, la afirmación del castaño no era un desafió berrinchudo de un niño alocado, violento y psicológicamente inestable.

    - …Ya veo- Avanzando un par de pasos, se situó al lado del muchacho, compartiendo el mismo paisaje - Te gusta mucho ¿Cierto? Siempre te la pasas contemplando la vista.

    - Si. Es tranquila y me gusta tanto ver las casas, los campos y a la gente pasar despacio con el día, hay mucha paz…- Describió con una sonrisa - ¿Sabe? Es tanta la tranquilidad que a veces siento que puedo olvidar, dejar todo atrás. Me pregunto ¿Es posible que pueda durar está paz? Aún, cuando gente como yo la contemple y pueda, en un parpadeo…- El muchacho se percato de la atenta y cautelosa mirada que su mentor le daba, como esperando ver donde llegarían sus reflexiones y se dio cuenta que, en su situación, esas palabras bien podían dar una sombría impresión - ¡Por favor profesor! ¡No vaya usted a creer que mi intención es...! – El rostro del joven se mostró profundamente perturbado.

    - Ja, ja, ja lo sé, tranquilo, lo sé…- El investigador le coloco una mano en el hombro, en señal de apoyo - Ha pasado bastante tiempo ¿Crees estar ya listo?-

    - No lo sé, pero creo que está es la mejor manera de averiguarlo.

    - Me esperaba algo así, por eso… - El muchacho tomo con curiosidad el paquete que le extendían – Si vas a salir, es mejor que no lleves esos andrajos – Deshaciendo el envoltorio, se encontró con una polera blanca, una chaqueta negra de tela brillante con encajes rojos en los bolsillos y presillas doradas en vez de botones, seguida por un pantalón del mismo color con abultamiento en las bastas, un cinto grueso y, finalmente, un par de zapatillas negras con doradas suelas.

    - ¿Para mí?

    - Si. Tenía esa ropa guardada hace algún tiempo, no sé… supuse que te servirían, además, conociendo lo errático que pueden ser los viajes, no sé cuando te vuelva a ver, por eso quise dártelo ahora…- El muchacho observo la ropa conmovido. - Y dime ¿Piensas llevar a Eriza contigo?

    - Definitivamente – Respondió con resolución - Además ella quiere venir también ¿No es así?- De entre una de las ramas del árbol un pequeño larvitar, que había estado observando la conversación, hizo su aparición, mientras mordía una manzana.

    - ¡Larvitaaar! – Sonrió, con un alegre asentimiento, mientras bajaba del tronco y dejaba una fruta a los pies de cada hombre.

    - Ya lo veo. No sabia que tenía tan buenos modales, con eso y su fuerza de seguro te será de utilidad – El pequeño saurio trepo al hombro de su entrenador y ambos contemplaron al científico. – Tengo otro obsequio para ti – Dijo extendiéndole un objeto dorado con molduras de vidrio. – Es él ultimo pokedex que desarrolle, tiene algunas funciones extras que creo serán muy útiles, es solo un prototipo de echo, así que me gustaría que lo usaras haber que tal va. – El entrenador asintió guardando el objeto en su bolsillo – Bueno, ya no quiero retrasarte más, solo me queda desearte suerte y…

    - Hay… otro asunto… que yo quisiera tratar…- Musito, mirando al hombre con cariño, para luego enseriar su mirada, preparado para lo último que debían tratar antes de separarse - Ahora que me voy probablemente no nos veamos más y…bueno…creo que es mejor que esté preparado para lo que venga, así que… ¿Me la devolvería Profesor?- El ambiente pareció detenerse por unos momentos, era obvio que esa frase decía más, mucho más… “¿Me daría usted su confianza?... ¿Algo de su fe?.... ¿Podría concedérseme definitivamente esta oportunidad?”.

    Oak no respondió, simplemente dio media vuelta y extrajo, desde detrás del árbol, el objeto que había sacado de la estantería de vidrio poco antes, entregándoselo, como si acabara de ungirlo como caballero.

    - Supuse que ese sería el motivo más importante por el que me habías echo venir aquí, la traje conmigo y de verdad creo que ya puedes volver a usarla. Sé que harás lo correcto con ella… – El castaño tomo el objeto y aventó la vieja y roída envoltura de tela que se alejo con el viento, la katana de estilo antiguo y desgastadas molduras quedo descubierta frente a sus ojos – No sé si aún tenga filo, ha estado en casa desde que tú llegaste así que… - Con un rápido movimiento el chico desenvaino, y ante la mirada impactada del hombre hizo trizas una roca cercana.

    - Parece que aún sirve, muchas gracias profesor…

    - Eh…Parece que aún no has perdido el toque…- Samuel carraspeo ligeramente – Bueno, has de estar ansioso por irte así que ya no interrumpo. Iré al laboratorio a destrabar las rejas que cierran la zona de la montaña, para que puedas salir.- Y palmeando con fuerza el hombro del espadachín, dio media vuelta echando a andar.

    -Profesor…De verdad no tengo, ni tendré manera de retribuirle todo lo que ha hecho por mí… Aún sabiendo lo que soy - La voz dura detuvo sus pasos.

    - No digas tonterías... – Oak se volvió y cerro la distancia entre ambos con un calido abrazo, que fue respondido de inmediato – Cuídate mucho… hijo- Los ojos del joven se abrieron grandemente. Aún muchos años después, nunca sabría con exactitud por que Samuel Oak uso esa palabra aquel día.

    - Cuídese mucho también usted... De seguro nos volveremos a ver – Ydicho esto dio media vuelta y salto por una de las laderas de la montaña. Deslizándose entre la grava consiguió llegar tranquilamente a tierra firme, donde avanzo sin mirar atrás, con el pequeño larvitar aún en su hombro. El hombre mayor lo observo con tristeza, e inicio el descenso tratando de llegar lo más rápido posible a su laboratorio.

    - ¿Profesor Oak? – La voz de Tracey a su espalda le hizo dar vuelta justo cuando iba a desactivar la cerradura de las rejas. Su asistente se veía algo ajado y lleno de lodo, pero aparentemente bien.

    - ¿Terminaste Tracey?

    - Eh… sí, profesor ya todo está en orden. Yo… yo venía a hablarle de otra cosa – El dibujante se notaba algo incomodo.

    - Si claro, dime ¿Qué sucede?-

    - Bueno…Yo, sé que hemos hablado de esto antes pero… ¿Recuerda usted lo que le platique esa vez? Acerca de que cuando iba a la zona de la montaña, a alimentar a los pokemons de roca, sentía como si alguien me observara.

    - Si, claro que lo recuerdo. Pero pensé que ya no tenías problemas después de que me cerciore de que no había nada allí.- El hombre mayor mostró algo de extrañeza.

    - Pues sí, yo también creí que era así, pero hoy… mientras alimentaba a los donphan… bueno, no sé como explicarlo, el hecho es que esto me callo en la espalda y honestamente me puso los cabellos de punta – El asistente extrajo algo de su bolsillo, y lo dejo en las manos de Oak. Quien lo reconoció de inmediato como una roca común, sin nada anormal en ella, hasta que girándola entre sus dedos, pudo encontrar un grabado: “Cuídate Tracey, Adiós” que lo hizo carcajear, ante la mirada atónita de su ayudante.

    - ¡Ja, ja, ja, ja, ja! No te preocupes Tracey, algo me dice que esta la ultima vez que vuelves a tener esos inconvenientes – Y como quien no sabe porque lo hace, el científico presiono el botón de las cerraduras de la montaña, dejándolas abiertas por unos breves momentos – Creo que hemos trabajado suficiente por hoy ¿Me acompañarías a tomar el almuerzo?

    - Si… si claro – No muy seguro de lo que pasaba el observador siguió a su mentor hacia la terraza, Samuel Oak nunca había estado de tan buen humor como ese día

    Continuará...
     

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