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    BeatriceBI

    BeatriceBI Guest

    Título:
    Pura Sangre
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1544
    Disclaimer: Los personajes no son míos, ellos le pertenecen a Rumiko Takahashi. El trama si es mío!
    Pura Sangre
    Regalo
    Cuando creas que no puedes seguir adelante piensa en lo que te motiva a hacer lo que sea que hagas. Tus pensamientos traerán la recompensa más cerca de ti de lo que tú te puedas imaginar.
    Suspire por enésima vez en la ultima hora y le pedí a la mucama que me anunciara. Ella entro y volvió tras medio minuto abriéndome la puerta sonriente.
    - Pase, señorita. – le devolví la sonrisa y con pasos firmes entre en la majestuosa habitación. Sonreí satisfecha al encontrarme a la que, desde hace cinco años, se ha convertido en mi abuela olisqueando unas preciosas rosas blancas.
    - Buenos días, Su Majestad. Espero que haya descansado anoche porque dudo que puedo hacerlo hoy.
    - Gracias, cariño. Gracias a ti sí que pude descasar anoche. Si no hubiera sido por ese maravilloso te de tila no hubiera pegado ojo toda la noche pensando en la recepción de esta noche.
    - Ha sido un placer… Aunque no acabo de entender como, después de tantos años gobernando este país, le tenga pánico a una recepción como esta. Ya organizo muchas otras que sin duda fueron mejores que esta.
    Se volteo a mirarme y me dedico una de sus preciadas sonrisas. Avanzo hacia mí y me toco la mejilla izquierda con infinita suavidad.
    - Hija, el pánico no es algo que se pierda con el paso el tiempo. Cuando tengas mi edad lo comprenderás mejor. Y te apostaría la casa de verano, la que tenemos en Osaka, que esta fiesta será mucho mejor que cualquier otra. Sabes por qué?
    - Por qué?
    - Porque la organizaste tú. – iba a decir que justo por eso tenía miedo a que todo fuera un desastre pero puso el dedo índice en mis labios y siguió. – Y se que lo has hecho perfectamente y sabes por qué? – le sonreí de medio lado. – Porque confío en ti.
    - Gracias.- ya tenía los ojos en lágrimas. Siempre sabia que decirme para hacerme callar y hacerme sentir bien.
    Me beso la frente maternalmente y volvió a mirar el ramo de flores.
    - Su admirador ha sido puntual hoy. Todavía no sabe quién es? – le pregunte acariciando uno de los cientos de pétalos del ramo.
    - Tengo una leve sospecha. Pero eso ya lo discutiremos otro día, ahora dime: hay algo que tenga que ser cambiado?

    Volví a suspirar y al levantar la agenda que tenía en la mano izquierda visibule la hora que marcaba mi reloj. Las diez y cincuenta de la mañana. Llevaba ya más de tres horas caminando de un lado para otro cambiando, sacando y añadiendo cosas. Todo el mundo decidió revelar sus alergias en el último momento.
    - La duquesa de Mónaco es alérgica a las plumas de ganso y tampoco puede dormir bien si el colchón de la cama es de espuma. Tuvimos que cambiar el colchón y las almohadas, al igual que el sofá de la suite. – tache de la lista de cosas que me faltaban por hacer esa tarea. –Tenemos dos intolerantes a la lactosa. El cocinero ya se encargo de añadir al menú unos canapés y postres adecuados. También tuvimos que hacer algunos cambios en la suite de la embajadora de Francia y en la decoración del salón porque…
    - … es alérgica a las orquídeas.- lo sabia! Y no me había dicho nada! No me lo podía creer.- Y dime, que has elegido para reemplazar?
    - Rosas chinas. –sonrió satisfecha mientras se levantaba del sillón en el que se había sentado para escucharme.
    - Muy bien, te felicito. Hiciste un gran trabajo, sabía que no me arrepentiría de dejarte al cargo de todo.- me miro los pies e hizo una mueca de disgusto.- Ahora quítate esas maquinas de tortura que llevas en los pies y espérame aquí.
    Yo también me mire los pies y empecé a llorar internamente. Llevaba desde las siete de la mañana recorriendo el palacio con unos tacones de de 15 centímetros en los pies. No me había dado cuenta hasta ahora del daño que tenía en los pies. Me senté en el sillón del que se acababa de levantar la reina y me los quite. Mientras ella regresaba detalle la habitación, la acabaron de renovar hace tan solo unos días y había sido un autentico secreto.
    Las paredes habían cambiado su habitual color verde pastel por un beige, que combinaba con el café oscuro del parquet y el rojo apagado de la alfombra que cubría el suelo de delante de los sillones, bajo una mesita de cristal al estilo vintage, al igual que el resto de los muebles, eso sí! todos blancos. En frente mío había una puerta (por la que había desaparecido la abuela) y que llevaba al dressing. Donde terminaba esa pared empezaba una de cristal, cubierta por largas cortinas blancas, para el día, y café oscuras, para la noche (estas estaban amarradas por cuerdas doradas) y en frente de esta habían traído hace ayer una mesa de pie alto, redonda para los ramos de flores que recibía la reina cada mañana. Volví a mirar la puerta que daba al dressing y acabe dándome cuenta de que tras esa puerta había una puerta más que, seguramente, daba a la habitación en sí.
    Tras unos minutos por la misma puerta salía la abuela, con Yuca, la mucama, pisándole los talones. Ella traía una gran caja blanca decorada con un gran moño dorado.
    - Esto llego esta mañana para ti.- me hablo la reina después de que Yuca se retirara.- Te lo envía Inuyasha.
    Al escuchar su nombre el corazón me dio un vuelco. Inuyasha era mi mejor amigo desde que tenía memoria, no hay recuerdo en el que él no aparezca. Habíamos ido juntos al kindergarten, a la escuela primaria y a la secundaria, habíamos perdido juntos a nuestros padres y habíamos querido ir juntos a la universidad… Pero, al morir nuestros padres, me quede sola y desamparada así que su abuela me había ofrecido estudiar política, economía y lenguas en el palacio, mientras ejercía como su oficial y real consejera. No pude rechazar su oferta y Inuyasha, muy a su pesar, tuvo que ir solo a Oxford.

    - La verdad es que debería sentirme algo ofendida.-la mire sorprendida ante su comentario. Ella solo sonreía.
    - Porque lo dice?
    - A mí me envió una caja bastante más pequeña que la tuya y eso que soy su abuela!- ambas empezamos a reír. – Vamos! A qué esperas? Abre la caja.

    Me arrodillé frente a la mesita de cristal y al deshacer el moño, un sobrecito azul cayó al suelo. Lo recogí.

    - Hay… una nota.- tartamudeé. No sabía porque pero tenias unos nervios que me mataban y sentía en el estomago las famosas mariposas de las que todo el mundo habla, por primera vez en mi vida.
    - Y? Que dice, cariño? – la abuela podía ser una de las mujeres más tranquilas del mundo pero también unas de las mas entrometidas y curiosas.
    Abrí el sobrecito y saque un trozo de papel de libreta mal arrancado. En el reconocí la extraña caligrafía de Inuyasha.
    A la única y verdadera princesa de Shikon,
    Habrás estado tan ocupada con la organización de la maldita recepción que, seguramente, te habrás olvidado de buscarte un vestido adecuado para la ocasión. Quiero que te pongas este!
    I.T
    P.s.: Me da lástima el vestido, de verdad. Volverá a estar eclipsado por una gran belleza.
    Sentí en mi cuello un suave suspiro por parte de la soberana. Gire mi cara esperando ver algo pero lo única que vi en su mirada fue amor y mucha melancolía.
    Apresurada abrí la caja. Estaba ansiosa por ver el vestido que iba a modelar en la noche.


     
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  2.  
    Anh Peárys

    Anh Peárys Bubbles

    Cáncer
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    11 Junio 2011
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    Pluma de

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    Escritor
    ¡Mou!

    Simplemente, bello.

    tienes la ortografia perfecta, ¡Te felicito!

    Nena es recomendable usar grión largo.

    Del resto, ¡Estuvo genial! n,n

    Att:Muñeca HaNeko
     
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