New life, new love...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Flori-chan, 26 Diciembre 2011.

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  1.  
    Flori-chan

    Flori-chan Guest

    Título:
    New life, new love...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    3879
    Sesshomaru x Ahome!!!
    Los personajes de esta historia no me pertenecen sino a la gran mangaka Rumiko Takashi.
    Quiero aclarar también que no tome en cuanta la última parte del kanketsu-hen en la cual Ahome vuelve al sengoku.
    Capitulo 1:Solos
    Que monótona puede ser la vida no? Pero no hay nada que se pueda hacer con ello a menos que seas la atrevida he introvertida persona que se deja llevar por los impulsos aun a costo de su vida para dejar de sentirse vacios.
    Estaría mintiendo si dijera que su vida no había sido buena hasta sus diecisiete años pero ahora con ya veintiuno podía decir tranquilamente que los años que le sucedieron después de su décimo séptimo cumpleaños estuvieron llenos de tristeza y monotonía.
    Si ustedes quieren vamos a indagar en la vida de una chica que solía sonreír abiertamente y que soñaba con volver a vivir la aventura en la que un día había logrado descubrir el amor, pero como yo no espero respuestas solo empezare a contar lo que paso después de destruir a Naraku y nuestra azabache protagonista volvió a su hogar:
    Cuando la chica de relucientes dieciséis años volvió a su casa después de la ardua pelea contra Naraku en la cual a duras penas habían podido salir vencedores, había corrido a los brazos de su madre que la esperaba con una sonrisa, como amaba esa sonrisa siempre tan dulce y cálida llena de amor y compasión hacia los demás, había regresado a vivir otra vez una tranquila vida de estudiante después de descubrir que el pozo estaba sellado y ya no podría regresar al sengoku.
    No podía decir que estuviera triste de regresar a la cotidiana vida que llevaba antes de caer por ese pozo aunque si podría decirse que ya no había tanta emoción a la que desde hacia un años estaba acostumbrada, salía con sus amigas y disfrutaba de la tranquila vida de una adolecente, pero también se había dedicado a retomar sus estudios en los cuales como ya no tenia que ocupar tanto tiempo en la búsqueda de los dichosos fragmentos tenia la posibilidad de volver a ser la alumna ejemplar que había dejado de ser por aquellos momentos aunque también se había decidido a dominar sus poderes de miko que eran impresionantemente grandes, todos lo días dedicaba por lo menos tres horas a un arduo entrenamiento que la dejaba totalmente exhausta.
    Por fin, cuando llego el día de su cumpleaños numero diecisiete, la familia como un regalo a la chica había decidido hacer un viaje, los cuatro integrantes habían estado realmente emocionados con esa salida pero uno de ellos no podía dejar de sentir una puntada realmente dolorosa en el corazón desde el momentos en que habían abordado ese avión, solamente dos horas habían pasado desde el despegue cuando todo de un momento a otro se había descontrolado, la gente sentada en sus asientos gritaba y cerraba los ojos con horror mientras esperaba el impacto del transporte contra la superficie marina, todo había pasado tan rápido para la chica que cuando se dio cuenta todo era oscuridad, la mas completa oscuridad pero de lo que si era consiente era de que lo último que había visto era la sonrisa de su madre mirándola y abrazando a su hermano de apenas once años.
    Cuando recupero la conciencia se dio cuenta de que estaba flotando en el mar sobre uno de los restos metálicos de lo que antes había sido un avión, dirigió su mirada hacia todos lados viendo una escena que le desgarro el alma, toda esa gente que había estado en sus asientos sonriendo y hablando despreocupadamente ahora flotaba en el gran liquido trasparente, alcanzo a distinguir a unos cuantos metros de ella el cuerpo de su hermanito y remando con el brazo lastimado que aun dejaba fluir sangre se acerco hasta el con los ojos llorosos, como pudo abrazo a Souta el cual vivía, sentía su corazón latir, y lo apretó mas contra ella para volver a la inconsciencia.
    Había vuelto a recobrar el conocimiento pero esta vez se encontraba en una blanca habitación conectada a un sinfín de aparatos, miro a su alrededor para ver recostado en la camilla de al lado a su pequeño hermano que parecía dormir plácidamente pero que al igual que ella también estaba conectado a innumerables aparatos, luego fijo su vista en la enfermera que hacia acto de presencia en la habitación y que abría los ojos desmesuradamente al verla despierta, a lo cual la mujer salió corriendo y al parecer muy alterada.
    Cinco minutos después vio entrar en el cuarto aun hombre de hermosos ojos azules con una bata blanca, le había acho un sinfín de preguntas a las cuales ella respondía tranquilamente, también le habían echo estudios de todas las clases y ella parecía solo una estatua que adornaba los consultorios ya que su mirada era gélida e impasible, había perdido ese brillo característico en su mirada y la bonita sonrisa que siempre adornaba su juvenil rostro de porcelana, solo cambiaba sus facciones a unas dulces y maternales cuando miraba, hablaba o tocaba a su hermano, el era todo lo que le quedaba, es indefenso niño que lucia una radiante sonrisa a pesar de trágico momento que estaban atravesando.
    Días después de haber estado en ese frío hospital por fin habían podido regresar a su casa, estaba tan vacía sin su madre y abuelo, desde aquel momento Ahome se había dedicado todo su tiempo a tres cosas: el cuidado de su hermano, su entrenamiento de miko, y sus estudios, a partir del momento en que sufrieron la perdida la chica dejo de ser una alegre adolecente sin preocupaciones, a una chica que vivía una vida monótona sin ningún entretenimiento, ya no salía con sus amigas, solo hablaba con ellas durante las clases, se había convertido en una segunda madre para su hermano que la adoraba y que apreciaba todos los sacrificios que ella había acho de desistir de su anterior vida solo por él, el dinero jamás había sido problema para su familia y ahora tampoco lo era, porque a pesar de ser una familia humilde de corazón poseían una gran fortuna, se había dedicado al estudio sin tomar descanso mas que solo para entrenar por largas horas si es que a eso se le podía llamar descanso, sus notas eran excelentes y sus poderes se habían desarrollado de maravilla sabiendo controlarlos a la perfección.
    Después de adelantar varios años la escuela por sus increíbles notas a los veintiún años estaba cursando el último año de su carrera en medicina, cada día era lo mismo para la chica, ir presentar trabajos, escapar de los chicos y llegar a casa.
    "Bueno mis queridas lectora ahora vamos a empezar a relatar el presente porque creo que ya se cansaron del trágico pasado de Ahome"
    Una hermosa chica de veintiún años salía de la universidad para encaminarse al primer supermercado (minimarquet, autoservicio, mercado o como le llamen), seguramente su hermano a esas horas estaría todavía en el colegio y ella como buena hermana que era todos los días lo esperaba con el almuerzo listo, camino unas cuatro cuadras hasta llegar a un supermercado pequeño, en el cual ingreso y tomando una cesta empezó a recorrer los pasillos buscando lo necesario para cocinar algo, si algo porque todavía no sabia que iba a hacer. En un momento le pareció conocido una de las personas que en esos momentos pasaba por su lado, lo miro de reojo, ahora ya no era la chica espontanea que se dejaba llevar por los impulsos y que gracias a eso se había llevado un sinfín de equivocaciones y vergüenzas, se paro disimuladamente a observar las góndolas y de paso mirar al sujeto que estaba junto a ella, cuando ya estaba decidida a dejar ese juego e irse, el chico al que había estado observando la tomo por un brazo y la miro con una sonrisa en la cara.
    -Discúlpeme señorita pero de casualidad usted no es Ahome Higurashi?
    -Si, en que puedo ayudarlo?-Dijo la chica tratando de acordarse de la persona que la había detenido.
    -Es que a caso no me recuerdas soy Hojo, no te acuerdas de mi, nos veíamos siempre en la escuela.
    -Si, es verdad ya me acuerdo-Decía la chica con cara inmutable, ni siquiera sonreía, y esto lo noto el chico que hizo un gesto casi imperceptible de incomodidad.
    -Yo…yo hace poco me entere de lo de tu familia, se que fue hace bastante pero, cuando aún estábamos en la escuela nadie lo menciono ni tu misma. Nadie se entero de lo que había sucedido.
    -Esta bien Hojo, eso paso hace mucho, pero no quise contárselo a nadie en su momento creo que no estaba preparada para asumir que había perdido algo tan preciado pero al menos me quedo mi pequeño hermano, y ahora que lo menciono tengo que irme.
    -E…esta bien, tu sabes que si necesitas algo puedes llamarme, he te doy mi numero-El chico saco una tarjeta de su mochila en la cual tenia sus datos y se la entrego a la azabache que la tomo con prisa y despidiéndose de el se alejo a paso vertiginoso.
    Llego a su casa tranquilamente subiendo las interminables escaleras a las que estaba acostumbrada para dejar su bolso en el sofá del living y empezar a cocinar, miro por la ventana de la cocina sintiendo como los rayos del sol le daban directamente en la cara y hacia relucir la hermosas orbes verdes que tenia por ojos (ya lo se, sus ojos son marrones pero me parecieron mucho mas lindos si los hacia verdes), pronto sintió la puerta abrirse y la vos de su hermano anunciando su llegada.
    -Hola hermana!-dijo alegremente el niño mientras le daba un beso en la mejilla a su hermana que tenia las manos ocupadas por los utensillos de cocina, el niño de quince años se sentó a la mesa esperando a que la chica le sirviera la comida como todos los días y también como todos los días el esperaría a que se sentase y comiese junto a él.
    -Hola pequeño-le había dicho la ojiverde al pasar por su lado revolverle los cabellos.
    El almuerzo había pasado tranquilo mientras la mayor escuchaba atenta todas las cosas que le contaba alegremente su hermano, después de que habían recogido y lavado toda la vajilla el niño se había ido a su habitación mientras ella se ocupaba de barrer un poco la entrada del templo, antes de salir tomo la escoba y salió a paso cansino hacia la entrada en donde comenzó a mover la escoba de un lado a otro para terminar formando una capa de flores marchitas, esas hermosas flores provenientes del árbol sagrado, miro el dichoso árbol con añoranza, cuanto deseaba poder volver al sengoku, por lo menos allí podría ver a sus amigos, aunque por nada del mundo dejaría solo a Souta, ahora él era su mundo y eso jamás lo cambiaria por nada, era demasiado el amor que sentía por su pequeño hermano, paso su mano por aquella marca que había en el tronco viejo del árbol, rememorando aquel día en que había encontrado a Inuyasha, pero por alguna razón ya no sentía esas mariposas en el estomago ni se sonrojaba cuando pensaba en él mas bien creo que con el pasar del tiempo le fue tomando un cariño distinto, yo diría que el cariño que sentía hacia el era mas bien el de un amigo o el de un hermano pero ya no lo veía con ojos románticos.
    El día se había pasado muy rápido, y la noche no tardo en hacer acto de presencia sobre aquel templo antigua que albergaba en su interior a dos hermanos, uno de los cuales después de la cena se había retirado a descansar mientras la chica salía afuera a contemplar la hermosa luna llena que imponente lucia su brillo.
    -Yo tan solo deseo poder ir de nuevo al sengoku, vivir allí con mi hermano, poder ser felices de nuevo, eso es mucho pedir luna mía-Si podrían considerarla loca por hablar con un astro mas la hermosa señora dueña de las noche era su mejor amiga en esas noche en que sentía que se iba a derrumbar, dejo salir un suspiro cansado de sus labios rosados para pasar junto al pozo que antaño la trasladaba quinientos años en el pasado, pero lo que menos se espero era que al pasar junto a el sintiera esa energía que la recubría cada vez que lo atravesaba, corrió hasta el y pudo ver las luces espirituales, seria que por fin el sello se había roto?-Gracias-dijo en un susurro a la luna mientras corría a una velocidad inhumana hacia la casa y subía las escaleras, irrumpió en la habitación de su hermano el cual había abiertos los ojos desmesuradamente por la sorpresa que le había causado-Menos mal que ya estas cambiado-Dijo sacando al chico de la computadora a rastras.
    -Que pero que pasa hermana?-Ante esta pregunta la chica se dio la vuelta con cara seria, esa que nunca mostraba a el.
    -Souta, el sello del pozo se rompió-Ante esto el chico solo atino a modificar sus facciones en un gesto de sorpresa, a lo cual la chica prosiguió-Solo voy a hacer esta pregunta una vez, tu deseas ir al sengoku o prefieres quedarte aquí? Yo are lo que tu prefieras-El chico ante esta pregunta solo sonrió tristemente.
    -Vamos hermana, yo creo que seremos mas felices en un lugar que no nos recuerde la perdida que sufrimos-la chica lo miro con tristeza, y se dio cuenta de que a pesar de que su hermano había sufrido la muerte de su familia el si había podido sonreír.
    Los dos jóvenes se habían calzado apresuradamente para llegar frente al pozo y saltar por él, una luz azul los había envuelto y para cuando desapareció estaban sentados en el frio suelo del pozo devora huesos, miraron hacia arriba y vieron un cielo nocturno he infinitamente estrellado uno de los que no se podían ver en el futuro, la chica vio la escalera que los aldeanos le habían echo especialmente para que no tuviera que trepar por las resbaladizas paredes de piedra, subió las escaleras lentamente seguida de su hermano el cual al salir miraba maravillado la vegetación que los rodeaba. Inconscientemente la chica había escondido su aroma, por alguna razón todavía no tenia ganas de reunirse con sus amigos, mejor preferiría mostrarle los alrededores a su hermano que a pesar de mostrarse emocionada sabia que estaba totalmente desorientado, lo tomo por un brazo y lo llevo a conocer el bosque he incluso el árbol en que había encontrado a Inuyasha.
    -Entonces aquí encontraste al orejas de perro-Dijo un poco enojado el chico, que con el pasar del tiempo había convencido a su hermana de que le contase sus aventuras sin omitir ningún detalle y en esos detalles estaban incluidas las lagrimas que había derramado la chica por aquel hibrido, por lo cual el pelinegro chico le había tomado un poco de rencor por haber lastimado a su Ahome de esa forma y si decía su Ahome era porque su hermana era de su propiedad y no perdonaría nadie que le hiciese daño.
    -Si, aquí encontré a Inuyasha-Dijo la chica que a pesar de no mostrar emoción en su rostro por dentro estaba feliz, no demostraba emociones porque no quisiese sino más bien porque ya estaba acostumbrada a no hacerlo, pronto sintió como alguien se acercaba al lugar lentamente, al parecer no tenia ninguna intención de atacar, a parte porque atacaría a una insignificante humana, esa frase era la que había pasado por la mente de la ojiverde mientras sonreía sínicamente al recordar las palabras del gran lord del oeste.
    .+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.
    Había caminado sin descanso por horas, seguramente si se hubiese teletrasnsportado hasta la aldea en la que se encontraba su protegida las cosas hubiesen sido mas rápidas y simples pero por alguna razón prefirió caminar, cuando ya estaba pasando el bosque de los alrededores de la aldea pudo divisar a lo lejos el árbol donde había estado sellado su medio hermano y a dos personas paradas frente a el, podía asegurar con claridad que uno era un hombre, el aroma le llegaba a los sentidos pero solo era uno lo que le llamaba la atención pero el otro no podía captarlo, por su aguda visión supo que la otra persona era una mujer, pero si de algo se percató era de que llevaban ropas extrañas, se acerco sigiloso, no porque tuviese miedo de dos simples humanos sino mas bien porque tenia curiosidad, si tenia curiosidad y en vez de reprimirla como lo hacia normalmente la había dejado salir, cuando estuvo lo suficientemente cerca para verlos detalladamente sin que lo viesen a él, escuchó la voz aterciopelada de la mujer.
    -Me alegra verte Sesshomaru- había dicho a azabache sin siquiera dirigirle una mirada al lord, el yokai se acerco dejándose ver y se dio cuenta de quien era esa mujer que lo había reconocido tan rápidamente.
    -Miko-había dicho con su característica voz carente de sentimiento mientras inspeccionaba a la mujer frente a el, podía saber quien era por las ropas extrañas que usaba mas no tanto por su físico, al parecer había cambiado mucho, ahora ya no tenia el cuerpo de una chiquilla de dieciséis años sino el de una mujer echa y derecha, se notaba por las curvas que lucia, ahora sus facciones eran mucho mas finas y femeninas que antes, su cabello antes medianamente corto caía en una cascada negra azulada hasta medio muslo, estaba un poco mas alta, mas estilizada seguramente rondaba el metro setenta, salió de su inspección mental del cuerpo de la chica al sentir la vos de la otra persona.
    -Ahome quien es él?
    -Es el medio hermano de Inuyasha-Había dicho la chica mientras se agachaba a juntar una de las flores caídas del árbol.
    -El hermano del idiota-había dicho visiblemente fastidiado.
    -Así es-Había contestado la mujer con toda la tranquilidad del mundo, lo cual sorprendió al peliplata, porque esperaba que defendiese a su estúpido medio hermano o gritara o hiciese algo pero no que contestara con una afirmación tan tranquilamente-Pero me parece que el preferiría que lo llamases medio hermano.
    -Esta bien hermana.
    -Veo que volviste-había dicho el demonio que se sentía ignorado y por alguna razón eso le molestaba, vio como la chica lo miraba con ojos carentes de sentimiento iguales a los suyos, eso lo impresionó un poco, ya que no la recordaba así, sino más bien como alguien muy expresiva.
    -Así es, el sello del pozo ya no esta así que vine con mi hermano, nada me ata a la otra época, adiós Sesshomaru, después mas que seguro nos veamos cuando vallas a ver a Rin.
    La chica se dio vuelta seguida a corta distancia por su hermano, mientras caminaba hacia la aldea podía sentir la penetrante mirada del ojiambar n ella, mas le resto importancia y prosiguió su camino con toda tranquilidad como si jamás se hubiese ido, porque ahora ese iba a ser su hogar, iba a tener una nueva vida junto a su hermano.
    Bueno que les pareció el capitulo, me entraron las ganas de escribir y que mejor pareja que esta, espero que les haya gustado y me disculpen por cambiar bastantes cosas pero aun así espero comentarios con sus opiniones.
    Besotes Flor!
     
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  2.  
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

    Géminis
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    Por favor, separa los párrafos, creo que me jodí la vista.
    En cuanto los separes como es debido y sea legible editaré y comentaré, mientras, no puedo leer.
     
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    Melpómene

    Melpómene Entusiasta

    Capricornio
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    Encontré la historia y me encanto la trama
    Esta muy buena :) Espero la continúes pronto :)
    Me dejaste con ganas de mas... la verdad no noté un error así grande... solo la falta de unas letras y de algunos acentos, te recomiendo que pases tu texto por Word... así se te hará mas fácil mejorar esos pequeños errores… y pues te recomiendo uses el guion largo, se nos hará mas fácil leerla
    Respecto a la trama (ya sabes que me encantó)
    Saludos :)
     
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  4.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

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    Querida Flori, por favor, cuado tengas el próximo capítulo es que puedes responder a los comentarios que te dejan, tratando de no hacer esto algo tipo conversación. Sólo se puede tener un post entre capítulo y capítulo, generalmente usado para aclarar algo, o bien responder los post.
    PD : No respondas este post, existen los perfiles.
     
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  5.  
    Flori-chan

    Flori-chan Guest

    Título:
    New life, new love...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    3
     
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    Los personajes de esta historia no me pertenecen sino a la gran mangaka Rumiko Takashi pero debo darme crédito porque la historia si es mía jeje.

    Capitulo 2:Reencuentro.

    Mientras mecía al niño en sus brazos pensaba, como siempre lo hacia, cinco largos años habían transcurrido desde la última vez que había visto a su amiga, la extrañaba, deseaba tenerla a su lado, poder conversar con ella, poder ver esa sonrisa que siempre adornaba su rostro, se había sentido terrible al saber que no la volvería a ver, el pozo estaba sellado impidiéndole el paso a quien se atreviese a cruzarlo, ahora tan solo era otro pozo común y corriente.

    Nunca absolutamente nunca pensó en la probabilidad de dejar de verla, ella la veía como a una hermana y aún la consideraba así, durante tanto tiempo acudió al pozo día tras día a esperar por su llegada mas esta nunca llegó, le encantaría contarle que estaba casada que tenia su propia casa en la aldea, que tenia tres hermosos hijos con el monje pervertido, que había dejado de serlo cuando habían unido sus vidas, los dos eran felices mas siempre les faltaría su querida amiga. Inuyasha... pues Inuyasha era un tema a parte, ¿lo odiaba? no ¿lo despreciaba? Mas o menos, no estaba segura ¿Estaba enojada con él? si y lo estaría por siempre, aunque comprendía que el no se quedaría esperando a que su amiga tal vez un día regresase, pero en fin él y ella ya no se hablaban como antes lo hacían, no desde que el cadáver andante había aparecido nuevamente(creo que se me olvido decir que en mi historia Kikio nuevamente fingió estar muerta :p), exactamente dos años después de la partida de Ahome, no se llevaba bien con esa sacerdotisa, se tenían respeto mutuamente pero jamás cruzaron palabras mas que las suficientes y necesarias, si bien era cierto que cuando se paseaba por las pequeñas y alegres casa de la aldea la veía jugar con lo niños siempre opinaba que esos pequeños habían reído y jugado mucho más cuando la ojiverde estaba con ellos.

    Estaba cansada, siempre era lo mismo, jamás sacaría de sus pensamientos a la linda adolecente que los había acompañado en esa peligrosa aventura durante exactamente un año, no cabía mencionar que el día de la despedida había sido el cumpleaños de la pelinegra miko, le hubiese gustado estar con ella ese día pero eso no había sido posible, su partida había sido muy rápida, tanto que casi no había podido procesar el momento.

    Dejó al niño al lado de sus hermanas mientras se dirigía hacia la cama a recostarse con su esposo que dormía apaciblemente en la cama que compartían, como quería ser como él, a pesar de ser burlón, pervertido, mentiroso y un montón de características malas sobre su persona, había que darle el merito de la fortaleza, si él era muy fuerte, sabía que se sentía triste por su amiga pero era fuerte y la consolaba cuando la descubría llorando en silencio contemplando desde lejos el pozo que en tiempos pasados había dejado pasar a una chica del futuro quinientos años en el pasado para empezar una travesía que casi en muchas oportunidades les había costado la vida.

    Antes de acostarse fue a cerrar las ventanas que daban a la calle y cual fue su asombro al descubrir a un hermosa chica contemplar la casa con ojos acuosos pero con semblante impasible.

    No podía ser, a caso era ella? había vuelto?

    No lo dudo ni cinco segundos antes de salir por la puerta que había quedado literalmente como una puerta giratoria, pero a medio camino de llegar se detuvo en seco.

    .+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.

    Su caminar era tan lento que fácilmente podría comparársele con el de una tortuga, por alguna razón que desconocía quería retrasar la llegada a la aldea, o no tan desconocida aunque no quisiese admitirlo, tal vez fuese porque había sentido claramente la presencia de Kikio o que esta misma estuviese en el mismo lugar de Inuyasha, tal vez después de todo no lo había olvidado por completo, y eso seguramente la atormentaría por lo menos hasta que se entretuviese con algo lo suficientemente importante como para sacarle esa sensación de encima, camino lo más lento que podía, observaba las flores que crecían vivaces y coloridas por las sendas del bosque, se detuvo frente a una de color violeta que le pareció muy linda y delicada, la corto y se la coloco en el cabello.

    Cuando hubo pasado la primera casa en la aldea vio que no había ninguna luz, como habría de haber siendo por lo menos las tres de la madrugada, siguió caminando siendo consiente que su hermano caminaba detrás de ella embelesado con lo que veía y sonrió, sabía que cualquier cosa valía la pena con tal de que Souta fuese feliz, prosiguió su camino mirando de vez en vez al chico detrás de ella, hasta que se detuvo en una casa, muy linda por cierto, se la quedo mirando fijamente hasta que los ojos se le aguaron, podría ser? ella estaba allí? Si, Sango estaba allí, lo sabía había sentido claramente su presencia, sintió el impulso de correr y entrar, pero no lo iba a hacer, tal vez hace un par de años lo hubiese echo sin pensar pero ahora no, había escuchado su voz cantando un arrullo, no era la voz mas hermosa pero si demostraba un inmenso cariño, siguió varios minutos parada a unos metros frente a la casa sin atreverse a moverse, aunque fuese consiente de que su hermano la observaba no se movió ni un milímetro.

    Pronto vio moverse las cortinas que impedían la vista hacia adentro, vio como las telas se movían dándole una vista exacta de la mujer castaña que alargando sus brazos, estaba por cerrar las ventana cuando su mirada se levanto, clavándose en ella, sus ojos demostraban sorpresa y una profunda alegría, la mujer había salido corriendo fuera de la casa dejando abierta la puerta de par en par y que estaba segura, el ruido producido por ella habría despertado a medio pueblo, pero que importaba, corría hacia ella mas a medio camino paro en seco, vio como los ojos marrones de su amiga se clavaron en su hermano, ninguno se movía, al parecer los dos estaban bastante impresionados, por lo cual ella fue la primera en hablar.

    ─Sango... hacia mucho que no te veía─Había dicho la miko, mientras varias lagrimas silenciosas se deslizaban por su fina piel, ella era fuerte y reprimía las lagrimas siempre, mas no las había podido retener en esos momentos, la mirada que la castaña le había dirigido era una feliz, alegre, parecía como si se le hubiesen iluminado los ojos que parecían destellar como dos oscuras gemas.

    ─Ahome? En verdad eres tu?─Esas habían sido las preguntas que había formulado, mas podría decirse que las hacía como si fuese una rutina cuando se veía a alguien después de una larga separación, la chica no las había respondido porque la misma que había preguntado la estaba abrazando con una fuerza sobrehumana como si temiera que de un momento a otro se desvaneciera en el aire─Te extrañé tanto─la había escuchado decir entre sollozos, había correspondido al abrazo inmediatamente, cerrando los ojos dejando sentir a su cuerpo por primera vez en años la tranquilidad, si, tranquilidad ya que vivía en permanente alerta, por todo, porque aunque no se creyese en la época actual se vislumbraban de vez en cuando uno que otro espíritu maligno o incluso yokais, que en si eran de muy bajo rango, estos no eran una sorpresa para Ahome, en su época este tipo de seres se creaban a partir de los pensamientos negativos de la gente, por otro lado siempre estaba al pendiente de su hermano, cuidaba de él sin descanso, claro sin ser molesta.

    ─Yo también te extrañe había─dicho en un susurro solo audible para la persona que en esos momentos la estaba estrechando contra si, o mejor dicho estrangulando, pero no le importaba ella era feliz estando al lado de su amiga, así que se dejo abrazar-estrangular─Cuando la castaña la había soltado se separo un par de centímetros para observar los cambios que había sufrido su amiga con el pasar de los años, la repaso de pies a cabeza sonriendo hasta llegar a su rostro, su sonrisa disminuyo un poco.

    ─Estas hermosa, es decir mas de lo que ya lo eras, pero...tu sonrisa... es que a caso no estas feliz?─Le había preguntado con un velo de tristeza que se desvaneció ante la primera parte de la respuesta de la pelinegra.

    ─Claro que lo estoy─había dicho con voz fría a diferencia de la calidez de sus palabras, más se veía clarito en sus ojos que decía la verdad─Pero...es una larga historia─Suspiro─En otro momento te la contare.

    ─Eso espero, quien es el?─Dijo señalando al adolecente.

    ─Es mi hermano.

    ─El pequeño Souta?

    ─Si, me sorprende que aún recuerdes su nombre.

    ─Lo recuerdo, vivías hablando de él, de lo cobarde he infantil que era─Ante esto vio como el chico fruncía el entrecejo y miraba a su hermana fingiendo estar ofendido ante las palabras dichas-Pero se notaba que las decías con cariño─Las facciones del pelinegro se suavizaron y formaron una dulce sonrisa─ Bueno pero mejor porque no entran o es que a caso quieren agarrar un resfriado, la noche es fría.

    ─No te molesta, seguramente el monje y tus hijos deben de estar durmiendo, no quisiéramos que se despertaran por nuestra culpa─Había dicho la ojiverde.

    ─No, no se despertaran, tienen el sueño pesado... espera yo nunca te dije que tenia hijos y que me había casado con el monje!

    ─Sango crees que durante estos cinco años estuve perdiendo mi tiempo, entrene duro para poder ser una miko y ahora lo soy─Decía con el rostro impasible, no dejando mostrar ninguna emoción en sus palabras─Un entrenamiento básico es sentir presencias, puedo reconocer perfectamente la tuya y la de Miroku, y aunque no conozco a tus hijos puedo sentir parte de ti y tu esposo en ellos.

    ─Woow! Ahome! En verdad seguiste con el entrenamiento después de que te fuiste? Yo pensé que como en tu época no había peligro dejarías de lado esto.

    ─Si hay peligro, solo que no tanto como aquí.

    ─Bueno entremos, me estoy helando─Había dicho la castaña la cual parecía mas divertida, tal vez siempre fue así y el monje la ponía de mal humor o tal vez fuesen las avanzadas horas de la noche, la joven de cabellos marrones entro después de los visitantes del futuro cerrando la puerta tras de si con extremo silencio.

    Souta había empezado bostezar, era normal, no descansaba desde las siete de la mañana por lo cual Sango le había ofrecido dormir en el cuarto para las visitas, pero convencerlo le había tomado bastante tiempo ya que el no quería, decía que le gustaría saber mas de su hermana y sus aventuras, después de mucho rato de insistir por fin lograron convencerlo, se había acostado he inmediatamente había caído en los brazos de Morfeo, su hermana le sonrió al chico dormido mientras depositaba un beso en su frente, la primera sonrisa que había visto su amiga desde su llegada, pero inmediatamente como un fugaz rayo su seriedad volvió, las dos mujeres después de eso se dirigieron a un pequeño living bastante moderno, en si la casa distaba de la época en la que estaban por lo que intrigo un poco a la joven miko, esto lo noto su amiga y le sonrió abiertamente mientras sacaba de un cajón una revista.

    ─La habías dejado aquí cuando te marchaste y yo la guarde aunque debo decir que saque bastantes ideas para cuando construimos la casa.

    ─Ya entiendo─las dos jóvenes se sentaron, en el living, y comenzaron a hablar, sobre todo la castaña que no cesaba de hacer preguntas que eran respondidas por la pelinegra con cortas frases hasta que llegaron a un tema un poco incomodo, pero la primera en hablar fue la menor de ellas.

    ─Y como se encuentran Inuyasha...y Kikio?─No quería pero le costaba decir esas palabras, creía haberlo olvidado, haberlo dejado en el pasado pero algo muy en el fondo le negaba dejarlo ir, vio como su amiga se removía incomoda en su asiento y la miraba con tristeza.

    ─Bien, el y Kikio se casaron tres años después de que te fuiste y convivieron un año antes de eso, al parecer nunca estuvo muerta, ella se convirtió en la sacerdotisa de la aldea así la anciana Kaede podría descansar un poco, ella ya no se encuentra en condiciones de pelear, su cuerpo no lo soportaría, después de todo sigue siendo humana─Vio como su amiga asintió tristemente, era verdad lo que decían de que los ojos son la puerta del alma, solo mirando sus ojos podía vislumbrar los sentimientos de la pelinegra ya que su cara estaba en blanco, ninguna reacción se dejaba ver, por unos momento pensó que era la parte femenina de Sesshomaru─Aunque debo decir que la aldea no es la misma desde que te fuiste, ya no hay tanta alegría al igual que veo que ya no hay alegría en tu rostro.

    ─Yo Sango no soy la misma desde aquel día, desde entonces solo vivo para mi hermano.

    ─Desde que día? Explícate─Había ordenado la exterminadora.

    ─Un año después de que me fui, cuando cumplí diecisiete, para celebrarlo decidimos hacer un viaje, pero todo fue un terrible caos─veía claramente como la mirada de su amiga se ensombrecía a cada palabra─Yo lo sentí, sabia que no debíamos subir y aún así abordamos el avión y los únicos sobrevivientes fuimos mi hermano y yo, Sango no se como soportaste perderlo todo, como quisiera ser como tu pero no puedo, yo no soy tan fuerte─La abrazo con ternura siendo consiente de que la pelinegra estaba sufriendo mucho al contar eso.

    ─Yo no era tan fuerte en ese entonces, solo logre salir adelante porque los tenia a todos ustedes a mi lado, ustedes me consolaron, sobre todo tu, y no digas que no eres fuerte, claro que lo eres, estas aquí sentada hablando conmigo, cuidando de tu hermano, cualquier otra persona se hubiese derrumbado pero tu no, cuida lo que te queda y cuídalo bien, apóyate en las personas que en verdad te quieren para seguir adelante.

    ─Ya basta de este tema, mejor hablemos de otra cosa no te parece?

    ─Como que?

    ─Como, no se, por ejemplo cuando te casaste con Miroku o que es de tu vida en la aldea…

    ─Me case con Miroku un año después de tu partida justo como me había prometido, tengo tres hermosos hijos, en realidad son dos gemelas y un niño pequeño.

    ─Te felicito, cuantos años tienen?

    ─Sayumi y Shiori tienen tres y Haku tiene dos, son muy traviesos y les encanta jugar con las orejas de Inuyasha, eso no te suena?─Vio como la morena sonreía de lado, era una sonrisa imperceptible pero al fin al cabo estaba allí─Ahome, no te resulta raro que todavía no haya sentido tu aroma, llevamos aquí por lo menos dos horas y estamos a dos casas solamente de distancia.

    ─En realidad no, cuando salí del pozo escondí mi aroma, no quería que nadie se enterase de que había llegado por lo menos no hasta que fuera de día y estuviesen bien consientes.

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    Se había recostado sobre la hierba a observar las pequeñas estrellas que se dejaban entrever entre la frondosidad de los arboles, todo estaba tan tranquilo, ningún peligro ni ningún sirviente verde que siguiera tus pasos como un policía a un criminal, la noche era fría a pesar de que el clima era bastante cálido en las tardes.

    Había sido un día aburrido, nadie contra quien pelear y nada interesante que ver, solo campo y más campo y uno que otro humano labrando las tierras, odiaba el olor de los humanos, siempre era ese olor a tierra y suciedad, en las mujeres no era tan frecuente ese aroma, mas tampoco eran una maravilla, a parte de que la piel de sus manos se parecía mas bien a la corteza de los arboles.

    Pero otra vez su conciencia juguetona a diferencia de lo que mostraba a todos siempre se le ocurría hacerle preguntas que el ignoraba por completo, después de todo no eran el mismo ser?

    ─“y a quien soportas?”─había preguntado su conciencia que el había bautizado como “cosa molesta he inservible”.

    ─A quien soporto? No se supone que tu deberías saberlo?

    ─“Si y no, soy tu conciencia no tu cerebro, no guardo información mas que la necesaria a parte de que sirvo para indicarte las cosas correctas que debes hacer, aunque mas bien no se ni para que porque haces lo que quieres”

    ─Yo no obedezco órdenes de nadie─Había contestado el lord.

    ─“Esta bien, ya entiendo, el gran lord no recibe ordenes de nadie, ni sugerencias, ni consejos…”─su conciencia seguía hablando sin que el le diese la menor importancia mientras divagaba en lo sucedido durante el día, sin duda encontrarse con la miko había sido lo mas interesante.

    ─Miko…

    ─“Entonces a ella si la soportas?”─Río maliciosa su conciencia, solamente su conciencia debía ser la que le jugaba ese tipo de bromas.

    ─Ya cállate─Era el colmo! Cómo era que viviendo dentro de el fuese tan irritante.

    Pronto sintió como una fuerte energía demoniaca se acercaba a gran velocidad “Por fin algo de diversión” había pensado el peliplata antes de levantarse con suma elegancia a pesar de que su yo interno prácticamente saltaba por la adrenalina que se había desatado dentro de él en tan solo segundos.

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    Las dos mujeres a pesar de la hora seguían hablando de temas triviales y de la vida que llevaba cada una hasta la fecha, hasta que lentamente la pelinegra se levanto de su asiento, mirando hacia la calle que se dejaba ver a través de las cortinas abiertas asustando a su castaña amiga que la miraba entre sorprendida he intrigada, porque su mirada había cambiada en instantes, se podía vislumbrar fuego en sus ojos verdes a diferencia de los glaciares que eran anteriormente.

    ─Sango, de casualidad no tendrás algún arma que pueda usar?─la ojimarron se levanto y rápidamente saco del mismo cajón del que había sacado la revista, el equipo de arquería que anteriormente llevaba Ahome en su viaje, entregándoselo para ver como se colgaba en el hombro el carcaj repleto de flechas.

    ─Si te preguntas, todas las pertenencias que te dejaste aquí las guarde yo y están en ese cajón─La pelinegra miró el cajón que bien podría habérselo comparado con una cómoda completa ya que era realmente grande, ella asintió en señal de entendimiento y salió abriendo la puerta de madera no sin antes escuchar claramente la vos del hanyou exponiendo como tantas veces el fino vocabulario del que era poseedor.

    Cuando salió pudo ver claramente el chocar de las espadas, una muy reconocible “colmillo de acero” y otra desconocida perteneciente a un joven yokai de cabello negro como la misma noche, ojos azules profundos como el mar y una complexión bastante normal a pesar de ser casi del mismo tamaño que el yokai de pelo platino, escuchó sus voces, pero no se sorprendió al oír su conversación.

    ─Mira hibrido, yo solo quiero la perla de Shikon, dame eso y me iré sin hacer ningún daño.

    ─Es que no escuchas bastardo, esa maldita perla ya la destruimos hace tiempo─Lo negaba con toda la fuerza que le quedaba a su cuerpo adolorido, como podía ser que en unos minutos de pelea ya se encontrase tan exhausto, estaba asegurando algo que ni el mismo sabía con certeza después de que Ahome había dicho que había destruido la perla sintió algo distinto en ella, pero no podía asegurar nada, ella se había ido muy rápido y tampoco había visto la famosa destrucción.

    Estaba cansada de esperar a ver si su “amigo” podía hacer algo contra aquel poderoso yokai,también veía junto a Sango las numerosas flechas lanzadas por Kikio que no hacían mas que rasguños al demonio, ninguno se había percatado de que ella se encontraba allí viendo la situación, se estaba aburriendo, si eso era lo que sentía aburrimiento, ni preocupación, ni desesperación ante la imagen que se mostraba ante ella, ya era hora de intervenir antes de que le diese mas sueño del que ya tenia.

    XXX

    Había llegado hacia un par de minutos para divertirse un poco con el demonio que en esos momentos sujetaba por el cuello del traje a su medio hermano, tal vez fuese mas divertido ver como lo hacían pedazos pero al cabo de un par de minutos la panorámica se volvía aburrida, siempre la misma película con el hibrido, chocar espadas, maldecir, etc.

    Así que ya era hora de intervenir, estaba por sacar su espada cuando vio que el demonio antes ileso y lleno de energía caía al suelo inconsciente, pero después fijo sus ojos en la flecha clavada en el brazo izquierdo del ojiazul, que emanaba un aura verde brillante.

    XXX

    Que había sido eso? Por lo pelos y le daba a el, había sentido claramente como ese resplandor verde le había pasado justo al lado levantando aire a su paso, había sido tan rápido que cuando se dio cuenta su enemigo estaba tendido en el suelo con una flecha sagrada clavada en el brazo, miro a Kikio desconcertado para luego confundirse mas al ver que esta estaba con la misma cara de el mirando hacia el demonio tirado en el suelo.

    XXX

    La chica estaba cansada de esperar así que de un rápido movimiento había sacado una de sus flechas y lanzarla al brazo del yokai, no lo mato ni buscaba hacerlo sino mas bien adormecerlo, se veía a kilómetros que no tenia malas intenciones, su aura era normal, tal vez solo necesitaba la perla para cumplir un deseo bien intencionado, se notaba que no quería nada malo sino su aura seria mas oscura. Se acerco a paso cansino hacia el joven tendido en el suelo, pasando junto al hanyou bostezando como si la situación fuese algo de lo más normal como mirar tele sentada en el sofá.

    XXX

    Bueno no había podido ser, al parecer había sido muy lento, alguien le había ganado de mano y quien era, esa miko, que bostezaba en señal de aburrimiento mientras caminaba en dirección al joven tendido en el suelo, al parecer ella estaba igual o mas aburrida con la pelea del inútil y el cadáver que no habían hecho mas que rasguños al yokai, se dio la vuelta un poco fastidiado y desilusionado por no haber podido ser él, el que acabara con el demonio.

    XXX

    La chica se encontraba revisando los signos vitales del yokai cuando escucho la voz del hibrido detrás de ella, un poco dudosa y rasposa.
    ─Ahome? En verdad eres tu?...

    Bueno que les pareció, nuevo capitulo, Jeje.

    Lamento la tardanza! pasaron muchas cosas! Gomen!

    Comentarios:

    White Kitty: Ya separe los párrafos! Lamento el inconveniente.

    Nicolle: Gracias por tu coment! Ya utilice el guion largo, y el texto lo pasé por word espero que te guste!

    Kai Stavros: Gracias por el comentrio, lamento ese inconveniente como soy nueva no lo sabía, gracias por decirme.

    Besos y espero que les guste el cap! Voy a estar esperando sus opiniones!

    Flor!

    PD: Prometo actualizar mas seguido!
     
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  6.  
    Flori-chan

    Flori-chan Guest

    Título:
    New life, new love...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    4230
    Los personajes de esta historia no me pertenecen sino a la gran Mangaka Rumiko Takashi (si me perteneciera habría cambiado todo para que Ahome y Sessh estuvieran juntos)
    Capitulo 3: Podria ser...
    Por un momento sintió ganas de decirle "A menos que conozcas a otra persona de nombre Ahome, que viaje al pasado y que además sea miko si, soy yo" pero desistió de ello, aunque la tentación la estaba matando, sin embargo decidió ignorarlo y seguir revisando al pobre yokai delante suyo, tal vez se le había pasado un poco la mano. Retiro la flecha que aún seguía incrustada en su brazo, la dejo un lado y vio como se deshacía, suspiro cansada, tendría que tratar todas las flechas que usase para que no se deshicieran, porque las flechas comunes no resistían la carga puesta en ellas, luego puso su mano sobre la herida que había causado al chico saliendo un destello azul que lo cubrió por completo, para cuando desapareció la luz el joven de cabellos negros estaba completamente ileso pero parecía estar sumido en un profundo sueño.
    ─ ¿Eres tu? ¡Exijo que me contestes!─ Inuyasha se estaba irritando por la falta de respuesta y el rostro impasible de aquella joven.
    ─ Si─ Fue una corta respuesta de la chica pelinegra que no tenia intención de entablar conversación con nadie, estaba cansada y debía cuidar del yokai delante de ella, después de todo ella había causado el daño y era su responsabilidad cuidar de el, por mas daño que quisiese hacerle.
    ─ ¿Si que?─ En verdad el chico de orejas de perro era bastante estúpido, no había preguntado si era ella?, estaba por responder algo como "no molestes" o algo así cuando escucho los gritos de alguien llamándola y una figura corriendo hacia ella.
    ─ ¡Ahome! ¡Ahomecita!─ Un niño de cabellos naranjas llego corriendo y se tiro sobre el regazo de Ahome, abrazándola con fuerza a lo que ella correspondió de la misma manera y una pequeña sonrisa dulce se instalo en su rostro. El niño lloraba mojándole la ropa con las incesantes lagrimas que caían por sus mejillas sonrojadas─ ¡No te vallas, por favor!
    ─ Ya Shipo no llores, yo me quedare─Dijo acariciándole la cabeza con ternura, hacia tanto que no lo veía y de los integrantes del grupo ese pequeño era a quien mas había extrañado, porque el era su pequeño.
    ─ ¿Lo prometes?─ Levanto la mirada para ver los ojos verdes de su Ahome y recibir un asentimiento en respuesta, seguido de un beso en su frente─ ¿puedo quedarme contigo?─ El niño la miraba con ojos suplicantes y brillosos esos a los que no se les puede negar nada.
    ─ Shipo, tengo que cuidar a este chico hasta que despierte ¿entiendes?─ Shipo asintió un poco enojado por no poder quedarse con su querida Ahome ahora que había regresado, tanto tiempo sin verla y tenia que esperar todavía mas por ese yokai, que encima había armado un alboroto en el pueblo.
    ─ ¡Hump! Esta bien─ Dijo cruzándose de brazos resignado.
    ─ Ese es mi Shipo─ Dijo dándole otro beso en la frente─ Ahora ve a dormir que es tarde, cuando el niño se fue caminando un poco enojado, la chica miro hacia Inuyasha con frialdad, una muy común pero al parecer esto no era tan familiar para el hanyou que la miraba asombrado, al ver esa mirada dirigida a el, aunque la chica le resto importancia y se dirigio hacia su amiga que estaba parada al lado de Souta que al parecer se había despertado con el ruido─ ¿Sango te molesta si llevamos a este chico a tu casa así puedo revisar si no me falto curar alguna parte?
    ─ Claro que no, si no despierta a Haru no hay problema─ La azabache agradecio con un asentimiento y ahora se dirigió hacia el orejas de perro que tenia detras mirándola como si fuese un bicho raro.
    ─ Inuyasha hazme el favor de llevarlo a dentro─ El chico no parecia reaccionar sino que estaba como una estatua mirándola ─ Te vas a quedar todo el día allí viéndome, si no piensas ayudarme le pedire a alguien que este dispuesto a darme la ayuda que necesito─ le dijo tranquilamente como si no pasara nada, no parecia un reproche pero en cierto modo las palabras habian salido un poco rudas de su boca, ante esto el hibrido tomo por el cuello del traje al youkai y lo arrastro hasta dentro de la casa de Sango siendo observado por la miko del futuro que por dentro tenia una cara de "para eso lo hubiese hecho yo", sin embargo no le dijo nada, tenia sueño y estaba cansada y en esos momentos no era prudente molestarla o discutir con ella, ya que cuando estaba irritada tendia a escaparse de su control un poco del poder espiritual que poseía y la verdad no queria ir a buscar ropas negras para el funeral de su "queridisimio amigo", así que soltando un suspiro que nadie noto se encamino por la misma dirección que antes habia tomado el peliplata.
    Entro al cuarto donde había estado durmiendo su hermano anteriormente para encontrar tendido en el suelo al chico y a Inuyasha apoyado contra la pared con los ojos cerrados y cruzado de brazos con esa actitud de desinteres y arrogancia tan típica de él, a la chica se le habia pasado por la cabeza desmayarlo a él también pero seguramente Kikio vendria a reprocharle sus acciones, aunque poco importaba lo que dijera el cadaver andante, estaba muerta después de todo así que no importaba mucho, es más desde cuando se escucha las opiniones de un muerto? Pero como ya habia dicho antes seria peligroso con el cansancio que tenía encima, así que opto por ignorarlo e ir al lado del chico pelinegro, en donde se sento en silencio a esperar que despertara.
    ─ ¿Ahome, por que volviste?─ Pregunto aún desde su pocision
    ─ ¿No querías que volviera?─ Respondió con otra pregunta, sin alejar su vista del youkai.
    ─ ¡Yo nunca dije eso! de donde sacas semejantes cosas-Parecia que el chico seguia igual que simpre, con el mismo carácter insoportable, la joven mentalmente suspiro mientras pensaba "Desperdicie tanto tiempo de mi vida detras de alguien con tan mal caracter y lo peor es que todabia aunque sea un poquito lo quiero, aunque no sabria como describir lo que siento, tal vez sea el sentimiento de no querer dejarlo ir porque no me gusta perder o porque realmente siento algo, no se... es tan confuso"
    ─ Cierto, pero en tu interior no querias que volviera.
    ─ ¡Eso no es cierto!
    ─ Estas mintiendo─ Dijo por fin mirandolo, haciendo que el chico inconcientemente retrocediera un par de pasos, estaba furiosa pero por fuera seguia tan impasible como siempre, pero estaba perdiendo el control y eso no era bueno─ ya basta Inuyasha, los dos sabemos que estas mintiendo, lo puedo notar, escucho tu pulso acelerado y tu aura esta oscura, tal vez en un principio si me esperaste y no te estoy reclamando nada, no esperaba que lo hicieras, ahora tu eres feliz, estas casado y por eso estoy feliz, pero sin embargo no tienes que darme explicaciones de lo que hiciste durante mi ausencia al igual que yo no voy a dartelas, porque solo somos amigos y no quiero nada mas que eso entre nosotros─ Después de decirle todo esto se calmo y volvio a dirigir su mirada hacia el ojiazul que parecia sollozar entre sueños, por lo que tomo la cabeza del chico entre sus manos y la apoyo sobre su regazo colocando una de sus manos sobre la frente de este.
    .+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.
    Mientras tanto Kikio estaba afuera de su casa, parada en el umbral de la puerta con el arco en la mano y el carcaj apoyado contra sus piernas, estaba con el rostro serio como la mayoria del tiempo pero esta vez parecia estar cubierto por un velo de tristeza y pronto vio como una castaña se acercaba a paso lento hacia ella.
    ─ ¿Sango...necesitas algo?─ Dijo con una pizca de "¡ lárgate!"
    ─ La verdad no, pero veo que tu si necesitas algo, y eso es confianza, tal vez no hacia tu marido pero si hacia Ahome, ella no se metería entre ustedes, y me lo reafirmo cuando llego, ella ya no lo quiere como antes, y se que es verdad, es incapaz de hacer algo malo "a diferencia tuya"─ esto ultimo la habia dicho en un susurro pero que claramente habia llegado a los oidos de la sacerdotiza que sonrio un poco dolida, pero al fin y al cabo era cierto lo que decia la exterminadora, cuantas cosas les habia hecho mientras habia enstado recolectando la perla? incontables pero, ya no podia hacer nada, nada servia, su alma estaba manchada y no se borraria porque no estaba viva, no podia redimirse, porque cuando se esta vivo uno puede arrepentirse y las manchas del alma pueden borrase, sin embargo cuando se esta muerto no importa cuantas veces pidas perdón, no servira de nada.
    .+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.
    Que aburrida estaba la noche, no podia concebir el sueño y lo pero era que no habia nada mas que contemplar que las estrellas, cierto que eran hermosas pero ya en cierto modo aburrian, cada noche a menos que se avecinara una tormenta, que por cierto no eran tan frecuentes, aparecian en el cielo, estaban tan altas pegadas a ese manto azul y eran tan inalcanzables aún para el.
    Pensar era algo que podria distraerlo pero corria el riesgo de que esa cosa molesta e innecesaria apareciera nuevamente, pero era un riesgo que tenia que correr.
    ─ Ese hibrido sigue siendo una deshonra para la familia Taisho, una miko pudo vencer de un solo ataque al youkai que el no pudo aún con colmillo de acero, aunque es sorprendente el poder de la miko, sigue siendo una deshonra.
    ─ ¿Estas diciendo que la "humana" es fuerte?
    ─ No, yo dije que su poder es sorprendente.
    ─ Es lo mismo.
    ─ No.
    ─ Si.
    ─ No.
    ─ Si.
    ─ No.
    ─ No.
    ─ Si.
    ─ Jjajajaja, es increíble, el gran lord cayo en una jugarreta tan boba, y encima de su propio yo─ Eso si que era el colmo, que su propio yo se burlara de el, definitivamente el sueño le estaba afectando o no se dio cuenta y se choco la cabeza con una montaña.
    En la mañana iria a ver a Rin, ya llevaba bastante sin verla y debia verificar que se encontrase bien en esa aldea de humanos, y sino, estaba seguro de que alguien iba a pagar, aunque sin razon podria atacar o inicir una pelea para divertirse un poco, aunque considerandolo bien eso no seria bueno para la pequeña, bueno ya no se la podía llamar pequeña, ya tenia catorce años, y por mas que quisiera negarlo no le simpatizaba mucho la idea.
    De pronto sus pensamientos cambiaron de rumbo hacia el youkai que habia hecho un alboroto en la aldea, por alguna razon le parecia conocido, no solo su fisico sino su poder, el lo conocia de algun lugar pero no recordaba donde, luego se puso a analizar el gran poder del que era poseedor el chico mas había sido derrotado por una sola flecha de aquella sacerdotiza de extrañas ropas, a el también le hubiese gustado pelear con aquel youkai pero esa entrometida miko que sufria de bipolaridad le habia robado el juguete.
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    Ya había amanecido cuando el chico de hermosos ojos zafiro desperto y lo primero que vio, no fue el sol, no fue el techo ni su cama sino a una hermosa chica que parecia mirarlo desde arriba pero mas bien se podia decir que dormía porque sus ojos estaban cerrados, la cabeza la tenia hacia delante y los largos cabellos azabaches caían desordenados a los costados de su cara y algunos hasta le hacian cosquillas en el rostro, se habia quedado embelesado con aquella mujer que no se habia dado cuenta de que su cabeza estaba sobre el regazo de esta, y para cuando se dio cuenta un profundo carmin se habia apoderado de sus mejillas , pero si pensaba que nada podía ser mas hermoso en esa mujer se equivocaba ya que cuando esta abrio los ojos pudo ver dos hermosas esmeraldas, que eran tan frias por fuera pero que escondían una calidez capaz de comparase con el sol.
    ─ Veo que ya despertaste ¿te duele algo? ¿Quieres algo?─ Le preguntaba la chica con toda calma mientras era contemplada por el joven.
    ─ ¿Por que?
    ─ ¿Que?
    ─ ¿Por que te comportas así? Ayer me diste un flechazo que casi me purifica y ahora me curas y me pregunatas si estoy bien.
    ─ Solo quise adormecerte para que no causaras daños.
    ─ Esta bien, pero... ¡Tu! ¡Tu la tienes!
    ─ ¿Que?
    ─ ¡La perla, tu la tienes, la siento en ti!
    ─ ¿La perla?
    ─ ¡Si, damela, la necesito, mi madre, por favor!
    ─ No puedo.
    ─ ¿Por que?
    ─ Porque yo soy la perla─ Dijo tranquilamente.
    ─ ¿Como que tu eres la perla?─ Dijo intrigado el chico ante las palabras de la joven.
    ─ Cuando estaba por destruir la perla esta se rompió nuevamente en montones de fragmentos que se fucionaron con mi cuerpo, por eso no puedo dartela.
    ─ Entonces no hay esperanzas de salvar a mi madre─ Dijo el joven con un semblante triste.
    ─ ¿Que es lo que tiene tu madre?
    ─ Ella fue afectada por un veneo muy potente en una de sus piernas, todos los curanderos han probado diferentes cosas en ella pero nada funciona, por eso mi única esperanza era poder encontrar la perla y pedirle que la salvara. la perla era mi única esperanza, no me hubiese importado si no sufriera al momento de morir, pero el veneno a medida que se extiende cusa grandes daños y no puedo soportarlo, verla así tendida en una cama sollozando de dolor.
    ─ Yo puedo ayudarla si así lo deseas.
    ─ ¿En verdad harias eso?Gracias...
    ─ Ahome.
    ─ Ahome, gracias─ Dijo tomandola de las manos.
    ─ No hay de que...
    ─ Kyo.
    ─ Kyo, es lo minimo que puedo hacer despues de casi matarte.
    .+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.
    Había estado toda la noche en alerta, esperando a que algo pasase, mas esto nunca sucedió, varias veces se había escapado de la cama junto a su esposa solo para ver a Ahome dormir plácidamente con aquel youkai sobre su regazo, esto lo hacia hervir de los celos, pero claro, no lo iba a admitir, el era demasiado orgulloso, a parte de que el no podía darse esa clase de lujos ahora que estaba atado a Kikio, se habían prometido amor eterno y no había vuelta atrás, aunque por que no decirlo el siempre había sido así, siempre había querido tenerlo todo, pero cuando no podía insistía hasta conseguirlo aunque fuese por la fuerza. Y ese mismo método era el que había ejercido durante toda su vida, y así había logrado lastimar a muchas personas, dejando corazones rotos y lagrimas amargas.
    X:X:X:X:X
    No podía resistirlo, estaba tendida en la cama, ella sola, sin el calor que todas las noches emanaba del cuerpo de su esposo, pero esta vez no había sido así, ella había llegado para arruinarlo todo, le había dado tiempo para olvidarla y eso pareció funcionar pero al parecer nunca salio de su corazón o mejor dicho de su obsesión, si tan solo no hubiese sido tan tonta en aquel momento en que Naraku la hirió haciendo que sellara a Inuyasha tal vez ellos habrían sido felices.
    La odiaba por haber venido a arruinarlo todo, por quitarle lo único que le quedaba porque no siquiera tenia una autentica vida, ella estaba muerta, seguía siendo un alma muerta la que se encontraba encerrada dentro de su cuerpo de barro y hueso. La odiaba por estar viva, por tener calor en su cuerpo, se odiaba a si misma por no haber regresado de la muerte y no dejara su reencarnación vivir en paz con Inuyasha después de todo de cierto modo estarían juntos.
    .+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.
    Ya era de mediodía cuando Sesshomaru se había dignado a aparecer por "Shizen" (nombre que le puse a la aldea, me resulta pesado y repetitivo decir la aldea. Shizen significa Naturaleza), después de haber atravesado medio bosque, de ahí el nombre de la aldea ya que esta estaba rodeada de tanto verde, de tanta naturaleza, cuando por fin entro a las tierras pudo ver a los aldeanos que ya habían comenzado sus faenas diarias, y parecían sufrir por el calor del sol, pronto escucho una campana y observo como todos los aldeanos que trabajaban en los campos suspiraban y comenzaban el retorno a sus casas donde seguramente se degustarían comiendo con sus familias, se adentro mas en la aldea y pudo observar como la miko que había encontrado en la noche despedía con la mano a unos pequeños niños, se fijo que ya no llevaba sus ropajes extraños sino que estos habían sido cambiados por trajes de sacerdotisa, pero que a diferencia del cadáver era negro en los pantalones y claro se veía mejor. Esperen el había pensado que una humana se veía bien? Definitivamente se había golpeado con algo.
    Paso por al lado de la miko sin siquiera mirarla cuando choco con un pequeño niño que llevaba una flor en la mano y que el accidentalmente piso y hay de su maravillosa suerte que el chiquillo empezó a llorar, vio como la chica pasaba su lado y se ponía a la altura del niño tomando la flor maltrecha en el suelo, le dio un beso al pequeño y secándole las lagrimas lo miro con ternura.
    ─ Ya no llores, mira─ le dijo al pequeños que en seguida miro la flor y para sorpresa del youkai y del niño la flor fue volviendo a su estado original después de ser tocada por la miko y ser recubierta por una luz verde brillante─ Toma─ le entrego la flor a su dueño pero este se rehusó a aceptarla─ ¿No la quieres?
    ─ Era para usted señorita Ahome.
    ─ ¿Para mi? Gracias Aki, es hermosa─ Dijo poniéndosela en el cabello─ Ahora ve que tu mamá te debe estar esperando─ el niño salio corriendo y ella se levanto.
    ─ ¿Como hiciste eso miko?─ Había preguntado fríamente.
    ─ Es mi poder, al igual que todos yo poseo afinidad con algo, para algunos pude ser, el agua para otros el viento sin embargo yo tengo conexión con la naturaleza, por lo cual los cuatro elementos son también un don que tengo, pero mayoritariamente puedo dar y quitar vida a todo lo que estuvo o esta vivo, pero es difícil de controlar, es un poder bastante complejo y si no se usa adecuadamente podría afectar el ciclo de la vida, o incluso hacer devastaciones en la tierra, es como tener que controlar con tus manos una inundación o un huracán, esto es lo que podría producirse por un mal uso o inestabilidad de la persona que lo controla, por eso por precaución llevo esta piedra de la luna en mi frente, que ayudaría a contener el poder en caso de mal uso ya que esta conectada a mis chakras.
    El no se había fijado en eso, pero era cierto, la chica llevaba en la frente una piedra de color azul trasparente que parecía ondular con el movimiento, pero esta no se veía muy bien ya que estaba tapada por el flequillo, pero eso no era lo único que detallo con su mirada, sino cada parte de ella, he inconscientemente sonrió para si.
    ─ ¿A caso te gusta?
    Otra vez esa vocesita molesta en su cabeza, pero esta vez no estaba del todo herrada, la humana no era fea, era muy hermosa pero claro el no se rebajaría a tal nivel como lo había hecho su padre años atrás, no contesto, pero si pudo ver como la miko se alejaba caminando.
    ─ Jamas me gusto, me gusta o gustara una humana...─ Dijo para si, aunque no estaba del todo convencido, decidió hacerle caso a su parte orgullosa.
    Agradezco mucho los comentarios y MG estoy muy feliz de haber recibido tantos y que a tantas personas le guste mi historia.
    Me despido! espero que les guste y dejen sus comentarios.
    Flor!
     
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