One-shot de Pokémon - Después de la tormenta siempre llega la calma.

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Samantha J, 10 Diciembre 2011.

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  1.  
    Samantha J

    Samantha J Guest

    Título:
    Después de la tormenta siempre llega la calma.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2277
    Bueno, Hola a todos. Este es mi primer fic corto en mucho, mucho tiempo. Tuve una cuenta aquí pero la borré por deshuso. En fin, el fic trata sobre Blue (Pocket monster special), que tras el horror vivido con The Mask of ice, encuentra a sus padres y vuelve a casa. Trata además de su fiesta de cumpleaños. Espero que les guste :).

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    DESPUÉS DE LA TORMENTA SIEMPRE LLEGA LA CALMA

    "Beep - beep - beep - beep"
    El reloj despertador no paraba de sonar. La joven pelicastaña estiró los brazos desperezándose desganada. Eran las 12:26 de la mañana. Era tarde, sin embargo, en su nueva vida, eso importaba poco. Al fin había encontrado a sus padres. ¡Al fin!. Y llevaba ya dos semanas viviendo su nueva vida. Abrió perezosamente un ojo y vio a Blasty tumbado sobre la alfombra de la habitación. Debido a su tamaño, ocupaba todo el cuarto, y había tirado algunas cosas.

    — Buenos días granujilla. - dijo sonriente mientras se quitaba las legañas y se levantaba de la cama.

    Blue vestía un pijama veraniego, amarillo y con un dibujo de un Psyduck. Su madre se lo había comprado especialmente para ella, y aunque no le agradaban demasiado los Psyduck, se lo ponía mucho al ser tan suave y cómodo.
    Guardó a Blasty en la pokéball ,dejándole dormir un ratito más, y bajó las escaleras de aquella casa, que aun no consideraba su hogar. LLegó a la cocina donde le esperaban un chocotank con leche de Milktan y varios tipos diferentes de bollos. Todo tenía una pinta deliciosa.

    - ¡Oh!, buenos días cariño, te preparé el desayuno, aunque fue hace más de una hora, así que el chocotank estará helado.

    - Perdón señora... em, ...mamá. Tendrías que haberme despertado... - dijo sonrojada Blue. - [ Que tonta, ¡que tonta!, ¿cómo he podido llamarla "señora"? ]. Marlenne que así se llamaba la madre de la pelicastaña, se dió cuenta de lo incómoda que se sentía su hija aun.

    — Si bueno cielo, no queríamos despertarte.

    Al momento entró en escena su padre.

    — Es digna hija mía, ¿verdad?. - Soltó mirando de reojo a Marlenne mientras movía de forma cómica su bigote.

    — ¡Sin duda!, ¡ambos dormis como Snorlax!.

    Los tres comenzaron a reír. Blue calentó su azucarada bebida y devoró gustosa un croisstant. Después salió al patio de su amplia casa. Sus padres tenían un jardín inmenso, que más que tal, parecía un pequeño pedazo de bosque. Incluso poseían un lago, abarrotado de Magikarp, Goldeen, y Poliwag.

    Blue se acicaló el cabello y saco a sus pokémon, a todos. El primero en salir fue Blasty, su robusto y fiel Blastoise, el mismo que robó siendo aún un Squirtle del laboratorio del Profesor Oak. Le siguieron Jiggly, su monísmo Wigglytuff y Clefy, su Clefable. Por último salieron de sus pokéballs Ditty, Nidory y Granbull. Todos miraron aun extrañados aquel paraje. Aunque llevaban allí ya un tiempo, no se habían hecho a ese lugar. Y Blue tampoco. Respiró profundamente el aire húmedo y caliente, que ya anunciaba verano, y se subió ágilmente sobre una roca que había al pié del lago; se sento cruzando las rodillas y se apoyó en sus brazos, ligeramente desplazados hacia atrás-. Perdió su mirada en el cielo, en una nubecita solitaria que cruzaba costosamente el inmenso haz azul.

    " Parece mentira como me ha cambiado la vida..." - pensó bajando la mirada. Se fijó en que Blasty y Ditty (transformado también en un Blastoise) chapoteaban jugueteando en el lago, mientras los demas descansaban o correteaban también. "Parecen felices, y yo también soy muy feliz, ahora que tengo una familia". Esbozó una sonrisa, pero pronto se evaporó. "Pero... no soy feliz del todo, echo tanto de menos a Silver, es al que más echo en falta desde que ocurrió todo", " y a mi pequeña Yellow... seguro que es ahora más fuerte aun que antes, también echo de menos a Red...¡Oh!, ¡por Arceus!, si incluso echo de menos a ¡Green!."
    Alzó la vista de nuevo y vió esta vez como Cleffy y Jiggly se habían unido a la peleilla de agua de Blasty y Ditty. Por su parte, Granbull y Nidory se habían echo un ovillo y estaban tumbados sobre la hierba verde y fresca.
    "Y encima, mañana es mi cumpleaños,... no dudo que será muy especial, será el primero que pase con mis padres, e incluso vendrán más familiares, pero siempre me quedará ese vacío, no va a estar Silver. Ni Yellow. Ni ninguno de mis amigos."
    Blue sacudió su cabeza, como intentando sacar esos malos pensamientos de ella a la fuerza, pero obviamente, sin resultado.

    Bajó de la roca tan fácilmente como había ascendido a ella, y entró en la casa dispuesta a ayudar en las tareas a sus padres. Pasó el día con ellos, contándose anécdotas y relatos del pasado, que era tan largo que siempre faltaba algo por contar. Sus padres la enseñaron fotos de cuando era apenas un bebé, y cuando empezó a gatear.
    Había montones de albumes: Ella recien nacida, ella disfrazada de Voltorb, comiendose una galleta a medias con un Growlithe, correteando con ese mismo pokémon...

    — Mamá - dijo esta vez segura y sin meter la pata. - Me he fijado en que en montones de fotos, sale ese pequeño Growlithe junto a mí.

    — Fue nuestro primer regalo cuando naciste. - añadió su padre mirando al vacío, como recordando esa "lejana" época. - Conseguimos ese huevo para tí.

    — ¿Y donde esta?, ¿que ocurrió cuando yo... - vaciló un poco, pero consiguió decirlo fuerte y claro -...desaparecí?.

    — Se lo regalamos a tu tía, mi hermana. - dijo su madre. — Sin embargo, lo tienen como una mascota, ya que él nunca te ha olvidado.
    Blue frunció el ceño, extrañada.

    — ¿Ah no?.

    — No cielo. Se crió junto a tí y tú fuiste lo primero que vió al nacer de su huevo. Eso, un pokémon nunca lo olvida.

    También tenían fotos de Blue participando en deportes. Le contaron que era muy atlética, y que competía con niños mucho más mayores que ella. Poco a poco, iba conociendo más detalles de su antigua vida, antes del reclutamiento de The Mask of Ice.

    El resto del día pasó volando, y en menos que canta un Combusken, se encontraba en su cama, asimilando toda la información adquirida y pensando en como habría sido su vida, si hubiera sido una chica "normal". Y meditando sobre el tema, acabó profundamente dormida.

    El día siguiente amaneció para Blue mucho antes que el anterior.

    — ¡Blue!, despierta hija, ¡baja un momento al salón!.

    — Aogh... [Bostezó rascándose el enmarañado cabello.] — Ya voy, ya voy.

    Bajó de su cama, arqueó su espalda y tras inentar colocar un poco su pelo con sus manos, esquivó la ropa que tenía en el suelo, y bajo lentamente las escaleras hacia la planta baja sin recordar si quiera que día era aquel.
    Al llegar al penúltimo escalón por poco se cae de bruces.

    — ¡FELIZ CUMPLEAÑOS BLUEE!.

    Montones de familiares estaban en la planta baja de aquella enorme casa junto con gorritos, confeti y demás artículos de fiesta. Estaban ahí por ella. Y aunque Blue odiaba "las ñoñerías", para su gusto, fue la "ñoñería" más bonita que había visto en su vida.
    Se llevó las manos a la boca sorprendida y enseguida se cambió, y se puso, como recuerdo, el vestido que Silver le había regalado antes de separarse. Al ponérselo, sintió un gusto amargo.
    Tras vestirse, y arreglarse bajó a continuar la fiesta.
    Se sentía muy especial, ya que todos querían hablar con ella, compartir lo que no había compartido antes.
    Tras la larga comida familiar, llegó el momento de los regalos. Tras recibir una pila de hermosos regalos de sus familiares, llegó el regalo de sus padres.

    — Bueno, pequeña, nosotros, aunque sea un día muy especial, tan solo tenemos un regalo para tí. Por que bueno... el que te vamos a dar arhora, no se puede considerar un regalo, ya que es algo tuyo desde hace mucho tiempo. ¿Porqué no vas al jardín?.

    A Blue se le iluminó la mirada y corrió veloz hacia el mini-bosque de su casa. Alzó la vista y esbozó una sonrisa que casi no le cabía en la cara.

    — Esta un poco más crecidito pero...

    Ahí delante de Blue, había un enorme y robusto Arcanine. Ambos se miraron a los ojos. Sí. Era él. Blue no tenía duda. Era el mismo pokémon que tanto había jugado con ella cuando era poco mayor que un bebé. El Arcanine también la reconoció al instante, y como si hubieran estado juntos toda la vida, corrieron a abrazarse. Todos los presentes exclamaron un: "AWWWWWW" al unísono.
    Apareció cerca de Arcanine, su tía Annabel, la que había cuidado al pokémon de fuego hasta ahora y ella, y Blue hablaron un largo rato.

    — ¿De verdad no te importa que me quede con Arcanine, tía?.

    — Para nada Blue, ese pokémon esta unido a tí de forma muy poderosa. Además, no nos vamos a quedar sin nada.

    — ¿Qué quieres decir?.

    — Ya te presentaremos al hijito o hijita de tu Arcanine, cuando salga del huevo, claro. Espero que nos permitas quedárnoslo.

    — ¡Vaya! ¿Arcanine a criado?, ¡es genial!, y por supuesto que te puedes quedar al pequeño, tía. Es lo menos que puedo hacer, encima que me has devuelto a Arcanine.

    — Por cierto, responde por Arky.

    Blue sonrió y pensó para sus adentros. " Arky. Sin duda, son mi familia."


    La voz de su madre interrumpió sus pensamientos.

    — Cielo, y aquí llega tu regalo de verdad. Esta tras la puerta.
    Blue, más extrañada que nunca se dirigió a la puerta de la entrada con los nervios a flor de piel. ¿Sería otro pokémon?, ¿qué si no?, ¿un auto?. Blue no tenía ni idea, así que agarró decidida el picaporte y lo hizo girar. Lo que vió tras esa puerta hizo que se pusiera a llorar como una niña pequeña. Había un joven con un gorro, y unas gafas de sol que camuflaban totalmente su rostro, sin embargo, la cumpleañera supo quien era tan solo oyendo su voz.

    — ¿B-Blue?.

    La nombrada rompió a llorar y se lanzó a los brazos de su "hermano".

    — ¡Silver!, ¡no puedo creer que estes aquí!. - dijo entre sollozos.

    — Como iba a faltar el día de tu cumpleaños...

    El pelirrojo se quitó el gorro y las gafas y le limpió las lágrimas con la mano. Estaba exactamente igual que siempre. Tras un instante volvieron a abrazarse.

    — Y ademas, no vengo solo.

    Se apartó y aparecieron Yellow, Red y Green.

    — Oh ¡Yellow!. - dijo en cuanto vió a su pequeña amiga.

    — ¡Bluee!, no sabes cuanto te hemos echado de menos.

    — ¿ Cómo te va, has dejado de hacer "travesuras?, por llamarlo así. - dijo entre risas Red.

    — ¿Y a ti te ha crecido la neurona?. - dijo mientras ambos se abrazaban.

    Después, Blue miró a Green con intención de abrazarle también. Él. serió como de costumbre, dijo:

    — ¡Eh!, ni se te ocurra abrazarme, y no me mires con esa cara, me han obligado a venir así que...

    Blue no se lo tragaba y le miró con una sonrisa de cabreo.

    — ¡Oh!, ¡cállate!. - Y tras eso se estrecharon en un abrazo entre risas.

    La fiesta prosiguió y mucho mejor que antes. Por fin Blue pensaba que estaba todo en su sitio. Todo estaba perfecto.

    — ¡Eh! llevas puesto el vestido que te regalé... - dijo Silver.

    — Claro que sí bobo, en días especiales, objetos especiales. Por cierto, ¿qué tal llevas eso de ser el líder del Team Rocket?.

    Al momento, Silver se puso serio.

    — Bueno, mi padre sigue enfermo, y estoy intentando convencerle para que le ceda el puesto de líder a otro. Aunque, en parte, como ahora lo soy yo, tengo al Team Rocket detenido, sin hacer nada. Que es como deben estar, asique... no lo llevo mal. - dijo guiñándole un ojo.

    Blue esbozó una sonrisa. Todos habían cambiado a mejor.

    — Silver, no quiero que nos alejemos. He descubierto que te necesito a mi lado...no quiero separarme de tí.

    Silver se puso coloradísimo. Tenía la cara a juego con el pelo.

    — Euh... yo-yo, tampo-poco quiero que no-nos sepa-pa-re-mo-mos...

    La alocada chica le estrechó entre sus brazos una vez más y el líder oscuro y tierno joven se quedó pensando mientras sonreía.

    "Si supieras que mi mayor sueño es estar siempre contigo, Blue."

    La fiesta se alargó hasta la noche. Había sido la fiesta más bonita, más larga y más especial que había tenido Blue en su vida.

    "Ahora mismo, soy la persona más feliz ,feliz del mundo. Tengo a mi familia, a Silver, a mis amigos, mis preciosos pokémon...he pasado por muchas cosas malas, pero sí,... después de la tormenta, siempre llega la calma".


    FIN
     
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