1° Pluma Oscura --- El Fin y quizás el Inicio Era una tarde silenciosa, oscura, el atardecer, todo quieto, ni un sonido, ella sentía el peligro pero su sentido común hizo que ignorara la sensación y que le restara importancia, grave error. Caminaba por las desoladas calles, eso era lo más extraño, los únicos autos que habían, eran los estacionados, no había nadie, nada, creyo que solo era que no era una parte muy transitada de la ciudad, otro grave error, si era transitada, por pocos pero no debía encontrarse con esos pocos, ella estaba en peligro y ni siquiera lo sabía, en peligro mortal y ni sabia. Caminaba lento y curiosa mirando las casas que al parecer no mostraban señales de vida, estaba en una calle de casas abandonadas, eso fue lo que pensó con fastidio, pero nada la había preparado para lo que venía a continuación, sigilosamente varios la seguían, inusualmente saltando por los techos, ella ni los noto, eran tan sigilosos, para su mal, pronto ella comenzó a sentir miedo, rogaba ya salir de ese lugar y encontrar una calle conocida para regresar a casa, pero Tu muñequita – hablo un hombre por detrás de ella. Al instante sintió un enorme miedo, se miro, justo hoy tenía que vestirse asi, ella no es muy apreciada por el sexo masculino pero llevaba para su mala suerte, una falda negra corta, una blusa negra de tirantes bien pegadita y una chamarra café claro del tipo que tienen peluche en el gorro, se veía muy bien aun sin tener los senos muy grandes, ella era delgada, con piernas bien definidas y cabello negro, ella volteo hacia atrás y vio a más de uno, eso sí que era para infartarse casi del susto, trago saliva y los miro aterrada, con miedo, sus ojos miraban a los hombres pero el miedo la congelaba hasta tenia la respiración entre cortada. Tu pequeña, tú serás un buen regalo – exclamo el hombre de antes. Ella lo miro aterrada. ¿¡Regalo!? – pensó todavía más asustada – eso significa …….. Serás para alguien muy importante al que servimos, desde luego es solo para complacerlo, como no hay motivo especial, tu bastarás, además no estás mal y asi vestida de negro menos – dijo aquel hombre mientras se acercaba a la chica. Ella se sintió insultada, le había llamado poca cosa, pero seguía con miedo de él aun y aunque la hubiera insultado, mientras el avanzaba y ella buscaba aterrada la fuerza para huir, otro de los hombres se poso a su lado sin que ella lo notara, lo vio pero antes de siquiera reaccionar él la desmayo ya que le inyecto algo en el cuello. Minutos más tarde se veía como llevaban a la chica, el mismo hombre que la desmayo la llevaba en brazos y caminaban lejos, a las afueras de la ciudad, directo al bosque los hombres caminaban despreocupados por aquellos arboles hasta que se comenzó a ver un camino entre los árboles y un poco más allá, un mansión muy grande, los hombres se abrieron paso, entraron en la casa y caminaron derecho por varias partes hasta llegar a una puerta, la abrieron lentamente y se metieron, no había mucho en la habitación, solo estaba vacía, tenia enormes ventanas del lado izquierdo al entrar, al fondo, al otro extremo de la puerta estaba alguien, sentado en un sillón grande, cómodo, con muchos cojines, mirando unos papales en su mano, para estar ahí tenias que subir unos escalones, los hombres se quedaron a medio camino entre la puerta y el hombre escondido entre sombras. Amo, le hemos traído a esta mujer de regalo – hablo el mismo hombre de antes, parecía ser el líder del grupo. Todos los hombres de ropas negras esperaban la respuesta de su amo. Me an traído a esta mujer como regalo – hablo él con una voz medio fría pero a la vez sonriendo. Sí, mi señor Kuren – hablo el líder del grupo. Bien, se pueden ir, llamare a una sirvienta para que lleve a mi visitante a una habitación más cómoda – les respondió su amo. Lo hombres sonrieron triunfantes de haber complacido a su amo y se marcharon. Más tarde en otra habitación, yacía aquella chica raptada, dormida en una cama, su nuevo dueño la miraba pensativo, no era muy normal que una mujer le provocara ternura, era muy extraño para él, disfrutar, verla dormir muy apacible, dejo ese pensamiento a un lado cuando poso su mirada en su pecho, traía un collar bajo la blusa, ella tenía ese collar ya hace mucho, no recordaba ni porque ni como lo consiguió, pero lo tenía desde hace mucho, el jalo el collar para ver cómo era y su expresión de curiosidad paso a la de asombro, era definitivamente un collar de un angel negro y no de cualquier angel negro, en definitivo el sabia a quien le pertenecía y cuando se había vuelto posesión de una niña humana de cabellos negros, ella ya le pertenecía a alguien desde hace mucho, por costumbre un amo de una humana le pone su emblema en forma de collar para que el mundo sepa a quien le pertenece, el recordaba muy bien todo, obvio ella no, pero el sí y que la chica conservara el collar bastaba, bueno cuando una humana trae el collar con el emblema de su amo no se lo puede quitar, solo él, pero si se lo puede quitar si su intención es de dejar de traerlo un rato y luego volver a llevarlo, ese collar lo cambiaba todo, todo completamente, ahora ya entendía el porqué de todo, era por ella, ese collar había sido la respuesta. Tu, no espere volver a encontrarte, perdí esperanzas, pero si hay algo que recuerdo bien, es que eres mía desde hace años, desde el momento en el que te puse el collar – dijo aquel joven que tenía entre 19, 20 o 21 años sonriéndole a su humana que tanto extraño, añoro y anhelo, su amada humana estaría con el de nuevo y no la perdería incluso si ella ya no lo recordaba, ya que a diferencia de los ángeles negros que recuerdan todo con detalle, los humanos olvidan todo muy fácil, en especial lo que le ocurre de niños, sonrió al mirar de reojo a su humana y notar algo, el era un hombre y ella ya no era una niña. Tiempo más tarde en la misma habitación la chica despertaba, se movía entre las sabanas cómodas que estaban encima de ella, pero al segundo callo en cuenta de su ultimo recuerdo, abrió los ojos y miro confundida hacia los lados y vio al joven de cabello negro sentado a un lado de la cabecera de la cama, junto a ella. Quien eres tú – pregunto ella confundida. Tu nuevo amo – respondió el. Como que mi nuevo amo – pregunto ella aun más confusa, y asustada. Asi es, soy tu nuevo dueño – le respondió Kuren sin titubear. Pero eso es……. – replico la chica enojada e indignada. Tu eres mía – dijo Kuren secamente, obvio esto asusto a la chica. Suya, suya, suya, como demonios acabe aquí – pensó la chica casi reclamando. Ten, come – le dijo Kuren y le paso una bandeja con comida – vamos tómala. Ella se moría de hambre asi que accedió y empezó por comer un poco de la fruta que había, unos minutos más tarde el volvió a hablar. Mira asi están las cosas, tu ahora eres mía, pórtate bien y no te castigare – hablo Kuren muy serio – pero si te portas mal, entonces ya verás. ¿Portarme mal?, que es lo que tengo que hacer aquí – pregunto ella temerosa. Tu única obligación, lo único que tienes que hacer para que no te castigue es no intentar escapar, quedarte aquí, conmigo, eso nada mas – respondió el. Si pero además de eso – pregunto la chica, una pregunta ya muy obvia. Acostarte conmigo desde luego – respondió Kuren como si fuera cualquier cosa. Eh, yo no puedo hacer eso – dijo la chica. Claro que sí y lo harás – dijo Kuren esta vez un poco enojado ya que si recordara ella no se negaría. Voy a tener que vivir aquí – dijo la chica débilmente con mucha tristeza. Cálmate, no estés asi, solo tienes que portarte bien y ya – dijo Kuren como si estuviera preocupado y lo estaba, tal vez el era la causa pero eso no evitaba que en cuanto la veía triste quería consolarla. Kuren se acerco lentamente y le acaricio la mejilla izquierda, ella se asusto un poco ante este acto pero no lo rechazo, todo paso en un segundo muy rápido, de un momento a otro los labios de ella se volvieron muy irresistibles para Kuren y la beso, el beso era lento pero pasional, ella no tenía idea de porque pero hacía rato que ya le correspondía, ese sentimiento era tan familiar pero ella no recordaba haber besado asi a nadie, era muy extraño pero delicioso. El la recorría con sus brazos en la cintura, de un momento a otro él la acostó sobre la cama mientras la seguía besando, el fue muy rápido, le quito toda la ropa como si se le fuera la vida en ello, para sorpresa de la chica el sentimiento de familiarísimo volvía a aparecer, sentir como el desnudo la besaba estando sobre ella no le incomodaba, mucho menos le asqueaba, parecía disfrutarlo y eso es lo que más temía, ni lo conocía e iba a ser el primer hombre con el que se acostara, esos pensamientos fueron sacados de su mente lentamente ya que las ganas de corresponderle eran cada vez más grandes, ya hacía tiempo que ella y el estaban haciendo el amor sin parar, parecía que ni querían parar. Mas tarde cuando todo acabo ella cayo dormida, quizás era porque solo había comido una vez y poco después de la droga que le inyectaron o por ese ejercicio pero estaba muy cansada tanto que apenas la soltó Kuren ella se quedo dormida, dejando a un aun despierto Kuren admirarla, eso de solo mirar a las mujeres no se le daba mucho, solo con ella, esa humana había tenido una facilidad infinita para encantar sus ojos desde que la vio por primera vez cuando el tenia once años, era un regalo caído del cielo justo para hacerlo feliz a él, no era de esperarse que el la quisiera con el todo el tiempo, si algo había que amaba en esos días era jugar en los jardines con ella, pero llego el triste día en el que a ella le entraron las ganas de visitar a su mama, sería un tiempo corto y luego regresaría………………………… Hace años Había dos niños en un jardín, ambos de cabello negro pero uno más alto que el otro, el niño de once era obviamente más grande que la pequeña de cinco, estaban cercas del muro que rodeaba la mansión. Te voy a extrañar mucho – dijo el pequeño. Yo también Kuren – le respondió la niña. Ambos parecían muy tristes de despedirse, Kuren de repente abrió su mano echa puño y se vio un collar idéntico al que cuelga del cuello de la joven de dieciséis años en el presente, el niño le puso el collar a la niña y hablo. Te dije que ya eras mía pero ahora es oficial – dijo Kuren. Los ojos de la niña se llenaron de alegría. Enserio, ahora soy tuya oficial, y que no se te olvide porque volveré muy pronto eh Kuren – dijo la pequeña con alegría. Yo nunca me olvidaría de ti, Lia, tú eres mi amante y lo serás siempre, siempre vamos a querernos, te lo aseguro – dijo Kuren muy seguro. Claro – dijo la pequeña y asintió. Un poco después la niña fue acompañada por Kuren y un hombre alto de cabello negro que parecía ser el padre de Kuren hasta la ciudad, curiosamente hasta la misma parte de la ciudad en que la muchacha se hayo a los hombres que la llevaron a la mansión de Kuren, ahí ellos la dejaron sola y se escondieron, es que ella antes le había enviado una carta a su mama con magia diciéndole que ahí estaría hoy, por supuesto ahí estaba la mujer, el problema era que no sola, estaba la policía que había sido avisada de la carta y la prensa, cuando Kuren escucho que la mama le decía que ya no se iría de su lado, Kuren quiso ir pero su padre lo detuvo, era cierto, los humanos no eran rivales ni para un joven angel negro pero los ángeles negro debían quedarse como un mito y no como algo real, la mujer le preguntaba incesantemente a su hija que le habían hecho pero ella siempre decía lo mismo, nada malo, quiero ir con Kuren, y cuando le preguntaba porque no quería que le quitaran el collar decía que porque se lo había regalado Kuren, ella lloro y lloro pero su madre solo la ignoro, se la llevo lejos de su amado Kuren. El presente, en la habitación a la que fue llevada Lia. Kuren se durmió abrazando a Lia, algo que lo reconfortaba mucho. En la madrugada Lia se despertó, ya había dormido mucho asi que ya no estaba tan cansada a pesar de sus dos desafortunados encuentros con personas que no debía, bueno ella al menos asi lo creía. Miro a un lado y vio a un dormido Kuren, aun ni se podía creer lo fácil que había aceptado acostarse con él pero ahora algo atormentaba su mente y era que él estaba dormido y ella se podía escapar, lo pensó muy poco tiempo, nada mas unos segundos y luego tomo su ropa, se vistió de prisa y se aproximo a la puerta, tuvo cuidado de no despertar a Kuren y cerró la puerta, deambulo por los pasillos hasta que hayo unas escaleras, bajo y vio muchas puertas pero al lado en medio de muchas ventanas estaban dos puertas de cristal directo a un jardín con muchos árboles, esa era una salida más rápida. Se dirigió a la puerta y llego al jardín, su objetivo era el muro que rodeaba la casa, en esos momentos nunca haber sido tan femenina daría fruto, si se apoyaba en un árbol que estaba junto a la pared se podía escapar, trepo con mucho cuidado pero cuando iba a alcanzar el borde unas manos la tomaron de la cintura y la jalaron ella callo de pie, asustada se dio media vuelta y se encontró con un enojado Kuren. A donde ibas – pregunto Kuren muy enojado pero serio. A mi casa – respondió con miedo Lia. Y enserio creías que lograrías escapar de aquí – pregunto Kuren esta vez sonriendo. Bueno, eso intente – respondió Lia intimidada por él. Pues no fuiste buena, pero ya te lo había dicho ¿no?, tenias que ser buena y lo único que tenias que hacer para considerar que te portabas bien era una cosa, no escapar, pero no te preocupes, ya no tendrás otra oportunidad, apenas amanezca pondré vigilancia por todos lados y no será a invasores a lo que tendrán como misión serás tu y pobre del imbécil que te deje ir por error, primero lo castigo y luego te cazo por todo el bosque, te hayo y te arrastro de vuelta aquí y te encierro en ese cuarto por meses si es necesario, ni mis hombres ni yo somos normales, debiste al menos ver que alguno tenia mínimo gran velocidad – le dijo Kuren muy enojado a Lia. Era cierto, el hombre que le había inyectado la droga apareció junto a ella de la nada y ella ni siquiera noto desde cuando era seguida. Si – respondió Lia temerosa. Bien, pues eso me lo facilita, ahora si te comportaras no – dijo Kuren muy frio y serio. Lia ya estaba cansada, tenía miedo y enormes ganas de llorar. Y porque rayos me tienes a mí, hay mujeres mucho más hermosas en el mundo, déjame ir, yo no soy tan atractiva podrás tener mejores, déjame a mi – grito Lia casi a punto de salirle lagrimas, desesperada. No quiero a otras, te quiero a ti – le respondió Kuren igual, gritando. Esa había sido la gota que derramo el vaso, ya no aguantaba más, ella había dado en el punto clave. ¿A mí? – pregunto Lia confundida. Si a ti – respondió Kuren más calmado. ¿Por qué? – dijo Lia sin disimular mucho su incredulidad. Porque eres mi amada Lia que conocí hace años – dijo Kuren en tono débil casi suplicando que no lo tratara mal, al oír esto ella cambio su cara por una de sombro – tu ya no lo recuerdas pero yo te di ese collar que llevas, justo en este mismo lugar donde estamos parados, desde hace años tu ya eras mía, fue solo coincidencia que mis hombres te trajeran pero aun asi, estuve feliz de volverte a ver porque hace tiempo había perdido la esperanza de volverte a encontrar. Todo estaba en silencio, Lia ni se lo podía creer, su cara reflejaba sorpresa pero más le dolía la mirada triste de Kuren, le afectaba que él se sintiera mal, sus deseos de abrazarlo eran muy grandes tan grandes que no los pudo contener, avanzo caminando lento, se pego a Kuren y lo abrazo con mucha fuerza, ante este acto Kuren se sintió confundido pero reconfortado. No recuerdo eso que dices – hablo Lia sin dejar de abrazarlo, al oír eso Kuren se sintió mal de nuevo, temiendo que ella digiera algo que le dolería aun mas – pero aun asi, al verte mirándome asi, no pude evitar querer consolarte más que nada en el mundo, mi deseo fue más fuerte que yo, tenía que abrazarte y consolarte o no podría seguir viviendo, al menos asi se sentía, te creeré porque, no sé como conseguí el collar pero sé que nunca quiero apartarlo de mi y aunque no te conozco según yo, aun asi quise entregarme a ti sin dudarlo apenas y me besaste. Kuren no podía evitarlo, el sentirse feliz era algo inexplicable, como si las palabras de Lia fueran una extraña magia que te revive, más feliz no podía sentirse, Kuren amaba a Lia y escuchar eso de su boca era como el mejor de los regalos que podían existir, aun sin recordarlo, aun lo mantenía con ella, no sabía porque ni a quien, pero ella aun sentía algo por él y eso era suficiente, igual que a él, en vez de hacerse el amor más pequeño con el tiempo, se hizo más grande con los años y el amor entre dos niños pequeños se convirtió en uno más profundo aun y a pesar de que ella no recordara. Lia, te amo y aun si no recuerdas, te quiero junto a mí, me podrías perdonar por no dejarte ir – pregunto Kuren. Si, te perdono, no sé porque, pero tus palabras son cálidas y no me producen algún enojo, realmente no entiendo pero te perdono – respondió Lia a su “amo” – pero no debo llamarte amo ¿verdad?. No, tu si puedes llamarme por mi nombre, a mi me encanta oír de tu boca mi nombre, nunca podría enojarme si sale de tus labios – respondió Kuren con una gran sonrisa. Muy bien, Kuren – le dijo Lia con una sonrisa. ¿Kuren?, espera como sabes mi nombre – pregunto Kuren sorprendido. Ah, cuando me besabas tuve unos recuerdos d unos segundos nada claros que no entendí, pero hubo uno en el que oía la voz de una niña llamar a un niño de cabello negro asi – respondió Lia sonriente. Ya veo – dijo Kuren calmado y sonriente – realmente me gusta que digas mi nombre, aun más de lo que recordaba. Kuren tengo frio – dijo Lia aunque no era verdad. Ella se esperaba que el la llevara abrazándola hasta la casa pero no esto obviamente. El la tomo en brazos y la cargo cruzando hasta la puerta de cristal, las escaleras y los pasillos hasta llegar al cuarto de antes, ahí después de abrir y meterse la bajo por fin, ellos aun seguían junto a la puerta mirándose fijamente, para sorpresa de él fue esta vez ella que al estar adsorbida por los ojos del otro se acerco a él y lo beso, el tardo solo medio segundo en corresponder, los besos eran cada vez más apasionados, Kuren se quito la camisa y dirigió a Lia directo a la cama. Minutos más tarde estaban desnudos bajo las sabanas, Lia esta vez estaba bien con eso, si la ultima vez los besos de Kuren la habían hipnotizado y la hacían sentirse segura mucho más ahora que ya lo había hecho con el antes y por eso esta vez no le dolería tanto cuando Kuren entrara en ella igual que la vez pasada, lo deseaba tanto que sentía que moriría si alguien por alguna razón los interrumpía, tal vez no recordaba a Kuren pero de algo estaba segura ni idea si era amor a primera vista pero Kuren le encantaba y no solo porque le parecía muy atractivo, el realmente le encantaba mucho y ella a él aunque la última vez que la vio fue cuando ella tenía cinco años nada que ver con las curvas y piernas que ahora tenia, también una cintura delgada y unos labios muy deseables, en definitivo los dos estaban hechizados por el otro. Lyzz: esta es mi historia que escribo a mano por eso me tardo en publicarla
¡Hola! Cariño, te voy a ser sincera, me choca como separas los párrafos aún cuando no van, edita el capítulo y acomódalo, por favor,e sincómodo leerlo así. No los separes al menos que lleven un punto y final. Algo así, segundo, para los diálogos debes usar el guión largo, puedes leer sobre esto en herramientas para escritores, puedes obtenerlo presionando: alt+0151, los demás detalles te los remarcará una beta reader o alguien con más experiencia! ^^ Ahora sí a la trama, te diré que me encanta, me fascinó, amé a Kuren y como ella llevada por los recuerdos se entrega a él, me gusta mucho como describes...así que espero la continuación, espero no te haya molestado mi observación. ¡Avísame cuando la continúes!
no es qe esten mal separados es solo que ya tenia que volver a clases y lo subi rapido, nada mas, no lo edite bien, en cuanto a los guiones largos si los pongo, cuando los escribo en word ahi estan yo solo le di, copiar y pegar, no se que paso, por cierto quizas mañana suba el 2, ya lo termine.
o.O! Perfecto entonces, entiendo que los hayas subido rápido, tranquila, seguro que en el segundo te lucirás! ^^ Esperaré leerlo. :)