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    [KaD...!!]

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    Título:
    Heredero
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3351
    Heredero

    Heredero
    Summary: Después de haber nacido en la hacienda de los Turrel, y haber permanecido 17 años en esta, no había muchas novedades, pero la llegada del heredero cambia todo…
    Antes que nada, aviso que el sobrenombre de Isabella lo saqué de un libro llamado Crepúsculo un amor peligroso, pero no tiene nada que ver con la historia, ya esto aclarado, continuamos…
    Primer capitulo: Dorados…
    Mi aburrida vida en las afueras de Lakewood, California donde la hacienda de los Turrel se ubica; Mi familia siempre ha permanecido junto con la de ellos, solo que nosotros solo obedecemos órdenes, y ordenes.
    Toda esta zona es Verde, hace mucho calor y a veces mucho frio, ahí un pueblito cerca de la hacienda llamado Little Ville (invención mía)
    Nací en la hacienda, y aunque no quiera, moriré en ella, nunca ocurre nada interesante, solo de ves en cuando, que los Turrel tenían problemas con otros hacendados, o cuando ahí peleas o desastres naturales.
    Claro, Isabella Brown siempre era la que tenía que cocinar, enseñar a los niños y además salir a comprar las cosas que necesitaba la hacienda, si eso era explotación, aunque claro que lo hablo siempre dicen que soy “perfecta” para ese trabajo.
    ////*/////*////
    De nuevo sonó el despertador a un lado mío, lo trate de tirar pero la mano de alguien me detuvo.
    .Que estas loca- me regaño una voz ya conocida por mi, mi mejor amiga Anne Garcia, una voz que reconocería hasta muerta. Ella tenia el pelo mono, ojos cafés y era alta, o por lo menos más alta que yo si.
    .Simplemente tengo sueño- Me puse la almohada sobre la cara tratando de tapar la molesta luz que entraba por la ventana.
    .Vamos, Bella…Tienes que preparar el desayuno- Me quitó la almohada de la cabeza. –Que mala- pensé.
    .Ya, ya- Indignada, me levanté, vi a sango, ella estaba ya vestida con unos jeans negros y una camiseta morado oscuro, es cierto estábamos en el año dos mil siete y los Turrel con la onda de las haciendas, definitivamente necesitaba salir un poco más del campo.
    Me metí al baño, y deje que el agua me quemara la piel, en esta época el frio era insoportable.
    Salí temblando de frio, entre de nuevo al cuarto, cerré las cortinas de encaje blancas y saqué unos jeans entubados oscuros, me puse una camisa fucsia muy oscura con un pequeño escote cuadrado y mis típicas bailarinas negras.
    Me cogí una ‘’mogolla’’, siempre me la ponía para cocinar, me deje caer el flequillo sobre un ojo; la mogolla estaba muy desorganizada.
    Salí corriendo del cuarto, pronto despertarían los Turrel y si no encuentran el desayuno seguro se molestaran.
    Bajé a la cocina por las grandes escaleras de mármol, corrí por un espacioso corredor, giré a mi izquierda y encontré la puerta de madera de la cocina, la abrí y ya estaba Sango sacando unos ingredientes.
    Me puse el delantal blanco que me llegaba más abajo de las rodillas, y un gorro de chef que me lo ponía para verme más profesional.
    Anne me pasó los ingredientes.
    .Gracias- Murmuré prendiendo fuego a una de las estufas y poniéndole encima un sartén.
    Cociné unos panqueques, hice jugo de naranja, una ensalada de frutas y serví cereal.
    Ellos acostumbraban a comer mucho, así que cocinaba mucho.
    Anne, yo, Rita y Caroline nos apresuramos a arreglar la mesa y poner en orden la comida.
    Rita era la mayor de nosotras tiene el pelo castaño, ojos verdes y es un poco gorda, pero preferimos la palabra acuerpada, después le seguía Rita ella tiene el pelo castaño oscuro, es baja y es flaca, Anne y la más chica soy yo, que tengo el pelo negro, muy negro, lo cual me alegra muchísimo, me agrada mi figura, soy flaca, aunque a veces me siento un hueso al lado de las demás personas.
    Anne, Rita, Caroline y yo somos…Somos como hermanas, pues nos criamos juntas, vivimos juntas…
    Rita tiene novio, su nombre es William, no sabemos mucho de el.
    Anne también, su nombre es Christian y es mi mejor amigo, trabaja en una de las haciendas vecinas.
    Y bueno Caroline y yo somos las apartadas…Jajaja, nunca hemos tenido “algo” serio con alguien, eso es ciertamente muy frustrante.
    Estábamos hablando animadamente, sobre la fiesta que iba haber en Colorado, claro que íbamos a ir, era festivo y los festivos no trabajábamos, pero nos interrumpieron las pisadas de Janice Turrel la esposa del dueño de la hacienda.
    .Hola pequeñas- Saludó maternalmente la señora Turrel, ella era calmada y cariñosa una excelente persona, le teníamos mucho afecto.
    .Buenos días, señora Turrel- Saludamos las tres dando una pequeña reverencia con una sonrisa en la cara.
    Se sentó al lado de la silla del señor Anthony Turren, el dueño de la hacienda, casi siempre demoraba en bajar, era normal en el.
    Nosotras simplemente teníamos que pararnos haber si necesitaban algo, si teníamos algo que hacer nos íbamos si no…Tocaba quedarse paradas como unas idiotas esperando ordenes, solo ordenes.
    Después llegó Anthony, con una sonrisa, caminando tranquilamente hasta la mesa.
    .Hola chicas-Saludó el con aire confiado, así era el… Era muy cariñoso, atento y cálido, tenia unos 45 años, los cuales no se le notaban en lo más mínimo.
    .Buenos días, Señor Turrel- De nuevo hicimos la reverencia, si no la hacíamos, nuestros padres seguramente nos castigarían o algo por el estilo.
    Seguido de nuestro saludo, llegó el hijo de los señores Turrel, Daniel…Era frio, y pareciera que en vez de corazón tuviera un hueco.
    .Buenos días, Señor Daniel- Saludamos de nuevo las tres; Yo no se ellas pero ya me dolían las piernas de tantas reverencias.
    El simplemente se sentó al lado de su padre, y al frente de Janice.
    .Anne puedes ir a la cocina y revisar que ingredientes nos faltan- Janice miro Anne, obviamente la palabra puedes era cortesía, era obligatorio, así que mi amiga asintió y se fue directo a la cocina.
    Pasaron unos cinco minutos para que me llamaran.
    .Isabella, querida por favor puedes ir al pueblo a comprar algunos platos, y una mantel…Ah! y unos vasos…Y no olvides las velas- Esta vez Anthony me hablaba, aunque prefería mil veces que me dijeran Bella, no lo podían corregir, no al menos de que mi quisiera meter en problemas.
    .Es que tenemos una visita, en verdad se nos va a unir alguien- Anthony sonrió mirando a su esposa.
    .Claro, señor; Con permiso- Me fui a mi recamara de nuevo, me quité el delantal y el gorro de chef, me limpie la cara manchada de harina (de panqueques) y me quite la molesta mogolla. Me peine el pelo, aún estaba un poco húmedo, así que quedo brilloso.
    Cogí una mochila negra, me dirigí de nuevo al comedor, avisé que ya me iba y casi corrí a la puerta.
    Cuando salí me alegre de estar afuera, odiaba tener que tratar a la gente como si fuera de la realeza, los quería como si fueran de mi familia, pero a mi familia la trataba informalmente, bueno eso hacían las familias normales.
    Fui hasta el establo, el establo era hermoso, era todo café, hecho de tablas de madera, con el techo hecho de tablas también, amaba ese establo, y también los caballos, me entré cuidadosamente, pasando con cuidado sobre el aserrín.
    Busqué el caballo que me habían asignado…
    . ¡Kayla!- grité de emoción al ver aquel caballo negro con una pequeña mancha blanca en forma de luna en su pata delantera.
    La saque cuidadosamente del establo, le acaricie el cuello, le di una palmada en el muslo de su pata trasera, la desempolve y la monté.
    Llevaba 10 años con esa yegua, desde que tenía 7 años, recuerdo lo rebelde que era.
    Salí del establo sobre mi Yegua, me despedí de los guardias de seguridad, y salí pro el camino rocoso, pobre yegua, el camino estaba lleno de piedras.
    Galopé cuando era ya un camino de pasto, pasamos unos árboles, hasta que vi el letrero con letras corridas seguro por la lluvia, este decía “Bienvenidos a
    Galopé hasta llegar a Little Ville, un pueblito chico, pero colorido y tenían gran variación de cosas, habían muchos árboles y un riachuelo cerca de ahí.
    Cuando llegué amarré a la yegua a un árbol, le di unas palmadas en el cuello, y caminé hasta llegar a la tienda más cercana, al llegar ahí, empecé a buscar distraídamente un mantel, caminé por varios pasillos, sin darme cuenta cuando pise a alguien.
    . ¡Tenga más cuidado!- Gritó alguien al lado mío.
    .Lo lamento, señor- Estuve a punto de mostrarle el dedo del centro, pero me di cuenta de que era alguien importante debido a su ropa, así que decidí ser precavida.
    Levanté mi cabeza, y me di cuenta de lo baja que era, le llegaba un poco más debajo de los hombros a ese sujeto, parecía una niña de cinco años.
    Cuando me fijé en su cabeza, me di cuenta del extraño color de su pelo, era grisáceo, era un poco largo y desordenado, cada punta indicaba un dirección diferente, después bajé mi mirada hasta su rostro, sus ojos era dorados, como los de los Turrel, tez blanca y cara perfecta, menuda gente con la que me tropezaba.
    Bajé la vista de nuevo avergonzada, y me di cuenta que aún tenia mi pie sobre el de el, lo quité lo más rápido que pude, y me fui a otra sección antes de que ese desconocido se enfureciera más de lo que estaba, no pude evitar reír al llegar a otro pasillo de la pequeña tienda, simplemente porque era un tonta despistada, y por la cara que tenia ese sujeto.
    Escogí un mantel blanco sencillo, con un bordado alrededor, unas copas de cristal y unas velas no muy delgadas blancas, también compré servilletas de tela, unos tenedores y unos platos blancos con decorados elegantes.
    Fui a pagar eso con la plata que los Turrel nos dejaban semanalmente para comprar las cosas necesarias para la hacienda, al llegar a la fila, me encontraba detrás de aquel sujeto al que había pisado, quería reír otra vez, pero me contuve.
    .Buenas tardes- Saludó el desconocido a la señora de la caja, tenia una voz varonil, un poco gruesa.
    Vi que compraba chocolates, gomas, chicles…Un sin fin de dulces, y a mi se me derretía la boca mirando solo el nombre de aquellos apetitosos manjares.
    Cogió sus bolsas y paso al lado mío, y por casualidad dejo caer una de esas bolsas sobre mi pie.
    . ¡Mierda!- Grité cuando la bolsa cayó sobre mi pie, le mostré el dedo del medio aquel señor.
    El solo me miró con burla, y se fue como si fuera la persona más importante del mundo, ¡Ja! yo también soy importante en cierto sentido, ¡y además limpio, compro, enseño y estudio! supongo que el solo ¡come, duerme y trabaja!
    .Buenas tardes- Saludé con una sonrisa a Trinity, la dueña de la tienda, siempre venia a comprar aquí, la conozco desde antes de que tuviera tantas arrugas como ahora.
    .Hola, mi niña- Trinity cada día se hace más vieja, y le sale otra cana, ella tiene unos…80 años.
    Pase las cosas que había elegido anteriormente y pagué, después de todo no salió tan caro.
    Cogí las cuatro bolsas blancas que contenían las compras, me apresure a llegar a mi caballo, colgué las bolsas a los lados de la silla, y después me monté yo, le di una pequeña patada a la yegua para que andará más rápido.
    Pasé de nuevo por la senda rocosa, después para acortar camino, me metí en uno de los potreros de una de las haciendas vecinas, seguro si me veían, llamaban a la policía, pero era necesario llegar rápido.
    Después de unos quince minutos, llegué a la puerta de la hacienda de los Turrel, es grande, muy, muy grande… ¡Con unas zonas verdes que ocupan medio Japón!
    Me bajé del caballo, y con la llave que siempre tenia que cargar, abrí el candado de la puerta de metal negro, saludé a algunos guardias, y me dirigí al establo a dejar a mi yegua.
    Llegué de nuevo al establo, abrí la puerta con cuidado y la lleve hasta su corral.
    .Buena, chica- Dije cuando de la quité la silla.
    Le eché un poco de agua para refrescarla, la peine y le dejé comida.
    De nuevo cogí las cuatro bolsas, salí del establo y le di la vuelta a la hacienda para entrar por la puerta de atrás.
    . ¡Apúrate!- gritó Anne, con el delantal puesto aún.
    .Voy, voy- Trate de calmarla, y tratar de calmar a Rita y Caroline que tenían cara de frustración.
    Nos dirigimos con las bolsas al comedor, mientras Rita y Caroline limpiaban la mesa y las sillas, Anne y yo nos apurábamos a terminar de calentar la comida.
    Cuando Caroline y Rita terminaron, procedieron a poner el mantel, los individuales y los portavasos.
    Después llegamos Anne y yo con bandejas repletas de comida, Rita y Caroline pusieron los platos y tenedores, mientras nosotras poníamos cada porción de comida, después pusimos a cada puesto un plato con ensalada, pusimos las copas y las llenamos de champagne, el postre era para cuando terminaran de comer.
    Terminamos de arreglar la mesa, cuando llegaron los señores Turrel.
    .Excelente trabajo, chicas- Felicitó Janice, ella iba vestida con una camisa de cuadros cafés claros y blancos, una pantalón café lizo y unas botas negras de tacón.
    .Gracias- Dijimos las tres al unisonó, exhaustas.
    .Ahora vayan a cambiarse, pónganse lo más elegante que tengan- Ordenó Anthony, el iba vestido con un saco beige y un jean negro.
    .Si señor- Dijimos saliendo del comedor y subiendo rapidísimo las escaleras para llegar cada una a una recamara diferente.
    Cuando llegué a la puerta de madera de mi cuarto, no pude evitar ver mi cama desorganizada, el televisor prendido, unas prendas de ropa tiradas…
    Grité en mis adentros… ¡¡ ¿Elegante?!!
    Pasé encima de la ropa, para llegar a mi armario, era café con bordados en espiral, era bonito.
    Busqué en mi armario, encontré unos pantalones negros entubados, me los voy a poner con una camisa larga negra pegada de manga tres cuartos, con un escote cuadrado, me alisé el pelo, me puse unos aretes pequeños, y unas bailarinas negras y me deje caer el flequillo en el ojo.
    .Excelente- Dije viéndome al espejo, no me veía para nada mal…
    Bajé rápido las escaleras, abajo se encontraban ya Ayame, Rin y Sango…Las tres se veían bellísimas.
    Nos dirigimos al comedor, ahí Janice y Anthony ponían las sillas en orden.
    .Excelente muchachas, ahora solo esperemos a que llegue Thomas-Janice tenia una sonrisa de oreja a oreja, pero ¿quien rayos era Thomas?
    Lo primero que pensé cuando dijeron que alguien se les unía, pensé que Janice estaba embarazada o algo así, pero que venia alguien…No me lo imagine, que pereza, ahora me toca comprar más cosas y lo peor ¡cocinar más!
    El timbre interrumpió mis pensamientos.
    .Isabella, cielo por favor habré la puerta- Pidió maternalmente Janice, yo solo asentí con una sonrisa.
    Caminé por el corredor, hasta llegar a la gran puerta de madera elegante.
    Puse mi mejor sonrisa para el nuevo integrante de la familia Turrel abrí la puerta y apenas vi a la persona detrás de esta se que quitó al sonrisa.
    No puede ser- Pensé asustada…El hombre al que le mostré el dedo del medio, estaba frente a mí con la misma cara de sorpresa que yo.
    Continúara..
    Hola, acá les traigo la primera parte de mi historia n.n esta historia la había hecho como FanFic de Inuyasha, que tambien se encuentra aqui en cemzoo, si quieren leerla la puse hoy...Bueno ójala les guste, e a mi me encanta como esta hiendo, y en verdad me encantaria que postearan y toda la cosa...
    Besos!!!
     

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