una historia más...

Título: Una historia más...
Tipo: Narrativa / cuento
Resumen: La protagonista de la historia se sumerge en un viaje en el que intenta encontrar su pasado, y antes de empezar el más significativo para ella, decide escribir los momentos importantes y sus pensamientos, para lograr hacer, "una historia más"
Advertencias: soy estudiante, no podré ser muuuy constante en subir cap.
Género: Misterio/ suspenso/ aventura
No. de palabras: 240

Prólogo​

​

En estos momentos pienso que, si todos escribiéramos un poco de nosotros o de nuestra vida cada día, al llegar a cierto punto tendríamos un gran libro de historias interesantes que contar. Interesantes para algunos, aburridas para otros, identificativas para más de uno y nada mas que una simple lectura más para muchas personas.
Aunque eh querido escribir mi historia desde hace tiempo, siempe encuentro algo más urgente que hacer, por idiota que sea, no es que sea narcisista, pero pienso que no hay nada más importante en el mundo de cada persona, que la persona misma. Porque si no eres importante para ti, es difícil ser importante para otro más.
Historias, historias, historias. Suena como algo tan común y cotidiano….¿qué lees? Un libro ¿de qué? Es una historia. ¡Vamos te tengo que contar algo¡ y al final solo es una historia más. Lo interesante en este punto no es la palabra historia, sino lo que hay detrás, los personajes, las circunstancias, los paisajes, los sentimientos, las palabras que se dicen , las que no, las que llegan al lector y las que el autor después tiene que explicar, las que hacen especial a cada relato contado o escrito, tal vez dibujado; pero lo más importante es recordar al final, nos sirve para agarrar lo bueno, desechar lo malo y tener una herramienta más para la vida. Bueno es solo una pequeña reflexión con la que empieza una historia más.​

 

Título: Una historia más... ( capítulo 1)
Tipo: Narrativa / cuento
Resumen: La protagonista de la historia se sumerge en un viaje en el que intenta encontrar su pasado, y antes de empezar el más significativo para ella, decide escribir los momentos importantes y sus pensamientos, para lograr hacer, "una historia más"
Advertencias: soy estudiante, no podré ser muuuy constante en subir cap.
Género: Misterio/ suspenso/ aventura
No. de palabras: 670


Capítulo 1:

Mi nombre realmente no importa mucho en estos momentos, pienso que puedo relatar tranquilamente sin necesidad de revelar un dato tan insignificante en estos momentos.

Algo de mi historia personal: me gusta vivir y viajar, más tiempo y más lejos cada día, entre más se viaja más se conoce y más sabiduría adquiere la persona. Mi razón por la que viajo es porque quiero saber quien me creo y porque estoy aquí.
Desgraciada o afortunadamente no se mucho de mi pasado, un buen día abrí los ojos mientras una mujer me cargaba, diciéndome que todo iba a estar bien, que cuidaría de mi, seguida muy de cerca por un chico unos años mayor que yo. Esto paso cuando tenía 9 años, lo que me dejo con la gran duda de que había sido de mi antes de ese momento.

Al caminar y andar por las calles y caminos veo como los niños corren y gritan: “mamá, mamá” y una mujer los recoge y abraza. Tiempo después ocurre lo mismo pero con la palabra “papá” y un hombre haciendo algo similar a lo que momentos antes hizo la mujer.

Probablemente yo también tuve padres, probablemente no; es por eso que comienzo este viaje, a pesar de que esa persona no estuvo de acuerdo, en fin, es mi vida y yo sabré lo que hago.

Veo el mapa una vez más, los lugares y los nombres son diferentes a los que eh visitado anteriormente, lo cual me encanta, y me aventuro preguntándome qué nueva experiencia adquiriré esta vez.
Bilinos, dos días de camino, según lo que dice esta cosa; pero como ni el tiempo ni la distancia importan mucho, total al final de cuentas voy a llegar.

-¡Disculpe! ¡Espere!-

Al voltear vi a una joven corriendo lo más rápido que le permitían sus piernas, alzando una mano para llamar mi atención. Me detuve a esperarla.

-¿Qué sucede?- Que yo recuerde no olvide ni tire nada en ninguna parte.

-Dis..disculpe…se dirige hacia Bilinos…este camino termina allí-me dijo mirando el suelo con la cara llena de vergüenza.

-Así es, iré a Bilinos ¿Por qué lo pregunta?

-Necesito ir también a esa ciudad, pero es mi primer viaje sola y…

-Claro que puedes acompañarme, será divertido tener alguien con quien hablar.

Era una chica curiosa, era de piel clara, su cabello era color miel y lo llevaba suelto, siendo sus rizos el único peinado. Tenía ojos grandes y verdes. Al igual que todo aquel que viaja, llevaba una capa de color oscuro y botas.

Comenzamos a caminar en silencio, solo dirigiendo pequeñas miradas de vez en cuando entre nosotras. No es raro encontrar personas que vayan en tu misma dirección, menos en estos tiempos, ya que hace poco “terminó” la guerra. Y muchas personas se dirigen a otras ciudades en busca de nuevas oportunidades de vida, un hogar, familiares perdidos, o fueron ellos quienes perdieron todo y quieren alejar los malos recuerdos.

-¿Y qué esperas encontrar en Bilinos?- me preguntó, rompiendo el silencio.

-Quiero encontrar una cosa que perdí hace tiempo.

-¡Igual que yo! Perdí a mi hermano pequeño cuando evacuaron las ciudades durante la guerra. Escuché rumores de que llevaron muchos niños a esa ciudad y algo me dice que será allí donde lo encontrare. ¡Ay, quiero verlo de nuevo, abrazarlo, besarlo!- “Vaya con que la chica tímida resultó ser muy conversadora”-¡Oh, pero que grosera soy! Mi nombre es Aileen. ¿Cuál es el tuyo?

-Aileen, se ve que eres muy optimista y animada, pero dime una cosa, ¿te gustan las historias?

-¡Sí, me encantan! Sobre todo las de amor.

-Entonces hagamos un trato: yo te cuento una historia de amor y tú me perdonas el nombre.

-Está bien- dijo algo dudosa.

Y así empezamos una nueva plática, que al parecer cumplió las expectativas necesarias de Aileen por no haberle dicho mi nombre.

“Caminar y platicar con gente extraña es un gran riesgo para una viajera solitaria, pueden ocurrir cosas muy desagradables y horribles, pero…Nada más malo que no recordar tu pasado puede pasarte ¿no?”
Continuara....



p.d. gracias por comentar, no escribo todo perfecto y admito que tengo algunas faltas y todo eso, pero agradecería mucho si me dicen las que detectar cuáles ( jaja porque no siempre me doy cuenta cuando se usa tal y tal signo jaja)
:D

 

Lamento muchisísimo la tardanza jaja pero como dije, soy estudiante y dispongo de los caprichos y demás de los maestros y exámenes, bla bla bla.
les traigo como compensación, un capítulo bastantito largo y que espero que les guste mucho :)

Gracias a Ailees, Cony y Marlex Sempai por sus comentarios :) me hicieron muy feliz jajaja

“Su nombre era Hayam y trabajaba en uno de los castillos del sur, era sirvienta, una especial, ya que su trabajo consistía en estar siempre al lado de la Señora, y atenderla en lo que ella necesitara.
Por más sencillo que fuera, considerando las tareas diarias de su patrona, era un trabajo sumamente extenuante, ya que la Señora comenzaba su día con la lectura de sus largos quehaceres, mientras desayunaba, un cambio rápido de ropa (Hayam agradecía que no fuera una persona ostentosa ni vanidosa), visitaba a sus hijas (las que vivían con ella); y aquí era la parte cansada, porque tenía que seguirla a todas sus visitas, compras, caminatas y negocios que ejercía la Señora.

Ella no era una persona tan simple como lo era Hayam, era una hechicera poderosa, con un alto puesto en el Consejo de los 7 Reinos, y como era de esperarse, en tiempos tan críticos y violentos como los que se habían vivido recientemente, los miembros del mismo apenas tenían tiempo de algún asunto extra que no se relacionara con la reciente traición del 5to Reino, Noor.”

“Como sabes Aileen, los habitantes de Noor eran de naturaleza reservada aunque algo engreídos y sentidos, pero poseen grandes conocimientos acerca del mundo y la magia. Poco después de que se generó el conflicto que llevó a la traición del Reino, su gobernante Qutaiba, mandó a un representante al Consejo, para negociar un acuerdo que de no ser cumplido, comenzaría la guerra.

Pero esto no es una clase de historia de guerra, lo importante viene a continuación:

Hayam, esperaba de forma paciente a que su Señora terminara con la junta de gran importancia, parada fuera de la puerta que conducía al palco de su patrona, cuando sintió que alguien se acercaba y se puso tensa. Al ver que se acercaba un joven algunos años mayor que ella, se relajó un poco, pero no pudo evitar preguntarle quién era y que hacía allí, era una zona privada.

–Tahir, señorita, ese es mi nombre.–
“Tahir” ese nombre se quedó grabado en la cabeza de Aileen, como si de información vital se tratara. Él comentó que se había perdido, era la primera vez que pisaba ese palacio y le pidió a Aileen que le enseñara la salida a la sala principal.
Aunque debía quedarse en su puesto, Aileen aceptó y lo guió por los largos pasillos que recorrían el fondo del salón de juntas en completo silencio, seguida de aquel joven.
–Tu nombre…–
–¿Perdón? –
–Aún no me dices tu nombre, es de educación decir tu nombre cuando la otra persona te dice el suyo. –
–Hayam, ese es mi nombre. – dijo con el tono más natural que pudo conseguir.
Al llegar al centro de la sala principal, hizo una reverencia y se dispuso a volver a su lugar antes de que su patrona se diera cuenta, pero un brazo la detuvo.
–¿Qué haces? Necesito volver pronto. –
–Un minuto, es lo único que te pido. –
–Lo lamento, pero debo volver a mi puesto. –
–No te va a necesitar en estos momentos, y por un minuto que no estés resguardando su puerta, ningún demonio se va a meter. –
–¿Qué es lo que necesitas? –
–Déjame verte otra vez. –
–¡No! –
–Eres de respuestas rápidas, eso me gusta, pero no me gustó esa respuesta. –
–Es sencillo, dije no y es no. –
–Dame una razón lógica. –
–No te conozco.–
–Claro que sí, sabes mi nombre, si te quiero volver a ver es para conocerte más, de otra forma no tendría gracia. –
Hayam se quedó estática, no se esperaba una respuesta así, no sabía que contestar, la había dejado sin salida.
–Está bien, si no hay más remedio. –
–Te veo en la fuente del mercado al anochecer, será una cita. – dijo sonriendo.

Un minuto después Hayam estaba llegando a su puesto antes de ser interrumpida, cuando vio que su Señora ya estaba afuera, con una mirada molesta en sus ojos.
–Siempre que eh tenido reuniones de cualquier clase estás aquí, ¿Por qué cuando tengo la reunión más importante de todas decides abandonar tu puesto? –
–Lo lamento, no volverá a pasar. –
–Eso espero–.dijo con tono más suave–. Sabes la reunión no sirvió de mucho, el representante nunca llegó, aunque nos sirvió para organizarnos en caso de que ocurra lo peor.
–Lamento que su reunión no haya sido lo que esperaba, milady. –
–No te preocupes, lo que más deseo ahora es llegar a casa y descansar. Mañana habrá otra reunión, veremos si esta vez sí asiste el representante. –

Más tarde, cuando la Señora se había retirado a su recámara a descansar, Hayam partió deprisa hacía el lugar de su cita y, efectivamente, al llegar encontró a Tahir recargado en la barda de la fuente mirando al cielo; al sentir que Hayam se acercó fijó su mirada en ella y le regaló una sonrisa.
–Buenas noches, preciosa. –
–Buenas noches- sin más preguntó–. ¿De qué quería hablar?
–Vaya tu sí que eres directa, sólo quería disfrutar de una hermosa tarde como ésta al lado de una bella señorita como usted, espero que no le incomode. –
–No lo veo lógico, ya que lo acabo de conocer, y puedo suponer que o es usted muy confiado con los extraños, o es un mujeriego que usa sus encantos para llamar la atención de los extraños. –
–Un poco de los dos eh de admitir. –
Lo miro dudosa.
–Soy una persona confiada que le gusta usar sus encantos para llamar la atención de extraños. – dijo riéndose– es mejor eso a ser un mujeriego con los extraños, eso se lo aseguro.
Hayam no pudo evitar soltarse a reír por el comentario anterior, en verdad que empezaba a tenerle confianza a Tahir.
–Soy mensajero, me contratan para llevar recados entre ciudades, pero cuando iba a ir a entregar un mensaje esta tarde, me perdí en el lugar en dónde debía ver al receptor del mismo, fue allí donde te encontré y tuve el gusto de conocerte, Hayam. –
Su nombre pronunciado de esa manera tan suave hizo que un escalofrío recorriera la columna de Hayam, era tan hipnótico. Juntos recorrieron la ciudad con extrema lentitud, hablando un poco de todo, el le contó de sus viajes y aventuras, mientras que ella le contó de su trabajo y los quehaceres especiales que tenía que hacer junto con su patrona todos los días, al mismo tiempo que le contó un poco de cómo estaba la situación de la ciudad y del Consejo. Incluso le preguntó a quién debía entregar el mensaje, ya que ella podría decirle exactamente hacia dónde podía dirigirse para entregarlo.

–Muchas gracias, pero mañana lo intentare de nuevo en la misma puerta que me señalaron, espero tener suerte mañana. –dijo sonriendo de nuevo de esa forma tan especial.
–Gracias por invitarme a salir, pero ya es muy noche y mañana tengo que trabajar. –
–Entiendo, fue un gusto conocerte, si alguna vez vuelvo a pasar por la ciudad, te buscaré, no lo dudes. –
Cuando Hayam se dispuso a irse, sintió que la tomaba fuertemente del brazo, la giro hacia sí y cubrió sus labios con los suyos, depositando un suave y tierno beso que no duró mucho, pero eso lo hacía aún más especial.
–Nos vemos pronto, preciosa. – y desapareció en el aire.

Hayam se quedó confusa, se tocó los labios con la punta de sus dedos y sonrió. Definitivamente había sido una noche muy especial. Y con este pensamiento, se dirigió de nuevo al castillo y de dispuso a descansar.

Un ruido violento la despertó, y sintió como el fuego empezaba a invadir su habitación. Corrió lo más rápido que pudo a la puerta y dio gracias que el fuego aún no hubiera calentado demasiado el pomo.
Corrió a la habitación de la Señora, rogando porque estuviera a salvo, cuando al pasar por el recibidor, se dio cuenta de que no era un incendio común, los estaban atacando. Giró antes de que fuera vista y tomó un camino secundario, que se escondía entre las paredes del castillo, por los pasillos de la servidumbre.
Intentó no perder la cabeza y dirigirse de nuevo a la habitación de la Señora, pero la encontró caminando deprisa y al toparse con ella sólo se apresuró a decir:
–Hayam, me has servido bien, pero este no es tu terreno, huye lo más rápido que puedas y no regreses, este lugar ya no es seguro. – dicho esto le entregó una pequeña bolsa con monedas y siguió con su camino.
Hayam se quedó estática por un segundo, pero el humo la ayudó a recordar la situación en la que se encontraba y siguió el pasillo hasta llegar a la salida y corrió al bosque, donde se escondió entre los árboles para seguir huyendo.”

–¿Te gustó, Aileen? – pregunté mientras terminaba de colocar la leña para la fogata de esa noche, ya que sin ella, padeceríamos de un frío insoportable.
–Oye la dejaste inconclusa, eso no es una historia de amor, ¡quiero saber el final! –
–Como desees. – continué contando la historia mientras removía los leños para que el fuego se
avivara:

“Al día siguiente el panorama era deprimente y humeado, todo quedó destruido y reducido a cenizas, jamás se esperó tal ataque, nada dio señal a eso. Aún no podía encontrar la respuesta a todas las preguntas que circulaban por su cabeza.
Hasta que notó que en su bolsillo había algo extraño, una carta, podría jurar que antes no estaba allí. Rápidamente sacó la carta y la leyó, la letra era tan fina y estilizada que no parecía humana.

Querida Hayam: gracias por la noche tan agradable que me brindaste, fue un momento extraordinariamente entretenido para mí, y sobre todo te agradezco que me hayas proporcionado esa información tan importante acerca de tu “señora” y el “consejo” que necesitaba, sabía que si acudía a la junta, lo más probable es que las cosas no terminaran de manera…pacifica. Así que decidí ver de qué otra manera podía conseguirla, cuando apareciste tú. No mentí en todo, sí estaba perdido, pero me sirvió de manera increíble.
Sé que estarás muy molesta y lo más seguro es que me odiarás el resto de tu vida, no desperdicies energía, pudiste estar peor, ya que mi misión en tus tierras era conseguir información del enemigo, a cualquier costo antes de atacar, con la condición de asesinar a aquella persona que me la hubiera proporcionado. Así que aquella noche, en verdad me gustaste, y decidí perdonar tu vida. Me alegra que estés con vida en estos momentos, de otra manera no leerías mi carta.
Sigo con la promesa en pie, si algún día vuelvo a pisar tu “ciudad” te buscaré, hasta entonces… Tahir”.

Hayam terminó de leer la carta con los ojos inundados en lágrimas y las mejillas húmedas, había sido una estúpida, había traicionado a su ciudad, sus raíces y a su Señora.
Rompió la carta y la arrogó en dirección de los restos del castillo incendiado. Le dio la espalda a su pasado y siguió caminando con la cabeza abajo, cubierta por su capa. Caminaría, caminaría y caminaría hasta que sus pies sangraran y su cuerpo no pudiera más, hasta caer totalmente rendido a esperar el final. Tal vez así, encontraría perdón por aquél error tan grande que cometió.”

Sí que eres una persona emotiva Aileen, estás llorando.- dije observándola.
–es tan trágica, pero a la vez tan hermosa. Cuéntame otra, te lo suplico. –
–Una historia por día, mañana será otra. Prometo escoger una más alegre y con final feliz. – dije sonriendo a mi acompañante. En verdad me agradaba tener a alguien que me escuchara cuando contaba mis historias.
–De acuerdo, mañana será. – dijo Aileen, mientras se acostaba cerca del fuego para, después de unos minutos quedar completamente dormida.

Miré al cielo, estaba totalmente estrellado, con la luna brillando y demostrando toda su hermosura. Es una lástima, en una noche igual había sido el incendio de la casa de mi tutora, y desde ese día, no soportaba que miráramos al cielo o contempláramos la belleza de la noche, es algo que aprendí en mis viajes. Toqué la piedra que colgaba de mi cuello con cierta nostalgia.

–Aún así sigue siendo una bella noche, ¿No crees Hayam? –

que tal les pareció?
lamento si es algo confusa y divagante, pero poco a poco empezará a tomar forma, lo prometo