¡no entres en mi vida!

¡No entres en mi vida!

que hubiera pasado si kisara hubiera , desde el principio , estado con los mejores duelistas? seria ta buena como en el antiguo egipto? o sufriria un destino tan insolito como el de Seto kaiba? puede un amor sobrevivir a traves del tiempo... y los obstaculos?
prologo UP! :D



PROLOGO: EL COMIENZO DE TODO

Un chico alto, delgado, de piel blanca, caballo castaño y ojos azules con un extraño brillo, llamado Seto, jugaba una partida de ajedrez con su hermano Mokuba, un tierno niño de cabello largo, abundante y negro, de ojos grises oscuros, casi azul marino, y de tez del mismo color que su hermano mayor. Ese juego para Seto, hasta ese momento, era su favorito, porque en él se usaba la lógica y desafiaba su inteligencia. Obviamente siempre le ganaba a su pequeño hermano menor, pero aún así, los dos pasaban un buen rato. Después de jugar, Seto y Mokuba se dirigieron al patio para tomar aire fresco, ya que les agradaba salir del edificio del orfanato y jugar en sus jardines, que no eran muy bonitos, pero por lo menos no se sentían encerrados. Los hermanos observaron cómo un chico grandulón sostenía en alto una muñeca, mientras una pequeña niña de cabellos del color de las nubes, ojos finamente de color azules y de tez muy blanca, suplicaba por su juguete. Esa niña se llamaba Kisara.





Kisara: ¡Devuélvemela, por favor!- el joven únicamente se burlaba de los vanos intentos de Kisara por obtener su muñeca. Seto decidió ir a ayudarla, simplemente porque no le parecía correcto que un niño le quitara sus juguetes a una pequeña, ese era un acto de bravucones.





Seto: Ya la oíste ¡Dásela!- ordenó muy serio. El niño soltó una risotada y le dijo que ese asunto no era de su incumbencia y, por si no fuera suficiente, le escupió en la cara.- ¡Dásela!- repitió cada vez más enojado, pero como el joven seguía mofándose, Seto se le arrojó y empezó a pegarle con los puños. Mokuba, quien ya sospechaba que Seto pelearía, corrió hacia el lugar donde el ojiazul estaba tirado junto con el otro niño.





Seto: Toma, es tuya- dijo entregándole la muñeca a Kisara después de que aquél niño hubiera salido corriendo en dirección hacia la encargada del internado, la señorita Cole. Kisara la tomó y lo miró sorprendida.




Kisara: No tenías que hacer eso, ahora de seguro te van a castigar- comentó angustiada y con la mirada baja.




Seto: Pensé que dirías "gracias"- le dijo observándola. Kisara levantó la vista para cruzarse con la de Seto. A pesar de que tenían los ojos azules, los de la niña eran más suaves.




Kisara: Gracias- dijo y le sonrió. Seto no pudo evitar sonrojarse un poco y le devolvió la sonrisa.




Mokuba: Hermano… ¿Qué hiciste?- inquirió al llegar con el de cabellos castaños.




Seto: Bueno… yo




Mokuba: ¡Le pegaste a un estudiante! ¡seguro que te van a poner un castigo!- exclamó afligido




Seto: Eso ya lo sé, eres el segundo que me lo dice- expresó muy tranquilo.




Kisara: Eh… ¿Te llamas Seto?



Seto: Sí, él es mi hermano Mokuba




Kisara: ¡Hola Mokuba!




Mokuba: ¡Hola! ¿cómo te llamas tú?- saludó muy contento, al parecer ya había olvidado por qué razón estaba apesumbrado.



Kisara: Me llamo Kisara. Lamento poner a tu hermano en problemas, no era mi intención…




Mokuba: No te preocupes, jejeje




Kisara: De nuevo te agradezco lo que hiciste por mí- dijo dirigiéndole al joven.




Seto: No fue nada.



Kisara: Claro que lo fue. Qué curioso, yo también tengo una hermana menor- declaró muy feliz.




Seto: ¿Quién es?- Kisara les presentó a su hermana llamada Mina, a la que Kisara le llevaba 5 años de diferencia. Mina era blanca, rubia y de unos ojos verdes muy lindos. Era muy bonita, pero su hermana lo era mucho más. Los cuatro empezaron una hermosa amistad. Mokuba se llevaba mejor con Mina y Seto con Kisara, ya sea por cuestiones de edad o porque había algo más. A Seto no lo castigaron puesto que el niño era uno de lo más problemáticos y nadie le creía, aún así Kisara había obligado a Seto a que le pidiera perdón. El niño, en lugar de dárselo, salió corriendo del comedor. Desde el día en que los cuatro chicos se habían conocido, pasaron aproximadamente seis meses y una señora muy rica de nombre Bernarda Guanipa, dueña de una empresa que llevaba su apellido como nombre, llegó a adoptar. Le interesaba mucho Kisara y su hermana, y la señorita Gualdarrama no desaprovechó su oportunidad y dejó que se las llevara a pesar de las múltiples súplicas de la niña albina y de su hermana. Era claro que ellas no se quería ir, pero Gualdarrma no las escuchó. Lo último que Kisara y Mina pudieron hacer fue despedirse de Seto y de Mokuba.




Mina: Mokuba, te extrañaré. Eres una muy buena persona, siempre me dijiste que soy tu mejor amiga, y yo nunca te lo dije, pero tú también eres el mío





Mokuba: ¿Y por qué esperaste hasta este momento para decírmelo?- preguntó con unas lágrimas amenazando con derramarse.





Mina: No lo sé- unas lágrimas brotaron de sus ojos verdes y se perdieron en sus mejillas. Mokuba la abrazó y le susurró al oído que ella era la mejor persona que había conocido jamás. Seto no podía creer que ese día se fuera ir su mejor amiga, la chica que le había dado luz después de aquél momento de sombra en el que se había quedado huérfano. Estaba completamente atónito; tenía un fuerte nudo en la garganta.




Kisara: Seto… yo no quería que pasara esto… créeme que supliqué mucho, peo no pude evitar este momento, este horrible e injusto momento- la niña se agarró los cabello y cerró los ojos con fuerza- Desearía que esto no estuviera pasando, que simplemente fuera una pesadilla- abrió los ojos- ………. Pero no lo es- murmuró y, aguantando las lágrimas, movió la cabeza de un lado para otro, mientras Seto seguía observándola sin expresión alguna en su rostro.- Seto… si este fuera un momento en el que pudieras ayudarme- ahora sí el llanto le ganó. Kisara, al ver que Seto seguí sin decir nada, tomó su maleta y empezó a caminar lentamente a la puerta.




Seto: ¡Kisara!- gritó por fin.



Kisara: ¡Seto!- los dos se abrazaron y ella lloró amargamente en el hombro del chico.





Seto: Jamás me olvides Kisara, por favor.




Kisara: Nunca Seto




Seto: Algún día, en un futuro cercano- Kisara aferró sus dedos a la espalda de Seto- Nos volveremos a encontrar, y podremos vivir como queramos.- A Kisara no le salían las palabras, no supo qué decir, sólo se reconfortó en los brazos de Seto. Sin previo aviso, Kisara lo besó en la mejilla. Seto sintió una calidez que no quería que se terminara… pero la cruda realidad era otra. Momentos después, Kisara y Mina ya estaban en la limosina de Guanipa, pero bajaron los cristales de las ventanas.




Kisara: ¡Moki cuídate bien! ¡los quiero a los dos!



Mina: ¡Son los mejores!




Mokuba: ¡Adiós!- Seto no decía nada, sólo recordaba el beso de Kisara. Se prometió a él mismo en ese momento que la buscaría para decirle lo que en esa triste despedida no le había dicho.




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Berbarda Guanipa, una fría mujer con corazón más duro que una roca, tenía dos hijas adoptivas, pero a la mayor la hacía sufrir más. La dejaba sin comer si no hacía bien la tarea que los maestros privados le dejaban, la golpeaba si no mostraba buenos modales, no la dejaba charlar con su hermana, sólo los domingos pero unos escasos minutos, así como prohibirle el contacto con jóvenes de su edad. La obligaba a dormir bajo el frío de la noche, en el jardín, a veces en noches lluviosas cuando, según Guanipa, Kisara la había ofendido. Una noche de intensa lluvia, Guanipa andaba golpeando muy fuerte a Mina porque ésta había querido entrar a hurtadillas en la recámara de su hermana mayor. Esa fue la gota que derramó el vaso, Kisara se sentía intensamente furiosa. Entró de golpe en su habitación y le dio un fuerte puñetazo a su madrastra, tal como recordaba aquel día en que Seto los había dado por ella. Kisara logró que a Bernarda le saliera un hilillo de sangre de la boca y que callera al piso con un ruido sordo.

Guanipa: ¿¡Qué rayos haces niña boba!?- le reclamó la mujer de ojos rojos y cabellos negros



Kisara: ¡No voy a permitir que golpeé a mi hermana! ¡eso no lo soporto!- dijo señalando a Mina, quien estaba, al igual que Guanipa, el en suelo, pero estaba temblando y sollozando. Guanipa tomó su vara y golpeó a Kisara en la cara, con lo que provocó que le sangrara la nariz. Kisara no soportó ese golpe, no porque le doliera, sino porque no tenía ningún derecho de golpear a Mina. Las dos comenzaron una pelea, que poco a poco subía de violencia. Por los gritos y los ruidos, una de las sirvientas fue a ver qué era lo que sucedía, y con gran horror vió la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Guanipa, al verla, murmuró unas palabras y señaló a Mina. De seguro la sirvienta debió de haber leído sus labios, puesto que Kisara no había escuchado nada. Mina todavía seguía en el suelo, sin poder moverse por el golpe que tenía en la pierna. Aún era muy pequeña para soportar impactos de la magnitud en que Bernarda los daba, puesto que apenas contaba con 10 años; Kisara tenía 15.




De repente volvió a aparecer la sirvienta y se dirigió a Mina, primero le pidió perdón por lo que iba a hacer, Mina sólo la vió con cierto temor en el rostro, y luego la inyectó. Mina comenzó llorar y llamó a su hermana de un grito, con el cual Kisara acudió olvidándose de Guanipa por completo, mientras ésta se quejaba de dolor en el suelo. La sirvienta desapareció tras la puerta.




Mina: Kisara…- dijo con debilidad, a la albina eso le causó temor.



Kisara: ¿Qué pasa Mina?




Mina: Creo que… que… eso era un veneno



Kisara: No, no lo era, todo saldrá bien, descuida- negó sin poder evitar que las lágrimas le recorrieran por el rostro.




Mina: Antes de irme… quiero que me prometas algo




Kisara: ¡No te vas a ir!- dijo firmemente, Mina solamente sonrió y empezó a cabecear; ya tenía los ojos medio cerrados.




Mina: Prométeme- dijo apurándose, pues sabía que le faltaba poco tiempo.- Que siempre lucharás por salir adelante




Kisara: Hermana, por favor, no digas eso, no vas a morir




Mina: ¡Prométemelo Kisara! Por favor





Kisara: De acuerdo, lo prometo, pero…




Mina: Y también promete que…- la interrumpió- que… que nunca te convertirás en una mujer como Bernarda




Kisara: Mina…





Mina: Por favor Kisara, por favor




Kisara: Te lo prometo- Mina sonrió dulcemente y cerró los ojos. Kisara lloró por varios días, meses, años…


**********DOS AÑOS DESPUES******

Kisara yacía sentada en una silla . al parecer bernarda había acordado una reunión importante , ella odiaba esas reuniones . puesto que bernarda solo la usaba para pavonearse entre sus colegas .




bernarda: levántate mocosa ! , ya llego la visita!




Kisara: ya ya - dijo impaciente




En la sala , ingreso un gran señor , el cual - supuso kisara- que era el personaje que habia estado esperando bernarda- llevaba consigo a un joven ... pero ese joven le parecio un tanto extraño , ya que tenia los cabellos... rosa




Señor: saluda !- dijo fríamente




¿?: buenas noches señoritas - dijo en tono triste y la mirada baja - mi nombre es Siegfried





Bernarda: bienvenido seas siegfried... porque no mejor vas a conversar con mi hija...? así te sentirás mas a gusto...




Siegfried camino hacia kisara. A esta ultima le parecía extraño aquel chico , pero , no por su pelo rosa , sino por su mirada desafiante .




Siegfried: que me miras? , acaso esta mal mi cabello?-pregunto agresivamente

Kisara :no...



Siegfried: todas son iguales! U¬¬




Kisara: no adelantes las cosas ! yo no te he dicho nada... además... mírame... - le dijo , y este la miro y se quedo boquiabierto , ya que en su vida había visto a una chica con los cabellos blancos y además... tan hermosa...




Kisara: oye! - dijeo OYE! – grito




Siegfried salio de su ensismamiento




Siegfried: jejeje lo siento - dijo algo apenado




Kisara: tu y yo vamos a dejar unos puntos claros aquí…



Siegfried: glug! – dijo tragando saliva




Kisara : yo no soy racista – dijo omitiendo el gesto del peli-rosa – no me importa tu aspecto , mientras tengas una solo virtud , me basta que seas como seas – sentencio




En el mismo instante en el que decia esto , todas las luces del auditorio se apagaron.



Bernarda: ahora que? – pregunto molesta



Kisara se volteo hacia siegfried , no sabia , pero , sentía que ese chico era el causante , mientras todos andaban preocupados , siegfried sonreía



Kisara le lanzo una mirada fría



Siegfried: esta es mi habilidad – sentencio, devolviéndole la mirada fría



Siegfried sonrió abiertamente , y para su sorpresa , kisara también lo hizo




Kisara : ay ay siegfried… tenemos una semana para conocernos… en un día ya conocí el 80% de lo que eres , y tu solo haz descubierto el 2% de lo que soy … que te quede claro algo… a mi no me importa lo que hagas aquí , si quieres jugar con el sistema de bernarda , hazlo , pero no me pongas al margen – dijo con frialdad- yo puedo mas que tu muchacho!




Siegfried: el 2%?- pregunto asustado



Kisara. Escúchame bien siegfried , hay una regla , la cual aprendí y la ejercí durante estos años , y es simple , aprendí a que no me manipularan , eso es elemental , uno tiene que ser fuerte e indomable




Siegfried se quedo en estado de shock , realmente es chica le daba escalofríos , pero a la vez , se sentía reflejado en ella . Era simplemente perfecta




**** una semana después***

Kisara : ya paso una semana y solo conseguistes conocerme el 5% siegfried…




Siegfried: jejeje bueno… pero… - se le hacia un nudo en la garganta




Kisara: que? – pregunto extrañada



Siegfried: er… p… er… - dijo algo asustado



Kisara: que? – pregunto extrañada




Siegfried: te… te.. volvere ver?- pregunto por fin



Kisara esbozo una sonrisa



Kisara: si llego a ser alguien… prometido esta….



Bien siegfried se había ido , kisara toco su cuello y sostuvo fuertemente un dije , con el retrato de su hermana en miniatura , momentos después ingreso a la sala

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Bernarda había desaparecido misteriosamente después de aquél día en que Siegfried salio de la casa de los guanipa. Algunos decían que se había suicidado, otros que la habían matado, pero no se sabía nada de ella. Como hija única de Guanipa, Kisara asumió el control de la empresa de su madrastra, y le cambió el nombre a su ahora nuevo apellido, puesto que se lo había cambiado a Yagamiya. Kisara manejaba ahora una de las mejores empresas del mundo, era inmensamente rica.

En una oscura habitación, había dos personas, al parecer, mujeres.

Maite: Señorita Yagamiya, ya es hora de la merienda- anunció la empleada personal de Kisara.




Kisara: ¿Sabes que sólo cumplí con la primera promesa?- dijo ignoran do el comentario de Maite.



Maite: ¿Se refiere a lo que le prometió a la señorita Mina?




Kisara: Sólo luché por salir adelante… pero lo segundo no lo he cumplido- volvió a ignorarla. Kisara hizo una maléfica sonrisa y dijo- Mañana es el gran día.- agrego


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HE REGRESADO! con un nuevo fic XD , ojala sea de su agrado! este es un fic para kisara! dejen reviews!

p.d: se que aca son mas fans de la pareja seto y ishizu , pero porfa denme una oportunidad XD no los decepcionare! jijijiji

 

Re: ¡No entres en mi vida!

pues parece que soy la primera xD

me gustó la idea n.n

esta muy buana...

pobre de Kisara....

mataron a su hermana ToT

porfi conti pronto xD

tu amiga ItaXD :D

 

Re: ¡No entres en mi vida!

Hola que tal? pues esta buena la idea me gusto
escribes bien en fin yo no tengo parejas de la serie
que me gusten pero eso se oye bien ademas me gusto
pobre de kisara mataron a su hermana que triste esa guanipa
si que es mala en fin espero tu proxima continuacion
nos vemos
Atte: Anelys

 

Re: ¡No entres en mi vida!

Hola!!

simplemente me encanto tu conti!! estuvo super!!

espero lo sigas pronto ^^

Nos vemos

Iop.. Mai