El lazo que nos une Cáp.1“El primer día en la nueva academia” -¡Date prisa Nii-chan!- Grita Yami a su hermana. -¡Voy lo más deprisa que puedo Sempai!- Contesta Akari. -Vuestros almuerzos.- Les dice sonriente Hoshi con un par de bolsas en la mano. -¡Gracias mamá!- Akari le da un beso en la frente y abre la puerta. La luz solar inunda toda la casa. -Adoro la luz solar… En un rincón Yami se oculta entre las sombras. -“Baka Nii-chan” Coge un paraguas y lo abre. Anda despacio hasta la puerta. Le quita su almuerzo de la mano a Hoshi y sale a la calle. -¿Por qué tenia que hacer sol el primer día en la nueva academia? ¿Por qué no… el segundo, por ejemplo?- Dice mirando al cielo con mala cara. -Dios tiene la culpa de todo esto. Por razones como esta soy satánica. -Lo cual me parece una tontería, si se me permite decirlo Sempai. Dios ha hecho que el día sea soleado para que cuando miremos al cielo y veamos la preciosidad del sol resplandeciente, nos pongamos más felices y contentos. -Cuando salgáis del instituto venís corriendo a casa, no os entretengáis comprando revistas, gominotas, o cualquier cosa que se te ocurra Yami.- Dice Hoshi a sus hijas -“Miieeeeeeeeeeeeerrrda…”- Piensa la susodicha. -Y en cuanto lleguéis a casa a hacer la tarea. ¿Entendido? -Sí mamá. - ¿Yami? -OK- Gime entre suspiros. -¡Que os lo paséis bien el primer día en la nueva academia! -¡SI! ¡Próxima parada la academia! Yami sigue caminando con cara de: “Yo no conozco a esas dos.” Por el camino… -Rrrrrrrr…- Gruñe Yami. -¿Te ocurre algo? -Sí. Odio la luz solar. -No entiendo porque llevas ese paraguas encima siempre que halla sol y que cuando llueva o nieve no lo abras. -“Yo también podría preguntarte como es posible que teniendo 15 años y medio sigas durmiendo con peluches…”- Piensa cruelmente Yami. Llegan a la academia… -¡¡Por fin!! ¡Creía que no íbamos a llegar nunca! - Es bonito, ¿no lo crees Sempai? -Sí, como sea. Entremos ya. Me duele la cabeza, hace demasiado sol. Las dos entran al patio donde Yami se acurruca en una esquina, a la sombra. -Cuanta gente… -Demasiada para mi gusto. -Desde aquí se ve todo el patio… ¡Eh! ¿Jugamos al “Veo veo” mientras esperamos a que suene el timbre? -No. -Porfa… -No. -Porfa, por favor… -No. -Porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, plis… -Veo veo…- Suspirando. -¿Qué ves?- Mas feliz que un niño con su chupete. -Una cosita… -¿Y que cosita es? Un tiempo después suena el timbre. Todos, (unos con más ganas de entrar y otros con más ganas de salir) se ponen en fila. Suben las escaleras hasta llegar a su respectiva aula. Después sacan los libros y cuadernos. -¡Hola, hola! ¡Como están chicos!- Saluda la profesora al entrar por la puerta. -Oh… genial, nos toca con la Chika.- Dice una chica de pelo largo y rosa fucsia y vestida con una camiseta de tirantes mostrando su extraño “pirsing” de su ombligo y con un pantalón ajustado y roto. Estaba sentada al lado de otros dos chicos. -Yo no veo nada malo en esto. Es muy buena profesora.- Menciona un chico sentado al lado de la chica. Es alto, robusto, vestido de una forma no tan llamativa como sus compañeros, una coleta sujeta su melena morada, pero no su flequillo, que esta sí tapa sus pequeños ojos azules. -Kenji, a ti con que nos den clases de lo que sea estas bien.- Menciona el tercer alumno. Es de estatura media, de pelo naranja, ojos grises y sonrisa arrogante. Lleva puesto un vaquero ancho y una chaqueta parecida a la de un chándal. -Ahora vais a presentaros. ¿Alguien quiere ser el primero?- Silencio absoluto… -Bien, tú guapo. Si tú, el de la bufanda naranja. Un chico, (con el pelo gris, ojos azules y un pendiente en la oreja izquierda) levanta la cabeza diciendo: -Me llamo Chiyo Kisho y tengo 16 años. Me gusta jugar al ajedrez, dar paseos con mi perro y por las noches contemplar las estrellas. No me gusta la gente como Miki, los matones de la clase y sobretodo a mis fangirls. En mis tiempos libres, además de hacer cosas que me gustan, subo al club de moda. Mis planes para el futuro son tener una casa, un trabajo, un coche y si es posible una piscina; y por ello estudio lo mejor que puedo. FIN. -Bien Kisho. Ahora tu preciosa. Con MUY mala cara Yami lanza una mirada asesina a la profesora diciendo: -Me llamo Himeko Yami, tengo 15 años y medio. Me gustan pocas cosas y no me gustan muchas cosas. Tengo muchas aficiones, y en cuanto a lo de los planes para el futuro… La verdad es que no lo había pensado nunca. -Pues valla con la nueva, prácticamente solo nos ha dicho su nombre.- Comenta la chica pelirrosa de antes. -Es lo justo y necesario que tenia que decir. ¿Tu que dices Miki? -(Babeando) Que buena que esta… -¿¿Qué??- Reacciona Haruko ojiplatica. -La verdad es que no esta nada mal, ¡y la chica que se sienta a su lado es preciosa! -Las dos se parecen mucho. Supongo que serán gemelas o algo así. -Vale… ¿Y la chica tan guapa que esta a tu lado, quien es?- Pregunta la profesora. -¡Oh!- Sonríe -Me llamo Himeko Akari, tengo la misma edad que mi hermana Yami, porque somos mellizas. Me gusta ir a la academia, al contrario que mi hermana; me gusta ir a misa todos los domingos, al contrario que mi hermana; me gustan los días soleados, al contrario que mi hermana… -Nii-chan. Captan la indirecta. -¡Oh! Sí… -¡¡Y deja de decir: “¡Oh!” todo el santo día!! -¡¡¡LO SIENTO MUCHO SEMPAI!!! ¡¡¡DE VERAS, DE VERAS, DE VERAS, DE VERAS, DE VERAS, DE VERAS, DE VERAS, DE VERAS…!!! Yami agarra a Akari por los hombros al tiempo que grita: -¡¡¡YA, CALMATE NII-CHAN!!! Siento haberte gritado. -¿Todas las veces que lo has hecho?- Le pregunta con ojos de cachorrillo. -Todas las veces…- Dice Yami cruzando disimuladamente las piernas bajo el pupitre… -¡Gracias Yami-Sempai! Mmm… ¿Por donde iba…? ¡Ah, sí! No me gustan los sapos, las serpientes, las ratas, las arañas, ni cualquier otro bicho que le guste a mi queridísima hermana. -Muy bien. ¡Miki! -¿? -Es tu turno, guapo… -La profe te reclama Miki. -Muy gracioso, Chiyo – Dice en tono irónico -Me llamo Kamaye Miki. Tengo 16 años, los cumplí hace tres semanas. Me gusta ir a conciertos de rock, heavy y punk. No me gustan los empollones gafotas, pero admiro a la gente guapa que saca buenas notas. Mi plan para el futuro es conquistar a la chica que amo. -¿Y tus dos compañeros? -Me llamo Michi Kenji. Y también tengo 16 años. Me gusta estar con mis amigos y no me gusta la gente que pensabas que era tu amigo cambie y se convierta en tu enemigo. Últimamente carezco de tiempo libre. Mis planes para el futuro es tener una mujer sincera y amable, de esas que te dicen “te quiero” cuando realmente lo sienten y que siempre, cada mañana, cada atardecer, cada noche… pueda estar con ella. -Dios… Creo que voy a vomitar…- Susurra Yami. -Me llamo Yayoi Haruko. Tengo 15 años y medio. Me gusta meterme con los débiles y no me gustan los que se creen superiores a mí. Mis planes para el futuro es tener un chulo cañón y que esté forrado. -Bien. ¿Y vosotras? -Me llamo Tomoko Yuri. Tengo 13 años y estoy en esta clase porque soy una superdotada. Adoro estudiar, hacer las tareas, repasar los discursos de clase… Odio a los matones que se meten con migo por ser menor y tener mas cabeza que ellos. Porque existe gente así. En mis tiempos libres repaso el tema que estemos dando, es bueno estar al loro para que al examen no te pille por sorpresa.- Se presenta un chica de pelo corto y castaño oscuro limpiando sus gafas mientras parpadea sus enormes y expresivos ojos azules. -Me nom est Houlés Alice. Ye teneg 15 ans. J´adore ir de tiendes de mode. Je déteste a le gente que no va a le mode. Dans mon temps libre bajo al club de mode, poque je suis le lider del Club de Mode. Mes planes poura el futurgo est serg une grand modiste.- Dice una chica de un enorme y ondulado pelo dorado posando una sonrisa angelical a juego con sus preciosos ojos verdes. Lleva puesta ropa ajustada y de distintos tonos de rosa. -Me llamo Umi Yukiko. Tengo 15 años y medio. Me gusta el ordenador. No me gusta la escuela. Soy hacker, así q me paso el día en el ordenador. Siempre estoy conectada al “Messenger”, al “facebook”, al “twenti”, al “tuiter”… Mi plan para el futuro es q todo la red de Internet me pertenezca.- Menciona una chica vestida exactamente como vestiría un chico de su edad. Tiene una melenita es de color morado claro y sus ojos son de color turquesa. -Suzume Kiku, ese es mi nombre. De 15… ¿El siguiente número es el 16, no? Sí, eso es, tengo 18… digo, 16 años. Me gusta gastar bromas a los demás, dormir, que no me manden tarea y no me gusta… ¡Nada! Al igual que Kisho, voy al Club de Moda. Últimamente ando un poco despistado; y… no se que planes para el futuro quiero tener…- Dice un chico rubio, de un ojo azul y otro verde vestido muy formalmente. -¿Un poco despistado? ¿Sólo un poco?- Susurra Yami Yami. -Muy bien chicos, empecemos la clase. En el recreo… -Jobar… Menuda clase más particular nos ha tocado este año…- Comenta Yami a Akari mientras come una zanahoria. -¿Y por que dices eso Sempai?- Pregunta Akari zampándose un bollito casero que Hoshi había preparado con todo el cariño del mundo para ella. -Veamos… Tenemos al modelo que le gusta el ajedrez, el heavy y sus amigotes: el sentimental y la golfa; la superdotada, la medio francesa pija, la hacker y el empanao ese. Somos contando con la profe y nosotras dos 11 personas en nuestra clase. ¿No es muy raro que una academia como esta haya tan pocos alumnos en nuestra clase? -¿A que te refieres con “una academia como esta”? -Es un colegio publico en el centro, tiene buenos profesores, buenas aulas, buenos horarios… Y tampoco es que haya muchos institutos en la ciudad, pues esta no es muy grande. Aunque tenga playa, montañas y grandes centros comerciales. -¿Adonde pretendes llegar Sempai? -Elemental, mi querida Nii-chan: O hay una gran organización de “chicos ni ni” en esta ciudad, o hay algo que a espantado a los alumnos de este instituto. -Ola! -¿¿??- Se gira para ver quien le ha saludado, que resultó ser Yukiko. -Hola… -¡¡HOLA!!- Saluda Akari. -Salu2 chica tímida. Yo venia a hablar con la chica siniestra.- Contestó ella. -¿Qué quieres? -Veras, olvide mencionar en mi presentación q soy muy observadora… -Si. ¿Por qué me estas diciendo todo esto ahora? -Te e escuchado en la presentación con un tono firme y directo. Luego, con tu hermana, has hablado con soltura y lógicamente. Por una frase q as dicho en ese momento he sabido q has leído Sherlock Holmes, una novela… bueno, 4 novelas; creado en 1887 por Sir Arthur Conan Doyle. Y apuesto a q te has leído más libros de ese estilo. Me sorprende que una chica siniestra como tú lea tanto. -Gótica Satánica. No es lo mismo. ¿Y a mí que demonios me importa todo eso? -Te ofrezco mi amistad y mi ayuda en todo lo que necesites. Podría proporcionarte respuestas de los exámenes, contraseñas de redes sociales, accesos a premio en el consejo de góticos del instituto... -¿Consejo de góticos del instituto? -Si. Es una asociación formada x los góticos dl insti, en el sótano tienen montado una especie d club. Todos los fines d semana vn allí. Y algunas veces se unen con clubes d otros intis. No esta mal pero yo prefiero la sala d informática. XD… -Hola… existo, sabéis.- Dice Akari con un cierto tono de recelo. -Y tu chica tímida, ¿quieres ser mi amiga? -¡¡Sí!!- Exclama Akari sorprendida, pues creía que la invitación era solo para su hermana. -¿Chica gótica?- Le pregunta a Yami. -… Me lo pensaré.- Contesta Yami poco convencida. Suena el timbre y todos se ponen en fila. Los profesores mandan callar, pero se oye murmurar a algunos estudiantes: -¿Quieres dejar de hacer eso?- Dice Haruko a Miki un poco-bastante molesta. -Ya sabemos los tres lo mucho que te gusta la nueva esa… ¡Pero esa no es excusa para hacer juegos con tus dedos como un mariquita cuando sale del armario…! -… No puedo…- Contesta haciendo juegos con sus dedos. -…Es que… me gusta mucho… -Haruko, has perdido…- Susurra Kenji a la chica. -¡¡Si, ella es más sexy que tú, vive con eso!!- Exclama de pronto Yuri. -¡¡¡CALLATE!!!- Grita Haruko presa de su envidia hacia Yami. -Ji, ji, ji…- Se ríe Yuri por lo bajinis. -Que divertido, y ahora… ahora… -Ahora vamos a subir a clase de música, Kiko. -A si… Que divertido… -Idiota…- Susurra Kisho. -¡Oh! ¿Qué miras “Sempai”?- Pregunta Akari ha Yuri. -Ese chico de la fila del fondo me mira de forma extraña…- Le contesta. -Mmm…- Se gira siguiendo la línea de visión de su hermana… -!!!- Y se da cuenta de que un que un chico gótico un par de años mayor que ellas y que con sus dos ojos rojos fucsia mira disimuladamente a Yami… -¿Te pasa algo Nii-chan? -No haríais mala pareja, la verdad. -¡¡Nii-chan!! Todos entran a clase y se sientan en sus pupitres. -¡Buenos días clase!- Saluda Emi, la profesora de música y plástica.- Veo que tenemos chicas nuevas en el instituto… Decidme, ¿sabéis tocar algún instrumento? -Akari toca el violín, la flauta travesera, el fagot y el arpa. Yo se tocar el piano, la guitarra tanto eléctrica como española, la armónica y el contrabajo.- Contesta Yami. -¿A si? Entonces sal y toca una canción en nuestro piano. Una que sea suavecita.- La dice a Yami con un tono desafiante. -“¡Oh no! A Yami solo le gusta tocar el piano con canciones que ella misma ha creado. Aunque es muy buena tocando música clásica… Sus canciones siempre son muy ruidosas.”- Piensa Akari. -¿Podría tocar una canción que yo misma he compuesto?- Pregunta Yami. -Si, ¿por qué no?- La contesta. -No, no, no… ¿Sempai, que estas haciendo…?- Piensa en voz alta Akari. -Allá va. Ruego un poco de silencio, por favor.- Todos se callan. -Gracias. Empieza a tocar el piano con una canción lenta, calida, a la que con ella logra el silencio absoluto en toda la academia. Todos escuchan fascinados la maravillosa melodía… -“Sempai…”- Piensa cariñosamente Akari. -“Es una canción preciosa”- Recapacita Kisho. En el aula de dos cursos mas arriba, el muchacho de la fila deja que en sus labios se dibuje una cálida sonrisa. Yami sigue tocando el piano, cuando acaba todos siguen en silencio. Mientras tanto en algún lugar frío y oscuro… -Mi señor, las tenemos.- Anuncia algún ser inhumano a un demonio de espaldas. -¿Las dos? -Si mi señor. Pero no están solas. Al parecer su madre ha vuelto ha su “antiguo hogar”- Le contesta esa “cosa”. -Bien, después 15 años y medio…- Se da la vuelta aun no mostrando su cara tapada por una mascara. -…Voy a recuperarla.
Cap. 2“La gran noticia.” Parecía un día normal. Yami y Akari iban camino al instituto, como un día normal; Yami con un paraguas pues estos días hacia mucho sol, como un día normal; Akari saltaba de alegría y Yami estaba echando culpas a Dios, como un día normal; en el instituto, todo normal: Kisho y Miki peleándose, Haruko metiéndose con Yuri, Kiku igual de empanao, Alice diciendo a Yukiko que tendría que ponerse falda y esta otra mandándola a freír espárragos, Chika igual de pesada, Kenji mandando mensajitos de amor a Akari; todo normal… Pero, paso algo que no sucede un día normal y que cambio el rumbo de las vidas de Akari y Yami. Al volver del instituto… -Es agradable tener un vida tranquila, con tu familia, amigos, no tan amigos, tu instituto, tu barrio, tu casa, tu parque, tu panadería…- Piensa en voz alta Akari. -¿Pero, no echas de menos las aventuras?- Menciona Yami con cierto sarcasmo. En ese momento alguien lanza con un tiro directo una piedra contra Akari; Yami la para con su mano izquierda. -¿¿Cómo has hecho eso??- Pregunta Akari incrédula. -N-No tengo ni idea…- Contesta Yami sorprendida. -El jefe se alegrara de que por fin, después de tantos años…- Las mellizas se dan media vuelta pudiendo ver a aquel ser -… haya podido encontrar a las mellizas tabú. Las “Niñas Tabú” con el mayor potencial de la historia de la humanidad… -¿T-Tabú?- Tartamudea Yami. -¿Que es “Niñas Tabú”?- Pregunta Akari. -Una criatura que está maldita. Marcada por el demonio. Aquellos seres que no son ni monstruos ni humanos.- Le explica Yami. -Premio.- Sonríe ese extraño ser. -Aquellos seres que no son ni monstruos ni humanos…- Razona Akari intentando comprender que estaba pasando. -Me gustaría seguir charlando, ¡pero tengo que atraparos!-Exclama el ser con una postura retorcida. -¡No permitiré que toques a mi hermana!- Aclara Yami poniéndose enfrente de Akari. -¡¡Sempai!! ¡¡Tus manos!!- Grita asustada Akari. Yami se mira las uñas. Estas han crecido increíblemente gruesas y afiladas como cuchillas. -¿Pero, como…?- Se pregunta asimismo Yami. -Es el poder demoníaco que vive dentro de ti, Yami… -¡¡¡CALLATE!!! ¡¡Bastardo, lamentaras haberte metido en nuestras vidas!!- Los ojos de Yami se vuelven de un rojo intenso. -Sem… pai.- Susurra Akari. -¡¡No tengo porque soportar esto más!!- Aclaro el ser. Se lanza contra ellas con una daga en la mano. Yami empuja Akari para que esta no sufra daño, Yami esquiva el ataque y acto seguido la cosa le lanza una especie de araña metálica que se clava en su pecho haciendo que cada cierto tiempo le de una especie de descarga dejándola fuera de combate. -¡¡Sempai!!- Akari corre en su ayuda- Sempai…- La abraza tiernamente, como si quisiera protegerla. -¡¡Ja, ja, ja, ja, ja…!! ¡¡Dos por el precio de uno…!! ¡¡Realmente hoy, ES MI DIA DE SUERTE!! De pronto un chico que aparenta unos 17-18 años de edad clava su catana en el corazón de aquel bicho. Era aquel chico que siempre miraba de lejos a Yami. -Ser despreciable. Tú y tu “Dios” sois la vergüenza del reino animal.- Le menciona al extraño ser. -Si,…- Le contesta la figura. -…porque eso es lo que somos. Animales.- Segundos después el ser se transforma en polvo. -¿Me la dejas un momento?- Le pregunta a Akari acercándose a ella. Akari se la pasa a sus fuertes brazos, este le quita la araña de su pecho. -Enséñame donde vivís, yo os acompañare en el camino por si acaso vuelven. -¿Vuelven quienes?- Le pregunta Akari insegura. -Luego, cuando lleguemos a vuestra casa os lo explicare todo. -Akari…- Gime Yami.- Yo… yo… no puedo… moverme.- Dice Yami con dificultad. -No hay problema.- El chico la agarra fuertemente en sus brazos y se pone en pie. -Vámonos de aquí. Akari le enseña el camino, cuando llegan a casa, a Hoshi casi le da un infarto. -¡¡¿Que hace él aquí?!!- Exclama nada mas verle entrar en su casa con una de sus hijas en brazos. -Salvarnos la vida, mamá.- Contesta Akari. -¿Por que no nos dijiste que éramos unas “Niñas Tabú”?- Pregunta Yami con una voz seria. -Sabia que este día llegaría…- Les dice Hoshi avergonzada. -Sentaos y os lo contare todo. -Bueno, yo me… -¡Tú te quedas ahí quitecito!- Le dice Yami al chico antes que este otro termine la frase. -Hoshi. Dinos a que viene todo esto, que somos en realidad, que era esa cosa que por poco nos mata; y quien es nuestro padre.