Título: Heroicidades Número de palabras: 482 + título Tema: ir en bicicleta Salí del gimnasio precisamente en el momento más caluroso del día. Pero también precisamente cuando mi autobús de vuelta cerraba sus puertas y se iba, dejándome tirada lejos de mi barrio, el cual se encontraba al otro extremo de la ciudad. Mientras observaba cómo se alejaba el único medio de transporte disponible durante esa hora del día, me arrepentí de haberme cambiado con tanta calma. Demasiada calma. Tenía la opción de esperar sentada en el banco de la parada de autobuses durante dos horas a que el siguiente autobús llegara, pero no quería desaprovechar dos horas de mi vida en una estación de autobuses. ¿No decían por ahí que hay que vivir el momento al cien por cien? Pues eso mismo hice yo. Decidí ir caminando hasta mi casa, a pesar de ser consciente de que tardaría como mínimo media hora en llegar y de que existía la posibilidad de asarme en mi largo camino. Sólo había llegado al supermercado de la esquina y sentía como los huesos se derretían en mi interior. Sentí la abrumadora necesidad de entrar en ese fresco y tentador supermercado para quedarme en la sección de refrigerados para siempre, pero si había podido con una sesión de una hora de aerobic sin descanso, podría con una sesión de rayos solares ardientes sin descanso. Pero de repente, oí un fuerte estruendo a mis espaldas y una anciana gritando y maldiciendo con unas expresiones que nunca pensé que oiría en una anciana. Me giré para ver qué estaba ocurriendo y vi, a lo lejos, cómo un chico que parecía sacado de una película de Hollywood que llevaba un bolso enorme y demasiado femenino para ser suyo corría, con una sonrisa burlona dibujada en su rostro, hacia mi dirección. Segundos después apareció una anciana con el rostro rojo de ira tratando de correr detrás de el chico mientras apuntaba a su ladrón con su bastón. - ¡Devuélveme mi bolso, desvergonzado! Hasta aquí todo era normal. Acababan de robarle el bolso a una anciana. - ¡Capull*! ¡Gili****! ¡Hijo de****! Enarqué una ceja. Eso no era normal. En cuanto me vio, la anciana me gritó que lo cogiera, pero en esos momentos no estaba para heroicidades. Sólo deseaba llegar a casa lo más temprano posible y encender el aire acondicionado. - ¡Quita del medio, fea!-el chico sonrió maliciosamente cuando pasó por mi lado y me apartó bruscamente con su brazo. ¿Lo había oído bien? ¿Acababa de llamarme fea? Sin pensármelo dos veces, me subí a la bicicleta aparcada en el faro que tenía a mi lado y pedaleé con todas mis fuerzas hasta alcanzar al ladrón. Rápidamente me bajé de ella y me abalancé sobre él, consiguiendo que ambos cayéramos al suelo. - ¿Robando a ancianitas indefensas? Le quité el bolso de las manos y me levanté. El chico huyó después de lanzarme una mirada envenenada, que yo devolví con mucho gusto.
Esta anécdota parece simple a primera vista, pero como el humor se percibe desde los primeros renglones, se hace bastante placentero seguir leyendo. Sin embargo, creo que forzaste un poco la temática impuesta por la actividad para que quedara en algún lugar de la historia. O sea, no habías mencionado a la bicicleta en absoluto, y al final estaba "convenientemente" aparcada en el faro. Esto me lleva a pensar en "ladrón que roba a ladrón..." porque la bicicleta no era de ella por lo que parece pues salió muy campante del gimnasio y decidió caminar, cuando pudo tomar, por ejemplo y haciendo modificaciones ligeras a la historia, su propia bicicleta, pero decidir no montarla por X razón (el fierro del manubrio quemaba, el asiento estaba caliente, etc., etc.). Cuando escribes una historia corta, tienes que asegurarte de que todo lo que necesiten tus personajes esté más que a la mano, sino casi puesto para que ellos lo utilicen y no que salga de repente, como un deux ex máchina que te permita hacer lo que quieras, pero haga que no parezca creíble (importante cuando se trata de una historia tipo anécdota de la vida real y corriente). En mi opinión, hubiera quedado mucho mejor si estuviera balanceada cada parte, porque al inicio se describe y adjetiviza demasiado para demostrar el fastidio de la chica ante el calor y el trecho que tiene que recorrer para llegar a casa mientras que en las última líneas, pasa todo muy rápido y el humor se reduce a lo mínimo necesario. No soy una experta ni nada, pero esas son las áreas de oportunidad que percibo en este escrito. El ritmo, cosa difícil para muchos de lograr, me sorprendió así que sigue así, sólo trata de que tu relato tenga consistencia en los puntos que antes aclaré. Saludos y felicidades por el escrito. Espero seguirte leyendo por acá :)
¡Gracias por el comentario!:) Trataré de tener en cuenta tus consejos la próxima vez. La verdad es que cuando volví a leer el escrito, me di cuenta de los errores que había hecho. ¡Espero mejorar!
xDDDDDDD! Que fuerte... el instinto de las mujeres guerreras! :P Es una esperiencia única :D Me parece que aquel dia, tuviste mala suerte... pero igualmente le demostraste a aquel hombre, que: "las chicas son guerreras!" xD