Hecho para el concurso "100 exactas", el cual no gané pero me gustaron las críticas de mi escrito. Reflexiones de una mente perturbada. No sé cuál es el fin de vivir. Todo lo que hago es sentir pena por todo y todos, cuando en realidad soy yo quien da pena. Veo con desdén a lo que me rodea, y me siento tan culpable. ¿Qué voy a hacer conmigo ahora? Estuve a punto de suicidarme, pero no tuve el valor, simplemente no pude hacerlo; me dio miedo el dolor que pueda llegar a sentir. Por lo menos estoy follándome a mi primo. Una idea errada, pero me hace olvidar que mi vida es un asco. 16 años. A ver qué pasa a mis 17.
Por todo lo que dice y que uno supone que lo está pensando en el momento de follarse a su primo, parece que no está funcionando el coito como distractor. Me parece una serie de pensamientos existencialistas, pero, tal vez sea por la brevedad impuesta, sentí el cuestionamiento muy superficial e incompleto. Pero esa sólo es mi percepción.