Recuerdos

Los recuerdos, esa cosa mágica que todos tenemos y experimentamos en nuestra cabeza.

Son de esas cosas que no controlamos y que simplemente suceden. Además, es raro ponerse a pensar cómo se “engloban” los recuerdos.

Todo se puede volver un recuerdo: aquella serie que viste de niño que recuerdas a medio examen; esa fórmula algebraica que necesitas para aprobar; ese spoiler que te dijeron sin querer y como te gustaría olvidar; esa cena que acordaste llegar a las 5 pero son las 4:45 y no te has ni bañado.


Las personas también somos recuerdos, constantemente de hecho, el tú de hace 5 años no es mas que un recuerdo ahora mismo; esa persona con la que anduviste en la secundaria; esa señora de la cafetería que siempre te daba los buenos días, etc.


Dicen que a medida que pasa el tiempo todo se vuelve mejor y los recuerdos se vuelven aún más increíbles, el gran poder de la nostalgia. Los recuerdos malos se convierten en tolerables, los tolerables en buenos, los buenos en increíbles y los increíbles en inolvidables.


Hay recuerdos bellos y hermosos que pueden servir para darnos aliento, consuelo, alegría, inspiración. Cosas tan hermosas que nos gustaría tirar atrás el tiempo y volverlas a vivir una y otra vez.


Obviamente no todo es bueno, hay recuerdos que duelen y que por mucho que quisiéramos olvidar, están ahí, haciéndonos daño; hay recuerdos que frustran, donde quizás hayamos cometido un error y quisiéramos hacer las cosas diferentes; hay recuerdos que dan tristeza, quizás algo o alguien que se haya ido y nunca volveremos a ver.


Llegará el día en que pasaremos a ser únicamente un recuerdo, suena sencillo y triste, pero supongo que es algo con lo que debemos lidiar, pienso que por lo menos deberíamos vivir disfrutando y intentado hacernos felices tanto a nosotros como a las personas a nuestro alrededor. Para convertirnos en un buen recuerdo, tanto para nosotros como para ellos.


¿Y a ti cómo quieres que te recuerden? ¿O cómo quieres recordarte?