No sé qué poner la verdad...

No sé qué poner. De hecho ni sé si alguien leerá esto (XD) Pero para aquel que lo lea, supongo que querrá saber lo que se cocina en mi cabeza.

En el mundo del fandom me interné cuando tenía diecisiete años. Recién acabado bachillerato me metí en un juego de rol (escrito) del ESDLA, conocí a una chica encantadora (que ahora es de mis mejores amigas, aún después de taaaantos años) y acabé metiéndome en el mundo del fanfiction. Mi primer fanfiction fue de Sailor Moon. Yo me leí el manga, lo tenía muy fresco por aquella época y quería hacer una especie de "¡Ey! La Usagi del manga no es tan imbécil como la del anime!" y escribí una historia (que por supuesto no terminé) con el fin de darle un poco de justicia. Luego pasé a Harry Potter, luego a One Piece y la lista creció.

Pero surgió algo "nuevo" en una época donde yo estaba molesta hasta con el aire. El mundo del fandom se empezó a llenar de fanfiction de famosos. Yo no juzgaré los gustos de nadie, pero en lo personal me parece un retroceso monumental en el fanfiction. Es un oda al Mary Sue/Gary Stu. Eso hizo que yo simplemente cogiera mis maletas y me largara por la puerta de atrás a solucionar mi vida laboral, estudiantil y sentimental.

Estuve años sin acercarme porque consideraba la comunidad como un fumadero de opio. Especialmente cuando surgió esa señorita llamada E.L. James que escribió un fanfiction de Crepúsculo (iuuu) siendo AU y una editorial se lo publicó y se convirtió en un bombazo. Quise sacarme los ojos con cucharillas de café. Era lo más horrible que había leído en mucho tiempo. Y eso que Crepúsculo y Vampire Diaries tenían muchísimas papeletas. Volví porque una amiga compartió conmigo un fanfiction en plan: Oye, échale una mirada que te va a encantar. Acabe de nuevo succionada en este mundo.

Y me propuse un reto... Escribir lo que NUNCA me atreví a escribir:

Yaoi/Slash/BL/Homoliteratura, etc.

Pero quería escribirlo a MI manera. Nada de chicos con comportamientos hiperfeminizados con roles de mujer en la relación y por supuesto pasivos mientras los activos eran machos alfas de pelo en el pecho. Odiaba eso del género, quería humanizar el género. Que la gente comprendiera cuando leyera algo así: dos chicos se pueden querer, se pueden follar incluso, sin necesidad de que uno tome el rol de mujer en ningún aspecto de la relación.

Escribí muchos ensayos para mi amiga. Desde inocentes hasta lo más porno que salió de mi cabeza. Y entonces se estrenó My Hero Academy.

Mi cerebro parecía una central eléctrica. Todas las bombillas se me encendieron al unísono.

Y aquí estoy.