La infancia añorada...

Publicado por Mia Tsukimori Kuran en el blog Viraha Ramé. Vistas: 324

Que hermoso sería volver a ser niño... para disfrutar de esa edad inolvidable, en la cual tenía a mis padres , quienes se preocupaban mucho por mí y me brindaban todo el cariño y el amor que necesitaba, y además para estar en presencia de mis abuelos, seres santos y adorables, que se conformaban con poco, eran incapaces de hacer daño alguno y estaban siempre dispuestos a brindar palabras tiernas, dulces, llenas de optimismo.
Volver a ser niño... para poder ser uno mismo, espontánea, transparente, ya que en esta etapa de mi vida tenía la posibilidad de transmitir a mis padres todo lo que sentía pensaba y me preocupaba, y ellos me escuchan con atención, y con palabras apropiadas aliviaban "el problemita" que podía haber tenido en ese momento, logrando hacerlo desaparecer, como por arte de magia.
Volver a ser niño...para cantar, reir, y soñar permanentemente, sin límites , con una alegría inmensa en el corazón, imaginando un mundo maravilloso, en el que no existiera la tristeza ni el dolor.

Volver a ser niño... para volver a tener nuevamente esa luz intensa en la mirada, y una sonrisa en mis labios, nacida del corazón, ya que en ese momento de mi vida nada empañaba la felicidad que sentía, y además adoptar una actitud se asombro frente a un mundo que para mí, en ese entonces, me parecía casi perfecto.
Volver a ser niño... para sentir placer otra vez por los juegos en las plazas, parques y hasta la vereda del barrio, donde vivía en mi infancia, y así reencontrarme con los amigos , con los cuales compartía mis travesuras.
A mi pesar , yo sé que nunca más viviré esos instantes tan extraordinario de mi niñez, pero sé también que quedarán grabados eternamente tanto en mi retina como dentro de mí, como lo más bello de mi existencia.
Pero además estoy segura que cada vez que lo recuerde caerán lágrimas sobre mis mejillas, porque la alegría y la felicidad que en ese entonces experimentaba, no volverá jamás. La causa se debe a que, a medida que pasa el tiempo, la vida va cambiando, y llega de repente el sufrimiento, que en ese momento no existía.
Sobre todas las cosas, sentiré una gran emoción al evocar a mis padres, ya que ellos me formaron en los verdaderos valores desde muy pequeña,lo cual me ha permitido, y lo digo con orgullo, ser lo que hoy soy.
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