En el Punto de Mira Capítulo 3

Publicado por Mkt en el blog El blog de Mkt. Vistas: 203

Mangel pasó su mano por mis hombros y me llevó al coche 4x4 militar. Muchos soldados aún quedaban dentro. Mientras íbamos hacia el vehículo, me fijé en que un soldado estaba en el asiento conductor, esperando a que llegásemos todos. Otros dos, nos escoltaban a mi amigo y a mi. Y detrás de este coche, había como dos camiones militares más.
Mangel estaba detrás mío, a la vez que yo subía a la parte de atrás del coche. Estaba sentado en el asiento y tenía que moverme hacia el otro extremo para que pudiera subir mi compañero. Dispuse a moverme, pero antes le eché un vistazo del lugar de dónde veníamos. Se trataba de un escondite secreto a subsuelo, un bunker subterráneo.
De repente, un soldado lleno de sangre vino corriendo hacia nostros gritando:
-¡CORRED!¡VA A EXPLOTAR!
Bajé del coche, y presos del pánico corrimos todo lo que pudimos para alejarnos de ahí. Estábamos corriendo, cuando miro hacia atrás y justamente explota la bomba. Todo parecía que ocurría a cámara lenta, que cualquier cosa que hiciésemos sería como si lo hiciese un perezoso. Le eché una mirada angustiosa a Mangel y este me respondió con otro de lo mismo.
En ese instante, podía sentir como una enorme ola de polvo venía hacia nosotros.
-¡AL SUELO!- pude escuchar como me gritaba mi mejor amigo.
Tan pronto lo escuché me tumbé al suelo, y Mangel hizo igual que yo. Los otros tres soldados nos imitaron.
No pude ver nada, pero escuchaba y podía sentir como una vocanada de aire mezclada con polvo se iba por delante de nosotros como consecuencia de la explosión.
Me levanté del suelo, abrí los ojos y vi como no había absolutamente nada, solo salía humo de la puerta del refugio. Mangel y los soldados se pusieron en pie y miraron hacia el mismo punto que yo.
Rápidamente, nos dirigimos hacia el interior del bunker.
Estaba todo destrozado y lleno de humo.
Las escaleras se conservaban perfectamente, y las puertas principales también.
Entré tapándome la cara con el brazo para que no me entrara mucho polvo por la boca y la nariz. No conseguí ver nada hasta estar dentro del todo.
Mangel venía detrás mía.
-Mira…-dijo tocándome varias heridas de mis brazos. Yo di a los hombros.
La verdad es que tenía la ropa desgarrada, y también varias heridas por los brazos. Aunque me daba igual, me interesaba más averiguar que había pasado.
Fui andando poco a poco, esquivando cada obstáculo del suelo como trozos de muebles, cristales, fragmentos de puertas y varias cosas más. También protegía mi cara del polvillo con mi brazo mientras observaba cada cosa que veía a mi paso.
Mi amigo y yo estuvimos andando un rato hasta que vimos a varios militares, manchados por la explosión, correr hacia la izquierda. Nosotros, como curiosos que somos, corrimos detrás de ellos.
-¿Que pasa?- pregunté a uno de ellos cuando conseguimos alcanzarlos.
-Pues que hay alguien encerrado en una habitación
-Ah… y ¿cual es el problema?-dije mientras Mangel y yo les seguíamos
-Pues que hay dentro una bomba
Ostias! Eso me puso el corazón negro. ¿Otra bomba? Me están tocando ya las narices con las bombas de los cojones.
Mangel me cogió del hombro, haciendo que me parase. Me giré y me quedé enfrente suyo.
-Vámonoh Rubiuh…no hacemoh náh aquí….
-Que no Mangel, tenemos que salvar a esa persona
-Rubiuh, ya lo harán elloh. Tenemoh que irnoh o moriremoh
-Me da igual, pienso salvar a esa persona. Si quieres irte, hazlo, yo me quedaré
-No pienso dejarte solo Rubiuh…
-Bueno, vale. Vamonos.
Y seguimos a los soldados.
Cuando llegamos había como unos seis ya allí, tres intentaban tirar la puerta abajo pero no lo conseguían, y otros tres estudiaban una táctica para entrar y desactivar la bomba. Los otros cuatro que llegaron con nosotros preguntaban a sus compañeros que pasaba y luego nos lo dijeron a nosotros.
Resulta que hay alguien encerrado dentro, pero no saben quién, ni como. De hecho, no habla y no saben porque, hace ruidos pero más nada. La primera conclusión que sacaron es que es mudo, pero otros dicen que esa persona está amarrada y que no puede hacer nada.
Lo único que buscan estos hombres es una manera de entrar y de desactivar la bomba. Pero… ¿cómo averiguaron que había una bomba?
-¿Cómo sabéis que hay una bomba?- pregunté a uno de los soldados que estaba en el suelo pensando una estrategia.
-Nos lo dijo uno de los que estaban aquí. Cuando le capturamos quiso hacerse el machote y fanfarroneó de que ahí dentro había una bomba y que moriríamos todos, incluida la persona que está dentro.
-Y ese tío…¿no puedo decirnos la forma de entrar o algo?
-Ese ”tío”, como dijiste, se ha suicidado.
En ese instante, me quedé en blanco. No hay forma de entrar, ni de desactivar la bomba…¿qué hacemos?
Me giré hacia Mangel y le pregunté.
-¿Cuál es el plan?- él me miró con los ojos como platos.
-¿El plan? El mío eh irnoh de aquí- al escuchar esto me decepcioné, nunca me imaginé a mi amigo tan cobarde..- Pero si te empeñah en salvarlo, pueh…puede que se me ocurra algo.
En ese instante, miré a mi compañero con entusiasmo. ”Ese es el Mahe que yo conozco”, pensé.
-Vale, tengo un plan…-dijo después de pensar un rato.
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario