Carne y Moho (+18)

Publicado por MelodiaVal en el blog El blog de MelodiaVal. Vistas: 288

Advertencia: No apto para menores de 18 años por contenido sexual explícito, violencia y atentado contra la sensibilidad. Se pide discreción, leer bajo su propia responsabilidad, gracias.
Bueno, a decir verdad, anoche tuve una pesadilla bastante nítida y espantosa y sentí que era la señal para este escrito. Este pequeño drabble está hecho para la actividad "Behetría de vocablos inexorables" y admito que me entusiasmó bastante más allá de tener problemas con los tiempos por descuidos personales. Me terminó quedando un escrito algo fuerte, pero sentí que me quité un peso de encima. El sueño en cuestión fue demasiado complejo de explicar, pero me inspiré en una parte en particular que me provocó más impacto que las otras. Si alguien lo lee, espero le guste y no se espante demasiado con él. Es un relato un poco fuera de mis escritos convencionales, pero nacido directamente de la inspiración. ¡Saludos!

Carne y Moho

Ella sabía que estaba muerta. Su cuerpo había muerto, pero su mente no podía abandonarlo, y sus sentidos seguían tan excitables como cuando aún necesitaba respirar para subsistir. Jamás se le hubiera ocurrido tal martirio para ningún pecador y por millonésima vez en el día se preguntó ¿por qué? ¿Por qué nadie le advirtió que el infierno se sentiría así?

Desde una esquina de la vieja y polvorienta habitación abarrotada de objetos antiguos, llegaba a sus ojos la imagen de la espantosa criatura que la observaba riéndose de su sufrimiento y de sus gritos. Ella se negaba a admitir que si estaba prestándole tanta atención al ser, era porque no quería prestar atención al verdadero monstruo de la habitación, ese que no requería de un rostro deformado para asustar y que se alimentaba de sus lágrimas y constantes gritos de dolor. Ella amaba a ese monstruo, por eso se negaba a verlo.

En el rostro de Él había una sonrisa ladina cargada de lujuria. La noche cubría la escena de manera estratégica, pero entre pinceladas de luz lunar que se colaban por el viejo techo hecho añicos, podía observarse como la penetraba de manera rápida y feroz, destrozando sus genitales putrefactos sin preocupación alguna. La carne de Ella estaba completamente cubierta de moho, pero Él parecía disfrutarla de todos modos. La putrefacción del cuerpo cercenado parecía excitarlo todavía más, provocando que gimiera gustoso al introducirse en la vagina repleta de gusanos. Arrancó un pedazo del hombro de Ella, desgarrando sin demasiado esfuerzo los tejidos descompuestos. Mascó degustando el manjar, pero la muchacha no dijo nada. Ella siguió gritando, preguntándose qué querría el monstruo que la observaba desde la esquina, arguyendo la idea de que este no fuera a hacerle nada por la simple razón de que no le correspondía. Este no tenía una verdadera expresión en su rostro, pero Ella sabía que se estaba burlando, recordándole que no había manera de refugiarse de lo que estaba pasando. No había marcha atrás a lo podrido y profanado de su cuerpo, cubierto de moho y semen, mordido por doquier con los pedazos arrancados.

Ella sabía que estaba muerta. Pero también sabía que su sentir era inmarcesible. Hasta que su carne no fuera completamente devorada, o los hongos no terminaran por consumirla, Ella seguiría sintiéndolo a Él profanando hasta el último rastro de humanidad que conservaba, esperando a que respondiera con gritos eternos hacia el espejo de pie ubicado en una esquina de la habitación.

Ella sabía que estaba muerta. Pero nunca encontraría paz.
  • Bugs Bunny
  • Equinoccio
  • MelodiaVal
  • Equinoccio
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario