¡¿un amor de cuento que existe?!

Este es mi segundo fic, aquí en Originales jeje espero os guste. Basado en una historia real. ^^

Capitulo 1: Cruce de miradas ¡Los viste!

La escuela es agobiante, eso todo el mundo lo sabe, en mi caso es aún peor. Nuestra escuela como cualquier otra esta dividida en varios grupos, el semestre comenzaba como cualquier otro.
Llegas a un salón con personas desconocidas, te presentas ante todos con cada maestro que pasa o los mismos profesores nos dan una reseña de su vida, después el criterio de evaluación y su forma de trabajar. Debes de copiar el horario de clases que pegan en la biblioteca y presentarte a cada una de tus clases, la cafetería en ese entonces esta vacía pues todos quieren saber como van a evaluar sus profesores y no se dan tiempo para bajar a respirar un poco de aíre fresco.

Varios de los alumnos de nuevo ingreso ni siquiera salen del salón o platican con alguien, solo se encuentran ahí sentados sin decir ni “mu.” A decir verdad yo también pase por eso y déjenme decirles que fue el primer semestre mas divertido después de mi traumática secundaria, los alumnos después de un tiempo de conocerse se van relajando y todo pasa con normalidad.

Pero todos esos sentimientos de tranquilidad se derrumbaron cuando fuimos a entregar papeles a nuestra respectiva secretaría en la ventanilla E; un cabello largo, un poco mas debajo de los hombros color negro llamó mi atención y la de mi compañera de alado. Talisha era una de mis primeras amigas, era todo un desorden pero aún así éramos inseparables, la mayoría de las amigas se pelean pero nosotras no, mas bien nos aconsejábamos la una a la otra. Continuamos con nuestro escaneo pera aquel chico de bellísimo cabello que en ese momento robó por completo mi corazón, la situación paso a mayor cuando él se nos quedo viendo, entonces desviamos la mirada un poco apenadas por habernos cachado mirando como bobas a un chico que ni siquiera sabíamos su nombre y eso no era lo peor, ese momento llego cuando otro chico de una estatura bastante alta, güero, llegó a formarse en la fila de a lado. Talisha se quedo impactada, parecía que la habían hipnotizado, no paraba de mirarlo y al igual que el joven peli-negro se dio cuanta de la mirada penetrante de Talisha.

Nuestras descripciones son fáciles, mi nombre es Emily, tengo el cabello castaño corto, ojos marrones y una estatura por enzima del promedio de una mujer mexicana, de piel morena. Talisha en cambio es de piel blanca, cabello negro y ojos color miel, un poco mas baja que yo.

Para nuestra mendiga suerte los chavos que nos habían llamado la atención estaban en los salones de a lado, para nuestra gran fortuna el nuestro había quedado en medio ¡Que suerte!
En corto tiempo averiguamos sus nombres, el pelinegro de nombre Alex y el güero llamado Erick, al principio no les tomamos mucha importancia pues pensábamos que no eran los únicos chicos lindos de la escuela pero… no nos fue posible olvidarlos y el como nuestras miradas se cruzaban constantemente al caminar por los pasillos o cerca de sus salones.

Antes de las vacaciones teníamos una salida, una excursión para acampar en unas montañas cerca de Toluca, Talisha y yo nos quedaríamos en una cabaña junto con otras tres compañeras pero… justo antes de subir al autobús que partía de la escuela; dos jóvenes nos detuvieron. Según lo que nos habían dado a entender uno se llamaba Alejandro; un muchacho de espalda ancha, moreno y un poco mas bajo que yo, quien se le declaro a Talisha diciéndole de inmediato cuanto la quería; el otro joven de nombre Luis; un chico de huesos anchos, piel morena y muy por debajo de mi estatura me pidió que saliera con él. Pero eso no fue todo, cerca de ahí dos jóvenes acabados de conocer nos miraban con el ceño fruncido.

–Lo siento, pero me gusta otra persona –respondió Talisha.

–Bien por ti. Pero no me gustas –conteste ante aquel personaje frente a mi.


Ambas nos dimos cuenta de la mirada amenazadora que nos estaban dando y por curiosidad tratamos de escuchar la conversación que tenían con las dos personas que se nos habían declarado; nos sentamos en la parte trasera del autobús, abrimos la ventana y nos dispusimos a escuchar.

–¿Qué querían con ellas? –preguntó desafiante Erick.

–Nada que les interese –respondió Alejandro de forma agresiva.

–Bien, solo les advierto una cosa. Si se les vuelven a acercar… – amenazó Alex.

–Se las verán con nosotros –completo el güero.

–Ustedes no son nada de ellas –aclaró Luis.

–¡Pero lo serán! –respondieron al unísono.

Nuestra mendiga sorpresa fue la que nos delato al casi gritar y llamar la atención de los cuatro muchachos; pero solo dos intentaron subir lo cual no les fue permitido. El chofer al verlos correr, cerro la puerta impidiéndoles el paso tanto a Erick como a Alex y con un simple “El autobús es solo de chicas” los mando a volar.

La verdad es que me sentí aliviada de no poder hablar con el y Talisha creo que sentía lo mismo; su repentina confesión nos callo como una pedrada en la cabeza.
De camino a las cabañas fuimos ideando el plan perfecto para poder evitarlos y no hablar con ellos. Lo que nos dio mucho en que pensar.

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Mientras que en otro de los autobuses dos jóvenes comenzaban a conocerse.

–Me llamo Alex, ¿y tu?

–Soy Erick, veo que a ti te gusta Emily, la amiga de mi futura novia.

–¿Tu futura novia?

–Si, muy pronto lo será –rió para si mismo de solo imaginárselo.

–Oye, ¿crees que nos hayan escuchado cuando discutíamos con “esos”? –cuestionó el peli-negro recordando la mirada de Emily.

–Eso lo tendremos que averiguar nosotros.

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Bueno espero que les aya gustado el primer capitulo y por favor comenten.

 

Dedicado a todas mis queridas lectoras, y a las personas que me siguen…

Otaru: Este no es mi primer fic orifinal jiji Es el numero dos!!!
NadD: Pues… se podría decir que son de origen Mexicano ambas.
Marlex: TE quiero mucho, gracias por alentarme
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Capitulo 2: Excursión… ¡Comienzan los problemas!
La zona donde íbamos a acampar estaba unos cuantos kilómetros, lo que significaba que estaríamos cada vez más cerca de ellos.

Bajamos del autobús para estirar las piernas y desentumecernos, la gasolinera en la que nos detuvimos tenia cerca un oxo así que fui junto con Talisha por unas botanas.

–¿Talisha que vas a querer? –pregunté desde el otro pasillo.

–Unas Sabritas amarillas o de limón, ¿y tu?

–Compraré la bolsa grande y tu ve por un jugo.

Entonces la puerta del establecimiento se abrió una vez mas, por un momento creí que eran otros de mis compañeros pero no, cuando vi a tremendo gigantón y a un peli-negro mi corazón empezó a palpitar sin parar. Camine disimuladamente hasta donde estaba Talisha e hice que se agachara.

–¿Qué te ocurre Emily? –preguntó muy disgustada por mi repentina acción.

–Son ellos… –dije y señale a los individuos.

–¿Dónde? ¿eh? ¡Aaa! –desde mi punto de vista Talisha expresaba lo que le pasaba por la mente en ese momento, ¡Pero este no era ese momento!

–¿Quieres que nos descubran? –cubrí su boca con mi mano, ella me contesto con un gesto que no así que nos dirigimos a la caja.


Llegamos a salvo y sin que se dieran cuenta, pagamos, tomamos las cosas y salimos disimuladamente corriendo porque nos “iba a dejar” nuestro autobús.

–¿Eh? –percibió Alex –Pero… si es Emily

–¿Dijiste algo? –preguntó distraído Erick.

–Estaban aquí…

–¿De que hablas? ¿Te sientes bien?

–¡Maldición! ¡Pasaron en nuestras caras y ni siquiera las vimos!

Mi curiosidad era mayor, ¿nos habrán visto? Pensé pero no dije nada, solo me limite a voltear y ver como Alex salía corriendo seguido de Erick gritando sin parar.

–¡Emily! ¡Emily! ¡Espera, tengo que decirte algo!

Me quería morir, nunca pensé que supiera tan siquiera mi nombre, no lo pude contener. Tome la mano de Talisha y le di un tirón para correr al autobús, me dio miedo, el tan solo pensar que era lo que me quería decir era algo que me causaba escalofríos.

–Emily basta, me lastimas la mano –forcejeaba Talisha hasta que notó del porque corría y apresuró el paso mas que yo.

Llegamos al autobús a salvo, éramos las ultimas que faltaban, el chofer cerró la puerta y arranco. Caminamos hasta nuestros lugares, quedando derrumbadas en ellos; miles de preguntas cruzaban por mi mente pero no podía hablar con él.

–Talisha… ¿Qué pasaría si Erick te dijera algo que no quieres oír?

–Supongo que al principio me sorprendería pero…

–¿Pero?

–No nada, olvídalo ¿quieres una papa?

–Bueno, ya que insistes.

Todo el camino fuimos hablando de películas, música, que es lo que haríamos en el campamento y todo a lujo de detalla; evitamos totalmente hablar de chicos y mas de dos en específico.

–Muy bien chicas hemos llegado, por favor asegúrense de no haber olvidado nada en el autobús y les sugiero que se apresuren a bajar, así tendrán mas tiempo libre –avisó nuestra guía/profesora.
El lugar quedaba en una reserva natural donde no había señales de civilización en largos kilómetros, todo estaba lleno de árboles, pasto, flores y una zona de matorrales de fresa donde podíamos cortarlas si se nos apetecía. Los profesores nos dividieron con nuestras respectivas compañeras dándonos nuestra llave; las cabañas eran muy acogedoras y llenas de lo indispensable para sobrevivir por lo menos cinco días, estaban equipadas con cocina, una pequeña sala, un baño donde podías nadar y dos recamaras baste amplias con camas individuales.

Lo único que teníamos que hacer como trabajo era entregar un reporte botánico para la clase de biología todo lo demás era para nosotros.

–Nosotras nos quedaremos en la habitación del segundo piso y ustedes en la planta baja ¿Están de acuerdo? –preguntó Laura, una de nuestras compañeras de cabaña.

–De acuerdo, vamos Emily hay que desempacar.

–Si, claro. Sabes… estuvieron comentando por ahí que cerca hay una alberca con toboganes y es de esta misma reserva así que ¿Vamos?

–¡Claro que vamos, es agua!

A Talisha le encantaba mojarse pero de vez en cuando bromeábamos con que si se mojaba se encogería; y es que ella es de estatura un poco baja y cada vez la veía mas bajita.

Al poco rato se me ocurrió abrir las ventanas para que se ventilara un poco la habitación, entonces desde los matorrales algo se movió y llamó nuestra atención.

–¿Escuchaste eso? –preguntó Talisha.

–Viene de afuera… –deduje y me acerque a la ventana, cuando de entre los arbustos salio un pequeño conejo.

–Fiu creí que era otra cosa –suspire y me di la vuelta para ver a Talisha –No era nada, solo un conejo.

–¡Al fin las encontramos! –saltaron dos chicos de entre los árboles, lo que nos asustó.

–¡Kyaaa! –gritamos mi compañera y yo al mismo tiempo, solo que por reacción al sobresalto tiramos un puñetazos sin pensarlo dos veces, mandando a volar a esos dos individuos.

–¡Maldición eso duele! –se quejaba el pelinegro.

–¡Eso les pasa por asustarnos! –rezongamos al unísono, cerramos la ventana y las cortinas.

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Unos metros más lejos de la cabaña de Talisha y Emily, dos chicos peleaban entre si por su anterior plan fallido.

–Creo que tu plan de tomarlas por sorpresa no funcionó del todo, Erick.

–Pues esto era mejor, que irrumpir en la cabaña como soldados del FBI, Alex.

Ambos sostuvieron sus miradas y con enojo y decepción, el silencio se produjo y un ambiente de penumbra azotaba a su alrededor hasta que a Alex se le ocurrió una idea y hablo.

–Al menos a ti no te pegaron tan fuerte, esa Emily que brazo tiene –resoplaba Alex mientras masajeaba su mejilla y sacaba un espejo de su bolsillo trasero –Hay esto va a dejar moretón y a ti ni se diga, esa cara tan linda que tienes, ¡aaa! Te saco sangre de la boca.

–¡No seas joto! –respondió Erick que de inmediato entendió el motivo de Alex –¡Pero gracias por preocuparte… guapo!

Alex se quedo paralizado y de inmediato comenzó a reírse al igual que su amigo frente a él. Cuando pararon, se miraron ya seriamente y lo único que salio de sus bocas fue:

–Lo intentaremos de nuevo…

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–Oye Talisha, ¿quieres ira a nadar ahorita?

–Si, hace buen clima y el agua debe de estar fresca.

–De acuerdo, solo me pondré mi traje de baño y listo.

Cada quien busco en su maleta el juego de baño que habíamos traído; el de Talisha era de una pieza con un escote en la espalda muy pronunciado y una mas pequeño en el busto de color azul con decoraciones verdes, el mío en cambio era de dos piezas, un top de espalda abierta pero con cintas cruzadas, un short pequeño, ambos de color negro con un estampado de flor de cerezo en rosa.

–Pero…¡No quiero salir así! –mencione.

–¿Por qué no? –preguntó Talisha.

–Es-es que me da pena…

Talisha me miro can cara de “aún pareces una niña pequeña” y fue hasta donde estaba mi maleta; me aventó una falda y una playera, entendí el mensaje de inmediato y me apresure a ponérmelos por enzima del traje de baño.

–Listo, ya vámonos –esta vez ya estaba mas segura y nos esperaba la piscina.

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Espero les aya gustado el capitulo numero dos!! Yeha!!

 

Listo! aqui les dejo la continuación =p :)
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Capitulo 3: Que día tan caluroso… y ¡Problemático!

El rumor de las piscinas corrió rápido por todo el campamento y muchas de nuestras compañeras ya estaban ahí, algunas tomando el sol, otras divirtiéndose en el agua y algunas mas sentadas bajo algunas palapas.

A Talisha y a mi nos encantaba el agua así que no lo dudamos y nos lanzamos de bomba a la alberca. Pero… lo más extraño era que no habíamos visto a ningún muchacho en los alrededores entonces comencé a sospechar.

–¡Kyaaa! –gritó Laura.

Como es costumbre en cuanto escuchas un grito, todas acudimos a ver que pasaba. Laura estaba tapándose con una de las toallas mientras señalaba unos matorrales cercanos. Entonces todas entendimos al ver la lente de una cámara enfocándonos.

–¡Kyaaa! –gritamos todas al unísono buscando con que cubrirnos.

–Que… pervertidos –acusó Talisha muy sonrojada.

No lo soporte mas y corrí rumbo a esa cámara y por supuesto a su dueño.
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Mientras que de camino a una de las cabañas del lado sur, los dos jóvenes moreteados hablaban y discutían sobre otro buen plan cuando escucharon desde el portón a varios de sus compañeros murmurando.

–¿Escucharon, escucharon? –preguntaba un joven castaño.

–¿Que? –decía otro frente a este.

–Alejandro el del salón de a lado, fue a tomarles fotos a las chicas que están en bañadores cerca de la alberca.

–¡No juegues!… que no sea malo y nos pase las fotos.

Alex y Erick estaban que ni el sol les calentaba, ellos bien sabían que Talisha y Emily habían ido a divertirse a esas albercas pero sobre todo… Erick recordaba perfectamente a ese tipejo de Alejandro y quiso de inmediato ir a golpearlo pero fue detenido por Alex.

–Espera, escuchemos mas…

–Si fuera Emily ya hubieras ido corriendo, así que suéltame –forzó Erick.

Estaban a punto de darse de golpes pues así como a Erick le molestaba que hablaran mal de Talisha a Alex le rabiaba.

–¡Que! –exaltado y sorprendido uno de sus compañeros llamo su atención de nuevo –¿Cómo es eso posible?

–Pues así es, según uno de mis informantes, una de las chicas esta golpeando a Alejandro en este mismo momento.

Alex y Erick estaban impactados por lo que acababan de escuchar, calmándose de momento un poco para poder escuchar y saciar sus dudas de quien era la chica que golpeaba a Alejandro mientras que Alex se iba dando una idea.

–Es esa chica, la que sabe Aikido ¿no? pero… ¿cómo se llama?

–Es-es… Emily… creo…

Mas tardaron en acordarse del nombre que en lo que lo había deducido Alex con las simples dos pistas de “chica que sabe Aikido” entonces sonrío, dejo de sujetar a su amigo y dirigió el paso a su cabaña.

–Alex, ¿no vas a ir con ella?

–No, si voy también a mi me va a golpear –mencionó entre su sonrisa de cero caries –no tienes que preocuparte mientras Emily este con tu Talisha nada malo le va a pasar.

–Bueno, creo que en eso tienes razón.

Ambos estaban a punto de entrar a la cabaña cuando sus compañeros por los cuales se habían enterado del relajo en la alberca dijeron algo inesperado que movió por completo la estabilidad emocional de Alex.

–Pero… que no Alejandro sabe Judo.

Los ojos de Alex se abrieron de par en par, soltó la manija de la puerta y hecho a correr entre los árboles y matorrales buscando el camino mas corto, Erick al notar la desesperación con la que iba corrió tras Alex mientras preguntaba en el camino.

–¿Qué te pasa?… que no estabas seguro que no le pasaría nada –decía entrecortado a falta de aliento Erick.

–Eso fue antes de saber que el tal Alejandro sabía Judo.

–No entiendo, ¿a que te refieres?

–Todos saben que el Aikido es para defensa personal, no para atacar pero…

–¿Pero…?

–El Judo se puede usar para ambas.
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–¡Suéltame!

–¡Alejandro suéltala ya, la vas a lastimar! –exigía Talisha con desesperación al verme forcejear en una posición bastante incomoda para mi.

–No le va a pasar nada Talisha, pero eso le pasa por querer romper mi cámara.

–¡Y no me retracto! –le grité sin pensarlo dos veces.

Su llave de Judo me apretaba cada vez mas, ya no sentía uno de mis brazos y el cuerpo me pesaba, mi visión empezaba a hacerse borrosa por tanto tiempo que había pasado de cabeza.

Intente varias veces zafarme pero en cada una asumía una posición totalmente diferente, sin posibilidades de vencerle; m i agilidad era superior a la suya pero obviamente en fuerza el ganaba.
Entonces perdí por unos momentos el conocimiento provocando una gran angustia en mi amiga.

–¡Emily! ¡Ya suéltala Alejandro!

–La dejo pero con una condición, sal conmigo.

–Bien… pero déjala.

Escuche todo, y aún así no podía moverme; que Talisha aceptara solo por mi bien… ¡Que no me joda!.Empecé a sentir como el cuerpo de Alejandro se aflojaba poco a poco y liberaba el mío.
En cuanto estuve totalmente libre le tire una patada al estomago la cual no pudo esquivar pero el de inmediato sujeto mis muñecas a cada lado de mi cabeza mientras que sus piernas hacían una llave en contra de las mías imposibilitándome así moverme.

–¡Ahora veo por que Talisha te rechazo! ¡Eres un… !

–Ten más cuidado con lo que dices, porque no estas en posición de decir nada…

–Ya te dije que saldré contigo, ¡solo déjala en paz!

–¡Cállate! Talisha… cállate…

–¿Emily?

–¡Esta persona no merece a alguien tan valiosa como tu!¡Así que si me vas a salir con eso de nuevo yo misma te romperé la cara!

Talisha se quedo callada, todas las demás chicas empezaron a murmurar entre si hasta que una de ellas y precisamente Laura hablo por todas.

–Nosotras iremos por ayuda, tu Talisha cuida que no le haga… mas… daño.

Y dicho y hecho, fueron en busca de ayuda; Talisha intento por todos los medos alejarlo de mi pero en cada intento ella era aventada.

–Tal vez debería cambiarte por Emily, ¿no crees Talisha? –insinúo Alejandro acercándose cada vez a mi rostro –Yo creo que no le importara a Luis en absoluto…

–¡Pero a mi si me importa! –interpuso una cuarta voz masculina y de la persona que menos quería ver, pero que en ese momento me alegre de verle.

Tenia una mirada en sus ojos que jamás había visto, había tanto enojo y frustración. Los ojos calidos que yo conocía no estaba en ese momento, era otra persona, y me encantaban…

–Alex… –murmure

–¿Y tu que quieres?

–¡Que la sueltes!

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Fin del capitulo jiji es que ya me tengo que ir y ps las dejo con la tentación del próximo capitulo