The Outsider´s

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por RicardoAS, 18 Noviembre 2012.

  1.  
    RicardoAS

    RicardoAS Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    18 Noviembre 2012
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    8
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    The Outsider´s
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    4953
    En otra tierra diferente a la nuestra, una serie de sucesos, hicieron que algunos humanos obtuvieran habilidades sobre naturales, otros quedando a merced estos, los comenzaron a llamar Outsider s y es aquí donde comienza nuestra historia. OC's
    Capítulo 1: La Llegada a Midas.
    “Basta un instante para hacer un héroe, y una vida entera para hacer un hombre de bien”
    Paul Brulat (1866-1940)

    El Desierto de Mubarak, también conocida como la enorme planicie totalmente desolada, cubierta con la arena más blanca existente en el mundo.

    La intensidad con la que el sol ardiente se reflejaba era tal que viajar a través de aquel paisaje era prácticamente imposible, no obstante, aquello perdía importancia para los dos viajeros que iban tranquilamente caminando a paso lento pero constante, ambos vestidos con togas oscuras y amplios sombreros de paja con los cuales cubrían sus cabezas del sol inclemente. Hicieron una leve pausa, en la cual uno de ellos escribió una nota y la amarró a la pata de un ave mensajera que emprendió vuelo casi de inmediato. Sin esperar más, continuaron caminando rumbo a su destino.

    La Ciudad de Midas, también conocida como la Ciudad Impenetrable por su estructura hecha de roca maciza; reconocida mundialmente por su gran problema con el vandalismo y la mafia. Sin pasar mucho, ambos viajeros llegaron por fin frente a las Grandes Puertas de Midas, mejor conocidas como las Grandes Rocas o las Puertas de Anco, llamadas así por el Gobernador, quien envió a construirlas. La muralla constaba de grandes piedras alteradas con Mana natural, encontrado en las mesetas del vasto desierto que les rodea.

    Sólo faltó que ambos viajeros se acercaran para que los custodios se pusieran en guardia, interrumpiendo su paso mientras fruncían el ceño.

    -¡Identifíquense! ¿Cuál es el propósito de su estadía en nuestra gran Ciudad Midas?- Exclamó uno de los guardias, acción ante la cual el viajero más alto y corpulento de los dos separó un poco el sombrero de paja de su rostro para mirar fijamente al contrario.

    -Sólo negocios- Al tiempo que decía aquello, su compañero, más bajo, mostró unas monedas de oro a los guardias que aceptaron el trueque sin chistar.

    Segundos después las Puertas Anco se abrieron, y ambos viajeros se adentraron en la gran ciudad de piedra. No pasó mucho tiempo, fue sólo cuestión de minutos en los cuales pasaron por unas cuantas calles, cuando notaron recién la gran cantidad de carteles pegados en las paredes que escribían en grandes y remarcadas letras rojas “Se busca”.

    -¡Cielos! Parece que alguien necesita algo de ayuda, ¿No crees?- Murmuró el viajero más corpulento con cierto tono burlón captado a la distancia.

    -Huntx, sólo venimos por el informante, no hay tiempo para juegos. No somos los salvadores de esta ciudad, ¿Lo recuerdas?

    -Pero…

    -No.

    -Como digas…- Huntx rodó los ojos ante la reprimenda y orden de su compañero.

    Sin mayor contratiempo continuaron su camino por la ciudad, observando con atención a sus alrededores, hasta que llegaron a una pequeña taberna. Allí, Huntx se quedó parado y esperando afuera mientras su compañero se adentró en el lugar. Agudizó un poco el oído al escuchar algo de un no-se-qué que decían los guardias acerca de la entrada y la salida de la ciudad por problemas debido a las fuertes tormentas del desierto, y un que-se-yo de duración de dos días. Se encogió de hombros restándole importancia, y un momento después su compañero de viaje salió de la taberna.
    -Parece que nos tendremos que quedar unos días- Anunció sin mayor preocupación acercándose al otro. Pasaron unos segundos en los que su compañero suspiró y bajó un poco los hombros, y al momento siguiente se repuso.

    -Nos vemos al rato.

    -Como quieras, yo iré a ver si encuentro algo de comer- Huntx se puso una mano sobre el estómago- El viaje por el desierto me despertó el hambre- Murmuró alejándose varios metros.

    -No te metas en problemas, recuerda que debemos permanecer de incógnito, no debemos llamar la atención- Advirtió el otro antes de que se alejara por completo. Huntx sonrió a lo lejos.
    -Lo intentaré.

    Anochecía en Ciudad Midas, y en tanto el sol se escondía entre las montañas, el viajero menos corpulento y más reservado se paseaba por entre los altos callejones de maciza roca, dando a primera vista la impresión de estar buscando a alguien. Se detuvo un segundo a observar uno de los carteles de “Se busca” pegado en las paredes, viendo con ceño fruncido la cara de todos y cada uno de los ladrones, sicarios y matones en el papel. Mala suerte la de aquel que mientras miraba la hoja vieja y desgastada era acechado por tres hombres que se le acercaron con claras malas intenciones.

    -¡Hey, tú! ¡El del sombrero de paja!- El viajero se volteó ante el llamado. Uno de los tres hombre sonrió socarronamente- ¿Ves ese cartel de allá?- Inquirió señalando una de las hojas- Soy yo, uno de los matones más buscados de Midas. Te ves muy interesado en los carteles, debes de ser otro pobre caza-recompensas que cree que puede ganar dinero fácil aquí- Amplió más su sonrisa señalándolo con un dedo- ¡Así que por qué no vienes aquí y-

    Acto seguido, el viajero le partió la cara de un puñetazo, quedando de espaldas a los otros dos, que estaban unos cuantos pasos más adelante del que acababa de quedar con la cara desfigurada. Ambos retrocedieron tres pasos, no obstante, imprudentes y confiados decidieron lanzarse al ataque. El viajero lanzó una patada que impactó fuertemente en la cara de uno de los ladrones.
    El otro ladrón que quedaba intentó apuñalarlo mientras se encontraba dándole la espalda, pero antes de que pudiera siquiera acercar la navaja a la espalda del viajero, su cara se vio aplastada totalmente contra el piso, causándole la inconsciencia temporal.
    -Pensé que yo era el que se metía en problemas- Resopló Huntx alzando una ceja.
    -No era necesario que aparecieras- Murmuró su compañero- Vámonos antes de que lleguen los guardias.

    -De nada…- Y agregó para sí- Pero qué mal agradecido.

    -Ya te dije que no era necesario que aparecieras.

    -Sí, ya, está bien- Huntx rodó los ojos.

    -Vamos, busquemos una posada. Ya anocheció.

    Las calles de Midas ya a esas alturas estaban algo… Bastante oscuras. Ambos viajeros caminaban buscando un lugar donde descansar, intentando ignorar a los pobres que se veían entre los callejones, esperando el más mínimo descuido de cualquier persona para poder robar dinero o comida.

    -¿Habías estado aquí antes?- Huntx interrumpió el silencio, aún viendo hacia todos lados.

    -Hace unos años, esta ciudad fue una de las primeras en formarse después de la caída de la Liga. Y realmente no ha cambiado mucho, sigue siendo la misma selva de roca llena de ladrones y gente pobre, así que no esperes encontrar una posada 5 estrellas.

    - Con tener una cama en la cual dormir me conformo -El más corpulento de los hombres miro descuidadamente su alrededor-.

    - Solo tenemos que esperar unos días para que la tormenta pase -Su compañero lo miro con lo que parecía ser seriedad en los ojos- después de eso, regresamos a Ciudad Puerto.

    El resto del camino no fue muy largo, un poco más adelante de su posición dieron con una pequeña posada. Ciertamente no parecía la mejor del pueblo, pero algo había en ella que le daba un toque acogedor. No fue mucho el tiempo que se quedaron afuera, entraron rápidamente, topándose con una temperatura que les recordaba al mismísimo desierto.

    Solo su techo estaba hecho de piedra, los pisos hechos de manera. Los dos viajeros se acercaron al lobby, haciendo sonar el timbre para llamar a alguien que pudiera atenderlos. No paso mucho tiempo, tal vez tres o cuatro segundos, para que de la habitación trasera saliera una joven de rostro que hasta cierto punto era hermoso, su pelo marrón combinaba con sus ojos café, y ambos destacaban gracias a su piel clara. No parecía ciudadana de Midas, eso era indudable.

    - Bienvenido a la posada de Adela -Sonrió, dándoles la bienvenida- Mi nombre es Anna, ¿En qué puedo ayudarles?

    - Buenas noches señorita -La persona en hablar en nombre de los dos fue Huntx- Necesitamos una habitación, solamente nos quedaremos el tiempo que dure la tormenta, espero que no sea mucha molestia.

    - No hay problema alguno -Volvió a sonreír de manera amable- ¿Tal vez son del bosque del "Gran Sauce"? ¿O tal vez de las tierras heladas de Errath? No tenemos mucha clientela en estos momentos, me gusta preguntarles a los viajeros de donde vienen, como nunca he salido de Midas, espero conocer así un poco de otros luga-

    - Señorita, solo vinimos para tener un lugar en donde quedarnos, no tenemos interés en contar nuestras historias a nadie -La interrupción del compañero de Huntx dejo a Anna con un sabor amargo en la boca, sin contar una incomodidad enorme. Siendo sincera, se sentía como una entrometida-.

    - Disculpe señorita -Huntx no solo se disculpo con sus palabras, si no también con su sonrisa- Mi compañero no es muy humilde, y tampoco hablar, venimos de ciudad puerto.
    - Y-Ya veo -Anna soltó una risa un tanto incomoda- Este... me han dicho que es una ciudad hermosa, además, está el gran estadio de lucha ¿No? ¿Qué les trae a Midas?

    - Negocios...

    - Ya veo -Asintió, aun con la incomodidad presente en ella- ... Bueno, esto... serian 5 monedas de plata por la noche. Aquí tienen su llave -Les extendió dicho objeto- Cuarto Nº 5 -El viajero extendió su mano, dejándola al descubierto y entregándole 3 monedas de oro-.

    - Quédese con el cambio -A pesar de sus palabras, Anna no se fijaba en las monedas, la única cosa que estaba en su vista en ese momento era el guante que portaba el viajero, un guante de cuero con un pequeño hexágono de oro que parecía encerrar un símbolo dentro de él-.

    La joven abrió la boca en sorpresa, levantando la mirada rápidamente para ver al portador.

    - !T-Tu! !Perteneciste a "La liga"! -Exclamo, aun con la expresión de sorpresa en su rostro- Yo también soy parte de ustedes, por favor miren lo que puedo ha-

    - No me interesa lo que puedas hacer -Interrumpió de nueva cuenta el hombre- La Liga siempre fue una farsa, solamente corrupta aun desde su inicio, si aprecias tu bienestar te recomiendo que no uses tus habilidades, solo traerás problemas, solo lograras que te traten como a una Outsider. Es por tu bien. Créeme -No dio espacio a mas palabras, ya que al terminar las suyas propias tomo la llave y se dio la vuelta, subiendo las escaleras que presentía daban a las habitaciones-.

    - Nuevamente, me disculpo... -Huntx suspiro levemente, con una expresión en el rostro que demostraba lo poco que le había gustado el desprecio de parte de su compañero. Luego se alejo de ella, subiendo por las mismas escaleras que había tomado el otro hombre-.

    No tardo en llegar al piso en el que se encontraban las habitaciones, observando al mismo tiempo la posada desde su interior. Las puertas tenían aspecto frágil, y el hecho de que se podían escuchar las conversaciones al otro lado de ellas no ayudaba a su opinión. Sin embargo no presto más atención, no teniendo problemas en localizar el numero "5" de su habitación.

    No se sorprendió cuando, al entrar, encontró a su compañero sentado en la ventana, observando lo que se podía ver al otro lado de la ventana.

    - No tenias que ser así con ella, no es su culpa haber nacido con habilidades -Comento Huntx, observándolo- Se que intentaste hacer lo que pudiste cuando pertenecías a La Liga, no puedo negar que fue muy grande en su tiempo. Aun recuerdo a mi papa llegando con el cintura de La Liga.

    - No debieron llenar su cabeza con cuentos acerca del bien que hacía solo para que dejaran de discriminarnos llamándonos a todos nosotros Outsider -Contesto su compañero, sin dejar de mirar atreves de la ventana- Desde que entre, sabía que no era completamente "correcta", aun había rencor hacia las personas que nos llamaban de esa forma, además... ¿Qué va a saber una chica que vive en esta ciudad, llena de corrupción? Lo mejor es que se quede quieta, que no llame la atención, estará bien mientras haga eso. Lo sabes, después de la caída de la Liga la gente ha vuelto a llamarnos Outsiders, después de lo ocurrido... por algo en la mayoría de las ciudades está prohibida nuestra entrada.

    - No puedo negar que tienes razón.

    Descansaron en su habitación, no estando conscientes en ese momento del "peligro" que los asechaba. Después de todo ¿Cómo iba a saber el viajero que los ladrones que había golpeado más temprano en ese mismo día habían alertado a los guardias de su presencia?

    Fue inmediata la orden de que un escuadrón de búsqueda encontrara a los que se presumía eran Outsiders y encarcelarlos, era más que notable que el gobernador no disfrutaba de la presencia de estos individuos en la ciudad, a pesar de que el mismo en su posición como gobernador tenía bajo su mando y como guardas espaldas a dos Outsiders. Gemelos conocidos como Los hermanos Horadrim, poseedores de la habilidad de manipular el metal a voluntad.

    Aunque tal vez era el hecho de que nunca se separaban de Anco que hacia al hombre intocable.
    Lo irónico de la situación, no era solamente eso, si no que el comandante de la fuerza policiaca de Midas, conocido como Muzu, era otro Outsider, con capacidades de lanzar fuego y a la misma vez apagarlo. Aunque, era cierto, siendo el caso de dos Outsiders dentro de la ciudad, no era de extrañarse que el mismo comandante hubiera salido con la escolta de guardias en busca de los dichos sujetos.

    De puerta en puerta iba, siguiendo rastros, buscando, obligando a las personas a brindarles la información que necesitaban para encontrar el paradero de los dos viajeros, quienes sabían que no tenían ninguna posibilidad de negarse, sabían que si lo hacían estarían a merced del comandante, arriesgándose a perder sus casos bajo el poderoso juicio de las llamas.

    Si bien no era extraño que en algún momento llegaría a su posada, a la que primero había llegado era la que se encontraba frente a la posada. La frágil puerta se abrió, dejando salir a una anciana, quien con voz antipática y llena de obstinación se dirigió al comandante.

    - ¿Que quiere?

    - Discúlpeme, madame -Hablo el hombre con un acento un tanto extraño, ciertamente no de esa ciudad- ¿No ha visto a dos hombres con toda oscura y sombreros de paja? Son prófugos, deben ser detenidos en el menor tiempo posible.

    - Si, entraron en la posada de enfrente -Señalo dicha construcción con desgano- Ahora, no molesten -La puerta se cerró con fuerza, muy cerca de la cara del comandante-.

    - Bueno, señores, oyeron a la señora -Se volteo hacia sus subordinados- Entren, y tráiganlos vivos o muertos -Los hombres no chistaron, segundos después se encontraban irrumpiendo en la sala del lobby, al parecer muy concentrada en alguna actividad-.

    - ¿! Que es lo que se cree ese idiota!? Vera lo que pudo hacer -Respiro profundo, intentando concentrarse en tu poder- Vamos Anna, la ultima vez pudiste hacerlo, funciono ¿Por qué no ahora?! Vamos!!Levántate tierra! -Soltó en un grito, sin provocar ninguno de los efectos deseados- A ver, otra vez -Empezó con otro intento, pero en el mismo instante la puerta se abrió con un golpe sordo, dejando entrar a los guardias al comandante, pero para la sorpresa de todos los presentes, la tierra llego a levantarse-.

    - Buenas noches, Madame -Saludo Muzu "cortésmente"- Parece que encontramos a otro Outsider...
    - Señor, no coincide con las características de los dos prófugos -Uno de los guardias se acerco a él- ¿Cuáles son sus ordenes?

    - Atrápenla -Ordeno- Anco estará feliz de saber que en Midas se esconden algunos Outsiders.

    - Como ordene, señor -El hombre ni termino de asentir para cuando sus otros compañeros se encontraban atando a Anna con una fuerza innecesaria-.

    - ! No pueden hacerme esto! -Exclamo-!Madre! -Fue casi instantáneo. Al momento de su grito, la madre de la joven salió desde la habitación que se encontraba tras el lobby, bastante asustada-.

    - ¿Anna, que pasa? ¿Qué hace el comandante Muzu? ¿Porque te están haciendo eso? -Exclamo, tratando de comprender la escena que estaba frente a ella. Los soldados no perdieron tiempo, cargaron a Anna y la sacaron de la posada, haciendo que en el rostro de la madre se dibujara una expresión de confusión-.

    - Al parecer me conoce Madame, me siento en desventaja -Muzu se acerco a ella- ¿Me permitiría su nombre?

    - Adela -Respondió automáticamente, no mirándolo, solamente observando la puerta por la que se habían llevado a su hija- ¿Por qué usted tiene amarrada a mi hija? ¿A dónde la llevan? ¿Qué pasa?

    - Señora, por tener en su posada escondida a una Outsider, tanto ella como usted serán sentenciadas a muerte, en los escombros de su pútrida posada !Guardias, aten a la traidora y busquen a los intrusos! -Alzo la voz, haciendo que varios hombres entraran a la posada de nueva cuenta. Unos se dirigieron hacia la mujer, atándola, mientras otros se encargaban de subir las escaleras que daban a las habitaciones a sacar a todos los que se encontraban dentro.

    - Hay mucho escándalo abajo -Murmuro Huntx, a penas acercándose a la puerta para poder escuchar mejor- ¿Que debemos hacer? -Se volteo hacia la ventana, pero su compañero ya no estaba, no había rastro de él en ninguna parte- !Agh, siempre hace lo mismo!

    Los pasos de los guardias se escuchaban por todo el pasillo, entrando en cada habitación que se cruzaba por su camino, pero no encontraron a ninguno de los viajeros. Se les habían escapado.

    Muy descuidados se fueron sin observar el techo, en el cual Huntx se encontraba, estirando brazos y piernas a cuanto más daban, haciendo presión sobre las paredes para poder aguantar su propio cuerpo. Tan sólo minutos después de que los guardias se fueran, resignados por no haber encontrado nada, Huntx comenzó a bajar con la delicadeza digna de un gato para que nadie se diera cuenta.

    -Esto no es asunto nuestro, así que mejor me voy a buscarlo- Murmuró para sí mientras salía por la ventana, pero nada más al salir y saltar al techo continuo, notó que los guardias y otra persona con un traje de mantas rojas, señalando su alto rango entre ellos, tenían apresada a Anna y a su madre, amarradas en el suelo.

    Aquel sujeto mandó a los guardias a meter a ambas mujeres dentro de la posada y seguidamente de ello llamas gigantes empezaron a salir de las manos del hombre, incendiando la Posada con Anna y su madre adentro.

    -¿Dónde se habrá metido?- Huntx miró a ambos lados casi desesperado- ¡Tengo que hacer algo!- La posada ardía, los guardias y el que parecía ser el líder se alejaban rápidamente. Huntx se bajó del techo y entró rápidamente por la ventana para llegar al lobby, mientras Anna y su madre estaban peligrando bajo el fuego.

    -¡Madre! ¿Estás bien?- Anna se acercó a la mujer mayor a tientas.

    -Hija, tranquila, todo va a estar bien- Consoló la mujer- Solo cálmate y déjame desamarrar estas sogas.

    -No madre, déjame usar mis habilidades para sacarnos de aquí.

    -No hay tiempo para eso hija, Intenta desamarrarte rápido antes de que caiga el techo.

    - ! Puedo hacerlo! -La miro a los ojos- !Confía en mí, por favor!

    Pero su madre solamente sonrió un poco, cerrando los ojos.
    - Hija... te amo, discúlpame, discúlpame por favor, lo único que lamento en esta vida fue haberte dejado esa maldición.

    - ! No vamos a morir así! -Contrario a sus palabras, el techo comenzó a colapsar sobre sus cabezas, cayendo sobre las dos mujeres-.

    - Te amo hija -Fueron las palabras que escucho Anna de parte de su madre, y como unica respuesta, susurro un "Yo también madre" debido a tantas emociones juntas-.

    Conjunto que termino sin duda alguna salvándoles la vida. En el momento en el que el peligro que asechaba sus vidas se acercaba, un arco de piedra maciza se formo sobre ellas, cubriéndolas y protegiéndolas.

    - No es ninguna maldición madre -Anna miro a la susodicha- Es la bendición que nos salvo la vida -Sonrió ampliamente-.

    - El calor es demasiado intenso -Huntx se acercaba al lobby lo mas rápido que su situación le permitía, entre el edificio envuelto en llamas, asechando y buscando quemar lo que quedara dentro de la construcción-.

    Una. Dos. Sintió un par de gotas de agua caer sobre su cabeza, cosa que lo hizo levantar el rostro en el momento justo para escuchar el sonido de agua corriendo muy cerca de donde estaba, las gotas siguieron cayendo sobre él, pero en un instante se convirtieron en una fuerte corriente, corriente atravesó el techo y acabo con el incendio mas rápido que lo que había tardado en comenzar a quemar la posada.

    El hombre miro hacia arriba por medio del agujero que había quedado en el techo. A dos edificios de donde se encontraba pudo encontrar la figura de su compañero junto a un reservorio de agua agujerado. Observo como saltaba, concluyendo que probablemente había quedado frente a la posada.

    El viajero observo y movió los escombros que encontraba en su camino, sabiendo que tanto Anna como su madre habían estado dentro durante el incendio. Su búsqueda no duro mucho, solo movió unos trozos del techo carbonizado para encontrar a las dos mujeres bajo el pequeño arco de piedra
    .
    - ¿Señoritas, se encuentran bien?

    - Eso creo -Anna levanto la vista, dispuesta a responderle con propiedad, pero no pudo evitar intentar ver el rostro del viajero, con poca luz debido al anochecer y el sombrero de paja que hasta ese momento lo había visto cargando-.

    - ! Hey! -Los presentes levantaron la vista, encontrándose con Huntx, quien se encontraba terminando de mover los escombros del techo- ¿Dónde estabas? -Se dispuso a acercarse a sus compañeros- ¿Dónde estabas? Me dejaste so-

    - Tenía que actuar -Lo interrumpió- El hombre que inicio el fuego al parecer fue un hombre de nombre Muzu.

    - ¿Quien?

    - Muzu -Repitió- Es reconocido en muchas ciudades por sus habilidades para con el fuego, su sed de poder y dinero al parecer es insaciable, no hacen buena pareja. Intento entrar a La Liga hace mucho tiempo, pero debido a su desquiciada mente le negaron la entrada. No podía dejar que me viera, si supiera que un ex miembro de La Liga se encuentra en su ciudad, no descansaría hasta cazarme, aunque eso significara quemar todo a su paso. Además, eres muy lento.
    - !No sabes lo que fue sostenerme en el techo durante todo ese tiempo! !No cabía por la ventana! -Exclamo frunciendo el ceño, con la cara ligeramente roja debido a la molestia que sentía debido a las palabras del otro-.

    - Anna, hija -Adela miro a los dos jóvenes- ¿Quiénes son?

    - Viajeros -Anna también miro a los hombres- Llegaron antes de que pasara todo esto, y además salvaron nuestras vidas.

    - ! Por culpa de ellos quemaron nuestra hermosa posada! -Exclamo enfurecida- !Fuera de aquí! !Déjenos en paz a mi hija y a mí!

    - ! Madre! -Exclamo Anna- Cálmate por favor !Ellos nos salvaron la vida! Además son... son como yo

    -Dijo en una voz un poco más baja, cosa que hizo que su madre se quedara callada durante un instante-.

    - Señora -El hombre que portaba las vendas se dirigió hacia ella- Disculpe los problemas causados, déjenos enmendar nuestros errores, espero que esto pueda llegar a compensarlo -De su bolsillo sao un pequeño saco, del cual a su vez saco monedas, las cuales tendió a la mujer- Son monedas de otro, con esto podrán comprar otra posada.

    - No, gracias -Su tono reflejaba un profundo rechazo- No aceptamos dinero de nadie al menos que lo ganemos por nuestra cuenta, algo que puede llegar a ayudar seria que nos escoltaran al otro lado de la ciudad donde se encuentra parte de nuestra familia.

    - Si les parece bien a ustedes -Asintió- Ustedes irán por las calles, mi compañero y yo tendremos que ocultarnos en los techos, estamos seguro que siguen buscándonos.

    - Que sea como quieran.

    - Entonces está decidido.

    - Creo que deberíamos empezar de nuevo -Sugirió Anna con una sonrisa- Mi nombre es Anna, como ya saben, pero aun no se sus nombres.

    - Me llamo Huntx -Se presento con una sonrisa el de mayor altura-.

    - Mi nombre es algo que se debe mantener en secreto -El otro se dirigió hacia lo que había sido en algún momento la entrada de la posada- Sera mejor que comencemos a caminar, aun nos buscan.

    - Vamos Anna -Adela se dirigió al mismo sitio, pero cuando llego el viajero salto a uno de los techos cercanos, esperando que comenzaran a caminar, cosa que hizo inmediatamente la señora-.

    - Bueno señoritas, nos veremos después, las estaremos vigilando así que no tienen que preocuparse por nada.

    - Gracias -Anna sonrió de manera un tanto vacía, con una expresión de su cara que mostraba el rechazo que sentía del momento en el que el viajero se rehusó a decir su nombre- Disculpa... ¿Porque tu compañero es tan cerrado?
    La muchacha se sorprendió cuando el hombre empezó a reír.

    - El es así desde que lo conocí, no te preocupes, no es mala personas, tu madre y tu están seguras con él como compañía, confía en mi.

    - Esta bien -Asintió un poco, aun con la duda en su interior, sentía deseos de conocer que se escondía bajo ese sombrero de paja-.

    A medida que caminaban entre los barrios de la ciudad, el sentimiento de curiosidad no parecía querer dejar tranquila a Anna, quien se encontraba mirando los techos de los edificios con la esperanza de poder encontrar a la fuente de su confusión. Por un momento, cuando no logro divisarlos, pensó que las había dejado solas. Todos esos pensamientos se fueron temporalmente cuando sintió como alguien la agarraba del brazo, y al levantar la mirada se encontró con horror como un ladrón era quien la tenia sujeta.

    - Esto es un asalto, entrégame todo lo que tiene- No logro terminar la frase-.
    Ante los ojos de la joven, el ladrón desapareció, como si se hubiera desmaterializado frente a sus propios ojos, pero en su lugar apareció el viajero, mirándola fijamente.

    - ¿Se encuentra bien? -Pregunto con el tono de voz que mayormente utilizaba para con ella-.
    - S-Si, estoy bien, gracias -Asintió con una expresión de sorpresa en su rostro-.
    El viajero asintió.

    - Sigamos -Y frente a sus ojos, de la misma manera en la que había aparecido, desapareció entre las sombras que empezaban a desaparecer gracias al amanecer. La luz comenzaba a verse en lo más alto de las murallas que se encontraban rodeando la ciudad-.

    Entre tanto, los dos viajeros y las dos mujeres, seguían su camino al otro extremo de Midas.


     
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    RicardoAS

    RicardoAS Iniciado

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    6843
    Cap. 2: ¿Outlaws?
    “Cuando los ricos hacen la guerra, son los pobres los que mueren”.
    Jean Paul Sartre
    Era ya el medio día cuando se acercaron al lugar donde dejarían a Anna y a su madre. La ciudad comenzaba a verse más apreciable, y aunque el cambio no era muy grande que digamos el paisaje empezó a cambiar por uno un tanto más decente. Las áreas verdes le daban un toque de ese algo, e incluso había plazas con una fuente y gente con caras indiscutiblemente más felices.

    Era extraño ver ese tipo de cosas considerando la ciudad dentro en la que se encontraban.
    Pensaba que la ciudad era un desastre lleno de pobres- Comentó Huntx, acercándose un poco a su compañero para no tener que decir lo que pensaba en voz tan alta.
    No es algo de lo que te tengas que sorprender- El otro parecía completamente reacio al tema- Aquí se encuentran las personas adineradas, familiares de personas importantes, mafiosos, hay un poco de todo. Aunque te parezca con más decencia, es más peligrosa que los lugares en donde hemos estado. Las bandas someten a las personas que viven por la zona.

    No pasó mucho tiempo para que empezaran a adentrarse dentro de uno de los tantos barrios, uno en donde no pudieron evitar notar una casa que con un puesto de ventas de verduras y frutas, cosa que de una manera u otra no parecía encajar en la escena. También pudieron ver como detrás del puesto se encontraba un hombre pardo.
    El cual al ver, Anna no pudo evitar el grito que salió desde lo más profundo de su garganta, que dejó salir al tiempo que corría en su dirección.
    -¡¡Tío!!- La expresión que tenía en el rostro era de completa felicidad. Al ver esto, Adela colocó una expresión un tanto parecida a la de su hija, quien en ese preciso momento estaba saltando dentro de los brazos que el hombre había abierto para ella.

    A diferencia de su única hija, Adela saludó de una manera normal al hermano de su ex esposo.

    Tanto Huntx como su compañero miraron la escena desde unos metros de distancia. Habían asegurado la llegada de las dos mujeres a la casa de sus parientes, ya no había nada que los retuviera por más tiempo. Huntx se acerco a ellos, listo para despedirse, en cambio, su compañero se volteó y caminó en sentido contrario como si fuera la cosa más normal del mundo. Sin tener que preguntarle ni decir nada, y tampoco despidiéndose como tenía planeado, Huntx también dio la vuelta, alejándose de una Anna que no se había dando cuenta de sus acciones de lo metida que estaba en la conversación con su tío.

    ¿Dónde se encuentra mi padre, tío? Preguntó la muchacha- Necesito presentarle a dos personas de nuestro tipo- Pero la muchacha no pasó desapercibida la mirada de desagrado del hombre, quien tomó aire de una manera profunda, como si se estuviera preparando para soltar una bomba.

    Eso no le gusto para nada a Anna.

    Y la noticia de su padre siendo capturado por la guardia a causa de sus poderes, los cuales había usado para protegerse de un asaltante, no la ayudo en absolutamente nada.
    Su reacción inmediata fue llorar, pero la que le siguió fue casi aun más inmediata: Voltear para poder ver a los dos hombres que en ese momento se encontraban alejándose de ellos, como si frente a sus ojos la última esperanza que tenía se estuviera alejando cada vez más.
    ¡Esperen! Aprovechó como había llamado la atención de los dos hombres, y corriendo hacia ellos tomó la toga de uno de los viajeros, mirándolo con lágrimas en los ojos- Por favor, por favor... ¡Ayúdenos! Estoy segura de que ejecutarán a mi padre, yo no—

    Sus palabras fueron acalladas por el estruendoso sonido de la voz de un trovador del imperio, el cual en ese momento se encontraba llegando a la plaza al tiempo que hacía un anuncio.

    Ciudadanos de Midas, me complace anunciar que nuestro Imperio, gobernado por nuestro querido emperador Anco, ha fraternizado una alianza con el grupo revolucionario Outlaws- Los murmullos entre la multitud que se había empezado a reunir alrededor del hombre no tardaron en ser notablemente escuchados- Mañana, el Emperador en persona dará a conocer lo que nos trae esta poderosa alianza en el coliseo de Midas al atardecer, poco después de la ejecución de los presos.

    Eso no era nada bueno, no podía serlo.

    O por lo menos eso fue lo que los dos viajeros pensaron al mismo tiempo, mientras uno de ellos sentía suma curiosidad acerca del grupo de revolucionarios nombrados, los Outlaws, curioso sobre las posibilidades que se encontraban conectados a ellos.

    Anna seguía sosteniendo su toga. Volteó a ver y la agarró del otro brazo, acercándola lo suficiente para decir unas palabras al oído.

    Nosotros sacaremos a tu padre de esa cárcel.

    Dentro de la casa del familiar de las dos mujeres, se encontraban las mujeres en cuestión sentadas mientras Huntx estaba apoyado de una ventana. Su compañero se encontraba en ese momento quitándose la toga y el sombrero, haciendo que más de uno lo mirara. Tenía un mono negro, y de la cintura hacia arriba estaba vendado hasta la cabeza. Estaba en forma. Y lo único que no tapaba la venda que se encontraba en su cabeza, era su ojo izquierdo, que desprendía una mirada por demás intimidante.

    Ni Anna ni Adela se atrevieron a preguntar el por qué de su atuendo.

    Me infiltraré en la prisión, una vez dentro, podré estar en el coliseo y asistir a la ejecución. Podré estar frente a Anco.

    ¿No íbamos a rescatar a mi padre?- Anna lo miró con una pisca de desilusión y tristeza.

    Sí -Asintió el viajero- Pero también necesito acercarme a Anco, podré sacarle información sobre la alianza con ese grupo, los Outlaws, Huntx formará parte del público.

    ¿Y yo?

    -Anna, tu no irás a ninguna parte- Adela respondió la pregunta de su hija, mirándola directamente a los ojos.

    ¡Pero madre, yo-

    Tu madre tiene razón -El hombre interrumpió sus palabras- El que debería venir con nosotros es tu tío. Intentare que me pongan primero en la línea de ejecución, para que tu tío tenga tiempo de-

    Pero en la ejecución, el coliseo estará lleno de guardias -Lo interrumpió la joven, levantándose y encarándolo- Estará ese comandante loco, ese Muzu, Anco y sus guardaespaldas ¿Acaso no será muy peligroso? Ustedes son dos, tres contando a mi tío, y ellos cientos.

    Aun después de sus palabras, Anna no pudo evitar notar la suave risa que soltó Huntx, al tiempo que la miraba.

    Hemos estado en situación peores, señorita -Aseguro, recibiendo como respuesta un rostro de asombro de parte de Anna-.

    Como decía -Su compañero retomo la palabra- Tiempo para que tu tío saque a tu padre. En tanto, Huntx y yo nos encargaremos del resto. La ejecución es mañana al atardecer, así que nosotros nos retiraremos, necesitamos preparar algunas cosas, espero que tu tío asista al coliseo y lleve lo necesario para sacar a tu padre de ese lugar, Anna. Hasta entonces -Dio media vuelta con sus pertenencias en mano, saliendo de la casa y dirigiéndose inmediatamente a los techos de las construcciones, sin dejarle espacio a la joven para darle una respuesta-.

    Entonces -Hablo Huntx, cuando se detuvieron encima de uno de los tantos techos- ¿De verdad la vas a ayudar? ¿Se puede saber de donde salió toda esa bondad tan repentinamente -No recibió respuesta verbal, fue casi como si su compañero lo estuviera ignorando y simplemente siguió su camino hasta llegar a la construcción que podía identificar como el coliseo-.

    Aquí estamos, ahora tenemos que encontrar la entrada a la cárcel -El de las vendas observo el coliseo y luego a Huntx- Tu deberías busca otra ropa, es posible que te reconozcan, recuerda que todavía nos están buscando. Mañana espero que estés dentro del público para el momento en el que traten de ejecutarme. Te encargaras de los guardias, y si es posible de Muzu, yo me encargare de los hermanos Horadrim.

    Ya se, ya se -Huntx dejo salir un bufido de su garganta- Me sorprende que siempre me subestimes de esta manera después de todo lo que hemos pasado.

    - Solo haz lo que tengas que hacer, nos vemos mañana -Dio un paso pero se detuvo antes de dar el segundo, levantando ligeramente la cabeza- Ah, por cierto, encuentra un medio de transporte para salir de aquí después del desastre de mañana.

    Yo, todo siempre yo -Refunfuño su compañero-.

    Se separaron después de eso. El hombre que portaba las vendas se adentro al coliseo, pasando por los pasillos oscuros custodiados por guardias, escabulléndose de manera sigilosa, logrando entrar en las catacumbas donde se encontraban los reos, sin que ellos mismos se enteraran.

    Entro a una de las celdas para después colocarse la toga de nueva cuenta, a demás de subirse la capucha para que cubriera su cabeza.

    Vaya, vaya, hace tiempo que no veía a alguien moverse tan rápido -Comento el reo que estaba a su lado, quien había notado su presencia- A alguien que no afectara los sentidos de la gente que se encuentra a su alrededor, aunque a mí no me puedes engañar, y otro detalle que me parece muy interesante, señor de la Liga es que tu nombre probablemente es-

    Con que lees mentes -Lo interrumpió de manera rápido- Por el tatuaje de tu brazo izquierdo supongo que pertenecías a la Liga ¿División información?

    Parece que eras alguien de alto rango -Respondió el reo- Es difícil entrar en tu mente, tuviste un buen entrenamiento. Mi nombre es Yonck, dime ¿Que te trae a encarcelarte a ti mismo?

    Al parecer tus poderes no tienen mucho efecto en mi -Observo el otro- Pero es algo que no te incumbe, aunque podría proponerte un trato

    Te escucho.

    Te sacare de esta prisión -Empezó a decir- Con una condición, necesito tus poderes para sacarle información a Anco sobre un grupo llamado Outlaws mañana en la ejecución. Capturare a Anco, y luego tu me ayudaras.

    Me parece razonable.

    Los guardias se encontraban haciendo todos los preparativos necesarios para la ejecución. Sacaron a todos los reos de sus celdas y en sus muñecas les colocaron cadenas especiales, probablemente con el objetivo de reducir sus niveles de mana y debilitarlos.

    Antes de que pudieran colocarle las esposas, el viajero se vendo la mano derecha, justo encima del guante para que no lo reconocieran. Le colocaron las esposas poco después.

    Creo que con el guante colocado, esto no me afecta tanto -Observo el viajero en su mente, justo antes de golpear al prisionero que se encontraba tras él, logrando que el de adelante se enfureciera y intentara atacarlo, intentando golpearlo con un puñetazo, el cual el viajero esquivo sin esfuerzo alguno. Aunque solo logro que el mismo reo se enfureciera aun mas, intentando tirársele encima, pero antes de que pudiera siquiera intentarlo los guardias lo apuntaron con las lanzas a él y al viajero.

    Parece que tenemos un abusivo aquí -El jefe de los guardias se acerco a él- Mi amigo, te acabas de ganar el primero puesto para la ejecución.

    Lo colocaron primero en la fila antes de que siguieran su camino, llevándolos por los pasillos de las catacumbas hasta llegar a una gran puerta que daba paso a la arena. La multitud detrás de las puertas se escuchaba estruendosa, gritando con emoción por el espectáculo que sabían pronto vendría.

    La luz penetraba por las rendijas que quedaban en las puertas. Los guardias se alistaron para salir junto a los prisioneros, y sólo segundos después de abrir las puertas, comenzaron a caminar hacia la arena.

    Todos tenían trajes blancos, por alguna razón que ignoraba, o simplemente prefería no recordar en ese momento. Su entrada a la arena se vio recibida por los gritos de las personas. No podía decir cómo lo sabía, sólo lo sabía, porque realmente no escuchaba ningún ruido a su alrededor que no fuera el de su propia respiración y sus pasos.

    En las paredes estaba estampado el símbolo del guante que siempre llevaba consigo. Inhaló profundamente. Vio sus propias manos, a sí mismo completamente. Estaba vestido con su traje de combate, el traje que usaba cuando era un simple soldado.

    El silencio absoluto fue interrumpido de repente por una estruendosa voz que salió de varias bocinas, haciéndolo voltear en dirección al lugar en donde se encontraba en el alta voz.

    -Henos aquí, hermanos y hermanas; en la Arena de la Justicia donde hoy, un simple cadete, se alza contra el gran Capitán Teurus, portador del Guantle of The Rock, que bien sabemos amplifica el mana de su portador. Os recuerdo que si el portador del artefacto es vencido, pasará a pertenecer al adversario- Se hizo un silencio, que debería haber sido roto por el ruido de los gritos, pero nuevamente no escuchó nada- Por favor, cadete, díganos su nombre en voz alta.

    Avanzó otro paso, tomando aire en sus pulmones para expulsarlo al momento siguiente.

    Mi nombre es…





    Recobra la conciencia, percatándose de que está parado en la tarima con el verdugo al lado, y que frente a la arena se encuentra llena de guardias, además de que en una de las grandes puertas se encuentra Muzu, quien observaba en su dirección. Después diviso el pódium donde se encontraba Anco sentado en una gran silla con sus guardaespaldas a cada lado.

    Miro fijamente el pódium, en ningún momento quitándole la vista a Anco, quien en ese momento se encontraba conversando con un sujeto encapuchado, quien se encontraba sentado al lado suyo. Concentrado en los dos sujetos, se coloco de rodillas al tiempo que ponía su cabeza sobre una pieza de manera, preparado para la "ejecución", nunca quitando la mirada del pódium, como si nada estuviera pasando. Anco se levantó de su asiento para después dirigirse a la terraza y mira en su dirección, los hermanos Horadrim se encuentran a su lado y soplan un cuerno, cosa que hizo que el publico quedara en silencio.

    Uno de los hermanos se giro en dirección al público.

    El gran emperador Anco dará el veredicto de ejecución, absoluto silencio durante el acto.

    El emperador, obeso y portador de un bigote negro, manchado de restos de comida y vestido de una toga roja y blanca, extendió su mano, señal para que el verdugo tomara su posición, alzando el hacha. Era coliseo se sumió en un silencio tétrico. Anco mostro su pulgar hacia abajo, y aunque el verdugo estuviera ya a punto de cortarle la cabeza al hombre, este se movió de una manera muy rápida, colocando las esposas donde iba a impactar el hacha, quedando libre de esa manera.

    El coliseo se hundió en la euforia ante la vista del prisionero libre de sus esposas. Y no fueron solo los espectadores, los guardias llegaron a alterarse al igual que Muzu, quien intento correr hacia la tarima con objetivo de detener al viajero, pero antes de que pudieran dar el primer paso, el hombre que había estado en la tarima se encontraba Anco. A los guardias les tomo unos cuantos segundos percatarse de eso.

    Pero de igual manera no pudieron hacer nada.

    Huntx salió de un lugar que Muzu no pudo distinguir, pero para cuando se dio cuenta el hombre había caído a su lado. Pero no conto con que, al caer en la tierra al lado de él, creara un cráter con tal potencia que lo mando a volar, dejándolo clavado en una de las paredes. La piel de Huntx se había vuelto de color marrón, y estaba parcialmente cubierta de grietas. Lo único que pudieron hacer los guardias fue quedarse parados, apuntándolo con sus lanzas.

    ¿Acaso esta hecho de piedra?

    ! Idiotas! -El grito de Muzu se escucho a penas recobro la compostura, levantándose rápidamente, con cara de odio y completamente desarreglado- !No me interesa de que esta hecho, solo mátenlo!

    Pero el comandante no conto con que los reos, al ver el alboroto, armaran un motín, zafándose de una manera u otra de las esposas y comenzando a luchar contra los guardias que intentaban detenerlos.

    El grupo de guardias que rodeaban a Huntx, los cuales eran unos veinte aproximadamente, se dispusieron a atacar al hombre, pero este choco sus puños con gran fuerza, creando una onda que al instante aventó a la mayoría de sus atacantes. Pero un fuerte impacto en la espalda lo hizo caer de rodillas, por la temperatura del ataque podía decir que había sido fuego. Volteo un poco para ver a su atacante, encontrándose a Muzu, quien se acercaba a él.

    Huntx no perdió tiempo. Tomo una de las lanzas que sostenía uno de los pocos guardias que habían logrado mantenerse en pie, jalándola poder tomar al hombre del cuello para después lanzarlo en dirección a Muzu. Quien en vez de esquivarlo o intentar atajarlo, lo incinero en el aire, volviéndolo cenizas que se convirtieron en una especie de cortina de humo. Con la visibilidad casi nula, Muzu no se dio cuenta de los dos guardias que probablemente habían sido tirados en su contra otra vez, pero no tuvo tiempo de reacción esta vez así que termino en el suelo con sus subordinados encima.

    Huntx seguía luchando contra los guardias, quienes parecían multiplicarse, mientras en los asientos se encontraba el tío de Anna, quien intentaba encontrar a su hermano. Entre tanto ajetreo, fue solo cuando miro a su lado que pudo notar la presencia de su sobrina, que al parecer estaba haciendo lo mismo que el.

    ! Anna! ¿Qué diablo estás haciendo aquí? -Exclamo con cara de asombro, pero a la vez de ira-! Se supone que tu no debe-

    ! Tío, mi padre no se encuentra aquí! -Exclamo la muchacha, interrumpió al hombre, quien se quedo callado un instante, pero la joven no perdió tiempo- Tiene que estar en algún lado !Revisemos las catacumbas! -No dio espacio a la respuesta de su tío, simplemente dio la vuelta y corrió lo mas rápido que sus piernas le permitían, dejando al hombre perplejo aunque no lo suficiente como para que no la siguiera-.

    Mientras tanto, en el pódium se encontraba el viajero con el emperador al frente, y los hermanos a los lados de este.

    ¿Que están esperando guardaespaldas ineptos? -Exclamo el gordo hombre- !Mátenlo!

    Uno de los dos desenvaino su espada mientras el otro hacia girar su rompe cabeza, el cual atino a la barra maciza de piedra que quedo hecha pedazos. El viajero esquivo el golpe, para luego poner un pie sobre la cadena del arma, intentando propinarle una patada al Horadrim, cosa no que logro ya que el otro hermano intento cortarlo en ese mismo momento con su espada.

    Pudo esquivarlo, agachándose y propinando una patada, logrando golpear las rodillas hermano en el proceso, haciendo que este perdiera el equilibrio. Aprovechando la abertura, el viajero coge de una pierna al hermano que seguía de pie, lanzándolo hacia la arena con fuerza. La espada cayo a unos metro de distancia para cuando noto que no podía encontrar a Anco, deduciendo que probablemente había salido corriendo.

    Y sus suposiciones fueron acertadas. El emperador se encontraba corriendo por las gradas del estado, aunque no se dio cuenta de la presencia de otro hombre, quien metió el pie en su camino, logando que el obeso hombre se cayera.

    Parece que sin tus guardias no eres nada gordito -Comento Yonck, admirando con orgullo su traba-.

    Yonck -En ese instante, el viajero logro encontrarlos, situándose al lado del nombrado- Saca la información que puedas, y si pue- Fue interrumpió por la espada del hermano Horadrim, la cual se encontraba volando a toda velocidad hacia su dirección, mientras el rompe cabezas intentaba golpear a Yonck, aunque solo logro romper el suelo.

    Uno de los hermanos se encontraba en el pódium usando sus poderes sobre su arma y sobre su hermano, lanzándolo a donde se encontraba Anco, pero el suelo no pudo aguantar el peso de todos más lo quebrajoso que tenia. Parte del suelo colapso, ocasionando la caída del emperador.

    ¿Te encuentras bien Yonck?

    Tengo la pierna atorada -Exclamo entre dientes, con una expresión se obvio dolor en el rostro- Con el dolor no puedo concentrarme.

    Ya te saco -El viajero se dispuso a cumplir sus palabras, pero pudo ver como los dos hermanos Horadrim se acercaban, uno por las gradas y el otro por el aire-.

    El hombre que portaba las venas salto hacia el que se encontraba en el aire, empujándole hacia la arena y él en dirección a su hermano.

    Acabare con esto de una vez -Declaro-.

    Después lo único que se podía observar era el destello azul que se encontraba en el puño del hombre y el hermano con rompecabezas y espada en mano, el hombre con el puño creó un cráter gigante en las gradas, al mismo tiempo creando una cortina de humo que logro cubrir a todos los presentes-.

    En tanto, Huntx seguía combatiendo contra los guardias, aunque no pudo evitar percatarse de un insignificante detalle.

    Que raro, huele a quemado -Volteo un poco, encontrándose con una especie de humano en vuelto en llamas. Hizo una mueca- ¿Muzu?

    ! ESCORIA INSIGNIFICANTE! -Grito el hombre, completamente irritado- !NO SABES CON QUIEN TE HAS -No pudo terminar la frase. Uno de los hermanos Horadrim cayó encima de Muzu, logrando así que los dos quedaran inconscientes después del choque que tuvieron contra la pared-.

    El coliseo estaba envuelto en un caos impresionante. Presos contra guardias. Huntx contra guardias y el viajero sacando a Yonck y Anco del hueco-.

    En ese momento tanto Anna como su tío se encontraban en las catacumbas, cada vez adentrándose mas y mas.
    Anna, cuidado, no vayas tan rápido.
    Y tu no vayas tan lento -Exclamo la muchacha- No tenemos mucho tiempo -Lograron entrar en el lugar donde se encontraban las celdas, revisándolas una por una. No había ni un alma. Fue hasta que llegaron al fondo el pasillo que encontró una puerta de seguridad con una pequeña ventanilla. La joven se puso de puntillas, intentando ver atreves de esta, encontrándose con la imagen de un hombre encadenado a una silla- ¿Hola? ¿Se encuentra bien?
    ¿Anna? -Resonó la vo desde dentro de la habitación- ¿Eres tu hija?
    ! Papa! -El resto de la joven se ilumino en jubilo- !El tío y yo estamos aquí para sacarte! !Solo aguanta un poco más!

    Cuidado Anna -Pudo escuchar la voz de su padre, se encontraba muy cansado- Este lugar es peligroso.

    Tranquilo, tenemos ayuda -Sonrió Anna- Ven tío, tenemos que- Pero mientras el hombre se acercaba, una llamarada alcanzo su hombro, quemándolo y tirándolo al suelo del dolor-.
    La joven observo en horror mientras pegaba la espalda de la puerta como Muzu, con cara de pocos amigos, se encontraba acercándose a ella.

    Tu, chiquilla.

    ! Anna corre! -La nombrada escucho el grito de su padre- !Ese hombre está loco-.

    No me digas -Murmuro la muchacha en su mente-.

    Ya me canse de ti y también de tu amigo-En tanto, Muzu cubrió de fuego todo su cuerpo- !Todos morirán!

    Las llamas se despidieron de su cuerpo, llenando casi todo el cuarto. Anna grito en miedo, sumamente asustada mientras se pegaba lo más que podía de la puerta para evitar quemarse.

    Pero justamente Muzu estaba seguro de su victoria, las llamas empezaron a tornarse azules, al tiempo que se empezaban a distinguir justo frente sus ojos. No pasaron más de dos segundos para que el viajero apareciera frente a él.

    !E-eres tú!

    El hombre parado frente al él no respondió, propinándole una patada en las piernas a Muzu que lo hizo perder el balance. Antes de cayera completamente, el hombre de las vendas alzo una de sus piernas, aventándola contra Muzu que se encontraban suspendido en el aire después de aquella patada, haciéndolo chocar contra el piso creando un mini cráter dejándolo completamente inconsciente además de muy mal herido.

    Se acerco a la puerta, dejando de lado a Anna por un momento antes de romper e ingresar en ella, desencadenando al hombre que se encontraba en la silla. Anna entro a la habitación lo mas rápido que pudo, abrazando fuertemente a su padre cuando lo vio desencadenado.

    Vamos -Aunque no tuvieron mucho tiempo. El hombre se encontraba con el tío de la joven sobre los hombros-.

    */*/*/*/
    En la arena, Huntx se encontraba ayudando a Yonck, al mismo tiempo que traía a Anco en su espalda. Diviso a su compañero al tiempo que dejaba al emperador en el suelo, quien se encontraba mirando a todos lados ansiosamente.
    - ! Déjenme ir! !Los matare a todos!

    Yonck, has tu parte.
    Solo déjame concentrarme -El hombre se acerco a Anco, mirando fijamente a Anco a los ojos. Pero en ese instante las gradas del coliseo comienzan a estallar, despidiendo rocas por todos lados-.
    Tanto Huntx como el viajero empezaron a destruir las rocas que se dirigían hacia ellos, centrando su atención solamente en eso. Y tal vez esa fue la razón por la que nadie se percato de la persona encapuchada que se encontraba apuntándole a Anco.

    ! Anco está muerto! -Ni siquiera habían terminado de romper todas rocas cuando el grito de Yonck los alerto. Cuando la amenaza había pasado, se voltearon solamente para comprobar que efectivamente el hombre se encontraba muerto.
    Parece que parte de nuestro plan ha fallado -Murmuro Huntx entre dientes, observando como de las grietas del coliseo empezaban a aparecer soldados totalmente armados- Sera mejor que nos vayamos.
    Váyanse ustedes -El padre de Anna dio un paso hacia el frente- Ellos me quieren a mí, son los Outlaws.
    !No! !No te dejare aquí papa!
    -... -Huntx se volteo hacia su compañero- Rel-
    Vámonos -Lo corto- No tenemos tiempo
    Tranquila Anna, estaré bien -El hombre le sonrió a su hija, quien había sido cargada por el viajero para poder salir de manera mas rápido al tiempo que Huntx cargaba al tío de la joven-.
    ! Huntx!

    Ni lo menciones -Sonrió del nombrado ante la exclamación de su compañero-.
    Corrió hacia una de la paredes al tiempo que se transformaba en piedra, destruyendo todas y cada una de las paredes que se encontraba a su paso-.

    ! Oye! -Yonck llamo al viajero mientras corren- Aquí nos separamos. Pero te diré algo, lo único que pude ver fueron unas pocas imágenes, algo grande se avecina, algo sobre una guerra, el mal está más cerca de lo que crees.

    Un trato es un trato -Asintió el hombre, un tanto pensativo- Nos vemos -Yonck se separa de ellos, corriendo por otro pasillo mientras ellos siguen su camino, pudiendo llegar hasta la calle-.

    ¿El medio de transporte Huntx?
    Bueno -El hombre sonrió un tanto nervioso- Ahí esta -Señalo con la cabeza dos caballos amarrados a un poste. Ante la vista de los animales su compañero frunció el ceño al tiempo que voltea para mirar a Huntx- ¿Qué? No tenía dinero -Dijo en su defensa-.

    Anna, tu iras con tu tío, yo los seguiré a pie -Instruyo el hombre cuando se montaron en lo caballos- Hay que llevarlo a su hogar para poder tratarlo.
    La muchacha, con un rostro lleno de tristeza, solo asintió levemente.
    ! Arre! -El viajero golpeo al caballo, provocando con su grito que el otro también empezara a moverse. Tomo su camino por los tejados, observando cómo los jinetes, probablemente parte de los Outlaws, los perseguían.
    Mientras cabalgaban por las calles de la ciudad no pudieron evitar notar cómo, al avanzar, se dirigían hacia una bifurcación. Anna volteo a mirar a Huntx con rostro preocupado.
    La casa de mi tío queda hacia la izquierda.
    Yo los distraigo -Asintió el hombre- te espero en 10 minutos en las puertas de Midas -Tomaron camino diferentes, y el viajero desde su puesto en los tejados pudo notar como los jinetes afortunadamente seguían a Huntx. El por su lado, siguió a Anna y a su tío, quienes no tardaron mucho en llegar a la casa del hombre, de la cual salió Adela al escuchar el sonido que provocaban los caballos-.
    Anna ¿Dónde estabas? Te dije que-
    No hay tiempo mama -La interrumpió- Tenemos que bajar a mi tío.
    Yo te ayudo -El viajero apareció a su lado, bajando sin mucho esfuerzo al hombre herido y entrando a la casa, colocando en el mueble con la mayor delicadeza que pudo-.
    ¿Dónde está tu padre? -Interrogo Adela mirando a su hija-.
    Está vivo, pero se lo llevaron unos guardia raros, unos de ese grupo extraño -Mientras conversaban, no pudieron evitar notar el ajetreo que se formaba fuera de la casa. Cuando salieron, vieron las banderas con el escudo de los Outlaws en las paredes de midas, decorando la ciudad con un gusto macabro-.
    ! Oh, no!
    ¿Que es todo esto? -Exclamo la madre de la joven, con el ceño fruncido, al tiempo que el viajero salía de la casa y se acercaba al caballo, montándolo enseguida. Luego, miro a Anna un tanto distante- Si quieres rescatar a tu padre, puedes venir con nosotros, pero te abstendrás a las consecuencias-
    Tengo que salvar a mi padre, se lo prometí -Anna miro a su madre- Si voy a estar con ellos, puede que llegue a dominar mis poderes -Su madre la miro con lagrimas en los ojos, abrazándola con fuerza-.

    Como has crecido, ya no eres una niña... solo prométeme que volverás.
    Lo prometo -Ante la imagen de una hija y una madre despidiéndose en llanto como si nunca se fueran a volver a ver, lo único que pudo hacer el viajero fue bostezar-.

    Me voy -Dijo Anna, limpiándose las lágrimas con el costado de la mano. Monto el caballo e inmediatamente comenzaron a galopar a toda velocidad en dirección a la puerta principal, pero no pudieron ver a Huntx-.

    Las puertas comenzaron a abrirse con la noticia de la desaparición de la tormenta, pero aun no había rastro del hombre-.

    Huntx... -De una de las calles se pudo contemplar como una despavorida carreta salía, a toda velocidad, y por sobre todo en su dirección-.

    ! Iiiiahhh! !Aquí voy! -Se pudo escuchar la voz de Huntx desde la carreta-.

    Ahí vamos -Suspiro el viajero, suspirando mientras se bajaba del caballo. Se volteo para mirar a Anna -Sujétate, puedo ser brusco -La muchacha debido a la vergüenza solo pudo asentir con cara apenada cuando la ayudo a bajare del caballo, cuando Huntx paso al lado de ellos, el viajero salto y se metió en la parte trasera de la carroza

    Huntx ¿De dónde sacaste la carreta? -Interrogo cuando su compañero llego a su lado, al tiempo que se subía junto a la joven en la parte trasera. Tenía techo y unos barriles-.

    Larga historia -Canturreo el hombre-.

    Lograron salir de la ciudad, y notaron como sus perseguidores dejaron su labor antes de cruzados la puerta, devolviéndose así al instante. Anna observo como la puerta se cerraba, como se alejaba de su hogar, y arrojo una lágrima por la madre y el tío que había dejado

    Entonces, señorita Anna, parece que se unirá a nosotros -Huntx llamo su atención al tiempo que le sonreía- Hace tiempo que no entraba un nuevo miembro. Bienvenida.

    Gracias -Rio un poco la muchacha-.

    No se encuentra al nivel de realizar las misiones que nosotros hacemos, así que tendrás que entrenar tus poderes todos los días de aquí en adelante -El otro hombre la miro-.

    Entendido -Asintió- Pero primero ¿Puedo preguntarle algo? -El hombre la mira- Ya que ahora pertenecemos al mismo grupo ¿Puedo saber su nombre? -El asintió-.

    Mi nombre es Reliq, ex miembro de la liga

    Mucho gusto entonces, mi nombre es Anna -Sonrió la muchacha, cerrando los ojos-.
    Reliq soltó una pequeña risa.

    ¿A dónde nos dirigimos? -Pregunto Huntx, mirando a su compañero-.
    Ciudad puerto. Necesitamos reunirnos con los otros, hay algo que necesitamos discutir.




     
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    Kari Takeushi

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    Hola. Como estas? espero que bien. Bueno yendo al punto. Me a encantado la historia. Narras realmente muy bien los acontecimientos que van evolucionando en la historia. Ademas de eso son muy attrayentes tus personajes. Me has dejado con ganas de saber ¿que clases de misones afrontaran Huntx y Reliq ahora que Anna esta en el equipo? No solo eso, sino si ella lograra llegar a ser tan buena como los demas. me encanto mucho tambien como describiste cuando Yonk realiza el trato para sacarle informacion a Anco y los sucesos donde se comienza el alboroto entre los presos para que pudieran colocarlo a el de primero en la ejecucion. En fin, no suelo conectarme mucho pero prometo que cuando lo haga vendre a dejarte mi humilde comentario, con respecto a esta grandiosa historia. ;)
     
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    RicardoAS

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    The Outsider´s
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    5773
    Capítulo 3: Mercenarios.
    “Un mercenario sin honor no puede cumplir sus objetivos”
    La lluvia azotaba fuertemente contra el carro que recorría con velocidad el bosque del Gran Sauce. Casi no se podía ver a la distancia, y ciertamente se tenía que ser precavido al andar. Eran leyendas, pero se contaba que en ese mismo bosque, el mana brotaba del legendario árbol, causando que tanto la fauna como la flora cambiaran de manera sorpresiva.

    El paisaje podía ser hermoso.

    Pero también podía ser el último que vieras en tu vida

    Mientras el carro recorría el camino de lodo, los dos caballos tirando, el conductor se encontraba inmutable aún cuando estaba bajo la lluvia, con la túnica puesta, cubriéndole parte de la cabeza, de ella salía un cráneo, así bien no se podía distinguir si era de una salamandra gigante en el desierto de Mubarak, o un dragón pequeño de los volcanes. En fin. A su lado se encontraba su fiel acompañante, su espada, sin menos preciar, adentro del carro, el cual estaba cubierto por un techo blanco de tela.

    Dentro de aquel carro iban otros dos pasajeros: Una chica de corto cabello negro, vestida con unas botas, un pantalón de cuero y camiseta negros; y un piercing adornando el trago de su oreja izquierda. Ella iba tranquilamente recostada sobre un saco de comida. Frente a sí se encontraba un hombre de piel algo oscura, cabello castaño, con una chaqueta de cuero marrón sin mangas, camisa blanca, pantalón marrón y botas; con un cinturón del cual colgaban varios pequeños bolsitos, y a su lado un carcaj y un arco de color rojo.

    -Lily, ¿Cuán lejos está esa fortaleza?- Le preguntó el hombre a la muchacha que lo miró tranquila- Reliq nos envió hace tres días antes de irse a Midas con Huntx, ya me está fastidiando este viaje.

    -¿Me ves cara de mapa Raigan?- Lily alzó una ceja sarcástica- No lo sé.

    -Tú siempre tan antipática- Raigan rodó los ojos- Ni siquiera dan ganas de hablarte.

    -Tú siempre quejándote- Contraatacó ella- Todo te molesta.

    -Por lo menos no soy una amargada- Murmuró Raigan para sí mismo, pero lo suficientemente alto como para que Lily aún escuchara. Lo que no se esperó fue la reacción de ella que se incorporó con el ceño muy fruncido.

    -¿¡CÓMO ME LLAMASTE!?-.

    -Ya, cálmense, ustedes dos siempre están peleándose- Reprochó el que llevaba las riendas- Reliq tuvo razón en enviarme con ustedes. Falta poco Raigan.

    -Gracias Garniel- Suspiró, y cuando Lily se sentó de nuevo, él susurró- Amargada…

    Al segundo siguiente una papa estaba impactando contra su cabeza fuertemente. Lily sonrió victoriosa y volvió a recostarse luego de cerrar de nuevo el saco.


    -Este va a ser un largo día- Suspiró Garniel.


    Nos remontamos hace tres días:

    Ciudad puerto, la ciudad del comerciantes y piratas, libre de cualquier influencia gubernamental, con el puerto más grande de todas la regiones, un clima soleado, lugar de fiestas y cerveza, una ciudad independiente que la protegen sus propios ciudadanos, también es el centro mundial de comercio.

    Entre una de las calles se encontraba una taberna, dentro de ella, se encontraba nuestro simpático protagonista Reliq con su grupo de mercenarios, en una de salas de la taberna con una mesa grande y detrás de Reliq se encontraba un pizarrón con un mapa de la región y carteles de se busca tachados, donde sus demás compañeros se encontraban sentados.

    -Pase la por oficina que traslada a los presos a la prisión Landward, y detalle la lista de los delincuente más buscado, encontré a este sujeto llamado “Ross”- dijo Reliq dirigiéndose a sus camaradas, con los brazos en las manos en la espalda- la recompensa es lo suficiente grande como para que valga la pena esta misión, recolecte información sobre el sujeto, es un outsider con la habilidad de crear un peste, no sé exactamente como la crea, pero sé que puede causar la muerte la última vez que se le vio fue en el bosque del gran sauce, pueden empezar su búsqueda ahí yo viajera a Midas , Huntx vendrá conmigo-.

    -¿Por qué Huntx?, debería ir yo- Exclamo Lily, en desagrado con la decisión de Reliq, parándose de la silla-.

    -No, necesito que vayas con Raigan y Garniel, para que detectes al sujeto y lo atrapen, salgan de ahí y lo traen a ciudad puerto y luego con las medidas de seguridad lo llevamos a la oficina- Asintió Reliq-.

    -Como digas- Respondió molesta, a tal respuesta, volviéndose a sentar-.

    -Creo que ya todo está dicho, quiero que ya para mañana en la mañana partan, ya pueden retirarse-. Dijo Reliq mientras sus compañeros se paraban de la mesa a retirarse-.


    Volvemos al presente

    El carro seguía avanzando sobre aquel camino de fango, y entre la copa de los arboles se podía distinguir lo que era unas torres o una infraestructura de piedra.

    -*Ya veo una pequeña fortaleza desde aquí*- decía Garniel en su mente, pero cuando volteo para avisarle a su compañeros, repentinamente-.

    -SALTEN!”- grito a lily mientras agarraba a raigan de su pechera saltando por la parte de atrás cayendo en el charco-.

    Un tronco de tres metros de largo golpeo el carro, destrozándolo Garniel pudo saltar, pero su espada cayo unos metros lejos de él, Lily y Raigan cayeron en dirección contraria alejados varios metros, los caballos que carreaban el carro huyeron por entre los árboles.


    Lo que parecía otro tronco salió del denso bosque, tratando de aplastar a Garniel, antes de que el tronco lo aplastara, este rodo hacia su espada, cogiéndola, al desenvainar su espada, solo tenía el mango sin ninguna hoja, luego de aquel orificio del mango comenzó a emerger un aura aguamarina, muy afilada, cortando el brazo, tras esto, se escucho un rugido enorme, que se podía escuchar a dos kilómetros a la redonda; de la copa de los arboles comienza a emerger un gran árbol, el tronco de la raíz tenía un rostro de furia, mirando con sus ojos enojados a Garniel.

    -Creo que no le gusto eso- dijo Raigan mientras sacaba su arco y con el tres flechas, se veía como las flechas se imbuían en un viento cortante en las puntas-.

    -No le mates, las malas intenciones de los humanos por estos bosque hacen que ellos nos ataquen sin piedad, solo sigamos nuestro camino-. Asintió Garniel mientras alzaba un mano para indicarles a Lily y Raigan corrieran tras el-.

    El árbol furioso cogió su brazo cortado y rugiendo se esconde otra vez en el bosque; al alejarse lo suficiente, unos minutos después los tres viajeros se juntan.

    -Bien, perdimos el carro, y nos estamos mojando aquí afuera, sin caballos ni nada- dijo Lily mientras intentaba cubrirse la cabeza con las manos-.

    Al compas del comentario de lily, Garniel se quita su capucha y se la da a Lily -Ten Lily, vamos ya estamos cerca de la fortaleza-.

    -Gracias Garniel- dijo lily con una sonrisa en su rostro a tal acto de caballerosidad-.

    Al seguir avanzando entre en lo que se podía llamar camino, llegan a un lago donde tenía muelle con algunos botes, a la distancia se podía ver una fortaleza de color gris con moho que se encontraba del otro lado del lago, tenía una torre del lado izquierdo y del derecho estaba caída.

    Cuando los viajeros se acercaron un poco más, Lily siguió caminando hasta el muelle y se monto en uno de los botes.

    -¿Que esperan? Ya dentro de unas horas anochecerá- dijo lily mientras veía como raigan se acerba pero garniel seguía parado unos metros del muelle-.

    -Esto me da mala espina- decía Garniel para sí mismo mientras miraba hacia la fortaleza -.

    -Tú siempre presintiendo cosa raras vamos, ya quiero cobrar el dinero- Asintió Raigan mirando hacia el lago mientras caminaba hacia el bote-.

    Garniel miro hacia los alrededores por unos segundos; luego se dirigió hacia al bote junto con los otros dos, Raigan comienzo a remar mientras Lily permanecía sentada frente a él y Garniel se encontraba parado con mano en la espada; unos minutos después a la mitad de camino de la fortaleza, el fondo se podía ver una sombra gorda moviéndose rápido, casi indetectable para el ojo de una persona corriente

    -Raigan para!- dijo alterada Lily mientras intentaba concentrarse

    -¿Qué pasa?- dijo Raigan despreocupado, soltando los remos dentro del bote

    -¿Pasa algo lily?- Pregunto Garniel




    -Detecte un cuerpo moviéndose en el fondo del lago con mana concentrado, pero ya se alejo- Asintió lily con un poco de preocupación-.

    -Tranquila de seguro uno de esos peces raros, un cardumen quizás- comento raigan con total despreocupación, remontando otra vez el viaje-.

    -No subestimes los hechos Raigan- dijo Garniel preparado para cualquier cosa que viniese-.

    -Déjalo Garniel sigamos, no creo que haya sido nada importante- dijo con desanimo mirando hacia la fortaleza-.

    Al llegar a la puerto de la isla donde reposaba la fortaleza, recorrieron un camino en zigzag que iba en subida hasta llegar a la entrada, dentro de la fortaleza lo primero que notaron es que las casas de madera estaban podridas, había mucha gente enferma, mientras caminaban una niña vestida de trapo con la piel manchada, se acerco a Lily pidiéndole monedas “señorita por favor, tiene unas monedas, mi familia es pobre y está enferma, solo unas monedas” a lo que Lily oyó la voz de aquella niña se le ablando en el corazón, saco unas monedas de un pequeño bolso que cargaba, al instante por detrás un niño robo un bolso que tenia Garniel en la cintura, y salió corriendo a toda velocidad, voltearon mirando al niño,

    -Pequeño bastardo- pronuncio con arco y flecha en mano y rápidamente lanza tres flechas que caen al frente al pequeño; Haciendo que este se frenara cayendo al suelo -devuélveme el bolso- dijo Raigan mientras extendía la mano para tomar el bolso, el niño le entrego el bolso a Raigan-.

    La niña al ver que estropearon la trampa, huyo mientras Lily miraba a raigan cuando fue a buscar su bolso.

    -Gracias Raigan, pero dame un segundo- Garniel da unos pasos a hacia el pequeño y el niño al ver aquel hombre con aquel cráneo en la cabeza puso una cara de terror, Garniel abrió el bolso y le entrego unas monedas al niño -Ten pequeño, se que la vida aquí es dura, no te culpo por llegar a estos extremos- el niño coge las monedas y con una sonrisa en su rostro se levanta diciendo un gracias-.



    -No podemos andar dándole dinero a todo el mundo, tenemos que comprar otro carro para volver al puerto- Dijo Raigan mirando al niño mientras se alejaba, con un tono de tacaño-.

    -Tranquilo, tendremos suficiente después del encargo- Asintió Garniel con uno tono de despreocupación

    Al seguir caminando entre las casas viejas y pobres, por el piso que se alternaba entre barro y piedras, la lluvia hacia que los techos de las casa más frágiles cayeran, seguía lloviendo y al fin cayo la noche los viajeros decidieron entrar en una taberna

    -Aquí podremos encontrar alguna información- menciona Garniel al entrar mirando las personas sentadas bebiendo cerveza y jugando juegos de azar-.
    -Y cerveza!”- Dijo Raigan mientras frotaba las manos y miraba directamente la barra

    -Me caería bien una- Concordó Lily con Raigan-.

    Entrando a la taberna mucho de los clientes, hasta el mesero se quedaron observando a Garniel por gran cráneo que llevaba puesto, en aquel silencio que se propago por la taberna al entrar los tres viajeros, mientras avanzaban entre las mesas, un tipo corpulento y calvo con una cicatriz en el ojo izquierdo, le dio una nalgada a Lily diciendo “pero que bombón”; Lily cerró su puño, Garniel le agarro la mano mirándola, y esta lo miro a los ojos, como diciéndole, no le partas la cara a este tipo, en lo que Lily volteo hacia el sujeto y sonrió frunciendo el seño luego dándole la espalda siguieron caminando hasta llegar a la barra y los tres pasaron a sentarse.

    -Cantinero deme dos cervezas, ¿tú que tomaras Lily?- dijo Raigan al sentarse mirando a Lily aunque esta no parecía ya tan animada con la idea de tomar cerveza-.

    -Yo nada, lo que quiero es irme de aquí ya- Asintió Lily apoyando su codo sobre la barra colocando su mano en la cara-.

    -La paciencia es una virtud, Lily- dice garniel mientras toma de su jarra de cerveza-.

    -No estoy de humor Garniel- Asintió Lily mirando hacia los lados-.

    Entonces comienzo a escuchar una conversación entre otros dos hombres que estaban sentados en la barra discutían sobre si huir o quedarse a morir, ya que Ross los tenía contra la pared, en eso Lily le pregunta a uno de los hombres

    -Disculpe, ese tal Ross que les hace para que trabajen para el- se acerco Lily curiosa intento sacar información a lo que el hombre responde - señorita, Ross enferma a nuestras familias y nos amenaza de matarlas si no hacemos lo que nos pide-.

    Lily se da cuenta que una presencia de mana se acerca, alejándose de los dos hombres p se sienta al lado de Garniel y Raigan,

    Ahí viene- Susurro Lily mirando a sus compañeros-.

    De la puerta de la Taberna, entran unos hombres y con ellos un gordo, con una bata y joyas en los dedos, tenía una narizota y era calvo, con una verruga en la frente, gritando- Bartender mi mesa, y una ronda de cervezas- a lo que el cantinero en un dos por tres siguió ordenes

    -En seguida Sr. Ross- Asintió el Bartender con apuro y 7 jarras de cervezas en las manos

    -Está acompañado, ¿cómo hacemos?- Susurro Raigan a Garniel dándole a la espalda a Lily

    Raigan siente un golpe en la cabeza – Sabes que también estoy en esto- dijo Lily frunciendo el seño con los ojos cerrados-.

    -Por favor concentrados, Podríamos esperar a que salga, y atraparlo- Asintió Garniel mirando aquellos dos peleando

    -Déjamelo a mí, a ver si le saco información sobre lo que le hace a las familias en este lugar- dijo Lily mientras se paraba-.

    -Adelante Lily- Asintió Garniel mirando hacia a la barra-.

    Lily se paró de la silla, mientras se aleja de la barra, caminando de una manera muy sexy mientras acercaba a la mesa donde estaba Ross y sus hombres, a llegar Lily ve a Ross y dijo

    -Señor Ross- Dijo lily con una voz tan seductora que era imposible no prestarle atención.

    Ross se saca el puro que se estaba fumando -y quien usted señorita- mientras el humo que Ross expulsaba se esparcía en el aire

    -Solo una admiradora de un hombre tan poderos y fuerte como usted-

    Ross sonríe y empuja a uno de sus hombres que estaba sentado al lado suyo -siéntese aquí señorita-.

    -Me invita a sentarme con usted, que honor- Asintió Lily dando la vuelta a la mesa y sentándose al lado de Ross -y dígame señor Ross que hace un hombre como usted en esta ciudad con esta cuerda de inútiles debiluchos- Dijo Lily mientras colocaba la mano en la pierna-.

    -Nada chiquita negocios, pronto me dicare a vivir la buena vida como el rey que soy- Respondió Ross mientras se rascaba entre las piernas-.

    -Hm a mí me gustan los negocios grandes, porque no vamos a otro lugar- Dijo Lily mientras que en su mente “ahórquenme por favor”-.

    Ross soltó una risa picara y a la vez tonta, Lily intento no mirarlo con asco, al segundo se da cuenta que dos presencias mas iban a entrar al bar, Lily comenzaba a preocuparse ya que una de las presencias, ya la había sentido antes-.

    -No puede ser el, él estaba en encerrado en la cárcel, nadie sale de ahí- entre su mente Lily preocupada, se ponía nerviosa cada vez mas-.

    La puertas de la taberna se abren lentamente, y entran dos personas, una encapuchada totalmente y la otra encapuchada pero su cara no se veía por una máscara que cargaba puesta, tenía un traje vino tinto unas hombreras relativamente pequeñas, y un pantalón negro, con guantes negros en cada uno un símbolo,

    -Rancor, cuánto tiempo- dijo entre risa y alegría Ross-.

    -Porque no estás en la excavación, hay pocos obreros, deberías seguir mis órdenes en vez de estar aquí emborrachándote- Respondió Rancor antes Ross con una voz tan seca que a cualquiera intimida-.

    -Tranquilo, siéntate y bebe algo- Ross Asintió de lo más tranquila-.

    A tal respuesta, Rancor levanto su mano y empujando la mesa con todo y jarras lanzándolas por el aire y destrozando la mesa, creando un silencio ensordecedor con un ambiente muy tenso, Garniel y Raigan voltearon disimuladamente a tal espectáculo


    -Vamos Ross- Dijo Rancor con esa voz ronca y dándose la vuelta hacia la puerta, mientras detrás de él el otro sujeto lo seguía-.

    -Está bien- Respondió Ross agarrando de la mano a Lily-.

    -¡¿qué haces?!- Exclamo Lily con desagrado-.

    -Tu vienes conmigo, mas tarde, vas a ver el gran negocio que te tengo- Asintió Ross entre risas-.

    Lily puso una cara asco mientras Ross no la miraba.

    -Se llevan a Lily, andando Raigan- Susurro Garniel con un tono de seriedad-.

    -Espera a que salgan, el último tipo que entro no me gusta- Respondió Raigan entre susurros tomándose lo último que quedaba en la jarra de cerveza-.

    Al salir Rancor con Ross y Lily obligada, Raigan y Garniel se pararon de la barra y se alejaban apresurados, -Hey, se fueron sin pagar- dijo el cantinero furioso pero al instante una flecha le roza la oreja y pega en el mueble detrás del bartener y en ella una bolsa con unas monedas colgaba, el Bartender quedo impresionado, al salir de la taberna, miraron hacia los lados buscando hacia donde habían ido Rancor y Ross, sabían que esto no era bueno, Lily cuando dos supuestos criminales, no era algo de confiarse seguía lloviendo y era oscuro lo único que permitía ver era unas antorchas que estaban colgando entre las casas.

    Raigan y Garniel caminaron unas calles cuando repentinamente vieron a Lily montándose en una carreta tras Ross se montaba en la carreta, la carreta arranco con gran velocidad, y mientras que Raigan y Garniel comenzaron a correr para alcanzarla, la perseguían, se acercaban a la pared de la muralla donde se encontraba una puerta que daba a tierra

    -Saltemos la muralla por los techos rápido!- Exclamo Garniel mientras corrían mirando la carreta-.

    Al mismo instante que la carreta salió de la muralla adentrándose al bosque, Garniel y Raigan se adentraban en el bosque corriendo tras la carreta

    -Espero que no llegue muy lejos no podemos seguirla todo el día!- Exclamo Raigan con un tono de queja- Solo a ella se le ocurren estas cosas-.

    -Haz silencio, y cuida tus pasos, vamos a meternos entre los arboles- Respondió Garniel ante las palabras de su compañero-.

    La carreta iba despavorida por los charcos de lodo, por lo menos el camino estaba iluminado por una serie de antorchas

    -Vamos raigan- dijo Garniel pero al voltear vio que Raigan no se encontraba entre los arboles- Donde se abra metido- no veía Raigan entre los árboles; camino unos paso para atrás, y Raigan estaba con la mitad del cuerpo enterrado en una arena movediza,

    -Tú sigue, yo puedo salir de aquí- Dijo Raigan con obstinación –estúpida arena movediza- susurro entre dientes-.

    Raigan trata de coger desesperadamente la rama de un árbol cercana,
    -¿seguro?- Pregunto Garniel al ver el desespero de su compañero intentando salir-.

    -¡YO PUEDO!- Exclamo Raigan con molestia -Ve, Lily está en peligro-

    -No tardes- Respondió Garniel mientras se daba la vuelta-
    .
    Antes de que garniel diera un minúsculo paso de entre los arboles salió un oso de unos 4 metros de alto, con una rostro Feroz y hambriento.

    -AHHHHHH UN OSO, GANRIEL NO ME DEJES!- Grito con desesperación Raigan, El oso se paro en dos patas y gruñendo -AHHHH!- volvió a gritar Raigan-.

    Garniel extendió su espada –Agárrate- grito Garniel-.

    Raigan tomo la vaina de la espada y poco a poco sale pero al mismo tiempo el oso extendió su pata y agarro la correa de Raigan con sus garras, mientras Garniel y el oso peleaban por a Raigan que se encontraba en la arena movediza, la carreta había llegado a su destino; Rancor y Ross se bajaron de la carreta y tras de ellos el sujeto, Lily miro hacia alrededor para poder escapar, sabía que nada de esto era bueno

    -Mi amor no vienes- Dijo con una sonrisa Ross-.

    -Ella se debe quedar en la carreta, Ophelia vigílala- Respondió Rancor ante la ridiculez de Ross-.

    Al parecer la persona encapuchada que acompañaba a Rancor era mujer de nombre Ophelia

    -Si señor- respondió ella al mandato-.

    -Vamos Ross, hay cosas que debemos discutir- Asintió Rancor mirando a Ross, procediendo los dos a meterse en una carpa que se encontraba cerca de la carreta-.

    Mientras aquellos hablaban afuera; Lily en su desesperación por salir del lugar a donde la había llevado su idea, intento salir por la otra puerta de la carroza, desesperadamente ábrela puerta y logro salir , pero al caer sobre el barro, Ophelia se percato lo que no fue bueno para Lily, esta dio un salto inesperado y se coloco enfrente de Lily

    -A donde crees que vas- Menciono Ophelia mandando a Lily devuelta adentro de la carreta-.

    -No te incumbe- Respondió Lily con total firmeza ante la mujer aquella-.

    Repentinamente Lily se agacha barriendo con su pierna intentando tumbar a Ophelia, ella lo esquiva, posicionándose unos metros atrás e empiezan a intercambiar golpes bajo la lluvia, Lily logra ser más rápida que Ophelia y logra cogerla de una mano, torcérsela, y justo cuando las cosas para Lily estaban mejorando, fue cuando iba a golpearla en la cara bajo su capucha, en un instante de tiempo voltea y ve como una onda expansiva llena de lluvia con lodo se acercaba a ella y a Ophelia, mientras la onda se acercaba Ophelia se logro zafar de las manos de Lily y salto hacia atrás, mientras la onda golpeaba a Lily mandándola contra un árbol; cayendo sobre el lodo casi desmayada, atrás de el rastro de la onda estaba Rancor con su mano alzada , Ross salió de la carpa..

    -Rancor que está pasando, porque mi admiradora esta tirada por allá- dijo que furia Ross al ver lo ocurrió-.

    -Vuelve a la carpa Ross, esto no te incumbe, ella es propiedad de los Outlaws ahora- Respondió Rancor sin mínima importancia y sin siquiera viendo a Ross-.

    -Nadie me habla así –. Dijo Ross con más molestia aun-.

    Y el pequeño intento de sultán, abrió su poca y de ella salió una bola pútrida con aspecto grotesco, dirigida hacia Rancor, Rancor sin inmutarse se volteo y simplemente levantando la mano, creando una onda expansiva destruyendo la bola pútrida de Ross cayendo pedazos de aquella blasfemia acida en el barro

    -No debiste haber hecho eso Ross- Dijo Rancor con esa voz ronca y áspera mientras se acercaba lentamente hacia Ross-.

    Mientras Ross con cara de preocupación retrocedió unos pasos, pero detuvo el paso ya que tenía alguien atrás, un sujeto encapuchado, con un olor fétido a pescado, mirando fijamente a Ross, Ross se quedo quieto ni movía un musculo, en un instante una hoja como especie de aleta atravesó la corporeidad de Ross lo levantándolo unos metros en el aire, lanzándolo cerca de donde se encontraba Lily desmayada, Lily levanto su mirada con pocas fuerzas después de aquel impacto, mirando hacia al frente unos metros lejos estaba Ross en el piso boca abajo, Ophelia al lado de Rancor y el gran sujeto con la aleta filosa se acercaba a donde Rancor, Rancor se acerco lentamente hacia donde Lily.

    Lily en su interior, aquel miedo que sentía hacia ese sujeto la controlo, se petrificaba cada vez más que este daba un paso hacia ella, Lily esperaba un milagro, ya que sabía que si él se acerba, era el fin.

    Rancor se coloco frente a ella y la tomo por el cuello levantándola, mientras las gotas de lluvia corrían sobre la máscara de rancor y Lily sujetándose de sus brazos para no quedar ahorcada completamente.

    -y dime, ¿dónde está tu amigo ahora?- Pregunto Rancor entre una risa Áspera -El que me obligo a usar esta mascara, sabes que morirás, tu, el, y todos los que intenten detenerme- paro por un instante -pronto estaremos en un nuevo mundo, lástima que no estarás para verlo- Dijo Rancor-.

    Rancor prepara su mano desocupada y la coloca en el estomago de Lily, Lily en su mente sabiendo que es el fin

    -*Perdóname Reliq*- pensó Lily en su último instante con tristeza-.

    Al instante de Rancor lanzar la onda expansiva, Rancor suelta a Lily, para esquivar la espada de Garniel que casi corta a Rancor por la mitad, Rancor intenta esquivar los espadazos de Garniel pero este logra con poco esfuerzo cortar parte de la manga del brazo derecho de Rancor, Rancor dispara un onda, Garniel intenta protegerse y retrocede varios pasos atrás colocando su espada como escudo contra aquella onda, el sujeto alto y Ophelia se preparan para atacar,

    -Alto o disparo- Dijo Raigan con un sonrisa ,colocando su arco atrás de los sujetos, apuntando dos flechas directamente hacia sus cabezas-.
    El hombre alto se voltea muy veloz, intentando cortar el arco, pero Raigan dispara antes quitándole la capucha, Ophelia logra esquivar la flecha, al parecer el gran sujeto, era una especie de hombre pez, con unos dientes afilados, y una dos aletas que se extendían a lo largo de los brazos y toda su piel era escamosa, sin contar el olor a pescado.

    Garniel contra Rancor, y Raigan contra el hombre pez y Ophelia, Lily herida, las cosas se veían apretarse para este grupo de tres, el hombre pez velozmente ataca a Raigan, Raigan logra esquivar un golpe y el otro lo detuvo con su arco, Garniel aumenta el tamaño de su espada, golpeando el suelo haciendo que lodo y el agua se levantasen, cayendo sobre Rancor, este lanzo un onda expansiva en la dirección de Garniel
    , Ophelia se coloca detrás de Raigan, para golpearlo, pero Garniel alcanza a Ophelia como para impedir que ella golpease a Raigan,

    -Gracias- menciono Raigan ante el acto de su compañero

    -No hay tiempo para hablar, concentrado tenemos que salir de aquí- Asintió con preocupación en el apuro que estaban metidos-.

    Los dos espalda a espalda intenta alejarse , Garniel miraba a Rancor fijamente , el hombre pez se lanzo al ataque, y al mismo instante Rancor lanzo una onda contra Garniel y el con su espada intentando protegerse a él y a Raigan, pero mientras por un lado estaba deteniendo la onda por el otro lado el hombre pez y Ophelia atacaban Raigan , la onda empujo con mucha fuerza Garniel y este empujando a Raigan, el hombre pez cogió a Raigan de un brazo y con la pierna de Ophelia le dio en codo, fracturándoselo

    - “aghhh!- Grito con dolor Raigan,

    -*estamos en apuros, voy a tener que usar todo el mana que tengo para crear un distracción*- pensaba Garniel al ver a su compañero herido-.

    Lily observaba, parándose débilmente logro acercarse a la carroza, Garniel logro concentrarse un poco y de su espada salía un gran aura de mana, mientras Rancor lo miraba, y el hombre pez y Ophelia retrocedieron, Garniel procedió a atinarle al suelo levantando todo el lodo que había y obstaculizando la visión del enemigo, Garniel rápidamente cogió a Raigan y salieron corriendo hacia la carreta Lily ya en la carreta , una vez montados en la carreta, Lily vatio la cuerda que ataba a los caballos, y empezaron a galopar, pudiendo escapar, el hombre pez empezó a correr y Rancor hazlo la mano como señal de que parara

    -Deja que se vayan, así se darán cuenta de que les depara el futuro- Dijo Rancor mientras se daba la vuelta-.

    Detrás de ellos se acerca un pobre hombre gritando -Jefe, ya llegamos a la tumba-

    -Excelente, Ophelia prepárate partir- Dijo Rancor dando sus órdenes estrictas-.

    -Si señor- Asintió ophelia sin chistar

    Rancor camino unos metros más lejos , llegando a una montaña, varios mineros se encontraban afuera de un orificio que llevaban tiempo excavando, los mineros que Ross obligaba a trabajar, Rancor se adentra en la cueva que iba en pendiente, seguía caminando , un minero le da una antorcha por que a medida que avanza se hacía más oscuro y profundo, al avanzar Rancor dio con una puerta de piedra maciza con el símbolo de la liga incrustada en ella, levanto su mano y rompiendo la puerta con una onda, al entrar solo había una tumba en el medio, en un círculo, ni tesoros ni nada, solo una tumba, al retirar la tapa del sarcófago ve un esqueleto con trapos, fijo su mirada sobre el brazo izquierdo y en el tenia un anillo, toma el anillo, y se lo coloco

    Y entre susurros dijo -falta poco….-.
     
  5.  
    RicardoAS

    RicardoAS Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    18 Noviembre 2012
    Mensajes:
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    Escritor
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    The Outsider´s
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    4
     
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    3648
    Capítulo 4: Bienvenido a Ciudad Puerto.
    El sol refulgía en esplendor tan claro y brillante como siempre, y aquellas colinas verdes realmente que llamaban la atención por toda su vegetación de diferentes tonos verduscos. Reliq manejaba concentradamente aquella carreta robada en Midas, mientras Huntx, en el lado de adentro, casi se aburría sentado, comiendo un trozo de pan al tiempo que veía a Anna dormir plácidamente sobre un saco que encantada usaba de almohada.

    Huntx mordió el último trozo de pan y se pasó al puesto de co-piloto, junto a Reliq.
    -¿Tienes planes para ya-tu-sabes?- Hizo un movimiento con la cabeza, señalando a Anna.
    -Le estoy dando una oportunidad para que recupere a su padre, él fue capturado por esos tales “Outlaws”. Necesito más información de ellos.

    Reliq, con la mirada puesta aún en frente, tuvo un flashback. Empezó a recordar, viendo un pódium donde un sujeto se dirigía a gritos a un gran ejército, proclamando y ordenando que eligieran un bando. “O están con los Outlaws o mueren”. Los recuerdos comienzan a pasar cada vez más rápido. Entonces vio casas devastadas, muertos por doquier, y se vio a él mismo. Corriendo lejos, herido.

    Y entonces el recuerdo se detuvo.

    -Reliq, ¿Estás bien? Estabas como ido.

    -Sí, no es nada.

    Huntx entonces alzó la mirada y sonrió un poco.

    -Mira, ya llegamos.

    El camino de tierra comenzó a mezclarse y convertirse en un sendero hecho de losas de piedras; al frente había una entrada con un gran letrero que escribía “Bienvenido a Ciudad Puerto”.

    Sin inmutarse siguieron al frente, pasando por las calles, observando las casas de madera y piedras pegadas unas de otras, los vendedores en todas las esquinas de la ciudad, la gente feliz caminando por las calles… Uno que otro guardia vigilando de vez en cuando; y los carros pasando libremente por ahí.

    Ya más adentro de la ciudad se toparon con una plaza, decorada con una gran fuente y una estatua en el centro de una mujer sosteniendo una placa con el símbolo de la Liga. A penas pasaron dos calles más cuando Anna se despertó, rascándose un ojo con una mano.

    -¿Dónde estamos?- Preguntó con voz adormilada.

    -Estamos en la ciudad, nos acercamos a nuestra casa- Le contestó Reliq, completamente inmutable.

    Anna se incorporó y empezó a mirar por la parte trasera del carro, viendo con impresión los árboles, los callejones atestados de gente caminando de un lado a otro, comparando el estilo de vida que se llevaba en aquel lugar con la ciudad de Midas, donde se había criado.

    -Que hermosa ciudad- Murmuró deslumbrada.

    -No te dejes llevar por las apariencias- Huntx volteó para contestarle- Por aquí transitan piratas, mercenarios y sicarios. Por esa razón ves algunos guardias por ahí- Explicó señalando en efecto a un guardia- Aquí la gente tiene que defenderse sola.

    -A mí me parece una ciudad muy bonita- Insistió la muchacha.

    En ese momento se detuvieron junto a una casa. Reliq bajó y se dirigió a hablar con un ciudadano. Intercambiaron algunas palabras y el hombre asintió. Entonces Reliq se dirigió de nuevo al carro.

    -Huntx, baja. Anna, tu también. Desde aquí caminaremos.

    -¿Pasa algo?- Le preguntó Huntx a Reliq, mientras él y Anna se bajaban y el sujeto con el que Reliq hablaba se llevaba el carro.

    Huntx comenzó a seguir el paso de el de vendas, que había empezado a caminar sin decir palabra. Se volteó a mirar a Anna y le hizo una seña con la mano para que los siguiera. Al momento en el que Anna les alcanzó, Huntx se puso al lado de Reliq con mirada interrogante.

    -¿Pasa algo? Todavía falta para llegar- Le preguntó con una ceja alzada, pero sin recibir respuesta.

    -Sal ya Oxyde, ¿Para qué nos sigues?

    -Reliq, mi viejo amigo- Sonrió un hombre que apareció frente a él.

    -Tú y yo no somos amigos, así que dime qué quieres o lárgate de aquí- Reliq se cruzó de brazos.

    -Oh, no te enojes- Le pidió Oxyde, con un tono sarcástico que casi rayaba en lo burlón- Estos días que estuviste ausente muchos mercenarios se han mudado a la ciudad, sólo te aviso- Y luego sonrió viendo descaradamente a Anna- Por cierto, linda chica.

    -Como vienen se van, aquí no cabemos todos- Reliq se dio media vuelta y empezó a caminar hacia el otro lado, pasando entre Huntx y Anna y murmurando un ‘vámonos’ que sonó más a orden que otra cosa. Ambos le obedecieron mirándole casi con extrañeza. Entonces Anna se volteó para ver de nuevo a aquel extraño hombre, pero se sorprendió.

    Él ya no estaba.

    Caminó un poco más rápido para alcanzar a Huntx y ponerse a su lado.

    -Y…- Comenzó, Huntx volteó a mirarla- ¿Dónde viven?.

    -Ya lo verás- Fue la simple respuesta que obtuvo.

    Anna le miró un segundo más y sin mediar más palabras los siguió, caminando por las siguientes 3 calles sin aminorar la marcha.

    Pasaron pocos minutos, y luego Reliq alzó una mano señalando a una especie de taberna que se observaba a lo lejos, a la vuelta de la esquina.

    -Ya llegamos- Inquirió tranquilamente

    El día estaba de lo más normal… En lo que cabía del concepto “normal” para ellos. La gente caminaba de aquí para allá en sus asuntos, sin tomar mucho en cuenta realmente las personas que caminaban entre ellas, lideradas por aquel hombre completamente cubierto de vendas, con excepción de su ojo izquierdo.

    Más atrás, Huntx y Anna habrían seguido caminando, de no ser porque repentinamente y de la nada una gran mancha negra cayó de uno de los techos de las casas cercanas. Ni terminaron de ver la sombra cayendo cuando Reliq extendió los brazos y aquella persona cayó en ellos. Huntx y Anna se acercaron corriendo, poniéndose uno a cada lado del mayor. Reliq miró a la persona que le había caído del cielo literalmente, cabello negro y grandes ojos castaño muy oscuro, que parpadearon varias veces y de manera continua unos segundos, viéndolo. Era una mujer.

    Huntx y Anna dieron un salto. La mujer lo siguió viendo unos segundos. Reliq la vio un segundo más, y al segundo siguiente, ella alzó una mano casi nerviosamente.

    -¿Hola?- Sonrió indecisa. Huntx se acercó un paso sonriendo.
    Pero antes de que pudiera decir algo, Reliq gruñó, y al segundo siguiente, la soltó.

    -¡Auch!- Exclamó poniéndose una mano en la baja espalda y cerrando un ojo con dolor- Como duele- Murmuró para sí.

    - Eso me pareció -Levanto un poco la vista, viendo como alguien tendía una mano frente a ella, subió mas los ojos, dándose cuenta de que la mano pertenecía a Huntx, quien se había puesto frente a ella en orden de ayudarla-.

    -Gracias- Suspiró tomando su mano y levantándose de un ligero salto, procediendo a darle un abrazo como si no lo hubiera visto en años.

    - Me siento querido -Su tono fue de broma, devolviendo el gesto después de sus palabras-.
    En realidad, te extrañé- Se burló la muchacha soltándolo y viendo a sus acompañantes- ¡Hola Reliq! ¡Hola... Chica que no conozco!

    -Mucho... ¿Gusto?- Anna levantó una mano para saludar, dudosa.

    - Ella es así, no te preocupes, no vale la pena -Huntx rio un poco mientras la miraba, sintiendo un poco de compasión por ella-.

    Al momento siguiente sintió un golpe, más comparable con un suave cosquilleo en su brazo, y al voltear, se encontró con la muchacha y su ceño fruncido.

    - No hables de la gente como si no estuvieran aqui! Y menos si estás hablando de mi! – dijo la muchacha enfurecida-.

    - Tranquila Emma- Respondió Huntx ante la muchacha enfurecida con un tono de risa-.

    Anna veía como aquellos dos discutían, soltó una sonrisa y algo en ella le producía felicidad.

    Reliq siguió su camino sin prestarle atención aquellos tres que hablaban unos metros atrás, llego al frente de la taberna, parecía una casa normal de dos pisos, lo que la diferenciaba de una taberna de mala muerte era lo limpia que se veía tanto por dentro como por fuera, de la puerta colgaba un letrero que anunciaba que era una taberna; El hombre vendando entro como si de su casa tratase

    Al entrar se encontraba vacío, a excepción de dos hombres en la barra hablando con una mujer.

    -Parece que hoy, no les ha ido bien- dijo el de vendas mirando a los dos sujetos sentados en la barra- Lyo, Maku ¿dónde está Lily y los otros dos?- Pregunto Reliq-.

    Uno de los sujetos con piel oscura, calvo y que traía una camiseta negra sin mangas y un mono militar; se levanto de su asiento tranquilamente se acerco a Reliq y extendiendo su mano así el se dirigio al de vendas –Reliq tiempo sin verte- dijo con alegría aquel hombre-.

    – También es un gusto verte otra vez Maku- asintió Reliq

    – Ven sentémonos y bebamos algo para celebrar tu regreso, vengan Lyo, Aiya – Maku traía unas sillas a una mesa cerca de Reliq para empezar su “celebración”-.

    -Maku no es ni el medio día, y ya estas empezando a buscar una excusa para beber- exclamo Ayia, con los ojos cerrados frunciendo el ceño- Lyo pásame las jarras que están en aquella mesa- dijo la señorita mientras limpiaba un vaso, con su pelo naranja recogido, una bata puesta y unos ojazos azules, una mujer de unos veintitantos-.

    El hombre a quien referían como Lyo, era un sujeto promedio, no corpulento pero tampoco enclenque, cabello rubio; se paró de su asiento tras el favor que le pido Ayia – ten Ayia, y dime Reliq, ¿dónde está Huntx?-.

    -Te causo problemas mientras- Dijo Lyo mientras recogía las jarras-.

    -Esta allá afuera con Emma y una nueva integrante- Respondió Reliq mientras se sentaba en la mesa junto a Maku y apoyaba su brazo en el espaldar-.

    -¡¿Nueva?!- Pregunto Maku con un furor y una cara de perversión muy evidente-.

    -¿Como así que una nueva Integrante?- Pregunto Lyo con curiosidad a diferencia de Maku-.

    -Larga Historia, luego se pondrán al tanto- Contesto Reliq mirando hacia la puerta de la taberna- Esperaremos a que lleguen los demás, tenemos cosas que discutir, abra unos pequeños cambios- Asintió Reliq con una mirada muy pensativa-.
    - ¿Paso algo mientras estabas en Midas?- Pregunto Lyo mientras se sentaba con Maku y Reliq-.

    Reliq estaba tan perdido en sus pensamiento que no presto atención a la pregunta de Lyo se mantuvo el ambiente en silencio por unos momentos

    -Bueno donde están las cervezas- dijo Maku para romper el momento de incomodidad-.

    -La taberna, es de noche Maku y lo sabes, no servimos cerveza de día- Refunfuño Ayia ante la insistencia de Maku- ¿Porque Huntx no ha entrado?- pregunto preocupado Ayia-.

    -De seguro salió a pasear con Emma- respondió Maku-.

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    Entre los pinos llenos de nieve, lagos congelados, muchos desniveles del terreno, la manadas de lobos corriendo entre los árboles, el mana había mutado a los alces convirtiéndolos en bestias gigantes, al igual que los osos en la zona, pero nuestra escena no tiene que ver en lo bello que es el paisaje, sino más arriba, a las montañas, aquellos picos con pendientes muy inclinadas, Los Montes de Errath, un lugar muy inhóspito, cuevas por doquier y tormentas de nieve que te congelarían con pasar poco tiempo caminando.

    En esta montañas habitan un clan de Humanos que diferencian tanto de los Outsiders, como de los humanos comunes, estos se vieron afectos por el mana en el “Suceso”, ya eran humanos muy fuertes, de piel gruesa y muy grandes, que los demás, debido a las condiciones extremas en que Vivian, el mana al llegar a sus tierras los cambio totalmente, haciéndolos más grandes y más fuertes, ya ellos mismo no se consideraban humanos sino una raza superior, los Vannyr, por mucho tiempo tuvieron su guerra con los humanos, y con la mismísima Liga, de Generación en Generación , los Vannyr siempre se proclamaron superiores, hasta que llego un Humilde Vannyr, cansado de esta guerra ridícula; Confronto a su Rey, derrotándolo y tomando su lugar, estableció acuerdos con la Liga y los pueblos humanos, y así comenzaron sus tiempos de paz

    Remontándonos a la actualidad, ya con la liga no existente y el mundo gobernado por pocos Reinos, En un día de caza , Valtron y Valtrir hijos del Rey ,juntos con otros Vannyr buscaban alces para comer, aunque no parecían muy civilizados tenían su propia lengua y eran muy astutos para cazar; mientras se camuflajeaban entre los arbustos y los arboles, lograron divisar un Alce gigante blanco, con unos cuernos enormes, que estaba pastoreando, Valtron indica a Valtrir que ataque, pero este hace señas indicándole que es muy peligroso, Valtron le hace caso omiso a la advertencia de Valtrir y se lanza al ataque

    -¡ATAQ!- Grito con furia Valtron mientras saltaba sobre el alce-.

    Acto seguido los demás Vannyr juntos con su hermano empezaron el ataque, lanzaban hachas y flechas que no le hacían ni cosquillas al Alce, la piel de los animales es muy dura, Valtron montado en el alce sujetado de uno de los cuernos logro clavarle su hacha alce pero por el brusco movimiento del animal, el golpe no fue en un lugar letal, en Ajetreo, los arboles cayeron aplastando a unos Vannyr; cerca se escucho un rugido muy fuerte era un oso –rawr- El alce al escuchar tal sonido, comenzó a correr, no importaba lo que hubiese frente a el, con Valtron encima, su hermano veía como se alejaba, los Vannyr se defendían del Oso mientras Valtrir corrió en dirección al alce

    El alce galopaba llevando todos los arboles a su paso, para Valtron era difícil sujetarse, y peor para su suerte; el alce tropezó cerca de un acantilado, y lo próximo sintió fue una extraña sensación de vacío mientras caía, Valtrir seguía los rastros de destrucción del Alce hasta que a lo lejos vio alce como se paraba, y se iba a galope normal, no vio a Valtron sobre él, al llegar al sitio, mirando hacia los alrededores la nieve estaba esparcida se podía ver la tierra y las pisas del alce pero ninguna pista sobre Valtron, al no ver señales de su hermano este soltó un rugido en su nombre…..


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    En ciudad puerto Cayo la noche, ya las calles empezaban a verse vacías, pero seguía teniendo el alma de un lugar lleno de vida algunos faroles prendidos, y gente caminando

    -Ya en serio me tienen preocupada Huntx y Emma- Dijo Ayia mientras lavaba una jarra-.

    -¿Quieres que los busque?- Pregunto Maku-.

    -Hola hola ya llegue- Entro Huntx por la puerta mientras cargaba en su espalda a Emma-.

    -¡Caballito!- gritaba Emma mientras se sujetaba del cuello de Huntx-.

    Y detrás de la gran humanidad de Huntx se acerba la muchacha un poco apenada, porque aquel lugar para ella era todo nuevo, rodea de un grupo de personas que no conocía pero a la vez le inspiraba seguridad y pena-.

    -Hola- dijo dudosa Anna con una voz temblorosa -.

    -Con que tú eres la nueva, no parece una mercenaria, ¿de dónde eres?, ¿de alguna una unidad especial?- Pregunto curioso Maku mientras le tomaba la mano para saludarla-.

    -Bueno yo- respondió Anna al sentirse un poquito acosada-.

    -Ya se, eres de un grupo rebelde de uno de los reinos, de seguro andabas acabando con la tiranía de Anco en Midas, por eso Reliq te trajo, ¿por cierto donde está Reliq?, siempre solitario en su cuarto y bueno ¿Qué puedes hacer?- seguía insistiendo Maku sin dejar a la pobre muchacha hablar-.

    -Maku déjala tranquila- exclamo Huntx mientras Emma le daba golpes en la espalda a Maku – Ella es un pueblerina de Midas, y en resumidas cuentas, vino con nosotros porque su padre fue capturado por los Outlaws- dijo Huntx con un tono de seriedad – Aparte otras cosas pasaron mientras estábamos allá, ese tal grupo llamado Outlaws tomo Midas como suya y mataron a Anco-.

    -¿Cómo?- reaccionó Lyo a la notica que les había dado Huntx-.

    -Reliq no les conto- Dijo Huntx ante la pregunta de Lyo-.

    Mientras Maku, Lyo y Huntx discutían, Anna intentaba tomar la palabra pero nadie le prestaba atención

    -¡Disculpen!- Exclamo Anna haciendo que los todos en la taberna se le quedaran viendo-.

    -Bueno he yo, Mi nombre es Anna, deseo unirme a ustedes, sé que no estaré al nivel de ustedes pero entrenar y hacerme tan fuerte como ustedes-. Dijo con firmeza para que todos notaran que ella estaba presente y que podía ser uno más- no tengo experiencia en esto, ni tendré la determinación, pero de verdad quiero recuperar a mi padre-.

    Susurrando detrás de Huntx Emma dijo -Me cae bien-.

    Por las calles de Ciudad Puerto comenzó a llover y se oía las gotas caer afuera, mezclado con un galope despavorido de caballos y las ruedas de la carreta que al acercarse a la taberna Se detuvo y todos mirando hacia la puerta, de repente Lily y Garniel Entraron por la puerta

    -¡Reliq!- Exclamo Lily cansada y empapada por la lluvia-.
     

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