Simple carta

Tema en 'One Piece' iniciado por Mrs Roronoa, 19 Enero 2012.

  1.  
    Mrs Roronoa

    Mrs Roronoa Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    161
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Simple carta
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1080
    Hola a todos! :) Patricia Blablablá con otra de sus alocadas historias! ^^
    Esta vez es una historia de amor entre Zoro y Viví, y la he escrito para la acitividad Piratas escritores :3 Me gustaría aclarar que la carta la escribe Nami, y que lo que está en cursiva es un trozo de una antigua carta que le mandó Viví a ella, narrando la historia entre ella y Zoro... Bueno, no doy más detalle, leed la historia y os enterarías :3

    Simple carta
    Querida Viví:
    Esta mañana, un poco antes de comer, como si de ti se tratase, el viento ha querido recordarnos tu ausencia y nos ha traído volando algunos granos de arena. Ha sido algo extraño, pero precioso. Llevábamos días sin encontrar una isla y... ¡tachán! Una ráfaga de viento nos trae un poco de fina y blanca arena y, con ella, tu recuerdo.
    ¿Qué tal te va por Arabasta? Espero que bien... bueno, toda la tripulación desea que estés bien. Nos acordamos muchísimo de ti. Después de todo... somos nakamas, ¿no?
    Aquí las cosas siguen igual. Robin no deja de leer. No sé cómo no se aburre. Últimamente estoy algo preocupada por ella, creo que lleva dos noches sin dormir... ¿Tan interesante puede llegar a ser un libro?
    Usopp sigue contándonos sus falsas e increíbles historias. Y, por supuesto, Chopper sigue escuchándolas y admirando a ese narizotas... Es muy gracioso verlos, en serio.
    Sanji tampoco ha cambiado. No deja a ninguna chica tranquila, sea quien sea. ¡Pero bueno, por lo menos hace la comida exquisita! Ese hombre llegará lejos... si deja de acosar a cualquier muchacha que se le ponga por delante... Tampoco ha dejado de pelear con ese inútil de Zoro...
    Zoro... Te echa muchísimo de menos, ¿sabes? No lo aparenta, claro, pero hay cosas que a mi no se me escapan.
    Esta mañana se le ha notado muchísimo. Ha sido el primero en darse cuenta de esos granos de arena que han invadido el Going Merry. Estaba entrenando, como siempre, cuando todo empezó. Recuerdo como cogió un puñado de arena y se encerró en el cuarto de los chicos. Intenté entrar para ver si estaba bien, pero había atrancado la puerta con una de sus katanas.
    Estuvo todo el día sin comer, encerrado en su habitación. Según lo que él nos ha dicho, estuvo allí entrenando porque necesitaba cambiar un poco de ambiente.
    Por la noche llegamos a una pequeña isla abandonada. Aún quedaban restos de una vivienda y desde ella te envío esta carta. Pues bien, cuando llegamos aquí, Zoro salió de su cuarto y decidió salir al bosque a dar una vuelta.
    ¿Qué esperabas? ¿Qué se perdiera? Pues sí, pero creo que esta vez lo hizo a propósito. No estoy segura, es un presentimiento y ya sabes que pocas veces mis presentimientos fallan.
    Cuando salió conseguí entrar en el cuarto de los chicos, y allí fue cuando todo me quedó claro. Me acerqué a su cama (si a eso se le puede llamar así) y encontré tu foto, ésa que le regalaste al irnos de Arabasta, el montoncito de arena y un espejo. Sí querida, sí, sigue teniendo tu espejito y la foto.
    ¿Te acuerdas de cuando me contaste vuestra historia? No me cansaré nunca de leerla en tu última carta...

    La noche caía sobre mi ciudad. Era una noche maravillosa, excluyendo el frío que siempre aparecía por las noches en Arabasta. Era la última noche que vosotros pasabais en ella y yo sentía la necesidad de hablar con alguien.
    Zoro...susurré— ¿Estás despierto?
    No lo estaba —respondió él levantándose—, pero tú lo has conseguido. ¿Qué quieres?
    Necesito decirte algo —levanté la vista que hasta entonces había estado clavada en el suelo y lo miré a los ojos—, a solas.
    Me miró interrogante. Suponía que no se imaginaba lo que iba a decirle, pero la que no se esperaba los hechos que sucedieron después fui yo.
    Estuvimos veinte minutos hablando y dando vueltas por el desierto. Pero no hablando de algo importante, sino de su entrenamiento, sus sueños, sus metas, sus aventuras... Todo él me fascinaba. Sí... Desde el primer momento que lo vi comprendí que era el hombre que estaba esperando. Creí en el amor a primera vista, en los flechazos, porque precisamente eso me había pasado. Y no aguanté más. Necesitaba soltarle todo eso a él; y eso hice.
    Zoro —empecé segura de mi misma y parándome en seco—, no aguanto más.
    ¿Qué quieres decir? —verdaderamente parecía sorprendido.
    Que te quiero. Que conocerte ha sido algo increíble. Que llevo mucho tiempo dándole vueltas a esto y mañana te vas así que necesitaba decírtelo. Que iría contigo al fin del mundo si no fuera por esta magnífica ciudad. Que te necesito. Que te a...
    No pude terminar la frase, Nami. Me besó. Estaba besándome. Allí, en el mágico desierto con la luna y las estrellas como únicos testigos de ello. Entendí, con ese beso, que él me correspondía. Sentí millones de hormigas recorriendo mi cuerpo. Fue algo maravilloso, Nami, no hay palabras para describirlo...
    Y, cuando nos separamos, se dio la vuelta y pretendió marcharse sin decirme nada. Él es así y yo lo sabía, pero no estaba dispuesta a dejarlo marchar.
    Grité su nombre y corrí hacia él. Cuando se giró para verme, lo tomé de la mano y deposité en ella una foto mía y un espejo.
    ¿Que es esto? —preguntó mirando mis regalos.
    Quería darte una foto nuestra, pero no tengo. Y no me gusta como sales en el cartel de “Se busca”. Así que aquí nos tienes: a mi —dije señalando su mano derecha, donde tenía mi foto— y a ti —concluí levantando su mano izquierda para que se viera reflejado en el espejo.
    Sonrió. Aquella sonrisa que pocas veces he podido ver, pero que me vuelve loca. Me abrazó con fuerza y me volvió a besar.
    Y ahí quedó todo Nami. Ni una palabra, ni una declaración, nada, pero aquellos besos bastaron para que me diera cuenta, de que lo nuestro será infinito...

    Bueno Viví-chan, debería irme a dormir ya... No nos olvides tu tampoco, ¿vale?
    Con cariño,
    Nami.
    Y recuerda que te quiere,
    La banda del Sombrero de Paja,
    y en especial...
    Roronoa Zoro.

    Se acabó! :D Espero que os haya gustado y cualquier comentario es bienvenido! ^^
    Un beso :)
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Aww, que tierno... nunca me había imaginado a Zoro y Vivi como pareja, la verdad... tampoco me agrada mucho la pareja, sinceramente (y sin ofender), pero ha sido muy bonito x3
    Sobre todo cuando Vivi le dio a Zoro el espejo y una foto suya.

    Aunque en esta frase el nombre de Nami se me hizo un poco repetitivo:
    Nada más noté, el tema de que Nami escribiera la carta a Vivi y a la vez contara como Vivi y Zoro se confesaron me ha parecido muy buena idea (:

    Bueno, no tengo nada más que decir. Solo desearte suerte!! ;)

    Nos leemos~~
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso