Pelea de dragones

Prólogo
Cuenta la historia, que en las épocas medievales existían distintas criaturas, tales como duendes, hadas, unicornios, pegasos y muchos más, pero esta historia no relata la vida de alguno de ellos, sino, cuenta la historia del nacimiento de una nueva criatura, él era de color plateado, tenía escamas, una larga cola, alas, colmillos y escupía fuego.
Este se encontraba en un bosque, rodeado de flora y fauna silvestre. Un hada que paseaba por aquel bosque buscando comida, encontró entremedio de muchas ramas y hojas un pequeño huevo alargado, para ella era muy extraño, pues a pesar de ser un hada del bosque nunca había visto ese tipo de huevos y menos de color azul, aquella hada tomo el huevo y lo llevo a su pequeña aldea que se encontraba adentrando el bosque, al llegar a la aldea le llevo el pequeño huevo al hada madre, el hada al ver el pequeño huevo que había encontrado una de sus hijas, decidió cuidarlo, poniéndolo así en una pequeña canasta, el tiempo transcurrió y el huevo fue madurando hasta llegar a su límite, así llego la noche de luna llena y el huevo comenzó a quebrajarse, pequeños pedazos comenzaron a caer, el hada madre y la aldea completa estaban impacientes por saber que criatura mágica nacería esa noche, los segundos pasaban y el huevo se abrió por completo dejando salir a la criatura, el hada madre se acercó a la pequeña criatura que había nacido esa noche y al tocar su pequeña cabeza, bautizó al pequeño como Dragón.

 

bueno chicos aqui les traigo el primer capitulo de mi fic original espero que les guste:oops: y cualquier error me avisan por fis :D buen o adios:oops:

Capítulo 1: los primeros pasos.
Ya era de día, los pequeños rayos de sol sobresalían de las montañas despertando así a las hadas de la pequeña aldea, lucí el hada del bosque quien encontró al pequeño dragón, decidió madrugar para buscar comida para la pequeña criatura a quien llamo Eragón, mientras recogía algunos alimentos del suelo y de los árboles, daba por terminado su recorrido, vio a lo lejos un pequeño bulto azul detrás de unos matorrales, el hada al aventurarse entre los arboles hasta llegar aquel punto, se dio cuenta que había un dragón mucho más grande que Eragón, comenzó acercarse lentamente para verificar que el dragón no le hiciera daño, pero al tocarlo se dio cuenta que aquel dragón estaba muerto y al observarlo noto que era igual a Eragón, pero este era de color azul, también noto que este era hembra así que por varias deducciones salió a flote que ese huevo que había encontrado pertenecía a ella y logro entender que lo había escondido de algo, ¿pero de qué?, observo también que el dragón tenía una marcas de colmillos y rasguños, de tanto observar al dragón decidió marcar su frente para que su alma descansara en el bosque, y así el hada marcho de regreso, pero recordando aquel dragón que había encontrado.
—Solo pensar…quien la ataco de esa manera…—La pobre lucí estaba muy preocupada de Eragón ya que se había dado cuenta de que la gran criatura que había encontrado era su madre. Lucí llego a la aldea con la comida para Eragón, al llamarlo el pequeño dragón corrió hacia ella tropezando ya que aún era un bebe.
—Toma Eragón, aquí está tu comida. — Lucí le entrego un pocillo con frutas e insectos, Eragón se sentía muy acogido en esa aldea, pero lucí sabía el tamaño que alcanzaría en unos meses o tal vez semanas, quedaría pequeño en la pobre aldea, no sabía qué hacer, tal vez debería dejarlo en el bosque, pero al recordar a su madre temía que le hicieran daño, Eragón era un pequeño, al igual que su madre, él tenía que aprender a volar, aprender a defenderse y sobre todo a no ser travieso.
Llegaba la hora de ir almorzar, lucí siempre dejaba a Eragón dentro de una cabaña abandonada, pero este siempre buscaba la manera de escaparse y al hacerlo siempre desordenaba, escandalizaba y arruinaba todo a su paso.
—Eragón, prométeme que te quedaras aquí, no saldrás y no molestaras a nadie. —Lucí había cerrado todo agujero, puerta, ventanas y hasta diminutos lugares en donde podía escapar, luego de dejarlo se dirigió hasta la mesa donde todas las hadas estaban reunidas, pero Eragón era un niño y deseaba jugar, molestar y hacer maldades, así que en la pequeña cabaña que estaba comenzó a buscar una salida, pero para su mala suerte no encontró ninguna, comenzó a mover sus alas tratando de llegar al techo pero era inútil, hasta que comenzó agitar sus alas con más fuerza y sin darse cuenta este comenzó a desplegarse del suelo, pero como aún era pequeño sus alas hicieron una mala maniobra y cayó al suelo, este comenzó a llorar pues extrañaba mucho a lucí ya que para él era su madre.
—Bien, es hora de cenar. —El hada madre dio el inicio y todas las hadas comenzaron a comer, disfrutando de las maravillas que les daba el bosque, mientras el tiempo pasaba, lucí cada vez se preocupaba más de Eragón, temía que se escapara y escandalizara a la aldea, mientras lucí pensaba en los caos que podía hacer, Eragón solo reposaba deprimido, pero no se daba por vencido, así que abrió sus pequeñas alas de nuevo y emprendió vuelo atravesando el techo, estaba feliz, pero sin darse cuenta calló a tierra, aterrizando en los puestos donde se encontraba la mercancía, comida y mucho más, el pequeño Eragón estaba sucio y además mojado, las hadas de la aldea dejaron el festín para averiguar que era todo ese ruido que provenía de afuera.
—Pero… ¿qué sucedió aquí? —Todas las hadas se preguntaban lo mismo, pues la aldea era un caos y al momento de hacer más preguntas algo comenzó a moverse en los escombros asustando así a las pobres hadas, pero al mostrarse por completo, lucí agacho la cabeza. — ¡Eragón!
—Lucí esta es la tercera vez en la semana que hace lo mismo, el otoño se acerca y no podremos hacer cambios en el bosque si Eragón destruye todo a su paso. — Las hadas de la aldea estaban muy enojadas, pues ellas eran las encargadas de los cambios de estación en el bosque.
—Lo…lamento mucho. —Lucí miro a Eragón con unas pequeñas lágrimas en los ojos, las demás hadas se retiraron dejando a lucí y Eragón en el centro de la aldea, lucí observo la aldea, las casas estaban todas sucias, el patio central estaba lleno de comida y de escombros debido al aterrizaje de Eragón. —Eragón esta vez llegaste muy lejos.
Lucí llevo al pequeño dragón a casa para limpiarlo y secarlo, pero alguien toco su puerta. —Lucí, tú y Eragón deben reportarse en el gran salón. — Lucí temía lo peor, si le quitaban a Eragón él no podría sobrevivir en el gran bosque y menos que le pasara lo mismo que a su madre. Ambos se dirigieron al gran salón, esperaron afuera, pero lucí quería saber que le iban hacer a su pobre bebe.
—No podemos tenerlo aquí reina. —Decía el hada de la primavera.
—Es un caos para esta aldea. —Decía el hada del invierno.
—Pero si lo abandonamos podría morir. —Decía el hada de los animales.
—Pero si se queda aquí, destruirá todo a su paso. —Decía el hada del verano.
— ¡Ya! Es suficiente, ya tome la decisión y se lo hare saber a lucí. —El hada madre tomo la decisión, pero lucí temía que le hicieran daño a la pequeña e indefensa criatura que era Eragón. —Lucí puedes entrar.
Lucí entro dejando a Eragón afuera, pues no quería que lo lastimaran con sus palabras. — Dígame reina, que decisión tomo para Eragón. —La reina vio la tristeza que escondía lucí en su corazón y en sus ojos, así que no quiso lastimarla con sus palabras.
—Tome la decisión de dejar a Eragón unos días en la aldea. —Lucí no podía creer lo que la reina había dicho.
— ¡QUE! —Las cuatro hadas que se encontraban en el salón no podían creer lo que decía su reina.
—Pero, solo para que aprenda a volar, luego lo dejaremos ir, mande a inspeccionar el bosque para saber si hay más criaturas iguales a Eragón y encontramos varios de ellos al sur del bosque, varias hembras que pueden adoptar a Eragón y cuidarlo como deben, además su tamaño es demasiado grande para esta pequeña aldea, así que tú le enseñaras a volar y luego lo iremos a dejar donde se encuentran los demás dragones, esa es mi decisión y la tomaras por el bien de la aldea. — Lucí se retiró de aquel gran salón que abarcaba gran parte de la aldea, al salir vio los grandes ojos de Eragón empapados en finas lágrimas, lo amaba demasiado como para dejarlo ir, pero la reina ya había tomado la decisión y debía cumplirla.
—Eragón, no llores pequeño, te quedaras aquí, conmigo. —Eragón paso su pequeña lengua por la cara de lucí la cual beso su frente, ambos se retiraron con rumbo hacia su hogar. — Bien Eragón es hora de descansar.
Lucí tapo a Eragón una fina manta y cada noche le cantaba una canción.
Mamá te cantaba
la nana más bella.
Naciste de noche,
como las estrellas.
Te quiero mi niño,
mi dulce lucero,
tú eres la estrellita
más linda del cielo.
Cada vez que lucí cantaba esta canción, Eragón cerraba lentamente sus ojos, descansando, soñando y liberando todo problema en él, la dulce voz de lucí lo hacía flotar y sentía que dormía en las grandes nubes de ese gran cielo lleno de misterios.
—Descansa mi pequeño…
Era de día y lucí había madrugado como siempre, en busca de comida para su pequeño, sabía que desde hoy empezaría las prácticas de vuelo para el pequeño dragón, al regresar lucí noto algo extraño en la aldea, pues todas las hadas estaban trabajando, haciendo una pista de aterrizaje para Eragón ya que no querían que el destruyera algo más.
—Pero, ¿Qué están haciendo?
—A no te preocupes, hacemos una pista de aterrizaje para Eragón ya que si vuele a chocar podría lastimarse. —Lucí no podía creer lo que su compañera le decía, pues se preocupaban por Eragón.
—Gracias. —Lucí llevo la comida para el pequeño y además le llevaba las buena noticias, pero Eragón no estaba en casa. Lucí comenzó a preocuparse, tenía miedo, miedo a que le hicieran daño a su pobre pequeño, al momento de salir se dio cuenta que estaba jugando con las hadas del verano.
—Hay estas Eragón, vamos, tenemos que entrenar. —Eragón se dirigió hacia la pista, al parecer las hadas del verano ya le habían dado de comer; ambos se dirigieron hacia las demás hadas que se encontraban en la gran pista. Eragón se encontraba en posición para despegar, abrió sus pequeñas alas al máximo y preparaba sus patas para correr con todas sus fuerzas.
—Bien Eragón, me mantendré contigo hasta que despegues, mueve tus alas de arriba hacia abajo y…preparado, listo… ¡¡¡¡CORRE!!!!
Continuara:
¿Qué pasará con el vuelo de Eragón?
¿Tuvo narración?
¿Les gusto el capítulo?