[One-shot] La princesa que no se cansa de preguntar (ShikixRima)

Hola, bien es un one-shot de ShikixRima, espero y les guste y comenten =) bueno, agregué un nombre por ahi que no es del anime, es solo porque no se me ocurria a quien poner jeje, sin más que decir empecemos.
Ninguno de los personajes me pertenece.

La princesa que no se cansa de preguntar.​

En la playa, el agua del mar apenas tocaba las puntas de los dedos de sus pies, la fuerte brisa los despeinaba, el sol que amenazaba con ocultarse no era intenso, ese momento era perfecto, él y ella abrazados, en un hermoso atardecer. Al final, terminaron unidos, atrapados en un sentimiento del que por más que lo intentaron, no pudieron escapar.

−Shiki-kun−susurró la chica, haciendo que el muchacho le prestara toda la atención que podía.

− ¿Qué pasa Rima-chan?−él chico se giró hacia ella quedando acostados frente a frente.

− ¿Crees que Aidou este enojado?−la inocente chica miraba fijamente a su novio.

−No, −contesto gentilmente Shiki.−no después de conocer a Kameko, debe ser perfecta su vida.

Shiki no quería que Rima se sintiera culpable por todo lo que paso Aidou, además, en la relación de su chica y Aidou él la engañaba, su novia no merecía tanto dolor, Shiki la ama como nunca llegó ni llegará a amar a alguien, simplemente ella se apoderó de todo su ser, estaba en sus pensamientos y su corazón solo le pertenecía a ella. Aidou fue muy cruel al terminar con ella, y en cambio él jamás la dejaría, no después de pasar buenos tiempos con ella.

−Y… ¿Crees que soy bonita?−Shiki estaba impactado, ¿qué tipo de pregunta era esa?

− ¡Claro!−no dudó en contestar.−Eres hermosa, más que hermosa, no hay palabra para describir lo hermosa que eres−entonces, Shiki decidió empezar a preguntar −¿Y tú piensas que yo soy guapo?

− ¡Por supuesto!−habló un poco fuerte−Eres el chico más guapo que eh conocido.−terminó más calmada.

El rubor se hizo presente en la muchacha, no era mentira lo que le decía. Le encantaban sus ojos azules que la miraban con seguridad y firmeza, pero sobre todo con amor. También su cabello color bordo que el viento suavemente movía, todo él era perfecto para ella.

− ¿Y crees que merezco una cita con la hermosísima Rima?−Shiki se levantó y le ofreció una mano a su acompañante.

−Eso y más−dijo la chica tomando la mano del muchacho.

− ¿A sí? Bueno pues quiero un beso de la hermosa muchachita frente a mí.−

−Bien, no hay problema− continuó el juego.

Sus rostros se acercaban lentamente, no les importaba el tiempo ni la hora, solo deseaban disfrutar ese momento tan especial para ambos, sentían su aliento, escuchaban sus corazones palpitar fuertemente, sus respiraciones y el sonido de las olas llegando a la orilla de la playa. Nada los interrumpía en ese momento, sus labios estaban cada vez más cerca, el viento acariciaba sus cuerpos, y no importaba, Rima sintió unos cálidos labios sobre los suyos, el beso fue uno tan dulce, les demostraba que de ahora en adelante no estarían solos, siempre se tendrían entre ellos, les demostraba el amor que sentían, era perfecto, fue perfecto para ser el primero, fue su primer beso, pero como todo beso, por algún motivo se tenía que terminar, falta de respiración.

−Vaya, besas bien, entonces nos vemos en la heladería de siempre−le habló el chico después de tomar aire.

−Claro, pero…−lo detuvo Rima, ella no quería separarse de él, y le inventaría la cosa más tonta para evitarlo.− ¿Crees que necesito maquillarme?

−No, con o sin maquillaje eres bella, pero me gusta cómo te ves a lo natural− Shiki no comprendía la razón de sus preguntas, así que comenzó nuevamente con el cuestionario.

− ¿Y yo me vería bien con el cabello pintado de color rosa?− ambos volvieron a sentarse, empezaba a hacerse más noche y el mar empezaba a llegar con mucha fuerza.

−No me importaría si te lo pintas, pero me gusta el color de tu cabello.−le respondió la chica.

La luna y las estrellas se apoderaron del oscuro cielo, haciendo que estas fueran su única luz.

− ¿Y crees que si pienso que no eres bonita, no te ame como lo hago?− el chico la miraba
fijamente, esa pregunta hizo pensar a Rima.−¿o que si pienso que necesitas maquillaje, te consideres necesitada de cosméticos?

Rima comprendía lo que Shiki le estaba intentando decir, una cristalina lágrima de emoción resbaló por su mejilla, el muchacho se acerco a ella y limpió aquella gota que brotaba de su ojo, le dio un beso en la mejilla y la abrazó suavemente.

−Uses lo que uses, seas como seas, jamás cambiara mi amor hacia ti, eres una persona muy importante para mí.− se alejó un poco y le colocó una cadena de oro con un dije en forma de un corazón que tenía grabado “S&R”.


− ¿Qué es esto?−la chica no despreciaba el regalo, pero necesitaba saber él porque del obsequio.

−Es un detalle, espero y te guste.−le dijo sonriendo.

−Es muy lindo, pero debió ser muy caro, no puedo aceptarlo

−No, por favor, acéptalo−respondió juntando sus manos con las de ella.

−Muchas gracias, es hermoso−

−Úsalo siempre, y nunca olvides que digan lo que digan, tú siempre debes ser tu misma, nunca cambien por alguien, que ellos te acepten como eres.−la volvió a abrazar, estar junto a ella era el mejor regalo que podía recibir.

−Claro, −susurró Rima en el oído de Shiki−nunca lo haré, te lo agradezco mucho.

−Te amo Rima, nunca lo dejaré de hacer y no me pintare el cabello de rosa.−la abrazó más fuerte, con cuidado de no lastimarla, no la quería dejar ir, la necesitaba para el simple hecho de vivir.

−Yo también te amo y no me maquillare para tratar de ser más bonita−cerró los ojos. Ese momento era para siempre, jamás lo iba a olvidar.

El abrazo se rompió y se tomaron de la mano empezando a caminar por la orilla de la playa, la arena se metía entre sus dedos dándoles un masaje, estaba confirmado, ambos se amaban, no por querer, lo hacían inconscientemente, ambos se necesitaban, no por conveniencia, si no porque se había vuelto algo fundamental para sus vidas, necesitaban su presencia, necesitaban su amor.

− ¿Crees que tengo comparación con alguna otra chica?−le preguntó Rima mientras caminaban, el muchacho solo se limitó a verla con una sonrisa en su rostro.

−Creí que ya estaba claro, −le dijo pasando un brazo sobre los hombros de la chica−no hay chica que me interese más que tu, para mi tú no tienes comparación.

La muchacha solo sonrió ampliamente y le beso la mejilla.

−Eres mi princesa, la que nunca se cansa de preguntar, única y especial, te amo−dicho esto le besó suavemente en los labios, un beso rápido pero hermoso.

−Yo también te amo…−

FIN