Noemí y el mundo de los youkai.

¡Hola! Perdón por la tardanza, me da gusto que le encante mi historia y le doy la bienvenida a Sylar, en cuanto a tu pregunta no tengo momento definido para poner los capítulos, pero sería una vez a la semana, tratare de hacerlo así ya que todos ustedes me animan mucho, sin más y para no torturarlos acá les dejo el siguiente capítulo, donde los protagonistas tendrán un día de vacaciones en cuanto a Riu se refiere, que lo disfruten.

Capítulo VIII: ¿Un descanso?​

Noemí estaba descansando satisfactoriamente después de haber tenido esa oleada de extraños sentimientos el día anterior, estaba amaneciendo y ella tenía un buen rato despierta reflexionando cuando se acordó de algo o mejor dicho, de alguien.

-¡Mi pegasus! –exclamó en un gran grito que se escuchó por toda la mansión en donde estaba, despertando a los que todavía estaban dormidos y alertando a los que ya estaban despiertos.

Rápidamente se levantó y se entro al baño como si su vida dependiera de ello y se baño rápida pero cuidadosamente, no le gustaba sentirse sucia por ningún motivo, salió del baño como entró y eligió rápidamente qué ponerse, eligiendo una preciosa yukata por motivo del verano, que tenía carpas doradas danzando elegantemente por ella y era de un bello rojo anaranjado, amarrada con un obi del color del atardecer.

-¿Cómo pude olvidarme de él? –Dijo sintiendo mucha culpa y pensando en que se sentiría abandonado y olvidado.

Salió corriendo hecha una nube de polvo entre rojo y dorado y se topó con Soe solo diciéndole los buenos días y gritándole en la lejanía que iría a hacer una diligencia, Soe solo se quedó mirándola con una gotita tipo anime y despidiéndola moviendo la mano, de verdad tenía muchas energías, típico de una adolescente.

Al llegar a la posada dónde dejó a su preciado compañero, pagó el precio por haberlo cuidado y fue a recogerlo, viendo al pobre animal casi ahogado en un mar de lágrimas.

-¡Noemí! –dijo mientras se lanzaba encima de ella, demostrando así lo mucho que la había extrañado y dejando un camino de lagrimas en su trayectoria.

-Perdón, juro no volverte a dejar así –dijo ella abrazándolo y llorando igual mientras eran vistos por los señores cuidadores del lugar con unos ojos que parecían un par de platos por lo grande que los tenían abiertos.

-Nunca habíamos visto a alguien que quisiera tanto a su mascota –dijo un hombre mientras se acercaba.

-¡Oye que no soy una mascota! –Se quejó inmediatamente el pegasus –soy un compañero –añadió orgulloso.

-Es verdad, gracias por cuidarlo, ya me retiro, con su permiso –dijo la miko haciéndole una pequeña reverencia a los cuidadores y retirándose ante su asombro.

-Son una bonita pareja –dijo uno de ellos mientras la veían marcharse.

-Sí, ella lo cuidará muy bien –afirmó otro de edad avanzada.

Noemí caminaba muy feliz mientras se dirigía nuevamente a la mansión de Soe con su pegasus en manos.

-Oye –dijo el pegasus para llamar su atención y al ver que lo logró continuó –no es mejor ir volando.

-Es verdad, así es mejor y más rápido –dijo Noemí dándose un golpecito en la frente por su despiste.

Acto seguido el pegasus mostró su verdadera forma agachándose para que la chica pudiera subirse sin ningún problemas, ya ella estando arriba despegó dirigiéndose a la dirección que la miko le señalaba.

-Por cierto ¿no me vas a poner un nombre? -Le preguntó el pegasus mientras agitaba suavemente sus alas para mantenerse en el aire.

-lo he estado pensando, pero no encuentro ninguno que me agrade ¿Qué tal Fluffy? –Dijo Noemí mientras ponía un dedo en su mentón en señal de meditación.

El caballo al oír ese nombre casi pierde la concentración y se cae, asustando un poco a la miko.

-Por si no lo has notado, soy macho –replicó él, pensando que llamarse pelusa en inglés no era un nombre muy varonil que digamos.

-Pero es un lindo nombre, hasta tengo un perro llamado así, por ser una gran bola de pelos –dijo ella tratando de convencerlo.

-Pues me compadezco del pobre animal –dijo en un suspiro el Pegasus mientras subía la velocidad, ya casi estaban llegando.

Noemí pensó que sería mejor consultarlo con todos, para elegir un buen nombre y cuando llegaron los encontró a todos desayunando, después de todo, se había ido muy temprano y ni tiempo se dio a comer algo, cosa que le reprochó su estomago con un gran rugido, así que entró con el pegasus ya pequeño en brazos.

-Suri ¿para dónde fuiste? –preguntó Soe mientas comía unos pastelillos que ella misma había preparado.

-A recoger a mi pegasus, se me estaba olvidando que lo había dejado a cuidado de alguien –respondió ella mientras se sentaba y se serbia té –por cierto, tengo una duda y necesito la ayuda de ustedes.

-Tú solo di –dijo entusiasmada Soe pensando que eran cosas amorosas.

-Es que no se qué nombre elegir para el pegasus –dijo ella mientras comenzaba a coger los pastelillos y dejando a una Soe muy decepcionada.

-Pensé que tenías esas dudas amorosas de toda adolescente, mi querida Noemí –dijo la mujer de cabello rosa notablemente desinteresada en el problema de la miko.

-Como se ve que es chismosa, con razón sabe tanto –pensó Kimiko con una sonrisa tonta y una gotita tipo anime en su sien mientras miraba a su señora.

-Por mi ponle inútil –dijo cruelmente Erión para después dar un sorbo a su té, ganándose una no muy amigable mirada de parte del pegasus.

-Por qué no le pones Pion, es muy lindo –dijo muy emocionada por la idea Kimiko.

-Y dale con los nombres lindo –pensó el pegasus suspirando resignado.

-Ponle Blue, ya que tiene la crin, la cola y las alas azules –dijo Jazmín, también un poco emocionada de nombrar algo.

-Por lo menos este es un poco masculino –pensó nuevamente el pegasus –pero me niego a llamarme como un color.

Entonces, al ver las variaciones de nombre que todos tenían a Soe se le ocurrió como pasar el día divirtiéndose.

-Ya sé hagamos un juego en donde el ganador decidirá qué nombre ponerle –dijo alegremente la youkai, para luego preguntar -¿Quién se apunta?

-¡Yo! –levantó la mano muy emocionada Kimiko.

-Yo también, ya extrañaba uno de tus juegos –dijo igual jazmín, aunque con lo del día anterior no se sentía con mucho ánimos.

-Yo también, para elegir quién me pondrá un nombre –dijo el pegasus, después de todo, no dejaría que le pusieran un nombre “lindo”.

-Aunque soy yo la que no sabe, también quiero jugar –dijo Noemí, nunca había podido jugar con nadie a nada, porque nadie quería acercársele diciendo que era extraña, excepto con su padre, pero ahora él estaba en un mejor lugar.

-¿Qué tal tú, Erión? –dijo Soe pensando que sin él las cosas no serian tan divertidas.

-Yo paso, no pienso unirme a juegos tontos de niñas –dijo seca y fríamente el youkai de pelo azul.

-¡Ha! Se me olvidaba decir que el ganador se llevará un premio por parte mía, una pintura hecha a mano donde está Erión de niño –Dijo Soe tomando, para su deleite, la atención de su hijo.

-¿Cuáles son las reglas? –Preguntó el peliazul dando a entender que jugaría.

Todas las chicas estaban a la expectación, ¿una pintura de Erión de niño? ¡No se lo podían perder! Eso era un tesoro para cualquier chica que adorara al demonio, ya que nadie conocía como él era de pequeño, aunque a todas les pareció muy sospechoso que él se interesara en el juego solo por una pintura, el gran Erión escondía un secreto.

-El juego es el siguiente –dijo Soe para terminar con las ensoñaciones de las chicas, captando su atención –buscarán mi más grande tesoro, el juego es solo al atardecer, si ninguna lo trae antes de ese tiempo, yo seré quien le ponga el nombre al pegasus y solo les enseñare la pintura –dijo esto último para que Erión no se saliera del juego –así que empiecen inmediatamente, solo les advierto, mi tesoro está oculto en un cofre, pero hay varios en toda la mansión y en los falsos hay trampas y bromas, tengan cuidado.

Con esto último, todos partieron a buscar el preciado tesoro de Soe, pero ni siquiera Erión sabía cuál era, así que hasta para él era muy difícil pero le bastó solo un rato encontrar un cofre escondido en un arbusto y con una sonrisa triunfante se acercó a él.

-Tendrás que resignarte a llamarte inútil, pequeño animalejo –dijo con una sonrisa malévola mientras abría el cofre, pero al hacerlo salieron un montón de cosas pegajosas que cubrieron todo su pelo y cuerpo, dejándolo prácticamente sepultado debajo de una masa viscosa y asquerosa, así que su madre no mentía, si había cofres trampa, tendrá que tener más cuidado con los siguientes cofres y mientras trataba de quitarse aquella sustancia oyó la risa de su madre venir de toda la mansión.

-Les advertí que tuvieran cuidado con los cofres falsos –dijo ella, pues los estaba mirando a todos mediante su esfera de cristal y hablaba por medio de sus poderes.

-lo sabía, solo se está divirtiendo con nosotros –dijo muy furioso Erión, deduciendo por la forma que ella habló, en plural, que él no fue el único que cayó en una trampa –pero ya me las vengare –dijo soltándose satisfactoriamente de la sustancia y corriendo para el interior de la mansión, encontraría ese tesoro a como dé lugar.

Así se pasaron toda la mañana cayendo en trampas y oyendo las risas de Soe, sí que se estaba divirtiendo, ya al medio día todos estaban agotados, hasta Erión necesitaba un descanso y se fueron a al jardín a tomar aire fresco, excepto Noemí y Kimiko, quienes por su naturaleza humana, ya tenían hambre y a decir verdad, quién no, con todo lo que han pasado, también fueron a darse un baño y a cambiarse de ropa, pues las trampas los habían puesto en un estado de suciedad que ni un puerco soportaría.

Ya descansados se pusieron en marcha de nuevo, solo les quedaba una tarde para ganar y Erión estaba más desesperado que nunca, nadie entendía por qué estaba así por solo una pintura, solo su madre sabría, pero eso no las detendrían para conseguir su objetivo, ganarían esa pintura a como dé lugar, aunque tengan que pasar por mil y una trampas.

¿Continuará?...​

Hasta aquí se los dejo, ¿quién ganará? ¿Qué será esa pintura para que Erión la quiera tan desesperadamente? ¿Cuál será el nombre qué le pondrán al pegasus? Todo esto y mucho más en el siguiente capítulo, espero y se hallan divertido, ya que este es el propósito del capítulo, eso y darle un nombre al apreciado pegasus de Noemí.

PD: ¿qué nombre quisieran ustedes que llevara el pegasus? ¿Uno de estos u otro? Lo dejo a su criterio, sayounara.

 

Hola a todos, gracias por sus comentarios, acá el siguiente capítulo, hasta yo quiero ver la pintura, a ver quién ganará.

Capitulo IX: ¿Un descanso? 2da parte.​

Se veía un cielo precioso, se respiraba un aire de paz y se sentía la tranquilidad del ambiente, excepto en una mansión donde sus habitantes luchaban por ganar un juego impuesto por una demonio que buscaba diversión, un grito se oyó, alguien había caído en otra trampa.

-¡Ya estoy harta de estas trampas! –Gritó desesperada una miko pelirroja para después agregar por lo bajo -¿dónde estará ese cofre?

En lo que ella piensa sobre la ubicación del ahora tan preciado cofre, otra pelirroja está dando vueltas en una habitación.

-Estoy segura de que por aquí había un escondite, debe de estar ahí –palmea el suelo, hallando efectivamente un escondite debajo de este, abriendo una especie de escotilla –aquí está, encontré un cofre, ojala y sea el verdadero.

Ni bien habló cuando otra trampa la sorprendió, toda la habitación quedó sepultada en humo negro, Jazmín salió de ella negra como el carbón.

-Habia hablado demasiado rápido –dijo mientras le salía humo por la boca y tosía un poco.

En un pasillo, un guapo demonio de pelo azul corría a todo lo que podía a un lugar específico.

-Ya sé dónde está –dijo para sí mismo entrando en una habitación que parecía para un niño pequeñito, por su decoración y efectivamente encontró otro cofre, inhalo una gran bocanada de aire y mientras abría el cofre contuvo la respiración esperando que no sea otra trampa, para su mala suerte, no atinó siendo víctima de otra broma.

Se sentó a pensar qué podría ser el más apreciado tesoro de su madre y comenzó a recordar el pasado, por otra parte, Noemí hacía lo mismo y recordó la conversación que tuvo la noche anterior donde Soe le revelo la gran afición que sentía por las estrellas.

-¡Eso es! –exclamó mientras recordaba el lugar en dónde Soe se sentaba a ver las estrellas sin saber que cierto demonio había llegado a la misma conclusión y se dirigía al mismo lugar.

Ambos se encontraron ya ahí y corrieron por toda la azotea de la casa buscando el cofre cuando Erión lo diviso y se dirigió, siendo perseguido por Noemí, quién se le abalanzó encima para detenerlo, logrando que él se callera a solo centímetros del tan apreciado cofre.
-¡Es mío! –Gritó desesperada la miko, viendo con horror cómo el sol ya amenazaba con ocultarse.

-¡Yo lo encontré primero! –decía fríamente Erión tratando de zafarse, consiguiéndolo satisfactoriamente y alcanzando el dichoso cofre.

Al abrirlo encontró un collar en forma de estrella con una luna en el medio y varias piedras preciosas incrustadas en él, se lo había regalado su padre a su madre cuando él nació, en efecto, ese era el más preciado tesoro de su madre, pero no tenía tiempo de recordar, casi era el atardecer así que corrió siendo perseguido por una desesperada Noemí quien le gritaba cuantas cosas se le pasaba por la cabeza, las demás chicas al oír los gritos de la miko supieron que Erión llevaba el tesoro y corrieron a interceptarlo, ahora el demonio tenía un sequito de chicas detrás de él, siendo Noemí quien le pisaba los talones.

Casi llegaba, ya estaba por abrir la puerta en dónde estaba su madre, pero nuevamente Noemí se le abalanzó encima tirándolo en el acto y subiéndose arriba de él, siendo seguida en acción por las demás chicas y por el pegasus en su forma verdadera, formando una nube de humo por la pelea, cuando se disipo, solo se veían Noemí, jazmín, Kimiko y el pegasus encima de todas ellas.

-¡¿dónde está Erión?! –gritaron todas al mismo tiempo.

Al abrir la puerta vieron a Erión entregándole el collar a su madre, quien tenía un marco al lado de ella, cuya pintura no se veía porque estaba volteado, se había escapado aprovechando el humo.

-¡Bien hijo, has ganado! –exclamó la pelirosa muy entusiasta.

-Lo prometido –le exigió él con su característico tono frío, recibiendo su merecido premio.

-¡NOOOOOOOOOOOOO! –Gritaron aterradas las chicas al ver como Erión quemaba con sus poderes la tan apreciada pintura, solo quedando cenizas que fueron lloradas por las chicas.

Tantos esfuerzos, tantas trampas soportadas, todo fue en vano y ni siquiera pudieron verla ¡¿qué le costaba al demonio dejarlas verla?! Nada o eso creían.

-Erión tiene el derecho de nombrar al pegasus –dijo Soe mientras el demonio se acercaba al animal que todavía conservaba su forma verdadera.

-Sí, sí, tendré que conformarme con llamarme inútil –dijo decepcionado el pobre pegasus.

-¿Qué te parece Hiko? –preguntó fríamente el demonio haciendo que al pegasus le brillarán los ojos de la emoción.

-¡Me encanta! –Afirmó gustoso por el nombre que ya estaba loco por estrenar.

-Hiko es un lindo nombre –dijo gustosa, pero todavía desilusionada, la miko.

-¡Ha, por cierto! –Exclamó Soe para llamar la atención, lográndolo –como premio de consuelo le tengo para todas minis pinturas de la original que iba a ser el premio.

Todas las chicas comenzaron a acercársele alegremente mientras se veía a un Erión de piedra, todas recibieron su mini pintura, pero se quedaron con cara de wath al ver una niña con kimono, muy bonita y de pelo largo y azul.

-¿Qué significa esto Soe? –preguntó desilusionada por enésima vez Jazmín.

-Sí, es solo una niña la que está en la pintura, no es Erión –agregó igual de desilusionada Kimiko.

-Se equivocan, sí es Erión –dijo sorprendida la miko, pues había divisado la fría mirada del Youkai en esa pequeña y linda niña -¿pero cómo?

-Mi esposo tenía la creencia de que si vestías a un niño de niña frágil de pequeño, cuando grande sería muy fuerte –les explicó Soe, mientras su hijo estaba en un rincón oscuro al saberse su secreto descubierto.

Silencio absoluto, el cual fue roto por el pegasus, quien comenzó a reírse a carcajada, seguido de Jazmín y Kimiko, Noemí solo se limito a observar bien la pintura.

-Con razón eres tan frío, quien no lo sería –le consoló ella, no lográndolo en lo absoluto.

-¡Cállense! –les gritó furioso Erión a todos los que se estaban riendo, con una fulminante mirada que prometía una lenta y dolorosa muerte, consiguiendo que todos temblaran de miedo y se callaran.

-No conocía esa parte de tu niñez y eso que somos amigos de la infancia –dijo Jazmín tratando por todo los medios no comenzar a reírse nuevamente.

-Eso es porque solo fue hasta los cuatro años que me vistieron de niña y tú y yo nos conocimos cuando tenía siete –le explicó el demonio ya recobrando la compostura.

Todas guardaron su pintura para recordar por siempre el momento más divertido de su vida, y no lo decían por el secreto de Erión, si no por el juego, que aunque fue lleno de trampas y bromas, terminó siendo muy emocionante.

Todas se fueron a bañar, pues nuevamente estaban sucias a más no poder, después de tomar un relajante baño, fueron a tomar una cena en conjunto, siendo preparada nuevamente por Soe, quién hizo un guiso de carne de jabalí, que era lo que más habitaba por esas zonas, hablaron de sus vidas, de todo lo que pasó en todo el día y de las cosas que podrían pasar en un futuro, especialmente con Riu suelto, se fueron a dormir uno por uno, quedando de últimas Soe y Noemí viendo las estrellas en la azotea.

-Hoy fue un día muy emocionante –dijo Noemí, para romper con el silencio que allí reinaba.

-Sí, me divertí como nunca –afirmó pausadamente la demoniza.

-lo que todavía me pregunto es cómo pudiste poner todos esos cofres si ni siquiera te dimos tiempo –dijo mirando suspicazmente a su acompañante.

-Touché –dijo en señal de que había sido atrapada.

-Tenías todo preparado ¿verdad? –dedujo la pelirroja.

-Sí, tienes razón, las vi a ti y a Jazmín tan decaídas la noche anterior que decidí hacer este juego para levantarles el ánimo –confesó al fin Soe.

-Gracias –le dijo sinceramente la miko, dirigiéndole una tierna mirada para después añadir -¿pero sabes lo que te hará Erión cuando se dé cuenta de esto?

La demoniza tragó saliva, de solo pensar lo que su hijo le hará le ponía la piel de gallina.

-Entonces que sea nuestro secretito ¿sí? –Le rogó Soe obteniendo una respuesta afirmativa.

Silencio nuevamente, el cuál fue interrumpido por la pelirosa.

-¿Sabes…? –Comenzó ella para llamar la atención de su compañera, logrando que la miko la viera con una cara de duda –Erión cree que su padre lo abandonó, pero no fue así, él tuvo que irse para protegernos.

-¿protegerlos de qué? –Le preguntó curiosa la miko.

-De los enemigos que se avecinaban, ya que él había descubierto quienes eran la familia que controlaban el portal –le contó ella, soltando un gran peso que tenía en su corazón.

-Por eso Riu te había atacado, porque creía que tú tendrías el dato –dedujo la miko mientras miraba a las brillantes estrellas.

-Y lo tengo –dijo Soe, parándose para irse a acostar.

-¿Quiénes son? –Preguntó la miko mientras la seguía.

-Muy pronto lo sabrás, mi pequeña miko –le dijo dejándola con la duda y un gran signo de interrogación en la cabeza.

Ya a la mañana siguiente todos se levantaron de buen humor, excepto cierto demonio que buscaba diligentemente a su madre.

-Usarme para ese fin, ya se las verá conmigo –dijo mientras buscaba sin éxito la presencia de su madre –si tengo que revisar cada habitación de esta mansión, lo haré.

Así iba refunfuñando cuando detectó una conocida presencia que se acercaba desde el horizonte a gran velocidad.

-Por lo menos debió dejarme tomar mi venganza –dijo reconociendo a Riu y a su ejército.

El cielo se oscureció por completo mientras el malvado demonio se acercaba junto.

-He venido por tu madre –dijo este mientras le apuntaba a Erión con una lanza que él reconoció.

-Suerte si la encuentras –dijo todavía fastidiado por lo que descubrió mientras espiaba la noche anterior -¿Dónde conseguiste la Lanza de los mil espíritus? –le preguntó refiriéndose al arma que Riu llevaba en sus manos.

-¿Te gusta mi nuevo juguete? –Le preguntó Riu mientras Noemí y jazmín llegaban a ayudar al demonio peliazul –se lo quité a un idiota llamado Shirou ¿lo conoces?

Erión se quedó pasmado al oír ese nombre ¡es el de su padre!

Bueno, hasta aquí se los dejo, acepto de todo, pero por favor, a la cara no XD Sylar, cogí tu nombre, gracias por el dato, pero desgraciadamente no pude hacer que Noemí ganara, sería muchas injusticias al pobre de Erión. Ahora qué pasará ¿cómo es que Riu conoce al padre de Erión? ¿Cómo éste reaccionará? No se pierdan los últimos capítulos de esta interesante (a mi parecer) historia y todas sus develaciones, bey.

 

Sí chicos y chicas, les tengo el próximo capítulo, la semana que viene voy a durar un par de días sin conectarme, y tal vez sean muchísimos días, ya pueden ir extrañándome XD, sin más, el siguiente capi, que la pasen súper.

Capítulo X: La lanza de los mil espíritus.​

Erión estaba que no se lo creía ¿ese tonto conocía a su padre?

-¿Qué pasa Erión? ¿El ratón te comió la lengua? –Le bufó Riu para despertarlo de su trance mientras agitaba la lanza.

-¡Ten cuidado con esa arma! –Le advirtió Erión, quien conocía los peligros que esa lanza poseía, tanto para el portador, como para el contrincante de este.

-¡Ja! No creas que no sé usarla –y acto seguido, Riu concentró su aura en esa arma haciendo que esta brillara de un rojo vino intenso, casi negro y unos cinco espíritus salieron de ella.

Estos no eran imples espíritus, cada uno era más poderoso que otro y con un poder especial, se dirigieron hacia los tres que tenían enfrente y la batalla comenzó. Noemí peleaba con uno, este era de un aspecto horrible, tenía dos largos colmillos sobresaliéndole de la boca, barba y unos ojos grandes y diabólicos, sus manos eran dos temibles garras, ya le era bastante difícil con ese, se movía muy rápido y lograba esquivar todas sus flechas, cuando se les gastaron el espíritu se le acercó para atacarla cuerpo a cuerpo con una velocidad que apenas y le dio tiempo a la miko de crear con su poder espiritual una espada para atacar cuerpo acuerpo, pero a diferencia del arco, esta era mucho más cansadora y todavía no estaba perfeccionada, estaba en grandes problemas, no muy diferente a sus compañeros.

Jazmín peleaba con dos, que tenían apariencia de mujer, una era muy hermosa de cuerpo, pero en su cara tenía una sonrisa de oreja a oreja, literalmente, que enseñaba una gran fila de pequeños y filosos dientes, este espíritu hacia rebotar los rayos y lo devolvía a jazmín, mientras que la otra, que era una mujer de tez blanca como la nieve, casi transparente, que no tenía pies y flotaba con gran facilidad, esta convertía el ataque de jazmín en su propio ataque, la chica trueno no la tenía nada fácil, dos espíritus que contrarrestaban su poder.

Erión estaba en peores momentos, los dos espíritus eran idénticos, si se podría decir así, ya que llevaban una capucha como si fueran la muerte, pero no tenían nada que ver con ella, eran espíritus que dejaban suelta la oscuridad en el corazón de la persona y su objetivo era hacer que Erión usara sus destructivos e incontrolables poderes.

Riu miraba la escena muy divertido mientras veía como sus enemigos estaban en apuros, pero no podía apartar la vista de Noemí, quien estaba perdiendo poco a poco las fuerzas y ya tenía varias heridas hechas por su contrincante.

-¡Arg! –Grita la miko al recibir un fuerte golpe en el costado, captando la atención de sus compañeros y haciendo que Erión comenzara a perder la paciencia.

-Eso es Erión, saca tu furia y con eso libera tu poder, así harás que mis planes se hagan realidad –decía en sus pensamientos Riu –porque yo sé algo que tú no, ¡eres el guardián del portal!

En eso se aparece Soe, con Kimiko detrás la cual tenía algo en las manos.

-Veo que conseguiste la lanza de los mil demonios de manos de mi marido –dijo Soe como si nada pasara a su alrededor.

-Tú tienes la forma de quitarle el sello –dice Riu mientras le apunta con la lanza.

-En efecto, yo la tengo, esa arma nació gracias que con ella mi esposo mató a mil espíritus que atormentaban este mundo y el de los humanos, sellándolos en ella y cuyo portador podría dominar a dichos espíritus –explicaba Soe para ganar tiempo mientras Kimiko preparaba algo detrás de ella y continuó –pero mi esposo, al temer que callera en manos como las tuyas, selló a la mayoría, quedando solo los más débiles, estos cinco, exentos del sello, para que le puedan servir.

-¿Y por qué tenían que ser los cinco más fuerte? –Se quejo Jazmín, pues la verdad le estaba costando defenderse.

-Te equivocas –le contesta Riu –estos son los más débiles de todos.

Todos se quedan atónitos, si estos eran los más débiles de los mil ¿Cómo serían los más fuertes? Definitivamente el padre de Erión era alguien bastante poderoso, entonces ¿cómo Riu pudo quitarle esa lanza? Algo no estaba bien aquí.

-¡Toma! –grita eufórica Noemí mientras realiza su único as bajo la manga, un ataque que consume toda sus energía pero que acaba con un enemigo así muy fácil, una gran expansión de poderes purificadores que alcanza a la víctima en cuestión de segundos, pero que se tiene que tomar el riesgo de atacarla cuerpo a cuerpo y esperar el mejor momento.

El espíritu, que no se lo esperaba, fue purificado totalmente, pero en vez de convertirse en humano, como todos esperaban, desapareció en pequeñas lucecitas que se dirigieron al cielo a descansar en paz. Noemí se desmayó totalmente exhausta y Riu se acercó a ella ante la atenta mirada de Soe, Erión y jazmín todavía se encontraban peleando, pero no le perdían la pista a Riu y de lo que hacía.

-¿Qué harás con ella? –Le preguntó seria Soe mientras seguía los pasos de Riu con la mirada, sin moverse ni tantito.

-Me la llevaré, será a la última humana que mataré, dejare que sufra mientras ve como destruyo su patético mundo –le respondió el demonio mientras la cargaba en brazos.
-¡Ni se te ocurra tocarla! –Vociferó Erión mientras destruía a uno de los espíritus con su poder, el cual poco a poco se iba soltando.

Riu no le hiso caso y se elevo junto a Noemí ante la desesperada mirada de Erión y Jazmín.

-¡Madre has algo! –le suplicó el demonio peliazul.

-No hay nada que yo pueda hacer ante Riu y mucho menos ante esa Lanza –dijo ella mientras veía a Kimiko -¿ya está listo? –Le preguntó a esta.

-Sí, ya pude coger la suficiente energía de Riu en esta jarra –dijo ella mientras enseñaba una jarra con una decoración extraña y unos símbolos en la parte inferior.

Erión terminó con el otro, pues sin su compañero éste era muy débil y no podía hacer mucho, fue a ayudar a Jazmín con sus atacantes, derrotándolos fácilmente ya terminada la batalla se dirigió hacia Soe junto con jazmín.

-¿Qué es eso? –Preguntó a su madre al llegar junto a ella.

-Esta jarra puede sellar dentro de sí los poderes de esa lanza –le explicó Soe –solo necesitábamos un poco de energía espiritual de su ahora dueño.

-Tú sabes por qué Riu lleva esa lanza ¿no es cierto? –Dijo Erión mirando a su madre seriamente, más de lo normal.

-Simplemente porque esa lanza lo ha elegido como su dueño por sobre tu padre –le explicó ella, lo sabía, era imposible que Riu obtuviera esa lanza tan rápido y sin sufrir algún daño.

-Eso significa que esa arma lo está utilizando, que estúpido –comentó con un tono despectivo.

-No te creas, Riu sabe que está siendo utilizado, pero para lograr sus planes eso no le importa –le aclaró su madre –por ahora deben planear cómo van a rescatar a Noemí –añadió mientras se iba para el interior de la mansión junto a Kimiko.

-Sabes cuáles son los planes de Riu ¿cierto? –Le comenzó a decir Jazmín –él intentará que tú uses tu poder para destruir al mundo de los humanos y así ganarte el odio de Noemí, para él controlar el verdadero poder que ella lleva adentro, un poder que usará para dominarnos.

Erión abrió los ojos desmesuradamente, no sabía esa última parte ¿qué Noemí tenía poderes ocultos? Increíble, aunque eso era tan solo el principio de los secretos que se guardaban a su alrededor, entró en la mansión a prepararse para la última batalla, esta vez rescataría a Noemí, pero no sabía si podría abstenerse de usar sus poderes, tendría que crear un plan, mientras pensaba en esto jazmín lo veía con una cara angustiada ¿de verdad él amaba a Noemí? Si era así, ella no tenía nada que hacer al respecto, pero aún así se sentía adolorida, sus sentimientos no son correspondidos.

-Vámonos –dijo más como una orden Erión, con su habitual tono frio.

Jazmín se monto en Hiko, quién, al saber que Noemí fue secuestrada, insistió en ir.

-Ella me salvó, ahora debo devolverle el favor –dijo a modo de convencimiento el bello pegasus.

-Pero tú te cuidas solo –le advirtió Erión –no podemos estar atento de un animalejo.

Así los cuatro se fueron a librar la última de las batallas al castillo de Riu, Soe iba con ellos, pues era la única que sabía a la perfección cómo era el conjuro para sellar la lanza, ya con medio día de viaje divisaron el castillo de Riu que estaba envuelto en veneno.

-Rápido, si Noemí está ahí, ese veneno le podría hacer mucho daño –apuró Jazmín, preocupada por su rival en el amor.

Y los cuatros se internaron en el tenebroso y descuidado castillo sin saber qué es lo que Riu les tiene deparado.

Hasta aquí lo dejo, hay algo que quiero aclarar y que no lo hice en la historia, se me olvidó XD, es que el premio de Soe en el juego era una venganza hacia su hijo por siempre criticar su comida cada vez que puede, con madres así quien las querría XD, esperen el próximo capítulo, es mejor que lo hagan sentados, pues como dije antes, tal vez me tarde mucho, bey.

PD: este capítulo que sigue es el último, y el más largo de todos, después va el prólogo (mi primero en toda mi corta vida XD).

 

Sí, les voy a dejar el último capítulo antes de desconectarme por un buen tiempo, mejor esperar mi muerte a tenerla cerca (ya sabrán por qué lo digo) Bueno, sin más contratiempos aquí “la última batalla” ¡disfrútenla! (después de esta los voy a echar de menos T.T)

Capitulo XI: La última batalla.​

Nuestros protagonistas están por entrar al castillo de su enemigo, Riu, para rescatar nuestra miko, quien había sido secuestrada.

-¿En serio que aquí es? –Preguntaba un tembloroso pegasus

-Si tienes miedo ¿a qué viniste? –le pregunto fastidiado Erión.

-¡Yo no tengo miedo! –Se defendió mientras se dirigía al interior del castillo y aterrizaba dentro de este, siendo seguido por Erión y su madre.

Ya tocando suelo Jazmín se bajó de él y vieron bien todo el lugar.

-Este castillo es muy tenebroso –comentó aun temblando Hiko.

-Digno de su dueño –le añadió Jazmín.

-Déjense de halagos y caminen, Riu debe de estar esperándonos y no es bueno estarse en un lugar –les dijo Erión mientras avanzaba hacia las escaleras, pues sentía la presencia de Noemí arriba.

Los demás le siguieron los pasos en silencio y alertas, pues no sabían si Riu les tendría un comité de bienvenida y hablando del rey de Roma:

-¡Bienvenidos sean a mi humilde hogar! –dijo la vos de Riu que resonaba por todo el lugar mientras que nuestros amigos seguían subiendo –espero que les guste lo que les tengo preparado, especialmente tú Erión ¡Guardián del portal!

A lo último todos se detuvieron mirando a Erión y éste a su madre.

-Ya me explicarás después –le dijo fríamente mientras avanzaba ante un par de miradas de asombro, Jazmín y el pegasus, quienes no se lo esperaban.

Ya en el último piso vieron a Noemí encerrada en una especie de esfera transparente color amarilla y a Riu sentado al lado de ella con una copa de vino en la mano, pero había algo más, a un lado de la gran habitación en donde se encontraban se hallaba el dichoso portal.

-¿Lo sabías Erión? Que tú eres el guardián de este portal y el único que puede usarlo –le pregunto Riu mientras jugaba con la copa, moviéndola con delicadeza y viendo el liquido que era del mismo color de sus ojos.

Erión no le contestó, solo se limitó a sacar su espada para prepararse a atacar.

-Me imagino que ese es un no, entonces tampoco sabrás que Noemí es la guardiana del portal del mundo de los humanos –le informó él mientras lo veía al rostro para observar sus expresiones.

Erión no se inmutó, pero era obvio que eso sí lo había sorprendido, ahora sabía que habían más secretos alrededor de Noemí de lo que cualquiera pensaría. Riu se levantó dejando la copa en una mesita que estaba al lado de su asiento, poniendo a todos, menos a Soe, en alerta, hasta Hiko estaba decidido a atacar, nadie encerraba y secuestraba a su ama.

-Veo que tu control sobre tus emociones es bastante bueno, desde que tu padre te dejo –dijo Riu mientras se acercaba y hacía aparecer la lanza de los mil espíritus.

-Pudiste quitarles el sello a un par de espíritus más, veo que tienes más conocimientos de lo que pensaba –comentó Soe mientras ponía la jarra en el suelo y se arrodillaba ante ella.

-Y tú viniste a sellarla completamente y para siempre, sabrás que no te lo permitiré –le dijo el demonio de ojos color vino mientras comenzaba a tacar a Erión, sacando un par de espíritus para entretener a Jazmín y a Hiko.

Por otra parte, una miko se encontraba durmiendo en un precioso lugar, era un claro lleno de margaritas y amapolas, tenía un precioso riachuelo pasando a un costado de él con un pequeño puente pasando encima de éste, la miko poco a poco abrió sus ojos encontrándose con tal lugar.

-¿Dónde estoy? –se preguntó agarrándose la cabeza y contemplando dicho lugar.

La miko se paró como pudo, ya que las piernas le flaqueaban, cuando pudo mantener el equilibrio sin miedo a caerse comenzó a caminar hacia el puentecito del riachuelo, cuando llegó junto a él, vio que un palacio, igual que el de Soe pero más imponente y magnifico, se alzaba a lo lejos y decidió dirigirse a hacia allí para buscar información, al llegar vio a alguien dentro, sentada en una habitación abierta a las afueras sobre una colcha al estilo japonés, se fue acercando más hasta llegar a esa persona y al estar cerca se dio cuenta que esa persona se parecía a ella, era como mirarse un espejo, con la única diferencia de que ella parecía más mayor.

-Noemí, te he estado esperando –le dijo aquella persona mientras le señalaba a la miko el cojín que se encontraba frente a ella, para que tomara asiento, alrededor habían muchos cerezos florecientes que soltaban sus pétalos de una forma hermosa.

-¿Dónde estoy? –preguntó suavemente Noemí, ya que no quería arruinar la paz que allí reinaba.

-Estás en tu mente –le dijo ella –este es el actual estado de tu alma y mente, pacifico, pero hace varios días estaba lloviendo y muy nublado, me he estado preguntando el por qué –le informó mientras le servía una taza de té con bocadillos.

La miko recordó las dudas amorosas que había tenido respecto a Erión.

-Este… ¿Y usted quién es? –le preguntó la miko pensando que era su yo del futuro.

-Yo soy Ami, tu antepasada –le contestó ella con una sonrisa al ver la sorpresa de la pelirroja.

-Ha, te pareces mucho a mí –dijo ella con una expresión de gran sorpresa.

-En efecto, por eso Riu te confunde conmigo –dijo ella mientras daba un sorbo a su té –ese tonto siempre malinterpretaba las cosas, pero era un buen amigo, hasta ese día.

-El día en que descubrió que tenías novio –dijo triste Noemí, la verdad es que le daba pena el demonio, sabía muy bien el dolor de un amor no correspondido.

-En realidad, Riu malinterpretó sus sentimientos –le aclaró ella –creía estar enamorado de mí cuando no era así, tú también tienes dudas amorosas ¿verdad?

Esto último saco un gran sonrojo a la miko quien comenzó a temblar de nerviosismo.

-Pero él no me corresponde –informo un tanto triste.

-¿estás segura que es amor lo que sientes por él y no simple cariño? –le preguntó suspicazmente su antepasada.

-La verdad no lo sé, antes no me había enamorado –le contestó dudosa la miko.

-Es mejor que aclares tus sentimientos, solo así aclararas los de Riu y podrás salvar su alma –le dijo –por cierto ¿quién hizo estos bocadillos? Están deliciosos.

Ante ese comentario la miko se sonrió, tapando su sonrisa con las manos siendo seguida por Ami.

-Fue Soe, cocina muy bien, tan bien como guarda los secretos –le informó ella.

-¿Soe? Nunca creí que sobreviviría tantos milenios –dijo un tanto sorprendida la antigua miko.

-¿la conociste? –pregunto más sorprendida la miko pelirroja.

-Éramos buenas amigas, compinches en todo –le contestó ella –y sí, guarda bastantes secretos, pero eso es para proteger a los suyos –dijo recordando los viejos tiempos.

Pasaron un momento en silencio y la miko del pasado puso un rostro serio.

-Noemí, se acercan tiempos difíciles para ti, ahora debes despertar y ayudar a tus amigos y principalmente aclarar los sentimientos de Riu, sino, no lo podrás purificar.

-Está bien, pero, ¿cómo despierto? –Preguntó dudosa la miko.

-No te preocupes, pronto lo harás –decía ella mientras todo alrededor se oscurecía –no olvides lo que eres en realidad.

-¿Qué soy? –dijo desesperada la miko al ver que Ami desaparecía.

-Tú eres la miko soberana y la guardiana del portal junto a Erión –le informó, desapareciendo completamente.

Mientras tanto, a Erión se le dificultaba la batalla con Riu, ya que él le superaba en fuerza y velocidad y ni que decir en técnica, era todo un maestro, digno de su antigüedad.

-¿Qué pasa Erión? ¿Tienes problemas con un viejo como yo? –Se burló Riu haciendo enojar a Erión, quien no sabía hasta cuanto podría soportar sin usar sus poderes, Riu lo estaba presionando.

Jazmín tampoco la estaba pasando bien, solo estaba peleando con un espíritu y este le estaba dando más problemas que sus anteriores oponentes, tenía varias heridas y ni siquiera lo había tocado, el pegasus también lo estaba pasando mal, ya que le toco un espíritu travieso, que lo tenía de vuelta y media, hasta estaba de colores diferentes y con un olor que no soportaba.

-No sé quien es peor, si él o Soe –se quejó Hiko en voz alta.

-Más respeto a tus mayores –dijo la aludida a modo de defensa.

En eso Noemí despierta rompiendo fácilmente la esfera en la que estaba presa.

-¡Riu detente! –Gritó esta ante el asombro del mencionado, se suponía que esa esfera estaba hecha con un poderoso sello que ni la mismísima Ami podría romper, eso denotaba el gran poder que la miko tenía, Riu estaba más ansioso que nunca por controlarlo –Detén todo esto Riu, por favor –le gritó la miko con un semblante triste.

-¿Y por qué tendría que hacerte caso? –le preguntó un tanto molesto Riu.

-Porque… porque yo hable con Ami y se toda la verdad –le contestó ella ante las miradas de asombro de todos los presentes.

-Que hablaste con ella, eso no me importa –dijo Riu mientras sacaba de entres sus ropas un objeto que Soe reconoció al instante.

-¡No te atrevas a usar eso con mi hijo! –le ordenó desesperada la demoniza mientras Erión se alejaba atento a las acciones de Riu.

El objeto era como un pentagrama de oro con brillantes rubíes incrustado en él, además tenía unos extraños símbolos jamás vistos por nadie. Riu apunto a Erión con este objeto.

-Rayos, esto no me lo esperaba –se lamentó para sus adentros Soe, quien todavía no acababa con lo que estaba haciendo –si Riu usa ese objeto con mi hijo, definitivamente va a soltar su poder.

El objeto comenzó a brillar con una luz dorada, Erión intentó moverse al saber la intención de Riu pero estaba paralizado, no podía moverse ni escapar, el objeto brilló mucho más y sintió como un ser le hablaba en su mente, era una voz oscura que lo instaba a sacar su furia.

-¡No! –gritó con una voz ronca el peliazul, mientras sus ojos se tornaban rojos, pero la bestia de su interior lo estaban controlando.

Noemí, al ver lo que estaba ocurriendo se dirigió hacia Riu y lo abrazo por detrás.

-¡Por favor, detente, solo te estás haciendo daño a ti mismo! –Le dijo llorosa la miko, la verdad no quería que nadie saliera lastimado, ni él ni sus amigos.

Pero Riu estaba cegado por la ira y el rencor y se rehusaba a oír razones, así que cogió a la miko de un brazo y la arrojo lejos.

-Quédate quieta y mira como Erión destruye tu mundo –le dijo con furia mientras ella se ponía de pie.

Ya estaba cansada, odio, destrucción ¿por qué eso siempre tenía que dominar a los mundos? ¿Es que a nadie le importaba la paz? ¿Es que no le importaban el verdadero amor? Se paró mientras una luz blanca la rodeaba y cuando miró a los ojos a Riu, estos estaban brillando con una luz dorada.

-¡No te permitiré que destruyas la paz de mi mundo! –gritó mientras se dirigía rápidamente hacia Riu, destruyendo el objeto que tenía en la mano dejando libre a Erión.

-¡ya está listo! –exclamó en su mente Soe mientras se paraba delante de la jarra que traía y recitaba un conjuro en la antigua lengua de los youkai.

Pero Riu no se rendiría tan fácilmente y cuando tuvo a Noemí cerca se dejó golpear por ella, el golpe lo quemó, pero resistió el dolor y la agarró por la mano, acto seguido la atravesó con la lanza en el estomago para absorber sus poderes purificadores y también tener control sobre el portal con la lanza.

-¡ARG! –se escuchó gritar a la miko que volvió en sí, ya que ella había sido controlada por su espíritu de sacerdotisa.

-¡NOEMÍ! –Gritó muy preocupada Soe, mientras la jarra sellaba dentro de sí a los espíritus, dejando a la lanza solo con los poderes que Riu absorbió de Noemí.

La miko estaba desangrándose en el suelo y Erión se acercó a ella, Jazmín, quien estaba ganándole a su contrincante usando su técnica especial, que consistía en crear varias esferas de electricidad y lánzaselo al enemigo a una gran velocidad difícil de esquivar, quien estaba desesperado era Hiko, que quería ir en ayuda de su ama y salvadora pero el demonio bromista se lo impedía, hasta que en una alcanzó a darle una coz con todas sus fuerzas que lo dejó noqueado, al parecer era muy débil en cuerpo.

Todos fueron en socorro de la miko, que estaba muy débil, mientras que Riu se dirigía al portal para abrirlo, no le funcionó soltar los poderes de Erión para destruir el mundo de los humanos, pero bastaba con él y los poderes que recién había conseguido para hacerlo.

-Noemí ¿estás bien? –preguntó muy preocupada Jazmín, Erión vio con furia a Riu, quien ya había abierto el portal.

Noemí estaba inconsciente o eso creían todos, Riu entro en el portal, pero cuando lo cruzó lo que vio lo dejo totalmente anonadado, era un claro lleno de margaritas y amapolas, con un riachuelo pasando a un costado de este, el cual tenía un puente por encima, no se lo creía, este no era el mundo de los humanos, vio como una persona se acercaba por el puente, se parecía a Noemí pero…

-No puede ser –dijo al reconocer a la persona como a Ami.

-Bienvenido a la mente de Noemí, mi amigo Riu –le saludó esta y detrás de sí estaba Noemí mirándole con un poco de reproche por lo que le había hecho.

Riu iba a atacar con la lanza pero se percató de que no la tenía.

-Esta es la mente de Noemí, ni siquiera podrás atacarnos aquí –le dijo Ami sabiendo sus intenciones.

-Acaso quieres restregarme en la cara tu desprecio hacia mí –dijo mirando molesto e incomodo a otro lado.

-Dime Riu ¿de verdad me amabas? –Le preguntó directamente la antigua miko, pregunta que sorprendió al demonio, confundiéndolo.

-La verdad no lo sé –dijo bajando el rostro.

-No lo hacías –le contestó Noemí, sorprendiendo a ambos -¿qué es el amor? ¿No es el deseo de ver feliz a la persona amada? De dar todo a cambio de nada, lo tuyo solo fue simple capricho, entiéndelo por favor y deja de lastimar a la gente que aprecio.

-¿Tú como lo sabes? –Le preguntó él muy confundido.

-Sabes, a mi me acaba de suceder lo mismo que a ti, pensé que estaba enamorada de una persona solo porque me había tratado bien, pero no es así, yo solo lo estimo –todo esto lo decía con una tierna mirada hacia Riu –tal vez nunca pueda comprenderte porque somos diferentes, pero tú puedes deducir tus verdaderos sentimientos.

-Entonces todos estos años… -Ahí Riu comprendió el mensaje, Ami había sido su mejor amiga, lo trataba dulcemente a pesar de su frialdad y cinismo, por eso creyó que estaba enamorado de ella, pero la verdad es que solo la estimaba como amiga.

Cayó arrodillado al darse cuenta de la realidad, cuando iba a decir algo, notó que todo se derrumbaba.

-¿qué pasa? –preguntó parándose y recobrando la compostura.

-Me estoy muriendo –contestó Noemí, despreocupada por su situación, feliz de que ambos, ella y él, hayan aclarado por fin sus sentimientos.

Riu sentía algo que oprimía su corazón, ¿culpa tal vez? Sea lo que sea, no era hora de preocuparse por eso, debía remendar el daño que había hecho y rápido. Se encontró de nuevo en el castillo, sabiendo lo que tenía que hacer, apartó a todos alrededor de Noemí de una forma brusca, incluso el pegasus salió volando y no por sus propios medios.

Riu se paró a observar a Noemí por un momento, todos lo iban a atacar peor fueron detenidos por la voz de Soe.

-No se atrevan a tocarle, si es que quieren que Noemí sobreviva –les advirtió ella.

-¿De qué estás hablando? Fue él quien la hirió de esa forma –protestó Erión dispuesto a matar a golpes a Riu así tenga que soltar sus poderes.

-Y él es el único que la puede salvar de morir, ya que tiene que devolver su poder espiritual.

Ni bien terminó de decir eso, se escuchó un quejido por parte de la miko, Riu la había atravesado nuevamente con la lanza para devolverle sus poderes, siendo envueltos en una luz, dentro de esta se veían a Noemí y Riu parados frente a frente.

-Me alegra que lo hayas entendido –le dijo Suri en medio de la luz a Riu.

-Me imagino que esto es todo –dijo Riu mientras su cuerpo era purificado.

-No, ahora verás a ese mundo –dijo Noemí mientras veía como Riu se convertía en humano –pude eliminar toda tu esencia maligna sin tener que destruirte –le explicó sonriéndole.

Todos habían cerrado los ojos ante la brillante luz y al desaparecer esta pudieron abrirlos, viendo a Noemí y a Riu ya cerca del portal.

-¿Te vas, Noemí? –pregunto a punto de llorar el pegasus.

-Tengo que hacerlo, hay que cerrar el portal y para eso tengo que cruzar y hacerlo junto a Erión –dijo, mirando al demonio para dirigirle estas palabras –cuida mucho de Jazmín, sé que la quieres mucho, no dejes perderla.

Erión se sorprendió por las palabras de la miko y Jazmín se ruborizó como nunca en su vida.

-Bey chicos, me encantó haber pasado tanto tiempo juntos –dijo mirando a todos tiernamente para después voltear y dirigirse con Riu hacia el portal.

Cuando cruzó, Erión se acercó a este para cerrarlo e impedir que demonios pasaran al mundo de los humanos, sintió la presencia de la miko del otro lado y cerró el portal con una sincera sonrisa de despedida y ante que éste se cerrara por completo musitó:

-Adiós Noemí, me gustó conocerte –dijo al tiempo que lo cerraba completamente.

Todos se quedaron parados un momento, extrañarían a la miko, todos sin excepciones, Erión se acercó a Jazmín.

-Un par de días atrás me preguntaste lo que siento por ti –Dijo con su frío tono y se le acercó a una oreja para susurrarle –creo que Noemí lo dejó bien claro.

Eso hizo feliz a la chica, que se ruborizó nuevamente, definitivamente, les esperaba un futuro lleno de cosas buenas y lo vivirían con la mejores de sus sonrisas.

-Por cierto madre, ni te creas que te dejare escapar esta vez –Dijo el youkai peliazul viendo a su madre amenazadoramente y para que decirles el resto, solo basta con decir que Soe aprendió la lección y nunca más volvió a guardarles secretos importantes a su hijo y mucho menos a revelarle los de él.

Y con este final terminamos esta historia, aunque ahora apenas comience la verdadera historia en “el mundo de los Youkais”.

Bueno, acepto todo lo que quieran, pero recuerden que no a la cara por favor, esta es mi primera historia terminada, pienso hacer una segunda temporada, pero se los dejo a su criterio, en la próxima les pondré el prólogo y junto a él un link que los llevará directamente al álbum de las imágenes con estos personajes, espero les haya gustado, bey.

PD: responderé a todas sus preguntas.

 

Bueno, para no hacerles la espera más larga, acá el prólogo, y al final el link hacia mis imágenes, que lo disfruten.

PROLOGO.​

Han pasado una semana desde la batalla con Riu, este se quedo en casa de Noemí ayudando en el negocio familiar, una floristería, al parecer el demonio tenía un lado muy sensible que no quería dar a conocer y conocía mucho de flores, pero no había dejado de lado esa personalidad tan cínica, aunque se comportaba delante de la mamá de Noemí.

Al parecer la madre de Noemí sabía guardar los secretos tan bien como Soe, pues ella sí conocía sobre la existencia del mundo de los youkais y del portal.

-Herencias de la familia –contestó cuando su hija le preguntó cómo sabía todo.

Riu tuvo que aprender a guardar su apariencia demoniaca, aunque no era mucho lo que tenía que esconder, solo el color de sus ojos y sus orejas puntiagudas, se llevaba bien con Noemí y algunas veces la “rescataba” de su molesto hermano.

Por otra parte, en el mundo de los Youkais, todos extrañaban a Noemí. Erión y Jazmín formalizaron su relación, Erión seguía siendo el demonio frío y antipático de siempre, aunque se suavizaba un poco con Jazmín, pero eso no evitaba que continuara criticando la comida de su madre y esta a su vez se vengaba con algún juego en su contra, haciéndolo partícipe a las malas.

Hiko extrañaba cada vez más a Noemí, ayudaba a Soe haciendo los mandados y llevándola a todas partes, tenía su propia habitación en la mansión y conoció a una linda pegasus yegua, que tenía las crines y la cola de color rosado y era blanca, cada vez que podía la acortejaba, pero ella se le hacía la difícil, su dueño es un viejo amigo de Soe que sabía tanto como ella.

El padre de Erión, al saber que Riu fue detenido, volvió a su casa, pero no se quedó por mucho tiempo, dijo que tenía muchas cosas que hacer en ese mundo y que la familia estaría bien cuidada con el nuevo cabeza de la familia, Erión, este a su vez le perdonó el haberlo abandonado, pero muy a su forma.

Volviendo con Noemí, esta se está dirigiendo a su escuela, nuevamente tarde, si o fuera por Riu no hubiera llegado a tiempo, ya ahí se veía el curso un poco alborotado y todos hablaban, siendo ella el tema del momento, bueno, ella y el “extraño” chico que la encontró y la rescató, obviamente se referían a Riu.

-Todos guarden silencio –pidió con voz fuerte y autoritaria el profesor, cuando todos hubieron guardado silencio continuó –hoy tenemos un alumno nuevo, que ha venido de muy lejos ya que sus padres están de negocios.

Todos se quedaron expectantes ante la gran noticia, nunca había venido un estudiante del extranjero a esa escuela, y esperaron hasta el momento en que le profesor lo llamara.

-Denle la bienvenida a Irien, pasa muchacho –dijo el profesor mientras todos veían hacia la puerta del salón.

Acto seguido entro un muchacho con cabellos lacios que le llegaban al cuello, ojos azules y pelo que bajo los rayos del sol se veían azules, su rosto eran de rasgos finos y tenía muy buen cuerpo, cosa que denotaba que era un buen atleta.

-Buenos días, mi nombre es Irien Matsuiro, provengo de Japón –dijo en un perfecto español, se veía que era muy inteligente, pero un poco frío, tal como…

-Erión –se dijo en su mente Noemí.

-Es el hombre perfecto para mí –exclamó en su mente cierta rubia prejuiciosa.

-Irien, al lado de Noemí hay un asiento vacío, puedes sentarte en él – le indicó el profesor, mientras él iba con su mochila al asiento señalado.

Noemí estaba nerviosa y al comenzar las clases, al querer sacar su libreta, sin querer dejó salir una de sus revistas de anime favoritas, cosa que no pasó desapercibida por el muchacho nuevo, quien la ayudó a levantarlas.

-Veo que te gusta el animé –le comentó él.

-S… Sí, un poco –dijo entre tartamudeos Noemí.

-Que bien, pensé que no tendría a nadie que compartiera conmigo –dijo él con una sincera sonrisa, la primera desde que llegó.

Noemí no se lo podía creer, esto comenzaba a ser el principio de una hermosa amistad y tal vez, de algo más.

Bueno, esto es todo, que me atacan mucho, haa, ya no tengo la misma paz y tranquilidad de antaño, acá el link para ver las imágenes, tendrán que disculparme si algunas no se ven bien, son fotografías, aun así espero que la disfruten y cualquier duda háganmelo saber, ¡los veo en la segunda temporada!
http://foro.cemzoo.com/albumes/88250-suri/19801-noemi-y-el-mundo-de-los-youkais/index.html