My name is Lust Sin. (Two-Long Fic)

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por LadyWitheRose, 10 Abril 2013.

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    LadyWitheRose

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    My name is Lust Sin. (Two-Long Fic)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1133
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    Todos saben que somos siente más sin embargo yo soy la primera y la más fuerte de todas nosotras, nos hacen llamar los siete pecados capitales. Mas sin embargo yo soy la que corrompe a todos y cada uno de ustedes, mi nombre es sencillo y fácil de recordar pues soy Lujuria y esta historia empezare a contar:

    Un ángel corrompido al infierno fue a dar con el castigo de Lujuria siempre su sombra será, pues su pecado fue desear a un humano que prohibido para ella debía estar, mas sin embargo eso no importo mucho pues tal era su obsesión hacia aquel hombre que bajo de los cielos vistiéndose con ropas finas y provocativas para poderlo tomar. Así es como en los cielos el todo poderoso ante su rebeldía tuvo que desterrar y desde entonces ella empezó el caos.”


    Paris, Francia. Diciembre, 31 2013.

    Me encuentro en una gran habitación con paredes carmesí, las luces entrar forzadamente atreves de las cortinas blancas de aquella gran ventana, mis ojos verdosos miran el reflejo de mi rostro, un rostro hermoso, rasgos perfectamente esculpidos y finos lo cual le dan un aire de poderío, mis labios carmesí tan carnosos como cualquier hombre pudiera desear surcaban una sonrisa divertida y altanera sin olvidar que por un momento la sensualidad hacían acto de presencia. Mi mano fina y perfecta surcaba mis cabellos oscuros como la noche y ondulados dándole un toque magistral y perfecto, una sonrisa de nueva cuenta adornaba mi rostro mientras me alzaba lentamente detallando mi desnudo cuerpo.

    Tan pálido y suave como siempre como si del marfil se tratase, tan terso que tentaba a ser tocado por manos fuertes y varoniles, largas y torneadas piernas, anchas caderas y pequeña cintura, pechos firmes y de proporciones deseables que volverían locos a cualquiera. Mire a un costado y un vestido negro como el manto de la noche yacía colgado, mis pies descalzos caminaban con lentitud hacia el tomándolo con cuidado, di media vuelta para recostarlo en la cama y ponerme con lentitud mi ropa interior con encaje, seguido de unas finas y delgadas medias para asegurarlas con ligamentos, sin importar el tiempo me puse aquel vestido negro sobre mi cuerpo. Una última mirada en aquel gran espejo, una sensual sonrisa y mis pasos me guiaron a la salida.

    Las luces de la cuidad pasaban rápidamente sobre mi automóvil mientras este se dirigía a gran velocidad a una gran fiesta, la cual encontraría diversión por todas partes, mire al chófer quien me dio una fugaz mirada y le sonreí con ese toque característico de mi pues había encontrado el placer de gozar en este auto con ese fornido y perfecto chófer mío. Mi mirada verdosa se situó en un gran edificio de color blanco con luces brillantes iluminando aquella edificación, alce mi rostro un poco y tome la mano de mi chófer al momento que el abría la puerta, con un movimiento lento roce mis pechos con su cuerpo siendo como aquel hombre se estremecía, le mire una última vez para encaminarme a aquel lugar donde las personas adineradas, personas bien vestidas entraban de poco a poco.

    Quien diría que aquella fiesta sería una maravilla pero no tanto como a las cuales había asistido en un pasado, aún era muy temprano y el ambiente que deseaba a un no haría su actuación principal, una careta de lo verdadero se ocultaba bajo esta fiesta de beneficencia, la cual debí asistir siempre era así cada noche en todas partes estaba yo en todos lados, moje mis labios rápidamente mientras con un paso calmo y sensual con un contoneo de caderas y claro la visión de un felino en busca de su presa dejaba verse en mi cuerpo. Miradas hipnotizadas y otras con deseo se giraban por donde yo pisaba, una mirada rápida y certera, una sonrisa sensual y atrayente y ya tenía a mis presas de la noche.

    Tome asiento en una de las sillas perfectamente forradas y adornadas para mirar a mi alrededor hasta toparme con mi principal presa de la noche, un hombre alto, fornido de buen cuerpo, perfil perfecto con rasgos marcados, sus ojos grises cautivadores y una sonrisa de ensueño, la cual me hacía desearlo sobre mí en esta misma mesa ahora mismo, pero no… debía esperar pues la espera es una virtud de la cual me haría gozar, su vestimenta era perfecta, pulcra, y sobre todo ceñida a su cuerpo lo cual me decía que era el hombre al cual buscada desde hace tiempo. Gris y verde chocaron al verse, una sonrisa cautivadora y una sensual formó un saludo a la distancia, pues es lo que esperaba el primer encuentro, la fiesta pronto debía comenzar como siempre debía de ser y obtendría lo que más anhelaba como todas las noches.

    Música, copas y charlas aburridas era el contraste de la otra noche que era sexo, drogas y rock&roll, podía percibir el deseo en algunas personas, podía sentir la obsesión en otras, la urgencia de estar en un lugar a solas para despojarse de sus ropas, de tomarse y saborearse el uno a los otros, una sonrisa de complicidad se formaba en mi perfecto y hermoso rostro para posar una copa de cristal sobre mis labios. Aburrimiento es lo que venía a mi así que debía poner manos a la obra, pues así como estuve sentada en la sombra decidí salir a la luz caminando hacia una pareja de jóvenes, una furtiva mirada a las puertas hacia el jardín y ellos corrieron hacia esa dirección, una mirada a aquel hombre de nueva cuanta di para ver como caminaba hacia a mí, me di media vuelta para salir rumbo al jardín y seguir a ese par de enamorados.

    Un camino de piedras llevaban a una arboleda lo que mis ojos vieron deseaba pronto aquel encuentro, una pareja de enamorados, jóvenes y deseados, sus besos pasionales y sus caricias desesperantes hacían que la lujuria creciera en el ambiente y así como empezaron, los gemidos y respiraciones entrecortadas hacían música para mis oídos pues nada mejor que aquello para bailar una danza prohibida al son de sus deseos. Un grito por parte de ella y un gemido ahogado por parte de él, una envestida cargada de pasión, anhelo y deseo terminaba aquella escena de diversión para mí, pues así como todo comenzó debía acabar pero no para mi pues mi momento crucial a un no tenía fin.
     
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    Capricornio
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    Me gusta mucho tu modo de narrar quiero decir de como piensa esa persona y to no note errores Voy a estar al tanto de tu fic
     
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    mew mew luna

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    Wow, me gusto mucho y tienes una forma poetica de narrarlo(segun yo)
    de verdad me gusto mucho
     
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    LadyWitheRose

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    My Name Is Lust Sin.

    La noche pasaba rápidamente ya casi era media noche y estaba en un juego del gato y al ratón pues entre el... aquel hombre de antes me buscaba, me seguía y yo huía y me escondía, mas sin embargo era un juego de viceversa pues yo lo seguía y el huía, un juego que de alguna manera nos atraía cada vez más, los viejos sin deseo se iban poco a poco dejando a los más jóvenes bailando ahora con música de su gusto, ahora el campo de batalla pasaba a ser mío por una de mis hermanas había acabado con el suyo. Mi caminar felino me llevaba a medio de la pista, la mirada de hombres se posaban en mí, algunas mujeres me veían con curiosidad y con un deje de deseo pues a la vista de todos era lo que en verdad deseaban sus más oscuros deseos.
    Cerré mis ojos un momento dejándome llevar por la música lenta y sensual, mis caderas se movían de un lado a otro mientras que mis brazos se alzaban y se movían como serpientes, mordía mis labios lentamente para abrir los ojos y ver a un grupo de jóvenes en la esquina los cuales empezaban a causar alboroto pues se besaban unos a otros, mire al segundo piso y una mujer madura seducía a un joven el cual no le era indiferente, sonreí divertida para sentir la oleada de deseo, desespero, seducción, atracción y lujuria abrumaban el lugar, de una fiesta tranquila paso a ser un lugar lleno de erotismo, un lugar donde los ricos sucumbían a sus más oscuros deseos, una fiesta en la cual yo era la anfitriona.

    Mi caminar lento y cargado de deseo se dirigía hacia las escaleras, mi vestimenta negra cambiaba poco a poco dejando ver mi propio ser a los ojos de aquel hombre que sería mi próxima víctima, aquellos ojos grises cargados de lujuria… mi nombre era aclamado en su cuerpo y eso me tenía satisfecha, mi cabello ondulado se soltó de su agarre dejándolo caer como cascada mientras cada escalón que subía estaba avecinándome a mi éxtasis de placer. Gire mi rostro hacia la planta baja donde aquel hombre me vía fijamente, tomo de su vaso de cristal el contenido ambarino y lo dejo sobre la mesa para seguirme, volví a ver al frente mío para llevarlo a la última habitación, una briza de aire calado paso corriendo por aquel pasillo con parejas riendo con descaro, besándose o mostrando muestras muy fuertes de afecto.

    Al entrar en aquella habitación que solo era iluminada por los rayos lunares, le daban un toque mágico a aquel lugar, escuche los pasos apresurados caminar hacia a mí, una leve sonrisa elevo una de mis comisuras para dar media vuelta mientras me sentaba sobre un largo sofá en espera de mi víctima, con la cual yo saciaría el placer cautivo de mi cuerpo. La puerta se cerró y abrí mis ojos lentamente encontrándome con un agitado hombre que se mojó los labios rápidamente, ladee mi rostro hacia mi derecha para contemplarlo, sin embargo el me tomo de una de mis muñecas jalándome a donde el posando sus labios finos sobre los míos carnosos, un beso pasional, un beso clandestino y lleno de deseo era lo que necesitaba esta noche, mis manos se movieron sobre su espalda y hombros para despojarlo de su saco, sus manos varoniles acariciaban mi ahora desnuda espalda sintiendo el calor de ambas.

    — ¿Quién eres?, ¿Por qué me atraes de esta manera… tan Pasional? — me cuestiono con autoridad, su voz era rasposa debido al deseo comprimido, pero aun así era fría y autoritaria como di de un hombre de poder y dominio se tratase.

    —Digamos que soy tu mayor fantasía— dije sin más para besar de nuevo aquellos labios tan anhelantes, sintiendo como sus fornidos brazos me lazaban al aire y me depositaban sobre la gran cama con sabanas de seda.

    Un suspiro salió de mis labios mientras los suyos recorrían mi cuerpo, mis dedos se enredaban entre sus hebras castañas, el subir y el bajar de nuestra respiración hacia que nuestras ahora pieles desnudas se tocaran causando cargas eléctricas, mis labios se abrían sin soltar algún sonido pues todo aquello se quedaba en mi garganta tanto que calaba, tanto que excitaba.
    Mis piernas subían y bajaban lentamente por sobre su pantalón, mientras una de sus manos tomaba mi muslo con firmeza, una risa de diversión salió de mis labios para verle a los ojos mientras los míos adquirían un lúgubre y brillante color carmesí, pues que más podían esperar de una mujer como yo, un ángel caído, una demonio que como castigo tiene el placer de tomar el deseo y las lujurias de los hombres y mujeres por igual.

    Con un giro inesperado los papeles cambiaron y ahora mismo mis manos recorrían su piel dejando marcas carmesí a mi paso, sus labios soltaban gemidos, soltaban palabras con deseos, mis labios carmesí besaban los suyos, mordiéndolos, lamiéndolos, un torbellino de sensaciones placenteras nos rodeaba a los dos. El momento había llegado y era hora de que el clímax de la noche hiciera su acto principal, pues dos cuerpos excitados y sudorosos se unían en uno, gemidos, palabras sin terminar, caricias, deseos, placeres, respiraciones entrecortadas era todo lo que el ambiente los rodeaba sin importar que haya afuera una tranquila fiesta de beneficencia estaba por dar fin. Los dos llegaron al orgasmo, llegaron a la cima uniendo sus deseos lujuriosos de poseerse uno con el otro, pues mi mente había jugado con la suya, pues yo era como una diosa en la mitología Egipcia, Grecia y todas las demás, yo soy la que sucumbe a las personas ante sus más oscuros y prohibidos deseos.

    — ¿Cuál es tu nombre? — cuestiono cansado y dichoso aquel hombre de bello rostro y voz autoritaria la cual me estremecía de alguna manera, sin embargo aquella pregunta me llevo aun viejo recuerdo a uno que de alguna manera hizo latir mi corazón con fuerza, me incorpore viéndole mientras me alejaba de aquella cama donde el yacía acostado entre las sabanas de seda.

    —Mi nombre lo conocen todos, mas sin embargo nunca eh existido a los ojos de todos, soy el pecado que todos desean, soy la que corrompe a los felices, la que se divierte con las infidelidades, soy la anfitriona del deseo— decía mientras sonreía con diversión mientras mi cuerpo desnudo se cubría con telas rojas carmesí, mi cabello ondulado cambiaba a uno ambarino, mis ojos ahora carmesí volvían a su normalidad mostrando un verde más oscuro y brillante— Mi nombre es… Lujuria…— sin más me desvanecí dejando solo aquel hombre, aquel que me recordaba a ese primer humano… así como cada noche, repetía una y otra vez la misma historia cargando con mi pecado el cual lo personificaba día tras día en los más oscuros deseos y obsesiones de las personas.

    “Y así aquel ángel comenzaría el caos, en busca de su amado, aquel deseo de obsesión, de amor enfermizo lo que hacía desear a todo hombre, aquella ángel que se convirtió en un demonios el cual vivía de las lujurias de los demás y cada noche tomaba forma de aquella persona que la otra quería tener viviendo en sus corazones corrompiéndolos con el mismo pecado con el que ella fue castigada por la mano divina… La Lujuria.”
     
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    Capricornio
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    *Empiezo a aplaudir* Te esta saliendo muy bien no esperaba ver un texto asi tan bueno y bien escrito y tambien respetaste el guion largo cosa que no muchos hacen estas escribiendo muy bien sigue asi ya quiero leer el otro
     
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    LadyWitheRose

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    Muchas gracias a todos los que han entrado a leer mi historia, pues no creía que me quedaría como hasta ahora, sin embargo estoy por el tercer capitulo ya que me gustaría mostrar la historia de el Ángel antes de convertirse en Lujuria... pues me llamo la atención de saber el como abría sucumbido en aquel pecado y me imagino que a muchos de ustedes también les a dado curiosidad jeje... en fin muchas gracias y pues espero que me sigan hasta el final que ya falta poco.
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    Capítulo I
    “Desde el principio la lujuria fue el primer pecado de la historia pues Adam y Eva se amaban y se deseaban como marido y mujer, mas sin embargo no había quien tomara su lugar para llevar este pecado capital por el mundo hasta que aquel ángel se fijó en un mísero mortal”.

    Era una era de paz y tranquilidad, una época en la que los ángeles cuidaban a sus protegidos desde los cielos, no hace mucho tiempo el todo poderoso había desterrado a su mejor ángel al infirieron pues corrompía los corazones de los humanos y también el de nosotros los ángeles. Pues nuestra alma era pura pero hasta el más puro sucumbía en la oscuridad y en la tentación.
    ¿Cómo podíamos nosotros seres celestiales caer en las mentiras de aquellos que una vez creíamos nuestros hermanos?, sin embargo no había respuestas a esas preguntas que o no teníamos por qué preocuparnos o por que cuestionar.

    —Mariathel… al fin te encuentro— escuche la voz de uno de mis hermanos quien caminaba hacia a mí.
    — ¿Qué pasa Hazazel? — cuestione para girar a ver a aquel hermoso ángel lleno de paz y que al mismo tiempo imponía presencia.
    —Nuestro señor te ha encomendado tu primera misión— me dijo con una leve sonrisa para posar su mano en mi hombro— debes salvar el alma de un hombre allá en la tierra.

    No sabía el por qué pero mi aura brillaba de emoción pues al fin podría bajar al mundo terrenal donde podría ver a aquellos llamados humanos a los cuales siempre me habían atraído de una manera sobrenatural, pues sus mentes actuaban de una forma pero sus corazones de otra. Mire a Hazazel y le sonreí para asentir levemente debía ir al templo para saber cuál era mi misión y aquel terrano debía yo cuidar y proteger. Muchas veces escuche decir a mis hermanos que los humanos se preguntaban cómo era el cielo y la verdad que era un lugar lleno de paz y tranquilidad, un lugar en el que todos se amaban y no se odiaban, el odio existía pero no en este reino…

    —Mariathel, que bueno verte pues mi señor me ha encomendado a guiarte a tu futura misión— dijo un Arcangel sonriente pues era Gabriel el mensajero, el ángel de la anunciación, resurrección, misericordia, venganza, muerte y revelación.
    —Eso he escuchado de mi hermano— dije con tranquilidad mientras veía su largo cabello danzar con la suave briza, sus ojos azules irradiaban varios sentimientos que eran difíciles de comprender.
    —Entonces vamos, hermana— dijo abriendo un portal para pasar en él, mientras nuestros cuerpos levitaban en el cielo y nuestras grandes y plumadas alas se extendían con esplendor, una belleza única si es que los terranos nos hubieran visto. — Hemos llegado…— anuncio mientras llegábamos a un claro.

    Mi mirada detallaba cada cosa que había a nuestro alrededor, mi primera vez en el mundo terrenal, mi primera vez explorando un mundo al cual yo siempre quise visitar, mas a un no estaba preparada pues aún era muy joven ante los ojos de mi señor. Sonreí levemente para ver a Gabriel el Arcángel quien me miraba con detenimiento, toque una flor marchita la cual volvía a la vida, mi emoción crecía pues sonreía de alegría.

    —Vamos Mariathel, debo mostrarte a tu protegido y tu futura misión— había dicho mientras comenzaba su tranquilo andar, mi mirada recorrió el lugar nuevamente para caminar a donde el seguía su camino.
    —Dime hermano Gabriel…— dije con tranquilidad mientras una cálida briza marina movía mis largos y ondulados cabellos plateados—¿por qué ahora me han dado mi misión, pues nuestro padre les comunico que aún era muy joven para bajar de los cielos? — cuestione para verle un momento mientras seguíamos nuestro camino por un sendero el cual no muy lejos de ahí se apreciaba un pueblo.
    —Mi misión como Arcángel es ser un mensajero celestial, llevar las buenas y malas noticias venideras pues nuestro todo poderoso me ha dado esa misión— dijo para verme de reojo mientras caminábamos entre las calles de piedras mientras la gente caminaba por las calles sin poder vernos, Gabriel era un extraño ángel pues era misterioso pero lleno de paz, siempre cumplía con la palabra de nuestro padre y jamás daba detalles de lo que le encomendaban.

    El silencio reino por un tiempo bastante largo mientras mis ojos veían a aquellos humanos que nuestro padre había hecho a su imagen y semejanza sin embargo desde que el ángel caído llamado Lucifer había bajado a la tierra corrompiendo los corazones de Adam y Eva, los corazones de todos estos terranos habían sucumbido al pecado. Sin embargo, podía ver la bondad de muchos, el amor y el cariño profesado a los suyos y con eso me bastaba pues creía que había esperanza.
    No muy lejos de ahí un gran monumento no tan grande como en los cielos se veía sobre una colina, el Arcángel Gabriel se alzaba en el aire para hacer lo mismo que él, no tardamos mucho en tocar suelo.

    — ¿Dónde estamos? —me atreví a cuestionar pues este lugar no parecía tranquilo sino todo lo contrario.
    —Tu misión ángel Mariathel empieza aquí, debes encontrar al hijo del hombre pues su corazón sucumbirá en la oscuridad… aquel hombre tiene como misión proteger a todos aquí en este pueblo y si eso no pasa… todos morirán— fueron sus palabras serias y distintas las cuales me advirtieron la gravedad del peligro.
    — ¿Cómo sabré que aquel hijo del hombre es mi protegido? — volvía a cuestionarle y el simplemente alzo su mano señalando una gran puerta, asentí levemente para ver como él sonreía levemente una última vez mientras empezaba a levitar abriendo sus grandes alas y desaparecía al instante.

    Mi mirada en la nada volvió a aquel lugar con grandes ventanales a la ciudad y a un extenso jardín de flores blancas, mi mirada azulina quedo impregnada de aquella flor pues era tan pura como nosotros mismos, aspire el aire puro percibiendo el aroma de alguien más, recordando que tenía una misión y debía llevarla a acabo, di media vuelta mientras mis ojos verdosos curiosos veían y gravaban todo. Mi fina y delicada mano se alzó para traspasar aquella gran puerta de madera, más me detuve al instante pues un aura oscura se impregnaba en ella, las puertas se abrieron ante mi viendo la visión más hermosa jamás antes vista, aquel que se decía llamar hijo del hombre, aquel a quien yo protegería.
     
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    Capricornio
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    Muy bueno te esta quedando muy bien sigue asi no tuviste errores o yo no note ninguno espero que lo sigas pronto.Chao
     
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    Eienforever

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    Piscis
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    *-* Me gusta, una narración muy Lirica pero envolvente...algunos cuantos errores gramaticales, nada serio... :p Muy bueno, gracias por la invitación.
     
  9.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

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    Oh, muero por saber este pasado de alguien que existió casi al mismo tiempo que el hombre, bueno, más bien lo que se creó con pocos años de diferencia.
    Tu descrpción es perfecta, llena de misterio y con ganas de que continues el fic.
    Y por favor invitame, faltas de ortografía no ví concretas.
     
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