Mi salvacion -GaaMatsu.

Bueno este es mi séptimo one-shot, esta vez lo quise hacer de GaaMatsu, creo que hay OoC en los dos personages pero más en Gaara, acepto todo tipo de comentarios y consejos, espero y les guste.

Mi salvación.​

Soy Gaara Sabaku No, tan salo a mis veinticuatro años, mi vida me parece aburrida y sola, pero ya estoy acostumbrando, también soy jefe de la empresa familiar, la cual es la mejor empresa automotriz.

No me hacía falta dinero, ni amigos y mucho menos fiestas pero nada de eso lograba complacerme.

Siempre tenia problemas en la empresa o en con mi familia, mi vida era muy estresante.

Diario me bebía una copa de whisky, a veces llegaba a tomarme una botella entera, y ya se me estaba haciendo costumbre.

Cuando terminaba de trabajar siempre entraba a un bar y ahí podía pasar horas.

Un día había salido del bar muy tarde y tenia que pararme temprano; ya que al día siguiente tenía una junta muy importante con los Uchihas y la resaca me estaba matando.

Conducía demasiado rápido, ya que la junta empezaba a las diez de la mañana y ya eran las nueve y media; había un alto, pero como era sábado no transitaba mucha gente por esa calle, decidí pasarme el alto, pero sin percatarme de repente apareció ante mí una chica y fue imposible parar el auto.

Había atropellado a esa chica, de inmediato la lleve a un hospital, la chica reacciono a los dos días del accidente.

-¿Dónde estoy?-pregunto algo asustada y desorientada.

Me acerque ah ella, se veía algo confundida.

-¿Quién eres?- pregunto observándome con cierta curiosidad.

-Estas en un hospital- le respondí, mientras observaba sus ojos cafés; se veía que estaba
esperando la otra respuesta- Soy Gaara.

Me senté en la silla que estaba junta a la cama, ella se sentó para poder comprender mejor lo que estaba pasando.

- ¿Y qué hago aquí? O ¿Qué me paso?- pregunto.

-Hace dos días te tropelle-respondí frio y seguro, como era costumbre de mi.

Después de explicarle como paso todo, me quede un rato mas hablando con ella y me dijo su nombre el cual era Matsuri.

La iba a visitar diario ya que al perecer no tenía familia y yo no era nadie como para meterme en su vida.

Cuando salió del hospital, me invito a su departamento a comer, su departamento era muy chico a comparación de mi casa, solo que aquí si se podía apreciar ese sentimiento de amor y comodidad, esto era todo lo contrario a mi casa, me quede a platicar un largo rato con ella todo su vida era triste pero aun así podía sonreír de una manera única y transparente.

Desde ese día solíamos charlar muy a menudo, no sé que me pasaba cuando estaba con ella, por primera vez dejaba de actuar y de aparentar a un chico frio, cruel y amargo y no es que no lo fuera, pero con ella podía mostrar un poco de lo que en verdad era.

Ella fue la primera persona en mucho tiempo que había logrado hacerme sonreír de verdad, porfían en mi vida podía verse una pequeña luz.

Pero no todo era felicidad, ya que yo tenía un grave vicio con el alcohol.

“era alcohólico”.

Pero eso no me importaba, creía que yo lo podía dejar cuando quisiera, pero que tanto de mi confiaba en eso.

Después de algún tiempo de tratarnos, le propuse a Matsuri que fuera mi novia, me costó mucho trabajo decirlo ya que era la primera vez que sentía esto por alguien.

-Matsuri,- hable frio, aunque por primera vez me sentía nervioso.

-¿Que sucede Gaara-kun?- pregunto un poco tímida desde empezamos a conocernos, ella se comportaba de una manera tímida y sencilla y eso me gustaba.

-¿Quieres ser mi novia?- le pregunte sin rodeos, frio y seguro, esperando una aceptación y no una negación.

Sus mejillas se tornaron un rojo vivo, había abierto los ojos como platos.

-Gaara-kun, yo no, es que,- hablaba tímidamente y confuso, cada palabra que salía de su boca me ponía mas nervoso- si, si quiero.

Matsuri había aceptado ser mi novia, estaba realmente feliz aunque no lo demostrara, pero jamás entendí como alguien como Matsuri podía estar y amar a alguien como yo.

Un día había tomado demaciado y encontré a Matsuri en la calle con un hombre.

-Gaara-kun, hola- me saludo tímidamente, acercándose a mi, para abrazarme- vuele alcohol, ¿Tomaste?

No conteste, solo podía ver a ese hombre, el cual solo podía observar a Matsuri.

-Matsuri-chan vamos a llegar tarde- le dijo el empezándola a jalar del brazo.

-Si, Deidara-kun- le respondió Matsuri- Gaara-kun, platicamos mañana.

Matsuri y ese tal Deidara, apenas habían caminado unos cuantos pasos, cuando corrí hacia él, para empezar a golpearlo, los dos caímos al piso, pero él no se defendía y yo no podía parar.

Yo ya no podía detenerme, los celos y el alcohol eran muy malos compañeros y me habían vuelto loco.

-Gaara-kun, ¡Detente!- volví a gritaba Matsuri jalándome del brazo.

-No- conteste muy enojado, volteándome a verla mientras le daba una cachetada.

Todo quedo en silencio, solo podía ver la cara de terror de Matsuri, mientras sentía el sentimiento de culpa más grande que había sentido en todo mi vida.

-Matsuri, yo- trate de decir acercándome a ella.

-¡Déjame!- me grito empezando a llorar.

-Matsuri, ¿Estás bien?- le pregunto Deidara acercándose a ella mientras se agarraba la boca llena de sangre.

-Deja- iba a reclamarle a ese tipo cuando Matsuri me volvió a interrumpir.

-Si, Deidara-kun, vámonos- le respondió Matsuri ignorándome completamente, mientras se iba con él.

Después de eso decidí pedir ayuda para dejar el alcohol, la imagen de la cara de terror de Matsuri me atormentaba, por eso necesitaba dejarlo, para recuperarla.

Habían pasado unos días desde que había ingresado a la clínica y ya era tiempo de hablar con Matsuri, la llame varias veces a su celular y jamás me contesto, así que decidí ir a su departamento.

Toque un par de veces y nada, así que volví a tocar.

-¿Quién?- pregunto, hacia tanto tiempo que no escuchaba su voz.

-Soy Gaara- respondí frio, ni en los peores momentos mi frialdad no se iba.

-¡Vete!- grito, pero su voz se escuchaba triste y un poco enojada.

-Matsuri, abre o tiro la puerta- dije, con voz amenazante.

-¡vete!- grito de nuevo.

Tire la puerta con mucha facilidad, se podía ver su cara de sorpresa y enojo.

-vete, no quiero verte- dijo empezando a llorar.

-Matsuri- trate de decir, se me estaba cansando de esto.

-vete Gaara, vete- me pidió entre soncillos.

-Matsuri, escúchame- le pedí – te pido una disculpa, me ganaron los celos, porque te amo y me odio por haberte ellos daño- termine de decir con una voz segura y transparente observándola a los ojos.

Gaara-kun, yo también te amo- me dijo tímidamente, mientras sus mejillas se tornaban un rojo carmesí- te extrañe.

-Yo también- respondí feliz.

Después de unos meses más, mis padres habían aceptado a Matsuri, y no me quedaba duda
alguna de que ella era la única, a si que decidí pedirle patrimonio, Matsuri acepto, después de unos días me case con Matsuri, me encanto verla feliz, hermosa, contenta, sus ojos brillaban con cierto toque de emoción.

Esa noche se entrego a mí, no era su primera vez y tampoco la mía, no éramos santos, pero si se que fue la mejor noche que eh pasado, vivido o sentido.

Después de dos meses, me dio una noticia que me dejo sorprendido, emocionada y sobretodo feliz, ¿pero como no me había dado cuenta antes? Con los síntomas que tenia, vómitos, mareos y cambios de humor.

Una noche de sus antojitos me hiso salir a comprarle un pay de manzana, era la una de la mañana y yo en un súper, con pijama y enojado porque al día siguiente tenía una junta muy importante, con mi familia.

Ya Matsuri tenía ocho meses de embarazo, le había crecido su estomago y cada día tenia mas antojitos.

Después de todo este tiempo, aun no me lo puedo creer que solo una persona me haya hecho cambiar, en tan solo muy poco tiempo, que haya descubierto lo que en verdad soy.

Durante el embarazo de Matsuri, solo podía preguntarme algo...

¿Cómo sería nuestro hijo?

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Bueno pues espero que si les haya gustado y ustedes ¿cómo creen que sería su hijo?