Lo que vino después de tu huida

A partir desde que Sasuke deja la aldea y se va con Orochimaru, Naruto, Sakura y los demás tratarán de que Sasuke vuelva, pero la misión falla en los dos intentos y a Sasuke se le considera traidor a la aldea, Sakura al enterarse de la misión fallada se derrumba, por fuera solo parece un poco triste mientras que por dentro todo está destruido, todavía no caía en la cuenta de que su amor se había marchado cegado por su venganza contra su hermano….Naruto se va de la aldea para tener su entrenamiento con Jiraiya-sannin, Ino sigue mejorando su chacra curativo y trabajando a parcialidad en el hospital con apenas un respiro, Hinata practicando con su primo Neji para mejorar sus habilidades con el Byakugan, en otras palabras el grupo de mejores amigos simplemente disuelto como el polvo de arena que corre en Suna……El corazón de Sakura se ha hecho añicos como un espejo roto, pero hasta los añicos pueden ser todavía más fragmentados de lo que ya están...

...la única forma de que no duela es cuando ya no hay donde herir…



Ya era media noche...
...en la habitación del baño, mi reflejo mostraba palidez mortecina y oscuridad albergada en mi pecho...

Dolor...
Esa palabra lo era todo para mí...



Me retorcía sin aire; en mi interior estaba consciente de que añoraba con ancias retorcidas el final de mis días...

Descansar...

...sin ser presa de la angustia​

...sin derrumbarme nunca más por nada...
...ni nadie
...sin sentir aquel sufrimiento miserable de por vida...

- …molesta - se repetía una y otra vez con su voz

- No más… por favor… - suplicaba llorando amargamente

...pasé a través del espejo…
…sintiendo agua rodeándome…
…ahogándome…


Una sonrisa se dibujó en el rostro de la idéntica figura de Sakura…

 

Capítulo 1:


Sasuke se había ido hace tiempo atrás, y casi todo y todos volvieron a la normalidad, nadie hablaba sobre eso y sobre él, las fans de Sasuke, estuvieron tristes por unos días y luego se encontraron otros ídolos como para perseguirlos y elogiarlos de genios.

Naruto me ha hecho la promesa de que entrenará duro para intentar traerlo de vuelta, pero aunque sea así, aunque entrene muy duro Sasuke no querrá volver hasta que cumpla su venganza, ya han pasado unos meses desde que nos dejó atrás, y desde aquél momento en que desperté en esa banca dentro de mí se produjo un sentimiento muy fuerte, doloroso y que todas las noches lo siento, es una opresión en el pecho en el lugar del corazón, me quedo sin aire y de a bocanadas respiro para no dejar de respirar cada vez que me pasa eso, nadie sabe de eso, es mi doloroso y oscuro secreto, por lo que se de medicina, solo explica que eso es por la impresión muy fuerte causada por algún suceso que haya ocurrido, puede ser en el momento o después, llegando a repetirse en un tiempo indefinido, cada noche a las doce tengo esos sucesos, como ya me he acostumbrado a tenerlas a esa hora, me encierro en mi habitación y entro a mi baño individual, para que no se escuche absolutamente nada…

Ya era media noche y no era de extrañarse que ya me estuviera pasando, me encerré en mi baño y respiré como si dependiera de ello y así era, me miré al espejo, estaba más pálida que siempre, mis ojos resaltaban por ser un poco más oscuros que lo demás, por no tener ese brillo mis ojos se oscurecieron, pero con el tiempo me di cuenta de que mis ojos cambiaban a penas de tonalidad, cuando actuaba delante de mis amigos y compañeros, eran un verde claro y con un brillo especial pero cuando dejaba de fingir el brillo desaparecía y mis ojos se volvían un poco más oscuros.

Muchas cosas habían cambiado desde la partida de Sasuke, pero aun así las sorpresas nunca terminaron, al día siguiente de que Sasuke se fuera, me llego una nota la cual decía que mis padres habían muerto en una misión de infiltración, cuando la leí caí de rodillas y lloré amargamente, estuve llorando y desahogándome por unas horas hasta que quedé dormida, pasaron los días que para mi fueron solo momentos, cuando me mandaron a una misión, la cual consistía acompañar a un feudal y a su hija a otro territorio, la misión resultó exitosa y de regreso a la villa me dijeron que Naruto se había ido por unos años a entrenar con Jiraiya, llegué a mi casa, una vez que cerré la puerta, corrí por las escaleras a mi habitación, abrí la puerta de golpe y me tiré a mi cama rompiendo a llorar amargamente, parecía que todas las cosas malas solo me tenían que pasar a mí, me sentía sola, pero ahora me sentía peor que nunca, todas mis amigas estaban ocupadas, por el trabajo, la familia y sus problemas…

El padre de Hinata quiere que ella sea fuerte por lo que no nos hemos podido ver hace unas semanas, y cada vez que la veo, siempre está ocupada y con muchos compromisos, Ino y Tenten está en las mismas, cada una con sus problemas y no nos podemos ver, porque si no son ellas las ocupadas, son yo la ocupada o no estoy por una misión…

Una vez que me tranquilicé, el dolor de la media noche se hizo presenté, pero esta vez era mucho más intenso que las noches anteriores, me encogí por el dolor, era muy fuerte, me dolía mucho, me sentía a morir cuando muchas cosas pasan por mi mente, todos los recuerdos que tengo, desde los felices hasta los peores que tengo, luego todo es oscuridad me vuelvo a sentir sola, no lo soporto y vuelvo a llorar amargamente sin poder contener más mis sollozos hasta que oí una voz

-No tienes por qué llorar

 

Capítulo 2


- … - traté de hablar, pero mi voz no salía de mi garganta, al intentar hablar solo movía los labios.

- Sakura… - pude ver a la figura femenina envuelta en sombras acercarse hasta que la pude ver……era simplemente….yo, me ayudó a pararme, y frente a nosotras apareció un marco de espejo, podía ver qué había tras de él – mírate – me dijo…

Pero seguía sin ver nada… ¿cómo se suponía que iba a ver mi reflejo si no había vidrio?, seguí observando, y no pasaba nada. Volví mí vista hacia mi aparente reflejo y no estaba allí, miré a los lados y no se encontraba en ninguno de ellos, solo su voz que aunque en el mismo tono, podía diferenciarlas, porque la de ella era más suave y profunda, mientras que la mía era simple y chillona. Siendo sincera hasta me pareció molesta…
…molesta

Aquella palabra hizo eco por toda la oscuridad, haciéndome recordar que él me decía aquello continuamente, me dolió y me tapé los oídos, pero seguía pudiendo oírlo, mis rodillas tocaron el suelo al igual que mi frente, cerré los ojos fuertemente pero la voz seguía allí recordándome lo que era para él.

- No más… por favor… - pude oír mi voz susurrante mientras que empezaba a llorar - ¡Ya basta! – logré elevar el tono de voz hasta gritarlo.

- Terminarás consumiéndote poco a poco dolorosamente, hasta que termines en un estado peor…probablemente olvidándote de todo y de todos-.

- ¿Moriré? – pregunté abriendo los ojos y enfocándome donde se suponía que provenía la voz, que era adelante mío.

- No…al menos hasta que tu misma te desees la muerte-.

Me quedé muda no me imaginaba que mi caso fuera tan grave que hasta podía llegar a...

- Te quedarás postrada en una camilla de por vida… – dijo la voz.

- Sumida en una profunda y eterna oscuridad... donde no podrás ver, oír o sentir, anhelando que termine pronto… - otra voz dijo aquellas plegarias que se extendieron haciendo eco a la profecía.

Logré hablar, después de varios intentos vanos.

-¿Qué es lo que me ocurre?-.

Ella me contestó con otra pregunta.

-¿Qué es lo que prefieres….vivir postrada en una cama… o… prefieres deshacerte de este dolor que te ata a tu pasado?-.

-… No quiero volver a sentir este dolor… - me levanté…mis manos se volvieron unos tensos y blancos puños - ¡nunca más! – troné aún con lágrimas en los ojos cerrados.

Dentro del marco sin vidrio que había delante de mí, aparecieron grietas, unas grandes grietas que rompieron en poco tiempo el reflejo de mi alrededor dejándome ver a la figura, que esta vez pude ver, era como yo había visto su sombra, era idéntica a mí, solo que llevaba un precioso kimono con muchas sakuras y su color estaba combinado entre rosado y azul.

- ¿Quieres dejar de sufrir?- dijo extendiéndome su mano a través del marco del espejo; su mano al pasar a mi lado del espejo hizo que hubieran en él las mismas hondas de crecimiento que hay en el agua cuando uno lo toca o tira algo en él.

-Sí – asentí decidida -no quiero volver a sentir esta sensación tan dolorosa- dije aceptándole la mano…
…y pasé a través del espejo…
…sintiendo agua rodeándome…
…ahogándome…

Una sonrisa se dibujó en el rostro de la idéntica figura de Sakura.






Abrí los ojos pesadamente, me costaba abrirlos y mucho, sentía ganas de seguir durmiendo pero debía levantarme, los abrí completamente dándome cuenta de que estaba en el baño, en el piso.

Al levantarme, el cuerpo me empezó a doler, fruto de la noche pasada en el piso.

Abrí la canilla de la ducha, el agua empezó a correr.

Me pasé el día entrenando hasta que no me quedara chacra para seguir, en mi estado ya no podía seguir haciendo nada por lo que volví a mi hogar.

Dejé el vaso del que acababa de tomar agua, y me dirigí escaleras arriba, pero al poner un pie dentro de mi habitación, un ruido sigiloso pasó percibido por mis oídos, tomé un kunai y bajé la escalera silenciosa.

Entre abrí la puerta lo suficiente para tener un atisbo de quién era.

Oí un maullido, vi que la silueta se agacha y tomaba al pequeño minino en brazos, me tranquilicé y salí para ver quién era, era un anbu…

- Haruno, Sakura. La Hokage quiere verla-dijo dándome al animalito en brazos.

-Hai- dije aceptándolo y viendo como desaparecía en una nube de humo, entré y dejé leche en un platito para que tomara si tenía hambre, el pequeño se lo tomó todo, por instinto me di vuelta para ver el reloj que estaba en el salón, pero que se veía desde la cocina, eran las once menos cuarto, suspiré, tenía tiempo todavía para volver y que nadie me viera cuando fuera la media noche, solo esperaba que lo que la hokage me dijera fuera breve, cuanto antes terminara mejor, por lo que subí corriendo hacia mi cuarto, me preparé en unos minutos y salí de la casa dejando al gatito en el sofá muy cómodo, salté lo más rápido que pude por los tejados hasta llegar a la torre de la Hokage, esperé unos momentos hasta que mi respiración se normalizara y toqué la puerta seguido de un pase, entré y comenzamos con nuestra conversación.

-Diga Tsunade-sama-.

-Bien, Sakura te he llamado por unos trabajos que necesito que hagas-.

-Hai, comenzaré mañana-.

-¿Mañana?-.

-Es que es de noche-.

-¿Es de noche?, no me había dado cuenta- me dijo poniendo cara de sorprendida- parece que pronto será media noche-dijo con serenidad mientras que me daba la espalda unos momentos para ver la luna en lo alto del cielo, y al volver su rostro reflejaba seriedad.

-Si no es nada más Tsunade-sama me retiro-.

-Sakura…-.

-¿Sí?-.


Momentos pasaron en los que ella me miraba con mucha seriedad hasta que suspira.


-Sakura... se que... tú -.


Mi corazón se detuvo... ¿lo había descubierto?.

 

Capítulo 3:


Sakura... se que… tú no estás bien por la partida de…, si puedo hacer algo, cuenta conmigo. - Dijo mirándome

-Ha…gracias Tsunade-sama – le agradecí aliviada – Buenas noches – le dije.

Ella asintió y devolvió el gesto con un – que descanses-

Me alejé del escritorio sintiendo como sus ojos estaban en mi cuerpo y cerré la puerta tras de mí, me fui saltando por los tejados hasta mi casa, quedaba poco para que fuera media noche, debía llegar antes de eso a casa, si alguien me viera se lo harían saber a Tsunade y eso era lo menos que esperaba, ya había empezado a sentir ese dolor, no era tan fuerte como los demás, pero conforme pasaban los minutos se hacía más intenso, ya quedaba poco para llegar pero me di cuenta de que me seguían, por mi mente pasó la actitud de Tsunade, seguramente había enviado a algún anbu para que me siguiera y le contara lo que me pasaba, muchas preguntas pasaban por mi mente, pero ahora debía preocuparme por conseguir llegar a mi hogar sin hacer que sospecharan de mi, seguí haciendo que no sabía nada del que me seguía y llegué a casa, el dolor era muy fuerte, pero me contenía, sentía que en cualquier momento me desmayaría, llegué al sofá y me acosté acariciando al gatito que ronroneaba ahora al lado mío, agarré el primer libro que vi cerca de mí, y lo abrí en una página, agilicé mi vista como todas las veces que leía, prácticamente pasaba las palabras sin detenerme a entender, estrujé un poco la tela del sofá, no aguanté más y empecé a cerrar los ojos, por fin pudiendo desmayarme.

Me desperté, miré el reloj y vi que eran las cinco y cuarto – demasiado temprano – pensé, me traté de levantar pero no pude porque había algo encima de mí, levanté mi cabeza y pude ver al gatito durmiendo cómodamente en mi panza, sonreí y lo saqué de arriba mío para colocarlo en el sofá, me levanté y fui a la cocina, empecé a prepararme el desayuno cuando me di cuenta de que el minino me estaba mirando, le puse leche, desayuné, lavé y luego salí hacia la torre de la Hokage, cuando llegué ya eran las cinco y treinta, - hoy el día pasará muy lento – me dije y entré a la oficina, tomé el sobre que decía Haruno Sakura y lo leí, decía los trabajos que debía hacer, en total eran cinco con buenas sumas de dinero para pagar, los empecé y terminé a las diez de la mañana, se los presenté a la Hokage que me miró algo sorprendida y me dio el dinero que debía, salí de la oficina de Tsunade y me dirigí a mi casa caminando, cuando me encontré a Ino-puerca

-¡He!, frente de marquesina-me grito saludándome con la mano

-Ino-puerca –dije acercándome hacia ella

-¿Qué haces por aquí?

-Me dirigía a mi casa ¿por qué?

-Haaa, ¿por qué no me acompañas de compras?, ¿he?

-No, para la próxima

-Vamos, ¿qué vas a hacer sola en casa?

-Pues…..vale…

Paramos por varias tiendas de ropas y accesorios hasta que pasamos unas para mascotas al igual que las tiendas de comida para mascotas, me acordé que tenía un minino en casa, y sin esperar más entré acompañada de Ino y compré muchas cosas, llegué a mi casa con la enorme pila de cosas que le había comprado, dejé las bolsas en el piso y lo fui a buscar, mientras que lo buscaba me acordé que no sabía si era macho o hembra , suspiré por no saber un detalle tan importante, pero lo sabría cuando lo o la encontrara, busqué por toda la casa hasta que se me ocurrió que tal vez estaba en el balcón, subí y lo encontré, para haber sido un gatito o gatita de calle era educado o educada y obediente, lo tomé y me di cuenta de que era gatita, así que no me había equivocado al comprar colores femeninos, lo traje hasta el salón y le puse el collar, también le mostré las cosas que le compré con una sonrisa, sin siquiera pensar que tal vez no me entendiera.

De repente alguien toca la puerta, dejo las cosas y me dirijo a la puerta principal, me encuentro a Ino con unas bolsas en sus manos….

-Hola Ino, pasa

- Hai

-¿A pasado algo?

-Pues mira que eres fuentezota, se te olvidaron estas bolsas y te estuve buscando hasta que pensé que estarías aquí

-No me había dado cuenta – dije mientras observaba varias bolsas en sus manos

Suspiró - Bueno, al menos como no ando en las nubes estoy pendiente de muchas cosas y por cierto ¿dónde está?

-¿He?

-Tú sabes, a quien le compraste tantas cosas….

-A quien le compré tantas cosas….-dije más para mí que para Ino- ….¡Ah!, estaba por aquí, pero me extraña que no esté en el sofá-dije buscándola por todo el salón

-Y ¿qué es?, ¿es macho o hembra?

-Es hembra y es una gatita

-Y ¿cómo es?

-Es pequeña, color blanco y tiene ojos verdes – dije con una sonrisa

-Entonces se parece un poco a la dueña ¿he?, solo espero que la pobre no tenga la misma frentezota que tú-me dijo compadeciéndose.

-Ino-puerca serás….- pero un maullido me interrumpió, me di vuelta y me di cuenta de que la minina estaba sentada y mirándome- es ella Ino

-Hay, pero que mona es-dijo gritando y lanzándose a la pobre que la miraba asustada

-Ya Ino deja al pobre animalito en paz, no vez que la asustas con tus griteríos- le reproché quitándole al minino

- Tampoco es para que te comportes así, y ¿cómo se llama?

-Ha, pues todavía no le había puesto nombre

-Y ¿a qué esperas?

-Es que no sabría qué nombre ponerle

-Bueno. Ya se te ocurrirá alguno. – Dijo encogiéndose de hombros – Me voy, hay trabajo que hacer en la florería.

-Gracias por lo de las bolsas – le dije mientras que se dirigía hasta la puerta, se detuvo y me sonrió.

Ino se había ido por la puerta, todo se quedó en silencio, me sentí un poco sola y aburrida por lo que instalé y guardé lo que había comprado en mi habitación, miré al reloj de mi mesita de noche, recién iban a ser las una de la tarde, suspiré, esté día verdaderamente era muy largo, el tiempo pasaba muy lento y me estaba aburriendo de lo peor, bajé las escaleras, me preparé un almuerzo y le di de comer a la gatita, lavé todo y volví a mi habitación, que iba a hacer, no quería aburrirme, pero que hacer, ¿seguir haciendo algún trabajo en lo de Tsunade-sama y practicar de nuevo los jutsus médicos?, para qué, ya iba adelantada en ellos y el trabajo que me había dado Tsunade se me había acabado rápido, cuando me acuerdo el de la biblioteca de mi madre, me paro y me dirijo hacia allí, abrí la puerta y encendí la luz, suspiré y avancé hasta llegar a la ventana cerrada, la abrí y todo se iluminó al instante, me di vuelta y paseé mi vista por todo el lugar, como tenía mucho tiempo de sobra podría arreglar y dejar en condiciones la habitación, bajé las escaleras y las volví a subir cargada de materiales de limpieza, empecé limpiando el polvo para después pasar a otras cosas, cuando terminé la habitación había quedado reluciente y mucho mejor que antes, baje todo el material y subí de nuevo a la habitación, la contemplé y me acerqué de nuevo a los estantes llenos de libros, leí los títulos y tome algunos que me interesaron, bajé a la cocina, me preparé la cena y la puse en la heladera, volví a tomar los libros y subí hacia mi cuarto, abrí una de las puertas corredizas y allí me quedé para comenzar a leer.

Ya había pasado un tiempo cuando alguien maúlle, sin darme vuelta ni quitar la vista de la lectura, llevo la mano atrás mío y acaricio la oreja de la gatita, ella me empieza a ronronear y acercarse a mí para luego saltar encima del libro que estaba leyendo, levanto mi vista y veo como la mona me mira con sus ojos brillosos, suspiro y me levanto con entre mis brazos la gata y el libro ya cerrado para avanzar hasta la puerta apenas abierta, entro y dejo a los dos en la cama para luego sentarme en ella, suspiro de nuevo y me tiro para quedar mi cabeza en el colchón y mis cabellos desparramados alrededor, pongos mis manos en mi cara y siento como se hunde un poco el colchón y luego siento algo en mi panza, me quito las manos de la cara para ver que hace la gata, ella se acurrucó en una bolita para empezar a dormir, sin levantarme me fijo la hora.

Cerré de a poco los párpados hasta quedarme dormida.

Me despierto a las una y media, la cabeza me da vueltas, no me siento bien, trato de levantarme pero no logro, no puedo mover mi cuerpo, siento que está muy pesado como para levantarlo, dirijo mi mirada al balcón y veo una luna llena y brillante, hay una brisa fresca. De repente siento mi cuerpo liviano, empiezo a flotar encima de la cama, me paro y veo que hay un espejo en frente mío, veo mi reflejo, en el veo a una chica sin expresión alguna con ojos oscuros de color verde apagado, mi ropa está manchada de sangre y alrededor del cuerpo hay muchos cadáveres de muchos ninjas, me asusto y retrocedo, cayendo encima de la cama.

Abro mis ojos de golpe y veo todo borroso, puedo ver una silueta que es de Tsunade-sama, a mi alrededor hay más personas, siento ese olor de hospital, también siento que estamos en movimiento y Tsunade da órdenes, pero no la oigo…. Siento de a poco que me falta oxígeno, caigo en una eterna oscuridad……

No veo nada, siento que estoy en una profunda y eterna oscuridad en un abismo sin fin, siento que floto y no me importa nada, no siento dolor, nostalgia o tristeza, no me importa si muero o no, no tengo nada más en este mundo, ya perdí todo lo que me ataba a esta vida, no me importa nada……, cierro mis ojos suavemente….

- Sakura despierta….-alguien me dice con voz calmada y suave
Abro mis ojos, veo que ya no estoy en el vacío, si no en un lugar hermoso, todo es colorido, todo es alegre, todo es….inocente, veo que estoy en el pasto verde claro, con flores por todas partes, ese olor único que tiene el campo, hizo que una sonrisa de enorme felicidad y pureza me llegara al alma, me levanté y me vi a mi misma, era como estar parada en frente de un espejo, pero sus ojos estaban vacíos.

Mi reflejo me entrega un puñal, lo tomo y la miro

-Una vez que te claves el puñal, te quedarás dormida hasta el momento de despertar

-¿Cuando será…? – fui interrumpida

-Cuando sea el tiempo indicado

-Y ¿qué pasará conmigo?, ¿dónde estoy?- pregunté desesperada sin entender nada.

-Estás donde estás, no tiene que importarte nada más – Dijo sin expresión en su rostro - …Una vez que te claves el puñal quedarás dormida y tu oscuro y doloroso secreto desaparecerá contigo

-¿Significa que moriré?

-No, pero si morirá una parte de ti…también puedes elegir la muerte - Dijo para desaparecer de mi vista.

Miré el puñal sin caer en cuenta aún, qué elegiría… ¿La vida o la muerte?

Mi corazón empezó a oírse claramente, estaba agitada, mi respiración entrecortada. Dirigí lentamente el puñal hacia mi cuello, el filo reflejó mi cuello…