La verdad detrás de Wonderland (Alice Human Sacrifice)

Historias contadas sobre los Vocaloids en la canción "Alice Human Sacrifice", con una mezcla del libro de "Alicia en el País de las Maravillas". ¿Es eso posible? Eso lo veremos...

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Capitulo 1: Introducción a Wonderland. ¿Que es el País de las maravillas?

No hace mucho tiempo, existió un pequeño país llamado “Wonderland”. De escasa población, era muy difícil llegar a ahí, y más aun, difícil salir. Pero ya no era un problema, pues ya no habitaba este mundo. Estaba rodeado por unas tierras desoladas en donde, al pasar por un largo camino color carmesí, se encontraba un bosque muy profundo, en el que escuchabas los desgarradores gritos de las personas que habían quedado atrapadas allí, como castigo por sus crímenes.

Adentrándose en el único pueblo existente y donde además, habían muchas rosas azules en todos lados, se podían oír cantos, como los que se habían oído siempre. Cantos en las calles, cantos en las tiendas, cantos de los animales. Pero estas “melodías” eran enfermizas, ya que producían un gran dolor y locura a cualquiera que se acercase.

Dentro del poblado, se encontraba un enorme pero aterrador castillo de un putrefacto color verde, en el cual había vivido la bondadosa reina Alicia, fundadora de este sitio en su época de esplendor, hacía varios años. Pero ahora estaba deshabitado, pues Su Majestad había muerto misteriosamente, o era lo que al menos se creía. Pues se distinguían algunas carcajadas al acercarse al puente que cortaba el paso, y hacia años no se abría.

En un pequeño camino dentro del bosque existía una mesita de cristal bajo un arbusto de rosas blancas, pero que habían sido pintadas de rojo. Alrededor se ubicaban unas cuantas sillas, y también un juego de té, aunque era evidente que ya había sido usado. Alejándose de este rincón, y del pueblo entero, hacia su aparición una gigantesca puerta dorada, la cual era difícil de abrir, que era lo que impedía que alguien entrara o saliera con facilidad. Salvo algunos Casos especiales, que habían entrado y salido a su antojo, hasta que fueron corrompidos y destruidos por sus acciones.

Esta es la historia de esos Casos…

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¡Hola! Primer capitulo, estoy tan emocionada.
La historia, que espero que no la haga tan complicada, se va a dividir en varios capítulos.
Espero que les guste.
P.D.: Este capitulo va dedicado a una amiga que quiero muchísimo, a la que ya le había prometido que por fin lo iba a publicar, ¡ella sabe!

 

Moshi Moshi, primero, gracias a los que leyeron el primer cap.
Segundo: Sora-Sama, ¡gracias por tu opinión! Todavía no puedo creer que hayas leído mi fic ^^
Tercero: IL-Chan, ¡gracias por el elogio! Espero que te haya gustado n.n
Sin mas preámbulos..... El segundo capitulo:
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Capitulo 2: El Clan de los locos-¿Quién fue Su majestad?

Alicia Lidell fue la reina y fundadora de este lugar, aunque a veces era llamada Yume (sueño) por todo el reino, porque nadie estaba seguro si ellos eran un sueño de ella, o por el contrario, ellos la habían soñado para que esas tierras, anteriormente inhabitables, prosperaran. Realmente era una persona extraordinaria, pues siempre escuchaba a sus súbditos, y los invitaba a sus fiestas de té, donde siempre era acompañada por sus amigos más fieles: la Liebre de Marzo, el Lirón, el Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco. Sus guardias-carta custodiaban sin descanso el castillo y el pueblo tenía un gran desarrollo. Parecía que todo iba bien para este pequeño lugar en el que todos parecían alegres.

Sin embargo, con el paso del tiempo las cosas empezaron a cambiar un poco para después terminar en la tragedia. En primer lugar, Alicia se había vuelto solitaria: ya no recibía a los pobladores, sino que hacía que su corte se encargara de ellos; se encerraba mucho tiempo en su habitación, desde donde se escuchaban unas horribles carcajadas. Entre tanto, los avariciosos nobles, entre los que se encontraban sus amigos, se estaban apoderando del País de las Maravillas para su propio beneficio.

Luego ocurrió lo inevitable: encontraron a la reina muerta. Aparentemente por su propia decisión bebió una cantidad enorme de veneno que le indujo una rápida muerte. En ese momento a nadie ya le importaba la vida de Su Majestad, ya que estaban más ocupados en proteger sus bienes contra “El Clan de la Locura”, formado por los cuatro amigos de Alicia, que llenos de júbilo al enterarse de la desgarradora noticia, aprovecharon la ocasión para adueñarse de todo, pero algo se los impidió: el Testamento Real.

En este trozo de papel, su soberana había escrito con claridad sus intenciones, y el destino de Wonderland:

“Yo, la reina del País de las Maravillas, he decidido terminar con mi vida. Esta paranoia de lugar que invente me está consumiendo poco a poco, y me di cuenta que me vuelve loca vivir así. Espero que sepan comprenderme.

Seguro les interesara saber que pasara con el Reino. Pues, he delegado esta tierra a 4 Alicias, es decir, sus nuevas “reinas”, para que puedan suplantarme, porque creo que una sola no podrá con todo. Todavía no lo saben, quiero que lo descubran por su cuenta. Mi corte se encargara de entrenarlas, pongo toda mi confianza en ustedes amigos. Cada Alicia se identifica por un símbolo de naipes, y sé que llegaran ya que sus inconscientes son muy parecidos al mío, aunque carecen de la misma personalidad.

Sin más que comentar, me despido mi pueblo querido, díganles adiós a una loca que no supo mantener la cordura en su sueño.”

El Clan estaba furioso. ¡Ellos eran sus amigos, y había nombrado a otros cuatro como sus sucesores!

— ¡Traidora! ¡Es una traidora!— repetía sin cesar la alterada Liebre de Marzo

— ¿Es que acaso no le ha gustado el té que le servimos? — añadía el Sombrerero Loco, agarrando una taza, para luego tirársela al Lirón, quien dormía impasible.

Mientras estos dos personajes gritaban y hacían lió, el astuto Gato de Cheshire sonreía para luego mirar a sus compañeros con desdén y explicarles su plan:

— Amigos, ¿es que acaso no entienden? Yume nos ha dado un regalo: nos haremos amigos de estas Alicias y así, las engañaremos para poder llegar al trono de una buena vez.

— ¡Curiorífico! — exclamaban los otros tres, aceptando la idea del sonriente animal.

El cuerpo de Alicia Lidell fue abandonado en el Castillo de Corazones, el lugar desde donde dirigía tan hermoso reino, que paso a ser un deprimente lugar después de su muerte. El Clan estaba preparado para actuar en el momento en el que sus objetivos llegaran, sabiendo que podía ser en cualquier momento.

No sabían que el resultado de su plan iba a ser muy diferente del que esperaban...

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Gracias por leer!! Creo que ya lo dije dos veces 0///0
Cualquier duda me avisan!! Se que no se entiende a veces lo que escribo .-.

 

MoshiMoshi!! El tercer Capitulo::
Gracias por sus comentarios, espero que les guste ^^

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Capitulo 3: La comunidad del Sueño. ¿Cuándo llegan las Reinas?

En oposición al Clan de la Locura, nació un pequeño grupo de campesinos que siempre le fueron fieles a Alicia: La comunidad de Yume. Conocían la existencia del Testamento Real, y sabían que los cuatro enemigos harían de todo para evitar que el poder caiga en manos de otros, por lo que protestaban y esperaban a la llegada de sus nuevas Majestades.

Mientras, el Clan ya había decidido qué papel iba a tomar cada uno:

(Flashback)

— Bueno, me parece que ya es tiempo de marcar los objetivos de cada uno. Ya saben, como son cuatro Alicias, y nuestro grupo posee la misma cantidad… —dijo el Gato de Cheshire.

— Mee pareecee biiieenn… Titila, titila…— canturreaba el Lirón, que como siempre no aportaba mucho, pues se la pasaba durmiendo. El sombrero mientras le tiraba té, decía:

— ¡Hay que dividirnos! ¡Té! ¡Más té! Esa es la solución a todo.

El Sombrerero comenzó a pelearse con la Liebre de Marzo, ya que esta había roto la ultima taza de la habitación y estaba más alterada que de costumbre. Increíblemente el gato emitió un gruñido aterrador que hizo petrificar a todos. Hasta el pequeño roedor se despertó con brusquedad. Nunca vieron al animal tan enojado.

— ¡Dejen de hacer estupideces y concéntrense en el problema! No sabemos quiénes son y cuando llegaran, pero debemos hacer que hagan lo que nosotros queremos. ¿Es que no se acuerdan acaso de que también tenemos competencia? La comunidad de Yume también va en busca de estas Alicias, y no podemos permitir que se acerquen a ninguna. Nuestro futuro depende de estas nuevas reinas. Así que si no van a mostrar interés alguno en esto, pueden irse.

Un largo silencio permaneció en el lugar por varios minutos. Nadie hablaba, o se movía. Tenían miedo que el felino los terminara matando, ya habían conocido otra de las facetas de tan misteriosa criatura, que siempre mantenía una gran sonrisa, hasta ese momento.

— Ppppo…pppod…..podría encargarme de la primera Alicia, si te parece, minino de Cheshire…— Se aventuro a decir la Liebre, para luego suspirar con la sonrisa que el gato hizo a continuación.

— Me parece perrrrrfecto. Cuando llegue la primera Alicia, tu querido amigo te harás cargo de ella. Convénsela de que queremos ayudarla. Haz que sienta que la Comunidad es enemiga de todos. Espero que sepas como manejarla, porque sino…— el gato de Cheshire hizo un gesto de cortar la cabeza, que hizo que el otro se estremeciera.

(Fin del Flashback)

Esta comunidad no estaba muy organizada, pues estaban sometidos a ciertas reglas impuestas por la corte, que debían ser obedecidas a toda costa, si no se quería pagar por ello. Todos los días, los guardias-carta iban a visitar el pueblo y las casa de sus habitantes, para asegurarse de que no había reuniones secretas.

Se las ingeniaron para hacer unas pequeñas juntas, pero no llegaban a ningún acuerdo. Unos querían aniquilar a la nobleza, otros querían asignar una reina que no fueran estas Alicias, y otros querían aguardar a las nuevas soberanas y disuadirlas de no dejarse engañar por el Clan. Sin embargo, no llegaron a nada.

La Comunidad de Yume estaba presidida por la Duquesa, que no quería más que hacer lo mismo que sus enemigos, por otros medios. Aparentaba estar de parte de los leales a la reina para llegar al trono sin ser odiada como los nobles del Castillo de Corazones.

Sin embargo, cuando le llego una carta invitándola al castillo, para felicitarla por los bailes y fiestas que organizaba, con una excelente comida, desapareció sin dejar rastro. Fue entonces cuando se la relaciono con el Clan, que ellos ya sabían los propósitos de la dama, y le dieron su merecido. Nadie volvió a hablar de ella y la comunidad siguió en pie, sin mucho éxito en sus planes.

El Clan de la Locura pasó las siguientes semanas preparando los papeles de cada uno: de la segunda Alicia se encargaría el Lirón, el Gato de Cheshire se ocuparía de la tercera y la cuarta quedaba para el Sombrerero Loco. Todo iba perfecto.

Un día tranquilo en el País de las Maravillas, llego una de las personas que iba a cambiar el lugar la para siempre: la primera Alicia.

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Se que me queda corta (cof, cof, otra vez, cof, cof), pero se que algun dia me voy a mandar un largo capitulo, algun dia.....
Saludos!!
Kai-Chan

 

Primero que nada, P.E.R.D.O.N por no haber subido el cap el lunes, es que estaba un poco ocupada
Segundo, gracias por su comentarios que me ayudan mucho :3
Y tercero, ¡Un capitulo de más de 900 palabras! Por fin
Que lo disfruten...

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Capitulo 4: La Espada del Destino ¿Solo una?


Ahí estaba, la primer “victima” del plan del Clan de los Locos: cabello castaño, vestido blanco y rojo, portaba una pequeña daga con firmeza y seguridad, como si fuera una verdadera parte de su cuerpo. Tenía cara de confundida, y sin saber en donde se encontraba, atravesó el largo camino que la llevo hasta el pueblo, donde no fue recibida de una buena manera, sino que solo se la quedaron mirando, sin estar seguros de quien era o que hacia allí, pues nadie había entrado en pueblo desde la llegada de la Reina Yume.

“¿Sera ella?”; “No, no puede ser, nuestra Alicia jamás ha empuñado un arma.”; “¿Es que no la ves? Posee el As de Espada en la mano.”; “Debe ser una Falsa Alicia”; “¿Estarán al tanto los nobles de la llegada de esta joven?”; “¿Va a hacer algo la Comunidad de Yume?”; “¡Ay! Lo que será de nosotros…”.Comentarios y pensamientos así rondaban en la cabeza de todos, mientras esta chica recorría el pueblo, sin haber aun pronunciado alguna palabra.

Entretanto, los cuatro conspiradores la habían observado bastante satisfechos porque era la única recién llegada, en la gran mansión de la Liebre de Marzo, que poseía chimeneas en forma de orejas y un techo revestido de piel.

— ¡Ja! Solo ha venido la primera Alicia, no es ningún desafío para su servidora, ¿no? — se jactaba el animal, que daba grandes saltos de emoción y nervios.

— Confiamos en tu palabra, querida Liebre. Esperamos de ti lo mejor— sonreía ferozmente el Gato de Cheshire.

El Lirón se limito a seguir durmiendo en una tetera acabada la junta; el Sombrerero se fue a una importante fiesta de té en su hogar, donde eran siempre las seis de la tarde; el felino ya había empezado a desaparecer, primero el cuerpo, la cabeza y al final, la sonrisa; sola, la liebre comenzaba a alterarse como siempre.

— Yo puedo… Lo lograre… Nadie puede vencerme… La corona es mía... Es momento de ir al Cuarto del Verdugo.

El Cuarto del Verdugo era el lugar donde el mencionado guardaba todas sus herramientas de ejecución, y unas cuantas que la difunta reina le había obsequiado para que guardara con sumo cuidado. Sin embargo, a la muerte de Yume, el hombre había sido desterrado al Bosque Profundo, lugar donde la gente sucumbía ante sus pecados. Era considerado culpable de la muerte de miles de personas por orden de Su Majestad, a quien en ese entonces se la culpaba de haber abandonado Wonderland a su suerte, con la corrupción en todos lados.

El caso es que la Liebre había conseguido la llave husmeando en el Castillo de Corazones, y sintió que en algún momento la iba a necesitar. Como ahora, porque vio en la Primera Alicia a una luchadora, una guerrera, una persona valiente. Y a cualquier persona dueña de esas características le fascinaría lo que este loco animal estaba extrayendo de un cajón de madera: con la inscripción en plata de “Destino”, se hallaba la espada más filosa y brillante de todo Wonderland. Esta reía y reía con locura, sabía que esta arma de peligrosa hoja haría que su objetivo le hiciera caso como una sirvienta.

(Narrado por la Primera Alicia)

“¿Cómo llegue aquí? ¿En dónde estoy? ¿Por qué esta odiosa marca roja en mi mano derecha comenzó a dolerme de repente? ¿Por qué todos me miran como si me estuviera prendiendo fuego? Asombrados, sin ninguna reacción. Los rebanare en pedacitos si me siguen mirando. Vislumbro que camina hacia mí un animal, una liebre para ser exactos. Es muy extraña: camina en dos patas, viste elegante ropa, y lleva algo brillante. Una espada. La mas reluciente que he visto en mi vida, y debe ser mía. Calculo las posibilidades de que eso llegue a pasar, pero me desilusiono al instante. Es tan rara que no me sorprendería que hable.

Se para enfrente de mí y dice:

— ¿La quieres? — Refiriéndose a la espada—Demuestra que la mereces y es tuya.

—Pero, ¿cómo? — Me la estaba ofreciendo, pero debía mostrar que era capaz de obtenerla.

— Es fácil. Vamos a ese bosque desde donde viniste y comprobaremos tus habilidades con esa arma tuya.

Debo confesar que aunque su aspecto y su forzosa manera de hablar normalmente la hacían parecer un poco loca, estaba deseando que me diera la espada, incluso si su prueba era destruir medio pueblo. A mitad de la caminata, me detuve.

— ¿Cómo te llamas? — le pregunte.

— Soy la Liebre de Marzo, tu eres…

—Meiko.”

Adonde quiera que la Liebre se hubiera llevado a la Primera Alicia, había hecho varios cambios en su personalidad, convirtiéndola en una trastornada que solo pensaba en hacer lo que le dijera. El día de su llegada, desaparecieron por el bosque, lugar donde entrenaría la primera sucesora de la reina para luego convertirse en una máquina de matar.

La Liebre de Marzo hacia entrega de la preciada Espada del Destino, con la inscripción que la joven admiraba con tanta alegría de poseer lo prometido.

— Ahora escucha, ya tienes la espada del Destino, la mejor espada de todo Wonderland y…

— ¿Así que es donde estamos? Wonderland, no conozco este lugar ni he oído sobre él.

— No interrumpas por favor. Ha sido un gran sacrificio para mí el conseguírtela, pues tenerla forma parte de tu destino.

— ¿Destino? ¿Mi destino era llegar aquí? — dijo Meiko sorprendida. El animal solo re reía.

— No solo eso, sino que tu destino es impartir justicia. Veras…

La Liebre comenzó a contarle la trágica historia de la muerte de la Reina Alicia, pero el contenido era muy diferente, pues culpaba a la Comunidad de Yume y había omitido el Testamento Real. La conclusión a la que había llegado era que una chica con el As de Espadas en la mano, debía vengar a la reina, usando la Espada del Destino. Meiko le tenía una especie de devoción hacia la relatora así que no dudaba de la veracidad de sus palabras. Por último le susurro algo en el oído, que le provoco impresión, para después adoptar un gesto serio y determinado. Tomo la espada y se alejo de allí, mientras la Liebre gritaba:


— ¡MÁTALOS! ¡MÁTALOS A TODOS! Mi querida Meiko, te imploro que los mates.


La Comunidad de Yume estaba reunida pacíficamente en una pequeña reunión para debatir sobre las plantaciones de esta temporada, cuando de repente todos los invitados se vieron manchados de una sustancia roja y caliente, que provenía desde el interior de uno de los campesinos, que tenía una cara de sorpresa, atravesado por la Espada del Destino, sostenida por Meiko. Luego de una pequeña risa, se encargo de los demás, tal como le había pedido su “amiga”.

Ya nadie tenía que preocuparse por la comunidad.

Estaban todos muertos.


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Gracias!! La semana que viene capitulo 5!!

Kai-Chan

 

Hola!! Gracias por sus comentarios como siempre y gracias por esperar este capitulo xD

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Capitulo 5: Un nuevo verdugo. ¿Cuál es tu nombre?

Ya habían pasado unos cuatro años desde la caída de la Comunidad de Yume.

En ese tiempo Wonderland había cambiado mucho: ya no habían reuniones secretas, ya nadie atentaba contra los nobles, ya nadie hacia nada fuera de lugar que no le correspondiera. Todo estaba vigilado por los guardias-carta, que ahora trabajaban para la Nueva Primera Reina Alicia As de Espadas Meiko, como había sido bautizada por la nobleza al llegar al Castillo de Corazones, lugar que habitaba junto a su amiga, la Liebre de Marzo, muy beneficiada con su nuevo hogar.

El Clan de los Locos no podía estar más feliz, pues el plan de utilizar a las Reinas, en este caso Reina -no sabían nada de las otras tres, pero eso les tenia sin cuidado- estaba funcionando a la perfección. Plácidamente dormía el Lirón, mientras el Sombrerero daba fiestas que duraban toda una semana, y el gato de Cheshire sonreía en todo momento. Parecía que nunca iba a acabar ese momento. Todos se encontraban donde querían estar. O al menos los que habían ansiado el poder y la satisfacción de controlar indirectamente el País de las Maravillas.

Pasados los tres años, la corrupción, la pobreza y la violencia comenzó a azotar el lugar. Las cosechas no rendían, mientras que los campesinos se sublevaron; los impuestos aumentaban y si no eran pagados, lo más probable era que destruyeran tu hogar mientras te castigaban frente al Castillo de Corazones; los comerciantes no producían, escaseaban los materiales, y para empeorar las cosas, por primera vez en Wonderland, hubo personas que vivían en la calle.

Este problema no perjudicaba a la nobleza, ya que tenían todo lo que querían con solo apuntarlo con el dedo índice de sus manos, adornadas con caros anillos de oro y plata. Hasta que sus propios sirvientes comenzaron una nueva rebelión, recordando a la Comunidad de Yume, pero con la diferencia de que esta nueva manifestación cantaba a viva voz su descontento con el país, y no mostraba miedo frente a los guardias-carta, que cada vez mas debían retroceder ante los frecuentes ataques de la resistencia. Todo se salía fuera de control.

Un día, la Liebre de Marzo pidió una reunión con la Reina en privado, y le rogó que hiciera algo con este problema. Meiko había pensado, con su espíritu guerrero, que si se ejecutasen a los cabecillas de la revolución, la población se calmaría y el miedo de morir los haría olvidar lo sucedido.

Había estado meditando esta acción con cuidado, se preguntaba si se atrevería a sacrificar a tanta gente para que su trono siguiera intacto. Luego recordó que ella desde el momento que entro en el País de las Maravillas era una persona destinada a salvarlo, incluso si debía matar a su propia corte. Así que decidió que las cosas se pondrían en su lugar, y que mostraría quien es la que manda.

— Necesitamos un Verdugo. He oído que aquí vivía uno. ¿Dónde está?

— Esto… Mi Reina… El Verdugo está muerto, o eso se cree. — dijo la Liebre luego de una breve risa. — Fue desterrado al Bosque Profundo como castigo por ayudar a la casi caída de Wonderland.

— ¿El Bosque Profundo? ¿Qué es eso? — preguntaba la Primera Alicia, pues nunca había escuchado del lugar.

— ¿No te han hablado del Bosque? Es el lugar más tenebroso del País, donde las personas que han cometido crímenes son abandonadas, para luego desaparecer para siempre. Nadie sabe si siguen vivas o muertas. Lo seguro es que nadie escapa de allí. Se encuentra casi alrededor de todo el país. — contaba la Liebre al mismo tiempo que temblaba.

— Ya veo. Pero si existe un lugar así, ¿por qué diablos no hemos enviado a esos CRIMINALES allá? ¿No es mejor que mandarlos a ejecutar por alguien que ni siquiera sabemos si habita este mundo todavía?

— Veras querida amiga, desterrar criminales no es una tarea fácil. Debes llevarlos, impedir que escapen, hacerlos entrar a través de ese camino de tierras muertas y solitarias, y tampoco desaparecer en el intento. Por eso la Reina Alicia Lidell nos prohibió su uso: es demasiado peligroso.

— ¡Que idiota! Si hubiera permitido que se usara, no lidiaríamos con un problema como este. Entonces, ¿el que lleva a los culpables desaparecería con ellos? ¿Aun así si tuvieran algo con lo que defenderse?

— ¿Qué insinúas Meiko?

— Solo digo que si yo los llevara y trajera conmigo la Espada del Destino, podría salir de ahí sin ningún rasguño. ¿Qué te parece?

— De ninguna manera. Es muy riesg… — en este momento, la Liebre se había dado cuenta de que no tenía que decir eso, ya que no importaba si Su Majestad Primera moría, tendría libre el trono y el Clan de los Locos cumpliría con su objetivo. — Es decir… ¡Sí! Tú eres la indicada para esto. ¿Quién mas podría sino la maravillosa Reina? Pero debemos considerar dos cosas: primero, como harás para llevarlos sin que se escapen; segundo, si solo los hacemos desaparecer, el miedo que querías inculcar en el pueblo no surtirá efecto, a menos que vean correr sangre.

Meiko dudo. Veía esos pequeños y molestos detalles que significaban bastante. También vio la solución a estos.

— Está decidido. Convoca a una asamblea con mi corte y con los guardias-carta. Y hazlo ya. — se notaba la seriedad y la certeza en sus palabras, así que la Liebre obedeció sin discutir.

Una hora más tarde se encontraba el Clan, los Generales Jefes de Guardias-Carta y la Reina en el comedor del Castillo de Corazones. Cuando se tomaba una importante medida, generalmente se convocaba a una asamblea para debatirla y ver los beneficios que obtenía cada grupo. No se encontraban los sirvientes reales, ya que nadie quería espías. Pero algunos no sabían que estaban a favor de Su Majestad mientras ella les pagara un sueldo razonable. Comenzó a hablar, sentada en la punta en un gran sillón rojo.

— Bienvenidos y gracias por acudir a esta reunión de emergencia. Solo lo explicare una vez y no quiero interrupciones. Expresaran sus opiniones una vez que termine. — Realiza una pausa para ver las cabezas de sus aliados asintiendo — Como ven, Wonderland está pasando por momentos difíciles con el asunto de las rebeliones. Sin embargo, aquí les presento mi solución. Puesto que no tenemos ningún verdugo al que encomendar la tarea, me ofrezco como voluntaria a trasladar a los líderes de las manifestaciones al Bosque Profundo, junto con mi espada. ¿Preguntas? No estoy pidiendo sus opiniones, la decisión está tomada. Solo quiero que aclaren sus dudas.

Un silencio incomodo abrumo la habitación. La Liebre nunca pensó que de verdad lo haría, pero se equivoco. No dijo nada. Pero el General Jefe líder de los Guardias-Carta, que le tenía lealtad a la Primera Alicia, pregunto:

— ¿Está segura? ¿Cómo llevara a tantas personas sin que se le escapen?

— Bueno, mi idea era llevarlas una por una, y luego pensé: “Oh vamos Meiko, ¿de verdad eres tan estúpida? A la primera persona que te lleves será la última: los demás huirán. Además, la Liebre tiene razón. Si los rebeldes no presencian la muerte de sus líderes, nunca suprimiremos la revolución.” Fue ahí cuando se me ocurrió que este plan se podría llevar a cabo de la siguiente manera: encarcelamos a los culpables, los llevamos a la plaza en un plazo de varios días, son ejecutados y luego se llevaran sus cuerpos al bosque, para asegurarnos de que no ocupen espacio en estas tierras o que nadie se atreva a buscarlos.

— ¿Y quién se supone que será la persona que aniquilara a estos revelados? — desafiaba el Gato de Cheshire.

— Yo — contesto Meiko. — ¿Acaso no soy su mejor guerrera? Se luchar, soy fuerte, y no tengo miedo. Seré la nueva verdugo de este lugar. Decidiré quien debe perder la cabeza y quien no.

Ante este extraño y macabro discurso, todos aplaudieron, haciendo un gran eco en la sala. Mientras que el Sombrerero veía la posibilidad de confeccionar un traje especial para la ocasión. La Liebre de Marzo le decía a su amiga:

— Me parece maravilloso que te encargues de todo esto. Eres la mas indica, porque no podrías ser menos. Pero, “Verdugo” no es una palabra digna de una Reina.

— En realidad, ya he tomado un nombre. Se lo debo a mi padre y a su oficio. Aunque no están grandioso como otros.

— ¿Enserio? ¿Por qué has elegido a tu padre? Nunca me hablaste de él.

— Cuando llegue aquí, no sabía si confiar o no en quien tenía a mi lado. Sin embargo, dadas las circunstancias te lo diré. Aunque te parezca tenebroso, yo siempre admire a mi padre en acción: su trabajo era matar a los condenados a muerte en donde yo vivía. Respetaba la seriedad con la que se tomaba su oficio y, parece que ahora seguiré sus pasos. El se creía todo un ejecutor. Mi madre me mataría al oírme, pero ellos ya están muertos. Ahora no importa. — contaba Su Majestad con pesar.

— Oh, vamos. Me estas matando de intriga. ¿Cuál será tu nombre sangriento? — reía su amiga con tan tonto chiste.

— La EJECUTORA.

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Gracias por leer.
Supongo que la semana que viene subo un nuevo capitulo!
Saludos :D
Kai-Chan