La leyenda de la Región del Sur

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Estrella Solitaria, 22 Mayo 2011.

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    Estrella Solitaria

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    La leyenda de la Región del Sur
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
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    Este es mi segundo fic originial, espero les guste:)

    Prólogo

    En nuestros inicios sólo éramos un grupo como cualquiera, sin embargo el caos comenzó a reinar. A nosotros nos invadía un gran sentimiento de frustración debido a esto. Fue en ese tiempo cuando los más grandes del este y del oeste rompieron el pacto establecido, que consistía en cinco leyes impuestas que al burlarlas ya nadie respetaba ni siquiera la vida de los inocentes por lo que para frenar todo esto se firmo un nuevo acuerdo para evitar el derramamiento de sangre que amenazaba expandirse por todas las regiones, en el que nos comprometíamos a cuidar siempre a los reinos unidos por este pacto, que fue sellado por el emblema del anillo de los antiguos guardianes, no sólo en un papel sino en nuestros corazones.
    Luego abandonamos ese territorio en donde todo había comenzado de nuevo dispersándonos errantes, encontrando asilo en bosques y poblados lo que nos hizo conocer cada vez más gente convirtiéndonos en sus protectores, nunca olvidando aquel nuevo pacto que hasta nuestros días está vigente.

    Esos fueron nuestros orígenes, luego encontramos un gran valle protegido por montes y bosques como una gran fortaleza y decidimos establecernos en ella, convirtiéndose en nuestra Ciudadela, en esta gran isla en el sur. Creando trampas ingeniosas para evitar que nuestros enemigos nos encontraran.
    Más tarde también nos enteramos de la creación de otra Ciudadela existente en la región del oeste debido a la gran presencia de malhechores en ese territorio, por lo que la mayoría ocupados en eso nos abandonaron, pasando a ser este territorio del sur como una leyenda que se llenaba de polvo… Todo esto escrito estaba en una gran piedra en un lugar sumamente escondido, en donde sus recuerdos estaban guardados y en donde cada vez más sus letras se desgastaban más y más por el oleaje de ciertas olas.

    La región del sur estaba llena de islas, pequeñas y grandes, algunas tenían conexiones entre sí y varias embarcaciones les abastecían con lo necesario, regularmente la gente tenían una vida tranquila por lo que he sabido y he recibido por cartas de mis padres que vivían en la isla de Dofon, una de las islas menores, todo esto antes de sus muertes ya por la edad que tenían murieron mientras dormían. Esto es lo que me trae aquí, siempre he sido un solitario sin remedio, y me había ido a la región del oeste para poder enviar dinero a mis padres ya que éramos muy pobres cuando me fui, no sé si la suerte o algún dios fue el que me bendijo, teníamos un buen pasar por esta vida, sin embargo las muerte los encontró antes que yo.

    En una embarcación me dirigí a su entierro ya que con el dinero que mande estos últimos días unos vecinos prepararon todo para su funeral, eran muy queridos en esa isla, lamento no haber estado con ellos más tiempo. Mientras me dirigía allí miraba el paisaje que no había visto de hace muchos años, la brisa del mar, el viento frio y refrescante, recordé muchas aventuras de niño que realicé y el muelle de esa pequeña isla. En donde al llegar tomé mi abrigo que ya no necesitaría y con tristeza caminé mirando a los niños acercarse, pasando muchos recuerdos que había vivido por mi mente.

    Me dirigí a la que era mi casa y pregunté en donde era los funerales, reconociéndome una vecina que ya había olvidado su rostro, me abrazo y me dio el pésame, dirigiéndome al cementerio, en donde todos me miraban y escuche algunas críticas que me hacían, en parte tenían razón, pero nadie podía negar que yo amaba a mis padres, me dolió más que el alma, era un dolor tan intenso que parecía romper todas mis entrañas y emerger hacia afuera.

    Luego de eso mi tristeza se marcho, sé que mis padres no hubiesen querido verme en ese estado, tome todo eso y se deshizo en el tiempo, dirigiéndome a la casa que siempre sería mía, ahora tenía que pensar en qué hacer con ella, por un tiempo claro que me quedaría, pero no sabía qué hacer…

    Continuara...
     
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    lupus

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    ¡Me has dejado con ganas de leer más, algo que espero que no tarde mucho en ocurrir! ¿Qué le depara el futuro a este personaje? Seguro que ocurrirá algo semejante a una guerra; eso es lo que suele pasar en las historias donde se hablan de pactos de paz, que acaban rompiéndose.

    Espero la continuación. Saludos.
     
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    RomAnce

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    Hola mi precida Estrella~

    Me legra mucho tu nuevo proyecto, ¡felicidades por ello! ;)
    Vamos a ver que pasa con el protagonista misterioso, el cual tiene una vida un tanto peculiar y angustiosa, del cual la muerte esta presente.
    La confronatción que se llebó por las desigualdades ente el Oeste y el Este son bastante fuertes.

    Estoy de acuerdo contigo :D es lo más probable!

    La muerte de sus padres y el dejar sus tierras que lo vieron bacer dede ser algo angustioso.
    Me embargo como sobrellevastes las honras fúnebres de sus progenitores; aparentemente no sintió el golpe por el desconcierto del momento, a primera instancia pareciera un poco disante hacia ello, pero después se comprueba que suprime el dolor de una u otra forma para que no le lastime tanto.

    Bueno! aquí se le espera para con la siguiente publicación~
    ÉXITOZ!
     
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    Fuzz

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    guau!! *o* la historia y la narración esta excelente. ^^ No se que decir, sólo espero el proximo capítulo! ^^
    Como sugerencia te puedo decir que puedes mejorar un poco en la puntuacion. En el primer parrafo especialmente. Esu es todo!! cuidatte y esperemos el siguiente!! ^^
     
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    Estrella Solitaria

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    Gracias por sus comentarios :3!!!
     
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    Aquí les traigo el primer capitulo de esta historia espero les guste y no se contengan en corregirme, se los agradecería mucho, disculpen las faltas XD

    Capitulo: Ancianos caminos
    Entre las sombras me encontraba, no sé en donde estoy y escucho las voces de gente suplicando y llorando, pero no les puedo ver, no veo nada más que un espejo delante de mí en el cual veo un reflejo, una persona con extrañas vestiduras, mientras mi respiración se acelera y comienzo a correr sin comprender por qué, sin embargo no logro llegar a ninguna parte más que ver ese espejo, no comprendo todo esto, y mi mente se hace miles de preguntas.

    Entre las sombras alguien me tomó del brazo sin poder verlo y como si fuese la misma sombra en la que me encontraba llegué hacia unos bosques de tupida maleza. Ante mi extrañeza aquel me dijo que me tranquilizara marchándose dejándome allí con una rapidez sorprendente…
    Desperté asustado, acelerado y con preocupación, desde unos días que sueño cosas como esas y me hago tantas preguntas, tratando de convencerme de que sólo es mi imaginación.
    Luego me vestí recordando a mis padres y preguntándome si la muerte de ellos tiene algo que ver, mi mente no está lo suficientemente centrada en la realidad y salí de mi casa con mis pensamientos nublados sin fijarme ni siquiera por donde caminaba.

    * Caminaba por entre unos bosques, en donde tenía que escoger cual de los caminos que estaban delante de mí debía seguir, no obstante no tenía ni idea de lo que haría. Las hojas caían con un tono oscuro que teñían el suelo con su color, al ver esto comencé a correr por el camino que estaba delante de mí, teniendo ahora en mis manos unas cuchillas, como armas y alguien comenzaba a atacarme, no sabía qué hacer así que corrí más y más, pero él era más rápido que yo, ¿qué será todo esto? es lo que me pregunto cuándo entre la noche un hombre frente a mí se encuentra con un látigo, exigiéndome que le devuelva algo, es como un verdugo, siento mi corazón latiendo más rápido cada vez, mientras en el piso me encuentro porque me he caído y trato de arrastrarme hacia atrás temiendo mi muerte…

    —Es siempre mi sueño desde hace unos días —se decía una muchacha de sonrisa amplia y rostro alegre que caminaba despreocupada topándose con aquel muchacho de mente nublada, siendo el impacto del golpe el que la derribo.
    —Lo siento mucho, no me fije por donde caminaba —le respondió con tono triste aún aquel muchacho de carácter cambiante y tratando de esbozar una sonrisa, dándole la mano para ayudar a que se levantara.
    — ¿Eres nuevo en la isla?, porque nunca antes te había visto—le comento mirándolo extrañada y con curiosidad.

    — De hace unos cinco años que no regresaba, debe ser por eso —tratando de vencer su tristeza, la cual notó la extraña muchacha.
    — Disculpa mis malos modales. Mi nombre es Andiel, mucho gusto —estirando su mano hacia ella, olvidándose un momento de su dolor.

    —Mi nombre es Lizbeth, pero me dicen Lizi, mucho gusto —estrechando sus manos mientras ella le sonreía, sin embargo ambos notaron algo extraño al juntar sus manos, pero ninguno dijo nada.
    No olvidando su sonrisa, ella lo llevo del brazo con mucho entusiasmo para que volviera a conocer esa isla que hace tiempo no recorría, ante la sorpresa de él.

    Guiándole por unas calles subiendo cada vez sobre una cuesta desde donde se podía ver las demás islas, algunas más cercanas y otras más a distancia, además del tranquilo paisaje marino.
    Corriendo aún lo llevaba hasta que se topo de frente con una anciana, que al parecer estaba de mal humor…

    — ¡¿Cuántas veces te he dicho que no corras Lizi?! —le gritaba aquella anciana a la muchacha, quien bajo la mirada y detuvo sus ansias de mostrarle la isla, mientras la anciana dirigía su mirada un poco nublada hacia Andiel y frunció el seño acercándose a él con una presencia enojada.

    — ¡Tú nunca debiste haberte ido Andiel! — comenzó a pegarle con un bolso sin que Andiel pudiera defenderse, riéndose un poco de la escena tan divertida —-¡Eres un desconsiderado, y ahora se te ocurre volver! —continuaba golpeándole, mientras Lizi trataba de alejar a la anciana de Andiel.
    — ¡Basta abuela, deja de golpearlo! —trataba de tomarla del brazo para separarla del muchacho riéndose también un poco.

    — ¡Déjame o te va a tocar a ti también! —le advirtió la anciana de armas tomar, mientras Andiel entre risas le decía que cuando él era niño ella le pegaba de la misma manera, y que siempre verla en ese estado le producía mucha risa, además que por ser más anciana ya no pegaba tan fuerte como antes.
    — Siempre has sido una viejita regañona —entre risas le recordaba Andiel, ya erguiéndose porque la anciana se había cansado.

    — ¡Y tú siempre desobediente y problemático! —recordando también esta anciana que no ha perdido del todo su memoria, ya olvidándose de golpearlo, calmándose y mandándole a su nieta traer una silla de madera de su casa para que pudiera sentarse, con su tono enojón de costumbre y con un palo con el cual se impulsaba para caminar, sentándose lentamente en la silla, mientras ellos dos la miraban, mientras ella tomaba aire para poder comenzar a decirles lo que quería.

    — Como te han pasado los años —se burlaba de la cercana anciana, mientras Lizi lo observaba un poco extrañada —siempre nos hemos llevado así —sonriendo ahora olvidando su dolor por algunos momentos.
    — Debiste volver hace tiempo, o mejor nunca haberte ido… tus padres sufrieron mucho no teniéndote cerca—cambiando su tono la anciana sin olvidar el regaño, ante lo que él bajo su mirada, sabía que eso era cierto, pero que podía hacer ahora, no podía volver el tiempo atrás.

    —Claro que lo sé, pero siempre he sido un solitario sin remedio, no me gustan tantas aglomeraciones, sabes que sólo fui al oeste para mandarles dinero y así mejorar, porque de otra manera nunca me hubiera marchado —recordando un poco triste ante la mudez de Lizi, que no sabía cómo quitarle esa pena. Ella misma había asistido al funeral junto a su abuela, sin embargo ese día no se habían topado.

    —Ya no le recuerdes cosas tristes abuela, eso ya paso —sonriéndole a ambos tomando el brazo de él y mirándole —Ven, vamos continuare mostrándote estos alrededores —-alegrándole un poco su rostro y sin preguntarle a la anciana se marcharon corriendo, ante su abuela que agitaba su palo al aire en tono de reclamo fingido, porque se notaba que reía de alegría con el regreso de Andiel que conoció desde que era niño.

    Corrieron hasta que Andiel se canso deteniéndose también a admirar el paisaje.
    —Perdona a mi abuela, a veces no mide sus palabras Andiel —se disculpaba Lizi en representación de su abuela, mientras él se reía ya que gracias a esa anciana fastidiosa se había relajado y recordado momentos felices.
    —Desde ahora ustedes son mi familia —le expreso sonriendo —y tú serás mi hermana pequeña — riéndose de la cara que había puesto ella.
    —Yo no soy pequeña —hacía un berrinche Lizi entre risas también —entonces tú serás mi hermano mayor —sonriéndole más, nunca se acababa la alegría con ella…

    Continuara...
     
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    lupus

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    Andiel, chico deprimido, y Lizi, chica alegre y feliz,...Ya te digo yo que estos no durarán nada considerándose hermanos y que no tardarán en sentir algo el uno por el otro. Tengo curiosidad por los sueños que los dos protagonistas han tenido; me pregunto si tendrán algún significado especial.

    Muy buena idea meter a la abuela de Lizi; siempre viene bien un personaje entrado en años y con fuerte carácter.

    Hasta el próximo capítulo.
     
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    Hideakii

    Hideakii Guest

    dudo mucho qe les dure el considerarse como hermanos muy pronto sentiran otras cositas si es qe aun no las sienten todavia
    verdaderamente Lizi y Andiel son totalmente opuestos pero se supone qe estos se atraen :D
    qe onda con los sueños de Andiel ??? son muy raros
    significaran algo?? O: me gustaria saber :D es una de las cosas mas interesantes
    la abuela de Lizi tenia rason en regañar a Andiel :D pero no se puede revivir el pasado u.u
    Sayonara !!
     
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    Estrella Solitaria

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    Gracias por los comentarios que me alegran mucho XD. Espero les continue interesando:)

    2° Capitulo: Pioneros de descubrimientos

    Otra vez he despertado con la misma sensación y mismo sueño, sólo que esta vez eran varios espejos con reflejos, vistas desde distintas percepciones.
    Eso siempre me despertaba sobresaltado, pero comenzaba a acostumbrarme.
    Ya ordenando más la casa de mis padres y haciendo la limpieza se cayeron varios libros de un estante con polvo cayendo a páginas sueltas, dejando un desastre peor que el que tenía. Me apresure a levantar todo esto y lo coloque en la mesa que estaba al lado de este estante para poder armarlos y reunir las páginas sueltas. Comencé a revisarlo y había algunas cosas extrañas que no comprendía, decía una de las páginas acerca de un lugar secreto y varios dibujos a mis ojos incomprensibles, aunque trate de leer algunos párrafos.

    Justo cuando más atención le ponía a eso llegaron tanto Lizi como la anciana regañona a ayudarme a hacer la limpieza, cuando me vieron muy concentrado tratando de leer.
    —No vas a comprender ese libro Andiel —me despertó de mi concentración aquella anciana, que extrañamente estaba seria esta vez, por lo que dirigí mi atención a ellas, y más a la anciana que se acercaba a mi mirando las hojas

    —No comprendo todo lo que dice aquí, pero creo haber visto este tipo de escritura alguna vez — se acerco a mí Lizi, fijándose en aquellas letras que yo no comprendía, lo que me sorprendió y a la vez me extraño.
    —Si las recuerdas, porque yo te enseñe parte de ese idioma —se acerco a sentarse en una silla cerca de la mesa la abuela observando detenidamente los escritos.

    — Dime cómo se llama ese tipo de escritura —curiosamente le preguntaba Andiel ante la mirada de la anciana que en ese momento recordaba varias cosas que pensaba se habían ido olvidando con el pasar del tiempo.
    —Es escritura del idioma antiguo guardián —le expreso la anciana secamente y sin rodeos.
    —Pero abuela eso no puede ser cierto, ellos ya no existen, se separaron, ¿no es así? —sin comprender mucho y sin creerle, le miraba ella también de extraña manera.

    — ¿Hablas de esas personas que ayudan a la gente?, ¿Los que han reaparecido en la región del oeste? —pregunto también sorprendido y con mucha duda Andiel, que recordaba su época en esa región cuando estallo un conflicto entre unos pueblos e invadieron ese territorio, en dónde su centro que era el área principal había sido teñida de sangre y de ruinas por un tiempo, teniendo él que escapar como mucha gente en esos tiempos, pero de eso ya hace unos tres años, además de tener que ayudar en reconstrucciones de varias casas entre otras cosas.

    — Si no me creen, créanle a estas letras que dan testimonio de que existen— convencida les explicaba a esos jóvenes, los que acercaron a ver de más cerca que decía. Andiel no comprendía nada de nada, sin embargo Lizi si comprendió un extracto de una de las hojas.

    La que decía: Todo durmiendo ha estado.
    Incomparable todo fue,
    Aquellos valientes extraviados han sido.
    ¿En dónde habrán ido a parar?

    Ante estas palabras que leyó Lizi en voz alta, tanto ella como Andiel miraron a la anciana buscando una explicación a esas palabras que nadie comprendía, pero ella les explico que la traducción estaba bien hecha, no obstante ni ella misma había comprendido lo que leyó su nieta. Mientras aquel muchacho se cuestionaba todo lo que había escuchado, también el por qué su padre había escrito en esas hojas con esa escritura, además esos libros estaban a la vista de cualquiera, eso era lo que él no comprendía.

    — ¡Escúchenme, ahora creo que he recordado algo que puede ser tenga relación con esas palabras. Hace tiempo se contaba una leyenda, que se ha inundado de polvo ya. Cuando nacieron los primeros guardianes llamados defensores y sus distintos rangos, una invasión a estas islas y a toda la región del sur llego encargándose de ellos y haciéndoles frente, pero les superaban en número y en resistencia, siendo de entre ellos unos tres defensores que valientemente se enfrentaron a la guerra. Ellos eran Glecio, defensor de la Ventisca de Hielo; Noriel, defensor Tornado del Desierto y Gamendien, de la Llamarada Volcán.

    Aquellos tres vencieron a muchos de los invasores y con ellos librarían a todas estas pequeñas islas que no tenían amparo y que estaban olvidadas, pero el destino decidió otra cosa, como ellos eran tan fuertes y sus enemigos temían que su objetivo no fuera logrado algo les hicieron, se decía que los enterraron vivos, que los petrificaron o que estaban encerrados, no se sabe con exactitud y por miedo a que sus almas sigan rondando, borraron esa isla de los mapas actuales, para que nadie se tope ni de con ella —terminaba su relato pidiéndole a su nieta un jarro con agua.

    Tanto Lizi como Andiel no sabían que decir, estaban asombrados con todo lo que la anciana les había contado. Todo había comenzado aquí.
    *Entre las hojas que estaban esparcidas en la mesa, en las cuales la letra de mi padre con esa ancestral escritura se unían en un dibujo que encontré extrañamente y lo levante del resto de las páginas mirándolo de cerca con mucha atención, a lo que la anciana regañona me lo quito de un segundo a otro arrebatándomelo de los dedos ante mis berrinches.

    — Para que lo quieres si tú no sabes leerlo niño — me desafiaba a arrebatárselo esa mujer enojona.
    — Eso no te incumbe, era de mi padre y ahora es mío —saltando para alcanzarla hasta que la anciana se canso de jugar y se calmo provocándonos muchas risas todo esto, era una escena muy infantil, ella no ha cambiado nada. Lo tendió en la mesa y le pidió a Lizi que lo leyera, porque a ella se le nublaba un poco la vista y extendiendo aquel dibujo igual a un mapa lo leyó

    —Dice: “El corazón sigue latiendo” — era aquel título que ella tradujo confundiéndose al igual que yo y que la anciana con esas palabras y el que también era el titulo de una isla al extremo sureste, que al sacudir el mapa se vio mejor, sorprendiéndonos más porque pensábamos que era simplemente una mancha.
    —No me habías dicho que en ningún mapa salían esas islas— le reclame a la anciana imprecisa en sus conocimientos.
    — Sólo que este mapa no es actual, por eso la tiene, y eso es muy extraño —misteriosamente deducía sin darse cuenta de que lo hacía en voz alta.

    Lizi nos miraba tapándose la boca ante las risas que afloraban en su cara, y a la vez también la incomprensión de todo esto, Ella de un momento a otro se levanto, doblo el mapa y lo metió en uno de los libros y nos mando que ya no pensáramos en eso y le pidió a Lizi que me llevara a conocer la playa, para que descansáramos nuestras mentes, por lo que tomé mi bolsón y puse los libros en él, porque no quería que por nada se perdieran.

    — ¡Ven!, ¡te guiare a la playa! —me grito Lizi mientras la anciana nos veía marcharnos.
    — ¡Oye si yo sé cómo llegar! —le gritaba con mi lado infantil aún extrañado por la conducta de aquella anciana.
    Cuando llegamos a la playa, recordaba las tardes en que jugaba como niño y mis padres conmigo entre la arena, ahora era todo tan diferente pero pese a mi tristeza sé que debo sobreponerme y continuar la investigación de mi padre, él lo hubiera querido así, pero aun pensaba por qué mi padre escribiría en ese idioma, era algo totalmente ilógico, a menos de que…quisiera esconder algo.

    —Aún me molesta el sueño en donde un hombre tiene en su mano un látigo y me mira amenazadoramente entre la noche y aunque la luna esta a mi espalda no puedo verle la cara, una sombra de un árbol creo que le cubre…—me explicaba, se notaba que eso la ponía nerviosa y recordé lo inquietante que también era mi sueño.

    Más allá entre la arena Lizi se agacho a mirar y a recoger algo que en un momento me mostró, era un brazalete, alegremente me decía ella aunque yo no lo creía así. Ese brazalete a su alrededor tenía triángulos negros, sin embargo le pedí que lo dejara en donde lo había encontrado, pero en su porfía más lo apretó entre sus manos diciéndome que cuando encontrara a la dueña se lo entregaría, aunque yo no le creí, entrecruce mis brazos por detrás de mi cabeza y me fui mientras ella aun mirada ese brazalete que tanto le llamaba la atención, siguiéndome y reclamándome el por qué no la esperaba y me iba antes, sólo me reía.
    Ellas son mi familia.

    *Entre las sombras y sin dejar ver su figura a toda velocidad alguien desconocido se paseaba, mirada fría solamente se veía, entre la luz lunar que dejaba ver su silueta unos brevísimos segundos…

    Lejos de aquel lugar en donde vivía Andiel, pero acercándose, muchas carabelas con banderas de calaveras en un fondo negro dirigidos que aprovechaban el viento para avanzar más rápido, ¿cuál será su objetivo? Entre el mar sin dueño en estos tiempos el oleaje también que los impulsaba impactaban la roca durmiente que sólo despertaría cuando fuera el tiempo.

    Los piratas emborrachados estaban en sus vaivenes, menos el capitán que siempre mandando estaba alerta viendo las olas y vigilando que todo siguiera su curso y que su plan tomara forma.

    En estas noches también cada vez los sueños eran más intensos y despertaban a los jóvenes en las noches sobre exaltados y sin poder dormir. Por eso Andiel saco aquel mapa y lo observo muy bien, pero se sentía inútil al no poder leer lo que su padre le había dejado y por su parte Lizi se despertó y se dirigió a comer algo, ya no podía dormir, sin embargo su sueño tomo un leve giro. Aquel hombre se le acercaba y una parte de él relucía mientras la otra no se veía en la noche y eso la desconcertaba en cierta manera.

    Luego cuando ya fue de mañana Andiel decidió ir a la casa de la anciana a que alguna de las dos le enseñaran ese extraño idioma, o por lo menos a leer aquella escritura y así poder comprender más a su padre, tocando la puerta por la mañana y preparado para cualquier golpe de parte de la veterana, para su sorpresa le abrieron con rostro un tanto preocupado, ellas tampoco habían podido dormir aunque igual la anciana le regaño por venir a esas horas y cuando les dijo que deseaba aprender la escritura ancestral la anciana puso el grito en el cielo, esa lengua ya no se usaba, sólo lo usan como código para que los demás no comprendan, esa era la ley de la región del sur, ella en un principio no quería enseñarle sin embargo presintió que eso les podría servir además de poder leer esos libros, y por las caras que le ponían a la anciana conmovieron su corazón, accediendo a reforzar lo que su nieta ya conocía y a enseñar desde un principio a Andiel y en eso estuvieron un gran tiempo, para luego con lo aprendido tratar de descifrar aquel mapa que poseía una isla al frente de donde viven, pero son las que poseen algunas migajas para comenzar, a la izquierda a unos kilómetros mar abierto se encuentran dos islas separadas que sus misterios ocultan, mientras que al extremo inferior izquierdo del mapa se encuentra una isla grande de la que proviene lo esencial, mientras que al otro extremo en el mar al este de donde se encuentran está la isla más tenebrosa evitada por los navíos y toda embarcación, aquella isla de la que provienen las habladurías que recorren toda la región del sur, la que desaparecieron del mapa por su peligro, además de otras islas desconocidas. Esto es el gran misterio que les envuelve.

    Andiel le costaba un poco comprender todo lo que le enseñaban pero no tenía otra opción que poner su máximo esfuerzo aunque rabiaba al no poder entender todo produciendo las risas de Lizi.

    Continuar...
     
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    3°Capitulo: Correr, correr y correr


    Sin darnos cuenta estaba anocheciendo, estuvimos desde la mañana con apenas probar bocado, pero creo que valió la pena convivir con esa anciana tan regañona, no sé cómo Lizi la soporta, pero de igual forma fue generosa enseñarme porque me irrito fácil cuando no entiendo.

    La noche ya asomaba por la ventana y encendíamos velas para alumbrar a la puerta e irme a casa, y cuando la anciana abrió la puerta para despedirme escuche muchos gritos y gente corría por las calles, ¿qué será lo que sucede ahora?, nos preguntábamos asomándonos hacia afuera de la puerta. Le preguntamos a alguien que corría qué sucedía, sin parar de correr nos gritó que nos invadían, ante nuestra impresión de incredulidad.

    — ¡Empacare provisiones, Andiel saca a mi abuela, nos vamos! —nos gritó Lizi, lo hice al instante guiando a la anciana mientras veía hacia atrás toda la gente que corría y las embarcaciones que atracaban en el muelle, algunos de ellos rodeaban la isla obligándonos a correr entre los bosques interiores y las alturas, no sabíamos qué hacer, hacia dónde correr. Lizi venía detrás de mi mientras la lluvia nos mojaba y corríamos con la anciana que apresuraba el paso como podía, la gente nos chocaba, despavorida huía y se escuchaban los cañonazos a las casas cercas del muelle, no han tenido clemencia, pero de nada sirve mirar atrás.

    La anciana me gritaba que nos dirigiéramos al este de la isla, pero por todo el ruido no la escuchaba, mis ojos vigilaban esta situación pero el ruido me tenía sordo y en otra dimensión, era increíble lo que estaba sucediendo. Aquellos que desembarcaron y que según la gente nos invadía tomaron a varia gente prisionera por los gritos que escuche, algunos los mataron al parecer, todo esto era muy angustioso y pensaba en todos los recuerdos de mis padres, sí, en cierto modo me alegraba que hubieran muerto durmiendo a que morir en manos de esos asesinos.

    Giramos a la izquierda sin darme cuenta ante los gritos de la anciana, pero no podía dejar de correr, estaba totalmente acelerado y miraba atrás para ver cómo estaba Lizi, sin embargo la negra noche no me dejaba ver nada, al parecer ya no estaba, me desespere, le dije a la anciana que continuara avanzando mientras yo la buscaba. La lluvia aun mojaba nuestras caras y apagaba las casas que se incendiaban, todo era un caos y una confusión.

    *Me perdí, en dónde estarán Andiel y mi abuela, estaba segura de que ellos seguían delante de mí, la oscuridad no me deja ver nada y así continuaba caminando entre todo este caos, algunas rendiciones y otros enfrentamientos, estaba totalmente desorientada, no obstante continuaba corriendo. Escuché pisadas detrás de mí y una mano me sujetó la boca mientras la otra me aprieta, sólo atine a morderlo y a escapar, aún no he visto a mi agresor.

    Corrí y corrí escuchando los gritos de los que quieren atraparme, mientras continuaban con la dominación de esta isla, escuchando esto más corrí entre el suelo mojado y salpicando entre los charcos que entre el bosque me perdía, cuando vi la luna que alumbraba más que nunca y el mar oscuro en la noche al cual iluminaba.
    Corría y corría cansándome un poco, pero mi vida dependía de ello, aun no encuentro a Andiel ni a mi abuela, no sé en donde estarán, pero mucha gente ha huido en sus pequeños votes a penas logrando escapar de esos malhechores.

    — ¡Ella es mía! —grito alguien detrás de mí lanzándome algo, algo que me ato mi pie y me derribó, caí al suelo mojado por esta lluvia que no para, sentía mucho miedo, una sensación misteriosa de angustia y curiosidad, me volví y trate de espaldas escaparme de mi agresor.

    — ¡Pero capitán, nosotros podemos encargarnos! —creo que le gritaban no entendiendo su resolución, mientras yo estaba atrapada y paralizada, con frío y temblaba.
    — ¡Ya me escucharon!, sigan con la dominación, apresen a la gente y recuerden que cada uno que se les escape se los reduciré de la riqueza que encontremos, ¡es una orden! —les gritó a sus cómplices haciéndoles retroceder y cumplir sus ordenes, mientras yo trataba de zafarme de lo que apresaba mi pie y lo tiraba, sin embargo no logré zafarme al contrario sólo logré alertar a ese hombre de voz gruesa y potente.

    Esta escena me parecía conocida, y la luna a mi espalda se encontraba mientras las sombras les tapaban los rostros y veía en el suelo lo que mi pie sujetaba, hasta que mi agresor apareció ante mí, vestía con una camisa blanca amplia en los brazos mojada por la lluvia que aun caía y los truenos que comenzaban a resonar, los que a pequeños vistazos me mostraban su rostro. Al ver que se acercaba aumento mi miedo y más me aleje de él arrastrándome en el piso sentada de espaldas a la luna, ya empapada en esta lluvia.

    —Tienes algo que me pertenece —estridentemente sonó en mis oídos su voz que no comprendía, acercándome más a mí y ahora no podía escapar, a sujetaba más fuerte aquel objeto que mi pie tenía atrapado.
    — ¡No entiendo que quieres, no tengo nada tuyo! —le exprese temblando y un poco desconcertada mientras se agachaba ante mi poniéndose a mi nivel y tomando con una mano mi mentón fuerte pero tiernamente, todo esto era muy extraño.

    —El mapa es lo que busco, dame el mapa y no tendrás problemas muchachita —me exigía serena pero firmemente lo que me llamo la atención, su rostro era un poco bronceado, facciones finas aunque fuera un pirata no tenía un parche ni dientes podridos como generalmente se dice, parecía tener clase, sin embargo le tenía miedo.

    — ¡No tengo ningún mapa, no sé qué dices! — trataba de explicarle cuando el tiro de lo que me apresaba que era un látigo liberando mi pie, me levanto tomándome de los brazos fuertemente y exigiéndome ahora perdiendo un poco la paciencia y pensando que yo le mentía.

    —Ya descubrimos que en esta isla se encontraba, ¡te exijo que me lo digas! —ahora sacudiéndome un poco viniendo a mi Andiel por la espalda de él, pero aquel pirata se dio cuenta a pesar de la lluvia y lo detuvo, acudiendo a él sus cómplices tomando a la fuerza tanto a mi abuela como a Andiel.

    — ¡Déjanos, te juro que no tengo ese mapa! —le grité para que me soltara de una vez, sin embargo para presionar tanto a Andiel como a mi abuela él coloco su frío sable en mi cuello amenazándome, ante lo que Andiel forcejeó con aquellos piratas para acudir en mi ayuda, no obstante le negué con la vista que no intentara nada, mi abuela se notaba que quería que le entregáramos aquel mapa para salvarme sin embargo no lo haría.
    Aquel me presionaba más, ese verdugo de mis sueños no me dejaba ni pensar, pero su mirada tenía algo misterioso. Más apretaba mi cuello y apenas podía gritar, pedía auxilio de quien fuese, no quería entregar ese mapa, era nuestro.

    En ese momento cuando gritaba, aquel me abofeteó y brilló mi brazalete que tenía triángulos negros a su alrededor invadiéndonos una brisa fría o no sé que era, cerré los ojos, porque tenía miedo, aquel me lanzó al suelo mojado de la lluvia que ya había parado, ese frío bajo hasta nosotros y se escuchó gritos de los piratas cómplices y el filo de una espada cortándolos al parecer, se movió muy rápido.

    Entre la noche fría vi simplemente una sombra entre los árboles, y cuando esa figura golpeó en la cabeza a ese capitán verdugo de mis sueños dejándole inconsciente, nos había salvado y no sabía quién era para poder agradecerle. Mi abuela y Andiel corrieron a levantarme y nos alejamos de allí, hasta cuando sentí un ruido entre los árboles y salió de allí aquella silueta, al parecer era un muchacho vestido extrañamente de rostro muy serio, hasta rígido me atrevería a decir.

    — Gracias por ayudarnos— tratando de mirar su rostro que me evadía.
    — De nada, tú me llamaste. Ese brazalete me pertenece, no puedes quedártelo, hay mucha gente que me necesita también —me explicó sin expresión en su rostro sacando de mi muñeca ese brazalete y desenganchando uno de los triángulos, el que depositó en mi mano.


    — ¿Quién eres tú?...¿qué eres?... ¿cuál es tu nombre? —pregunte aceleradamente interrogándolo mientras él más me evadía y más serio se ponía.
    —No puedo contestarte tantas cosas. Me llaman Frio Suspiro. Deben irse de aquí rápido, en la isla Hamering estarán seguros por un tiempo, cuiden bien ese mapa o si no me obligaran a quitárselos —amenazante en esto último que nos dijo, ¿será nuestro aliado o nuestro enemigo?, que contradicciones las de hoy.


    *Debíamos huir de inmediato, ya era la madrugada, se nos había pasado el tiempo de lo más rápido y sin pensar en que pronto amanecería, y ya que las embarcaciones se habían alejado del muelle la mayoría de la gente escapó en sus botes. Mientras que por el otro lado de la isla un barco estaba por zarpar.
    —Es mejor que me dejen aquí, soy muy lenta y sólo los retrasaré —nos pedía mi abuela, a lo que me negué rotundamente, mientras Andiel la sujetó del brazo y corrimos todos hacia la costa norte en donde estaban escapando en un navío, introduciéndonos como polizontes, en este nuestro nuevo destino...

    Continuaraa...
     
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    Fuzz

    Fuzz Entusiasta

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    hola estrella!
    x fin tengo tiempo de leer! x3
    esta vez he leído el primer cap :) etto... jejeje la abuela!! me recuerda esta escena a Zelda wind weaker, con la abuela de Link y su hermanita alegre jij^^
    Me calló entero bien la abuelita x3 a propósito ¿que edad tiene Lizi? Esu, cuidatte, me ha gustado mucho la historiaa!! :)
     
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    RomAnce

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    Oh! vaya!
    Holiz mi Estrellita~
    tengo que felicitarte, te ha quedado muy bien estos capis; simplemnete se nota a leguas que te apasionan este tipo de géneros :)
    Debo onfesrate que me sentí un poco desonrientada en un principio, pero luego, le fui hayando el ritmo y me ha facinado.
    ya veremos que le depara a Andiel con esta nueva aventura con su pequeña familia adoptiva; pese a ser un poco "enojona" la señora, pero es igual de tierna y encantadora jejeje!
    y qué decir de Lizz, es más que sobresaliente su carater tan curioso y a la vez jovial! jajajajaja
    Ough! lo del mapa en otro idioma y lo que esta por depararle.. vaya, ya veremos.
    mmm! quiero saber quien es el chico extraño! T__T ¿Frío suspiro? ¿Por qué sera?
    mmm...
    amigos o enemigos..
    jejejeee!
    me ha gustado mi preciada estrellita, síguele que te ha quedado intrigante y de maravilla~
    *Bay! Éxitoz*
     
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    Estrella Solitaria

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    La leyenda de la Región del Sur
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    Género:
    Aventura
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    12
     
    Palabras:
    5299
    Muchas gracias:)

    4° Capítulo: Misterios Antiguos
    Aun no nos han descubierto, sin embargo eso no quiere decir que estemos a salvo. Aquella anciana todavía nos reclama el que la hayamos traído porque está incomoda y siempre se queja, como siempre ha sido.

    *Todavía me incomoda algo y eso me tiene muy pensativa, no me puedo olvidar de aquel sueño que tuve, y en el rostro de aquel pirata y la voz de aquel extraño, no sé como de un día para otro toda mi vida cambio, eso en parte me enoja, no sé cómo escaparemos de todo esto.
    —Lizi ven a ayudarme, mientras estemos aquí tratare de leer este libro de mi padre —me pidió Andiel, a lo que me despertó de mis pensamientos y acudí a su lado para ayudarle.

    En aquella página decía: La tristeza se ha derramado y el poderío se ha esparcido, ¿quién lo tomará?, aquellos leones durmientes deben despertar para evitar esto, al igual que aquella piedra que sus secretos ha guardado desde la desunión. Siguiendo la carta encontraras al protector, de él depende guiarte o perderte según sea tu corazón…

    Esto les impresionó, al oír esto también la anciana se acerco para escucharles mejor, la traducción estaba bien hecha no obstante no entendían nada, ya les parecía bastante con todo lo que habían vivido y los encuentros de aquellas personas.
    Mientras en las demás islas cundía el terror debido a la expansión pirata con sus banderas de calaveras que acechaban esta región, algunos buscaban riquezas, otros poder, surcando los mares en su plenitud, la gente huía de isla en isla, no obstante aquel grupo pirata no les superaban en número aunque si en habilidades y armas.

    A lo lejos y sobre su embarcación se encontraba aquel capitán pirata de tez tostada y bella mirada, con su camisa blanca, la que observo ese día Lizi. Aún la recordaba, su rostro pálido de miedo pero su mirada dulce, ella le escondía algo y él lo sabía, por lo que se prometió encontrarla para quitarle aquello que le pertenecía a lo que un subordinado amigo de él le mostró que se estaba obsesionando con la muchacha, él le respondió que aunque fuera así no descansaría hasta encontrar el mapa de su tesoro y hacerse rico.

    *— ¿Qué extraño son estas palabras? —no las comprendía aun sabiendo lo que significaban, aunque observándole bien esta no es la letra de mi padre, seguro alguien más lo copió.
    —Esa es parte de la leyenda —explicó sorprendiéndonos la anciana enojona, abriendo nuestros ojos y mirándola fijamente y con curiosidad.
    —Cuando los problemas comenzaron aquellos defensores no se dieron a basto creo que por eso dice que la tristeza se derramó y como ya no existía quien nos protegiera ni una persona que nos dirigiera con justicia creo que a eso se refiere a que el poder se esparció, sin embargo lo demás no lo comprendo —haciendo que nuestras cabezas se movieran en afirmación cada vez que una deducción nos parecía correcta aun mirándola esperando más respuestas.

    —No se queden así, mirándome de esa manera, lamento no conocer tantos detalles —se excusaba la anciana librándose de alguna culpabilidad y entre risas por nuestras expresiones.
    — ¿Quiénes serán los leones durmientes?, ¿y la piedra que descansa? —con rapidez y subiendo un poco el tono de voz nos preguntaba Lizi a lo que no teníamos respuestas. — y no olviden al protector ¿a qué se referirá con que puede guiarnos o perdernos? —tratando de razonar la mente de Lizi al igual que la mía, mientras el navío continua su curso.

    —Cuando lleguemos a aquella isla, me quedare en la casa de una buena amiga mía que vive allá, así no les daré tantos problemas —nos contó la anciana a lo que Lizi no quería dejarla, pero yo también pensaba que era más seguro de ese modo.
    — Lizi sería más seguro que tú te quedaras con tu abuela en esa isla —le ordené, pero no quiso escucharme.
    — ¡Claro que no!, quien leerá ese libro, tú no estás del todo capacitado—me reclamó Lizi, con sus berrinches, en parte tenía razón no lo había pensado por lo que no podía evitar que su voluntad se cumpliese, así que me resigne y ella vendría conmigo.

    *En un alejado y remoto lugar del mapa un muchacho estaba seriamente pensando, con su aspecto un tanto frío, con su piel tan blanca y sus ojos café claro. Cerca de él estaba su General que pensaba en la situación que estaban viviendo.
    — Sería conveniente que respondieras todas sus preguntas, podría ayudarnos —le recomendó aquel gentil general al que todos le tenían respeto y admiración.
    —Eso depende de sus intenciones, pero tiene razón general, aunque eso signifique hablar demasiado —le comentó aquel muchacho un tanto resignado.

    —También podrías vigilarles así aumentaría tu visión acerca de ellos, recuerda que parte de tu deber es ayudar— terminó diciendo en tono tranquilo y sin apuro este General sin que el muchacho demostrara otra expresión sino de resignación, y se marchaba cuando caminando delante de él aparecieron algunos extraños, ante su expresión de extrañeza su General se los presentó, aquellos eran guardianes del oeste que habían accedido a ayudar.

    —Ellos son: Andrú el Guardián de los Mares y los hermanos del sonido los Caballeros del Rayo y del Trueno: Sadrik y Cedrick. Ellos han venido a ayudarnos en secreto ya que no han querido alertar a sus comandantes— le explicaba su General, y por la expresión de su rostro pareció no importarle y seriamente como siempre se retiró mientras estos guardianes le saludaban, ignorándolos por completo y marchándose como solía hacerlo.
    —Qué arrogante es, ni nos saludo —se quejo haciendo berrinche aquel Rayo al que se le borraba su sonrisa.
    — Si tiene un gran problema de arrogancia hermano —le recalcó el Trueno volviendo a sonreír.
    — ¡Nosotros les ayudaremos! —exclamo el Guardián de los Mares con energía y así mismo lo hicieron los gemelos —¡Cuenten con nosotros! —dijeron al unisonó y se sonrieron doblando su brazo con fuerza y extendiéndolo, mirándose cómplices

    * Al fin hemos llegado a la isla, no sabía que el ambiente era tan apacible, con razón aquel extraño nos envió aquí, pero eso también significo desviarnos de nuestro objetivo ¿será nuestro aliado o nuestro enemigo? Desembarcamos a escondidas, como mismo habíamos entrado, nos costó un poco y nos persiguieron por el navío, teniendo que mezclarnos con la gente que arribaba, Lizi resbaló pero logré levantarla a tiempo antes de que nos atraparan, todo por culpa de esa anciana, si no nos hubiese demorado tanto no nos hubieran descubierto además ella ni siquiera se preocupó teniendo que escapar nosotros dos, a veces me hace mucho enojar.

    El cielo estaba azulado y hacía calor como el día en que llegue a casa, la nostalgia me invadió pero no era tiempo para eso, debía ayudar y seguir la investigación de mi padre.
    Caminamos por las calles del pueblo de la isla muy cercano al muelle y de una de las casas una muchacha salió y al vernos corrió hacia nosotros abrazando a la anciana, lo que me extrañó un poco y más al ver que Lizi se alegraba y también se abrazaban.

    — Momiyi, ¿cómo has estado? —alegremente y dando saltitos le preguntaba Lizi, no podía creerlo ahora íbamos a tener cerca a otra mocosa, no me hacía nada de gracia pero sólo me quedaba aceptarlo así que al ver su escena me reí mucho daban saltitos tan graciosamente, era incontenible.
    — He estado muy bien, no se preocupen por tu abuela, mi tía la cuidara muy bien y yo también claro —diciendo esto último cerrando un ojo y sacando la lengua levemente. Ella era una chica muy simpática que conocía a Lizi desde hace tiempo cuando el correo marítimo dejo por error una carta de Lizi en su casa, ayudándola a que llegara a destino.

    — ¿Y quién es este muchacho tan guapo? —pregunto mirándome, lo que no me gustaba, comenzó a acercándome como analizándome, me asusto su actitud por lo que me aleje de poco en poco hasta correr y ella me perseguía, mientras la anciana y Lizi estaban riéndose a carcajadas, Momiyi era extraña. Justo en ese momento cuando mire sus caras llenas de risa no me fijé por donde corría tropezándome y cayendo al suelo, antes de que Momiyi se me abalanzara sujetándome fuertemente, esta niña nunca más me dejara en paz pensaba mientras me levantaba con ella apegada como si fuera una extensión de mi brazo.

    —Eres alguien muy lindo —me expresó sin ni siquiera conocerme, que chica más rara mientras frotaba su cabeza en mi brazo cerrando sus ojos y una gran sonrisa, mientras yo trataba de zafarme pero no había caso. Luego de eso caminé hasta donde estaban la anciana y Lizi quienes al ver mi rostro se reían más y más.
    —No… te preocupes… ella es muy expresiva…le has agradado mucho —entrecortadas palabras me decía por su risa que no podía parar, aun se reía en mi cara mientras no sentía ya mi brazo de lo tan apretado que lo tenía.
    — Él es Andiel, tiene unos 21 años, es huérfano y está soltero, por lo que no tendrás mayores problemas —le informo a Momiyi la anciana vengándose de mí, quien más apretó mi brazo y dio saltitos al enterarse de toda mi existencia, con mi otra mano me cubrí la cara no creyendo todo lo que le habían dicho, estaba un poco avergonzado.

    — Andiel ella es Momiyi, tiene 18 años y también es huérfana, sólo una tía la protege, tampoco veo problemas— le expreso a la muchacha que apretó más mi brazo y me miro con una gran sonrisa, ¿qué iba a hacer ahora? sólo resistir después de todo sólo la vería unos dos días.

    Luego de eso y aun con mi brazo en su poder Momiyi nos invito a pasar sentándose en las sillas para descansar, ni siquiera sentándome me dejo en paz, sólo se despego de mí porque la anciana le pidió que le trajera agua. Mientras comprobaba si aun mi brazo resistía.

    *Debemos marcharnos rápido de aquí y eso yo lo sabía muy bien, mañana debemos irnos para descansar esta noche. A escondidas saque el libro del padre de Andiel para poder leerlo, tenía algo de curiosidad, lo puse en la mesa mientras todos dormían y observe de nuevo el mapa antiguo con cuidado cuando escuche pasos y sentí a alguien cerca por lo que trate de esconder todo esto. Era Momiyi quien se había despertado y me observo muy pensativa lo que le extraño en cierta parte, aprovechando que se había despertado ella contemplo el rostro de Andiel quien dormía en el suelo sobre un colchón extra que tenían y se sonrió ella y me dijo que él era muy bueno.

    — ¿Te gusta? —le pregunte, además para que no notara los libros cercanos a mí.
    — Es muy guapo y me agrada mucho, me he encariñado con él en poco tiempo pero siempre me pasa lo mismo, así que no estoy segura— me respondió tranquilamente con un dedo en sus labios y mirando al techo —sin embargo yo lo vi primero —me sonrió cerrándome un ojo.
    — No te preocupes, es todo tuyo —le respondí sonriéndole también.
    — ¿Esos libros son tuyos? —se dio cuenta de lo que yo hacía ¿qué haría ahora?, la expondría al peligro si le contara todo.

    Andiel se despertó con nuestra conversación y nos preguntó qué hacíamos lo que me puso en apuros y aunque estaba durmiendo se dio cuenta de los libros que le pertenecían.
    — ¿Qué pasa aquí están muy nerviosos? —se fijo Momiyi mirándonos a los dos lo que nos delato.
    Andiel me miro y yo a él preguntándonos que haríamos ahora, bajé mi mirada sabía que el error lo había cometido yo y que ya tendríamos que irnos.
    — Te contare un poco, pero debes prometerme no decírselo a nadie y también no estar tan apegada a mí —lo que me sorprendió Andiel resolvió contarle, esto podía ser muy peligroso, pero parece que estaba dispuesta, así Momiyi se lo prometió sonriéndole y casi sujetándole del brazo de nuevo conteniéndose para que le contáramos.

    — Estos libros son de mi padre, y tiene que ver con lo que ha estado pasando con las invasiones de los piratas a las islas, es algo delicado y nadie más debe saberlo —le advertía Andiel hablando en voz baja y sentándonos en las sillas que estaban al lado de la mesa. —estos libros están en otra lengua que yo apenas sé leer, y este mapa que aun no sabemos qué misterios oculta, además de que tenemos la leyenda de esta región, debemos encontrar algunas pistas que mi padre dejo en estos libros para poder despertar a los leones durmientes, quienes aun no sabemos quienes son —a grandes rasgos le explico Andiel a lo que Momiyi estaba muy atenta y concentrada en lo que le relataba.

    Ella nos prometió no decírselo a nadie ya que era una gran aventura que le emociono muchísimo y nos pidió si ella podía venir con nosotros sin embargo no podíamos permitir que ella corriera peligro, Andiel se lo explicó y su expresión cambio, ahora ella estaba triste por no poder ayudarnos. También le expliqué que era mejor que se quedara a cuidar de su tía, ya que ella le necesitaba, dijo que yo tenía razón pero sus ansias de venir con nosotros era grande.

    A la mañana siguiente nos despedimos de ellas para poder analizar los alrededores de esta isla y buscar lo que podía decir el libro, ya que una parte hablaba de esta isla y decía que el ave de la valentía debía respondernos junto a la vasija le encontraríamos, lo que para variar no entendíamos. Para esto nos adentramos en los bosques de la parte posterior de esta isla y de la cima, caminamos mucho en terrenos hostiles pero sin rumbo no llegábamos a ninguna parte y ya comenzaba a hacerse tarde, buscábamos un ave y vasijas pero nada, sólo piedras y árboles y más árboles.

    *—Por favor permítanme ir, ellos podrían necesitar mi ayuda, sé que será peligroso, pero sus enemigos son muchos —suplicaba la cariñosa muchacha tanto a su tía como a la anciana.
    — Momiyi si eso te hace feliz ve con ellos, nosotras estaremos bien, pero antes llévate esto para cualquier emergencia —despidiéndose de ella que con un bolso se retiró rápidamente, ella conocía mejor que nadie cada rincón de esa isla y sospechaba en donde se encontrarían.

    *Ya me desesperaba, tomamos un descanso sentados en el suelo, estábamos cansados y ya nos dábamos por vencidos ese día, nuestros ánimos estaban caídos, y Andiel sacó agua contenida en una bolsa de cuero para que nos hidratáramos.
    — Sabía que los encontraría por aquí —apareció a nuestras espaldas, ella era sorprendente nos había encontrado y nos sorprendió, tomando enseguida el brazo de Andiel como era su costumbre, lo que sabíamos le molestaba a nuestro amigo.

    — ¿Qué haces aquí?, ¿acaso te has escapado? —pregunto incomodo Andiel a lo que Momiyi le sujetó más su brazo derecho y le miro feliz —vendré con ustedes, mi tía me lo permitió —sonriéndole le contestó y nos prometió no sernos de estorbo en nuestra aventura, al contrario ella quería ayudarnos y nos explicó que si buscábamos algo en esta isla ella la conocía como la palma de su mano y que podía encontrar cualquier cosa para nosotros, a lo que le miramos y le sonreímos, ya sabíamos que le pediríamos.

    — Momiyi, necesitamos encontrar algo, en esta página del libro dice que busquemos al ave de la valentía que debía respondernos, junto a la vasija le encontraríamos —le explique para que nos ayudara.
    Ella pensó algunos minutos con su dedo en los labios como siempre hacía cuando estaba pensativa hasta que de un momento a otro ella se sonrió y caminó en una dirección en que no habíamos ido diciéndonos que le siguiéramos, así lo hicimos hasta que se detuvo.

    —Ya están en el ave —nos señalo sin embargo no entendimos por lo que nos pidió mirar hacia arriba y claro se veía la silueta de un ave con una espada envainada entre los árboles que dejaban espacio en el ave, a lo que le entendimos un poco, continuando ella nos guió en altura por unas rocas diciéndonos que estábamos dentro de la vasija mencionada, esas rocas conformaban la vasija, qué extraño era todo esto, pero que bien que avanzábamos y claro desde allí se contemplaba de igual forma al ave aunque desde otra perspectiva, cuando descendimos hacia el bosque otra vez con la luz lunar se notaba más la figura del ave, comenzamos a excavar con unas palas que encontramos escondidas más allá, se veía el paso del tiempo en ellas pero aún así nos sirvieron, pensamos que de esa manera el ave nos contestaría, pero no encontramos nada y ya estaba oscuro.

    Volvimos a sentarnos a descansar un poco rendidos por el cansancio, nos estábamos demorando mucho y no contábamos con el tiempo necesario.
    — ¿Por qué no llamas a Frío Suspiro Lizi? —me propuso Andiel, lo que me dio algo de susto y temor a la vez, porque él nos había pedido llamarlo sólo si era de urgencia, además no sabíamos si estaba de nuestra parte.
    — ¿Quién es aquel a quien piensan llamar? —pregunto con curiosidad Momiyi con su cabello largo café claro al viento, quien no comprendía que significaba lo que hablábamos.
    — Él es alguien bastante extraño, pero nos podría ayudar, aunque no sé, no confió mucho en él —trataba de explicarle Andiel a Momiyi quien no entendía mucho esta situación.

    — Esta bien le llamaré, aunque sea peligroso— les expresé y con temor levanté mi mano con el pequeño triangulo negro en mi mano y le pedí venir a lo que ese objeto brillo y a toda velocidad él vino a nosotros.
    Andiel, Momiyi y yo le esperábamos con un poco de temor, me recordaba muchas cosas que vivimos, pero le necesitábamos. También en esos breves minutos Momiyi se acercó a mí y me sorprendí al ver que ella también poseía un triángulo negro, susurrándome que su tía le había pedido que lo tuviera siempre con ella por si era urgente, a lo que ella sin saber todo esto le había obedecido.

    — Para qué me han llamado —se escucho una voz entre la oscuridad de esta noche, como siempre una silueta se divisaba sin embargo no le veíamos por completo.
    — ¿Por qué nos desviaste de nuestro rumbo? —agresivamente contesto Andiel ante lo cual le detuve.
    —Gracias por venir, debemos hacerte muchas preguntas— gentilmente trate de responder mientras Momiyi estaba sorprendida con sus ojos más grandes de lo normal.

    — ¿Quién es esta muchacha?, no recuerdo haberla visto con ustedes antes —mirando a Momiyi fríamente como él era nos preguntó.
    — Yo me llamo Momiyi, los ayudare guiándoles por esta isla, descuida no soy enemiga —trato de explicarle un poco asustada y tratando de que él no sospechara de ella —también tengo esto— le mostro en su mano el triángulo negro que yo también tenía, a lo que al parecer logro que él cambiara su actitud, se acerco a sus manos y las tomo y le miro extrañado.

    —No te recuerdo —le expresó en tono confuso, claro que en seguida ella le aclaró que ese triángulo se lo había dado a una anciana de aquella isla, a lo que él empezó a recordar —Así que ella te lo dio —prosiguió ya aclarándose sus pensamientos.
    Algo era extraño en Momiyi ya que no actuaba como siempre, ni siquiera había tomado el brazo de Andiel estaba muy sorprendida con todo esto y más con aquel que salió de la nada.
    — Te vuelvo a preguntar por qué nos desviaste de nuestro camino— con tono agresivo de nuevo arremetía Andiel quien aun no confiaba en él.

    — Pregunta inteligente, si es cierto que los desvié, no me convenía que resultaran heridos, además ahora han estado seguros, no tienes nada que reclamarme —en tono soberbio y un tanto arrogante sin cambiar su expresión le contesto a lo que a Andiel le enojo pero ya no le dio mayor importancia.
    — ¿Puedes decirme quienes son los leones y la piedra durmientes? —le rogué acercándome a él quien alejo su mirada de la mía un tanto sin cambiar su rostro de posición.

    —No puedo responder todo, eso lo lograran cuando prueben sus intenciones, sin embargo puedo decirte que aquellos leones son los valientes de la leyenda: Glecio, Noriel y Gamendien— nos relataba antes de marcharse.
    — ¿Quién eres?, ¿Cómo te llamas? —hablándole muy deprisa Momiyi, ante nuestra sorpresa ella se le acerco mirándolo directamente.
    — Eso no se los puedo decir sólo llámenme como Frio Suspiro—desviando otra vez su mirada sin cambiar la expresión de su rostro.

    — Eso que tienen ahí es el mapa antiguo, ¿cierto? —nos preguntó observando detenidamente aquel bolso de un momento a otro, algo que me impresionó, nosotros le afirmamos que así era cosa que no le sorprendió en ninguna manera. Él parecía ser una persona muy rígida que no efectuaba cambios de humor, alguien muy extraño.

    —He tenido un buen plan con respecto al mapa, este consiste en tener dos mapas falsos además del real, uno lo tendrán ustedes y otro yo, mientras que me llevo el verdadero a la Ciudadela del Sur, así no tendrán que negarse y no estarán en peligro —nos explicaba en su intento por ayudarnos, creo que eso trama.
    — ¡No es justo, podrías hacer mal uso del mapa verdadero, no te lo entregaré! —le reclamo Andiel encendido en enojo por su arrogancia.
    —Pero piénsenlo nos ayudaría bastante—deducía Momiyi mirándonos a nosotros, — pero sólo lo haremos si es que eres nuestro aliado. ¿Eres nuestro aliado o nuestro enemigo? —dirigiendo su mirada a aquel del frio suspiro un tanto amenazante.

    —Por ahora soy su aliado. Cuando tenga todo listo yo les buscaré. Ah, una última cosa, para que el ave les responda deben tocar esas rocas que están puestas en un circulo —se aprestaba a marcharse ya con el mapa verdadero en sus manos que sin que nadie se diera cuenta se lo había quitado a Andiel. Quien sólo se dio cuenta de esto ya cuando aquel nuevo aliado se había marchado.
    Momiyi estaba en el suelo, creo que se había pasmado con la llegada de aquel, sin embargo al preguntarle que le pasaba ella estaba como en otro mundo y un tanto desvanecida, Andiel se preocupó por esto y la levantó.

    —Creo que me enamore —susurro hacia nosotros, parecía que mil corazones le salían de los ojos, lo que nos sorprendió un poco aunque en ella esas actitudes las creíamos normales. — Es en serio, él es tan inteligente, también su voz y sus ojos…—comentaba para sí aun en otro mundo.
    — Ni siquiera le has visto, y tampoco lo conoces ¿cómo te enamoraste entonces? —le interrogaba Andiel, quien también notaba extraño que ella no le hubiera apretado su brazo como solía hacerlo, al contrario ahora no hacía más que pensar en aquel que había conocido.

    — Sin embargo tenemos que tener cuidado con él, no sabemos de lo que es capaz —le advertí bajándola de la nube en la que estaba lo que cambió la expresión de su rostro, aunque sin dejar de pensar en él, creo que ahora más que nunca ella va a hacer todo lo posible por conocerle.
    —Eso me alegra mucho, al fin vas a dejar de tomar mi brazo como si fuese tuyo— le sonreía Andiel que se había dado cuenta de lo favorable que esto era para él, ya que en parte le encontré razón sin embargo Momiyi no creía lo mismo.
    —Hasta que le encuentre, tu brazo va a ser como si fuera el de él —desfavorablemente le expreso sonriendo y entre cerrando los ojos, suspirando resignado Andiel, quien ya deseaba conocer a aquel que extrañamente nos estaba ayudando.

    Al fin luego de esto tocamos las piedras que aquel nos había indicado las que brillaron y se abrió en el suelo una escalera, algo que nos asombro, entrando primeramente Momiyi muy alegre. Abajo había un pasillo y unos hoyos en la pared, flechas salieron y tuvimos un poco de miedo, lo que nos obligó a arrastrarnos por el piso tratando de no tocar nada que fuera sospechoso y luego ya al final el camino estaba cerrado había una pared, no continuaba el camino hasta que Momiyi vio una estatuilla en la pared y la tocó por curiosidad abriéndose el suelo de nuestros pies y cayendo con nuestros gritos alrededor hasta que tocamos suelo de nuevo cayendo primero Andiel y nosotras encima de él quien se quejaba por nuestro peso y cuando nos levantamos de nuestra caída Momiyi corrió por el pasillo que estaba adelante saltando lo que se le ponía enfrente, nos asombro porque le cayeron piedras cerca, varias trampas y ella como por un impulso sin pensarlo llego al otro extremo dejándonos con la boca abierta, además sonrientemente nos llamaba para que cruzáramos como si fuera tan fácil, nosotros ayudándonos un poco y lentamente casi nos caímos en la última trampa en la que se nos abrió el suelo de nuevo pero esta vez abajo se veían las estacas de madera y algunos esqueletos, trague saliva un poco amargamente y tratamos de escalar por la pared de forma lateral hasta que con mucho cuidado logramos llegar adonde estaba Momiyi, quien estaba muy sorprendida por algo al parecer, ya que tenía la boca abierta y sus ojos agrandados.

    *Mientras en la parte más alejada del extremo inferior izquierdo del mapa aquel nuevo aliado entraba en la Ciudadela con una sonrisa y al verlos todos los que se encontraban cerca corrieron a constatar si en verdad estaba sonriendo y al comprobarlo se miraron entre ellos muy sorprendido, sobre todo el propio General.
    —Es la primera vez que te veo sonreír — un tanto asombrado le expresaba.
    —Tengo un plan —susurro aún con su sonrisa cómplice a lo que todos corrieron esperando ordenes, porque sus planes eran los mejores y otros se apartaron al escucharle ya que casi siempre utilizaba personas para los trabajos menos gratos. De hace tiempo que no escuchaban que él tenía un plan a lo que llenos de energía estaban dispuestos.

    —Les ayudaremos, creo que son dignos de mi confianza por ahora. Así que necesitaremos dos mapas falsos igual a este. Espadas, dagas cortas, cuchillas pequeñas y boleadoras —por ahora eso les pedía.
    Cuando les indico el mapa todos se sorprendieron y se agolparon a mirarlo, era el legendario mapa, mirándole a él porque no se convencían de que lo haya obtenido de buena forma, por lo que todos le miraron acusadoramente aunque sin decirle nada, en parte tenían cuidado con él.
    —No se preocupen, no lo he obtenido como ustedes creen, no lo he robado directamente. Parte de mi misión es encargarme de ayudar si ellos prueban que lo valen —les explicaba sin dejar por primera vez de sonreír cosa que aún no creían quienes le veían, su expresión siempre era rígida y tenebrosa, no se lo podían explicar.

    Luego él le pidió al General que llamara a aquellos guardianes que habían venido desde el oeste, tenía algo que pedirles, a lo cual aunque de mala gana se presentaron a él los Caballeros del Trueno y del Rayo aun un tanto molestos por la arrogancia que antes él les había mostrado ni siquiera le miraban, quien al darse cuenta se disculpo ya acabándose su sonrisa que había aparecido como espejismo. A ellos les encargo que le informaran de cualquier avance, por su modo casi imperceptible de actuar y por su forma tan unida en que ellos dos trabajaban, lo que era innato en ellos de lo cual aquel Frio Suspiro le sacaría ventaja, enviándoles a el Trueno a la isla de Hamering al este de aquella Ciudadela en medio del ancho mar y a el Rayo más allá a la isla de Melingh aun más al este, todo esto para estar al tanto de las acciones piratas.

    Mientras que al Guardián de los Mares le pidió su colaboración en ayudar junto a otros guardianes de esa región encontrar dos mapas parecidos y en los cuales se pudiera dibujar los nombres que aparecían en el real sin embargo no la localización de la isla del extremo sureste ni tampoco las escrituras que salían al reverso, tarea que no era tan difícil como parecía, ellos contaban con un mapa bastante parecido el cual utilizaron de inmediato mientras que el otro que era necesario aquel guardián se encargo de encontrarlo en esos mercados de los mercenarios que atracaban en algunos muelles de las islas y aun más ahora que varias han sido tomadas bajo su poder, poniéndose todo esto en marcha al compas del tiempo.

    Continuara...
     
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    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
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    Hola amiga, esta muy buena tu historia, la verdad que la trama es excelente.Tienes mucha imaginación, ojala continúes la historia por muchos mas capítulos, me gusto la parte en que la anciana golpeaba a Andiel. Por ahora solo eso, no veo demasiados errores y el contenido es llamativo e ingenioso. Te mando un beso linda, sigue así.

    PD: me gusta el nombre que te has puesto, Estrella solitaria, y lindo avatar.
     
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  15.  
    nomerralles

    nomerralles Iniciado

    Aries
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    Buah-la..no lo pude leer entero por que e de marchaarme,pero mañana sigo!! SIGUE ASI!!
     
  16.  
    Verloren Sadasto

    Verloren Sadasto Entusiasta

    Libra
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    Hola. La historia me parece que plantea un buen inicio, mostrando al mismo tiempo la región y un poco de la historia del protagonista, aunque como lo planteas me deja una duda: ¿Ya tienes planeado lo que ocurrirá, o simplemente lo vas desarrollando conforme vas escribiendo? Me parece que tiene potencial, pero necesita estar dirigido a algo, porque en principio no deja una meta clara.
    Como notas: pusiste cuida en lugar de cuidar, acilo en vez de asilo, protegidos en vez de protegido, decidieron en vez de decidimos, realice en vez de realicé, acersase en ver de acercarse, era en vez de eran, pregunte en vez de pregunté y tome en vez de tomé. Esta oración está confusa "Trampas creamos desarrollando toda manifestación de creatividad". Me parece que debes replantearla. Repites la palabra entierro en la misma oración en el antepenúltimo párrafo.
    Saludos, espero haber sido de utilidad.
     
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  17.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

    Leo
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    Oh vaya!
    estuvo facinante!!
    ¿Cómo le haces? ¿En qué te inspiras?
    jejejeje
    Ah medida que la historia prosigue, se vuelve cada vez mas enigmática y complaciente, más para un gusto un poco extraño como el mío x'D
    como que se les ha salido un poco de las manos la situción hasta ahora; el frío suspiro no me da buena espina que digamos, su aptitud es un poco confusa, no se sabe si es bueno ni malo (aunque opto mas por el lado negativo¬¬) tanto que ni Andiel no lo traga en esa parte, pero no puedo negra que le favoreció.. bueno, en lagun momento, mas con la declaración de Momiyi jajajaja.
    ejem..
    Ojalá no me los maltrates tanto por aquél pasadizo harto en trampas; de a pelitos se salvo la nuev aintegrante ¿Cómo? no sé, creo que fue suerte :p
    Ah! la ancianita no me molestó tanto por le momento, al menos no se irritó tanto por las pregunticas del chico, por lo menos Lizzi puede traducirlas, pero el de contestarlas como en el caso de el significado de los leones" se me pone en blanco la chica*

    Te felicito mi estimada Estrella~
    realemente es un excelente capítulo, como también la historia en sí.

    Bay! ÉXITOZZ**
     
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  18.  
    lunabetz

    lunabetz Usuario VIP

    Cáncer
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    Hola, de verdad disculpa por no pasarme de inmediato (<-----la castigaron). Y ya no pude comentar en la mañana, pero comento aquí y ahora *U*
    Esta historia te hace pensar y analizar las palabras que escribiste. No es tanto que tenga un lenguaje complejo como te había dicho, ni que esté aburrida la lectura (es sólo que si sabes leer, cualquier cosa te gustará) y es más que obvio que esta historia me fascinó *U* igual que a varios de aquí.
    No te lo dije, pero me encanta el nombre del protagonista Andiel, es tan hermoso y bello *U*, y me gusta su relación con Lizi también.
    Desde el principio, puede que no se note todavía quién es el malo, ni lo que pretende, pero con el tiempo nos vas dando pistas e intrigas. Hablas de los caballeros que protegieron la ciudadela con su vida y fueron enterrados vivos, y eso es lo que buscan nuestros compañeros (deben despertarlos). La piedra la mencionaste al principio, y está rodeada de agua, es donde están escondidas las leyendas y es a dónde ellos han de llegar con el mapa. Pero también mencionaste a un protector. Ese protector que te ha de guiar o te ha de perder según sea tu corazón, nos has dado una opción y es el chico que se hace llamar Frío Suspiro. Pero presiento que no es él, sino alguien más xDD. Por algo le dejó el libro ¿no?
    Ese sueño, no es una coincidencia, ese espejo, es el reflejo del poder que encierra su alma y el que debe encontrar (al menos eso mi cerebro ha deducido xDDDD).
    Buena historia y buena trama, avísame cuando pongas la continuación ;)
    Saludos. Eres buena, pero creo que puedes mejorar. Cada quién tiene su estilo de relatar, así que si quieres un comentario constructivo te diré algo:

    "Avanza en tu propio camino, siendo tú misma y nada más; ignora a aquellos que quieren tu pensamiento cambiar, eres única, mejora por ti, pero nunca cambies tu manera de pensar..."
     
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  19.  
    Estrella Solitaria

    Estrella Solitaria Lady star

    Acuario
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    La leyenda de la Región del Sur
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    Aventura
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    12
     
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    1717
    Muchas gracias a todos tanto por corregirme como por alentarme a seguir, le dedico este capitulo a todos ustedes (perdonen las faltas XD)

    5°Capitulo: Nuevos desafíos.


    Frio Suspiro trataba de apurar esos mapas, cuando el Caballero del Rayo hizo destellar las nubes del cielo como señal de que se dirigían los piratas hacía los protegidos, por lo que apuró más a los que se encargaban de los dos mapas y en un saco metieron todas las armas que les había pedido, listos los mapas rápidamente se los quitó de las manos y les arrebató el saco marchándose a toda velocidad, mientras que Andiel y las chicas se preguntaban qué era lo que estaba delante de sus ojos, parecía una tabla con una luz a su espalda, en ella habían letras talladas por ambos lados, la tomaron con ambas manos sacándola de su pedestal, era arriesgado pero tomaron el riesgo, luego solamente se preguntaban cómo encontrar una salida, de nuevo una pared ante ellos por lo que Momiyi de nuevo miró y tocó sin pensar otra estatuilla que había, un objeto sin importancia, pero al tomarla se abrió el suelo de nuevo llegando a la entrada por donde habían ingresado.


    —Esa caída me dolió —se quejaba Lizi, a la verdad a los tres nos había dolido esa caída, por lo que salimos ya con aquel trozo de madera en mi bolso y caminábamos hacia el exterior alegrándonos de haber salido con bien, cuando al levantar la vista los piratas nos cerraban el camino.


    — ¿Cómo estás preciosa?—se dirigió hacia Lizi acercándose rápida y súbitamente, mientras a nosotros nos tomaban a la fuerza sus cómplices.
    — Lindura si no quieres que ellos salgan heridos, es mejor que me entregues el mapa de una buena vez —me advertía sin dejarme más opciones aquel pirata, pero esta vez no lo teníamos por lo que en una parte mi miedo era evidente.


    Frio Suspiro aún no había llegado y aquel me amenazaba más y más hasta que soltó su sable y comenzó a besarme sin que pudiera escapar, no sé porque lo habrá hecho, pero logré morderle el labio para que me soltara y lo abofeteé, aunque cuando lo golpeé creo que una parte de mi me dolió, sin embargo con más fuerza me sujetó de ambos brazos con su labio sangrando y me exigía nuevamente el mapa contra ese árbol mientras yo forcejeaba, hasta que un viento, una brisa fría llegó detrás de mí, era él, nuestro aliado Frio Suspiro. Él colocó algo en mi mano sin que se dieran cuenta, lo que yo supuse era un mapa, mientras aquel todavía forcejeaba conmigo.


    — ¡Este es el mapa, tómalo y vete, pero recuerda que no encontraras riquezas como esperas!—le grite entregándoselo de mala manera y alejándome de él, quien sin embargo me dijo que me buscaría las veces que fueran necesarias, lo que de igual forma de inquietaba, llamó a los piratas que resistieron a las trampas y se marchó. Cuando mis amigos aparecían a la entrada de ese santuario, mientras yo estaba sentada en el suelo sin comprender muchas cosas.


    —Lo has hecho bien —se asomaba de las sombras Frio Suspiro, mientras mis amigos se acercaban a verme. —Se ve a simple vista que aquel pirata está obsesionado contigo —me dijo cerrándome un ojo y acercándose más a mí para levantarme.
    —Él ya tiene el mapa supongo —en tono de duda le preguntaba Andiel a aquel que salió entre las sombras.
    —Sí, todo salió a la perfección—le comentó este olvidando que me iba a recoger.


    —Descuiden ellos no aparecerán en algunos días —comentó también Momiyi sin siquiera dirigirme palabras de apoyo, estaban concentrados en su conversación sin siquiera notarme, era impresionante todo lo que hablaban sin siquiera incluirme.


    Hasta que les comencé a gritar con una vena marcada en la frente del enojo que tenía y como tampoco me hicieron caso comencé a llorar fuertemente mientras estaba en el suelo.
    — Ah, estabas aquí —en tono simple pronunció Andiel.
    —Lo lamento estábamos muy concentrados hablando —poniendo su mano detrás de su cabeza y en tono de disculpa riendo me expresaba Momiyi no importándoles que estuviera llorando y pataleando en el suelo en una escena vergonzosa, mientras escuchaba las risas de mis acompañantes y de Frio Suspiro.


    — Es la primera vez que te veo sonreír —admirada y sorprendida por su hermosa sonrisa rodeándole de corazones le expresaba Momiyi con sus manos juntas y sus ojos agrandados concentrados en su sonrisa. Ella estaba feliz, porque su rostro cambiaba tanto con ese bello adorno, que le conmovía.


    Frío Suspiro les contó que era la segunda vez que sonreía en ese día, pero no les dijo el motivo, un recuerdo triste se le había vuelto una felicidad entre la niebla y los laberintos de su mente, diciéndoles lo bien que habían actuado frente a sus agresores y que no esperaba menos de ellos que ya habían probado ser merecedores de su ayuda relatándoles que en otra ocasión también se habían movilizado sus fuerzas con un grupo de jóvenes que en mitad de esta misión se dieron por vencidos y regresaron derrotados, por lo difícil que les había resultado y parte de ese grupo se había movilizado por la gran riqueza que se relataba desde los tiempos antiguos, sin embargo no era riqueza la que encontrarían sino un poder más maléficos que sus propias voluntades y sus cuerpos mismos si es que seguían esa ruta, por otra parte si despertaban a los leones y también a la piedra encontrarían remedio y protección para contrarrestar aquella destrucción, también un respiro y una tregua para los moradores de esas islas. Ahora lo sabían y estaban dispuestos a ayudarle y no rendirse pese a que aún no confiaba del todo en ellos como lo había hecho antes.


    *Lejos de allí los piratas cantaban victoria por el mapa obtenido, sin saber que eso los pondría en peligro. Alzando aquel mapa en su mano ese Capitán Pirata ante los gritos de sus tripulantes, moviéndose luego a sus puestos más animados que nunca. Para poder avanzar ajustaron las velas a través de las cuerdas, trepó uno de ellos al mástil por si avistaba tierra, estaba más ansioso que antes de ver más cerca su anhelada recompensa, entre otras cosas. Mientras el subordinado del Capitán tripulaba el mando porque el mismo Capitán parecía en otro mundo y mirando el mar al lado de él no parecía importarle nada más que lo que pensaba, dándose cuenta su subordinado y preguntándole que era lo que le agobiaba, pero su Capitán no le respondía hasta que pasado unos minutos aún estando en sus recuerdos le relato las palabras de la muchacha de la cual su obsesión era evidente, cosa que no le impresionó a aquel que le escuchaba, qué más podía decir una muchachita para quedarse con una gran riqueza más grande que un palacio por lo que le recomendó olvidarse de todo aquello mientras miraban como el sol se marchaba en el tranquilo mar, y aquel Capitán tocaba con sus dedos sus labios, mirando el sol en el horizonte.


    *Momiyi aun no salía de su trance, estaba realmente feliz de ver su rostro y de sentir su olor a una hierba aromática, sus ojos café claros le cautivaban y el tono de su voz la transportaba a un mundo en su mente que la hacía muy feliz mientras él les hablaba, ella no hacía más que asentir en afirmación ni siquiera escuchando lo que les decía.


    —Lo próximo que deben hacer es ir a la segunda isla que se ubica al oeste de esta en el ancho mar y esperar a que les traiga el otro mapa —entregándoles las instrucciones necesarias mientras Andiel levantaba a Lizi del suelo y esta se sacudía las hojas y la tierra de su vestidura. Marchándose Frió Suspiro ante la mirada de Momiyi que no deseaba que ese momento terminara, hasta que él se marchó dejándoles solos y a una Momiyi un tanto triste y cabizbaja sin saberlo le dolía el corazón más de lo que pensaba, sin embargo de un tirón fue sacada de ese estado por Lizi que la jaló porque comenzaban a irse de aquel lugar, haciéndose muchas preguntas y respondiendo algunas antiguas.


    Andiel con las palabras de él ya había entendido su desconfianza, aún estaba herido, pero era necesario para poder ayudar. Esta vez habían salido con vida por lo que él estaba feliz, mientras Lizi que iba a su lado estaba muy confusa, aún recordaba a ese Capitán y su manera tan extraña y agresiva de actuar llevándose sus dedos a sus labios recordando aquellos besos…
    Luego examinaron aquella tabla que tenían en sus manos y notaron una escritura y por detrás parecían acordes, ¿qué será todo esto? era nuestra nueva interrogante.

    Continuará...

     
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    lunabetz

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    Omo, omo, haber déjame respirar... respira, respira.
    OMG, OMG, este capítulo estuvo emocionante waaa, estuvo tremendo, si te digo la verdad, aquí hubo mucha pasión y mucho romance salvaje, madre mía, permíteme respirar...

    Qué hermoso beso, no digo que el hecho de que el capitán se lo hubiera dado de esa manera forzada me guste, pero me encantó porque fue tan intenso y tan pasional *U* lo amé totalmente y ellos que también pusieron de su parte xDDD.
    Ni siquiera el tonto de Andiel hizo algo para impedirlo y mejor se quedó platicando con Frío suspiro y Momiyi y se andaban riendo, en lugar de prestarle atención a la víctima que les ayudo a que el capitán cayera en su manos y se llevara uno de los mapas falsos xDDD, eso estuvo genial y todavía la pobrecita llorando xDDD. Bueno al menos una cosa buena pasó. Se supone que los piratas son los malos, pero con esa actitud del capitán, me parece que otra cosa puede ser. Me lo imaginé tan lindo y tan bello recargado en el barco mirando el horizonte y pensando el encuentro que tuvo con Lizi. Me imagino su carita tierna a pesar de lo que hizo xDD.
    Bueno el beso me encantó, pero ahora sí, la tabla que encontraron, qué es lo que tendrá que decir. Nos dejas en suspenso xDDDD.

    La palabra "frío" lleva acento en la "i" es un error en el nombre de Frío Suspiro, nada más se te escaparon algunos acentos, nada grave ;)
    Saludos esperaré el siguiente.
     
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