La hija de un Demonio.

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LA HIJA DE UN DEMONIO.

Capítulo VI​

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Al bajar de nuestro vuelo tomamos un ticket donde firmábamos dando autorización de mandar nuestro equipaje en un avión de mensajería para que llegaran antes al hotel de Transilvania.
--Ok chicos nuestro tren bala con destino a Transilvania sale en…--hizo una pausa el profesor para observar su reloj de muñequera – seis horas.

--¿Qué haremos en ese tiempo?—cuestiono una compañera de nuestra clase.

--Por juzgar que es medio día y el tren parte a las seis, creo que ir a comer sería lo mejor—escuche decir al profesor Athan para dar indicaciones.
Mientras tanto yo seguía algo nerviosa pensando en lo sucedido en el avión, no podría estar con los lentes obscuros de Damon todo el día.

--Seis horas de diversión y entretenimiento—escuche decir a Selene quien llego a mi lado y me tomo del brazo para sonreírme.

--Si eso creo—decía siguiendo al grupo de cercas—solo no te metas en problemas—le dije con una leve sonrisa y ella simplemente asintió.

--Claro que no—dijo sonriendo para verme—oye, ¿se te perdió el sol?—le escuche decirme traviesamente y mi cuerpo se puso rígido por un momento.

--Lloverá parte del camino a Transilvania—agradecí internamente a Leonardo quien nos daba un pronóstico del clima.

--Es solo que me acabo de levantar y bueno ya saben se hinchan los ojos—decía inventando una excusa para seguir caminando a la salida del aeropuerto ya que dos camionetas blancas con el logotipo de una agencia de viajes nos esperaba.

--Bien chicos en esta camioneta solo hay cupo para quince personas, en esta otra camioneta las que no alcanzaron en la primera camioneta—indicaba el profesora todos nosotros, sin más decidimos irnos en la segunda camioneta donde el profesor Athan, Damon su hermano, Esther, Elizabeth, Edmon, Leonardo, Selene y yo viajamos al restaurante donde comeríamos algo.

--La ciudad de Slovakia es tan tranquila—se escuchaba la voz de Elizabeth que le decía a su amiga Esther quien se mandaba mensajes con su novio.

--Si pero Paris, Francia es más interesante—declaro desinteresada para ver a su amiga un momento y volver a su tarea de mandar mensajes de texto a su novio, mientras tanto yo veía al frente observando el camino.

--No te preocupes yo solamente sé lo que paso—escuche la voz varonil de Damon susurrarme desde el asiento de atrás. —llegando al restaurante ve al cuarto de baño a ver si todo está normal nuevamente.

--Lo hare- le susurre girando un poco mi rostro quedando cercas del suyo a casi centímetros de distancia, sintiendo su respiración muy cercas de mis labios le observe un momento y el a mi sin más corte el momento girando mi sonrojado rostro al frente.

Minutos más tarde llegamos a un restaurante llamado Slovenska Krcma así que cada quien tomo una mesa mientras yo corría al baño en busca de un espejo, al llegar me asegure que no hubiera nadie dentro, así que me quite los lentes obscuros lentamente para apreciar mis ojos. Cuál fue mi sorpresa que a un brillaban un poco era como si viera la lava hirviendo en un volvían, un color carmesí fundido con el oro.

--¡Dios mío Kitara!—escuche decir a una Selene sorprendida que me había seguido--¿Qué te paso?—me cuestiono acercándose a mi tomando mis manos.

--No lo sé—admití volviendo a ponerme los lentes rápidamente—estoy muy asustada—le confesé a mi amiga quien solo me observaba.

--descuida amiga yo estoy contigo—me dijo abrazándome fuertemente--¿Quién más lo sabe?—me cuestiono preocupada.

--Damon…--le dije sintiéndome más aliviada—Son de el estos lentes—le dije sacándole una sonrisa pícara mientras me veía fijamente.

--Por eso estaban tan cercas desde que arribamos—decía riendo divertida sacándome una leve sonrisa—bien será mejor que volvamos para comer.

--Vamos—le dije para seguirla de cercas y tomar asiento en nuestra respectiva mesa.

--Hola chicos—escuche la voz del profesor Athan saludándonos como reacción alce mi vista y observe que Damon llegaba junto con el –¿todavía tienen cupo para dos más? .

--Claro que si—decía Leonardo mientras yo baje la vista a el menú para ver que pediría de comer.

--Y bien, ¿qué les pareció el viaje hasta aquí?—cuestiono el profesor tomando el menú que se encontraba a su costado para ver su contenido.

--Entretenido—decía Selene viendo al profesor que sonreía—solo que Kitara no se siente muy bien—decía tranquila pero preocupada.

--Oh, ¿es cierto eso?—me cuestiono el profesor viéndome detenidamente –porque su es así me hubieras dicho de inmediato—le escuche seriamente.

--No es nada, solo es un dolor de cabeza—escuche decir a Damon quien estaba frente a mi viéndole ignorando la mirada de su hermano. —Ya le compre una aspirina—sentencio observando a su hermano y este sonrió levemente.

--Descuide profesor Athan, solo me dolía mi cabeza—le dije sonriéndole—Damon me compro unas aspirinas en el aeropuerto—explique terminada la discusión entre los hermanos pidiendo a la mesera mi comida seguido de los demás.

El tiempo paso rápidamente ya que visitamos algunos lugares como: La Catedral de San Martin, Michael's Gate, el palacio Primacial y el castillo de Bratislava. La hora de tomar el tren bala estaba muy cercas así que estábamos a punto de llegar a la estación donde partiríamos.

--Bien chicos tomare lista para ver que no falte ninguno—decía en voz alta el profesor Athan contando a los alumnos y claro pronunciando los nombres de cada uno como si se tratara de una excursión al museo en primaria. –ok tomen sus boletos y suban a su respectivo vagón en cada vagón caben cuatro personas así que elijan con quien quieren irse.

Sin más Selene corrió rápidamente a tomar los cuatro boletos para abordar el tren para regresar sonriendo ampliamente mostrando los boletos.

--Soy una ganadora—se decía entregándonos los boletos a Leonardo y a mi mientras buscaba a alguien.

--¿Por qué?—le cuestiono Leonardo tomando su boleto y verme a mí con cara de interrogante, yo simplemente negaba sin saber el porqué de su entusiasmo.

--Pues porque nuestro vagón será el más alejado del vagón del profesor—hizo una pausa y sonrió ampliamente-- ¡Damon!—grito el nombre del susodicho y este giro a vernos en nuestra dirección. Damon se acercaba a nosotros y sonrió al observarme.

--¿Cómo te sientes?—me cuestiono en un susurro al oído.

--Me siento mejor pero tus lentes creo que te los daré después—le susurre de la misma manera para sonreírle levemente.

--Damon—le llamo Selene—toma tu boleto estarás con nosotros en nuestro vagón—le dijo para escuchar el llamado para abordar el tren rumbo a Transilvania.

 

Hola a todos mis lectores y lectaras... Antes que nada quiero decirles que Happy New Year 2012...Les deseo lo mejor de lo mejor en este nueva era con cambios y todo eso ;)... bueno como saben fiestas casa llena y cosas asi me mantuvieron ocupadita pero aqui les traigo el capitulo 7 y capitulo 1 de este nuevo anio.. Espero y lo disfruten tanto como yo disfruto hacerlo...

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La Hija De Un Demonio.

CAPITULO VII​

Eran las seis con veinte y ya todos estábamos instalados en nuestros respectivos vagones, el profesor Athan nos informó que en el vagón central era el restaurante por si alguno de nosotros queríamos cenar ya que el viaje sería algo tardío.

--Nada como un buen viaje viendo la nieve caer por todas partes, ¿no lo creen?—cuestionaba Selene mientras se tapaba con una de las frazadas que nos dejaron en nuestro vagón.

--Si bueno, aunque prefiero el calor de verano—contestaba Leonardo quien le observe frotarse los brazos dándose calor así mismo.

--Un chocolate caliente sería lo mejor—les decía sacando el libro de mi bolso para continuar mi lectura.

--¿Así que este es nuestro vagón?—escuche la voz de Damon cuestionarnos al momento de entrar al vagón.

--Así es compañero—le contestaba Leonardo sonriéndole levemente—estaba por ir por un buen chocolate caliente para este clima tan frio, ¿alguien quiere uno?—nos cuestionó.

--Yo pero yo iré contigo—escuche decir a Selene quien se puso de pie frente a mí y me sonrió—les traeré uno a ambos—sin más los dos desaparecieron al cruzar la puerta de nuestro vagón.

Mi mente estaba completamente en otro lado que no fuera mi lectura, esos sueños se hacían constantes y ahora mis ojos; todo era tan…extraño que mi mente no explicaba o no entendía nada de lo que me sucedía.

--Kitara, ¿Cómo siguen tus ojos?—escuche en la lejanía la voz de Damon despertándome de mis pensamientos profundos.

--Uhm… lo siento—me disculpe con él para verle sentado frente a mi--¿me decías?—le cuestione cerrando mi libro depositándolo en mi regazo.

--Te decía que, ¿Cómo siguen tus ojos?—me decía con una sonrisa recostándose en el respaldo del asiento de nuestro vagón mientras me observaba fijamente sintiendo esa mirada penetrante y fija sobre mí.

--Creo que mejo—le conteste quitándome los lentes obscuros que le pertenecían a el—dímelo tu… ¿Cómo sigo?—le cuestione para verle como se incorporaba lentamente sin darme cuenta que en el siguiente segundo el yacía hincado frente a mi tomando mi rostro con sus manos.

--Hermosos—le escuche susurrar sintiendo como mi sangre se acumulaba rápidamente en mis mejillas.

--Damon…--le llamaba nerviosa y claro sin entender nada de lo que pasaba en ese momento--¿Qué pasa?—le cuestionaba nerviosa ya que su cercanía me alteraba un poco sintiendo como mi corazón latía rápidamente como si quisiera escapar de mi cálido pecho.

--No… nada, es solo que ya está todo en orden—le escuche decirme viéndole como sonreía quitando sus cálidas manos de mi rostro, sintiendo como el lugar que antes ocupaban esas manos ahora eran fríos.—Pero no mentía al decir que tienes unos hermosos ojos.

--Yo… no—no termine la frase ya que alguien abrió la puerta y era nada más y nada menos que el profesor Athan quien nos observaba fijamente para después posar su mirada en Damon.

--Damon, ¿puedo hablar contigo un momento?—escuche la voz del profesor cuestionarle a su hermano con una voz seria para dar media vuelta—ahora…--sin más Damon me vio una vez más me sonrió incorporándose para salir del vagón quedándome sola. Los minutos pasaban rápidamente y no sabía nada de los demás así que deje mis cosas sobre el largo asiento para salir a explorar y buscar a mis amigos.

--¡Estás loco!...Damon—decía un furioso Athan a dos vagones de donde estábamos antes--¿Cómo puedes hacer esto?, es demasiado importante terminar lo que nos encomendaron—escuche al acercarme un poco a la puerta entre abierta ya que una vez que salí del vagón escuche la voz de Athan el profesor y hermano de Damon.

--No lo estoy—le escuche contestarle Damon a Athan que hablaba con serenidad quien estaba viendo fijamente a su hermano.

--Pues parece que no es así, él nos encomendó la tarea, así que debemos terminar… obedecer hasta el final…--las palabras que eran pronunciadas por el hermano de Damon y mi profesor se escuchaban con enojo, rencor y un deje de decepción.

--Eso yo lo se…pero, mis asuntos son solo míos—le contestaba Damon para dar media vuelta, como acto seguido retrocedí rápidamente y nerviosa hacia atrás para no ser descubierta.

--Mucho cuidado Damon que una tarea dada tiene que ser terminada—fue lo último que escuche decir al profesor como advertencia a Damon mientras retrocedía a mi vagón en espera de los demás.

Esa tarde las cosas cambiaron radicalmente ya que Damon no apareció después de esa plática que tuvo con su hermano, ni apareció en la cena cuando fuimos todos al vagón central. Eran las dos con treinta de la madrugada cuando Selene decidió dormir seguido de Leonardo quien se durmió en el mismo asiento que el pero de esquina contraria, decidiendo que la mejor opción para dormir era escuchar música sin darme cuenta en que momento mi mente vagaba en el mundo de Morfeo.

“Me encontraba en el centro de una gran habitación, su decoración era antigua con un toque muy elegante en sus muebles de madera donde había muchos libros no tantos como en una biblioteca. Camine unos pasos viendo en dirección de derecha a izquierda dándome cuenta que estaba sola deteniéndome en el centro de la gran habitación gire hacia espaldas mías observando una gran ventana por unos momentos, me acerque a ella cuidadosamente llegando a ella observaba el panorama frente a mi detallando el lago con la luna como reflejo."

--No te preocupes aquí estas a salvo—escuche la voz de un hombre en la habitación, mas no había nadie en ella.

--¿Quién eres?—cuestionaba tratando de encontrarle en esa gran habitación en la que estaba— ¿Qué es lo que quieres de mí?

--Lo sabrás a su debido tiempo, Kitara—volvía a escuchar esa voz de nuevo en la habitación, la voz de ese hombre era tranquila pero imponía presencia aun el no estuviera con una voz rasposa y profunda dándole un toque varonil.

--Muéstrate—le pedía algo nerviosa sintiendo mi corazón latir rápidamente ya que en mi mente rondaba la duda y claro un gran presentimiento.

"Una luz carmesí comenzaba a parpadear frente a mí dejando ver la silueta de un hombre alto, de una piel blanca y fina a simple vista, sus cabellos largos y ondulados color negro azulado y esos ojos que me dejaron sin aliento tan iguales a los míos, no cabía duda que mi presentimiento era correcto."

--Padre…—susurre para verle sonreír mientras él me observaba fijamente con ternura, sin más la imagen de mi padre se alejaba de mi mientras yo corría detrás de esa figura masculina y el seguía viéndome fijamente.

--¡Padre!...!Padre!—grite despertándome con la mano extendida en el aire frente a mi incorporándome con la respiración agitada sintiendo un nudo en la garganta, sentí la presencia cálida en mi espalda dándome cuenta de que una mano me calmaba con suaves golpes, al girar mi rostro vi el rostro de Damon bañado por los rayos de luz del sol que penetraban la ventana de nuestro vagón.


--¿Una pesadilla?—escuche cuestionarme para sonreírle y negarle un par de veces y el me sonrio con una mirada interrogante mientras acarisiaba mi cabello.

—Nada de eso—hice una pausa—fue un buen sueño—le conteste para escuchar la voz del capitán del tren bala anunciando que llegaríamos a Transilvania en pocos minutos.

 

Hola a todos mis lectores!
Siento no haber subido antes el capitulo pero como los quiero mucho subire el 8 y 9 ahora...espero que lo disfruten como yo lo hago escribiendo :)..
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Capitulo VIII​

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Al llegar a la estación bajamos del tren encontrándonos con un hombre que sonrió al ver a Athan nuestro profesor, se trataba de un guía colega de Athan en el pasado quien trabajaba ahora en la universidad de Sighisoara una ciudad cercana a Transilvania y donde descansaríamos este día, al llegar a la entrada de la estación un gran autobús esperaba por todos nosotros para llevarnos a una posada llamada Legend House. Nuestro recorrido fue corto pero incomodo al llegar a la salida de la estación Damon se fue en un carro gris obscuro mientras el profesor Athan no me quitaba la vista sobre mí, su mirada era penetrante cálida y fría un mar de sensaciones en su mirada que me hacía sentir extraña; desde aquella conversación que escuche de Damon y Athan cambiaron demasiado y eso me asustaba.

--Bien chicos llegamos—escuche decir al profesor quien me vio una ultima vez para bajar del autobús seguido de los demás.

--Oye… ¿tú no vas a bajar?— me cuestionaba Edmon quien me veía en mi lugar aún sentada viendo por la ventana.

--Uhm… si claro—decía viéndole para colocarme mi bolso y salir junto con el del autobús—gracias—le dije para ver como el solo asintió me vio unos momentos y siguió su camino, a veces me pregunto como pude enamorarme de el en secreto.

--¿Dónde estabas?-- escuche a Selene quien estaba en la entrada de la posada para verle acercarse a mí.

--En el autobús—le conteste para verle—olvide mi móvil en el asiento y regrese por el—sin más le sonreí y camine con ella hacia el grupo.

--Chicas, ¿no han visto a Damon?—gire mi rostro al ver a Leonardo quien llego a donde nosotras estábamos—tengo su llave pero no lo he visto desde que llegamos a la estación.

--Damon llegara más tarde—la voz del profesor Athan se hizo escuchar para nosotros tres—tenía un asunto importante con un familiar—dicho esto sonrió levemente—deberían ir a descansar—propuso para retirarse a la recepción.

Mi mente se preguntaba tantas cosas en ese mismo momento, ¿Qué era lo que esos dos traían entre sí?, ¿Por qué el cambio de actitud en ambos?, ya no sabía si confiar en ellos o seguir confiando como en el principio.

--Muy bonito—escuche decir a Selene quien entro primero a la habitación donde nos quedaríamos las dos—Mira, aquí están nuestras maletas—decía confundida ya que las maletas llegarían hasta Transilvania.

--Si… es cierto—afirmaba sonriéndole levemente mientras apreciaba la habitación, era espaciosa y cómoda tenía dos camas individuales muy bien decoradas, algunos cuadros como decoración al parecer eran paisajes de hermosos lugares cercanos a la región y ventanas grandes que dejaban entrar mucha luz y una vista a la pequeña plaza. Gire mi rostro para seguir apreciando la habitación topando mi vista en una puerta blanca que resaltaba del color anaranjado pastel de la habitación, al abrir la puerta pude ver que era el cuarto de baño con decoraciones rusticas como en toda la posada dando ese toque hogareño, sin más me dispuse a arreglar mis cosas junto con Selene.

--Deberíamos ir a dar un paseo y conocer los alrededores—le sugerí a Selene quien alzo la vista y me sonrió divertida.

--Claro que si—dijo para verle sentarse sobre su cama y me veía fijamente para sonreírme—sabes, Leonardo es lindo—hizo una pausa—deberíamos invitarle—escuche decirle y sonreí para verla.

--Querrás decir que te gusta—le afirme con otras palabras y reí levemente para ver su rostro sonrojado—pero si es lindo, un muy buen amigo.

--¿Qué me dices de Damon?—escuche cuestionarme y solo suspire supe de inmediato que había caído en su trampa, alce la vista y ella me sonreía.
--¿Qué quieres decir?— cuestione esquivando su pregunta con otra escuchando un suspiro de frustración por parte de ella y reí internamente agradecida—Damon es simpático, me agrada—le dije como respuesta—será mejor ir a buscar a Leonardo—di media vuelta caminando hacia la puerta sonriendo divertida al escucharle decir a Selene “esto no se termina aquí”.

Tiempo después nos encontramos con Leonardo quien estaba junto con Edmon y Elizabeth conversando tranquilamente en la recepción, tal parece ser que Esther la mejor amiga de Elizabeth se fue con su novio Jordán a pasear así que decidimos ir nosotros cuatro a conocer el lugar donde pasaríamos unos días. A cada paso que dábamos podíamos apreciar las urbes imperiales donde la época del esplendor de la antigua Romania estaba presente con el paso del tiempo, la vista magnifica cada roca, cada vivienda, los viejos caminos; casi podías palpar sus rincones secretos. Algunas veces alzabas la vista y podías admirarte con los castillos de altas colonias pero sobre todo un edificio que robaba todo esplendor era una vieja torre del reloj del siglo catorce o quince.

--Deberíamos entrar—escuche sugerirnos Elizabeth quien se adelantó caminando a esa vieja torre del reloj que imponía su presencia.

--Al parecer es muy antigua—escuche decirle a Edmon quien afirmo con quien platicaba mientras caminábamos hacia la torre.

Mientras caminaba a la torre alce mi vista admirando tal costruccion era tan majestuosa y llena de historia, esa torre era muy antigua y llena de fortaleza en verdad que era un monumento que te encantaba por completo, sin mas tome mi bolso sacando mi cámara profesional y le tome una fotografía para seguir caminando a la entrada.

--Piata Muzeulei—leí un letrero que estaba a un costado de la entrada al parecer ese era el nombre de ese edificio histórico seguido de unas letras rojas en un letrero más pequeño—Abierto—sin más abrí la puerta entrando al lugar.

--Un museo—decía maravillada Selene quien se adelantó a ver todo el lugar—Miren—señalo una de las mesas.

--Una réplica en miniatura de la ciudad—escuche la voz de Edmon quien se colocó junto a la mi seguido de Leonardo que contemplaba la réplica detenidamente—simplemente algo que debe apreciarse—dijo viendo la réplica unos momentos y camino hacia otro lado. Tome mi cámara fotográfica y grabe ese momento en una imagen, el tiempo se nos pasaba recorriendo ese majestuoso edificio y museo observando su buena colección de artefactos locales de la ciudad de Sighisoara.

--Chicos—nos llamaba Elizabeth desde unas escaletas—deberían venir a ver esto—le vi sonreírnos y subir nuevamente las escaleras.

--Es…hermoso—susurre al salir por la puerta que daba a las escaleras, mis ojos estaban maravillados con la hermosa vista que podía ver en ese momento.

--¿Verdad que si?—nos cuestionó Elizabeth quien recargaba sus codos en el gran barandal de roca unida a la torre.
--Una vista muy romántica—escuche decir a Selene quien vio de reojo a Leonardo y este le devolvió la vista sonriéndole.

Me acerque más apreciando todo el panorama recorriendo mi vista por todo el lugar; la ciudad de Sighisoara con una puesta de sol dando tonos anaranjados y rojizos en el horizonte, era una imagen que debía quedar impresa de por vida. Tome mi cámara alzándola a mis ojos enfocándola para tomar varias fotografías y una última con los cuatro, decidiendo que ya era la hora de regresar a la pensión salimos del encantador lugar pasando junto a una iglesia del monasterio del año mil quinientos que al parecer estaba cerrado.

--¿Esa no es Esther?—nos cuestionó Elizabeth, todos observamos en esa dirección quien se reunió con ella y con otros compañeros de clase.

--Sera mejor ir a ver qué pasa—sugirió con seriedad Edmon quien empezaba a caminar en esa dirección seguido de los demás.

--Miren es el profesor Athan también está en ese lugar—decía Leonardo llegando a donde nosotros y miraba a todos sonriéndoles como saludo.

--Qué bien ya están todos—escuche decirle al profesor Athan—Esta es la antigua casa del conde ya conocidos por muchos Vlad Tepes vivió aquí desde mil cuatrocientos treintaiuno hasta mil cuatrocientos treintaicinco—hizo una pausa para vernos—ahora, ¿muchos han de tener hambre?—cuestionaba viendo nuestras caras confusas con la información dada por el cosa que lo hizo reír divertido—ahora es un restaurante en la planta alta y una vinería en la planta baja—explico.

Tomada la decisión entramos a la gran morada subiendo al segundo piso apreciando mesas con manteles blancos y las sillas de madera con diseños en ellas, la decoración era elegante, sencilla y le daba un aire tranquilo al lugar.

--Pensé que no llegarían—se escuchó la voz de una mujer al fondo de la gran habitación, gire mi rostro para ver de quien se trataba y era una mujer hermosa de una tez bronceada dándole un toque dorado, su cabello era castaño claro ondulado hasta la mitad de su espalda, poseedora de unos labios carmesí y sus ojos eran color esmeralda una mujer muy hermosa en verdad.

--Melanie—pronunciaba el profesor para sonreír—mi querida prima—vio a la mujer sonreír divertida y giro a ver a Damon que este se levantó de su asiento y veía a todos los presentes…

 

Hola Aguila que bien que te haya gustado :)
Como dije mis Lector@s ya esta el capitulo 9 disfrutenlo :D...

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CAPITULO IX​

La cena había terminado hace más de una hora y a un así recordaba todo lo vivido en aquel lugar en aquella cena…

--Athan, querido primo—escuche decir a la mujer llamada Melanie quien solo nos veía a todos con una sonrisa desde su mesa—tomen asiento todos y ordenen lo que les apetezcan va por mi cuenta—le vi sonreír levemente.

--Antes que nada no quiero ser mal educado—dijo alzando los brazos el profesor—ella es mi querida prima Melanie Riverton Kubelsky como ven es familiar nuestro—nos explicaba para sonreírnos—Ella es investigadora de la Universidad de Sibiu, ella será nuestra guía el día de mañana en dicho lugar—varios de mis compañeros asintieron y otros simplemente escucharon en silencio—bien tomen asiento y disfruten la cena.

Me quede viendo el lugar un momento cuando escuchamos la voz de Damon invitarnos a sentarnos en su mesa junto con su prima y su hermano el profesor Athan que se encontraban charlando tranquilamente.

--Jamás había visto unos ojos como los tuyos…--hizo una pausa mientras me veía fijamente, “Kitara” escuche que dijo Athan y ella asintió— Kitara, ¿son de nacimiento?—me cuestiono y yo le veía por un instante.

--Asi es, son de nacimiento—le respondi un poco incomoda ya que su mirada estaba puesta en mi desde que me vio entrar al restaurante.

--Ya veo…--escuche susurrar mientras tomaba el menú llamando a uno de los meseros, este llego al momento—me traería el mejor vino que tenga—le dijo verle y después ver a su primo que sonrió levemente.

--Señorita Riverton—le llamo Selene y esta volteo a verle con una sonrisa divertida.

--Melanie…solo Melanie—pronuncio viendo a mi amiga y después a todos los presentes en esa mesa—que no soy una anciana—sin más rio divertida-- ¿me decías?—le cuestiono.

--¿A qué lugares nos llevara en Sibiu?, ¿Qué lugares?—especifico Selene para devolverle el menú al mesero seguido de nosotros.
--Bueno, los llevare a diversos museos—le dijo con una leve sonrisa—es por eso que nuestra partida el día de mañana será muy temprano—explicaba para vernos un momento y después volver a su charla.

La conversación se volvía mas trivial con forme el tiempo pasaba, muchos ya se habían ido a descansar a la posada mientras otros tantos estaban a un en el local charlando. Mientras tanto yo veía a los familiares en verdad que eran hermosos sacados de otro mundo como si los mismísimos dioses griegos hubieran colaborado en su creación, me disculpe un momento para ir al tocador y lavarme el rostro con agua fría.

--Cada vez estoy más cerca de la verdad, más cerca de Transilvania—susurro observándome fijamente en el espejo encontrando cierta similitud en Melanie sin más solté un suspiro cansado y regrese a la mesa junto con los demás dándome cuenta que el mesero había hecho su trabajo al retirar los platos sucios dejando solo la botella de vino y las copas.

--Dime Melanie, ¿Cuál es ese proyecto del que me hablabas y claro empezaras a trabajar?—escuche la voz de Damon cuestionarle a su prima quien bebía de su copa.

--Uno muy interesante—decía para pasar la vista sobre todos deteniéndose unos segundos en mi—al parecer hay una tumba que no ha sido revelada a un al público y claro todos los investigadores científicos están muy impacientes por ello.

--¿Una tumba?—le cuestiono Leonardo a Melanie quien asentía para sonreírle levemente ya que este estaba muy adentrado en la plática al igual que Selene que ponía atención a lo que ella decía.

--Así es, tal parece ser que quieren encontrar la tumba de un rey que gobernó hace siglos atrás—hizo una pausa—su nombre es Dante Lombergueth—dicho esto ella vio a Athan y después a nosotros.

Al escuchar ese nombre, el nombre de mi padre mi corazón se aceleró y mi respiración se cortó por un momento, como resultado mi cuerpo se tensó y mi copa resbalo cayó al suelo llamando la atención de todos los presentes.

--¿Te encuentras bien?—me cuestiono Melanie que estaba sentada frente de mi de otro lado de la mesa yo le vi por un momento tomando un poco de aire.

--Si es solo que no estoy acostumbrada a tomar mucho vino—le conteste para levantarme y tomar mi bolso—Melanie, chicos gracias por la cena dándome media vuelta para salir.

--Espera—escuche a Damon hablarme y me detuve sin verle—déjame acompañarte – Buenas noches—se despidió posando una de sus manos en mi espalda para salir del local rumbo a la posada en silencio.

Al llegar a la posada subimos las escaleras hasta mi habitación, una vez en mi puerta la abrí quedándome unos segundos viendo hacia la obscuridad de la habitación así que le invite a pasar encendiendo la luz. No muy convencido acepto mi invitación pasando mientras detallaba cada rincón de ella hasta llegar al gran ventanal viendo hacia la plaza.

--Damon…--le llame viéndole girar un poco su rostro tome un poco de aire dándome un poco de valor para mí misma--¿Qué eres en realidad?—le cuestione viendo que no contestaba le vi tomar aire, giro lentamente y puso su mirada fija en mi mientras yo se la retenía con la mía.

--¿A qué te refieres?—me cuestiono evadiendo mi pregunta con otra viéndole como cerraba sus manos en puños y su mandíbula la apretaba levemente, pude notar lo tenso que su cuerpo estaba en ese momento.

--Sin querer te escuche a ti y a tu hermano Athan en el tren—hice una pausa y proseguí antes de que me interrumpiera—hablaron de algo encomendado—el evadió mi vista girando de nuevo a la ventana. —Y…--no pude seguir ya que él me interrumpido.

--Tu no sabes nada…y es mejor así—se calló unos momentos, el silencio era incómodo y escuche un suspiro por parte de el—ya sabes suficiente—su voz era fría y distante, seria parecía otra persona muy diferente al Damon que yo conocía.

--¡Debo saberlo!—le dije en voz alta—cada día me siento más insegura, todo empezó desde que ese maldito cofre y tu aparecieron en mi vida—le dije viéndole con frustración viendo como el golpeaba la pared.

--No me preguntes más—escuche decirle sus palabras tenían una advertencia de amenaza en su voz—ya sabes demasiado…todo a su debido tiempo—sin más dio media vuelta sin verme yo solo me quede parada en mi lugar y mi cuerpo salto al escuchar la puerta azotar.

Por alguna extraña razón mi vista se nublo con mis lágrimas, mi mente y mi alma estaban llenas de confusión y de dolor al no tener las respuestas que quería. Me abrace a mí misma en el centro de la fría y sola habitación dándome cuenta de una cosa siempre había estado sola desde hace mucho tiempo atrás y eso no lo podía cambiar, con poco esfuerzo tome mi bata decidiendo que lo mejor para relajarme era tomar un baño de agua caliente así mis nervios se calmarían y sería lo mejor para mí. Me decise de mis ropas para entrar a la tina undiendo mi desnudo cuerpo al instante, flexione mis pieras un poco dejando al descubierto mis rodillas viendo a un punto fijo en la pared del cuarto.

--Esto es una mala jugada de mi destino—me dije a mi misma soltando un suspiro cansado cerrando mis ojos un poco relajándome sin darme cuenta que me había quedado dormida.

“Me encontraba caminando en la obscuridad sin saber a dónde ir cuando de pronto una luz brillante estaba frente a mí, al salir de esa obscuridad me encontraba en un gran salón con muchas personas reunidas haciendo bullicio pero de pronto la voz de un hombre los hizo callar a todos.

--Hoy estamos aquí reunidos ya que estos dos hombres frente a mi han dejado ver su valentía, su poder y su fidelidad ante mí— escuchaba la voz mientras caminaba a donde provenía la voz, mi caminar era muy lento tratando de pasar a las personas presentes—al acabar con los rebeldes que quisieron terminar mi reino y conmigo—su voz imponía poder,presencia y sobretodo Admiracion por parte del publico presente. Al pasar a todas esas personas vi a ese hombre dejándome sorprendida ya que era mi padre el que estaba hablando quien estaba vistiendo ropa de guerrero, bajo mi vista a los dos hombres que se encontraban hincados en una rodilla con la vista en el suelo dándome la espalda.


—Hoy juraran ante esta espada y ante este escudo—alzo un escudo con la insignia de una estrella de ocho picos muy parecido al collar que yo poseía.


—Y sobre todo a mí su rey que me serán fieles para toda la eternidad, protegerán a mi sangre, mis dominios y sobre todo y ante todo la puerta que custodia a los obscuros.—Sin más gire mi rostro al ver como mi padre se cortaba la palma de su mano dejando caer su sangre en una copa de oro.


--Tomar mi sangre y sellaran su pacto y juramento como mis guerreros y guardianes reales—Sin más uno de ellos se levantó tomando la copa bebiendo de ella para después estirar su mano con la copa al otro hombre que hizo lo mismo.

--He aquí a los hermanos…--decía mi padre alzando los brazos mientras veía a todos los presentes--¡Mis nuevos guerreros!, !Mis nuevos guardianes!— los gritos de felicidad no se hicieron esperar así que me acerque un poco más para verlos de cerca vi como mi padre decía algo mas no lo podía escuchar, ellos dieron media vuelta lentamente y cuando estaba a punto de ver sus rostros caí desmayada.”

Tome una bocado de aire al salir del agua tosiendo un poco, abriendo mis ojos lentamente dándome cuenta que todo había sido un sueño y que por poco me moria ahogaba, al salir de la tina me puse frente al espejo pasando mi mano sobre el para poder quitar el paño que tenía y poder verme.

--Pero…que—dije al ver un tatuaje de una estrella de ocho picos en el hombro derecho donde estaba el hematoma días antes, sin más me dispuse a cambiarme de ropa y salir del cuarto de baño dándome cuenta que Selene ya había llegado y ya estaba dormida, me acerque una vez más a la gran ventana viendo la luna llena un momento para después girar a ver mi cama y decidir que lo mejor era dormir por que mañana sería un día largo.